El avispero de Los Balcanes
- Von Kleist
- General de Cuerpo de Ejército
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Última intentona italiana: Operación Primavera
La derrota sufrida por el ejército italiano a manos de las fuerzas griegas resultó especialmente humillante para Mussolini, pues en la práctica significaba en final de su "Guerra Paralela", amén de dejar en evidencia la falta de preparación del Ejército Italiano para la guerra. La humillación italiana en Grecia, inquietó a Hitler, tanto por motivos propagandísticos como estratégicos. Se sentía obligado a acudir en rescate de los italianos en África (donde las fuerzas del mariscal Graziani estaban siendo barridas de la Cirenaica) como en Grecia, sobre todo porque la preparación de Barbarroja, ya en marcha, exigía asegurar el flanco sur de Europa.
Estos objetivos estratégicos se vieron plasmados en la directriz Número 20, que ordenaba preparar los planes de invasión de Grecia, denominados en clave Operación Marita, la cual fue definitivamente aprobada durante una entrevista entre Hitler y Mussolini, asisitidos por su ministros de exteriores, Ribbentrop y Ciano, los días 19 y 20 de enero de 1941. Sin embargo, El Duce estaba decidido a lanzar una nueva ofensiva antes de que se produjera la intervención alemana, con el doble objetivo de recuperar parte del prestigio perdido en la campaña invernal y, por otro lado, ganar bazas políticas que poder jugar frente a la cada vez mas preponderante Alemania nazi.
A tal fin, el mando italiano concentró 17 divisiones en Albania para lanzar la operación Primavera, cuyo objetivo inicial era recuperar el paso de Klisura, como paso previo para la reconquista de Albania. Esta ofensiva comenzó el 9 de Marzo, logrando recuperar algún terreno, pero a costa de sufrir elevadas bajas, pues los griegos resistieron con fiereza, por lo que tras diez dias de lucha, los italianos abandonaron la ofensiva el día 20, en espera de que se produjera el ataque alemán, cuyo comienzo era inminente.
La derrota sufrida por el ejército italiano a manos de las fuerzas griegas resultó especialmente humillante para Mussolini, pues en la práctica significaba en final de su "Guerra Paralela", amén de dejar en evidencia la falta de preparación del Ejército Italiano para la guerra. La humillación italiana en Grecia, inquietó a Hitler, tanto por motivos propagandísticos como estratégicos. Se sentía obligado a acudir en rescate de los italianos en África (donde las fuerzas del mariscal Graziani estaban siendo barridas de la Cirenaica) como en Grecia, sobre todo porque la preparación de Barbarroja, ya en marcha, exigía asegurar el flanco sur de Europa.
Estos objetivos estratégicos se vieron plasmados en la directriz Número 20, que ordenaba preparar los planes de invasión de Grecia, denominados en clave Operación Marita, la cual fue definitivamente aprobada durante una entrevista entre Hitler y Mussolini, asisitidos por su ministros de exteriores, Ribbentrop y Ciano, los días 19 y 20 de enero de 1941. Sin embargo, El Duce estaba decidido a lanzar una nueva ofensiva antes de que se produjera la intervención alemana, con el doble objetivo de recuperar parte del prestigio perdido en la campaña invernal y, por otro lado, ganar bazas políticas que poder jugar frente a la cada vez mas preponderante Alemania nazi.
A tal fin, el mando italiano concentró 17 divisiones en Albania para lanzar la operación Primavera, cuyo objetivo inicial era recuperar el paso de Klisura, como paso previo para la reconquista de Albania. Esta ofensiva comenzó el 9 de Marzo, logrando recuperar algún terreno, pero a costa de sufrir elevadas bajas, pues los griegos resistieron con fiereza, por lo que tras diez dias de lucha, los italianos abandonaron la ofensiva el día 20, en espera de que se produjera el ataque alemán, cuyo comienzo era inminente.
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El laberinto Yugoslavo
A principios de 1941, como vimos, Hitler había decidido intervenir militarmente en Grecia en rescate de los italianos. Pero, en el resto del area Balcánica, aun estaba decidido a manejar la diplomacia para asegurarse la tranquilidad de la zona de cara al comienzo de Barbarroja. Esta fase fue una de la más éxitosas de las relaciones internacionales alemanas, pues los representantes alemanes lograron una serie de importantes éxitos diplomáticos en sus negociaciones con los paises limitrofes con la peninsula Balcánica.
Turquía, convencida por el embajador Von Papen de las ventajas de su neutralidad, rechazó todos los ofrecimientos de Churchill para unirse a los aliados, y firmó un tratado de no agresión con Bulgaria. Por otra parte, las presiones ejercidas por los alemanes ante el rey búlgaro Boris III y su primer ministro Filoff, mantuvieron a Bulgaria alejada de la órbita sovietica, hasta el punto de que el 1 de Marzo Bulgaria se adhirió al pacto Tripartito, autorizando a las fuerzas del XII Ejército alemán, para atravesar territorio búlgaro y situarse en la frontera griega. A esto se añadió la cada vez mas estrecha colaboración que el regente de Hungria, el almirante Miklos Horthy estaba prestando a Alemania, permitiendo igualmente que unidades de la Werhmacht en tránsito hacia Rumania pudieran atravesar territorio húngaro. Por tanto, solo quedaba ganarse la neutralidad y colaboración yugoslava para asegurarse la fidelidad de toda el área centroeuropea y balcánica hacia el Eje.
El caso yugoslavo, no obstante, era más complicado, pese a que el Gobierno de Belgrado no veia con malos ojos un acercamiento a Alemania. Los dirigentes yugoslavos, el príncipe Pablo, junto con su primer ministro Tsvetkovitch y el ministro de Asuntos Exteriores Cincar-Markovitch estaban intimidados por el poderío militar alemán, y a la vista del curso de la guerra, no veian ninguna ventaja en ponerse al lado de los ingleses. Esta opinión se reforzó aun más cuando Bulgaria se adhirió al Pacto Tripartito, hecho que convenció a los gobernantes yugoslavos de que se hacia imperativo llegar a algún tipo de acuerdo con Alemania. Hitler estuvo encantado de pactar, así que el 25 de marzo en el castillo de Belvedere, en Viena, Tsvetkovitch y Cincar-Markovitch firmaron formalmente la adhesión de Yugoslavia al Pacto Tripartito. El pacto era bastante ventajoso para los intereses de Belgrado, pues reconocía la garantía de sus fronteras y la autonomía de su gobierno, la garantía de no ser invadida, la no necesidad de ceder bases a Alemania, además de un tratado comercial y el reconocimiento de ventajas económicas. Por añadidura, una cláusula secreta le confería a Yugoslavia el control del puerto de Salónica después de la guerra.
Sin embargo, lo ventajoso del tratado con Alemania no iba a tener el efecto esperado sobre la opinión pública yugoslava. La acción conjunta de agentes del Servicio secreto británico, junto con la propaganda comunista y las proclamas de los sacedortes de la iglesia ortodoxa habían creado un clima de opinión fervietemente pro-aliado y antialemán. La oposición, encabezada por el general de aviación Dusan Simovitch, había excitado los ánimos antigubernamentales, especialmente cuando el 26 de marzo, se tuvieron noticias de de que las tropas británicas habían desembarcado en Grecia, haciendo un llamamiento a rememorar el "Frente Macedonico" de la I GM.
Este clima de opinión se tradujo en la preparación de un golpe de estado que iba a derrocar al gobierno de Tsvetkovitch. Cuando el príncipe Pablo, tuvo noticias de lo ocurrido, se negó a provocar una guerra civil, y partió inmediatamente para el exilio en Grecia, lo cual elevaba al trono a su sucesor, el joven Pedro II de solo 18 años de edad. El probritánico Simovitch, por tanto, no tuvo problemas en hacerse nombrar nuevo primer ministro, y pudo formar un gabinete de Unión Nacional al tiempo que decretaba la movilización general del ejército Yugoslavo. De esta forma, Yugoslavia se convertía de facto en una nación enemiga de Alemania.
