Irán: ¿Conflicto inevitable? (archivo)
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Las elecciones iraníes: el timo del robo electoral
James Petras
Rebelión
Traducido para Rebelión por S. Seguí
“Para los pobres, el cambio significa alimento y empleo, no un código más permisivo en el vestir o el ocio… La política en Irán tiene mucho más que ver con la lucha de clases que con la religión.” Financial Times, editorial (15.6.2009)
Introducción
No hay prácticamente unas elecciones en las que la Casa Blanca tenga algo en juego, en las que la derrota electoral del candidato pro estadounidense no sea denunciada como ilegítima por toda la élite política y de los medios de comunicación. Últimamente, la Casa Blanca y sus seguidores proclamaron que había fraude en las elecciones libres (y supervisadas) celebradas en Venezuela y Gaza, a la vez que celebraban alegremente el éxito electoral en Líbano, a pesar de que la coalición liderada por Hezbolá recibió más del 53% de los votos.
Las elecciones iraníes del pasado 12 de junio son un ejemplo clásico: el candidato nacionalista-populista, Mahmoud Ahmadineyad, recibió el 63,3% de los votos (24,5 millones), mientras que el candidato de la oposición, apoyado por los países occidentales, Hosein Musaví recibía el 34,2% (3,2 millones). Estas elecciones alcanzaron una participación récord de más del 80% del electorado, con un número de votos provenientes del extranjero de 234.812, de los que 111.792 fueron a parar a Musaví y 78.300 a Ahmadineyad. La oposición liderada por Musaví no aceptó la derrota y organizó una serie de manifestaciones masivas que desembocaron en actos de violencia, como quema y destrucción de automóviles, bancos, edificios públicos y confrontaciones armadas con la policía y otras autoridades. Casi todo el espectro de comentaristas occidentales, entre otros los de los principales medios impresos y electrónicos, y los principales sitios Internet de tendencia liberal, izquierdista, libertaria y conservadora, se hicieron eco de la afirmación de la oposición de fraude electoral a gran escala. Los neoconservadores, los conservadores libertarios y los trotskistas se unieron a los sionistas para aclamar a los manifestantes de la oposición como avanzadilla de una revolución democrática. Demócratas y republicanos condenaron al gobierno iraní, se negaron a reconocer los resultados de la votación y dieron respaldo a los esfuerzos de los manifestantes por revocar el resultado electoral. El New York Times, la CNN, el Washington Post, el ministerio de Asuntos Exteriores de Israel y todos los líderes de las principales organizaciones judías estadounidenses pidieron sanciones más duras contra Irán y anunciaron la defunción del diálogo propuesto por el presidente Obama con Irán.
El timo del fraude electoral
Los líderes occidentales rechazaron los resultados porque sabían que su candidato reformista no podía perder… Durante meses publicaron diariamente entrevistas, editoriales e informes desde el terreno detallando los fallos del gobierno de Mahmoud Ahmadineyad y citando el apoyo aportado por los clérigos, ex funcionarios, comerciantes y sobre todo mujeres y jóvenes urbanos que hablan inglés, con el fin de probar que Hosein Musaví iba a ganar con toda facilidad. La victoria de éste se describía como la de las voces de la moderación, es decir, la versión de la Casa Blanca de este vacío tópico. Destacados académicos progresistas dedujeron que el recuento de los votos fue fraudulento porque el candidato de la oposición, Musaví, perdió en su propio enclave étnico azerí. Otros académicos aseguraron que el voto joven –basándose en entrevistas con jóvenes universitarios de clase media y alta de los barrios del norte de Teherán– estaban abrumadoramente a favor del candidato reformista.
Lo que resulta asombroso de la condena occidental general de los resultados electorales por fraude es que no hay ni asomo de pruebas sobre papel o fruto de la observación presentadas antes o una semana después del recuento. Durante toda la campaña electoral, no hubo ninguna acusación creíble (o incluso dudosa) de manipulación de votos. Mientras los medios occidentales creían su propia propaganda de una inminente victoria de su candidato, describían un proceso electoral altamente competido, con encendidos debates públicos y niveles sin precedentes de actividad pública, sin ningún obstáculo para el proselitismo. La creencia en una elección libre y abierta era tan fuerte que los líderes y los medios occidentales estaban convencidos de que ganaría su candidato favorito.
Los medios occidentales confiaban en sus reporteros que cubrían las grandes manifestaciones de los seguidores de la oposición, a la vez que ignoraban o quitaban importancia a las favorables a Ahmadineyad. Peor aún, los medios occidentales no prestaban atención a la composición de clase de las diferentes manifestaciones, sin percatarse de que el candidato presidente recibía el apoyo de la mucho más numerosa clase trabajadora pobre, los campesinos, los artesanos y los funcionarios, mientras que el grueso de las manifestaciones de la oposición estaba formado por estudiantes de clase media y alta y miembros de la clase profesional y de negocios.
Además, la mayor parte de las proyecciones de los líderes de opinión y reporteros occidentales basados en Teherán eran extrapolaciones de sus observaciones en la capital, y pocos fueron los que se aventuraron en las provincias, las poblaciones pequeñas y medias y los pueblos, donde Mahmoud Ahmadineyad tiene su base de apoyo. Asimismo, los seguidores de la oposición eran una minoría de estudiantes fácilmente movilizables para realizar actividades de calle, mientras que el apoyo de Mahmoud Ahmadineyad contaba con la mayoría de los jóvenes trabajadores, hombres y mujeres, y amas de casa, que expresaron su opinión ante las urnas y no tenían tiempo o ganas de participar en la política de la calle.
Una serie de expertos periodísticos, entre otros Gideon Rachman del Financial Times, afirma como evidencia del fraude electoral el hecho de que Mahmoud Ahmadineyad consiguiera el 63% de los votos en una provincia de lengua azerí, contra su oponente Musaví, de la etnia azerí. La suposición simplista es que la identidad étnica o la pertenencia a un grupo lingüístico es la única explicación posible del comportamiento electoral, y no otros intereses sociales o de clase. Una mirada más atenta al comportamiento electoral en la región de Azerbayán oriental iraní revela que Musaví ganó sólo en la ciudad de Shabestar entre las clases alta y media (y solo por un estrecho margen), mientras que fue derrotado estrepitosamente en las zonas rurales, en las que las políticas redistributivas del gobierno han contribuido a que los azeríes se librasen de las deudas, obtuviesen créditos asequibles y préstamos para los campesinos. Musaví ganó, es cierto, en la región de Azerbayán occidental, donde utilizó sus vínculos étnicos para conseguir el voto urbano. En la provincia de Teherán, densamente poblada, Musaví ganó a Mahmoud Ahmadineyad en los centros urbanos de Teherán y Shemiranat gracias a los votos de los distritos de clase media y alta, mientras que perdió por mucha diferencia en los suburbios cercanos de clase trabajadora, las pequeñas ciudades y las zonas rurales.
El énfasis en el voto étnico, superficial y distorsionado, que aportan los colaboradores del Financial Times y del New York Times para justificar que la victoria de Ahmadineyad se debe al “robo de votos” es equiparable a la negativa deliberada de los medios de comunicación a reconocer una encuesta de opinión, rigurosa y de ámbito nacional, llevada a cabo por dos expertos estadounidenses tres semanas antes de las elecciones, que mostró que Mahmoud Ahmadineyad tenía a su favor un porcentaje de votos de dos a uno, más incluso que el obtenido en su victoria electoral del 12 de junio. La encuesta reveló que entre los azeríes Ahmadineyad superaba en una proporción de dos a uno a Musaví, demostrando así cómo los intereses de clase representados por uno de los candidatos pueden vencer la identificación étnica del otro candidato (Washington Post 15.6.2009). El único grupo que apoyó decididamente a Musaví fue el de los estudiantes y licenciados universitarios, los comerciantes propietarios y la clase media alta. El voto de los jóvenes, que los medios occidentales presentaron como pro reformistas, fueron una clara minoría inferior al 30%, pero venían de un grupo privilegiado, conocedor de la lengua inglesa y con capacidad para hacerse oír, que gozó del monopolio de los medios occidentales. Su presencia abrumadora en las noticias de prensa occidentales creó lo que se ha calificado de síndrome del norte de Teherán, en referencia al confortable enclave de la clase alta de donde vienen muchos de estos estudiantes. Aunque sepan expresarse, vistan bien y hablen inglés correctamente, fueron vencidos con claridad en el secreto de la cabina de voto.
En general, Ahmadineyad obtuvo buenos resultados en las provincias petroleras y de la industria petroquímica, lo que podría ser un reflejo de la oposición de los trabajadores de esta industria al programa reformista, que incluye la privatización de empresas públicas. Del mismo modo, el presidente tuvo buenos resultados en las provincias fronterizas con su énfasis en el reforzamiento de la seguridad nacional ante las amenazas estadounidenses e israelíes, a la vista de una escalada de ataques terroristas patrocinados por Estados Unidos a partir de Pakistán, y de incursiones israelíes desde el Kurdistán iraquí, que han matado a docenas de ciudadanos iraníes. El patrocinio y la financiación masiva de los grupos que realizan estos ataques forma parte de la política oficial de EE UU desde el gobierno Bush, que no ha sido repudiada por el presidente Obama, al contrario, se han incrementado en el periodo previo a los comicios.
Lo que los comentadores occidentales y sus protegidos iraníes han ignorado es el fuerte impacto que las devastadoras guerras y ocupación de Iraq y Afganistán han tenido en la opinión pública iraní. La decidida postura de Mahmoud Ahmadineyad en materia de defensa contrasta con las adoptadas por muchos de los propagandistas de campaña de la ocupación, débiles y pro occidentales.
La gran mayoría de votantes de Ahmadineyad probablemente pensaron que los intereses de seguridad nacional, la integridad del país y el sistema de seguridad social, con todos sus defectos y excesos, estarían mejor defendidos y mejorarían con éste que con unos tecnócratas de clase alta apoyados por una juventud privilegiada pro occidental que anteponen los estilos de vida individuales a los valores comunitarios y la solidaridad.
La demografía de la votación revela una auténtica polarización de clase que ha enfrentado a un grupo de individualistas capitalistas de alto nivel de ingreso y orientación librecambista con una clase trabajadora de bajos ingresos, defensores de base de la economía moral en la que la usura y el beneficio están limitados por preceptos religiosos. Los abiertos ataques por parte de economistas de la oposición a los gastos sociales del gobierno, el crédito fácil y las altas subvenciones para los productos básicos de alimentación no han contribuido a congraciarlos con la mayoría de los iraníes que se benefician de dichos programas. Del Estado persiste la imagen de protector y benefactor de los trabajadores pobres contra el mercado, que representa la riqueza, el poder, el privilegio y la corrupción. Los ataques de la oposición contra la intransigente política exterior y posiciones que alienan a Occidente sólo fueron bien acogidos entre los estudiantes universitarios liberales y los grupos de negocios de importación y exportación. Para muchos iraníes, el rearme militar del régimen es visto como lo que impide un ataque estadounidense o israelí.
La escala del déficit electoral de la oposición debería indicarnos hasta qué punto está fuera de contacto con las preocupaciones vitales de su propia gente. Debería recordarles también que al acercarse a la opinión occidental se han alejado de los intereses cotidianos de seguridad, alojamiento, empleo y alimentos subvencionados que hacen la vida tolerable a los que viven por debajo del nivel de la clase media y fuera de las privilegiadas puertas de la Universidad de Teherán.
El éxito electoral de Ahmadineyad, visto en una perspectiva histórica comparada, no debería ser una sorpresa. En competiciones electorales similares en que se han enfrentado nacionalistas-populistas contra liberales pro occidentales, los populistas han ganado. Ejemplos del pasado serían Juan Domingo Perón, en Argentina, y, más recientemente, Hugo Chávez, en Venezuela, Evo Morales, en Bolivia, e incluso Lula da Silva, en Brasil, todos los cuales han demostrado su capacidad para conseguirse en torno o por encima del 60% de los votos en elecciones libres. Las mayorías votantes de estos países prefieren la seguridad social a los mercados sin trabas y la seguridad nacional al alineamiento con los imperios militares.
Las consecuencias de la victoria electoral de Mahmoud Ahmadineyad están abiertas a discusión. Estados Unidos puede sacar en conclusión que seguir apoyando a una minoría dotada de voz pero duramente derrotada tiene pocas perspectivas de conseguir concesiones en materia de enriquecimiento nuclear o de abandono del apoyo de Irán a Hezbolá y Hamás. Un enfoque realista sería abrir unas conversaciones amplias con Irán, y reconocer, tal como el senador John Kerry destacó recientemente, que el enriquecimiento de uranio no constituye una amenaza existencial para nadie. Este enfoque sería radicalmente diferente del de los sionistas estadounidenses instalados en el gobierno de Obama, que siguen la línea de Israel de promover una guerra preventiva con Irán y utilizar el espúreo argumento de que no hay negociación posible con un gobierno ilegítimo en Teherán, que ha robado las elecciones.
Acontecimientos recientes sugieren que los líderes políticos europeos, y algunos de Washington, no aceptan la argumentación de los medios sionistas de que ha habido elecciones robadas. La Casa Blanca no ha suspendido su oferta de negociaciones con el gobierno recién reelegido, pero se ha centrado en cambio en la represión de los opositores (y no en el recuento de votos). Del mismo modo, los 27 países que forman la Unión Europea han expresado su “seria preocupación por la violencia” y han instado a que “las aspiraciones del pueblo iraní se cumplan por medios pacíficos y se respete la libertad de expresión.” (Financial Times, 16.6.2009, p.4). Excepto Nicolas Sarkozy, ningún líder de la UE ha puesto en cuestión el resultado de los comicios.
El comodín en este epílogo de las elecciones es la respuesta israelí: Netanyahu ha indicado a sus seguidores sionistas estadounidenses que deben utilizar el timo del fraude electoral para ejercer una presión máxima sobre el gobierno de Obama para que ponga fin a todos sus planes de reunirse con el gobierno reelegido de Ahmadineyad.
Paradójicamente, los comentadores de Estados Unidos –de izquierda, derecha y centro– que se han tragado el timo del fraude electoral proporcionan, sin proponérselo, a Netanyahu y sus seguidores estadounidenses argumentos y mentiras: donde ven guerras religiosas, nosotros vemos lucha de clases; donde ven fraude electoral, vemos desestabilización imperial.
