Irán: ¿Conflicto inevitable? (archivo)
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La CIA y el laboratorio iraní
por Thierry Meyssan*
La noticia de un posible fraude electoral en Irán se ha dispersado y ha corrido como pólvora en fuego por Teherán, la capital del país, motivando y empujando a los partisanos del ayatolá Rafsanjani a salir a la calle a protestar contra aquellos del ayatolá Jameini. Este caos es en parte alimentado por la CIA que ha sembrado la confusión y las rivalidades en el país inundando con mensajes SMS contradictorios los teléfonos celulares de una mayoría de iraníes viviendo en las principales aglomeraciones urbanas. Thierry Meyssan nos explica esta experiencia de guerra psicológica que utiliza una moderna y sofisticada tecnología.
La noticia de un posible fraude electoral se ha extendido por Teherán como un reguero de pólvora y ha sacado a la calle a los partidarios del ayatolá Rafsanjani contra los del ayatolá Jameini. Ese caos ha sido provocado bajo cuerda por la CIA, que siembra la confusión inundando a los iraníes de SMS contradictorios. Thierry Meyssan explica este experimento de guerra psicológica.
En marzo de 2000, la secretaria de Estado Madeleine Albright reconoció que la administración Eisenhower organizó un cambio de régimen en Irán en 1953 y que ese acontecimiento histórico explica la actual hostilidad de los iraníes hacia Estados Unidos. La semana pasada, durante su discurso en El Cairo dirigido a los musulmanes, el presidente Obama reconoció oficialmente que «en plena Guerra Fría, Estados Unidos desempeñó un papel en el derrocamiento de un gobierno iraní elegido democráticamente [1].
En aquella época, Irán estaba controlado por una monarquía de opereta dirigida por el sha Mohammad Reza Pahlavi. Éste había sido colocado en el trono por los británicos, quienes obligaron a su padre, el oficial cosaco pronazi Reza Pahlavi, a dimitir. Sin embargo, el sha debía avenirse con un Primer Ministro nacionalista, Mohammed Mossadegh. Este último, con el apoyo del ayatolá Abu al-Qassem Kachani, nacionalizó los recursos petroleros [2]. Furiosos, los británicos convencieron a Estados Unidos para que detuviera la deriva iraní antes de que el país se hundiera en el comunismo. Entonces, la CIA puso en marcha la «Operación Ajax», dirigida a derrocar a Mossadegh con la ayuda del sha y sustituirlo por el general nazi Fazlollah Zahedi, hasta entonces detenido por los británicos. Zahedi instauró el régimen de terror más cruel de la época, mientras el sha servía de tapadera a sus abusos posando para las revistas people occidentales.
La Operación Ajax estuvo dirigida por el arqueólogo Donald Wilber, el historiador Kermit Rooselvet (nieto del presidente Theodore Roosvelt) y el general Norman Schwartzkopf senior (cuyo hijo homónimo estuvo al mando de la Operación Tormenta del Desierto). Dicha operación continúa siendo un prototipo de subversión. La CIA idea un escenario que da la impresión de un levantamiento popular mientras se trata de una operación secreta. El punto culminante del espectáculo fue una manifestación en Teherán, con 8.000 extras pagados por la Agencia, para proporcionar fotos convincentes a la prensa occidental [3]
¿La historia se repite? Washington ha renunciado a atacar militarmente a Irán y ha disuadido a Israel de tomar esa iniciativa. Para conseguir «cambiar el régimen», la administración Obama prefiere jugar la carta –menos peligrosa aunque más incierta- de la acción secreta. A raíz de la elección presidencial iraní, grandes manifestaciones oponen en las calles de Teherán a los partidarios del presidente Mahmud Ahmadinejad y su guía Ali Jameini por un lado y a los partidarios del candidato derrotado Mir Hossein Musavi y del ex presidente Akbar Hashemi Rafsanjami por el otro. Dichas manifestaciones reflejan una profunda división en la sociedad iraní entre un proletariado nacionalista y una burguesía que lamenta su marginación de la globalización económica [4]. Actuando bajo cuerda, Washington intenta influir en los acontecimientos para derrocar al presidente reelegido.
Una vez más, Irán es un campo de ensayo de métodos innovadores de subversión. En 2009, la CÍA se apoya en una nueva arma: el control de los teléfonos móviles.
Desde la generalización de los teléfonos móviles, los servicios secretos anglosajones han multiplicado sus capacidades de interceptación. Mientras que la escucha de los teléfonos fijos necesita instalación de cables de derivación, y por lo tanto agentes sobre el terreno, la escucha de los móviles se puede hacer a distancia gracias a la red Echelon. Sin embargo, ese sistema no permite interceptar las comunicaciones telefónicas vía Skype, de ahí el éxito de los teléfonos Skype en las zonas de conflicto [5]. Así, la National Security Agency (NSA) acaba de hacer propuestas a los proveedores de acceso a Internet de todo el mundo para obtener su colaboración. A los que han aceptado se les ha retribuido generosamente [6].
En los países que ocupan –Iraq, Afganistán y Pakistán-, los anglosajones interceptan todas las conversaciones telefónicas emitidas por móviles o conectadas con ellos. El objetivo no es conseguir transcripciones de tal o cual conversación, sino identificar las «redes sociales». En otras palabras, los teléfonos son los chivatos que permiten saber con quién se relaciona una persona determinada. A partir de ahí se puede conseguir la identificación de las redes de resistencia. Posteriormente, los teléfonos permiten localizar los objetivos identificados y «neutralizarlos».
Por eso, en febrero de 2008, los insurgentes afganos ordenaron a los diversos operadores que detuviesen su actividad todos los días desde las 17:00 a las 03:00 h., para impedir que los anglosajones siguieran sus movimientos. Las antenas de quienes no cumplieron dicha orden se destruyeron [7].