A principios de 1941, como vimos, Hitler había decidido intervenir militarmente en Grecia en rescate de los italianos. Pero, en el resto del area Balcánica, aun estaba decidido a manejar la diplomacia para asegurarse la tranquilidad de la zona de cara al comienzo de Barbarroja. Esta fase fue una de la más éxitosas de las relaciones internacionales alemanas, pues los representantes alemanes lograron una serie de importantes éxitos diplomáticos en sus negociaciones con los paises limitrofes con la peninsula Balcánica.
Turquía, convencida por el embajador Von Papen de las ventajas de su neutralidad, rechazó todos los ofrecimientos de Churchill para unirse a los aliados, y firmó un tratado de no agresión con Bulgaria. Por otra parte, las presiones ejercidas por los alemanes ante el rey búlgaro Boris III y su primer ministro Filoff, mantuvieron a Bulgaria alejada de la órbita sovietica, hasta el punto de que el 1 de Marzo Bulgaria se adhirió al pacto Tripartito, autorizando a las fuerzas del XII Ejército alemán, para atravesar territorio búlgaro y situarse en la frontera griega. A esto se añadió la cada vez mas estrecha colaboración que el regente de Hungria, el almirante Miklos Horthy estaba prestando a Alemania, permitiendo igualmente que unidades de la Werhmacht en tránsito hacia Rumania pudieran atravesar territorio húngaro. Por tanto, solo quedaba ganarse la neutralidad y colaboración yugoslava para asegurarse la fidelidad de toda el área centroeuropea y balcánica hacia el Eje.
El caso yugoslavo, no obstante, era más complicado, pese a que el Gobierno de Belgrado no veia con malos ojos un acercamiento a Alemania. Los dirigentes yugoslavos, el príncipe Pablo, junto con su primer ministro Tsvetkovitch y el ministro de Asuntos Exteriores Cincar-Markovitch estaban intimidados por el poderío militar alemán, y a la vista del curso de la guerra, no veian ninguna ventaja en ponerse al lado de los ingleses. Esta opinión se reforzó aun más cuando Bulgaria se adhirió al Pacto Tripartito, hecho que convenció a los gobernantes yugoslavos de que se hacia imperativo llegar a algún tipo de acuerdo con Alemania. Hitler estuvo encantado de pactar, así que el 25 de marzo en el castillo de Belvedere, en Viena, Tsvetkovitch y Cincar-Markovitch firmaron formalmente la adhesión de Yugoslavia al Pacto Tripartito. El pacto era bastante ventajoso para los intereses de Belgrado, pues reconocía la garantía de sus fronteras y la autonomía de su gobierno, la garantía de no ser invadida, la no necesidad de ceder bases a Alemania, además de un tratado comercial y el reconocimiento de ventajas económicas. Por añadidura, una cláusula secreta le confería a Yugoslavia el control del puerto de Salónica después de la guerra.
Sin embargo, lo ventajoso del tratado con Alemania no iba a tener el efecto esperado sobre la opinión pública yugoslava. La acción conjunta de agentes del Servicio secreto británico, junto con la propaganda comunista y las proclamas de los sacedortes de la iglesia ortodoxa habían creado un clima de opinión fervietemente pro-aliado y antialemán. La oposición, encabezada por el general de aviación Dusan Simovitch, había excitado los ánimos antigubernamentales, especialmente cuando el 26 de marzo, se tuvieron noticias de de que las tropas británicas habían desembarcado en Grecia, haciendo un llamamiento a rememorar el "Frente Macedonico" de la I GM.
Este clima de opinión se tradujo en la preparación de un golpe de estado que iba a derrocar al gobierno de Tsvetkovitch. Cuando el príncipe Pablo, tuvo noticias de lo ocurrido, se negó a provocar una guerra civil, y partió inmediatamente para el exilio en Grecia, lo cual elevaba al trono a su sucesor, el joven Pedro II de solo 18 años de edad. El probritánico Simovitch, por tanto, no tuvo problemas en hacerse nombrar nuevo primer ministro, y pudo formar un gabinete de Unión Nacional al tiempo que decretaba la movilización general del ejército Yugoslavo. De esta forma, Yugoslavia se convertía de facto en una nación enemiga de Alemania.
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La Directiva 25: Delenda est Yugoslavia
Hitler reaccionó con un tremendo ataque de furia cuando tuvo noticias del golpe de estado ocurrido en Belgrado, (al parecer se lo tomó como una afrenta personal) y tomó inmediatamente la decisión de intervenir militarmente en Yugoslavia. A tal efecto, dictó la Directiva Nº 25, en la que se ordenaba preparar sin demora la invasión de Yugoslavia, la cual empezaría en la medida de lo posible al mismo tiempo que la Operación Marita contra Grecia. Dada la premura de tiempo, el OKW tuvo que improvisar sobre la marcha para dar forma a los planes de invasión. Pero la situación geográfica de Yugoslavia, rodeada por todos lados por paises satélites de Alemania, favorecía mucho los planes alemanes, factor que el OKW pudo aprovechar para invadir el país desde cuatro flancos.
Se decidió que después de haber penetrado en Grecia, el XII Ejército de List desviaría parte de sus fuerzas de su ala derecha para penetrar en Yugoslavia por el sur, atravesando la zona del Valle de Vardaz. Además, iba a aprovecharse la presencia de unidades alemanas en Bulgaria y Rumania, para invadir el país por su frontera oriental. Finalmente, al norte, una fuerza de ataque estacionada en el sur de Hungria invadiría la región de Croacia y marcharía hacia el sur directamente en dirección a Belgrado.
El plan de invasión esbozado por el OKW era un plan perfecto, ya que al atacar desde cuatro direcciones, amenazando desde tres lados la capital de país, impedía que las fuerzas yugoslavas se concentraran en un frente, además de amenazar con cortar la retirada de todas las unidades desplegadas en la frontera. Aún antes de comenzar la campaña, Yugoslavia quedaba rodeada por todos lados de fuerzas militares enemigas.
En la primera semana de Abril, el Grupo panzer del general Von Kleist comenzó a concentrarse rápidamente en la frontera búlgaro-yugoslava, desde donde iba a lanzar su ataque. Los italianos también iban a atacar desde el norte de Albania, para apoderarse de la costa dálmata e impedir un repliege yugoslavo en esa dirección. De esta forma, el plan alemán quedaba como sigue:
II Ejército (Von Weichs). Invadiría Yugoslavia por el norte, partiendo desde Austria. Este ejército debía atacar en el sector crompendido entre los rios Drava y Sava, empleando como punta de lanza sus elementos móviles, del 46º Cuerpo Panzer con la misión de despejar el frente de avance y asegurar el control de las principales carreteras y puentes que conducían a Belgrado. Al mismo tiempo el 51º Cuerpo de infantería atcaría en dirección a Zagreb con sus divisiones de infantería y el 49º Cuerpo de Montaña protegía el flanco derecho de este ataque subdsidiario. Tropas húngaras apoyarian a su vez el avance alemán cubriendo el sector fronterizo entre Hungría y Yugoslavia.
El Primer Grupo Panzer de Von Kleist (XII Ejército), desplegado en el sur de Rumania, e inicialmente destinado a la invasión de Grecia, debía posicionarse rápidamente para atacar la frontera oriental yugoslava, y amenazar Belgrado desde el sureste mediante un rápido avance de sus unidades blindadas.
El 41º Cuerpo Panzer, concentrado también Rumania, en la zona norte del país (Timisoara) tenía la misión de apoyar el ataque del Grupo Panzer Kleist, avanzando igualmente en dirección a Belgrado para amenazar la capital Yugoslava desde el noreste. Además, Hitler, sin consultar al OKH, ordenó que a dicho avance se uniera la 1ª division de infantería motorizada de la SS, que se unió también a la operación.
La Cuarta Flota aérea (Luftflotte) del general Loerh debía apoyar la invasión desde el aire. Como misión primordial, la Luftwaffe debía llevar a cabo un gran ataque inicial de represalia sobre Belgrado, además de bombardear los principales nudos de comunicaciones y los campos de aviación enemigos. Dicha Luftflotte disponía de unos 800 aparatos, de los cuales cuatrocientos eran bombarderos.