Rebelión
Traducido para Rebelión por S. Seguí
“Para los pobres, el cambio significa alimento y empleo, no un código más permisivo en el vestir o el ocio… La política en Irán tiene mucho más que ver con la lucha de clases que con la religión.” Financial Times, editorial (15.6.2009)
Introducción
No hay prácticamente unas elecciones en las que la Casa Blanca tenga algo en juego, en las que la derrota electoral del candidato pro estadounidense no sea denunciada como ilegítima por toda la élite política y de los medios de comunicación. Últimamente, la Casa Blanca y sus seguidores proclamaron que había fraude en las elecciones libres (y supervisadas) celebradas en Venezuela y Gaza, a la vez que celebraban alegremente el éxito electoral en Líbano, a pesar de que la coalición liderada por Hezbolá recibió más del 53% de los votos.
Las elecciones iraníes del pasado 12 de junio son un ejemplo clásico: el candidato nacionalista-populista, Mahmoud Ahmadineyad, recibió el 63,3% de los votos (24,5 millones), mientras que el candidato de la oposición, apoyado por los países occidentales, Hosein Musaví recibía el 34,2% (3,2 millones). Estas elecciones alcanzaron una participación récord de más del 80% del electorado, con un número de votos provenientes del extranjero de 234.812, de los que 111.792 fueron a parar a Musaví y 78.300 a Ahmadineyad. La oposición liderada por Musaví no aceptó la derrota y organizó una serie de manifestaciones masivas que desembocaron en actos de violencia, como quema y destrucción de automóviles, bancos, edificios públicos y confrontaciones armadas con la policía y otras autoridades. Casi todo el espectro de comentaristas occidentales, entre otros los de los principales medios impresos y electrónicos, y los principales sitios Internet de tendencia liberal, izquierdista, libertaria y conservadora, se hicieron eco de la afirmación de la oposición de fraude electoral a gran escala. Los neoconservadores, los conservadores libertarios y los trotskistas se unieron a los sionistas para aclamar a los manifestantes de la oposición como avanzadilla de una revolución democrática. Demócratas y republicanos condenaron al gobierno iraní, se negaron a reconocer los resultados de la votación y dieron respaldo a los esfuerzos de los manifestantes por revocar el resultado electoral. El New York Times, la CNN, el Washington Post, el ministerio de Asuntos Exteriores de Israel y todos los líderes de las principales organizaciones judías estadounidenses pidieron sanciones más duras contra Irán y anunciaron la defunción del diálogo propuesto por el presidente Obama con Irán.
El timo del fraude electoral
Los líderes occidentales rechazaron los resultados porque sabían que su candidato reformista no podía perder… Durante meses publicaron diariamente entrevistas, editoriales e informes desde el terreno detallando los fallos del gobierno de Mahmoud Ahmadineyad y citando el apoyo aportado por los clérigos, ex funcionarios, comerciantes y sobre todo mujeres y jóvenes urbanos que hablan inglés, con el fin de probar que Hosein Musaví iba a ganar con toda facilidad. La victoria de éste se describía como la de las voces de la moderación, es decir, la versión de la Casa Blanca de este vacío tópico. Destacados académicos progresistas dedujeron que el recuento de los votos fue fraudulento porque el candidato de la oposición, Musaví, perdió en su propio enclave étnico azerí. Otros académicos aseguraron que el voto joven –basándose en entrevistas con jóvenes universitarios de clase media y alta de los barrios del norte de Teherán– estaban abrumadoramente a favor del candidato reformista.
Lo que resulta asombroso de la condena occidental general de los resultados electorales por fraude es que no hay ni asomo de pruebas sobre papel o fruto de la observación presentadas antes o una semana después del recuento. Durante toda la campaña electoral, no hubo ninguna acusación creíble (o incluso dudosa) de manipulación de votos. Mientras los medios occidentales creían su propia propaganda de una inminente victoria de su candidato, describían un proceso electoral altamente competido, con encendidos debates públicos y niveles sin precedentes de actividad pública, sin ningún obstáculo para el proselitismo. La creencia en una elección libre y abierta era tan fuerte que los líderes y los medios occidentales estaban convencidos de que ganaría su candidato favorito.
Los medios occidentales confiaban en sus reporteros que cubrían las grandes manifestaciones de los seguidores de la oposición, a la vez que ignoraban o quitaban importancia a las favorables a Ahmadineyad. Peor aún, los medios occidentales no prestaban atención a la composición de clase de las diferentes manifestaciones, sin percatarse de que el candidato presidente recibía el apoyo de la mucho más numerosa clase trabajadora pobre, los campesinos, los artesanos y los funcionarios, mientras que el grueso de las manifestaciones de la oposición estaba formado por estudiantes de clase media y alta y miembros de la clase profesional y de negocios.
Además, la mayor parte de las proyecciones de los líderes de opinión y reporteros occidentales basados en Teherán eran extrapolaciones de sus observaciones en la capital, y pocos fueron los que se aventuraron en las provincias, las poblaciones pequeñas y medias y los pueblos, donde Mahmoud Ahmadineyad tiene su base de apoyo. Asimismo, los seguidores de la oposición eran una minoría de estudiantes fácilmente movilizables para realizar actividades de calle, mientras que el apoyo de Mahmoud Ahmadineyad contaba con la mayoría de los jóvenes trabajadores, hombres y mujeres, y amas de casa, que expresaron su opinión ante las urnas y no tenían tiempo o ganas de participar en la política de la calle.
Una serie de expertos periodísticos, entre otros Gideon Rachman del Financial Times, afirma como evidencia del fraude electoral el hecho de que Mahmoud Ahmadineyad consiguiera el 63% de los votos en una provincia de lengua azerí, contra su oponente Musaví, de la etnia azerí. La suposición simplista es que la identidad étnica o la pertenencia a un grupo lingüístico es la única explicación posible del comportamiento electoral, y no otros intereses sociales o de clase. Una mirada más atenta al comportamiento electoral en la región de Azerbayán oriental iraní revela que Musaví ganó sólo en la ciudad de Shabestar entre las clases alta y media (y solo por un estrecho margen), mientras que fue derrotado estrepitosamente en las zonas rurales, en las que las políticas redistributivas del gobierno han contribuido a que los azeríes se librasen de las deudas, obtuviesen créditos asequibles y préstamos para los campesinos. Musaví ganó, es cierto, en la región de Azerbayán occidental, donde utilizó sus vínculos étnicos para conseguir el voto urbano. En la provincia de Teherán, densamente poblada, Musaví ganó a Mahmoud Ahmadineyad en los centros urbanos de Teherán y Shemiranat gracias a los votos de los distritos de clase media y alta, mientras que perdió por mucha diferencia en los suburbios cercanos de clase trabajadora, las pequeñas ciudades y las zonas rurales.
El énfasis en el voto étnico, superficial y distorsionado, que aportan los colaboradores del Financial Times y del New York Times para justificar que la victoria de Ahmadineyad se debe al “robo de votos” es equiparable a la negativa deliberada de los medios de comunicación a reconocer una encuesta de opinión, rigurosa y de ámbito nacional, llevada a cabo por dos expertos estadounidenses tres semanas antes de las elecciones, que mostró que Mahmoud Ahmadineyad tenía a su favor un porcentaje de votos de dos a uno, más incluso que el obtenido en su victoria electoral del 12 de junio. La encuesta reveló que entre los azeríes Ahmadineyad superaba en una proporción de dos a uno a Musaví, demostrando así cómo los intereses de clase representados por uno de los candidatos pueden vencer la identificación étnica del otro candidato (Washington Post 15.6.2009). El único grupo que apoyó decididamente a Musaví fue el de los estudiantes y licenciados universitarios, los comerciantes propietarios y la clase media alta. El voto de los jóvenes, que los medios occidentales presentaron como pro reformistas, fueron una clara minoría inferior al 30%, pero venían de un grupo privilegiado, conocedor de la lengua inglesa y con capacidad para hacerse oír, que gozó del monopolio de los medios occidentales. Su presencia abrumadora en las noticias de prensa occidentales creó lo que se ha calificado de síndrome del norte de Teherán, en referencia al confortable enclave de la clase alta de donde vienen muchos de estos estudiantes. Aunque sepan expresarse, vistan bien y hablen inglés correctamente, fueron vencidos con claridad en el secreto de la cabina de voto.
En general, Ahmadineyad obtuvo buenos resultados en las provincias petroleras y de la industria petroquímica, lo que podría ser un reflejo de la oposición de los trabajadores de esta industria al programa reformista, que incluye la privatización de empresas públicas. Del mismo modo, el presidente tuvo buenos resultados en las provincias fronterizas con su énfasis en el reforzamiento de la seguridad nacional ante las amenazas estadounidenses e israelíes, a la vista de una escalada de ataques terroristas patrocinados por Estados Unidos a partir de Pakistán, y de incursiones israelíes desde el Kurdistán iraquí, que han matado a docenas de ciudadanos iraníes. El patrocinio y la financiación masiva de los grupos que realizan estos ataques forma parte de la política oficial de EE UU desde el gobierno Bush, que no ha sido repudiada por el presidente Obama, al contrario, se han incrementado en el periodo previo a los comicios.
Lo que los comentadores occidentales y sus protegidos iraníes han ignorado es el fuerte impacto que las devastadoras guerras y ocupación de Iraq y Afganistán han tenido en la opinión pública iraní. La decidida postura de Mahmoud Ahmadineyad en materia de defensa contrasta con las adoptadas por muchos de los propagandistas de campaña de la ocupación, débiles y pro occidentales.
La gran mayoría de votantes de Ahmadineyad probablemente pensaron que los intereses de seguridad nacional, la integridad del país y el sistema de seguridad social, con todos sus defectos y excesos, estarían mejor defendidos y mejorarían con éste que con unos tecnócratas de clase alta apoyados por una juventud privilegiada pro occidental que anteponen los estilos de vida individuales a los valores comunitarios y la solidaridad.
La demografía de la votación revela una auténtica polarización de clase que ha enfrentado a un grupo de individualistas capitalistas de alto nivel de ingreso y orientación librecambista con una clase trabajadora de bajos ingresos, defensores de base de la economía moral en la que la usura y el beneficio están limitados por preceptos religiosos. Los abiertos ataques por parte de economistas de la oposición a los gastos sociales del gobierno, el crédito fácil y las altas subvenciones para los productos básicos de alimentación no han contribuido a congraciarlos con la mayoría de los iraníes que se benefician de dichos programas. Del Estado persiste la imagen de protector y benefactor de los trabajadores pobres contra el mercado, que representa la riqueza, el poder, el privilegio y la corrupción. Los ataques de la oposición contra la intransigente política exterior y posiciones que alienan a Occidente sólo fueron bien acogidos entre los estudiantes universitarios liberales y los grupos de negocios de importación y exportación. Para muchos iraníes, el rearme militar del régimen es visto como lo que impide un ataque estadounidense o israelí.
La escala del déficit electoral de la oposición debería indicarnos hasta qué punto está fuera de contacto con las preocupaciones vitales de su propia gente. Debería recordarles también que al acercarse a la opinión occidental se han alejado de los intereses cotidianos de seguridad, alojamiento, empleo y alimentos subvencionados que hacen la vida tolerable a los que viven por debajo del nivel de la clase media y fuera de las privilegiadas puertas de la Universidad de Teherán.
El éxito electoral de Ahmadineyad, visto en una perspectiva histórica comparada, no debería ser una sorpresa. En competiciones electorales similares en que se han enfrentado nacionalistas-populistas contra liberales pro occidentales, los populistas han ganado. Ejemplos del pasado serían Juan Domingo Perón, en Argentina, y, más recientemente, Hugo Chávez, en Venezuela, Evo Morales, en Bolivia, e incluso Lula da Silva, en Brasil, todos los cuales han demostrado su capacidad para conseguirse en torno o por encima del 60% de los votos en elecciones libres. Las mayorías votantes de estos países prefieren la seguridad social a los mercados sin trabas y la seguridad nacional al alineamiento con los imperios militares.
Las consecuencias de la victoria electoral de Mahmoud Ahmadineyad están abiertas a discusión. Estados Unidos puede sacar en conclusión que seguir apoyando a una minoría dotada de voz pero duramente derrotada tiene pocas perspectivas de conseguir concesiones en materia de enriquecimiento nuclear o de abandono del apoyo de Irán a Hezbolá y Hamás. Un enfoque realista sería abrir unas conversaciones amplias con Irán, y reconocer, tal como el senador John Kerry destacó recientemente, que el enriquecimiento de uranio no constituye una amenaza existencial para nadie. Este enfoque sería radicalmente diferente del de los sionistas estadounidenses instalados en el gobierno de Obama, que siguen la línea de Israel de promover una guerra preventiva con Irán y utilizar el espúreo argumento de que no hay negociación posible con un gobierno ilegítimo en Teherán, que ha robado las elecciones.
Acontecimientos recientes sugieren que los líderes políticos europeos, y algunos de Washington, no aceptan la argumentación de los medios sionistas de que ha habido elecciones robadas. La Casa Blanca no ha suspendido su oferta de negociaciones con el gobierno recién reelegido, pero se ha centrado en cambio en la represión de los opositores (y no en el recuento de votos). Del mismo modo, los 27 países que forman la Unión Europea han expresado su “seria preocupación por la violencia” y han instado a que “las aspiraciones del pueblo iraní se cumplan por medios pacíficos y se respete la libertad de expresión.” (Financial Times, 16.6.2009, p.4). Excepto Nicolas Sarkozy, ningún líder de la UE ha puesto en cuestión el resultado de los comicios.
El comodín en este epílogo de las elecciones es la respuesta israelí: Netanyahu ha indicado a sus seguidores sionistas estadounidenses que deben utilizar el timo del fraude electoral para ejercer una presión máxima sobre el gobierno de Obama para que ponga fin a todos sus planes de reunirse con el gobierno reelegido de Ahmadineyad.
Paradójicamente, los comentadores de Estados Unidos –de izquierda, derecha y centro– que se han tragado el timo del fraude electoral proporcionan, sin proponérselo, a Netanyahu y sus seguidores estadounidenses argumentos y mentiras: donde ven guerras religiosas, nosotros vemos lucha de clases; donde ven fraude electoral, vemos desestabilización imperial.
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¿Alguien por aquí tiene la paciencia de leerse los tochos copy&paste de Irgún?
En lugar de convertir el foro en un mirror de Rebelion.org podrías poner un resumen con un enlace y tu opinión, que es de lo que se trata.
En lugar de convertir el foro en un mirror de Rebelion.org podrías poner un resumen con un enlace y tu opinión, que es de lo que se trata.
Última edición por melilla el 22 Jun 2009, 02:43, editado 1 vez en total.