Por el contrario (la central telefónica hormis resultó afectada por error), el ejército israelí se cuidó mucho de bombardear las antenas telefónicas en Gaza durante la operación Plomo Fundido en diciembre 2008-enero 2009. Aquí aparece un cambio total de estrategia por parte de los occidentales. Desde la guerra del Golfo prevalecía la «teoría de los cinco anillos» del coronel John A. Warden: el bombardeo de las infraestructuras telefónicas se consideraba un objetivo estratégico para sumir a la población en la confusión y al mismo tiempo cortar las comunicaciones entre los centros de mando y los combatientes. Ahora es al contrario, es necesario proteger las infraestructuras de las telecomunicaciones. Durante los bombardeos de Gaza, el operador Jawwal [8] dio crédito a sus abonados, oficialmente para ayudarlos, en realidad por interés de los israelíes.
Un paso más allá, los servicios secretos anglosajones e israelíes han desarrollado métodos de guerra psicológica basados en la utilización extensiva de los móviles. En julio de 2008, tras el intercambio de prisioneros y cadáveres entre Israel y Hezbolá, los robots lanzaron decenas de miles de llamadas a los móviles libaneses. Una voz en árabe advertía contra cualquier participación en la resistencia y denigraba a Hezbolá. El ministro libanés de Telecomunicaciones, Jibran Bassil [9], presentó una denuncia ante la ONU contra esa flagrante violación de la soberanía del país [10].
En la misma línea, decenas de miles de libaneses y sirios recibieron una llamada automática, en octubre de 2008, que ofrecía 10 millones de dólares por cualquier información que permitiera localizar y liberar a los soldados israelíes prisioneros. Las personas interesadas en colaborar debían dirigirse a un número en el Reino Unido [11].
Este método se está empleando en Irán para intoxicar a la población con la difusión de noticias alarmistas y para canalizar el descontento que suscitan.
En primer lugar, se difundió por SMS durante la noche del escrutinio la noticia de que el Consejo de los Guardianes de la Constitución (equivalente al Tribunal Constitucional) había informado a Mir Hossein Musavi de su victoria. Así, el anuncio, varias horas después, de los resultados oficiales –la reelección de Mahmud Ahmadinejad con el 65% de los votos-, apareció como un enorme fraude. Sin embargo, tres días antes, Musavi y sus amigos consideraban segura la victoria masiva de Ahmadinejad y se esforzaban en explicarla por los desequilibrios en la campaña electoral. Así, el ex presidente Akbar Hashemi Rafsanjani detallaba sus quejas en una carta abierta. Los institutos de sondeos estadounidenses en Irán pronosticaban una ventaja de Ahmadinejad de 20 puntos con respecto a Musavi [12]. En ningún momento pareció posible la victoria de Musavi, incluso aunque es probable que el trucaje acentuase el margen entre ambos candidatos.
Posteriormente, los ciudadanos seleccionados se dieron a conocer en Internet para conversar en Facebook o se abonaron a las líneas de información Twitter. Entonces recibieron, siempre por SMS, las informaciones –verdaderas o falsas- sobre la evolución de la crisis política y las manifestaciones en curso. Se trataba de mensajes anónimos que esparcían noticias de tiroteos y numerosos muertos; noticias que hasta la fecha no se han confirmado. Por una desafortunada coincidencia de calendario, la empresa Twitter debía suspender el servicio durante una noche, el tiempo necesario para el mantenimiento de sus instalaciones. Pero el departamento de Estado de Estados Unidos intervino para exigirle que suspendiera dicha operación [13]. Según el New York Times, esas operaciones contribuyeron a sembrar la desconfianza entre la población [14].
Simultáneamente, en un nuevo esfuerzo, la CIA moviliza a los militantes anti iraníes en Estados Unidos y el Reino Unido para añadir al desorden. Se ha distribuido una Guía práctica de la revolución en Irán, que incluye varios consejos prácticos, entre ellos:
- Ajustar las cuentas Twitter sobre la zona horaria de Teherán.
- Centralizar los mensajes en las cuentas Twitter@stopAhmadi, iranelection y gr88.
- No atacar los sitios oficiales de Internet del Estado iraní. «Dejen hacer al ejército» de EEUU para eso (sic).
Al aplicarlos, esos consejos impiden cualquier autentificación de los mensajes Twitter. Ya no se puede saber si los envían testigos de las manifestaciones en Teherán o agentes de la CIA desde Langley, y no se puede distinguir lo verdadero de lo falso. El objetivo es crear todavía más confusión y empujar a los iraníes a luchar entre sí.
Los estados mayores de todo el mundo siguen con atención los acontecimientos en Teherán. Cada uno intenta evaluar la eficacia de este nuevo método de subversión en el laboratorio iraní. Es obvio que el proceso de desestabilización ha funcionado. Pero no es seguro que la CIA pueda canalizar a los manifestantes para que ellos mismos hagan lo que ha renunciado a hacer el Pentágono si no desean hacerlo: cambiar el régimen, acabar con la revolución islámica.
Thierry Meyssan
Periodista y escritor, presidente de la Red Voltaire con sede en París, Francia.
por Thierry Meyssan*
La noticia de un posible fraude electoral en Irán se ha dispersado y ha corrido como pólvora en fuego por Teherán, la capital del país, motivando y empujando a los partisanos del ayatolá Rafsanjani a salir a la calle a protestar contra aquellos del ayatolá Jameini. Este caos es en parte alimentado por la CIA que ha sembrado la confusión y las rivalidades en el país inundando con mensajes SMS contradictorios los teléfonos celulares de una mayoría de iraníes viviendo en las principales aglomeraciones urbanas. Thierry Meyssan nos explica esta experiencia de guerra psicológica que utiliza una moderna y sofisticada tecnología.