Hitler reaccionó con un tremendo ataque de furia cuando tuvo noticias del golpe de estado ocurrido en Belgrado, (al parecer se lo tomó como una afrenta personal) y tomó inmediatamente la decisión de intervenir militarmente en Yugoslavia. A tal efecto, dictó la Directiva Nº 25, en la que se ordenaba preparar sin demora la invasión de Yugoslavia, la cual empezaría en la medida de lo posible al mismo tiempo que la Operación Marita contra Grecia. Dada la premura de tiempo, el OKW tuvo que improvisar sobre la marcha para dar forma a los planes de invasión. Pero la situación geográfica de Yugoslavia, rodeada por todos lados por paises satélites de Alemania, favorecía mucho los planes alemanes, factor que el OKW pudo aprovechar para invadir el país desde cuatro flancos.
Se decidió que después de haber penetrado en Grecia, el XII Ejército de List desviaría parte de sus fuerzas de su ala derecha para penetrar en Yugoslavia por el sur, atravesando la zona del Valle de Vardaz. Además, iba a aprovecharse la presencia de unidades alemanas en Bulgaria y Rumania, para invadir el país por su frontera oriental. Finalmente, al norte, una fuerza de ataque estacionada en el sur de Hungria invadiría la región de Croacia y marcharía hacia el sur directamente en dirección a Belgrado.
El plan de invasión esbozado por el OKW era un plan perfecto, ya que al atacar desde cuatro direcciones, amenazando desde tres lados la capital de país, impedía que las fuerzas yugoslavas se concentraran en un frente, además de amenazar con cortar la retirada de todas las unidades desplegadas en la frontera. Aún antes de comenzar la campaña, Yugoslavia quedaba rodeada por todos lados de fuerzas militares enemigas.
En la primera semana de Abril, el Grupo panzer del general Von Kleist comenzó a concentrarse rápidamente en la frontera búlgaro-yugoslava, desde donde iba a lanzar su ataque. Los italianos también iban a atacar desde el norte de Albania, para apoderarse de la costa dálmata e impedir un repliege yugoslavo en esa dirección. De esta forma, el plan alemán quedaba como sigue:
II Ejército (Von Weichs). Invadiría Yugoslavia por el norte, partiendo desde Austria. Este ejército debía atacar en el sector crompendido entre los rios Drava y Sava, empleando como punta de lanza sus elementos móviles, del 46º Cuerpo Panzer con la misión de despejar el frente de avance y asegurar el control de las principales carreteras y puentes que conducían a Belgrado. Al mismo tiempo el 51º Cuerpo de infantería atcaría en dirección a Zagreb con sus divisiones de infantería y el 49º Cuerpo de Montaña protegía el flanco derecho de este ataque subdsidiario. Tropas húngaras apoyarian a su vez el avance alemán cubriendo el sector fronterizo entre Hungría y Yugoslavia.
El Primer Grupo Panzer de Von Kleist (XII Ejército), desplegado en el sur de Rumania, e inicialmente destinado a la invasión de Grecia, debía posicionarse rápidamente para atacar la frontera oriental yugoslava, y amenazar Belgrado desde el sureste mediante un rápido avance de sus unidades blindadas.
El 41º Cuerpo Panzer, concentrado también Rumania, en la zona norte del país (Timisoara) tenía la misión de apoyar el ataque del Grupo Panzer Kleist, avanzando igualmente en dirección a Belgrado para amenazar la capital Yugoslava desde el noreste. Además, Hitler, sin consultar al OKH, ordenó que a dicho avance se uniera la 1ª division de infantería motorizada de la SS, que se unió también a la operación.
La Cuarta Flota aérea (Luftflotte) del general Loerh debía apoyar la invasión desde el aire. Como misión primordial, la Luftwaffe debía llevar a cabo un gran ataque inicial de represalia sobre Belgrado, además de bombardear los principales nudos de comunicaciones y los campos de aviación enemigos. Dicha Luftflotte disponía de unos 800 aparatos, de los cuales cuatrocientos eran bombarderos.
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La invasión de Yugoslavia
Mientras un auténtico círculo de hierro se cerraba alrededor de Yugoslavia, el general Simovitch intentó ganar tiempo asegurando que Yugoslavia cumpliría lo pactado con el Reich, a la vez que su embajador en Moscú firmaba un pacto de amistad entre Yugoslavia y la Unión Soviética. Pero Hitler, que ya estaba al tanto de las maniobras dilatorias del gobierno yugoslavo, rompió las relaciones diplomáticas con este y retiró a su embajador de Belgrado.
El 6 de abril de 1941, la Luftwaffe realizó un violento bombardeo sobre Belgrado, dando inicio a la campaña de los Balcanes. Debido a las dificultades operativas, las distintas invasiones terrestres no iban a poder comenzar de manera coordinada, lo cual podía ser un riesgo frente a un ejército yugoslavo formado por la nada desedeñable cantidad de 1.000.000 de soldados, que formaban 37 divisiones. Sin embargo, las operaciones iban a demostrar la eficacia del plan alemán. Para ordenar mejor las operaciones, describiremos los distintos ataques que se lanzaron desde las fronteras sur, este y norte de Yugoslavia:
14º Cuerpo Panzer (Sur)
El 8 de abril, el 14º Cuerpo Panzer, la punta de lanza del grupo panzer Kleist cruzó la frontera bulgaro-yugoslava, con dos divisiones la 5ª y 11ª panzer. Los tanques de la 11ª panzer alemanes encontraron focos de tenaz resistencia en su avance, pero el efectivo apoyo de la Luftwaffe permitió que las fuerzas atacantes rompieran en varios puntos el frente defensivo del 5º ejército yugoslavo. Las fuerzas yugoslavas trataron de retirarse detrás del Rio Morava, pero este ya había sido sobrepasado por los carros alemanes el dia 9. Al mismo tiempo, la 5ª panzer, que había quedado detenida por una combinación de malas carreteras y obstáculos en su linea de avance, pudo aprovechar el derrumbe del frente enemigo para avanzar y cortar la retirada a muchas unidades yugoslavas que se replegaban.
Para el dia dia 10, las unidades del 14º Cuerpo Panzer, que habían avanzado muy rápidamente hacia el norte, rompieron el frente defensivo del 6º ejército yugoslavo, el cual quedó totalmente dislocado en solo dos días de combates, permitiendo que los tanques alemanes se detuvieran a solo unos 50 kilómetros de Belgrado al final de esa jornada. En apenas 4 días de combates, los blindados alemanes habían destruido dos ejércitos enemigos y se habían abierto paso hacia la capital sin apenas detenerse.
41º Cuerpo Panzer (Este)
Ya vimos como las fuerzas del 41º Cuerpo Panzer tenían la misión de atacar desde el norte de Rumania hacia Belgrado, para amenazar la capital Yugoslava por el este en apoyo del ataque desde el sur encomendado al 14º Cuerpo Panzer. La punta de lanza alemana iba a estar formada por el regimiento motorizado de la SS "Gross Deutschland" seguido por la 2ª division de infantería motorizada de la SS. La ofensiva de este cuerpo transcurrió particularmente bien, ya que solo topó con resistencia esporádica y aislada por lo que pudo avanzar, prácticamente sin detenerse hacia los puentes del Danubio que daban acceso a Belgrado por el este.
46º Cuerpo Panzer (norte)
Atacando desde el norte, y formando la tercera pinza alemana sobre Belgrado, el 46º Cuerpo Panzer (8ª division Panzer y 16ª div. de infantería motorizada) lanzó su ataque el dia 10 de abril. Las fuerzas enemigas a las que se enfrentaban, pertenecientes al 4º ejercito yugoslavo, contaban entre sus filas con un alto número de soldados croatas que se rendían o se pasaban al enemigo a la primera oportunidad. De esta forma, el avance alemán, sin necesidad de combatir, provocó la desintegración de muchas unidades yugoslavas. Avanzando hacia el sur prácticamente sin encontrar resistencia, los carros alemanes enfilaron hacia Belgrado, retardados más por el mal estado de las carreteras yugoslavas que por la acción enemiga. Para el dia 12, las avanzadas alemanas se encontraban solo a unos 20 kilómetros de Belgrado.
De este modo, tras apenas una semana de combates, la capital yugoslava quedaba rodeada por los avances convergentes de las unidades blindadas alemanas procedentes del norte (46º PzC), este (41º PzC) y sur (14º PzC). Estaba claro, por tanto, que Belgrado iba a caer como fruta madura en un plazo muy breve de tiempo.