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Jamenei capea una tormenta en un vaso de agua
M K Bhadrakumar
Asia Times Online
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
Las capitales occidentales tienen que tomar una decisión difícil: ¿hasta cuándo se van a hacer ilusiones sobre el estallido de una revolución “de color” en Teherán? El peso recae casi por entero en Europa, ya que Washington tiene otras prioridades.
EE.UU. no puede permitir que lo vean apareciendo en la primera línea de ningún intento de despedazar el régimen iraní en este momento delicado de la política de Oriente Próximo. Teherán no perdonaría por lo menos durante otro cuarto de siglo un desatino estadounidense semejante, y el gobierno de Barack Obama tampoco tiene intenciones de cometer suicidio.
Dentro de Europa, no existe claridad sobre quién es el que encabeza la carga de la brigada ligera. Ningún país parece querer que se le vea al frente – con la excepción de la República Checa, que no tiene otra alternativa, ya que actualmente dirige la presidencia rotativa de la Unión Europea. Pero por otro lado, la mayoría de los países europeos probablemente preferirían perder la oportunidad de ser la pesadilla de Teherán, sino, siguiendo la costumbre, echarían rápidamente marcha atrás en cuanto vean que entra en función la ley de de los ingresos disminuidos y que la continuación de sus invectivas podría poner en peligro lucrativos intereses comerciales en Irán.
Decenas de miles de partidarios del candidato presidencial derrotado, Mir Hossein Musavi, han prometido que mantendrán sus protestas callejeras en Teherán el miércoles, a pesar de que las autoridades han prometido un recuento parcial de la votación del viernes en la que el presidente actual, Mahmud Ahmadineyad fue elegido por otro período de cuatro años.
No hay sitio para una revolución de color
Europa no tiene verdadera experiencia con la escenificación de revoluciones de color. Ha sido el lado fuerte de los estadounidenses – conceptualizado en el espacio post-soviético en Eurasia por el gobierno de Bill Clinton y aprovechado por los neoconservadores en el equipo de George W Bush. Los europeos fueron curiosos espectadores en Georgia, Ucrania y Kirguistán. Francia, en cierta medida, podría haber estado en una posición de confianza respecto al Líbano, pero en ese caso el resultado fue un revoltijo.
En todo caso, para utilizar las famosas palabras del líder bolchevique Vladimir Lenin en un contexto filosófico, la escenificación de una revolución de color en Teherán no es como romper un huevo. Las señales indican que la revolución de color que trata de nacer en las calles de Teherán ha sufrido un aborto. La participación de Ahmadineyad en la reunión en la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (SCO) en Ekaterimburgo, Rusia, sólo fue posible con la aprobación tácita del Supremo Líder, Ali Jamenei. Fue una decisión importante en una coyuntura crítica. Informes anteriores en los medios occidentales especularon que Ahmadineyad podría renunciar en vista del desarrollo de la situación política.
Evidentemente, el régimen decidió que Teherán no debiera de ninguna manera proyectar una atmósfera de crisis ya que ésta sólo serviría los intereses de los proponentes de una revolución de color dentro de Irán y en el extranjero. Para citar a un disidente iraní bien conocido, Ibrahim Yazdi: “Ciertamente, la brecha dentro de Irán, en lo político, se ampliará. Nuestra principal preocupación es cómo mantener vivo el entusiasmo que fue creado por la elección, a fin de monitorear y restringir el poder del gobierno. La única manera de contrarrestarlo es el poder del pueblo. Tenemos que organizarlo.”
¿Cómo le hace frente el régimen? Evidentemente, Jamenei es el que dirige y controla el aparato estatal. Navega diestramente el régimen por aguas tormentosas. La reunión de Jamenei con el principal candidato de la oposición en la elección, Musavi, merece atención. La declaración oficial presenta algunos puntos cruciales. Primero, Jamenei indicó inequívocamente a Musavi que el régimen no tolerará protestas callejeras y que por lo tanto debe “canalizar las protestas a través de organismos legales.” Ahora se hará extremadamente difícil que Musavi sea visto desafiando el dictado del Supremo Líder.
Segundo, Jamenei sugirió que no hay nada de extraordinario en la situación actual, en la medida en que “también en elecciones anteriores, hubo alguna gente y algunos candidatos que tuvieron algunos problemas.” Pero insistieron en el asunto a través del Consejo de Guardianes, que en todo caso tiene que aprobar la conducción de la elección presidencial en Irán.
La decisión existencial de Musavi
Sin embargo, el tercer punto mencionado por Jamenei es el más crucial. Acusó a las “acciones provocativas de los enemigos” así como “ciertos complots entre bastidores” que apuntaban a “crear caos en Irán.” Jamenei entonces continuó de un modo muy significativo para recordar a Musavi que “su carácter [el de Musavi] es diferente del de gente semejante y es necesario que usted se concentre en los problemas mediante la calma.”
La observación muy personal tuvo un toque de admonición, pero también de una invitación directa a un razonamiento que podría abrir puertas conducentes a caminos agradables por los cuales dos interlocutores que, después de todo se conocen desde hace tiempo, podrían dar un paseo. Fue una observación muy persa.
Jamenei virtualmente recordó a Musavi su antigua asociación, cuando este último sirvió bajo él como primer ministro de Irán, y cuando los dos no fueron sólo compañeros de lucha por la preservación de la revolución iraní durante los años críticos de la guerra Irán-Iraq en los años ochenta, sino trabajaron juntos para frustrar las astutas estratagemas de Ali Akbar Hashemi Rafsanjani, quien en su calidad de poderoso presidente del Majlis (parlamento) conspiró constantemente para arrogarse el poder estatal.
Durante ese período, Rafsanjani disparó constantemente contra Musavi y trató de debilitarlo, a pesar de que gozaba con el apoyo de Ayatolá Ruhollah Jomeini. En numerosas ocasiones, Rafsanjani le hizo la vida imposible desde la sala del Majlis, embarazándolo cuando buscó aprobación parlamentaria para sus acciones, menoscabando su autoridad para ejecutar su política y debilitando sistemáticamente su posición política en la opinión pública.
Rafsanjani ya había comenzado a maniobrar para reforzar su posición a la espera de la era post-Jomeini. Al enfermar Jomeini, Rafsanjani se volvió más perentorio. De hecho, Musavi llegó a identificarse con revolucionarios iraníes, como Ahmadineyad), que se horrorizaron ante la sugerencia de Rafsanjani de que Jomeini “bebiera del cáliz del veneno” y ordenara un cese al fuego para terminar la guerra Irán-Iraq lo que significaba efectivamente que se permitiera que Sadam Husein tomara la ruta del escape. Fueron tiempos tumultuosos en los que la suerte de la revolución iraní de 1979 colgaba de un hilo.
El principal escollo fue la política económica del gobierno de Musavi. Rafsanjani quería una política que satisficiera al bazar de Teherán, que beneficiara a miembros de su familia así como a grandes secciones del clero corrupto, que estaban alineados con él. Pero Musavi optó por el control estatal de la economía e insistió en que actuaba de acuerdo con los ideales de la revolución y los deseos de Jomeini. Lo que Rafsanjani propuso durante esos años difíciles era que se diera latitud a su clan y a otros parásitos para que lucraran con la guerra. La respuesta de Musavi fue un firme “no” y mantuvo la política económica austera.
Cuando terminó la guerra de ocho años con Iraq en agosto de 1988, Rafsanjani propuso que Irán debía diluir sus ideales revolucionarios y aceptar ayuda occidental para la reconstrucción. (La familia Rafsanjani hizo inicialmente su fortuna exportando productos iraníes como pistachos y alfombras a EE.UU.) Pero Musavi se mantuvo firme en su desacuerdo y se negó a ir a contrapelo de la revolución. Finalmente, cuando las riendas del poder pasaron a sus manos como presidente, la furia de Rafsanjani no tuvo límites. Vengativo por naturaleza, literalmente impulsó a Musavi al exilio político. El ex primer ministro abandonó de manera
sumaria la política y volvió a su profesión de arquitectura y enseñanza.
Por lo tanto, Jamenei prácticamente refrescó la memoria de Musavi en su reunión en Teherán, sugiriendo que este último no se uniera a Rafsanjani en su contra. Sugirió que Rafsanjani y sus círculos simplemente lo estaban utilizando para sus fines políticos. Jamenei virtualmente recordó a Musavi su antiguo electorado. Por cierto, como primer ministro (1981-1989), Musavi tuvo una reputación impecable como partidario de la línea dura – tal como actualmente la “comunidad internacional” ve a Ahmadineyad. En un artículo memorable escrito en 1988, la revista Economist lo describió como “radical firme.”
Jamenei terminó su conversación con Musavi, “admirando” la masiva participación en la elección del viernes y “subrayando una vez más su naturaleza saludable y calma.” Permitió sutilmente que Musavi se formara una idea sobre sus procesos mentales frente a la actual situación. Mientras tanto, Jamenei ha instruido al Consejo de Guardianes para que estudie las apelaciones sobre la elección y dé su opinión dentro entre una semana y 10 días. También realizó una reunión conjunta con los representantes de los cuatro candidatos en la elección y funcionarios del Consejo de Guardianes de doce miembros y del Ministerio del Interior. En la reunión, Jamenei utilizó un lenguaje duro para describir a los manifestantes en las calles como “vándalos” por haber dañado propiedad del Estado. Dijo a los partidarios de los candidatos que se distanciaran de los “vándalos” y que apoyaran la paz en el país ya que la elección “no debería causar divisiones.”
Jamenei agregó: “Habría habido incidentes” aunque el resultado de la elección hubiera sido diferente, ya que “cierta gente” está contra la unidad de la nación iraní y la solidaridad del sistema islámico. Ofreció que se podría organizar un recuento parcial de los votos en las elecciones, si fuera necesario. Pero concluyó presentando su propia opinión: “Los que están a cargo de supervisar las elecciones son siempre gente digna de confianza.”
Teherán desaira a Europa
Al mismo tiempo, Teherán ha desairado los intentos europeos de interferir. Lo ha hecho al nivel diplomático adecuado: El Ministerio de Exteriores convocó a los enviados de Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia y Holanda. Además, un “mitin de unidad” realizado en Teherán por partidarios de Ahmadineyad condenó a “enemigos, particularmente EE.UU., Gran Bretaña e Israel… [por] interferir en los asuntos internos de Irán, conspirando contra el gobierno y dando apoyo mediático a grupos enemigos, alborotadores y gamberros sociales y políticos que tratan de avivar el caos en la República Islámica.”
En resumidas cuentas, las capitales occidentales tomarán nota de que la esperanza de que una revolución de color pueda revocar la victoria de Ahmadineyad o, en el mejor de los casos, llevar al derrocamiento del régimen iraní es inverosímil y casi extravagante. La magnitud de las protestas callejeras ha disminuido en Teherán, aunque persisten algunas incertidumbres. Por lo tanto parece que la esperanza de que haya un levantamiento popular en todo el país es también improbable.
Si el astuto temperamento político de Rafsanjani ha de servir de guía, tratará de pasar muy desapercibido y en general evitará llamar la atención. Mientras tanto, realizará una cierta coordinación con sus contactos en el aparato del poder, extenderá sus extraordinarias antenas políticas y realizará una cuidadosa evaluación en cuanto a la posibilidad de un compromiso con los que controlan el poder y cuándo conviene proceder a su próximo movimiento. En primer lugar debe sobrevivir para luchar en otra oportunidad. Eso podría requerir algunos compromisos. Después de todo, la política es el arte de lo posible. De modo que, sin inmutarse, podría dar la espalda a Musavi y al ex presidente Mohammed Jatami, que después de todo, fueron sus aliados temporales en la reciente epopeya.
¿Tendrá otra oportunidad? Es una gran pregunta. A Rafsanjani parece habérsele acabado el tiempo. Ahmadineyad ha proyectado repetidamente una acción “contra la corrupción” como puntal importante de su nueva presidencia. ¿Fue simple retórica electoral, u optará por la familia Rafsanjani, que tiene tantos trapos sucios que ocultar? Todo depende de lo que piense Jamenei. Puede estimar que esta vez el “tiburón” fue demasiado lejos en la conspiración por un ataque letal que podría haber tenido éxito. O, podría permitir que lo pasado, pasado está.
Rafsanjani es sin duda el favorito de Occidente – y de los gobernantes árabes autoritarios “pro-Occidentales” en la región. La elección difícil para las capitales europeas es cuánta ventaja propagandística desean extraer de esta etapa antes de seguir adelante. Una vez que comience un acercamiento entre EE.UU. e Irán, las compañías europeas llegarán corriendo a la busca de contratos petroleros. Si el desafortunado gasoducto Nabucco de la Unión Europea tiene alguna posibilidad de materializarse, dependerá primordialmente del acceso al gas iraní.
Las capitales europeas habrán notado también que los países de Oriente Próximo se muestran muy reticentes antes de apuntar a Teherán por no practicar una democracia al estilo occidental. Los regímenes árabes autocráticos se pondrán nerviosos si la enfermedad contagiosa de la revolución de color apareciera en Irán. Podría terminar por extenderse al paisaje político de Oriente Próximo. No sorprende que la única excepción haya sido Israel (y sus amigos en los medios), que tiene un interés creado en la frustración de un acercamiento entre EE.UU. e Irán y que no dejarán pasar fácilmente una oportunidad de satanizar a
Ahmadineyad.
Por otra parte, tres importantes vecinos de Irán – Pakistán, Afganistán y Azerbaiyán – felicitaron rápidamente a Ahmadineyad, mucho antes de que el protocolo lo exigiera. Ahmadineyad también fue calurosamente saludado en la cumbre de la SCO.
“Irán, Rusia y China son tres importantes polos económicos y políticos que asisten a la cumbre [de la SCO]… Juegan importantes papeles en el manejo de los acontecimientos actuales y futuros del mundo,” fue lo que según las informaciones dijo Ahmadineyad al People's Daily que también destacó el ataque de Ahmadineyad en su discurso contra “el orden mundial unipolar.” Por su parte, Moscú dijo en una declaración específica que: “las elecciones iraníes son un asunto interior de Irán. Saludamos el hecho de que las elecciones hayan tenido lugar, saludamos al nuevo presidente en suelo ruso y consideramos que es simbólico que haya hecho su primera visita [como recién elegido presidente] a Rusia. Esto permite esperanzas para el progreso en las relaciones bilaterales.” El presidente ruso Dmitry Medvedev planificó una reunión bilateral con Ahmadineyad en Ekaterimburgo.
Jamenei dejó en claro en las últimas semanas que el gobierno de Obama encontrará un interlocutor resuelto cuando comiencen dentro de poco las negociaciones directas entre EE.UU. e Iraq. Jamenei no se dejará ablandar por tácticas de presión occidentales no importa cuántas sean. Con Ahmadineyad en su puesto de presidente, Jamenei tiene a su equipo en posición.
