Armas de la guerra civil española

La Guerra de 1936-1939. La República Española, el Ejército Popular y el Nacional. Francisco Franco. España en la Segunda Guerra Mundial. La División Azul.

¿A quien benefició mas el comercio de armas en la guerra civil española?

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nou_moles
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Mensaje por nou_moles »

ernesto1967 escribió:Gracias por tu opinión, que en general comparto.

Sólo una consideración: sí creo que a partir de 1937 podrían hacer algo más. Lo mismo que hicieron los submarinos italianos: cortar los suministros del enemigo, teniengo en cuenta que casi todo venía por mar.

Salud y suerte.



Es posible, pero la pregunta es, los mercantes eran de los países que vendían, es decir italia, alemania, o e.e.u.u. en el caso de los carburantes, o eran mercantes con bandera española?¿ eso lo cambia todo, la respuesta no la se, no se que bandera enarbolaban dichos buques, y si que se podria haber echo más aunque a toro pasado todo es más fácil.
aunque yo soy por mi forma de pensar, como te diría, no me hubiese rendido en el 39, total si lo teníamos todo perdido....que más podíamos perder.......


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nou_moles
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Arma submarina de la armada republicana SERIE C

Mensaje por nou_moles »

ubmarinos del ejercito popular de la republica.

C-1, C-2, C-3, C-4, C-5, C-6


Clase C


Especificaciones

Desplazamientos: Superficie: 925 t Inmersión: 1144 t
Dimensiones: Eslora: 73,3 m Manga: 6,3 m Puntal: 5,7 m
Armamento: Tubos lanzatorpedos: 5 de 533 mm, dos a proa y dos a popa, con cuatro torpedos de reserva.
Artillería: 1 cañón de 76/45 mm a/a.
Propulsión: Diesel: 2 motores Vickers de 1000 CV
Eléctrica: 2 motores de 375 CV
Hélices: 2
Velocidad: Máx. en superficie: 16,8 nudos
Máx. en inmersión: 8.5 nudos
Autonomia: 6800 millas a 10 nudos y 3200 a 16 nudos en superficie; 150 millas en inmersión.
Cota de Inmersión: 90 metros
Dotación: 40 hombres
Coste: 13.186.000 pesetas (1922)


Unidades

C-1 (Isaac Peral)SECN - Cartagena

19/07/1923 (quilla) 31/03/1927 (botadura) 18/07/1928 (entrega)


C-2 SECN - Cartagena
15/09/1923 (quilla) 04/05/1928 (botadura) 19/07/1928 (entrega)


C-3 SECN - Cartagena
05/05/1924 (quilla) 20/02/1929 (botadura) 04/05/1929 (entrega)


C-4 SECN - Cartagena
05/05/1924 (quilla) 06/07/1929 (botadura) 21/09/1929 (entrega)


C-5 SECN - Cartagena
10/10/1924 (quilla) 28/10/1929 (botadura) 16/04/1930 (entrega)

C-6 SECN - Cartagena
12/02/1925 (quilla) 26/12/1929 (botadura) 27/09/1930 (entrega)


Imagen


El C-3 y el C-6 en Venecia (Cortesía Rita Campillo)



Bibliografia y datos obtenidos de las siguientes webs:

http://www.kbismarck.com/
http://www.kbismarck.com/mgl/buques.htm
http://www.kbismarck.com/mgl/spanishcivwar.htm
http://guerracivil.forumup.es
http://www.revistanaval.com
http://www.zonamilitar.com
http://www.submarinos.net
En especial a la web del investigador, (c) 1997 M.P. González López y la de Jorge Bañón Verdú,


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Arma submarina de la armada republicana SERIE C

Mensaje por nou_moles »

Submarinos clase C


Imagen


Imagen


C-1 Isaac Peral

de Lara y Dorda, José
Regalado y Rodríguez, Francisco 18/07/1928
Pérez y Pérez, Virgilio 08/09/1930
Suances y Jáudenes, Pablo 15/09/1931
Cervera Cabello, Rafael 27/08/1934
Ybarzaba y Egía, Ignacio 01/08/1936
Martínez Montero, José 01/03/1937
Murato, Carlos 01/04/1938
Garcia, Juan 01/06/1938
Cervera y Cabello, Manuel 15/11/1939
Díaz García, Gonzalo 28/01/1944
Castañeda Barca, Manuel 20/04/1946
Rodríguez Rodríguez de Torres, José Luis 30/10/1948


C-2

Pardo, Pedro
Egypko, Nikolai
Hermandorena Zubiaga, Esteban
Ruíz Marset, Pablo 19/07/1928
Pérez Cayetano, Fernando 06/08/1930
de Aubarede y Leal, Pedro 28/10/1931
Pinto y Gómez, Felipe 28/10/1933
García de la Mata, Juan 25/10/1935
Calderón Martínez, Eugenio 29/09/1936
Ferrando Talayero, José Luis 06/07/1937
Pérez Cela, José Luis 16/06/1941
Scharfhausen Kebbon, Oscar 01/07/1943
Azarola Fernández de Celis, Antonio 10/01/1946
Cassinello Cortés, Guillermo 28/08/1948


C-3

Abarzuza y Oliva, Felipe José 05/01/1929
Fernández de Bobadilla y Ragel, Rafael 09/05/1931
Alvargonzález y Sánchez Barcaiztegui, Claudio 03/06/1933
de Salas y Pinto, Javier 15/06/1935
Arbona Pastor, Antonio 20/07/1936


PD: La historia del C-3 sera tratada aparte.


Rafael Fernández de Bobadilla y Ragel

Jerez de la Frontera (Cádiz) 04/1901 - Vilassart de D'Alt (Barcelona) 08/1978

Ignacio Fernández de Bobadilla

Rafael Fernández de Bobadilla y Ragel nace en Jerez de la Frontera (Cádiz) en abril de 1901. Ingresa en la Escuela Naval en 1916 con el empleo de Alférez de Navío, sirviendo en los buques Laya, Osado, María de Molina, Arcilla y Cartagenera.

En agosto de 1923 se incorpora como alumno a la Base de Submarinos y, al terminar el curso, es nombrado 2º Comandante del A-3 hasta marzo de 1926 que, ya como Teniente de Navío, toma el mando del submarino A-1. En abril de 1928 deja el mando de este buque para efectuar el Curso de Guerra Naval, incorporándose a su término, en octubre de 1930, a la Flotilla de Submarinos de El Ferrol, como Jefe de Estado Mayor. En abril de 1931, como Capitán de Corbeta, toma el mando del C-3, que dejará en abril de 1933 para pasar al Estado Mayor de la Base Naval de Cádiz.

En febrero de 1935 se incorpora a la Flotilla de Submarinos de Cartagena como Jefe de Estado Mayor y en abril de 1936 vuelve al Estado Mayor de la Base Naval de Cádiz, donde le sorprende el Alzamiento Nacional del 18 de julio de 1936, participando activamente en los sucesos.

En noviembre de 1936 embarca en el destructor italiano Pigafetta que le traslada, junto a otros jefes y oficiales, a la Base Naval de La Maddalena en Cerdeña. Durante su estancia en Italia efectúa varios cruceros de guerra en los submarinos italianos Topazzio (CC Caputti), Glauco (CC Baslini), Berillo (CC Pratto), Millelire (CC Ginocchio), Ettore Fieramosca (CC Bartalesi), Serpente y Pietro Mica. Estuvo saliendo continuamente y sin descanso entre misiones, haciendo 87 días de mar y más de 600 horas de inmersión.