La noticia de un posible fraude electoral se ha extendido por Teherán como un reguero de pólvora y ha sacado a la calle a los partidarios del ayatolá Rafsanjani contra los del ayatolá Jameini. Ese caos ha sido provocado bajo cuerda por la CIA, que siembra la confusión inundando a los iraníes de SMS contradictorios. Thierry Meyssan explica este experimento de guerra psicológica.
En marzo de 2000, la secretaria de Estado Madeleine Albright reconoció que la administración Eisenhower organizó un cambio de régimen en Irán en 1953 y que ese acontecimiento histórico explica la actual hostilidad de los iraníes hacia Estados Unidos. La semana pasada, durante su discurso en El Cairo dirigido a los musulmanes, el presidente Obama reconoció oficialmente que «en plena Guerra Fría, Estados Unidos desempeñó un papel en el derrocamiento de un gobierno iraní elegido democráticamente [1].
En aquella época, Irán estaba controlado por una monarquía de opereta dirigida por el sha Mohammad Reza Pahlavi. Éste había sido colocado en el trono por los británicos, quienes obligaron a su padre, el oficial cosaco pronazi Reza Pahlavi, a dimitir. Sin embargo, el sha debía avenirse con un Primer Ministro nacionalista, Mohammed Mossadegh. Este último, con el apoyo del ayatolá Abu al-Qassem Kachani, nacionalizó los recursos petroleros [2]. Furiosos, los británicos convencieron a Estados Unidos para que detuviera la deriva iraní antes de que el país se hundiera en el comunismo. Entonces, la CIA puso en marcha la «Operación Ajax», dirigida a derrocar a Mossadegh con la ayuda del sha y sustituirlo por el general nazi Fazlollah Zahedi, hasta entonces detenido por los británicos. Zahedi instauró el régimen de terror más cruel de la época, mientras el sha servía de tapadera a sus abusos posando para las revistas people occidentales.
La Operación Ajax estuvo dirigida por el arqueólogo Donald Wilber, el historiador Kermit Rooselvet (nieto del presidente Theodore Roosvelt) y el general Norman Schwartzkopf senior (cuyo hijo homónimo estuvo al mando de la Operación Tormenta del Desierto). Dicha operación continúa siendo un prototipo de subversión. La CIA idea un escenario que da la impresión de un levantamiento popular mientras se trata de una operación secreta. El punto culminante del espectáculo fue una manifestación en Teherán, con 8.000 extras pagados por la Agencia, para proporcionar fotos convincentes a la prensa occidental [3]
¿La historia se repite? Washington ha renunciado a atacar militarmente a Irán y ha disuadido a Israel de tomar esa iniciativa. Para conseguir «cambiar el régimen», la administración Obama prefiere jugar la carta –menos peligrosa aunque más incierta- de la acción secreta. A raíz de la elección presidencial iraní, grandes manifestaciones oponen en las calles de Teherán a los partidarios del presidente Mahmud Ahmadinejad y su guía Ali Jameini por un lado y a los partidarios del candidato derrotado Mir Hossein Musavi y del ex presidente Akbar Hashemi Rafsanjami por el otro. Dichas manifestaciones reflejan una profunda división en la sociedad iraní entre un proletariado nacionalista y una burguesía que lamenta su marginación de la globalización económica [4]. Actuando bajo cuerda, Washington intenta influir en los acontecimientos para derrocar al presidente reelegido.
Una vez más, Irán es un campo de ensayo de métodos innovadores de subversión. En 2009, la CÍA se apoya en una nueva arma: el control de los teléfonos móviles.
Desde la generalización de los teléfonos móviles, los servicios secretos anglosajones han multiplicado sus capacidades de interceptación. Mientras que la escucha de los teléfonos fijos necesita instalación de cables de derivación, y por lo tanto agentes sobre el terreno, la escucha de los móviles se puede hacer a distancia gracias a la red Echelon. Sin embargo, ese sistema no permite interceptar las comunicaciones telefónicas vía Skype, de ahí el éxito de los teléfonos Skype en las zonas de conflicto [5]. Así, la National Security Agency (NSA) acaba de hacer propuestas a los proveedores de acceso a Internet de todo el mundo para obtener su colaboración. A los que han aceptado se les ha retribuido generosamente [6].
En los países que ocupan –Iraq, Afganistán y Pakistán-, los anglosajones interceptan todas las conversaciones telefónicas emitidas por móviles o conectadas con ellos. El objetivo no es conseguir transcripciones de tal o cual conversación, sino identificar las «redes sociales». En otras palabras, los teléfonos son los chivatos que permiten saber con quién se relaciona una persona determinada. A partir de ahí se puede conseguir la identificación de las redes de resistencia. Posteriormente, los teléfonos permiten localizar los objetivos identificados y «neutralizarlos».
Por eso, en febrero de 2008, los insurgentes afganos ordenaron a los diversos operadores que detuviesen su actividad todos los días desde las 17:00 a las 03:00 h., para impedir que los anglosajones siguieran sus movimientos. Las antenas de quienes no cumplieron dicha orden se destruyeron [7].