El gobierno de Obama enfrenta difíciles decisiones. La agitación en Teherán se está convirtiendo rápidamente en una revolución Twitter”. Nada semejante ha sucedido antes allí, a pesar de todos los esfuerzos del ex presidente Dick Cheney de EE.UU., quien durante mucho más de cuatro años ha estado provocando un “cambio de régimen.”
EE.UU. detecta el potencial para una “revolución Twitter” en Irán. Antes, en Moldavia, se estudió el potencial de Twitter para gatillar convulsiones en el estado anímico de la población. El Departamento de Estado de EE.UU. confirmó el martes que había contactado a Twitter para instarlo a retardar una actualización programada que hubiera reducido el servicio durante el día a los iraníes. Pero un portavoz del departamento desmintió que sus contactos con Twitter signifiquen una intervención en los asuntos internos de Irán – la susceptibilidad de EE.UU. ante la posibilidad de causar molestias al régimen iraní es obvia.
Al mismo tiempo, Obama tiene que preocuparse de que disturbios en Irán puedan frustrar sus planes para iniciar un acercamiento directo con Teherán dentro de los próximos días o semanas. Al contrario, debe enfrentar la presión del influyente lobby israelí en EE.UU., descontento porque Washington no aprieta suficientemente fuerte el pedal a favor de una revolución de color el Irán. Pero Obama va despacio. Dijo tarde el martes que no parece haber diferencias políticas entre Ahmadineyad y Musavi. “La diferencia entre Ahmadineyad y Musavi en cuanto a sus políticas reales podría no ser tan grande como se ha publicitado. De una u otra manera, vamos a tratar con un régimen iraní que ha sido tradicionalmente hostil a EE.UU.
Es una formulación hábilmente redactada. A primera vista, Obama satisface al régimen en Teherán en la medida en que se muestra “distante” en lo que respecta a los próximos días en las protestas en las calles o por las deliberaciones del Consejo de Guardianes de Irán. Está bien. Pero, por otra parte, Obama también neutraliza inteligentemente toda afirmación de que el fenómeno Rafsanjani-Jatami-Musavi sea de alguna manera estigmatizado por el régimen iraní como “pro-EE.UU.”. La observación de Obama ayuda a la oposición iraní a sostener que sus motivaciones son exclusivamente impulsadas por los intereses nacionales de Irán.
--------
El Embajador M K Bhadrakumar fue diplomático de carrera del Servicio Exterior de la India. Entre los puestos desempeñados figuran los ejercidos en la Unión Soviética, Corea del Sur, Sri Lanka, Alemania, Afganistán, Pakistán, Uzbekistán, Kuwait y Turquía.
Asia Times Online
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
Las capitales occidentales tienen que tomar una decisión difícil: ¿hasta cuándo se van a hacer ilusiones sobre el estallido de una revolución “de color” en Teherán? El peso recae casi por entero en Europa, ya que Washington tiene otras prioridades.
EE.UU. no puede permitir que lo vean apareciendo en la primera línea de ningún intento de despedazar el régimen iraní en este momento delicado de la política de Oriente Próximo. Teherán no perdonaría por lo menos durante otro cuarto de siglo un desatino estadounidense semejante, y el gobierno de Barack Obama tampoco tiene intenciones de cometer suicidio.
Dentro de Europa, no existe claridad sobre quién es el que encabeza la carga de la brigada ligera. Ningún país parece querer que se le vea al frente – con la excepción de la República Checa, que no tiene otra alternativa, ya que actualmente dirige la presidencia rotativa de la Unión Europea. Pero por otro lado, la mayoría de los países europeos probablemente preferirían perder la oportunidad de ser la pesadilla de Teherán, sino, siguiendo la costumbre, echarían rápidamente marcha atrás en cuanto vean que entra en función la ley de de los ingresos disminuidos y que la continuación de sus invectivas podría poner en peligro lucrativos intereses comerciales en Irán.
Decenas de miles de partidarios del candidato presidencial derrotado, Mir Hossein Musavi, han prometido que mantendrán sus protestas callejeras en Teherán el miércoles, a pesar de que las autoridades han prometido un recuento parcial de la votación del viernes en la que el presidente actual, Mahmud Ahmadineyad fue elegido por otro período de cuatro años.
No hay sitio para una revolución de color
Europa no tiene verdadera experiencia con la escenificación de revoluciones de color. Ha sido el lado fuerte de los estadounidenses – conceptualizado en el espacio post-soviético en Eurasia por el gobierno de Bill Clinton y aprovechado por los neoconservadores en el equipo de George W Bush. Los europeos fueron curiosos espectadores en Georgia, Ucrania y Kirguistán. Francia, en cierta medida, podría haber estado en una posición de confianza respecto al Líbano, pero en ese caso el resultado fue un revoltijo.
En todo caso, para utilizar las famosas palabras del líder bolchevique Vladimir Lenin en un contexto filosófico, la escenificación de una revolución de color en Teherán no es como romper un huevo. Las señales indican que la revolución de color que trata de nacer en las calles de Teherán ha sufrido un aborto. La participación de Ahmadineyad en la reunión en la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (SCO) en Ekaterimburgo, Rusia, sólo fue posible con la aprobación tácita del Supremo Líder, Ali Jamenei. Fue una decisión importante en una coyuntura crítica. Informes anteriores en los medios occidentales especularon que Ahmadineyad podría renunciar en vista del desarrollo de la situación política.
Evidentemente, el régimen decidió que Teherán no debiera de ninguna manera proyectar una atmósfera de crisis ya que ésta sólo serviría los intereses de los proponentes de una revolución de color dentro de Irán y en el extranjero. Para citar a un disidente iraní bien conocido, Ibrahim Yazdi: “Ciertamente, la brecha dentro de Irán, en lo político, se ampliará. Nuestra principal preocupación es cómo mantener vivo el entusiasmo que fue creado por la elección, a fin de monitorear y restringir el poder del gobierno. La única manera de contrarrestarlo es el poder del pueblo. Tenemos que organizarlo.”
¿Cómo le hace frente el régimen? Evidentemente, Jamenei es el que dirige y controla el aparato estatal. Navega diestramente el régimen por aguas tormentosas. La reunión de Jamenei con el principal candidato de la oposición en la elección, Musavi, merece atención. La declaración oficial presenta algunos puntos cruciales. Primero, Jamenei indicó inequívocamente a Musavi que el régimen no tolerará protestas callejeras y que por lo tanto debe “canalizar las protestas a través de organismos legales.” Ahora se hará extremadamente difícil que Musavi sea visto desafiando el dictado del Supremo Líder.
Segundo, Jamenei sugirió que no hay nada de extraordinario en la situación actual, en la medida en que “también en elecciones anteriores, hubo alguna gente y algunos candidatos que tuvieron algunos problemas.” Pero insistieron en el asunto a través del Consejo de Guardianes, que en todo caso tiene que aprobar la conducción de la elección presidencial en Irán.
La decisión existencial de Musavi
Sin embargo, el tercer punto mencionado por Jamenei es el más crucial. Acusó a las “acciones provocativas de los enemigos” así como “ciertos complots entre bastidores” que apuntaban a “crear caos en Irán.” Jamenei entonces continuó de un modo muy significativo para recordar a Musavi que “su carácter [el de Musavi] es diferente del de gente semejante y es necesario que usted se concentre en los problemas mediante la calma.”
La observación muy personal tuvo un toque de admonición, pero también de una invitación directa a un razonamiento que podría abrir puertas conducentes a caminos agradables por los cuales dos interlocutores que, después de todo se conocen desde hace tiempo, podrían dar un paseo. Fue una observación muy persa.
Jamenei virtualmente recordó a Musavi su antigua asociación, cuando este último sirvió bajo él como primer ministro de Irán, y cuando los dos no fueron sólo compañeros de lucha por la preservación de la revolución iraní durante los años críticos de la guerra Irán-Iraq en los años ochenta, sino trabajaron juntos para frustrar las astutas estratagemas de Ali Akbar Hashemi Rafsanjani, quien en su calidad de poderoso presidente del Majlis (parlamento) conspiró constantemente para arrogarse el poder estatal.
Durante ese período, Rafsanjani disparó constantemente contra Musavi y trató de debilitarlo, a pesar de que gozaba con el apoyo de Ayatolá Ruhollah Jomeini. En numerosas ocasiones, Rafsanjani le hizo la vida imposible desde la sala del Majlis, embarazándolo cuando buscó aprobación parlamentaria para sus acciones, menoscabando su autoridad para ejecutar su política y debilitando sistemáticamente su posición política en la opinión pública.
Rafsanjani ya había comenzado a maniobrar para reforzar su posición a la espera de la era post-Jomeini. Al enfermar Jomeini, Rafsanjani se volvió más perentorio. De hecho, Musavi llegó a identificarse con revolucionarios iraníes, como Ahmadineyad), que se horrorizaron ante la sugerencia de Rafsanjani de que Jomeini “bebiera del cáliz del veneno” y ordenara un cese al fuego para terminar la guerra Irán-Iraq lo que significaba efectivamente que se permitiera que Sadam Husein tomara la ruta del escape. Fueron tiempos tumultuosos en los que la suerte de la revolución iraní de 1979 colgaba de un hilo.
El principal escollo fue la política económica del gobierno de Musavi. Rafsanjani quería una política que satisficiera al bazar de Teherán, que beneficiara a miembros de su familia así como a grandes secciones del clero corrupto, que estaban alineados con él. Pero Musavi optó por el control estatal de la economía e insistió en que actuaba de acuerdo con los ideales de la revolución y los deseos de Jomeini. Lo que Rafsanjani propuso durante esos años difíciles era que se diera latitud a su clan y a otros parásitos para que lucraran con la guerra. La respuesta de Musavi fue un firme “no” y mantuvo la política económica austera.
Cuando terminó la guerra de ocho años con Iraq en agosto de 1988, Rafsanjani propuso que Irán debía diluir sus ideales revolucionarios y aceptar ayuda occidental para la reconstrucción. (La familia Rafsanjani hizo inicialmente su fortuna exportando productos iraníes como pistachos y alfombras a EE.UU.) Pero Musavi se mantuvo firme en su desacuerdo y se negó a ir a contrapelo de la revolución. Finalmente, cuando las riendas del poder pasaron a sus manos como presidente, la furia de Rafsanjani no tuvo límites. Vengativo por naturaleza, literalmente impulsó a Musavi al exilio político. El ex primer ministro abandonó de manera
sumaria la política y volvió a su profesión de arquitectura y enseñanza.
Por lo tanto, Jamenei prácticamente refrescó la memoria de Musavi en su reunión en Teherán, sugiriendo que este último no se uniera a Rafsanjani en su contra. Sugirió que Rafsanjani y sus círculos simplemente lo estaban utilizando para sus fines políticos. Jamenei virtualmente recordó a Musavi su antiguo electorado. Por cierto, como primer ministro (1981-1989), Musavi tuvo una reputación impecable como partidario de la línea dura – tal como actualmente la “comunidad internacional” ve a Ahmadineyad. En un artículo memorable escrito en 1988, la revista Economist lo describió como “radical firme.”
Jamenei terminó su conversación con Musavi, “admirando” la masiva participación en la elección del viernes y “subrayando una vez más su naturaleza saludable y calma.” Permitió sutilmente que Musavi se formara una idea sobre sus procesos mentales frente a la actual situación. Mientras tanto, Jamenei ha instruido al Consejo de Guardianes para que estudie las apelaciones sobre la elección y dé su opinión dentro entre una semana y 10 días. También realizó una reunión conjunta con los representantes de los cuatro candidatos en la elección y funcionarios del Consejo de Guardianes de doce miembros y del Ministerio del Interior. En la reunión, Jamenei utilizó un lenguaje duro para describir a los manifestantes en las calles como “vándalos” por haber dañado propiedad del Estado. Dijo a los partidarios de los candidatos que se distanciaran de los “vándalos” y que apoyaran la paz en el país ya que la elección “no debería causar divisiones.”
Jamenei agregó: “Habría habido incidentes” aunque el resultado de la elección hubiera sido diferente, ya que “cierta gente” está contra la unidad de la nación iraní y la solidaridad del sistema islámico. Ofreció que se podría organizar un recuento parcial de los votos en las elecciones, si fuera necesario. Pero concluyó presentando su propia opinión: “Los que están a cargo de supervisar las elecciones son siempre gente digna de confianza.”
Teherán desaira a Europa
Al mismo tiempo, Teherán ha desairado los intentos europeos de interferir. Lo ha hecho al nivel diplomático adecuado: El Ministerio de Exteriores convocó a los enviados de Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia y Holanda. Además, un “mitin de unidad” realizado en Teherán por partidarios de Ahmadineyad condenó a “enemigos, particularmente EE.UU., Gran Bretaña e Israel… [por] interferir en los asuntos internos de Irán, conspirando contra el gobierno y dando apoyo mediático a grupos enemigos, alborotadores y gamberros sociales y políticos que tratan de avivar el caos en la República Islámica.”
En resumidas cuentas, las capitales occidentales tomarán nota de que la esperanza de que una revolución de color pueda revocar la victoria de Ahmadineyad o, en el mejor de los casos, llevar al derrocamiento del régimen iraní es inverosímil y casi extravagante. La magnitud de las protestas callejeras ha disminuido en Teherán, aunque persisten algunas incertidumbres. Por lo tanto parece que la esperanza de que haya un levantamiento popular en todo el país es también improbable.
Si el astuto temperamento político de Rafsanjani ha de servir de guía, tratará de pasar muy desapercibido y en general evitará llamar la atención. Mientras tanto, realizará una cierta coordinación con sus contactos en el aparato del poder, extenderá sus extraordinarias antenas políticas y realizará una cuidadosa evaluación en cuanto a la posibilidad de un compromiso con los que controlan el poder y cuándo conviene proceder a su próximo movimiento. En primer lugar debe sobrevivir para luchar en otra oportunidad. Eso podría requerir algunos compromisos. Después de todo, la política es el arte de lo posible. De modo que, sin inmutarse, podría dar la espalda a Musavi y al ex presidente Mohammed Jatami, que después de todo, fueron sus aliados temporales en la reciente epopeya.
¿Tendrá otra oportunidad? Es una gran pregunta. A Rafsanjani parece habérsele acabado el tiempo. Ahmadineyad ha proyectado repetidamente una acción “contra la corrupción” como puntal importante de su nueva presidencia. ¿Fue simple retórica electoral, u optará por la familia Rafsanjani, que tiene tantos trapos sucios que ocultar? Todo depende de lo que piense Jamenei. Puede estimar que esta vez el “tiburón” fue demasiado lejos en la conspiración por un ataque letal que podría haber tenido éxito. O, podría permitir que lo pasado, pasado está.