Mientras un auténtico círculo de hierro se cerraba alrededor de Yugoslavia, el general Simovitch intentó ganar tiempo asegurando que Yugoslavia cumpliría lo pactado con el Reich, a la vez que su embajador en Moscú firmaba un pacto de amistad entre Yugoslavia y la Unión Soviética. Pero Hitler, que ya estaba al tanto de las maniobras dilatorias del gobierno yugoslavo, rompió las relaciones diplomáticas con este y retiró a su embajador de Belgrado.
El 6 de abril de 1941, la Luftwaffe realizó un violento bombardeo sobre Belgrado, dando inicio a la campaña de los Balcanes. Debido a las dificultades operativas, las distintas invasiones terrestres no iban a poder comenzar de manera coordinada, lo cual podía ser un riesgo frente a un ejército yugoslavo formado por la nada desedeñable cantidad de 1.000.000 de soldados, que formaban 37 divisiones. Sin embargo, las operaciones iban a demostrar la eficacia del plan alemán. Para ordenar mejor las operaciones, describiremos los distintos ataques que se lanzaron desde las fronteras sur, este y norte de Yugoslavia:
14º Cuerpo Panzer (Sur)
El 8 de abril, el 14º Cuerpo Panzer, la punta de lanza del grupo panzer Kleist cruzó la frontera bulgaro-yugoslava, con dos divisiones la 5ª y 11ª panzer. Los tanques de la 11ª panzer alemanes encontraron focos de tenaz resistencia en su avance, pero el efectivo apoyo de la Luftwaffe permitió que las fuerzas atacantes rompieran en varios puntos el frente defensivo del 5º ejército yugoslavo. Las fuerzas yugoslavas trataron de retirarse detrás del Rio Morava, pero este ya había sido sobrepasado por los carros alemanes el dia 9. Al mismo tiempo, la 5ª panzer, que había quedado detenida por una combinación de malas carreteras y obstáculos en su linea de avance, pudo aprovechar el derrumbe del frente enemigo para avanzar y cortar la retirada a muchas unidades yugoslavas que se replegaban.
Para el dia dia 10, las unidades del 14º Cuerpo Panzer, que habían avanzado muy rápidamente hacia el norte, rompieron el frente defensivo del 6º ejército yugoslavo, el cual quedó totalmente dislocado en solo dos días de combates, permitiendo que los tanques alemanes se detuvieran a solo unos 50 kilómetros de Belgrado al final de esa jornada. En apenas 4 días de combates, los blindados alemanes habían destruido dos ejércitos enemigos y se habían abierto paso hacia la capital sin apenas detenerse.
41º Cuerpo Panzer (Este)
Ya vimos como las fuerzas del 41º Cuerpo Panzer tenían la misión de atacar desde el norte de Rumania hacia Belgrado, para amenazar la capital Yugoslava por el este en apoyo del ataque desde el sur encomendado al 14º Cuerpo Panzer. La punta de lanza alemana iba a estar formada por el regimiento motorizado de la SS "Gross Deutschland" seguido por la 2ª division de infantería motorizada de la SS. La ofensiva de este cuerpo transcurrió particularmente bien, ya que solo topó con resistencia esporádica y aislada por lo que pudo avanzar, prácticamente sin detenerse hacia los puentes del Danubio que daban acceso a Belgrado por el este.
46º Cuerpo Panzer (norte)
Atacando desde el norte, y formando la tercera pinza alemana sobre Belgrado, el 46º Cuerpo Panzer (8ª division Panzer y 16ª div. de infantería motorizada) lanzó su ataque el dia 10 de abril. Las fuerzas enemigas a las que se enfrentaban, pertenecientes al 4º ejercito yugoslavo, contaban entre sus filas con un alto número de soldados croatas que se rendían o se pasaban al enemigo a la primera oportunidad. De esta forma, el avance alemán, sin necesidad de combatir, provocó la desintegración de muchas unidades yugoslavas. Avanzando hacia el sur prácticamente sin encontrar resistencia, los carros alemanes enfilaron hacia Belgrado, retardados más por el mal estado de las carreteras yugoslavas que por la acción enemiga. Para el dia 12, las avanzadas alemanas se encontraban solo a unos 20 kilómetros de Belgrado.
De este modo, tras apenas una semana de combates, la capital yugoslava quedaba rodeada por los avances convergentes de las unidades blindadas alemanas procedentes del norte (46º PzC), este (41º PzC) y sur (14º PzC). Estaba claro, por tanto, que Belgrado iba a caer como fruta madura en un plazo muy breve de tiempo.
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La caida de Belgrado
Como vimos, el avance convergente de tres cuerpos panzer alemanes sobre Belgrado prácticamente había sellado el destino de la capital yugoslava. El avance alemán había sido tan rápido y la desorganización del ejército yugoslavo tan profunda, que no hubo tiempo de organizar ninguna defensa. En la tarde del 12 de abril, las avanzadas de la 2ª división motorizada de la SS cruzaron el Danubio en botes neumáticos y entraron en la capital yugoslava. La ciudad se rindió a los invasores ese mismo día. Las unidades de la SS se adelantaron por muy poco a las de la 8ª division panzer, que habían penetrado en Belgrado desde el sur. Para evitar su captura por los alemanes, Simovitch dimitió y huyó junto con el rey Pedro II a Montenegro, en donde fueron recogidos por aviones de la RAF. El general Katafatovic, nombrado nuevo comandante en jefe, prácticamente iba a limitarse a dirigir una derrota segura.
Con la caida de la capital yugoslava, las fuerzas alemanas habían cubierto de manera existosa la primera fase de la invasión. Quedaba ahora solo rematar el trabajo, ocupando el resto del país y eliminando a los restos del ejército yugoslavo que aun combatían.
Como vimos, el avance convergente de tres cuerpos panzer alemanes sobre Belgrado prácticamente había sellado el destino de la capital yugoslava. El avance alemán había sido tan rápido y la desorganización del ejército yugoslavo tan profunda, que no hubo tiempo de organizar ninguna defensa. En la tarde del 12 de abril, las avanzadas de la 2ª división motorizada de la SS cruzaron el Danubio en botes neumáticos y entraron en la capital yugoslava. La ciudad se rindió a los invasores ese mismo día. Las unidades de la SS se adelantaron por muy poco a las de la 8ª division panzer, que habían penetrado en Belgrado desde el sur. Para evitar su captura por los alemanes, Simovitch dimitió y huyó junto con el rey Pedro II a Montenegro, en donde fueron recogidos por aviones de la RAF. El general Katafatovic, nombrado nuevo comandante en jefe, prácticamente iba a limitarse a dirigir una derrota segura.
Con la caida de la capital yugoslava, las fuerzas alemanas habían cubierto de manera existosa la primera fase de la invasión. Quedaba ahora solo rematar el trabajo, ocupando el resto del país y eliminando a los restos del ejército yugoslavo que aun combatían.
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El fin de la campaña yugoslava.
Mientras las unidades panzer alemanas se abalanzaban sobre Belgrado, las unidades que formaban el ala derecha del II Ejército alemán (con los Cuerpos 49º y 51º), lanzaron una ofensiva secundaria en el norte de Yugoslavia. En Eslovenia unidades alemanas de la 1ª división de montaña habían cruzado la frontera el 9 de abril, y tras una serie de marchas sin encontrar resistencia, el dia 11 los alemanes recibieron peticiones del recien formado gobierno Esloveno para establecer un alto el fuego. Tal y como Hitler había previsto, el estado yugoslavo se desintegró cuando las distintas nacionalidades que los componían aprovehcaron para desmarcarse del gobierno de Serbia ante la invasión.
La 14ª división panzer que había penetrado en Croacia avanzó prácticamente sin oposición encontrado a su paso decenas de soldados croatas que desertaban o abandonaban las armas cuando aparecían unidades alemanas, de modo que la punta de lanza de la división pudo ocupar Zagreb el 10 de abril, entre las aclamaciones de la población local. Al día siguiente, un nuevo gobierno croata ordenaba a sus ciudadanos abandonar la lucha contra Alemania.