Por el contrario (la central telefónica hormis resultó afectada por error), el ejército israelí se cuidó mucho de bombardear las antenas telefónicas en Gaza durante la operación Plomo Fundido en diciembre 2008-enero 2009. Aquí aparece un cambio total de estrategia por parte de los occidentales. Desde la guerra del Golfo prevalecía la «teoría de los cinco anillos» del coronel John A. Warden: el bombardeo de las infraestructuras telefónicas se consideraba un objetivo estratégico para sumir a la población en la confusión y al mismo tiempo cortar las comunicaciones entre los centros de mando y los combatientes. Ahora es al contrario, es necesario proteger las infraestructuras de las telecomunicaciones. Durante los bombardeos de Gaza, el operador Jawwal [8] dio crédito a sus abonados, oficialmente para ayudarlos, en realidad por interés de los israelíes.
Un paso más allá, los servicios secretos anglosajones e israelíes han desarrollado métodos de guerra psicológica basados en la utilización extensiva de los móviles. En julio de 2008, tras el intercambio de prisioneros y cadáveres entre Israel y Hezbolá, los robots lanzaron decenas de miles de llamadas a los móviles libaneses. Una voz en árabe advertía contra cualquier participación en la resistencia y denigraba a Hezbolá. El ministro libanés de Telecomunicaciones, Jibran Bassil [9], presentó una denuncia ante la ONU contra esa flagrante violación de la soberanía del país [10].
En la misma línea, decenas de miles de libaneses y sirios recibieron una llamada automática, en octubre de 2008, que ofrecía 10 millones de dólares por cualquier información que permitiera localizar y liberar a los soldados israelíes prisioneros. Las personas interesadas en colaborar debían dirigirse a un número en el Reino Unido [11].
Este método se está empleando en Irán para intoxicar a la población con la difusión de noticias alarmistas y para canalizar el descontento que suscitan.
En primer lugar, se difundió por SMS durante la noche del escrutinio la noticia de que el Consejo de los Guardianes de la Constitución (equivalente al Tribunal Constitucional) había informado a Mir Hossein Musavi de su victoria. Así, el anuncio, varias horas después, de los resultados oficiales –la reelección de Mahmud Ahmadinejad con el 65% de los votos-, apareció como un enorme fraude. Sin embargo, tres días antes, Musavi y sus amigos consideraban segura la victoria masiva de Ahmadinejad y se esforzaban en explicarla por los desequilibrios en la campaña electoral. Así, el ex presidente Akbar Hashemi Rafsanjani detallaba sus quejas en una carta abierta. Los institutos de sondeos estadounidenses en Irán pronosticaban una ventaja de Ahmadinejad de 20 puntos con respecto a Musavi [12]. En ningún momento pareció posible la victoria de Musavi, incluso aunque es probable que el trucaje acentuase el margen entre ambos candidatos.
Posteriormente, los ciudadanos seleccionados se dieron a conocer en Internet para conversar en Facebook o se abonaron a las líneas de información Twitter. Entonces recibieron, siempre por SMS, las informaciones –verdaderas o falsas- sobre la evolución de la crisis política y las manifestaciones en curso. Se trataba de mensajes anónimos que esparcían noticias de tiroteos y numerosos muertos; noticias que hasta la fecha no se han confirmado. Por una desafortunada coincidencia de calendario, la empresa Twitter debía suspender el servicio durante una noche, el tiempo necesario para el mantenimiento de sus instalaciones. Pero el departamento de Estado de Estados Unidos intervino para exigirle que suspendiera dicha operación [13]. Según el New York Times, esas operaciones contribuyeron a sembrar la desconfianza entre la población [14].
Simultáneamente, en un nuevo esfuerzo, la CIA moviliza a los militantes anti iraníes en Estados Unidos y el Reino Unido para añadir al desorden. Se ha distribuido una Guía práctica de la revolución en Irán, que incluye varios consejos prácticos, entre ellos:
- Ajustar las cuentas Twitter sobre la zona horaria de Teherán.
- Centralizar los mensajes en las cuentas Twitter@stopAhmadi, iranelection y gr88.
- No atacar los sitios oficiales de Internet del Estado iraní. «Dejen hacer al ejército» de EEUU para eso (sic).
Al aplicarlos, esos consejos impiden cualquier autentificación de los mensajes Twitter. Ya no se puede saber si los envían testigos de las manifestaciones en Teherán o agentes de la CIA desde Langley, y no se puede distinguir lo verdadero de lo falso. El objetivo es crear todavía más confusión y empujar a los iraníes a luchar entre sí.
Los estados mayores de todo el mundo siguen con atención los acontecimientos en Teherán. Cada uno intenta evaluar la eficacia de este nuevo método de subversión en el laboratorio iraní. Es obvio que el proceso de desestabilización ha funcionado. Pero no es seguro que la CIA pueda canalizar a los manifestantes para que ellos mismos hagan lo que ha renunciado a hacer el Pentágono si no desean hacerlo: cambiar el régimen, acabar con la revolución islámica.
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Las elecciones iraníes: el timo del robo electoral
por James Petras*
El análisis de la elección presidencial iraní, en vista de las anteriores votaciones y de las encuestas encargadas por los Estados Unidos, no deja ninguna duda de que Mahmoud Ahmadinejad es ampliamente reelegido. Esto no es sorprendente, observa el profesor James Petras: el pueblo votó a favor de un nacional-populista, mientras que sólo las élites occidentalizadas han votado a favor del candidato liberal, querido de los medios de comunicación occidentales. El mismo fenómeno se ha observado en otros países.
«Para los pobres, el cambio significa alimento y empleo, no un código más permisivo en el vestir o el ocio… La política en Irán tiene mucho más que ver con la lucha de clases que con la religión».
Financial Times, editorial (15.6.2009)
Introducción
No hay prácticamente unas elecciones en las que la Casa Blanca tenga algo en juego, en las que la derrota electoral del candidato pro estadounidense no sea denunciada como ilegítima por toda la élite política y de los medios de comunicación. Últimamente, la Casa Blanca y sus seguidores proclamaron que había fraude en las elecciones libres (y supervisadas) celebradas en Venezuela y Gaza, a la vez que celebraban alegremente el éxito electoral en Líbano, a pesar de que la coalición liderada por Hezbolá recibió más del 53% de los votos.