Rafsanjani es sin duda el favorito de Occidente – y de los gobernantes árabes autoritarios “pro-Occidentales” en la región. La elección difícil para las capitales europeas es cuánta ventaja propagandística desean extraer de esta etapa antes de seguir adelante. Una vez que comience un acercamiento entre EE.UU. e Irán, las compañías europeas llegarán corriendo a la busca de contratos petroleros. Si el desafortunado gasoducto Nabucco de la Unión Europea tiene alguna posibilidad de materializarse, dependerá primordialmente del acceso al gas iraní.
Las capitales europeas habrán notado también que los países de Oriente Próximo se muestran muy reticentes antes de apuntar a Teherán por no practicar una democracia al estilo occidental. Los regímenes árabes autocráticos se pondrán nerviosos si la enfermedad contagiosa de la revolución de color apareciera en Irán. Podría terminar por extenderse al paisaje político de Oriente Próximo. No sorprende que la única excepción haya sido Israel (y sus amigos en los medios), que tiene un interés creado en la frustración de un acercamiento entre EE.UU. e Irán y que no dejarán pasar fácilmente una oportunidad de satanizar a
Ahmadineyad.
Por otra parte, tres importantes vecinos de Irán – Pakistán, Afganistán y Azerbaiyán – felicitaron rápidamente a Ahmadineyad, mucho antes de que el protocolo lo exigiera. Ahmadineyad también fue calurosamente saludado en la cumbre de la SCO.
“Irán, Rusia y China son tres importantes polos económicos y políticos que asisten a la cumbre [de la SCO]… Juegan importantes papeles en el manejo de los acontecimientos actuales y futuros del mundo,” fue lo que según las informaciones dijo Ahmadineyad al People's Daily que también destacó el ataque de Ahmadineyad en su discurso contra “el orden mundial unipolar.” Por su parte, Moscú dijo en una declaración específica que: “las elecciones iraníes son un asunto interior de Irán. Saludamos el hecho de que las elecciones hayan tenido lugar, saludamos al nuevo presidente en suelo ruso y consideramos que es simbólico que haya hecho su primera visita [como recién elegido presidente] a Rusia. Esto permite esperanzas para el progreso en las relaciones bilaterales.” El presidente ruso Dmitry Medvedev planificó una reunión bilateral con Ahmadineyad en Ekaterimburgo.
Jamenei dejó en claro en las últimas semanas que el gobierno de Obama encontrará un interlocutor resuelto cuando comiencen dentro de poco las negociaciones directas entre EE.UU. e Iraq. Jamenei no se dejará ablandar por tácticas de presión occidentales no importa cuántas sean. Con Ahmadineyad en su puesto de presidente, Jamenei tiene a su equipo en posición.
El gobierno de Obama enfrenta difíciles decisiones. La agitación en Teherán se está convirtiendo rápidamente en una revolución Twitter”. Nada semejante ha sucedido antes allí, a pesar de todos los esfuerzos del ex presidente Dick Cheney de EE.UU., quien durante mucho más de cuatro años ha estado provocando un “cambio de régimen.”
EE.UU. detecta el potencial para una “revolución Twitter” en Irán. Antes, en Moldavia, se estudió el potencial de Twitter para gatillar convulsiones en el estado anímico de la población. El Departamento de Estado de EE.UU. confirmó el martes que había contactado a Twitter para instarlo a retardar una actualización programada que hubiera reducido el servicio durante el día a los iraníes. Pero un portavoz del departamento desmintió que sus contactos con Twitter signifiquen una intervención en los asuntos internos de Irán – la susceptibilidad de EE.UU. ante la posibilidad de causar molestias al régimen iraní es obvia.
Al mismo tiempo, Obama tiene que preocuparse de que disturbios en Irán puedan frustrar sus planes para iniciar un acercamiento directo con Teherán dentro de los próximos días o semanas. Al contrario, debe enfrentar la presión del influyente lobby israelí en EE.UU., descontento porque Washington no aprieta suficientemente fuerte el pedal a favor de una revolución de color el Irán. Pero Obama va despacio. Dijo tarde el martes que no parece haber diferencias políticas entre Ahmadineyad y Musavi. “La diferencia entre Ahmadineyad y Musavi en cuanto a sus políticas reales podría no ser tan grande como se ha publicitado. De una u otra manera, vamos a tratar con un régimen iraní que ha sido tradicionalmente hostil a EE.UU.
Es una formulación hábilmente redactada. A primera vista, Obama satisface al régimen en Teherán en la medida en que se muestra “distante” en lo que respecta a los próximos días en las protestas en las calles o por las deliberaciones del Consejo de Guardianes de Irán. Está bien. Pero, por otra parte, Obama también neutraliza inteligentemente toda afirmación de que el fenómeno Rafsanjani-Jatami-Musavi sea de alguna manera estigmatizado por el régimen iraní como “pro-EE.UU.”. La observación de Obama ayuda a la oposición iraní a sostener que sus motivaciones son exclusivamente impulsadas por los intereses nacionales de Irán.
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El Embajador M K Bhadrakumar fue diplomático de carrera del Servicio Exterior de la India. Entre los puestos desempeñados figuran los ejercidos en la Unión Soviética, Corea del Sur, Sri Lanka, Alemania, Afganistán, Pakistán, Uzbekistán, Kuwait y Turquía.
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Jamenei capea una tormenta en un vaso de agua
M K Bhadrakumar
Asia Times Online
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
Las capitales occidentales tienen que tomar una decisión difícil: ¿hasta cuándo se van a hacer ilusiones sobre el estallido de una revolución “de color” en Teherán? El peso recae casi por entero en Europa, ya que Washington tiene otras prioridades.
EE.UU. no puede permitir que lo vean apareciendo en la primera línea de ningún intento de despedazar el régimen iraní en este momento delicado de la política de Oriente Próximo. Teherán no perdonaría por lo menos durante otro cuarto de siglo un desatino estadounidense semejante, y el gobierno de Barack Obama tampoco tiene intenciones de cometer suicidio.
Dentro de Europa, no existe claridad sobre quién es el que encabeza la carga de la brigada ligera. Ningún país parece querer que se le vea al frente – con la excepción de la República Checa, que no tiene otra alternativa, ya que actualmente dirige la presidencia rotativa de la Unión Europea. Pero por otro lado, la mayoría de los países europeos probablemente preferirían perder la oportunidad de ser la pesadilla de Teherán, sino, siguiendo la costumbre, echarían rápidamente marcha atrás en cuanto vean que entra en función la ley de de los ingresos disminuidos y que la continuación de sus invectivas podría poner en peligro lucrativos intereses comerciales en Irán.
Decenas de miles de partidarios del candidato presidencial derrotado, Mir Hossein Musavi, han prometido que mantendrán sus protestas callejeras en Teherán el miércoles, a pesar de que las autoridades han prometido un recuento parcial de la votación del viernes en la que el presidente actual, Mahmud Ahmadineyad fue elegido por otro período de cuatro años.
No hay sitio para una revolución de color
Europa no tiene verdadera experiencia con la escenificación de revoluciones de color. Ha sido el lado fuerte de los estadounidenses – conceptualizado en el espacio post-soviético en Eurasia por el gobierno de Bill Clinton y aprovechado por los neoconservadores en el equipo de George W Bush. Los europeos fueron curiosos espectadores en Georgia, Ucrania y Kirguistán. Francia, en cierta medida, podría haber estado en una posición de confianza respecto al Líbano, pero en ese caso el resultado fue un revoltijo.
En todo caso, para utilizar las famosas palabras del líder bolchevique Vladimir Lenin en un contexto filosófico, la escenificación de una revolución de color en Teherán no es como romper un huevo. Las señales indican que la revolución de color que trata de nacer en las calles de Teherán ha sufrido un aborto. La participación de Ahmadineyad en la reunión en la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (SCO) en Ekaterimburgo, Rusia, sólo fue posible con la aprobación tácita del Supremo Líder, Ali Jamenei. Fue una decisión importante en una coyuntura crítica. Informes anteriores en los medios occidentales especularon que Ahmadineyad podría renunciar en vista del desarrollo de la situación política.
Evidentemente, el régimen decidió que Teherán no debiera de ninguna manera proyectar una atmósfera de crisis ya que ésta sólo serviría los intereses de los proponentes de una revolución de color dentro de Irán y en el extranjero. Para citar a un disidente iraní bien conocido, Ibrahim Yazdi: “Ciertamente, la brecha dentro de Irán, en lo político, se ampliará. Nuestra principal preocupación es cómo mantener vivo el entusiasmo que fue creado por la elección, a fin de monitorear y restringir el poder del gobierno. La única manera de contrarrestarlo es el poder del pueblo. Tenemos que organizarlo.”
¿Cómo le hace frente el régimen? Evidentemente, Jamenei es el que dirige y controla el aparato estatal. Navega diestramente el régimen por aguas tormentosas. La reunión de Jamenei con el principal candidato de la oposición en la elección, Musavi, merece atención. La declaración oficial presenta algunos puntos cruciales. Primero, Jamenei indicó inequívocamente a Musavi que el régimen no tolerará protestas callejeras y que por lo tanto debe “canalizar las protestas a través de organismos legales.” Ahora se hará extremadamente difícil que Musavi sea visto desafiando el dictado del Supremo Líder.
Segundo, Jamenei sugirió que no hay nada de extraordinario en la situación actual, en la medida en que “también en elecciones anteriores, hubo alguna gente y algunos candidatos que tuvieron algunos problemas.” Pero insistieron en el asunto a través del Consejo de Guardianes, que en todo caso tiene que aprobar la conducción de la elección presidencial en Irán.
La decisión existencial de Musavi
Sin embargo, el tercer punto mencionado por Jamenei es el más crucial. Acusó a las “acciones provocativas de los enemigos” así como “ciertos complots entre bastidores” que apuntaban a “crear caos en Irán.” Jamenei entonces continuó de un modo muy significativo para recordar a Musavi que “su carácter [el de Musavi] es diferente del de gente semejante y es necesario que usted se concentre en los problemas mediante la calma.”
La observación muy personal tuvo un toque de admonición, pero también de una invitación directa a un razonamiento que podría abrir puertas conducentes a caminos agradables por los cuales dos interlocutores que, después de todo se conocen desde hace tiempo, podrían dar un paseo. Fue una observación muy persa.
Jamenei virtualmente recordó a Musavi su antigua asociación, cuando este último sirvió bajo él como primer ministro de Irán, y cuando los dos no fueron sólo compañeros de lucha por la preservación de la revolución iraní durante los años críticos de la guerra Irán-Iraq en los años ochenta, sino trabajaron juntos para frustrar las astutas estratagemas de Ali Akbar Hashemi Rafsanjani, quien en su calidad de poderoso presidente del Majlis (parlamento) conspiró constantemente para arrogarse el poder estatal.
Durante ese período, Rafsanjani disparó constantemente contra Musavi y trató de debilitarlo, a pesar de que gozaba con el apoyo de Ayatolá Ruhollah Jomeini. En numerosas ocasiones, Rafsanjani le hizo la vida imposible desde la sala del Majlis, embarazándolo cuando buscó aprobación parlamentaria para sus acciones, menoscabando su autoridad para ejecutar su política y debilitando sistemáticamente su posición política en la opinión pública.
Rafsanjani ya había comenzado a maniobrar para reforzar su posición a la espera de la era post-Jomeini. Al enfermar Jomeini, Rafsanjani se volvió más perentorio. De hecho, Musavi llegó a identificarse con revolucionarios iraníes, como Ahmadineyad), que se horrorizaron ante la sugerencia de Rafsanjani de que Jomeini “bebiera del cáliz del veneno” y ordenara un cese al fuego para terminar la guerra Irán-Iraq lo que significaba efectivamente que se permitiera que Sadam Husein tomara la ruta del escape. Fueron tiempos tumultuosos en los que la suerte de la revolución iraní de 1979 colgaba de un hilo.
El principal escollo fue la política económica del gobierno de Musavi. Rafsanjani quería una política que satisficiera al bazar de Teherán, que beneficiara a miembros de su familia así como a grandes secciones del clero corrupto, que estaban alineados con él. Pero Musavi optó por el control estatal de la economía e insistió en que actuaba de acuerdo con los ideales de la revolución y los deseos de Jomeini. Lo que Rafsanjani propuso durante esos años difíciles era que se diera latitud a su clan y a otros parásitos para que lucraran con la guerra. La respuesta de Musavi fue un firme “no” y mantuvo la política económica austera.
Cuando terminó la guerra de ocho años con Iraq en agosto de 1988, Rafsanjani propuso que Irán debía diluir sus ideales revolucionarios y aceptar ayuda occidental para la reconstrucción. (La familia Rafsanjani hizo inicialmente su fortuna exportando productos iraníes como pistachos y alfombras a EE.UU.) Pero Musavi se mantuvo firme en su desacuerdo y se negó a ir a contrapelo de la revolución. Finalmente, cuando las riendas del poder pasaron a sus manos como presidente, la furia de Rafsanjani no tuvo límites. Vengativo por naturaleza, literalmente impulsó a Musavi al exilio político. El ex primer ministro abandonó de manera
sumaria la política y volvió a su profesión de arquitectura y enseñanza.
Por lo tanto, Jamenei prácticamente refrescó la memoria de Musavi en su reunión en Teherán, sugiriendo que este último no se uniera a Rafsanjani en su contra. Sugirió que Rafsanjani y sus círculos simplemente lo estaban utilizando para sus fines políticos. Jamenei virtualmente recordó a Musavi su antiguo electorado. Por cierto, como primer ministro (1981-1989), Musavi tuvo una reputación impecable como partidario de la línea dura – tal como actualmente la “comunidad internacional” ve a Ahmadineyad. En un artículo memorable escrito en 1988, la revista Economist lo describió como “radical firme.”
Jamenei terminó su conversación con Musavi, “admirando” la masiva participación en la elección del viernes y “subrayando una vez más su naturaleza saludable y calma.” Permitió sutilmente que Musavi se formara una idea sobre sus procesos mentales frente a la actual situación. Mientras tanto, Jamenei ha instruido al Consejo de Guardianes para que estudie las apelaciones sobre la elección y dé su opinión dentro entre una semana y 10 días. También realizó una reunión conjunta con los representantes de los cuatro candidatos en la elección y funcionarios del Consejo de Guardianes de doce miembros y del Ministerio del Interior. En la reunión, Jamenei utilizó un lenguaje duro para describir a los manifestantes en las calles como “vándalos” por haber dañado propiedad del Estado. Dijo a los partidarios de los candidatos que se distanciaran de los “vándalos” y que apoyaran la paz en el país ya que la elección “no debería causar divisiones.”