El 20 de abril de 1937, en aguas de Cabrera (Baleares) toma el mando del submarino General Mola (ex -Archímede), con el que inicia una serie de cruceros de guerra y ataques al tráfico en la costa mediterránea republicana y en el Estrecho de Sicilia. En el transcurso de estas acciones hunde al cañón los paquebotes Granada y Rápido, y con torpedos a los vapores Cabo de Palos y Hannah (Holandés), cargados con material de guerra. Fernández de Bobadilla había aceptado el mando de este buque a pesar de ser advertido que, en caso de ser atacados, el Gobierno Nacionalista no podría responder de ellos ya que oficialmente "no exisitían". Así ocurrió cuando, frente a Barcelona, aguantó durante dos horas el ataque con cargas de profundidad de dos cruceros ingleses de la Comisión de No Intervención. Hizo unos 50 días de vigilancia ante Cartagena, base de los destructores y lanchas rápidas republicanas y más de 2000 horas de inmersión.

En junio de 1938 desembarca para pasar al Estado Mayor de la Armada en Burgos como Jefe de la Sección de Organización, por su mal estado de salud, a pesar de sus protestas y deseos de continuar al mando del submarino hasta el final de la guerra.

En agosto de 1939, como Capitán de Fragata, toma el mando del minador Júpiter, cesando en abril de 1941 al ser nombrado Jefe de la Base y Flotilla de Submarinos de Cartagena, mando durante el cual asciende a Capitán de Navío y que desempeña hasta junio de 1947 cuando toma el mando del crucero Almirante Cervera. En este tiempo se produjo el desgraciado accidente del C-4, estando al mando de la Flotilla. En junio de 1949 es nombrado Jefe de Estado Mayor del Departamento Marítimo de El Ferrol y en octubre de 1950, agregado naval a la Embajada Española en Londres, destino en el que asciende a Contralmirante en junio de 1953.

Como Almirante fue Jefe del Sector Naval de Cataluña, Jefe de la 2ª División de la Flota, Comandante General del Arsenal de Cartagena, Comandante General de la Flota, Jefe de la Jurisdicción Central de la Armada, Capitán General del Departamento de El Ferrol y, finalmente, Jefe de Estado Mayor de la Armada, en el que cesa en abril de 1967 al pasar a la reserva por cumplir la edad reglamentaria.

Comprometido con el desarrollo del Arma Submarina, vivió las horas bajas de nuestra flota submarina, cuando nuestros submarinos quedaron reducidos al triste papel de "liebres" para el adiestramiento antisubmarino de los buques de superficie, en plena furia de la "modernización", sin que se desarrollase la más mínima doctrina ofensiva para el Arma Submarina. Era la época del "Treinta y Único" y los "Pepos" (S-21 y S-22).

Suya fue la idea de adquirir de los alemanes los planos del Tipo VIIC, para iniciar en Cartagena la construcción de seis unidades; proyecto que se frustró a la larga y que quedó reducido a la compra del averiado U-573 (G-7 y luego S-01), también a propuesta suya.

El Almirante D. Rafael Fernández de Bobadilla y Ragel falleció en Vilassar de Dalt, en agosto de 1978, estando en posesión, entre otras muchas condecoraciones, de la Medalla Militar Individual.

Submarinos de los que fue comandante

General Mola (ex Archimede)

A-1 - Narciso Monturiol 15/04/1926

C-3 09/05/1931


C-4


Reina Carvajal, Francisco
Pasquín y Flores, Manuel 08/08/1929
de Rivera y Egea, José Luis 04/09/1931
Bustillo y Delgado, Fernando 15/09/1932
de Aubarede y Leal, Ramón 15/09/1934
Lasheras Marcadal, Jesús 22/07/1936
Pardo, Pedro 01/09/1937
Murato, Carlos 01/06/1938
Calderón Martínez, Eugenio 01/01/1939
Cervera y Cabello, Manuel 15/11/1939
Castañeda Barca, Manuel 28/07/1942


Francisco Reina Carvajal

Puente Geníl (Córdoba) 13/07/1911 - Mediterráneo, a 12 millas de Soller 27/07/1946

Francisco Javier Torres Ortega

Don Francisco Reina Carvajal ingresa en la Armada Española en 1930. Tras pasar por la Escuela Naval Militar obtuvo su despacho de Alférez de Fragata el 4 de julio de 1935. Ascendió a Alférez de Navío en 18 de julio del año siguiente.

Combatió durante la Guerra Civil Española a bordo del cañonero Cánovas del Castillo y en el submarino General Mola.

Francisco Rein CarvajalEn agosto de 1940 embarca como Teniente de Navío en el destructor Velasco, hasta diciembre del año siguiente que se incorpora a submarino C-2 y, posteriormente, como segundo comandante del submarino General Sanjurjo. Durante el verano de 1942 se le consideraría embarcado en este buque, aunque estuvo prestando servicio en la Marina de Guerra Alemana como consecuencia de los acuerdos entre el Gobierno Español y la Armada Alemana (Pactos Bär). Estos acuerdos comprendían la formación de oficiales de la Armada Española en diferentes unidades alemanas. Reina fue miembro de la primera comisión, Bär 1. En la fotografía se le puede ver con el uniforme de Kapitäleutnant de la Kriegsmarine.

En Alemania estuvo destinado primeramente en las lanchas torpederas y dragaminas que operaban en el Báltico y, desde el 1 de febrero de 1943 hasta el 26 de ese mes, estuvo en la Unterseeboots Ausbildungs Flotille, de Gotenhafen, a cuyo mando estaba el veterano as aleman Erich Topp. En dicha flotilla hizo ejercicios de inmersión, maniobras de ataque con torpedos, etc. Aunque no llegó a participar en ninguna patrulla de combate, mientras estuvo de prácticas en el Báltico con su submarino, sufrió diversos ataques de aviones aliados.

A su vuelta a España, en el mes de marzo, se incorporó de nuevo a su unidad.

Don Francisco Reina Carvajal falleció el 27 de julio de 1946 en el transcurso de unas maniobras a bordo del submarino C-4, junto con toda su tripulación, al ser abordado accidentalmente por el destructor Lepanto.

Estaba en posesión de tres Cruces de Guerra, la Cruz al Mérito Naval con Distintivo Rojo, la Medalla de la Campaña, la Cruz al Mérito Militar con Distintivo Rojo, así como dos Medallas Militares colectivas.


Solo fue comandante del C-4


C-5

Bruquetas y Llopis, Fernando
Sans y Torres, Pedro
de Amusátegui y Rodríguez, Antonio
Verdia Joli, Remigio
Barreda Terry, Carlos 16/01/1932
de Lara y Dorda, José 29/09/1936



Carlos Barreda Terry

El Ferrol (A Coruña) 14/01/1898 - Aguas de Estepona (Málaga) 17/12/1936

Mauricio Barreda


Imagen


Carlos Barreda y TerryDon Carlos de Barreda y Terry nace en el Ferrol, hijo del Capitan de Navío D. José Antonio de Barreda y Miranda y de Dª Elena Terry Urizar. Ingresa en la Escuela Naval el 2 de enero de 1915. Embarca sucesivamente en el Alfonso XIII, el Carlos V, el Cataluña y el España.