Para el día 13 de abril, la resistencia en el norte de Yugoslavia había cesado prácticamente en su totalidad, por lo que las unidades alemanas podían concentrarse en avanzar sobre el siguiente objetivo: la capital de Bosnia, Sarajevo. El dia 14 de abril, la 14ª division panzer reempredió la marcha en dirección a Sarajevo desde el norte, mientras que este movimiento era apoyado por otro simultaneo desde el este, a cargo de la 8ª panzer y dos divisiones de infantería motorizada. Entre el 14 y 15 de abril, ambas puntas del avance alemán sobre Sarajevo encontraron muy poca o nula resistencia, capturando miles de prisioneros yugoslavos que se rindieron sin combatir. El mismo día 15, las dos divisiones panzer habían rodeado la ciudad y entraron en la misma, recibiendo formalmente la rendición del 2º ejército yugoslavo, que tenía su Cuartel General en la misma. Con la rendición de Sarajevo, todo el sector central de Yugoslavia quedaba en manos alemanas, mientras las escasas unidades que aun no habían sido destruidas se retiraban hacia el sur.
Con un ejército destrozado, y más de tres cuartas partes del territorio del pais ocupadas por las fuerzas invasoras alemanas e italianas, el comandante en jefe yugoslavo no tuvo más remedio que solicitar un alto fuego e iniciar conversaciones para un armisticio. El 14 de abril, el OKH autorizó al comandante del II ejército, Von Weichs, a llevar a cabo las negociaciones con el gobierno yugoslavo de cara a la capitulación de su ejército. Dichas negociaciones concluyeron el día 18 con la firma en Belgrado del armisticio que sancionaba la rendición incondicional de las fuerzas armadas yugoslavas. En solo doce dias de combates, la Werhmacht había finiquitado la campaña yugoslava.
Mientras las unidades panzer alemanas se abalanzaban sobre Belgrado, las unidades que formaban el ala derecha del II Ejército alemán (con los Cuerpos 49º y 51º), lanzaron una ofensiva secundaria en el norte de Yugoslavia. En Eslovenia unidades alemanas de la 1ª división de montaña habían cruzado la frontera el 9 de abril, y tras una serie de marchas sin encontrar resistencia, el dia 11 los alemanes recibieron peticiones del recien formado gobierno Esloveno para establecer un alto el fuego. Tal y como Hitler había previsto, el estado yugoslavo se desintegró cuando las distintas nacionalidades que los componían aprovehcaron para desmarcarse del gobierno de Serbia ante la invasión.
La 14ª división panzer que había penetrado en Croacia avanzó prácticamente sin oposición encontrado a su paso decenas de soldados croatas que desertaban o abandonaban las armas cuando aparecían unidades alemanas, de modo que la punta de lanza de la división pudo ocupar Zagreb el 10 de abril, entre las aclamaciones de la población local. Al día siguiente, un nuevo gobierno croata ordenaba a sus ciudadanos abandonar la lucha contra Alemania.
Para el día 13 de abril, la resistencia en el norte de Yugoslavia había cesado prácticamente en su totalidad, por lo que las unidades alemanas podían concentrarse en avanzar sobre el siguiente objetivo: la capital de Bosnia, Sarajevo. El dia 14 de abril, la 14ª division panzer reempredió la marcha en dirección a Sarajevo desde el norte, mientras que este movimiento era apoyado por otro simultaneo desde el este, a cargo de la 8ª panzer y dos divisiones de infantería motorizada. Entre el 14 y 15 de abril, ambas puntas del avance alemán sobre Sarajevo encontraron muy poca o nula resistencia, capturando miles de prisioneros yugoslavos que se rindieron sin combatir. El mismo día 15, las dos divisiones panzer habían rodeado la ciudad y entraron en la misma, recibiendo formalmente la rendición del 2º ejército yugoslavo, que tenía su Cuartel General en la misma. Con la rendición de Sarajevo, todo el sector central de Yugoslavia quedaba en manos alemanas, mientras las escasas unidades que aun no habían sido destruidas se retiraban hacia el sur.
Con un ejército destrozado, y más de tres cuartas partes del territorio del pais ocupadas por las fuerzas invasoras alemanas e italianas, el comandante en jefe yugoslavo no tuvo más remedio que solicitar un alto fuego e iniciar conversaciones para un armisticio. El 14 de abril, el OKH autorizó al comandante del II ejército, Von Weichs, a llevar a cabo las negociaciones con el gobierno yugoslavo de cara a la capitulación de su ejército. Dichas negociaciones concluyeron el día 18 con la firma en Belgrado del armisticio que sancionaba la rendición incondicional de las fuerzas armadas yugoslavas. En solo doce dias de combates, la Werhmacht había finiquitado la campaña yugoslava.
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La invasión de Grecia: Operación Marita
Como vimos, la invasión de Yugoslavia no había alterado los planes alemanes iniciales de lanzar Marita, la invasión de Grecia, sin demora. Dicha invasión iba a correr cargo de las fuerzas del XII Ejército del mariscal Wilhem List, estacionadas en Bulgaria. Dicho ejército contaba para la invasión con unas fuerzas relativamente modestas. Estas comprendían 4 divisiones de infantería, 2 divisiones de montaña, 2 divisiones panzer y un regimiento motorizado de la SS (perteneciente a la Leibstandarde Adolf Hitler).
40º Cuerpo Panzer del General Stumme: 9ª división panzer, 1er regimiento motorizado SS, y 73ª división de infantería.
18º Cuerpo de Montaña del General Boehme. Contaba con la 2ª división panzer, la 5ª y 6ª divisiones de montaña, la 72ª división de infantería y el 125º regimiento de infantería.
30º Cuerpo de infantería del general Hartmman: 50ª y 164ª divisiones de infantería.
En reserva quedaban 3 divisiones de infantería del 50º Cuerpo (46ª 76ª y 198ª) (estacionadas en Rumania) y una panzer (la 16ª).
El plan alemán partía de la base de que, dado que el grueso del ejército griego estaba concentrado en Albania y el Epiro frente a las fuerzas italianas, sería posible romper las débiles defensas en la frontera greco-yugoslava empleando las divisiones mecanizadas, y evitando atacar el los puntos más defendidos de la Linea Metaxas que cubría la frontera con Bulgaria. El objetivo primario de la invasión sería avanzar por el Valle de Vardar y capturar el estratégico puerto de Salónica, llaves para controlar la Grecia Septentrional. A tal fin, el 40º Cuerpo Panzer debía capturar la ciudad macedonia de Skopie, en la frontera yugoslava, y dirigirse rápidamente hacia el sur, desviando parte de sus fuerzas para establecer contacto con el ejército italiano en Albania. Los dos restantes cuerpos de ejército, el 18º de montaña, atacando la Linea Metaxas y el 30º de infantería, avanzando a lo largo de la costa del Egeo, debían apoyar el flanco izquierdo del avance principal, para converger simultáneamente sobre Salónica. Conseguido este objetivo, la segunda fase de la Operación Marita contemplaba el avance de las fuerzas alemanas hacia el sur de Grecia, para capturar Atenas y ocupar el Peloponeso. Una vez más, la velocidad del avance de las unidades blindadas era clave para el éxito de la operación.
Como vimos, la invasión de Yugoslavia no había alterado los planes alemanes iniciales de lanzar Marita, la invasión de Grecia, sin demora. Dicha invasión iba a correr cargo de las fuerzas del XII Ejército del mariscal Wilhem List, estacionadas en Bulgaria. Dicho ejército contaba para la invasión con unas fuerzas relativamente modestas. Estas comprendían 4 divisiones de infantería, 2 divisiones de montaña, 2 divisiones panzer y un regimiento motorizado de la SS (perteneciente a la Leibstandarde Adolf Hitler).
40º Cuerpo Panzer del General Stumme: 9ª división panzer, 1er regimiento motorizado SS, y 73ª división de infantería.
18º Cuerpo de Montaña del General Boehme. Contaba con la 2ª división panzer, la 5ª y 6ª divisiones de montaña, la 72ª división de infantería y el 125º regimiento de infantería.
30º Cuerpo de infantería del general Hartmman: 50ª y 164ª divisiones de infantería.