Jamenei agregó: “Habría habido incidentes” aunque el resultado de la elección hubiera sido diferente, ya que “cierta gente” está contra la unidad de la nación iraní y la solidaridad del sistema islámico. Ofreció que se podría organizar un recuento parcial de los votos en las elecciones, si fuera necesario. Pero concluyó presentando su propia opinión: “Los que están a cargo de supervisar las elecciones son siempre gente digna de confianza.”
Teherán desaira a Europa
Al mismo tiempo, Teherán ha desairado los intentos europeos de interferir. Lo ha hecho al nivel diplomático adecuado: El Ministerio de Exteriores convocó a los enviados de Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia y Holanda. Además, un “mitin de unidad” realizado en Teherán por partidarios de Ahmadineyad condenó a “enemigos, particularmente EE.UU., Gran Bretaña e Israel… [por] interferir en los asuntos internos de Irán, conspirando contra el gobierno y dando apoyo mediático a grupos enemigos, alborotadores y gamberros sociales y políticos que tratan de avivar el caos en la República Islámica.”
En resumidas cuentas, las capitales occidentales tomarán nota de que la esperanza de que una revolución de color pueda revocar la victoria de Ahmadineyad o, en el mejor de los casos, llevar al derrocamiento del régimen iraní es inverosímil y casi extravagante. La magnitud de las protestas callejeras ha disminuido en Teherán, aunque persisten algunas incertidumbres. Por lo tanto parece que la esperanza de que haya un levantamiento popular en todo el país es también improbable.
Si el astuto temperamento político de Rafsanjani ha de servir de guía, tratará de pasar muy desapercibido y en general evitará llamar la atención. Mientras tanto, realizará una cierta coordinación con sus contactos en el aparato del poder, extenderá sus extraordinarias antenas políticas y realizará una cuidadosa evaluación en cuanto a la posibilidad de un compromiso con los que controlan el poder y cuándo conviene proceder a su próximo movimiento. En primer lugar debe sobrevivir para luchar en otra oportunidad. Eso podría requerir algunos compromisos. Después de todo, la política es el arte de lo posible. De modo que, sin inmutarse, podría dar la espalda a Musavi y al ex presidente Mohammed Jatami, que después de todo, fueron sus aliados temporales en la reciente epopeya.
¿Tendrá otra oportunidad? Es una gran pregunta. A Rafsanjani parece habérsele acabado el tiempo. Ahmadineyad ha proyectado repetidamente una acción “contra la corrupción” como puntal importante de su nueva presidencia. ¿Fue simple retórica electoral, u optará por la familia Rafsanjani, que tiene tantos trapos sucios que ocultar? Todo depende de lo que piense Jamenei. Puede estimar que esta vez el “tiburón” fue demasiado lejos en la conspiración por un ataque letal que podría haber tenido éxito. O, podría permitir que lo pasado, pasado está.
Rafsanjani es sin duda el favorito de Occidente – y de los gobernantes árabes autoritarios “pro-Occidentales” en la región. La elección difícil para las capitales europeas es cuánta ventaja propagandística desean extraer de esta etapa antes de seguir adelante. Una vez que comience un acercamiento entre EE.UU. e Irán, las compañías europeas llegarán corriendo a la busca de contratos petroleros. Si el desafortunado gasoducto Nabucco de la Unión Europea tiene alguna posibilidad de materializarse, dependerá primordialmente del acceso al gas iraní.
Las capitales europeas habrán notado también que los países de Oriente Próximo se muestran muy reticentes antes de apuntar a Teherán por no practicar una democracia al estilo occidental. Los regímenes árabes autocráticos se pondrán nerviosos si la enfermedad contagiosa de la revolución de color apareciera en Irán. Podría terminar por extenderse al paisaje político de Oriente Próximo. No sorprende que la única excepción haya sido Israel (y sus amigos en los medios), que tiene un interés creado en la frustración de un acercamiento entre EE.UU. e Irán y que no dejarán pasar fácilmente una oportunidad de satanizar a
Ahmadineyad.
Por otra parte, tres importantes vecinos de Irán – Pakistán, Afganistán y Azerbaiyán – felicitaron rápidamente a Ahmadineyad, mucho antes de que el protocolo lo exigiera. Ahmadineyad también fue calurosamente saludado en la cumbre de la SCO.
“Irán, Rusia y China son tres importantes polos económicos y políticos que asisten a la cumbre [de la SCO]… Juegan importantes papeles en el manejo de los acontecimientos actuales y futuros del mundo,” fue lo que según las informaciones dijo Ahmadineyad al People's Daily que también destacó el ataque de Ahmadineyad en su discurso contra “el orden mundial unipolar.” Por su parte, Moscú dijo en una declaración específica que: “las elecciones iraníes son un asunto interior de Irán. Saludamos el hecho de que las elecciones hayan tenido lugar, saludamos al nuevo presidente en suelo ruso y consideramos que es simbólico que haya hecho su primera visita [como recién elegido presidente] a Rusia. Esto permite esperanzas para el progreso en las relaciones bilaterales.” El presidente ruso Dmitry Medvedev planificó una reunión bilateral con Ahmadineyad en Ekaterimburgo.
Jamenei dejó en claro en las últimas semanas que el gobierno de Obama encontrará un interlocutor resuelto cuando comiencen dentro de poco las negociaciones directas entre EE.UU. e Iraq. Jamenei no se dejará ablandar por tácticas de presión occidentales no importa cuántas sean. Con Ahmadineyad en su puesto de presidente, Jamenei tiene a su equipo en posición.
El gobierno de Obama enfrenta difíciles decisiones. La agitación en Teherán se está convirtiendo rápidamente en una revolución Twitter”. Nada semejante ha sucedido antes allí, a pesar de todos los esfuerzos del ex presidente Dick Cheney de EE.UU., quien durante mucho más de cuatro años ha estado provocando un “cambio de régimen.”
EE.UU. detecta el potencial para una “revolución Twitter” en Irán. Antes, en Moldavia, se estudió el potencial de Twitter para gatillar convulsiones en el estado anímico de la población. El Departamento de Estado de EE.UU. confirmó el martes que había contactado a Twitter para instarlo a retardar una actualización programada que hubiera reducido el servicio durante el día a los iraníes. Pero un portavoz del departamento desmintió que sus contactos con Twitter signifiquen una intervención en los asuntos internos de Irán – la susceptibilidad de EE.UU. ante la posibilidad de causar molestias al régimen iraní es obvia.
Al mismo tiempo, Obama tiene que preocuparse de que disturbios en Irán puedan frustrar sus planes para iniciar un acercamiento directo con Teherán dentro de los próximos días o semanas. Al contrario, debe enfrentar la presión del influyente lobby israelí en EE.UU., descontento porque Washington no aprieta suficientemente fuerte el pedal a favor de una revolución de color el Irán. Pero Obama va despacio. Dijo tarde el martes que no parece haber diferencias políticas entre Ahmadineyad y Musavi. “La diferencia entre Ahmadineyad y Musavi en cuanto a sus políticas reales podría no ser tan grande como se ha publicitado. De una u otra manera, vamos a tratar con un régimen iraní que ha sido tradicionalmente hostil a EE.UU.
Es una formulación hábilmente redactada. A primera vista, Obama satisface al régimen en Teherán en la medida en que se muestra “distante” en lo que respecta a los próximos días en las protestas en las calles o por las deliberaciones del Consejo de Guardianes de Irán. Está bien. Pero, por otra parte, Obama también neutraliza inteligentemente toda afirmación de que el fenómeno Rafsanjani-Jatami-Musavi sea de alguna manera estigmatizado por el régimen iraní como “pro-EE.UU.”. La observación de Obama ayuda a la oposición iraní a sostener que sus motivaciones son exclusivamente impulsadas por los intereses nacionales de Irán.
--------
El Embajador M K Bhadrakumar fue diplomático de carrera del Servicio Exterior de la India. Entre los puestos desempeñados figuran los ejercidos en la Unión Soviética, Corea del Sur, Sri Lanka, Alemania, Afganistán, Pakistán, Uzbekistán, Kuwait y Turquía.
Asia Times Online
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
Las capitales occidentales tienen que tomar una decisión difícil: ¿hasta cuándo se van a hacer ilusiones sobre el estallido de una revolución “de color” en Teherán? El peso recae casi por entero en Europa, ya que Washington tiene otras prioridades.
EE.UU. no puede permitir que lo vean apareciendo en la primera línea de ningún intento de despedazar el régimen iraní en este momento delicado de la política de Oriente Próximo. Teherán no perdonaría por lo menos durante otro cuarto de siglo un desatino estadounidense semejante, y el gobierno de Barack Obama tampoco tiene intenciones de cometer suicidio.
Dentro de Europa, no existe claridad sobre quién es el que encabeza la carga de la brigada ligera. Ningún país parece querer que se le vea al frente – con la excepción de la República Checa, que no tiene otra alternativa, ya que actualmente dirige la presidencia rotativa de la Unión Europea. Pero por otro lado, la mayoría de los países europeos probablemente preferirían perder la oportunidad de ser la pesadilla de Teherán, sino, siguiendo la costumbre, echarían rápidamente marcha atrás en cuanto vean que entra en función la ley de de los ingresos disminuidos y que la continuación de sus invectivas podría poner en peligro lucrativos intereses comerciales en Irán.
Decenas de miles de partidarios del candidato presidencial derrotado, Mir Hossein Musavi, han prometido que mantendrán sus protestas callejeras en Teherán el miércoles, a pesar de que las autoridades han prometido un recuento parcial de la votación del viernes en la que el presidente actual, Mahmud Ahmadineyad fue elegido por otro período de cuatro años.
No hay sitio para una revolución de color
Europa no tiene verdadera experiencia con la escenificación de revoluciones de color. Ha sido el lado fuerte de los estadounidenses – conceptualizado en el espacio post-soviético en Eurasia por el gobierno de Bill Clinton y aprovechado por los neoconservadores en el equipo de George W Bush. Los europeos fueron curiosos espectadores en Georgia, Ucrania y Kirguistán. Francia, en cierta medida, podría haber estado en una posición de confianza respecto al Líbano, pero en ese caso el resultado fue un revoltijo.
En todo caso, para utilizar las famosas palabras del líder bolchevique Vladimir Lenin en un contexto filosófico, la escenificación de una revolución de color en Teherán no es como romper un huevo. Las señales indican que la revolución de color que trata de nacer en las calles de Teherán ha sufrido un aborto. La participación de Ahmadineyad en la reunión en la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (SCO) en Ekaterimburgo, Rusia, sólo fue posible con la aprobación tácita del Supremo Líder, Ali Jamenei. Fue una decisión importante en una coyuntura crítica. Informes anteriores en los medios occidentales especularon que Ahmadineyad podría renunciar en vista del desarrollo de la situación política.
Evidentemente, el régimen decidió que Teherán no debiera de ninguna manera proyectar una atmósfera de crisis ya que ésta sólo serviría los intereses de los proponentes de una revolución de color dentro de Irán y en el extranjero. Para citar a un disidente iraní bien conocido, Ibrahim Yazdi: “Ciertamente, la brecha dentro de Irán, en lo político, se ampliará. Nuestra principal preocupación es cómo mantener vivo el entusiasmo que fue creado por la elección, a fin de monitorear y restringir el poder del gobierno. La única manera de contrarrestarlo es el poder del pueblo. Tenemos que organizarlo.”
¿Cómo le hace frente el régimen? Evidentemente, Jamenei es el que dirige y controla el aparato estatal. Navega diestramente el régimen por aguas tormentosas. La reunión de Jamenei con el principal candidato de la oposición en la elección, Musavi, merece atención. La declaración oficial presenta algunos puntos cruciales. Primero, Jamenei indicó inequívocamente a Musavi que el régimen no tolerará protestas callejeras y que por lo tanto debe “canalizar las protestas a través de organismos legales.” Ahora se hará extremadamente difícil que Musavi sea visto desafiando el dictado del Supremo Líder.
Segundo, Jamenei sugirió que no hay nada de extraordinario en la situación actual, en la medida en que “también en elecciones anteriores, hubo alguna gente y algunos candidatos que tuvieron algunos problemas.” Pero insistieron en el asunto a través del Consejo de Guardianes, que en todo caso tiene que aprobar la conducción de la elección presidencial en Irán.
La decisión existencial de Musavi
Sin embargo, el tercer punto mencionado por Jamenei es el más crucial. Acusó a las “acciones provocativas de los enemigos” así como “ciertos complots entre bastidores” que apuntaban a “crear caos en Irán.” Jamenei entonces continuó de un modo muy significativo para recordar a Musavi que “su carácter [el de Musavi] es diferente del de gente semejante y es necesario que usted se concentre en los problemas mediante la calma.”
La observación muy personal tuvo un toque de admonición, pero también de una invitación directa a un razonamiento que podría abrir puertas conducentes a caminos agradables por los cuales dos interlocutores que, después de todo se conocen desde hace tiempo, podrían dar un paseo. Fue una observación muy persa.
Jamenei virtualmente recordó a Musavi su antigua asociación, cuando este último sirvió bajo él como primer ministro de Irán, y cuando los dos no fueron sólo compañeros de lucha por la preservación de la revolución iraní durante los años críticos de la guerra Irán-Iraq en los años ochenta, sino trabajaron juntos para frustrar las astutas estratagemas de Ali Akbar Hashemi Rafsanjani, quien en su calidad de poderoso presidente del Majlis (parlamento) conspiró constantemente para arrogarse el poder estatal.
Durante ese período, Rafsanjani disparó constantemente contra Musavi y trató de debilitarlo, a pesar de que gozaba con el apoyo de Ayatolá Ruhollah Jomeini. En numerosas ocasiones, Rafsanjani le hizo la vida imposible desde la sala del Majlis, embarazándolo cuando buscó aprobación parlamentaria para sus acciones, menoscabando su autoridad para ejecutar su política y debilitando sistemáticamente su posición política en la opinión pública.
Rafsanjani ya había comenzado a maniobrar para reforzar su posición a la espera de la era post-Jomeini. Al enfermar Jomeini, Rafsanjani se volvió más perentorio. De hecho, Musavi llegó a identificarse con revolucionarios iraníes, como Ahmadineyad), que se horrorizaron ante la sugerencia de Rafsanjani de que Jomeini “bebiera del cáliz del veneno” y ordenara un cese al fuego para terminar la guerra Irán-Iraq lo que significaba efectivamente que se permitiera que Sadam Husein tomara la ruta del escape. Fueron tiempos tumultuosos en los que la suerte de la revolución iraní de 1979 colgaba de un hilo.