Las elecciones iraníes del pasado 12 de junio son un ejemplo clásico: el candidato nacionalista-populista, Mahmoud Ahmadineyad, recibió el 63,3% de los votos (24,5 millones), mientras que el candidato de la oposición, apoyado por los países occidentales, Hosein Musaví recibía el 34,2% (3,2 millones).
Estas elecciones alcanzaron una participación récord de más del 80% del electorado, con un número de votos provenientes del extranjero de 234.812, de los que 111.792 fueron a parar a Musaví y 78.300 a Ahmadineyad. La oposición liderada por Musaví no aceptó la derrota y organizó una serie de manifestaciones masivas que desembocaron en actos de violencia, como quema y destrucción de automóviles, bancos, edificios públicos y confrontaciones armadas con la policía y otras autoridades. Casi todo el espectro de comentaristas occidentales, entre otros los de los principales medios impresos y electrónicos, y los principales sitios Internet de tendencia liberal, izquierdista, libertaria y conservadora, se hicieron eco de la afirmación de la oposición de fraude electoral a gran escala. Los neoconservadores, los conservadores libertarios y los trotskistas se unieron a los sionistas para aclamar a los manifestantes de la oposición como avanzadilla de una revolución democrática. Demócratas y republicanos condenaron al gobierno iraní, se negaron a reconocer los resultados de la votación y dieron respaldo a los esfuerzos de los manifestantes por revocar el resultado electoral. El New York Times, la CNN, el Washington Post, el ministerio de Asuntos Exteriores de Israel y todos los líderes de las principales organizaciones judías estadounidenses pidieron sanciones más duras contra Irán y anunciaron la defunción del diálogo propuesto por el presidente Obama con Irán.
El timo del fraude electoral
Los líderes occidentales rechazaron los resultados porque sabían que su candidato reformista no podía perder… Durante meses publicaron diariamente entrevistas, editoriales e informes desde el terreno detallando los fallos del gobierno de Mahmoud Ahmadineyad y citando el apoyo aportado por los clérigos, ex funcionarios, comerciantes y sobre todo mujeres y jóvenes urbanos que hablan inglés, con el fin de probar que Hosein Musaví iba a ganar con toda facilidad. La victoria de éste se describía como la de las voces de la moderación, es decir, la versión de la Casa Blanca de este vacío tópico. Destacados académicos progresistas dedujeron que el recuento de los votos fue fraudulento porque el candidato de la oposición, Musaví, perdió en su propio enclave étnico azerí. Otros académicos aseguraron que el voto joven –basándose en entrevistas con jóvenes universitarios de clase media y alta de los barrios del norte de Teherán– estaban abrumadoramente a favor del candidato reformista.
Lo que resulta asombroso de la condena occidental general de los resultados electorales por fraude es que no hay ni asomo de pruebas sobre papel o fruto de la observación presentadas antes o una semana después del recuento. Durante toda la campaña electoral, no hubo ninguna acusación creíble (o incluso dudosa) de manipulación de votos. Mientras los medios occidentales creían su propia propaganda de una inminente victoria de su candidato, describían un proceso electoral altamente competido, con encendidos debates públicos y niveles sin precedentes de actividad pública, sin ningún obstáculo para el proselitismo. La creencia en una elección libre y abierta era tan fuerte que los líderes y los medios occidentales estaban convencidos de que ganaría su candidato favorito.
Los medios occidentales confiaban en sus reporteros que cubrían las grandes manifestaciones de los seguidores de la oposición, a la vez que ignoraban o quitaban importancia a las favorables a Ahmadineyad. Peor aún, los medios occidentales no prestaban atención a la composición de clase de las diferentes manifestaciones, sin percatarse de que el candidato presidente recibía el apoyo de la mucho más numerosa clase trabajadora pobre, los campesinos, los artesanos y los funcionarios, mientras que el grueso de las manifestaciones de la oposición estaba formado por estudiantes de clase media y alta y miembros de la clase profesional y de negocios.
Además, la mayor parte de las proyecciones de los líderes de opinión y reporteros occidentales basados en Teherán eran extrapolaciones de sus observaciones en la capital, y pocos fueron los que se aventuraron en las provincias, las poblaciones pequeñas y medias y los pueblos, donde Mahmoud Ahmadineyad tiene su base de apoyo. Asimismo, los seguidores de la oposición eran una minoría de estudiantes fácilmente movilizables para realizar actividades de calle, mientras que el apoyo de Mahmoud Ahmadineyad contaba con la mayoría de los jóvenes trabajadores, hombres y mujeres, y amas de casa, que expresaron su opinión ante las urnas y no tenían tiempo o ganas de participar en la política de la calle.
Una serie de expertos periodísticos, entre otros Gideon Rachman del Financial Times, afirma como evidencia del fraude electoral el hecho de que Mahmoud Ahmadineyad consiguiera el 63% de los votos en una provincia de lengua azerí, contra su oponente Musaví, de la etnia azerí. La suposición simplista es que la identidad étnica o la pertenencia a un grupo lingüístico es la única explicación posible del comportamiento electoral, y no otros intereses sociales o de clase.
