Las Fuerzas Armadas de Perú cierran 2024 con programas de recuperación y modernización plena
Peter Watson | viernes, 27 de diciembre de 2024, 12:00
Prácticamente dejado de lado desde 2017 por varios gobiernos más interesados en promover agendas ideológicas, el programa de recuperación y modernización de las Fuerzas Armadas del Perú fue reiniciado con gran entusiasmo en este 2024, tanto desde el ámbito político, administrativo, académico como militar.
Si bien entre los años 2011 y 2016 se le brindó continuidad a la modernización de los institutos militares peruanos, por entonces el énfasis se concentró en medios de transporte militar aéreo, terrestre, marítimo y fluvial, realizando compras contenidas de armamento antitanque y un lote reducido de
sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes (MLRS) de origen chino que no ha brindado la confiabilidad esperada. Camiones militares todo terreno, buques de transporte anfibio, patrulleras marítimas, unos cuantos aviones de transporte mediano, helicópteros de transporte armado y otros sistemas que generaron un símil de modernización pero que no atendía los requerimientos básicos de capacidades de institutos armados que alinean equipos con 40 años de antigüedad o más.
Desde entonces, las expresiones de buena voluntad por parte de sucesivas administraciones en relación a las necesarias compras militares se han detenido ante argumentos sobre una supuesta inconveniencia o simplemente con el alegato de que no es el momento oportuno para realizar adquisiciones.
Es recién en 2024 cuando se concretan múltiples procesos de planificación de los institutos armados, con un Perú saliendo de a poco de la crisis. A partir de ese punto, ha quedado en evidencia la necesidad de un overhaul profundo en el Estado peruano, para reducir Ministerios, reorganizar el Poder Judicial y el Ministerio Público, elevar requerimientos para ser parlamentario, presidente y ministro, elevar la valla para organizar partidos políticos, reorganizar el proceso de descentralización, castigar severa y efectivamente los actos de corrupción, entre otros.
En tal contexto, el Ministerio de Defensa del Perú, particularmente desde que tomó las riendas el actual ministro y general EP (r), Walter Astudillo, ha sabido llamar la atención del Ministerio de Economía y Finanzas, y de la propia presidenta Dina Boluarte, para reiniciar el motor del programa de recuperación de las Fuerzas Armadas, haciendo que se den cuenta de que el Ejército aún tiene tanques T-55, la Marina tiene fragatas Lupo, la Fuerza Aérea hace lo que puede con unos cuantos Mirage 2000 en servicio activo. No se dispone siquiera de drones kamikaze como para proyectar alguna semblanza de una disuasión, particularmente importante por la tradicional postura defensiva del país y en momentos en los que Perú se presenta como uno de los países más estables del continente a nivel económico, con una moneda como el Sol que sigue su camino a convertirse en circulante duro en la región.
El año 2024 ha sido de hitos históricos para el sector Defensa peruano, un año en el que ha quedado sellado el rumbo a seguir, ya no comprando solamente sino buscando generar sinergias locales e internacionales para generar industria, expertise y conocimiento a nivel local para lentamente incorporar al sector privado a la dinámica de innovación tecnológica que caracteriza al mundo de la Defensa.
Blindado anfibio K808 del Ejército de Corea del Sur. Firma: Ejército de EEUU
El Ejército del Perú y FAME S.A.C. se han integrado al esfuerzo recuperador de capacidades y lo han hecho con la compra de 10.000 fusiles ARAD-7, producidos por Israel Weapon Industries (IWI) y ensamblados por FAME. Las entregas se completaron con retraso pero el lote completo ya está en almacenes del Ejército, con la conformidad respectiva.
La reunión del foro de cooperaicón económico Asia-Pacífico, APEC 2024, celebrada en noviembre pasado en Perú, fue una semana decisiva para la industria de la defensa del Perú. No solamente SIMA Perú firmó acuerdos importantes sino que hicieron lo propio FAME y Seman Perú.
FAME firmó acuerdo con el fabricante surcoreano Hyundai Rotem para iniciar un proyecto de ensamblaje, a futuro manufactura de partes y componentes, de vehículos blindados a ruedas, sean 4x4 u 8x8, pero también a orugas, tanques, teniendo a la prensa surcoreana afirmando con seguridad que el
Ejército de Perú se ha decidido por el K2 Pantera Negra como su tanque de siguiente generación. La sociedad con fabricantes surcoreanos también tiene en la mira, a futuro, a
obuses autopropulsados, vehículos blindados de defensa antiaérea,
sistemas MLRS, artillería remolcada, entre otros.