El principal escollo fue la política económica del gobierno de Musavi. Rafsanjani quería una política que satisficiera al bazar de Teherán, que beneficiara a miembros de su familia así como a grandes secciones del clero corrupto, que estaban alineados con él. Pero Musavi optó por el control estatal de la economía e insistió en que actuaba de acuerdo con los ideales de la revolución y los deseos de Jomeini. Lo que Rafsanjani propuso durante esos años difíciles era que se diera latitud a su clan y a otros parásitos para que lucraran con la guerra. La respuesta de Musavi fue un firme “no” y mantuvo la política económica austera.
Cuando terminó la guerra de ocho años con Iraq en agosto de 1988, Rafsanjani propuso que Irán debía diluir sus ideales revolucionarios y aceptar ayuda occidental para la reconstrucción. (La familia Rafsanjani hizo inicialmente su fortuna exportando productos iraníes como pistachos y alfombras a EE.UU.) Pero Musavi se mantuvo firme en su desacuerdo y se negó a ir a contrapelo de la revolución. Finalmente, cuando las riendas del poder pasaron a sus manos como presidente, la furia de Rafsanjani no tuvo límites. Vengativo por naturaleza, literalmente impulsó a Musavi al exilio político. El ex primer ministro abandonó de manera
sumaria la política y volvió a su profesión de arquitectura y enseñanza.
Por lo tanto, Jamenei prácticamente refrescó la memoria de Musavi en su reunión en Teherán, sugiriendo que este último no se uniera a Rafsanjani en su contra. Sugirió que Rafsanjani y sus círculos simplemente lo estaban utilizando para sus fines políticos. Jamenei virtualmente recordó a Musavi su antiguo electorado. Por cierto, como primer ministro (1981-1989), Musavi tuvo una reputación impecable como partidario de la línea dura – tal como actualmente la “comunidad internacional” ve a Ahmadineyad. En un artículo memorable escrito en 1988, la revista Economist lo describió como “radical firme.”
Jamenei terminó su conversación con Musavi, “admirando” la masiva participación en la elección del viernes y “subrayando una vez más su naturaleza saludable y calma.” Permitió sutilmente que Musavi se formara una idea sobre sus procesos mentales frente a la actual situación. Mientras tanto, Jamenei ha instruido al Consejo de Guardianes para que estudie las apelaciones sobre la elección y dé su opinión dentro entre una semana y 10 días. También realizó una reunión conjunta con los representantes de los cuatro candidatos en la elección y funcionarios del Consejo de Guardianes de doce miembros y del Ministerio del Interior. En la reunión, Jamenei utilizó un lenguaje duro para describir a los manifestantes en las calles como “vándalos” por haber dañado propiedad del Estado. Dijo a los partidarios de los candidatos que se distanciaran de los “vándalos” y que apoyaran la paz en el país ya que la elección “no debería causar divisiones.”
Jamenei agregó: “Habría habido incidentes” aunque el resultado de la elección hubiera sido diferente, ya que “cierta gente” está contra la unidad de la nación iraní y la solidaridad del sistema islámico. Ofreció que se podría organizar un recuento parcial de los votos en las elecciones, si fuera necesario. Pero concluyó presentando su propia opinión: “Los que están a cargo de supervisar las elecciones son siempre gente digna de confianza.”
Teherán desaira a Europa
Al mismo tiempo, Teherán ha desairado los intentos europeos de interferir. Lo ha hecho al nivel diplomático adecuado: El Ministerio de Exteriores convocó a los enviados de Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia y Holanda. Además, un “mitin de unidad” realizado en Teherán por partidarios de Ahmadineyad condenó a “enemigos, particularmente EE.UU., Gran Bretaña e Israel… [por] interferir en los asuntos internos de Irán, conspirando contra el gobierno y dando apoyo mediático a grupos enemigos, alborotadores y gamberros sociales y políticos que tratan de avivar el caos en la República Islámica.”
En resumidas cuentas, las capitales occidentales tomarán nota de que la esperanza de que una revolución de color pueda revocar la victoria de Ahmadineyad o, en el mejor de los casos, llevar al derrocamiento del régimen iraní es inverosímil y casi extravagante. La magnitud de las protestas callejeras ha disminuido en Teherán, aunque persisten algunas incertidumbres. Por lo tanto parece que la esperanza de que haya un levantamiento popular en todo el país es también improbable.
Si el astuto temperamento político de Rafsanjani ha de servir de guía, tratará de pasar muy desapercibido y en general evitará llamar la atención. Mientras tanto, realizará una cierta coordinación con sus contactos en el aparato del poder, extenderá sus extraordinarias antenas políticas y realizará una cuidadosa evaluación en cuanto a la posibilidad de un compromiso con los que controlan el poder y cuándo conviene proceder a su próximo movimiento. En primer lugar debe sobrevivir para luchar en otra oportunidad. Eso podría requerir algunos compromisos. Después de todo, la política es el arte de lo posible. De modo que, sin inmutarse, podría dar la espalda a Musavi y al ex presidente Mohammed Jatami, que después de todo, fueron sus aliados temporales en la reciente epopeya.
¿Tendrá otra oportunidad? Es una gran pregunta. A Rafsanjani parece habérsele acabado el tiempo. Ahmadineyad ha proyectado repetidamente una acción “contra la corrupción” como puntal importante de su nueva presidencia. ¿Fue simple retórica electoral, u optará por la familia Rafsanjani, que tiene tantos trapos sucios que ocultar? Todo depende de lo que piense Jamenei. Puede estimar que esta vez el “tiburón” fue demasiado lejos en la conspiración por un ataque letal que podría haber tenido éxito. O, podría permitir que lo pasado, pasado está.
Rafsanjani es sin duda el favorito de Occidente – y de los gobernantes árabes autoritarios “pro-Occidentales” en la región. La elección difícil para las capitales europeas es cuánta ventaja propagandística desean extraer de esta etapa antes de seguir adelante. Una vez que comience un acercamiento entre EE.UU. e Irán, las compañías europeas llegarán corriendo a la busca de contratos petroleros. Si el desafortunado gasoducto Nabucco de la Unión Europea tiene alguna posibilidad de materializarse, dependerá primordialmente del acceso al gas iraní.
Las capitales europeas habrán notado también que los países de Oriente Próximo se muestran muy reticentes antes de apuntar a Teherán por no practicar una democracia al estilo occidental. Los regímenes árabes autocráticos se pondrán nerviosos si la enfermedad contagiosa de la revolución de color apareciera en Irán. Podría terminar por extenderse al paisaje político de Oriente Próximo. No sorprende que la única excepción haya sido Israel (y sus amigos en los medios), que tiene un interés creado en la frustración de un acercamiento entre EE.UU. e Irán y que no dejarán pasar fácilmente una oportunidad de satanizar a
Ahmadineyad.
Por otra parte, tres importantes vecinos de Irán – Pakistán, Afganistán y Azerbaiyán – felicitaron rápidamente a Ahmadineyad, mucho antes de que el protocolo lo exigiera. Ahmadineyad también fue calurosamente saludado en la cumbre de la SCO.
“Irán, Rusia y China son tres importantes polos económicos y políticos que asisten a la cumbre [de la SCO]… Juegan importantes papeles en el manejo de los acontecimientos actuales y futuros del mundo,” fue lo que según las informaciones dijo Ahmadineyad al People's Daily que también destacó el ataque de Ahmadineyad en su discurso contra “el orden mundial unipolar.” Por su parte, Moscú dijo en una declaración específica que: “las elecciones iraníes son un asunto interior de Irán. Saludamos el hecho de que las elecciones hayan tenido lugar, saludamos al nuevo presidente en suelo ruso y consideramos que es simbólico que haya hecho su primera visita [como recién elegido presidente] a Rusia. Esto permite esperanzas para el progreso en las relaciones bilaterales.” El presidente ruso Dmitry Medvedev planificó una reunión bilateral con Ahmadineyad en Ekaterimburgo.
Jamenei dejó en claro en las últimas semanas que el gobierno de Obama encontrará un interlocutor resuelto cuando comiencen dentro de poco las negociaciones directas entre EE.UU. e Iraq. Jamenei no se dejará ablandar por tácticas de presión occidentales no importa cuántas sean. Con Ahmadineyad en su puesto de presidente, Jamenei tiene a su equipo en posición.
El gobierno de Obama enfrenta difíciles decisiones. La agitación en Teherán se está convirtiendo rápidamente en una revolución Twitter”. Nada semejante ha sucedido antes allí, a pesar de todos los esfuerzos del ex presidente Dick Cheney de EE.UU., quien durante mucho más de cuatro años ha estado provocando un “cambio de régimen.”
EE.UU. detecta el potencial para una “revolución Twitter” en Irán. Antes, en Moldavia, se estudió el potencial de Twitter para gatillar convulsiones en el estado anímico de la población. El Departamento de Estado de EE.UU. confirmó el martes que había contactado a Twitter para instarlo a retardar una actualización programada que hubiera reducido el servicio durante el día a los iraníes. Pero un portavoz del departamento desmintió que sus contactos con Twitter signifiquen una intervención en los asuntos internos de Irán – la susceptibilidad de EE.UU. ante la posibilidad de causar molestias al régimen iraní es obvia.
Al mismo tiempo, Obama tiene que preocuparse de que disturbios en Irán puedan frustrar sus planes para iniciar un acercamiento directo con Teherán dentro de los próximos días o semanas. Al contrario, debe enfrentar la presión del influyente lobby israelí en EE.UU., descontento porque Washington no aprieta suficientemente fuerte el pedal a favor de una revolución de color el Irán. Pero Obama va despacio. Dijo tarde el martes que no parece haber diferencias políticas entre Ahmadineyad y Musavi. “La diferencia entre Ahmadineyad y Musavi en cuanto a sus políticas reales podría no ser tan grande como se ha publicitado. De una u otra manera, vamos a tratar con un régimen iraní que ha sido tradicionalmente hostil a EE.UU.
Es una formulación hábilmente redactada. A primera vista, Obama satisface al régimen en Teherán en la medida en que se muestra “distante” en lo que respecta a los próximos días en las protestas en las calles o por las deliberaciones del Consejo de Guardianes de Irán. Está bien. Pero, por otra parte, Obama también neutraliza inteligentemente toda afirmación de que el fenómeno Rafsanjani-Jatami-Musavi sea de alguna manera estigmatizado por el régimen iraní como “pro-EE.UU.”. La observación de Obama ayuda a la oposición iraní a sostener que sus motivaciones son exclusivamente impulsadas por los intereses nacionales de Irán.
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El Embajador M K Bhadrakumar fue diplomático de carrera del Servicio Exterior de la India. Entre los puestos desempeñados figuran los ejercidos en la Unión Soviética, Corea del Sur, Sri Lanka, Alemania, Afganistán, Pakistán, Uzbekistán, Kuwait y Turquía.
- Yorktown
- General
- Mensajes: 15514
- Registrado: 23 Oct 2007, 11:22
Santo Dios, que coñazo.
Estan tiesos de pasta o no, que no me entero.
Los que están matando iranies son iranies o estadounideneses?
Los yankees estan metiendo baza o son los europeos o son los que se manifiestan son persas?
Los yankees pasan de Israel o los judios controlan la Casa Blanca?
Todo no puede ser, no?
German Leyens sabe escribir o solo taducir?
Cuanto corre una gacela?
Ni él. Ni él.
Saludos.
Estan tiesos de pasta o no, que no me entero.
Los que están matando iranies son iranies o estadounideneses?
Los yankees estan metiendo baza o son los europeos o son los que se manifiestan son persas?
Los yankees pasan de Israel o los judios controlan la Casa Blanca?
Todo no puede ser, no?
German Leyens sabe escribir o solo taducir?
Cuanto corre una gacela?
¿Alguien por aquí tiene la paciencia de leerse los tochos copy&paste de Irgún?
Ni él. Ni él.
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We, the people...
¡Sois todos un puñado de socialistas!. (Von Mises)
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- Yorktown
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Más infiltrados de la CIA, y estos a altísmo nivel.
Los 'ayatolás' admiten irregularidades en las presidenciales
El Consejo de Guardianes comprobó irregularidades en las elecciones del 12 de junio en Irán, según informó el canal de televisión iraní Press TV en su página web.
En 50 ciudades votaron más personas de las que figuraban en el padrón electoral
Las irregularidades se refieren a más de tres millones de votos
El Consejo de Guardianes comprobó irregularidades en las elecciones del 12 de junio en Irán, según informó el canal de televisión iraní Press TV en su página web.
Según indicó la emisora, se determinó que en 50 ciudades votaron más personas de las que figuraban en el padrón electoral. El portavoz del Consejo de Guardianes dijo al canal IRIB que las irregularidades se refieren a más de tres millones de votos.
El Consejo de los Guardianes se había declarado dispuesto a recontar el 10% de los votos, a modo representativo, en el marco del conflicto desatado en el país tras las elecciones, según informó la radio estatal el sábado.
De acuerdo con los datos oficiales, el presidente Mahmud Ahmadineyad fue reelegido con casi el 63% de los votos, mientras que el candidato opositor Mir Hussein Mussavi obtuvo el 34%.
El resultado electoral desató protestas masivas. Sólo el sábado, murieron diez personas por el duro accionar de la policía y las milicias Basij, cercanas al gobierno. Cientos más resultaron heridas y más de 450 fueron detenidas.
Religión para validar los resultados
En la República Islámica de Irán, en la que los religiosos también definen la política, el Consejo de los Guardianes es un importante organismo de control. Sus 12 miembros, seis clérigos y seis juristas, evalúan todas las leyes presentadas por el Parlamento para determinar si son compatibles con el derecho islámico.
"Las estadísticas proporcionadas por Rezaei en las cuales él reclama que más del cien por cien de los electores registrados han emitido su voto en 170 ciudades no son exactas, el incidente ha ocurrido en solo 50 ciudades", apuntó Abbas-Ali Kadkhodaei, portavoz del Consejo.
En sus 30 años de existencia, el Consejo jamás ha tomado una decisión de tal calibre como es la anulación de los comicios, que exige la oposición.
http://www.elmundo.es/elmundo/2009/06/2 ... 30648.html
Y resulta que quien tiene que tomar una dificil decisión, quien tiene un problemón, somos nosotros?
A mi sinceramente , y como dice melilla, me da un poco igual entre el comosellame de ahora, y el tal Musavi, que es otra joyita fina. Si no pasa a mayores, lo mejor que podemos hacer, es sentarnos con unas palomitas y mirar a ver que pasa. Que se apañen, mojarse en favor de Musavi, para que?