En reserva quedaban 3 divisiones de infantería del 50º Cuerpo (46ª 76ª y 198ª) (estacionadas en Rumania) y una panzer (la 16ª).
El plan alemán partía de la base de que, dado que el grueso del ejército griego estaba concentrado en Albania y el Epiro frente a las fuerzas italianas, sería posible romper las débiles defensas en la frontera greco-yugoslava empleando las divisiones mecanizadas, y evitando atacar el los puntos más defendidos de la Linea Metaxas que cubría la frontera con Bulgaria. El objetivo primario de la invasión sería avanzar por el Valle de Vardar y capturar el estratégico puerto de Salónica, llaves para controlar la Grecia Septentrional. A tal fin, el 40º Cuerpo Panzer debía capturar la ciudad macedonia de Skopie, en la frontera yugoslava, y dirigirse rápidamente hacia el sur, desviando parte de sus fuerzas para establecer contacto con el ejército italiano en Albania. Los dos restantes cuerpos de ejército, el 18º de montaña, atacando la Linea Metaxas y el 30º de infantería, avanzando a lo largo de la costa del Egeo, debían apoyar el flanco izquierdo del avance principal, para converger simultáneamente sobre Salónica. Conseguido este objetivo, la segunda fase de la Operación Marita contemplaba el avance de las fuerzas alemanas hacia el sur de Grecia, para capturar Atenas y ocupar el Peloponeso. Una vez más, la velocidad del avance de las unidades blindadas era clave para el éxito de la operación.
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Fuerzas y planes griegos
Con la mayor parte del ejército griego concentrado en la zona de Albania, las fuerzas griegas confiaban en poder resistir el tiempo suficiente en la Linea Metaxas para permitir el completo despliegue del Cuerpo Expedicionario británico en Grecia. Para la defensa de la frontera, el II Ejército griego contaba con las siguientes unidades:
Linea Metaxas (frontera búlgara): 3 divisiones de infantería (7ª, 14ª y 18ª) con la 19ª División motorizada en reserva. En total, sumando las guarniciones de los búnker y fortificaciones de la Linea Metaxas, las fuerzas griegas desplegadas en la frontera búlgara ascendían a unos 70.000 hombres.
La frontera con Yugoslavia (Macedonia) quedaba encomendada al Mando del Ejército de Macedonia Oriental (TSAM), que disponía de dos divisiones de infantería, la 12ª y 20ª.
El grueso de unidades griegas, 14 divisiones, quedaban guarneciendo el frente albanés.
Para reforzar a los griegos, a principios de marzo había ido desembarcando en Grecia el Cuerpo Expedicionario de la Commonwealth del general Wilson. Este cuerpo incluia la magnífica 6ª división de infantería australiana y 2ª división de infanteria neozelandesa, y una brigada acorazada de la 2ª división blindada británica. Estas fuerzas británicas se desplegaron en la zona norte de Grecia, al oeste de Salónica, ocupando el Monte Olimpo, el Valle Aliakmon y la ribera del rio del mismo nombre.
Con la mayor parte del ejército griego concentrado en la zona de Albania, las fuerzas griegas confiaban en poder resistir el tiempo suficiente en la Linea Metaxas para permitir el completo despliegue del Cuerpo Expedicionario británico en Grecia. Para la defensa de la frontera, el II Ejército griego contaba con las siguientes unidades:
Linea Metaxas (frontera búlgara): 3 divisiones de infantería (7ª, 14ª y 18ª) con la 19ª División motorizada en reserva. En total, sumando las guarniciones de los búnker y fortificaciones de la Linea Metaxas, las fuerzas griegas desplegadas en la frontera búlgara ascendían a unos 70.000 hombres.
La frontera con Yugoslavia (Macedonia) quedaba encomendada al Mando del Ejército de Macedonia Oriental (TSAM), que disponía de dos divisiones de infantería, la 12ª y 20ª.
El grueso de unidades griegas, 14 divisiones, quedaban guarneciendo el frente albanés.
Para reforzar a los griegos, a principios de marzo había ido desembarcando en Grecia el Cuerpo Expedicionario de la Commonwealth del general Wilson. Este cuerpo incluia la magnífica 6ª división de infantería australiana y 2ª división de infanteria neozelandesa, y una brigada acorazada de la 2ª división blindada británica. Estas fuerzas británicas se desplegaron en la zona norte de Grecia, al oeste de Salónica, ocupando el Monte Olimpo, el Valle Aliakmon y la ribera del rio del mismo nombre.
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La invasión
El 6 de abril, las unidades del XII ejército alemán franqueaban la frontera greco-búlgaro-yugoslava atacando en tres direcciones.
Como vimos, el esfuerzo principal corria a cargo del 40º PzC, encargado de flanquear la Linea Metaxas, desbordando las defensas de la misma por su extremo occidental, atravesando para ello el sur de Yugoslavia. Pese a que los alemanes encontraron una fuerte oposición desde el inicio del ataque, el avance de la 9ª panzer se bastó para vencer los focos de resistencia, y para el dia 7 los carros alemanes habían llegado a Skopie, el primer objetivo previsto. Allí se le unió el 1er regimiento motorizado de la SS, que debía apoyar a la 9ª panzer en el ataque contra el Valle de Vardar. El día 9 las unidades rápidas alemanas atravesaron sin dificultad dicho valle, (que, gracias a la rapidez del avance alemán, estaba poco defendido), cortando la linea de ferrocarril entre Belgrado y Salónica, con lo cual Grecia quedaba aislada de Yugoslavia, a la vez que concluía bastante exitosamente la fase inicial del plan de invasión para el 40º PzC.
Más dificultades presentaba el ataque contra las fortificaciones de la Linea Metaxas, encomendado como vimos al 18º Cuerpo de Montaña. Este cuerpo tenía la misión de atravesar las fortificaciones para romper el frente defensivo griego y capturar la ciudad fronteriza de Florina. Los alemanes hicieron un uso intensivo de su artilleria pesada y de los Stukas para ablandar las posiciones, pese a lo cual, la resistencia de los soldados griegos fue feroz. La 5ª y 6ª divisiones de montaña alemanas hubieron de abrirse paso combatiendo prácticamente por cada bunker, logrando romper la linea griega por varios puntos el dia 7, aunque los Gerbirsjager hubieron de combatir otros dos días para acabar con los últimos focos de resistencia enemigos, que solo capitularon tras la caida de Salónica y la rendición del II ejército griego.
Al mismo tiempo, la 2ª división panzer, agregada al 18º CE para formar el flanco derecho del mismo, pudo arreglarselas para avanzar hacia el sur atravesando estrechas carreteras y puertos de montaña, para caer sobre la 19ª division motorizada griega, que guardaba el extremo izquierdo de la linea defensiva. Los carros alemanes dispersaron a la unidad griega y avanzaron sin oposición hacia Salónica, entrando en dicha ciudad el 9 de Abril, corroborando de este modo el éxito obtenido por el 40º PzC en Macedonia.
Simultanemante, en el flanco izquierdo alemán el 30º CE, pese a las malas carreteras y dura resistencia, hicieron retroceder a las fuerzas griegas, obligándolas el día 8 a parapetarse detrás del Rio Nestos. En resumen, tras los tres primeros días de lucha, la Operación Marita estaba resultando un éxito y marchaba a la perfección para los alemanes.
El 6 de abril, las unidades del XII ejército alemán franqueaban la frontera greco-búlgaro-yugoslava atacando en tres direcciones.
Como vimos, el esfuerzo principal corria a cargo del 40º PzC, encargado de flanquear la Linea Metaxas, desbordando las defensas de la misma por su extremo occidental, atravesando para ello el sur de Yugoslavia. Pese a que los alemanes encontraron una fuerte oposición desde el inicio del ataque, el avance de la 9ª panzer se bastó para vencer los focos de resistencia, y para el dia 7 los carros alemanes habían llegado a Skopie, el primer objetivo previsto. Allí se le unió el 1er regimiento motorizado de la SS, que debía apoyar a la 9ª panzer en el ataque contra el Valle de Vardar. El día 9 las unidades rápidas alemanas atravesaron sin dificultad dicho valle, (que, gracias a la rapidez del avance alemán, estaba poco defendido), cortando la linea de ferrocarril entre Belgrado y Salónica, con lo cual Grecia quedaba aislada de Yugoslavia, a la vez que concluía bastante exitosamente la fase inicial del plan de invasión para el 40º PzC.