Una mirada más atenta al comportamiento electoral en la región de Azerbayán oriental iraní revela que Musaví ganó sólo en la ciudad de Shabestar entre las clases alta y media (y solo por un estrecho margen), mientras que fue derrotado estrepitosamente en las zonas rurales, en las que las políticas redistributivas del gobierno han contribuido a que los azeríes se librasen de las deudas, obtuviesen créditos asequibles y préstamos para los campesinos. Musaví ganó, es cierto, en la región de Azerbayán occidental, donde utilizó sus vínculos étnicos para conseguir el voto urbano. En la provincia de Teherán, densamente poblada, Musaví ganó a Mahmoud Ahmadineyad en los centros urbanos de Teherán y Shemiranat gracias a los votos de los distritos de clase media y alta, mientras que perdió por mucha diferencia en los suburbios cercanos de clase trabajadora, las pequeñas ciudades y las zonas rurales.
El énfasis en el voto étnico, superficial y distorsionado, que aportan los colaboradores del Financial Times y del New York Times para justificar que la victoria de Ahmadineyad se debe al “robo de votos” es equiparable a la negativa deliberada de los medios de comunicación a reconocer una encuesta de opinión, rigurosa y de ámbito nacional, llevada a cabo por dos expertos estadounidenses tres semanas antes de las elecciones, que mostró que Mahmoud Ahmadineyad tenía a su favor un porcentaje de votos de dos a uno, más incluso que el obtenido en su victoria electoral del 12 de junio. La encuesta reveló que entre los azeríes Ahmadineyad superaba en una proporción de dos a uno a Musaví, demostrando así cómo los intereses de clase representados por uno de los candidatos pueden vencer la identificación étnica del otro candidato (Washington Post 15.6.2009).
El único grupo que apoyó decididamente a Musaví fue el de los estudiantes y licenciados universitarios, los comerciantes propietarios y la clase media alta. El voto de los jóvenes, que los medios occidentales presentaron como pro reformistas, fueron una clara minoría inferior al 30%, pero venían de un grupo privilegiado, conocedor de la lengua inglesa y con capacidad para hacerse oír, que gozó del monopolio de los medios occidentales. Su presencia abrumadora en las noticias de prensa occidentales creó lo que se ha calificado de síndrome del norte de Teherán, en referencia al confortable enclave de la clase alta de donde vienen muchos de estos estudiantes. Aunque sepan expresarse, vistan bien y hablen inglés correctamente, fueron vencidos con claridad en el secreto de la cabina de voto.
En general, Ahmadineyad obtuvo buenos resultados en las provincias petroleras y de la industria petroquímica, lo que podría ser un reflejo de la oposición de los trabajadores de esta industria al programa reformista, que incluye la privatización de empresas públicas. Del mismo modo, el presidente tuvo buenos resultados en las provincias fronterizas con su énfasis en el reforzamiento de la seguridad nacional ante las amenazas estadounidenses e israelíes, a la vista de una escalada de ataques terroristas patrocinados por Estados Unidos a partir de Pakistán, y de incursiones israelíes desde el Kurdistán iraquí, que han matado a docenas de ciudadanos iraníes. El patrocinio y la financiación masiva de los grupos que realizan estos ataques forma parte de la política oficial de EE UU desde el gobierno Bush, que no ha sido repudiada por el presidente Obama, al contrario, se han incrementado en el periodo previo a los comicios.
Lo que los comentadores occidentales y sus protegidos iraníes han ignorado es el fuerte impacto que las devastadoras guerras y ocupación de Iraq y Afganistán han tenido en la opinión pública iraní. La decidida postura de Mahmoud Ahmadineyad en materia de defensa contrasta con las adoptadas por muchos de los propagandistas de campaña de la ocupación, débiles y pro occidentales.
La gran mayoría de votantes de Ahmadineyad probablemente pensaron que los intereses de seguridad nacional, la integridad del país y el sistema de seguridad social, con todos sus defectos y excesos, estarían mejor defendidos y mejorarían con éste que con unos tecnócratas de clase alta apoyados por una juventud privilegiada pro occidental que anteponen los estilos de vida individuales a los valores comunitarios y la solidaridad.
La demografía de la votación revela una auténtica polarización de clase que ha enfrentado a un grupo de individualistas capitalistas de alto nivel de ingreso y orientación librecambista con una clase trabajadora de bajos ingresos, defensores de base de la economía moral en la que la usura y el beneficio están limitados por preceptos religiosos. Los abiertos ataques por parte de economistas de la oposición a los gastos sociales del gobierno, el crédito fácil y las altas subvenciones para los productos básicos de alimentación no han contribuido a congraciarlos con la mayoría de los iraníes que se benefician de dichos programas. Del Estado persiste la imagen de protector y benefactor de los trabajadores pobres contra el mercado, que representa la riqueza, el poder, el privilegio y la corrupción. Los ataques de la oposición contra la intransigente política exterior y posiciones que alienan a Occidente sólo fueron bien acogidos entre los estudiantes universitarios liberales y los grupos de negocios de importación y exportación. Para muchos iraníes, el rearme militar del régimen es visto como lo que impide un ataque estadounidense o israelí.
La escala del déficit electoral de la oposición debería indicarnos hasta qué punto está fuera de contacto con las preocupaciones vitales de su propia gente. Debería recordarles también que al acercarse a la opinión occidental se han alejado de los intereses cotidianos de seguridad, alojamiento, empleo y alimentos subvencionados que hacen la vida tolerable a los que viven por debajo del nivel de la clase media y fuera de las privilegiadas puertas de la Universidad de Teherán.
El éxito electoral de Ahmadineyad, visto en una perspectiva histórica comparada, no debería ser una sorpresa. En competiciones electorales similares en que se han enfrentado nacionalistas-populistas contra liberales pro occidentales, los populistas han ganado. Ejemplos del pasado serían Juan Domingo Perón, en Argentina, y, más recientemente, Hugo Chávez, en Venezuela, Evo Morales, en Bolivia, e incluso Lula da Silva, en Brasil, todos los cuales han demostrado su capacidad para conseguirse en torno o por encima del 60% de los votos en elecciones libres. Las mayorías votantes de estos países prefieren la seguridad social a los mercados sin trabas y la seguridad nacional al alineamiento con los imperios militares.