Asciende a Alferez de Fragata en 1919 y a Alferez de Navío al año siguiente. Embarca de nuevo en el Carlos V, en el Giralda, y en el Recalde. Despúes lo hace como 2º Comandante del Proserpina.

Pasa a la Escuela de Submarinos de Cartagena el 1 de enero de 1923, para realizar el Curso de Guerra Submarina. Embarca como 2º Comandante del Recalde el 18 de junio de 1923 y, el 1 de octubre del mismo año embarca de 2º Comandante al Giralda.

Asciende a Teniente de Navío el 1 de mayo de 1923, embarcando en el Proserpina, como 2º Comandante el 6 de febrero de 1924. Contrae matrimonio con Dª Josefina de Aldamiz-Echevarria y Hernaiz, teniéndo dos hijos, Carlos y Mauricio.

El 28 de mayo de 1924 embarca en el Hernán Cortés como 2º Comandante y participa, a bordo del Alfonso XIII en el desembarco de Alhucemas y en los combates africanos, siendo condecorado con la Cruz del Merito Militar de 1ª Clase con Distintivo Rojo, la Cruz del Homenaje y la Medalla de la Paz.

El 31 de diciembre de 1925 embarca en el submarino B-5 y el 14 de febrero de 1928 en el buque nodriza Kanguro, como 2º Comandante.

Seguidamente embarcará como comandante en el A-1 y en el C-5. Asciende a Capitan de Corbeta el 4 de julio de 1931. Es nombrado comandante de quilla del D-1. Embarca como 2º Comandante en el Sánchez Barcaíztegui el 22 de febrero de 1935. donde permanece hasta el 18 de julio de 1936, cuando es desembarcado y mas tarde obligado a embarcar en el B-5 bajo control del comite politico impuesto por el Gobierno Republicano. Desde esa fecha permanece en Málaga incluso cuando el submarino se traslada a Cartagena para ser reparado.

El Comandante Barreda estuvo bajo vigilancia por la propia tripulacion y por un comisario politico del PCE, siendo desarmado debido a sus convicciones monárquicas. En una ocasión comentó a su esposa su deseo de pasar al bado nacional. Por otro lado habia comentado a compañeros de promocion que, en caso de no poder pasarse a zona nacional, se limitaria a no atacar a objetivos nacionales, mientras la tripulacion se lo permitiera y que, en el momento de no poder aguantar más la situación, procedería al sabotaje de buque.

Este sabotaje se lo explico detalladamente a varios compañeros de promoción, que luego declararían en su expediente de habilitacion. El sabotaje consistiría en que, cuando el submarino estuviese en superficie, el Comandante ordenaría desde abajo, en el puesto de mando, inmersión, sin apretar el botón que en la escotilla de arriba avisaba de la orden, haciendo inmersión sin que la escotilla estuviese cerrada.

El 17 de octubre de 1936, el B-5 desaparecería en extrañas circunstancias con toda su tripulación.


Buques comandados:

A-1 - Narciso Monturiol

B-2 20/01/1928
C-5 16/01/1932
D-1 (S-11) 07/04/1934
B-5 7/09/1936



C-6

Conesa, Ernesto
Emparanza Zabala, Fidel
Núñez y Rodríguez, José 07/01/1930
Guitian y Carlos-Roca, Rafael 30/09/1932
Romero y Carnero, Mariano 19/11/1934
Sánchez-Ferragut Gómez, 22/07/1936
Verdia Joli, Remigio 29/09/1936
Martínez, Luis 01/02/1937


Imagen


Imagen


Bibliografia y datos obtenidos de las siguientes webs:

http://www.kbismarck.com/
http://www.kbismarck.com/mgl/buques.htm
http://www.kbismarck.com/mgl/spanishcivwar.htm
http://guerracivil.forumup.es
http://www.revistanaval.com
http://www.zonamilitar.com
http://www.submarinos.net
En especial a la web del investigador, (c) 1997 M.P. González López y la de Jorge Bañón Verdú.


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Mensaje por Tercio viejo de España »

ernesto1967 escribió:Muy buenos post Nou moles, te felicito nuevamente.

Había leído que la Marina Republicana sacó muy poco provecho de sus submarinos por el sabotaje de sus comandantes.

No entiendo cómo los mantuvieron en sus puestos. Siempre será más válido alguien poco capaz que un posible saboteador que, además está en el puesto más elevado.

¿Podría ser diferente la historia de los submarinos republicanos si hubieran puesto al mando de ellos a gente afecta a la República?

Salud y suerte.

La unica mesperanza seria meter en ellos a soldados sovieticos pero puedes estar seguro de que se hundirian en el puerto. Ademas, como puedes ver en la primera pagina en la que pongo la ayuda sovietica, la urss nunca envio ningun submarinista a España. Todo lo contrario de lo ue hicieron las potencias del eje.


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Mensaje por ernesto1967 »

Sí, creo que has dado en la diana :D , TvdE, enviaron carristas y pilotos pero no comandantes de submarino, que también harían falta.

No lleva demasiado tiempo instruir a un marino experimentado como comandante de submarino (los alemanes formaron muchos durante la SGM sin problemas) y lo podrían haber hecho, del mismo modo que hicieron con la aviación y el ejército.

Creo que la Marina Republicana escogió el peor de los caminos: mantener a los comandantes...pero sin fiarse de ellos, anulándo toda posible autonomía, algo indispensable en el arma submarina.

Salud y suerte.


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Mensaje por ernesto1967 »

Me interesan mucho los submarinos republicanos porque tener 12 submarinos al comienzo de la Guerra Civil no es una broma: la Alemania Nazi empezó la campaña submarina en 1939 con ¡23! de tonelaje similar a los serie "B" y "C". Sólo el doble.
Doenitz afirmó que si hubiera tenido 300 hubiera ganado la guerra en el 39.
Aún así, con esos 23, hundió 114 buques (unas 400000 tm) sólo entre Sep-Dic de 1939.

Por eso creo que con comandantes adecuados, se podría haber llegado a un bloqueo naval de las costas nacionalistas, impidiendo la llegada de la ayuda de Alemania e Italia.
En este caso, la nacionalidad de los buques sería indiferente, porque las reglas del Comité de No-Intervención decían que no se podía suministrar a ningún bando.

De hecho, los submarinos italianos sí hicieron ese trabajo para la España Sublevada.
Trabajo muy eficaz: al Ejército y Aviación republicanas siempre les faltó de todo, pues dependían de una frontera variable y un tráfico marítimo no fiable.
Si ese mismo "tratamiento" lo hubiera sufrido el tráfico naval sublevado, las cosas podrían haber sido de otra manera.
Eso sin contar los efectos que podría tener en la reducida (al principio de la sublevación) marina sublevada, que además carecía de destructores (sólo uno).

Por eso lo considero uno de los mayores errores de la Marina Republicana.
Y no era un arma nueva: ya había dicho lo que podía hacer en la PGM, casi haciendo ganar la guerra a los alemanes en 1917 (Liddell Hart, en su libro History of the first World War, dice que en Abril sólo había víveres para alimentar a la población británica durante 6 semanas), evitado por la intervención USA.

Salud y suerte.