Más dificultades presentaba el ataque contra las fortificaciones de la Linea Metaxas, encomendado como vimos al 18º Cuerpo de Montaña. Este cuerpo tenía la misión de atravesar las fortificaciones para romper el frente defensivo griego y capturar la ciudad fronteriza de Florina. Los alemanes hicieron un uso intensivo de su artilleria pesada y de los Stukas para ablandar las posiciones, pese a lo cual, la resistencia de los soldados griegos fue feroz. La 5ª y 6ª divisiones de montaña alemanas hubieron de abrirse paso combatiendo prácticamente por cada bunker, logrando romper la linea griega por varios puntos el dia 7, aunque los Gerbirsjager hubieron de combatir otros dos días para acabar con los últimos focos de resistencia enemigos, que solo capitularon tras la caida de Salónica y la rendición del II ejército griego.
Al mismo tiempo, la 2ª división panzer, agregada al 18º CE para formar el flanco derecho del mismo, pudo arreglarselas para avanzar hacia el sur atravesando estrechas carreteras y puertos de montaña, para caer sobre la 19ª division motorizada griega, que guardaba el extremo izquierdo de la linea defensiva. Los carros alemanes dispersaron a la unidad griega y avanzaron sin oposición hacia Salónica, entrando en dicha ciudad el 9 de Abril, corroborando de este modo el éxito obtenido por el 40º PzC en Macedonia.
Simultanemante, en el flanco izquierdo alemán el 30º CE, pese a las malas carreteras y dura resistencia, hicieron retroceder a las fuerzas griegas, obligándolas el día 8 a parapetarse detrás del Rio Nestos. En resumen, tras los tres primeros días de lucha, la Operación Marita estaba resultando un éxito y marchaba a la perfección para los alemanes.
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La linea Aliakmon - Olimpo
La fácil caida de Salónica en manos alemanas, consumada por la 2ª division panzer, prácticamente significaba un auténtico "jaque mate" estratégico para las fuerzas griegas desplegadas en el norte del país. En Salónica se encontraba el Cuartel General del II Ejército griego, cuyo comandante se limitó a presentar la capitulación incondicional de todas sus fuerzas, incluyendo las unidades aisladas que aun resistían en las fortificaciones de la Linea Metaxas.
Las fuerzas del mariscal List quedaban por tanto en una excelente posición para marchar sobre Grecia central, para lo cual debían romper en primer lugar el frente defensivo establecido por las divisiones Anzacs en la linea del Monte Olimpo y el Rio Aliakmon. Para atacar a las unidades británicas, el mariscal List solicitó y obtuvo la transferencia de la 5ª división panzer del grupo Kleist, estacionada en el sur de Yugoslavia, para reforzar el ataque cara al sur del 40º PzC. Para el avance sobre Grecia Central, List formó dos fuerzas operativas. Su ala derecha, con el 40º PzC, debía intentar nuevamente flanquear la linea defensiva enemiga, mientras que su ala izquierda, con el XVIII CE de montaña fijaba las defensas británicas atacando de frente.
Para el mando griego, era vital que las fuerzas británicas resistieran en la linea del Aliakmon, ya que la linea retirada del ejército griego en Albania podía quedar cortada si los alemanes rompían demasiado rápidamente dicha linea. El único punto desde donde los alemanes podían forzar la linea era atacando desde el Valle de Monastir, por lo que el mando británico reforzó dicha posición con una brigada blindada y la 19ª brigada de infantería australiana. El día 10 de abril, los alemanes atacaron en el Valle, pero los australianos se defendieron con firmeza, rechazando todos los asaltos y resistiendo hasta el dia 12, cuando recibieron autorización para reagruparse en la linea del Aliakmon. Sin embargo, el dia 13, se hizo evidente para el general Wilson que dada la desproporción de fuerzas, y en vista de que no iban a recibirse más refuerzos desde Alejandria, la linea del Aliakmon se estaba volviendo insostenible. Consecuentemente, Wilson planeó realizar una retirada unos 160 kilómetros más al sur, para establecer una nueva linea defensiva, más corta y defendible, en el histórico Paso de las Termópilas. La orden de retirada se cursó el dia 15, al mismo tiempo que en el Cuartel General de Alejandría, Wavell, comprendiendo que la campaña estaba perdida, decidía proceder a la evacuación del Cuerpo Expedicionario Británico de Grecia.
La fácil caida de Salónica en manos alemanas, consumada por la 2ª division panzer, prácticamente significaba un auténtico "jaque mate" estratégico para las fuerzas griegas desplegadas en el norte del país. En Salónica se encontraba el Cuartel General del II Ejército griego, cuyo comandante se limitó a presentar la capitulación incondicional de todas sus fuerzas, incluyendo las unidades aisladas que aun resistían en las fortificaciones de la Linea Metaxas.
Las fuerzas del mariscal List quedaban por tanto en una excelente posición para marchar sobre Grecia central, para lo cual debían romper en primer lugar el frente defensivo establecido por las divisiones Anzacs en la linea del Monte Olimpo y el Rio Aliakmon. Para atacar a las unidades británicas, el mariscal List solicitó y obtuvo la transferencia de la 5ª división panzer del grupo Kleist, estacionada en el sur de Yugoslavia, para reforzar el ataque cara al sur del 40º PzC. Para el avance sobre Grecia Central, List formó dos fuerzas operativas. Su ala derecha, con el 40º PzC, debía intentar nuevamente flanquear la linea defensiva enemiga, mientras que su ala izquierda, con el XVIII CE de montaña fijaba las defensas británicas atacando de frente.
Para el mando griego, era vital que las fuerzas británicas resistieran en la linea del Aliakmon, ya que la linea retirada del ejército griego en Albania podía quedar cortada si los alemanes rompían demasiado rápidamente dicha linea. El único punto desde donde los alemanes podían forzar la linea era atacando desde el Valle de Monastir, por lo que el mando británico reforzó dicha posición con una brigada blindada y la 19ª brigada de infantería australiana. El día 10 de abril, los alemanes atacaron en el Valle, pero los australianos se defendieron con firmeza, rechazando todos los asaltos y resistiendo hasta el dia 12, cuando recibieron autorización para reagruparse en la linea del Aliakmon. Sin embargo, el dia 13, se hizo evidente para el general Wilson que dada la desproporción de fuerzas, y en vista de que no iban a recibirse más refuerzos desde Alejandria, la linea del Aliakmon se estaba volviendo insostenible. Consecuentemente, Wilson planeó realizar una retirada unos 160 kilómetros más al sur, para establecer una nueva linea defensiva, más corta y defendible, en el histórico Paso de las Termópilas. La orden de retirada se cursó el dia 15, al mismo tiempo que en el Cuartel General de Alejandría, Wavell, comprendiendo que la campaña estaba perdida, decidía proceder a la evacuación del Cuerpo Expedicionario Británico de Grecia.
Última edición por Von Kleist el 28 May 2009, 13:35, editado 1 vez en total.
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El fin de la campaña
Mientras las divisiones del cuerpo Anzac efectuaban su retirada hacia el sur, dejando un brigada como pantalla para cubrir el repliegue. Entre el 16-17 de abril, las fuerzas de la Commowealth empredieron la retirada en buen orden en dirección a Larisa, aunque seguidos de cerca por los tanques alemanes. Además la Luftwaffe se dedicó a hostigar sistemáticmante las largas columnas motorizadas británicas en retirada, esparcidas a lo largo de decenas de kilómetros de estrechas carreteras. Pese a ello, para el dia 19, el grueso de las unidades británicas pudo reunirse en Larisa, desde donde el cuerpo Anzac iba desplegarse para formar una nueva linea defensiva cubriendo el Paso de las Termópilas, donde confiaban en obstaculizar el avance alemán hacia el Peloponeso.