Las consecuencias de la victoria electoral de Mahmoud Ahmadineyad están abiertas a discusión. Estados Unidos puede sacar en conclusión que seguir apoyando a una minoría dotada de voz pero duramente derrotada tiene pocas perspectivas de conseguir concesiones en materia de enriquecimiento nuclear o de abandono del apoyo de Irán a Hezbolá y Hamás. Un enfoque realista sería abrir unas conversaciones amplias con Irán, y reconocer, tal como el senador John Kerry destacó recientemente, que el enriquecimiento de uranio no constituye una amenaza existencial para nadie. Este enfoque sería radicalmente diferente del de los sionistas estadounidenses instalados en el gobierno de Obama, que siguen la línea de Israel de promover una guerra preventiva con Irán y utilizar el espúreo argumento de que no hay negociación posible con un gobierno ilegítimo en Teherán, que ha robado las elecciones.
Acontecimientos recientes sugieren que los líderes políticos europeos, y algunos de Washington, no aceptan la argumentación de los medios sionistas de que ha habido elecciones robadas. La Casa Blanca no ha suspendido su oferta de negociaciones con el gobierno recién reelegido, pero se ha centrado en cambio en la represión de los opositores (y no en el recuento de votos). Del mismo modo, los 27 países que forman la Unión Europea han expresado su “seria preocupación por la violencia” y han instado a que “las aspiraciones del pueblo iraní se cumplan por medios pacíficos y se respete la libertad de expresión.” (Financial Times, 16.6.2009, p.4). Excepto Nicolas Sarkozy, ningún líder de la UE ha puesto en cuestión el resultado de los comicios.
El comodín en este epílogo de las elecciones es la respuesta israelí: Netanyahu ha indicado a sus seguidores sionistas estadounidenses que deben utilizar el timo del fraude electoral para ejercer una presión máxima sobre el gobierno de Obama para que ponga fin a todos sus planes de reunirse con el gobierno reelegido de Ahmadineyad.
Paradójicamente, los comentadores de Estados Unidos –de izquierda, derecha y centro– que se han tragado el timo del fraude electoral proporcionan, sin proponérselo, a Netanyahu y sus seguidores estadounidenses argumentos y mentiras: donde ven guerras religiosas, nosotros vemos lucha de clases; donde ven fraude electoral, vemos desestabilización imperial.
James Petras
James Petras es profesor emérito de sociología en la universidad de Binghamton (New York)
por James Petras*
El análisis de la elección presidencial iraní, en vista de las anteriores votaciones y de las encuestas encargadas por los Estados Unidos, no deja ninguna duda de que Mahmoud Ahmadinejad es ampliamente reelegido. Esto no es sorprendente, observa el profesor James Petras: el pueblo votó a favor de un nacional-populista, mientras que sólo las élites occidentalizadas han votado a favor del candidato liberal, querido de los medios de comunicación occidentales. El mismo fenómeno se ha observado en otros países.
«Para los pobres, el cambio significa alimento y empleo, no un código más permisivo en el vestir o el ocio… La política en Irán tiene mucho más que ver con la lucha de clases que con la religión».
Financial Times, editorial (15.6.2009)
Introducción
No hay prácticamente unas elecciones en las que la Casa Blanca tenga algo en juego, en las que la derrota electoral del candidato pro estadounidense no sea denunciada como ilegítima por toda la élite política y de los medios de comunicación. Últimamente, la Casa Blanca y sus seguidores proclamaron que había fraude en las elecciones libres (y supervisadas) celebradas en Venezuela y Gaza, a la vez que celebraban alegremente el éxito electoral en Líbano, a pesar de que la coalición liderada por Hezbolá recibió más del 53% de los votos.
Las elecciones iraníes del pasado 12 de junio son un ejemplo clásico: el candidato nacionalista-populista, Mahmoud Ahmadineyad, recibió el 63,3% de los votos (24,5 millones), mientras que el candidato de la oposición, apoyado por los países occidentales, Hosein Musaví recibía el 34,2% (3,2 millones).
Estas elecciones alcanzaron una participación récord de más del 80% del electorado, con un número de votos provenientes del extranjero de 234.812, de los que 111.792 fueron a parar a Musaví y 78.300 a Ahmadineyad. La oposición liderada por Musaví no aceptó la derrota y organizó una serie de manifestaciones masivas que desembocaron en actos de violencia, como quema y destrucción de automóviles, bancos, edificios públicos y confrontaciones armadas con la policía y otras autoridades. Casi todo el espectro de comentaristas occidentales, entre otros los de los principales medios impresos y electrónicos, y los principales sitios Internet de tendencia liberal, izquierdista, libertaria y conservadora, se hicieron eco de la afirmación de la oposición de fraude electoral a gran escala. Los neoconservadores, los conservadores libertarios y los trotskistas se unieron a los sionistas para aclamar a los manifestantes de la oposición como avanzadilla de una revolución democrática. Demócratas y republicanos condenaron al gobierno iraní, se negaron a reconocer los resultados de la votación y dieron respaldo a los esfuerzos de los manifestantes por revocar el resultado electoral. El New York Times, la CNN, el Washington Post, el ministerio de Asuntos Exteriores de Israel y todos los líderes de las principales organizaciones judías estadounidenses pidieron sanciones más duras contra Irán y anunciaron la defunción del diálogo propuesto por el presidente Obama con Irán.