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reytuerto
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Mensaje por reytuerto »

Estimado Ernesto:

Tal vez mi enfoque peque de ser excesivamente "mahaniano", pero creo que una vez visto que el conflicto no se decidiría por "la vía rápida", la GCE sería una guerra de desgaste... y por lo tanto, una guerra de suministros.

Desde el punto de estrategia naval, la Marina Nacional tuvo las cosas bastante claras desde el principio, primero asegurando una cabeza de puente en la península, luego con la inexplicable partida hacia el Cantábrico de la Flota Republicana, el control total y absoluto del estrecho.
Luego de dominar el sur, subir de nuevo al Cantabrico y estrangular poco a poco a una zona que era vital para el esfuerzo a largo plazo de cualquiera de los dos bandos. Cuando la exigua Flota Nacional regresó al Mare Nostrum, las cosas ya estaban definidas y la derrota de la República era cuestión de tiempo nada más.

Ejército y Aviación republicanas siempre les faltó de todo, pues dependían de una frontera variable y un tráfico marítimo no fiable.

Ese fue un problema desde el inicio. Con el abrumador poder en destructores (que como se vio en el combate del cabo de Palos, podían neutralizar a un oponente temible) que tenía, la República española pudo establecer un control eficaz de las vías de comunicación marítimas, máxime si la Flota Nacional carecía de submarinos.

Por eso creo que con comandantes adecuados, se podría haber llegado a un bloqueo naval de las costas nacionalistas,

Pero eso era casi imposible en una Marina en donde los soviets (comités de a bordo) hacían ingobernable un buque, haciendo que cada decisión ejecutiva se empantanase en un mar de burocracia. Sin mandos adecuados, era casi imposible sacar a la mar un escuadrón de destructores, menos una flotilla de submarinos. Saludos cordiales.


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ernesto1967
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Mensaje por ernesto1967 »

Totalmente de acuerdo, Reytuerto. :lol:

No entiendo por qué no se organizó la Marina al igual que se hizo con el Ejército y la Aviación.
Al principio, el ejército funcionaba así, pero luego hubo una reorganización y se constituyó el Ejército Popular.
¿Por qué no hizo lo mismo con la Marina Republicana?
Se podría (con asesores soviéticos, claro está) formar un cuerpo de oficiales leales y hacer lo que hizo la Marina Sublevada: controlar el Estrecho, atacar el tráfico mercante adversario, inclusive conquistar las Baleares (hasta había una base para ello: Menorca).
Mi opinión personal es que, dada la enorme superioridad de la marina republicana sobre la nacionalista, podría haber logrado esos objetivos.

De hecho, la superioridad naval es la que decidió muchas batallas terrestres de la SGM. Un ejemplo clarísimo: El Alamein.

Salud y suerte.


ernesto1967
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Mensaje por ernesto1967 »

Por cierto, os dejo este enlace de la wikipedia para que comparéis el principal submarino alemán de la SGM (el tipo VII) con los tipos B y C españoles:
http://en.wikipedia.org/wiki/German_Typ ... ine#U-flak

Realmente no había mucha diferencia. Por cierto, la wikipedia habla de 21 submarinos oceánicos listos para el combate en 1939.
Supongo que la Enciclopedia donde cogí el dato, hablará de unidades totales (23).

Salud y suerte.


nou_moles
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Mensaje por nou_moles »

Estoy de acuerdo con los dos.


Pero deberiamos de plantearnos.


Cual fue el uso de los tanques en el bando republicano?¿?¿ desastroso
Cual fue el uso de la aviación?¿ no demasiado eficiente


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Mensaje por Tercio viejo de España »

ernesto1967 escribió:De hecho, la superioridad naval es la que decidió muchas batallas terrestres de la SGM. Un ejemplo clarísimo: El Alamein.

Salud y suerte.

La campaña da africa es una cosa asombrosa. Contrariamente a lo que se cree, los italianos controlaban el mar, tenian mas y mejores barcos pero lo ue decidio el combate naval fueron los aviones ue atacaban desde malta y creta.
Rommel nunca conto con una base efectiva de suministras desde la ue tejer una ofensiva clara y contundente contra los britanicos teniendo en muchos casos como unicos tanques los del enemigo y unos pocos italianos. El alamein seria la demostración de lo ue pueden hacer la preparación y los pertrechos pero lo cierto es que el desastre de la suministración no se remonta a esa batalla si no a toda la campaña


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Mensaje por nou_moles »

Perdonad por el retraso.....

Esto no lo colgare aun, pero encontré un pequeño texto que me sorprendió.

Os lo copio....


Los rusos se limitaron, pues, a mandar un número indeterminado de asesores y personal en parte de otros países) algunos de los cuales llegaron a mandar submarinos y unidades de superficie españolas. El suministro de material se redujo a unas pocas lanchas torpederas (de tan poco éxito como las que alemanes e italianos enviaron a los nacionales), algunos equiípos y armas ligeras.


No dice fuentes o no la she encontrado, pero es la 1º noticia que tengo, me voy que tengo una clase de geología (elementi di geologia)


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Hundimiento del C-3

Mensaje por nou_moles »

El 15 de agosto, el C-3 recibe la orden de trasladarse al Cantábrico. Durante su viaje, frente a las costas de Portugal, el submarino sufre una avería que lo obliga a volver a Cartagena. El día 23, una vez reparado, se encuentra en Málaga dispuesto a partir de nuevo hacia el Norte, lo que hará dos días después.

Durante las semanas siguientes realizará varias patrullas por el Cantábrico, sin realizar ninguna acción de guerra, hasta que el 2 de octubre, con una importante avería que le produce la pérdida de un motor diesel, recibe la orden de dirigirse a Tánger y, posteriormente, a Cartagena.

La pérdida del C-3

Aún sin reparar, el C-3 se hace a la mar el 10 de diciembre con destino a Málaga. Tras una breve entrada en Almería para desembarcar algunas piezas defectuosas, continúa su viaje, pasando la noche del 11 al 12 bajo el agua a la entrada del puerto de Málaga. Por la mañana recibe la orden de permanecer en patrulla sin entrar a ese puerto.

A las 14:00 del 12 de diciembre de 1936, el submarino C-3 navegaba en superficie a cuatro millas al SE de la farola de Málaga. El turno de comida había acabado y dos marineros salieron a cubierta para arrojar por la borda los desperdicios. En la torreta o vela se encontraba el comandante acompañado del capitán de la Marina Mercante D. Agustín García Viñas, adscrito a la Armada como oficial de derrota del submarino. Hacia la popa, los marineros Isidoro de la Orden Ibañez y Asensio Lidón Jiménez se afanaban en vaciar los restos de comida que, una vez en el mar, eran engullidos por la estela del buque.

A unas dos millas del C-3, más próximo a la costa, se encontraba el guardacostas Xauen, relevando a la lancha I-4 de la Tabacalera en sus labores de vigilancia. Aproximadamente a igual distancia, los pesqueros Joven Antonio y Joven Amalia faenaban a la busca del boquerón.


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A las 1419 el C-3 se inclinó violentamente de proa y ligeramente caído a estribor. Una llamarada y una densa nube de humo blanco había precedido a este hecho. De forma casi instantánea, el submarino se hundió dejando a flote tan solo al capitán García Viñas, que lucho por salir a la superficie mientras era arrastrado con el submarino hacia el fondo, y a los marineros de la Orden y Lidón, que se hallaban en la popa. Tan rápido fue el suceso que ningún otro hombre puso salir. 37 marinos españoles encontraron la muerte a pocas millas del puerto de Málaga donde sus restos reposan hoy a 70 m de profundidad.