La retirada hacia el sur consitutiyó un pequeño éxito táctico británico, ya que hizo que las fuerzas alemanas tuvieran que reagruparse y ponerse en posición para atacar la nueva linea defensiva, tarea que les ocupó 5 días (frente a los solo 3 que les había llevado derrotar a las fuerzas griegas en la frontera) y que permitió a las fuerzas aliadas ganar algo de tiempo para organizar la evacuación definitiva de Grecia.
Sin embargo, la situación se deterioraba rápidamente para las tropas británicas. El 18 de abril se suicidaba el primer ministro griego, Alexandros Korizis, y el 21, las fuerzas griegas en Albania se rendían ante el comandante del regimiento motorizado SS, lo cual hizo aun más urgente acelerar los preparativos para el reembarque del cuerpo expedicionario de Wilson. El dia 24 las fuerzas alemanas lanzaron un primer ataque en Las Termópilas, defendido por la 6ª brigada neozelandesa y la 19ª brigada australiana. Los Anzacs se defendieron bien, rechazando varios asaltos de los panzer alemanes, dando tiempo a que se realizara el reembarque del grueso del ejército en las playas de retaguardia. Una vez logrado este objetivo, ambas brigadas abandonaron la posición para ser reembarcadas más al sur entre el 24 y 25 de abril. Dicho reembarque se efectuó en condiciones extremadamente difíciles, debido a la acción incesante de los aviones alemanes. La armada perdió en las operaciones de rescate veinte transportes y dos destructores, además de la mayor parte del material de guerra pesado, que hubo de ser abandonado en tierra.
Sin embargo, en lo que constituyó una especie de "Pequeño Dunkerke" 50.000 soldados británicos fueron evacuados. Junto con ellos escapó el rey de Grecia, Jorge II, el general Papagos y la mayor parte de los altos cargos del gobierno. Las tropas que griegas que aun combatían, a las órdenes del general Georges Tsolakoglu, capitularon frente al mariscal List. Dicha capitulación no estuvo exenta de polémica, ya que los griegos, por expreso deseo de su comandante, solo presentaron su rendición ante los alemanes pues consideraban indigno capitular ante los italianos. Aunque en principio los alemanes accedieron, a instancias de Mussolini, la rendición tuvo que repetirse en presencia de los italianos. Para el día 27 de abril, la bandera de la esvástica ondeaba en la Acrópolis de Atenas, mientras las columnas motorizadas alemanas completaban la ocupación del resto del país. La campaña griega, de 3 semanas de duración, había terminado.
Mientras las divisiones del cuerpo Anzac efectuaban su retirada hacia el sur, dejando un brigada como pantalla para cubrir el repliegue. Entre el 16-17 de abril, las fuerzas de la Commowealth empredieron la retirada en buen orden en dirección a Larisa, aunque seguidos de cerca por los tanques alemanes. Además la Luftwaffe se dedicó a hostigar sistemáticmante las largas columnas motorizadas británicas en retirada, esparcidas a lo largo de decenas de kilómetros de estrechas carreteras. Pese a ello, para el dia 19, el grueso de las unidades británicas pudo reunirse en Larisa, desde donde el cuerpo Anzac iba desplegarse para formar una nueva linea defensiva cubriendo el Paso de las Termópilas, donde confiaban en obstaculizar el avance alemán hacia el Peloponeso.
La retirada hacia el sur consitutiyó un pequeño éxito táctico británico, ya que hizo que las fuerzas alemanas tuvieran que reagruparse y ponerse en posición para atacar la nueva linea defensiva, tarea que les ocupó 5 días (frente a los solo 3 que les había llevado derrotar a las fuerzas griegas en la frontera) y que permitió a las fuerzas aliadas ganar algo de tiempo para organizar la evacuación definitiva de Grecia.
Sin embargo, la situación se deterioraba rápidamente para las tropas británicas. El 18 de abril se suicidaba el primer ministro griego, Alexandros Korizis, y el 21, las fuerzas griegas en Albania se rendían ante el comandante del regimiento motorizado SS, lo cual hizo aun más urgente acelerar los preparativos para el reembarque del cuerpo expedicionario de Wilson. El dia 24 las fuerzas alemanas lanzaron un primer ataque en Las Termópilas, defendido por la 6ª brigada neozelandesa y la 19ª brigada australiana. Los Anzacs se defendieron bien, rechazando varios asaltos de los panzer alemanes, dando tiempo a que se realizara el reembarque del grueso del ejército en las playas de retaguardia. Una vez logrado este objetivo, ambas brigadas abandonaron la posición para ser reembarcadas más al sur entre el 24 y 25 de abril. Dicho reembarque se efectuó en condiciones extremadamente difíciles, debido a la acción incesante de los aviones alemanes. La armada perdió en las operaciones de rescate veinte transportes y dos destructores, además de la mayor parte del material de guerra pesado, que hubo de ser abandonado en tierra.
Sin embargo, en lo que constituyó una especie de "Pequeño Dunkerke" 50.000 soldados británicos fueron evacuados. Junto con ellos escapó el rey de Grecia, Jorge II, el general Papagos y la mayor parte de los altos cargos del gobierno. Las tropas que griegas que aun combatían, a las órdenes del general Georges Tsolakoglu, capitularon frente al mariscal List. Dicha capitulación no estuvo exenta de polémica, ya que los griegos, por expreso deseo de su comandante, solo presentaron su rendición ante los alemanes pues consideraban indigno capitular ante los italianos. Aunque en principio los alemanes accedieron, a instancias de Mussolini, la rendición tuvo que repetirse en presencia de los italianos. Para el día 27 de abril, la bandera de la esvástica ondeaba en la Acrópolis de Atenas, mientras las columnas motorizadas alemanas completaban la ocupación del resto del país. La campaña griega, de 3 semanas de duración, había terminado.
Última edición por Von Kleist el 29 May 2009, 10:26, editado 1 vez en total.
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La reorganización territorial de Los Balcanes
Con la derrota de Yugoslavia y Grecia, Hitler procedió a la reorganización política de ambos estados, amén de repartir el botin territorial entre sus aliados. Como el Reich no tenía ningún objetivo político en Grecia, Hitler cedió la ocupación de la mayor parte del territorio griego a los italianos que, de este modo cumplían las ansias de Mussolini en cuanto al dominio de todo el mar Egeo. Por otra parte, Ribbentrop y Ciano acordaron la disolución de Yugoslavia y su reparto entre los estados del Eje. De esta forma, Alemania e Italia se repartieron Eslovenia, Italia se anexionaba Liubliana, la costa dálmata, Cattaro y todas las islas griegas del Jónico.
También hubo ganancias territoriales para Hungría, que recibió pequeños territorios en el norte de Yugoslavia, y Bulgaria, autorizada a ocupar la Macedonia occidental y la Tracia griega. Además, Montenegro se declaró independiente. Lo que quedaba de Yugoslavia se convirtió en dos pequeños estados semiautónomos: Servia quedó reudida a sus fronteras de 1912, y, bajo auspicio alemán, se permitió el renacimiento de Croacia, que quedaba regida por el lider del movimiento fascista de los oustachis Ante Pavelitch.
Con la derrota de Yugoslavia y Grecia, Hitler procedió a la reorganización política de ambos estados, amén de repartir el botin territorial entre sus aliados. Como el Reich no tenía ningún objetivo político en Grecia, Hitler cedió la ocupación de la mayor parte del territorio griego a los italianos que, de este modo cumplían las ansias de Mussolini en cuanto al dominio de todo el mar Egeo. Por otra parte, Ribbentrop y Ciano acordaron la disolución de Yugoslavia y su reparto entre los estados del Eje. De esta forma, Alemania e Italia se repartieron Eslovenia, Italia se anexionaba Liubliana, la costa dálmata, Cattaro y todas las islas griegas del Jónico.
También hubo ganancias territoriales para Hungría, que recibió pequeños territorios en el norte de Yugoslavia, y Bulgaria, autorizada a ocupar la Macedonia occidental y la Tracia griega. Además, Montenegro se declaró independiente. Lo que quedaba de Yugoslavia se convirtió en dos pequeños estados semiautónomos: Servia quedó reudida a sus fronteras de 1912, y, bajo auspicio alemán, se permitió el renacimiento de Croacia, que quedaba regida por el lider del movimiento fascista de los oustachis Ante Pavelitch.
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