Como era de esperar siempre saltais al cuello cuando de religión se trata.
Me parece que no entiendes absolutamente nada de lo que estoy escribiendo. No se trata del tema de la religión en sí. Se trata de que pretender que la religión, y en concreto, una religión en particular ha borrado del mapa la esclavitud me parece , como poco, absurdo.
Lo que decís son verdades a medias porque de igual forma como bien dices, la religión toleró la esclavitud, de la misma forma la religión (en este caso el cristianismo) fue quien puso y movio los hilos para eliminarla.
Mientras que se atribuye a lo que escribo el ser " medias verdades", yo no tengo ambajes en sostener que tu punto de vista es una completa falsedad.
Para empezar, es absolutamente irracional soltar que "el cristianismo" "puso y movio los hilos para eliminarla". Y digo irracional, de entrada, porque "el cristianismo" no mueve ningún hilo. No existe ninguna "mente colectiva", y menos aún una mente colectiva "cristiana" con idea alguna de abolir la esclavitud. En primer lugar, porque, como tú mismo te encargas de poner de manifiesto ..." la religión tolera la esclavitud". Quizás , sin embargo, consideres mis argumentos "medias verdades" , porque no lees del todo lo que escribo:
Carlogratto: "La religión, como hecho humano ( tan humano como la esclavitud) jamás puso pega moral alguna a la servidumbre si esta contribuía a mantener la maquinaria económico-productiva. Es más, se preocupa de legitimarla. No es un aspecto que ventilar a la ligera tachándola de " discusión teológica". No creo que lo sea en absoluto. "
No es una discusión teológica. La desaparición del estatus legal de la esclavitud, _que no de la esclavitud en sí misma_ se debe al cambio de la economía, al progreso y a la industrialización. En ese sentido, diría que Watt y la máquina de vapor hicieron infinítamente más por su desaparición que todas las Cortes Celestiales y sus verdades reveladas. En fin, supongo que será un vicio del que no me puedo desprender, pero para estudiar fenómenos históricos, materiales y reales, uno tiene más presente la estructura económica que la Palabra del Señor. Como ya nos hemos encargado de ver en las referencias a esta que aquí hemos hecho, hay aquí bastante más preocupación por librarse de "la esclavitud del pecado", que por la del grillete. Así que, en lugar de pensar que el brujo de la tribu nos va a explicar porqué ahora hay que pagar al que trabaja, yo me dirigiría más bien al que lleva las cuentas. Ya Adam Smith en "La Riqueza de las Naciones", da una explicación más plausible y menos épica de las verdaderas fuerzas, nada sobrenaturales, que hay detrás del abolicionismo:
"El trabajo realizado por hombres libres es más barato a fin de cuentas que el realizado por esclavos"
Una cuestión de productividad. Como de costumbre. Ni de ética, ni de principios morales y religiosos. Esos vienen después, para dar las oportunas bendiciones a la nueva forma de explotación, y condenar la anterior por inmoral. Mientras no se dan las condiciones socioeconómicas y de transformación del modelo de producción, en fin, de cómo se trabaja para crear bienes, la esclavitud como estatus legal , como por lo demás es lógico, no desaparece. Claro que también se puede pensar que una generación milagrosa, veinte siglos después de la llegada de su mesías, descubre que ella misma es éticamente infinitamente superior a las anteriores, y que durante los diecinueve anteriores sus antepasados han estado "moviendo los hilos" para acabar con un modelo de sociedad... de la que ellos mismos eran partícipes!!. Hay quien no lo encuentra delirante.
Sobre los conmovedores pasajes de " La Palabra de Dios" acerca de tratar bien a los esclavos, ahora correctamente interpretados bajo la apologética de El Cid :
Versículos mal interpretados como otros muchos casos parecidos.Los versículos están hablando de si alguna israelita pobre tendría que venderse a si mismo a otro israelita para pagar una deuda, debería tratársele como jornalero, no como un esclavo.
Salvo en pagarle. Claro... comentaré que en el consejo de no machacar a la mercancía se aunan en parecer tanto Dios, como Catón el Viejo, como el manual del microondas.
Saludos