martin357 escribió:
Por eso es que el narcotrafico no se acaba, es un negocio muy lucrativo.
Saludos
Esa es la ley del mercado estimado Martin, mientras haya demanda habrá oferta.
Esta es una historia de nunca acabar, mira:
Primero matamos a Pablo Escobar y a sus principales lugartenientes: Gonzalo Rodríguez Gacha, Carlos Lehder, y los Hermanos Ochoa entre otros. En un segundo renglón se hallaba Gustavo Gaviria y Roberto Escobar (El Osito) primo y hermano respectivamente de Pablo Escobar, quienes se encargaron especialmente del manejo de la contabilidad, tampoco corrieron mayor suerte. Luego se suma una gran cantidad de jóvenes reclutados para diferentes fines y que llegaron a ser muy reconocidos por sus alias (Popeye, HH, El Angelito, El Chopo, Tato, Tayson, Enchufe, Pinina, Limón, El Japonés, El Duro, Jhoncito, Abraham, etc). Casi todos muertos de manera horrible o están encarcelados en USA. Este grupo en un momento a finales de los 80´s fue un cartel que llegó a contar con más de 2000 hombres sólo en su aparato militar.
La producción era realizada en las selvas de Departamentos como Caquetá o Meta y en campamentos como Tranquilandia, embarcaban desde pistas clandestinas y era llevada a puntos de embarque en otras zonas del país. Desde allí se llevaba en pequeñas avionetas que sobrevolaban a 12 metros sobre el mar, hasta las costas de Bermudas, Bahamas, Florida... allí se entregaba la carga y se regresaba con millones de dólares.
Luego exterminamos el cartel de Cali, o lo que quedaba de ellos luego de su guerra mafiosa contra el Cartel de Medellín. Estaban encabezados por los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela, y fue una de las organizaciones más sanguinarias en la historia mundial de tráfico de drogas, se calcula el total de dinero que movieron en la década de 1980 y 1990 en varios miles de millones de dolares, y los cuales siguen en paradero desconocido.
Posteriormente, luego de la temible persecusión por parte del estado, y de la muerte, captura o extradición de sus principales cabecillas, surgieron un sinnúmero de pequeñas bandas independientes, encabezadas por los lugartenientes y mandos medios quienes trataron de reorganizarse pero fueron rápidamente apaciguados por las fuerzas estatales, especialmente el afamado
Bloque de Búsqueda integrado por los mejores especialistas de las FAS colombianas, cuya misión era simple: Buscar y Matar, llegando a utilizar tácticas tan ortodoxas que aún hoy en día son secreto de estado.
Fueron tiempos oscuros, se combatía al terror con terror, son muchas las historias que se cuentan, algunas ficticias otras ciertas, nunca se sabrá: Narcos colgados de la sala de su casa, sicarios amarrados y metidos en canecas llenas de ácido, matones a quienes degollaban y les sacaban la lengua con forma de corbata, pilotos de avionetas narcos que eran lanzados al vacío desde los helos del ejército, mujeres de narcos a quienes le hacían empalizadas en sus lujosas fincas, en fin no sigo más por que me da verguenza. El propósito era causarles tanto terror que cualquiera de ellos se lo pensara dos veces antes de desafiar o atacar al estado.
El caso es que su exito fue tal que el mundo mafioso comenzó a desintegrarse desde dentro, pero, infortunadamente, el negocio no corrió igual suerte. Fue entonces cuando la guerrilla de las FARC, teniendo el camino libre, y sin competencia en el mercado ilegal asume en solitario las riendas del negocio, fácil y rapidamente se convierte en el más grande cartel de tráfico de drogas del mundo, reencaucha a mercenarios de las antiguas bandas, se enriquece, adquiere tanto poder que llegó incluso a desafiar al estado colombiano. Pero ya lo vez estimado Martin, esos también han terminado destripados o en un oscuro calabozo de los EEUU, por más que se quieran disfrazar de revolucionarios románticos.
Un Saludo.
Tierra de héroes anónimos y espíritus libres...