El U-34

Bajo las aguas, el submarino alemán U-34, un submarino del Tipo VIIA perteneciente a la 2ª flotilla, con base en Wilhemshaven y al mando del Kaptanleutnant Harald Grosse, se alejaba rápidamente de la zona poniendo rumbo al Estrecho.

Minutos antes había izado el periscopio, contemplando la silueta del C-3. El U-34 maniobró hasta alcanzar la posición de lanzamiento, una posición difícil por el gran número de buques presentes en la zona que, en cualquier momento podrían detectar el periscopio. Sin embargo, la suerte estaba del lado de Grosse. El comandante sabía que solo podría realizar un lanzamiento y salir de allí rápidamente, antes que las unidades que fondeaban en Málaga fueran en su busca.

El torpedo, un modelo G7-a, de calibre 533,4 mm y 7163 mm de longitud, se encontraba dispuesto en su tubo. Sus 1525 kg de peso, de los cuales 300 correspondían a un explosivo Tri-AL, estaban dispuestos a iniciar su mortal carrera, impulsados por el aire comprimido a 200 kg/cm2, a una velocidad en torno a los 40 nudos. Grosse estaba preocupado por la estela que dejaría el torpedo durante su marcha y por la posibilidad de que el torpedo no estallase o tomase un rumbo errático. La escasa confianza del comandante en sus torpedos estaba justificada por los numerosos fallos que se habían detectado en estas armas y que, a pesar de los esfuerzos por corregirlos, seguirían produciéndose hasta bien entrada la Segunda Guerra Mundial.

La regulación del torpedo habría de hacerse cuidadosamente ya que se trataba de lanzar contra un buque de escaso calado y un error en los cálculos podría hacer que el torpedo saliese a la superficie saltando como un delfín, siendo descubierto por la vigilancia del C-3.

-Rohr ein. Feuer.- la orden resuena en el submarino. De pronto, el buque cabecea de proa al producirse una cierta flotabilidad positiva debida a la pérdida de peso por la salida del torpedo. Rápidamente se equilibran los tanques de lastre y el submarino vuelve a quedar trimado. El hidrofonista sigue la trayectoria del torpedo hacia su blanco. Se calcula el tiempo que queda antes del impacto y todo el mundo se prepara para la explosión. Los segundos pasan lentamente.

Los submarinos del Tipo VIIA fueron diseñados entre 1933 y 1934. Se construyeron un total de 10 unidades, entre 1935 y 1937, y pertenecían a un nuevo tipo de submarinos de ataque de gran radio de acción. Dotados de una gran maniobrabilidad, desplazaban 626 toneladas en superficie y 745 en inmersión. Con una eslora de 64,51 m y una manga de 5,85 m, iban propulsados por dos motores diesel con una potencia total de 2100 a 2310 CV, para la navegación en superficie, y dos motores eléctricos con una potencia total de 750 CV que le daban una velocidad de 16-17 y 8 nudos respectivamente. El armamento consistía en 5 tubos lanzatorpedos, cuatro a proa y uno a popa, con una dotación de 11 torpedos o 22 minas. En cubierta disponía de un cañón de tiro rápido de 88 mm, con 160 rondas de munición.

El U-34 se comenzó a construir el 15 de septiembre de 1935, en los astilleros de la Germaniawerft AG, en Kiel, y entregado a la Marina Alemana el 12 de septiembre del año siguiente, bajo el mando del Kaptainlutnant Ernst Sobe. En noviembre se transfirió el mando al Kaptanlutnant Harald Grosse, para cumplir una misión especial: la Operación Ursula (ver La Intervención Alemana).

El torpedo se dirige rápidamente hacia su blanco. A bordo del C-3 nadie se percata de la presencia del torpedo, incluso cuando este hace impacto a unos 8 m de la proa.

Las teorías sobre el torpedo

Varias son las teorías que se han barajado para explicar el hundimiento del C-3. Después de la mantenida durante muchos años que justificaba la desaparición del buque por una explosión fortuita en las baterías, una vez descubierta la intervención del submarino alemán U-34, han aparecido otras nuevas. Las declaraciones de los testigos de la época y los informes oficiales poco han contribuido a esclarecer el hecho, ya que existe una gran controversia en dichas declaraciones. Algunos testigos escucharon una detonación que pudo deberse a la explosión de la cabeza de guerra o a la de las baterías; otros no escucharon nada. La verdad está a punto de ser descubierta al ser localizados los restos del C-3.

Las teorías más recientes son:

El torpedo impactó pero no llegó a explotar

El ángulo de ataque del torpedo impidió que la cabeza de guerra estallase. Sin embargo, abrió un orificio en el casco de presión del C-3 que produjo su hundimiento. La explosión se produce en el compartimento de baterías y separa el buque en dos fragmentos. Los testigos más próximos o aquellos que recibían el viento a favor escuchan la explosión de las baterías amortiguada por la profundidad.

El torpedo impacto y explotó

La explosión del torpedo causa la fragmentación del buque en dos trozos, provocando su inmediato hundimiento. Los testigos que aseguran no haber escuchado la explosión probablemente se encontrarían contra el viento. El torpedo produce pocos daños en el casco del buque, a pesar de que es del mismo calibre, aunque de diferente manufactura, que el que días antes había impactado en el crucero Miguel de Cervantes, como se explica más adelante.

El hundimiento del C-3

El agua penetra rápidamente, inundando la sección de proa y penetrando hasta el compartimento de las baterías, que en estos submarinos estaban muy adelantadas. El submarino se inclina hacia adelante e inicia una carrera hacia el fondo que se encuentra a 70 m. El agua de mar, en contacto con las baterías entra en electrólisis. Mortales vapores de clorhídrico escapan hacia la superficie, formando una blanca nube que puede ser vista desde la costa y desde los barcos que se hallan en la zona. En su último viaje, las baterías se calientan por efecto de la electrólisis hasta que sus elementos estallan. Una sección de unos 8 m desde la proa se separa del resto del casco. Ambos fragmentos del submarino llegan al fondo, una planicie de arena, quedando separados entre sí unos pocos metros. El fragmento mayor reposa conservando su posición normal, mientras que el fragmento menor se halla en posición invertida.

Después del hundimiento

En la superficie, una mancha de fuel marca el lugar donde se ha producido la tragedia. La nube blanca se disipa y tres hombres se debaten en el agua. Poco tiempo después serán rescatados por uno de los pesqueros que faenaban en la zona y trasladados al buque hospital Artabro, fondeado en el puerto de Málaga.

A las 2200, el Ministerio de Marina y Aire republicano emite el siguiente parte oficial: "Esta tarde, a las dos y media, a la altura de Málaga, fue torpedeado por un submarino, evidentemente extranjero, el submarino C-3, afecto a la Flota republicana. El C-3 se hundió. Hasta ahora sólo se tienen noticias de que se haya salvado el capitán de la Marina Mercante Agustín García Viñas y los marineros Isidoro de la Orden Ibáñez y Asensio Lidón Jiménez, los cuales han sido hospitalizados en Málaga, a bordo del buque Artabro. La tripulación del C-3 la componían 47 hombres." Para aquel entonces, el U-34 estaba rumbo a su base en Alemania, a donde llegaría el día de Nochebuena.