Saludos.
Los 'ayatolás' admiten irregularidades en las presidenciales
El Consejo de Guardianes comprobó irregularidades en las elecciones del 12 de junio en Irán, según informó el canal de televisión iraní Press TV en su página web.
En 50 ciudades votaron más personas de las que figuraban en el padrón electoral
Las irregularidades se refieren a más de tres millones de votos
El Consejo de Guardianes comprobó irregularidades en las elecciones del 12 de junio en Irán, según informó el canal de televisión iraní Press TV en su página web.
Según indicó la emisora, se determinó que en 50 ciudades votaron más personas de las que figuraban en el padrón electoral. El portavoz del Consejo de Guardianes dijo al canal IRIB que las irregularidades se refieren a más de tres millones de votos.
El Consejo de los Guardianes se había declarado dispuesto a recontar el 10% de los votos, a modo representativo, en el marco del conflicto desatado en el país tras las elecciones, según informó la radio estatal el sábado.
De acuerdo con los datos oficiales, el presidente Mahmud Ahmadineyad fue reelegido con casi el 63% de los votos, mientras que el candidato opositor Mir Hussein Mussavi obtuvo el 34%.
El resultado electoral desató protestas masivas. Sólo el sábado, murieron diez personas por el duro accionar de la policía y las milicias Basij, cercanas al gobierno. Cientos más resultaron heridas y más de 450 fueron detenidas.
Religión para validar los resultados
En la República Islámica de Irán, en la que los religiosos también definen la política, el Consejo de los Guardianes es un importante organismo de control. Sus 12 miembros, seis clérigos y seis juristas, evalúan todas las leyes presentadas por el Parlamento para determinar si son compatibles con el derecho islámico.
"Las estadísticas proporcionadas por Rezaei en las cuales él reclama que más del cien por cien de los electores registrados han emitido su voto en 170 ciudades no son exactas, el incidente ha ocurrido en solo 50 ciudades", apuntó Abbas-Ali Kadkhodaei, portavoz del Consejo.
En sus 30 años de existencia, el Consejo jamás ha tomado una decisión de tal calibre como es la anulación de los comicios, que exige la oposición.
http://www.elmundo.es/elmundo/2009/06/2 ... 30648.html
Y resulta que quien tiene que tomar una dificil decisión, quien tiene un problemón, somos nosotros?
A mi sinceramente , y como dice melilla, me da un poco igual entre el comosellame de ahora, y el tal Musavi, que es otra joyita fina. Si no pasa a mayores, lo mejor que podemos hacer, es sentarnos con unas palomitas y mirar a ver que pasa. Que se apañen, mojarse en favor de Musavi, para que?
Saludos.
We, the people...
¡Sois todos un puñado de socialistas!. (Von Mises)
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- [Raven]neo
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melilla escribió:¿Alguien por aquí tiene la paciencia de leerse los tochos copy&paste de Irgún?
En lugar de convertir el foro en un mirror de Rebelion.org podrías poner un resumen con un enlace y tu opinión, que es de lo que se trata.
Por dios irgun hazle caso a melilla !
“Si Dios existiese, sería música”
kitai shinaide matsu (esperar sin hacerse ilusiones)
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- urquhart
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Hola a todos:
Como a Hosni en 1999, tuvo más votos su candidatura que electores censados Y eso que la candidatura opositora (submarino de Hosni para que no s epresentaran los HH.MM.) obtuvo un 10% de los sufragios.
Las elecciones iraníes, recuerdan aquel chascarrillo de Referendum de la Posguerra, Vote Sí Libremente, o si quereís un congreso del PC Bulgaro, de ahí lo de Congreso a la Bulgara, o magnifica la expresión de la socialdemocracia española de los 80, Quien se mueva no sale en la foto*
Saludos
* Alfonso Guerra, todos los derechos reservados.
En 50 ciudades votaron más personas de las que figuraban en el padrón electoral
Como a Hosni en 1999, tuvo más votos su candidatura que electores censados Y eso que la candidatura opositora (submarino de Hosni para que no s epresentaran los HH.MM.) obtuvo un 10% de los sufragios.
Las elecciones iraníes, recuerdan aquel chascarrillo de Referendum de la Posguerra, Vote Sí Libremente, o si quereís un congreso del PC Bulgaro, de ahí lo de Congreso a la Bulgara, o magnifica la expresión de la socialdemocracia española de los 80, Quien se mueva no sale en la foto*
Saludos
* Alfonso Guerra, todos los derechos reservados.
Tempus Fugit
- Yorktown
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He ido a ver si IRNA dice algo y en español e inglés siguen en "silenzio stampa". En BBC y Sky no dicen nada tampoco de las detenciones. Ni el NYT, ni el The Times, ni el Teheran Times...no se me ocurre donde mas mirar, que de francés y teutón ando flojo. Y no encuentro nada del gobierno iraní que diga algo, más alla de lo que dijo ayer uno de asuntos exteriores, que la potencias occidentales bla, bla,bla.... Solo encuentro en...Telesur Venezuela, what else, la misma noticia que El Mundo.
Es todo muy raro....
Por cierto, leyendo el Teheran Times me he enterado de que la semana que viene la Fuerza Aerea Iraní va a realizar maniobras en el Golfo Pérsico adentrandose unos 700 Km. Los muchachos de los CVN van a estar entretenidos.
Saludos.
Es todo muy raro....
Por cierto, leyendo el Teheran Times me he enterado de que la semana que viene la Fuerza Aerea Iraní va a realizar maniobras en el Golfo Pérsico adentrandose unos 700 Km. Los muchachos de los CVN van a estar entretenidos.
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Estimados todos:
La agencia Fars, que es la que ha dado la noticia de los detenidos, tiene una política cachonda de informar:
- La versión en inglés es relativamente antigua. Hoy publican lo de ayer. No dicen nada de los detenidos.
- Las versiones en turco y árabe van a su bola. Se cuelgan con frecuencia y dan errores de acceso.
- La versión en farsi está llenita de noticias (todas en farsi, por supuesto). A falta de un traductor fiable y simplemente mirando las fotos que acompañan a los titulares de la noticia se puede comprobar que esta es la versión fetén para intentar enterarse de lo que dice el régimen. Todas las noticias de portada son acerca de Musavi, las manifestaciones y lo malísimos que son los occidentales (hay una foto con las siglas de la CIA... lo mismo las ideas del estimado IRGUN las han recogido los ayatolas para excusar su represión).
Os adjunto una noticia (de la versión inglesa) que comunica Fars a bombo y platillo:
http://english.farsnews.net/newstext.php?nn=8804011016
"Chavez Urges World to Respect Ahmadinejad's Victory
TEHRAN (FNA)- Venezuelan President Hugo Chavez called his Iranian counterpart Mahmoud Ahmadinejad's reelection in the June 12 election a "triumph", and urged the world to respect the results of Iran's presidential voting.
"Ahmadinejad's triumph was a triumph all the way," Chavez said, speaking in his weekly radio and television address.
"We call on the world to respect Iran because there are attempts to undermine the strength of the Iranian revolution," he added.
"They are trying to stain Ahmadinejad's triumph and through that weaken the government and the Islamic revolution. I know they will not succeed," Chavez said.
The Venezuelan President was among the first world leaders who congratulated Ahmadinejad's reelection.
"The victory of Dr. Ahmadinejad in the recent election is a win for all people in the world and free nations against global arrogance," Chavez said during a phone talk with Ahmadinejad after the Iranian Interior Ministry announced early election results last week.
...
Meantime, the Venezuelan Foreign Ministry also issued a statement blasting "the fierce and unfounded campaign from outside (of Iran) to discredit" Iran's president".
... Os la dejo en inglés, que si la traduzco al español me da la risa... Creo que es de interés mencionar que el apoyo del presidente Chávez a Ahmadineyad está mucho más resaltado por Fars que la de los Emiratos Árabes Reunidos Geyper. Lo valoran más.
Saludos.
La agencia Fars, que es la que ha dado la noticia de los detenidos, tiene una política cachonda de informar:
- La versión en inglés es relativamente antigua. Hoy publican lo de ayer. No dicen nada de los detenidos.
- Las versiones en turco y árabe van a su bola. Se cuelgan con frecuencia y dan errores de acceso.
- La versión en farsi está llenita de noticias (todas en farsi, por supuesto). A falta de un traductor fiable y simplemente mirando las fotos que acompañan a los titulares de la noticia se puede comprobar que esta es la versión fetén para intentar enterarse de lo que dice el régimen. Todas las noticias de portada son acerca de Musavi, las manifestaciones y lo malísimos que son los occidentales (hay una foto con las siglas de la CIA... lo mismo las ideas del estimado IRGUN las han recogido los ayatolas para excusar su represión).
Os adjunto una noticia (de la versión inglesa) que comunica Fars a bombo y platillo:
http://english.farsnews.net/newstext.php?nn=8804011016
"Chavez Urges World to Respect Ahmadinejad's Victory
TEHRAN (FNA)- Venezuelan President Hugo Chavez called his Iranian counterpart Mahmoud Ahmadinejad's reelection in the June 12 election a "triumph", and urged the world to respect the results of Iran's presidential voting.
"Ahmadinejad's triumph was a triumph all the way," Chavez said, speaking in his weekly radio and television address.
"We call on the world to respect Iran because there are attempts to undermine the strength of the Iranian revolution," he added.
"They are trying to stain Ahmadinejad's triumph and through that weaken the government and the Islamic revolution. I know they will not succeed," Chavez said.
The Venezuelan President was among the first world leaders who congratulated Ahmadinejad's reelection.
"The victory of Dr. Ahmadinejad in the recent election is a win for all people in the world and free nations against global arrogance," Chavez said during a phone talk with Ahmadinejad after the Iranian Interior Ministry announced early election results last week.
...
Meantime, the Venezuelan Foreign Ministry also issued a statement blasting "the fierce and unfounded campaign from outside (of Iran) to discredit" Iran's president".
... Os la dejo en inglés, que si la traduzco al español me da la risa... Creo que es de interés mencionar que el apoyo del presidente Chávez a Ahmadineyad está mucho más resaltado por Fars que la de los Emiratos Árabes Reunidos Geyper. Lo valoran más.
Saludos.
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Estimados todos:
Rectifico... ya han publicado la versión en inglés del arresto de los malévolos e impíos occidentales:
http://english.farsnews.net/newstext.php?nn=8804011191
"Iran Arrests 5 European Spies during Unrests
TEHRAN (FNA)- Iranian security forces identified and arrested 5 European spies during the Saturday unrests in Tehran, an Iranian newspaper reported.
"According to the dispatched reports, two German, one British and two French spies have been arrested during the unrests in Tehran on Saturday," the Persian-language daily, Javan, reported on Monday without mentioning specific details.
The report also indicated that several main elements behind the Saturday unrests have been detained, among them criminals who have killed several citizens during the clashes.
Despite warnings against illegal gatherings, thousands of the people took to the streets on Saturday forcing the police to make 457 arrests.
"Iran's police arrested 457 people who have caused insecurity, disrupted public order and clashed with police around Tehran's Enqelab square on Saturday," Iran's police said in a statement.
The statement came after at least 13 people were killed and 20 wounded in post-vote unrests in the Iranian capital.
...
After the Iranian police squad and Basij (mobilized volunteer) forces staged a strong presence on Saturday, Tehran witnessed no demonstrations or unrests on Sunday and could enjoy a calm afternoon and night".
Dicen, sin dar detalles, que además de los occidentales han arrestado a criminales gordos a los que acusan de matar a gente en las manifestaciones. La policía dice haberse visto "forzada" a arrestar a 457 opositores que se manifestaban a pesar de la prohibición.
Saludos.
Rectifico... ya han publicado la versión en inglés del arresto de los malévolos e impíos occidentales:
http://english.farsnews.net/newstext.php?nn=8804011191
"Iran Arrests 5 European Spies during Unrests
TEHRAN (FNA)- Iranian security forces identified and arrested 5 European spies during the Saturday unrests in Tehran, an Iranian newspaper reported.
"According to the dispatched reports, two German, one British and two French spies have been arrested during the unrests in Tehran on Saturday," the Persian-language daily, Javan, reported on Monday without mentioning specific details.
The report also indicated that several main elements behind the Saturday unrests have been detained, among them criminals who have killed several citizens during the clashes.
Despite warnings against illegal gatherings, thousands of the people took to the streets on Saturday forcing the police to make 457 arrests.
"Iran's police arrested 457 people who have caused insecurity, disrupted public order and clashed with police around Tehran's Enqelab square on Saturday," Iran's police said in a statement.
The statement came after at least 13 people were killed and 20 wounded in post-vote unrests in the Iranian capital.
...
After the Iranian police squad and Basij (mobilized volunteer) forces staged a strong presence on Saturday, Tehran witnessed no demonstrations or unrests on Sunday and could enjoy a calm afternoon and night".
Dicen, sin dar detalles, que además de los occidentales han arrestado a criminales gordos a los que acusan de matar a gente en las manifestaciones. La policía dice haberse visto "forzada" a arrestar a 457 opositores que se manifestaban a pesar de la prohibición.
Saludos.
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- General de Cuerpo de Ejército
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Yorktown escribió:...Por cierto, leyendo el Teheran Times me he enterado de que la semana que viene la Fuerza Aerea Iraní va a realizar maniobras en el Golfo Pérsico adentrandose unos 700 Km. Los muchachos de los CVN van a estar entretenidos...
Si a eso le añadimos que el sábado pasado empezó la producción "masiva" de misiles supersónicos SAM "caseros", la cosa se pone curiosa:
http://english.farsnews.net/newstext.php?nn=8803161128
"Iran Starts Mass Production of Supersonic Missile System
TEHRAN (FNA)- Iran on Saturday started mass production of a home-made supersonic surface-to-air missile system named 'Shahin' capable of tracing and targeting enemy aircraft..."
Saludos.
PD. Al final Fars va a ser un chollo para enterarse de las cosas de Irán, oyes.
- Turdetano
- Teniente Primero
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- Registrado: 20 Jul 2006, 23:24
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Un regimen que desprecia de esta manera la vida de los suyos, es totalmente indigno. Ojala caigan pronto.....
http://www.ireport.com/docs/DOC-276645#
Salu2.
Pd-. las imagenes del video son un poco duras.
http://www.ireport.com/docs/DOC-276645#
Salu2.
Pd-. las imagenes del video son un poco duras.
"Para el hombre, desgraciadamente, la paz no es mas que un descanso entre guerras".
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