El U-34 fue hundido a las 2155 del 5 de agosto de 1943 en Memel, 55,42N, 21,09E, despues de colisionar con el buque nodriza Lech, causando cuatro muertos. Reflotado el 24 de agosto de 1943 fue desguazado el 8 de septiembre. El capitán de corbeta Harald Grosse murió en el hundimiento de su submarino, el U-52 el 23 de febrero de 1940, en el Mar del Norte, cerca de las Orkneys, 58,50N, 02,58W, por las cargas de profundidad lanzadas por el destructor británico HMS Gurkha. No hubo superivivientes (42 muertos).

A pesar de que este parte y posteriores comunicados y noticias de prensa atribuyeron el hundimiento del C-3 al impacto de un torpedo lanzado por un submarino extranjero, las declaraciones posteriores de los testigos del hecho que, en ningún caso escucharon nada parecido a una explosión de un torpedo, hicieron que la versión oficial variase para declarar la pérdida del C-3 como un accidente fortuito, fruto probablemente de una explosión de las baterías que, por aquel entonces, estaban muy deterioradas.

Desde el principio de la Guerra Civil, las autoridades de la República eran conscientes del apoyo que Alemania e Italia prestaban al bando nacionalista en forma de suministros de todo tipo y asesoramiento militar. Sin embargo, en ningún momento se había sospechado que estas potencias tuvieran buques en misiones de guerra clandestinas en nuestras aguas. La confirmación de este hecho llegaría el 22 de noviembre.

El 17 de noviembre, el submarino italiano Torricelli, perteneciente al 3º Grupo de Mesina, salía de su base en La Magdalena, al mando del capitán de corbeta Giuseppe Zarpellón, llevando a bordo al capitán de corbeta español Arturo Génova, antiguo Agregado Naval en la Embajada Española en París. Este submarino oceánico de 985 toneladas de desplazamiento en superficie y 1259 en inmersión, se dirigió hacia su zona de patrulla en aguas entre Alicante y Cartagena, llegando en la noche del 21 al 22 de noviembre, tras haber soportado un fuerte temporal durante la travesía.

Durante el amanecer del día 22, navegando en superficie y a pesar de la neblina reinante, se avista un buque de guerra casi en frente de Escombreras. Haciendo inmersión a cota persicópica, Génova identifica el buque como el crucero republicano Miguel de Cervantes, por lo que se inicia la maniobra de ataque. Durante los instantes siguientes, el destructor británico Glowworm se interpuso entre el Torricelli y su blanco. Momentos más tarde, el crucero Méndez Núñez hizo su aparición por babor, cerca de la costa, y, poco después, el acorazado Jaime I. Ante este despliegue naval, Zarpellon enmendó la posición del submarino y concentró el ataque sobre el Miguel de Cervantes. Sumergiéndose a 60 m hizo un lanzamiento doble con torpedos de 533 mm. Uno de los torpedos se perdió en el mar; el otro alcanzó al crucero produciendo una grieta de 21 m de largo por 14 de ancho en el costado de estribor del buque.

El Miguel de Cervantes fue remolcado rápidamente hasta quedar varado en el dique de la Base Naval. La fortuna quiso que este buque se hallara muy próximo a la costa y su comandante, el capitán de corbeta Luis González de Ubieta, maniobrara con prontitud y eficacia, aunque el Miguel de Cervantes quedó inutilizado hasta el final de la guerra.

La comisión gubernamental nombrada a efectos de la investigación del incidente, atribuyó el mismo a un ataque con torpedos por parte de un submarino alemán. Aunque equivocaron la nacionalidad del torpedo, estaba claro que submarinos extranjeros se encontraban en aguas españolas en misiones clandestinas. Esta circunstancia pudo haber sido la causa del contenido del parte del Ministerio de Marina relativo al hundimiento del C-3.

Los restos del C-3

En los días siguientes a su hundimiento las autoridades de la República enviaron buques a la zona para descubrir la posición en la que se había hundido el C-3, localizándola por las abundantes manchas de aceite que flotaban en la superficie. La posición se balizó, aunque ningún intento de rescate se llevó a cabo ante la evidencia de que no podía haber habido supervivientes.

Posteriormente, con la toma de Málaga por parte de las fuerzas nacionalistas, el interés por la situación del C-3 se perdió y nunca más se volvió a investigar. Tan solo una burda maniobra del Gobierno Nacionalista que intentó ocultar la adquisición de dos submarinos italianos, el Archimede y el Torricelli, a la opinión internacional diciendo que se trataban del C-3 y del C- 5, desaparecido unos pocos días después del C-3, que habían desertado. Esta maniobra no engañó a nadie debido a las grandes diferencias estructurales entre ambos tipos de submarinos.
Antonio ChechaHace un par de años, Antonio Checa, abogado malagueño, se encontraba pescando cuando vio unos restos de gasoil que procedían del fondo. Aguijoneado por la curiosidad, emprendió una búsqueda de documentación hasta que intuyó que el origen del gasoil pudieran ser los restos del C-3. Después de varias inmersiones con ROVs (Remote Operated Vehicles) dotados con una cámara de video, se obtuvieron las primeras imágenes. La mala visibilidad de la zona y el estado en que se encontraban los restos impidieron la identificación del buque.


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En el mes de octubre de 1998, la Marina Española destacó al Mar Rojo, con un equipo de buceadores de la Armada que, por fin, consiguieron identificar los restos como pertenecientes al C-3, completando la labor de investigación realizada durante los últimos años por Antonio Checa.

Mucho queda por hacer, desde investigar las causas del hundimiento e incluso recuperar los restos. Lo que sí está claro es que frente a El Palo (Málaga) yacen los restos del submarino que tuvo el dudoso honor de ser el primer buque hundido por un submarino alemán después de la Primera Guerra Mundial y antes de la Segunda, y de sus 37 tripulantes, valientes marinos españoles.


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Los restos del C-3 en la actualidad

La tripulación del C-3

Como ya se ha dicho, nada más que tres personas sobrevivieron al hundimiento del C-3. La foto muestra a la tripulación del submarino C-3 a principios de 1936.


La dotación del C-3 en 1936

La lista de desaparecidos fué:

Alférez de Navío D. Antonio Arbona Pastor

Auxiliar 2º Naval D. Francisco López Lozano
Auxiliar 2º Electricidad y Torpedos D. Enrique Más Ayala
Auxiliar 2º Electricidad y Torpedos D. Manuel Pacheco López
Auxiliar 2º Radio D. Francisco Carrillo Mira
Auxiliar 2º de Torpedos D. Francisco Martín Portugués
Auxiliar 2º de Torpedos D. Carlos Sánchez Bernal
Auxiliar 2º de Máquinas D. José García Paredes
Auxiliar 2º de Máquinas D. Fulgencio Conesa Pérez

2º Maquinista D. José Sastre Gabarrón
3º Maquinista D. Miguel Palmer Bonet
3º Maquinista D. Antonio Asensio Martínez (2º por la izquierda, 1ª fila de abajo)
3º Maquinista D. Juan Baamonde López

Cabo de Marinería D. José Rodriguez Ruiz
Cabo de Marinería D. Esteban Berenguer Robert
Cabo de Marinería D. José Sánchez Velasco
Cabo Electricista D. Pedro Saura Galindo
Cabo Electricista D. Joaquín Ruiz Baena
Cabo Electricista D. José Martínez Ponce
Cabo de Artillería D. Hipólito Rodríguez Anido
Cabo de Artillería D. Ismael Conte Aviño
Cabo Radio D. Constantino Blanco Sánchez
Cabo Enfermero D. Francisco Fuentes Quesada
Cabo de Fogoneros D. José Samper Torregrosa
Cabo de Fogoneros D. Francisco Torremé Sevilla

Marinero Carpintero D. José Carrión Luján
Marinero de 1ª D. José Caparrós Rubio
Marinero de 1ª D. Antonio Jiménez Saura
Marinero de 1ª D. Diego García Llamas
Marinero de 1ª D. Salvador Caparrós Rubio
Marinero de 1ª D. José Fernández Martínez
Marinero de 2ª D. José Limón García
Marinero de 2ª D. Pascual Martínez García
Marinero Cocinero D. Francisco Ros Nicolás

Fogonero Preferente D. Gabriel García García
Fogonero Preferente D. Benito Pardillo Bruno
Fogonero Preferente D. Bartolomé López Cobo

Texto integro de:

©Jorge Bañón Verdú, 1997 - 2009
http://www.submarinos.net


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Archimede (General Mola) y Torricelli (General Sanjurjo)


Especificaciones

Desplazamientos: Superficie: 985 t Inmersión: 1250 t
Dimensiones: Eslora: 70.5 m Manga: 6.9 m Calado: 4.1 m
Armamento: Tubos lanzatorpedos: 8 de 533 mm, cuatro a proa y cuatro a popa, con 8 torpedos de reserva. Artillería: 2 cañones de 100/47 mm y 2 ametralladoras de 13 mm.
Propulsión: 2 motores Fiat-Tossi de 1500 CV Eléctrica: 2 motores Marelli de 675 CV Hélices: 2
Velocidad: Máx. en superficie: 17 nudos Máx. en inmersión: 7.7 nudos
Autonomia: 10300 millas a 8 nudos en superficie, 105 a 3 nudos en inmersión.
Cota de Inmersión: 100 metros
Dotación: 55 hombres


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Submarino general Sansurjo en el puerto de Soller (su base en Mallorca).


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Submarino general Sansurjo en el puerto de Soller.


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Submarino general Sansurjo..


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El submarino General Mola cuando aun se llamaba Archimede


Bibliografia y datos obtenidos de las siguientes webs:

http://www.kbismarck.com/
http://www.kbismarck.com/mgl/buques.htm
http://www.kbismarck.com/mgl/spanishcivwar.htm
http://guerracivil.forumup.es
http://www.revistanaval.com
http://www.zonamilitar.com
http://www.aulamilitar.com
http://www.submarinos.net
En especial a la web del investigador, (c) 1997 M.P. González López y la de Jorge Bañón Verdú,


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Francisco Núñez de Olañeta

Fuenterrabía (Guipúzcoa) 30/06/1907 - Cartagena (Murcia) 02/07/1990

Jesús N. Núñez Calvo


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Francisco Núñez de OlañetaD. Francisco Núñez de Olañeta nació en Fuenterrabía (Guipúcoa) el 30 de junio de 1.907, hijo del que llegara a ser Contalmirante D. Francisco Núñez Quijano y de Dª María Dolores Olañeta Gordo. Pertenecía a una familia de tradición bien conocida en la Armada. Su abuelo, el Capitán de Fragata D. Indalecio Núñez de Zuloaga fue el comandante de la corbeta Doña María Molina en su último viaje de España a Filipinas en 1.885. El hermano de su padre, también llamado Indalecio, era Vicealmirante jefe de la Base Naval de El Ferrol al inicio de la Guerra Civil, el 18 de julio de 1.936.

Ingresó en la Escuela Naval de San Fernando, Cádiz, el 1 de septiembre de 1924. Realizó sus prácticas a bordo de los cruceros Cataluña, Príncipe Alfonso, Infanta Cristina y Blas de Lezo.

El 1 de septiembre de 1929 fue promovido al empleo de Alférez de Navío, siendo destinado al destructor José Luis Díez. En los años siguientes formaría parte de las dotaciones del torpedero nº 17, del acorazado Jaime I, del guardacostas Alcázar y, como 2º comandante, del guardacostas Uad Mulaya.

El 1 de agosto de 1932, siguiendo los pasos de su hermano Narciso, fue nombrado alumno de la Escuela de Submarinos en Cartagena (Murcia). Obtendría la especialidad el 1 de diciembre del mismo año. En los años siguientes embarcaría el el buque de salvamento de submarinos Kanguro y en los submarinos C-5, D-1 (2º comandante de quilla), B-5 y C-4.

El 18 de julio de 1936 le sorprendió en la Base Naval de Ríos, sita en Vigo (Pontevedra), al mando accidental del remolcador R-16, cuando lo estaba trasladando desde Cartagena hasta Ferrol. El día 20 zarpó para Ferrol pero al llegar y ver la indisciplina que existía en la Base Naval de La Graña, se marchó al Polígono de Tiro de Marín (Pontevedra) y, sin llegar a entrar, arrumbó a la desembocadura del Miño, dando fondo en Ancora (Portugal). Desde allí se marcharía por tierra a Orense, uniéndose al bando nacional y poniéndose a las órdenes del comandante militar de la plaza.

Hasta el 26 de julio cooperó con las columnas de la Guardia Civil, Carabineros y milicias nacionales en la pacificación de la provincia. Después estuvo como jefe de milicias en El Morrazo y, desde finales de septiembre hasta el 7 de octubre, fue oficial de enlace en la batería de costa de Monteferro, sita cerca de Vigo. Luego se le ordenaría trasladarse a Ferrol en donde tomaría el mando del pesquero armado (bou) Tito. Posteriormente mandaría también el Juan Ignacio y el Ciriza nº 4.

El 23 de febrero de 1937 ascendería a Teniente de Navío y continuaría al mando del bou Ciriza nº 4. El 17 de abril sería destinado como 2º comandante al crucero auxiliar Ciudad de Palma. En septiembre del mismo año recibió la orden de trasladarse a Sóller (Baleares) para embarcar como comandante adjunto del submarino legionario italiano L-1 (Galileo o General Mola II). En enero de 1938 fue nombrado 2º comandante del submarino General Sanjurjo (antiguo submarino legionario italiano Torricelli) en donde serviría el resto de la campaña.

A lo largo de 1941 formó parte de la dotación de los destructores Almirante Miranda y Lepanto. En julio de 1942 tomó el mando del torpedero nº 17 con base en Mahón (Baleares).

El 1 de julio de 1943 ascendió a Capitán de Corbeta y fue destinado como profesor a la Escuela de Armas Submarinas en Sóller. El 31 de octubre del año siguiente sería nombrado comandante del submarino General Sanjurjo. En septiembre de 1946 se haría cargo de la jefatura del estado mayor de la flotilla de submarinos y un año después sería designado 2º jefe de la flotilla y subdirector de la Escuela de Submarinos.

El 12 de agosto de 1950 ascendió a Capitán de Fragata siendo nombrado comandante del destructor Almirante Valdés. Dos años después tomó el mando del cañonero Legazpi. En julio de 1953 fue nombrado comandante-subdirector de la Escuela Naval Militar en Marín y en octubre de 1955 sería destinado a Ferrol para hacerse cargo de la Estación Naval de La Graña.

En julio de 1960 fue nombrado jefe de la Estación Naval de Sóller y director de la Escuela de Armas Submarinas. El 25 de julio de 1965 ascendió a Capitán de Navío. En marzo de 1964 tomó el mando de la 21ª Escuadrilla de destructores con base en Cartagena y en diciembre de 1965 fue nombrado Secretario del Arsenal de Cartagena.

El 13 de enero de 1967 ascendería a Contralmirante y sería destinado a Madrid como Director de Enseñanza Naval. El 30 de junio de 1969 cumplió la edad reglamentaria y paso a la situación de Reserva. Fijó su residencia en Cartagena, en donde falleció el 2 de julio de 1990.

Estaba en posesión de dos Medallas Militares Colectivas, dos Cruces de Guerra, una Cruz Roja del Mérito Naval, la Medalla de la Campaña, cuatro Cruces del Mérito Naval con distintivo blanco, una Gran Cruz del Mérito Naval con distintivo blanco, tres Cruces del Mérito Militar con distintivo blanco, la Medalla Militar de 1ª clase de Portugal, la Medalla de la Orden de la Espada de Suecia, así como la Cruz, Placa y Gran Cruz de San Hermenegildo.

Casado con Dª María Josefa Lacaci Morris tuvo ocho hijos de los cuales los tres varones son oficiales de la Armada. Dos de ellos poseen la especialidad de Submarinos (Francisco y José). Asimismo, tres de sus hijas se casaron con oficiales de la Armada de los que uno de ellos, D. Carmelo Coello Roqueta, también posee la especialidad. Por último mencionar que ocho de sus nietos son actualmente oficiales de la Armada en activo.


Rafael Fernández de Bobadilla y Ragel

Jerez de la Frontera (Cádiz) 04/1901 - Vilassart de D'Alt (Barcelona) 08/1978

Ignacio Fernández de Bobadilla

Rafael Fernández de Bobadilla y Ragel nace en Jerez de la Frontera (Cádiz) en abril de 1901. Ingresa en la Escuela Naval en 1916 con el empleo de Alférez de Navío, sirviendo en los buques Laya, Osado, María de Molina, Arcilla y Cartagenera.

En agosto de 1923 se incorpora como alumno a la Base de Submarinos y, al terminar el curso, es nombrado 2º Comandante del A-3 hasta marzo de 1926 que, ya como Teniente de Navío, toma el mando del submarino A-1. En abril de 1928 deja el mando de este buque para efectuar el Curso de Guerra Naval, incorporándose a su término, en octubre de 1930, a la Flotilla de Submarinos de El Ferrol, como Jefe de Estado Mayor. En abril de 1931, como Capitán de Corbeta, toma el mando del C-3, que dejará en abril de 1933 para pasar al Estado Mayor de la Base Naval de Cádiz.

En febrero de 1935 se incorpora a la Flotilla de Submarinos de Cartagena como Jefe de Estado Mayor y en abril de 1936 vuelve al Estado Mayor de la Base Naval de Cádiz, donde le sorprende el Alzamiento Nacional del 18 de julio de 1936, participando activamente en los sucesos.

En noviembre de 1936 embarca en el destructor italiano Pigafetta que le traslada, junto a otros jefes y oficiales, a la Base Naval de La Maddalena en Cerdeña. Durante su estancia en Italia efectúa varios cruceros de guerra en los submarinos italianos Topazzio (CC Caputti), Glauco (CC Baslini), Berillo (CC Pratto), Millelire (CC Ginocchio), Ettore Fieramosca (CC Bartalesi), Serpente y Pietro Mica. Estuvo saliendo continuamente y sin descanso entre misiones, haciendo 87 días de mar y más de 600 horas de inmersión.

El 20 de abril de 1937, en aguas de Cabrera (Baleares) toma el mando del submarino General Mola (ex -Archímede), con el que inicia una serie de cruceros de guerra y ataques al tráfico en la costa mediterránea republicana y en el Estrecho de Sicilia. En el transcurso de estas acciones hunde al cañón los paquebotes Granada y Rápido, y con torpedos a los vapores Cabo de Palos y Hannah (Holandés), cargados con material de guerra. Fernández de Bobadilla había aceptado el mando de este buque a pesar de ser advertido que, en caso de ser atacados, el Gobierno Nacionalista no podría responder de ellos ya que oficialmente "no exisitían". Así ocurrió cuando, frente a Barcelona, aguantó durante dos horas el ataque con cargas de profundidad de dos cruceros ingleses de la Comisión de No Intervención. Hizo unos 50 días de vigilancia ante Cartagena, base de los destructores y lanchas rápidas republicanas y más de 2000 horas de inmersión.

En junio de 1938 desembarca para pasar al Estado Mayor de la Armada en Burgos como Jefe de la Sección de Organización, por su mal estado de salud, a pesar de sus protestas y deseos de continuar al mando del submarino hasta el final de la guerra.

En agosto de 1939, como Capitán de Fragata, toma el mando del minador Júpiter, cesando en abril de 1941 al ser nombrado Jefe de la Base y Flotilla de Submarinos de Cartagena, mando durante el cual asciende a Capitán de Navío y que desempeña hasta junio de 1947 cuando toma el mando del crucero Almirante Cervera. En este tiempo se produjo el desgraciado accidente del C-4, estando al mando de la Flotilla. En junio de 1949 es nombrado Jefe de Estado Mayor del Departamento Marítimo de El Ferrol y en octubre de 1950, agregado naval a la Embajada Española en Londres, destino en el que asciende a Contralmirante en junio de 1953.

Como Almirante fue Jefe del Sector Naval de Cataluña, Jefe de la 2ª División de la Flota, Comandante General del Arsenal de Cartagena, Comandante General de la Flota, Jefe de la Jurisdicción Central de la Armada, Capitán General del Departamento de El Ferrol y, finalmente, Jefe de Estado Mayor de la Armada, en el que cesa en abril de 1967 al pasar a la reserva por cumplir la edad reglamentaria.

Comprometido con el desarrollo del Arma Submarina, vivió las horas bajas de nuestra flota submarina, cuando nuestros submarinos quedaron reducidos al triste papel de "liebres" para el adiestramiento antisubmarino de los buques de superficie, en plena furia de la "modernización", sin que se desarrollase la más mínima doctrina ofensiva para el Arma Submarina. Era la época del "Treinta y Único" y los "Pepos" (S-21 y S-22).

Suya fue la idea de adquirir de los alemanes los planos del Tipo VIIC, para iniciar en Cartagena la construcción de seis unidades; proyecto que se frustró a la larga y que quedó reducido a la compra del averiado U-573 (G-7 y luego S-01), también a propuesta suya.

El Almirante D. Rafael Fernández de Bobadilla y Ragel falleció en Vilassar de Dalt, en agosto de 1978, estando en posesión, entre otras muchas condecoraciones, de la Medalla Militar Individual.


Bibliografia y datos obtenidos de las siguientes webs:

http://www.kbismarck.com/
http://www.kbismarck.com/mgl/buques.htm
http://www.kbismarck.com/mgl/spanishcivwar.htm
http://guerracivil.forumup.es
http://www.revistanaval.com
http://www.zonamilitar.com
http://www.aulamilitar.com
http://www.submarinos.net
En especial a la web del investigador, (c) 1997 M.P. González López y la de Jorge Bañón Verdú,


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