El timo del fraude electoral
Los líderes occidentales rechazaron los resultados porque sabían que su candidato reformista no podía perder… Durante meses publicaron diariamente entrevistas, editoriales e informes desde el terreno detallando los fallos del gobierno de Mahmoud Ahmadineyad y citando el apoyo aportado por los clérigos, ex funcionarios, comerciantes y sobre todo mujeres y jóvenes urbanos que hablan inglés, con el fin de probar que Hosein Musaví iba a ganar con toda facilidad. La victoria de éste se describía como la de las voces de la moderación, es decir, la versión de la Casa Blanca de este vacío tópico. Destacados académicos progresistas dedujeron que el recuento de los votos fue fraudulento porque el candidato de la oposición, Musaví, perdió en su propio enclave étnico azerí. Otros académicos aseguraron que el voto joven –basándose en entrevistas con jóvenes universitarios de clase media y alta de los barrios del norte de Teherán– estaban abrumadoramente a favor del candidato reformista.
Lo que resulta asombroso de la condena occidental general de los resultados electorales por fraude es que no hay ni asomo de pruebas sobre papel o fruto de la observación presentadas antes o una semana después del recuento. Durante toda la campaña electoral, no hubo ninguna acusación creíble (o incluso dudosa) de manipulación de votos. Mientras los medios occidentales creían su propia propaganda de una inminente victoria de su candidato, describían un proceso electoral altamente competido, con encendidos debates públicos y niveles sin precedentes de actividad pública, sin ningún obstáculo para el proselitismo. La creencia en una elección libre y abierta era tan fuerte que los líderes y los medios occidentales estaban convencidos de que ganaría su candidato favorito.
Los medios occidentales confiaban en sus reporteros que cubrían las grandes manifestaciones de los seguidores de la oposición, a la vez que ignoraban o quitaban importancia a las favorables a Ahmadineyad. Peor aún, los medios occidentales no prestaban atención a la composición de clase de las diferentes manifestaciones, sin percatarse de que el candidato presidente recibía el apoyo de la mucho más numerosa clase trabajadora pobre, los campesinos, los artesanos y los funcionarios, mientras que el grueso de las manifestaciones de la oposición estaba formado por estudiantes de clase media y alta y miembros de la clase profesional y de negocios.
Además, la mayor parte de las proyecciones de los líderes de opinión y reporteros occidentales basados en Teherán eran extrapolaciones de sus observaciones en la capital, y pocos fueron los que se aventuraron en las provincias, las poblaciones pequeñas y medias y los pueblos, donde Mahmoud Ahmadineyad tiene su base de apoyo. Asimismo, los seguidores de la oposición eran una minoría de estudiantes fácilmente movilizables para realizar actividades de calle, mientras que el apoyo de Mahmoud Ahmadineyad contaba con la mayoría de los jóvenes trabajadores, hombres y mujeres, y amas de casa, que expresaron su opinión ante las urnas y no tenían tiempo o ganas de participar en la política de la calle.
Una serie de expertos periodísticos, entre otros Gideon Rachman del Financial Times, afirma como evidencia del fraude electoral el hecho de que Mahmoud Ahmadineyad consiguiera el 63% de los votos en una provincia de lengua azerí, contra su oponente Musaví, de la etnia azerí. La suposición simplista es que la identidad étnica o la pertenencia a un grupo lingüístico es la única explicación posible del comportamiento electoral, y no otros intereses sociales o de clase.
Una mirada más atenta al comportamiento electoral en la región de Azerbayán oriental iraní revela que Musaví ganó sólo en la ciudad de Shabestar entre las clases alta y media (y solo por un estrecho margen), mientras que fue derrotado estrepitosamente en las zonas rurales, en las que las políticas redistributivas del gobierno han contribuido a que los azeríes se librasen de las deudas, obtuviesen créditos asequibles y préstamos para los campesinos. Musaví ganó, es cierto, en la región de Azerbayán occidental, donde utilizó sus vínculos étnicos para conseguir el voto urbano. En la provincia de Teherán, densamente poblada, Musaví ganó a Mahmoud Ahmadineyad en los centros urbanos de Teherán y Shemiranat gracias a los votos de los distritos de clase media y alta, mientras que perdió por mucha diferencia en los suburbios cercanos de clase trabajadora, las pequeñas ciudades y las zonas rurales.
El énfasis en el voto étnico, superficial y distorsionado, que aportan los colaboradores del Financial Times y del New York Times para justificar que la victoria de Ahmadineyad se debe al “robo de votos” es equiparable a la negativa deliberada de los medios de comunicación a reconocer una encuesta de opinión, rigurosa y de ámbito nacional, llevada a cabo por dos expertos estadounidenses tres semanas antes de las elecciones, que mostró que Mahmoud Ahmadineyad tenía a su favor un porcentaje de votos de dos a uno, más incluso que el obtenido en su victoria electoral del 12 de junio. La encuesta reveló que entre los azeríes Ahmadineyad superaba en una proporción de dos a uno a Musaví, demostrando así cómo los intereses de clase representados por uno de los candidatos pueden vencer la identificación étnica del otro candidato (Washington Post 15.6.2009).
El único grupo que apoyó decididamente a Musaví fue el de los estudiantes y licenciados universitarios, los comerciantes propietarios y la clase media alta. El voto de los jóvenes, que los medios occidentales presentaron como pro reformistas, fueron una clara minoría inferior al 30%, pero venían de un grupo privilegiado, conocedor de la lengua inglesa y con capacidad para hacerse oír, que gozó del monopolio de los medios occidentales. Su presencia abrumadora en las noticias de prensa occidentales creó lo que se ha calificado de síndrome del norte de Teherán, en referencia al confortable enclave de la clase alta de donde vienen muchos de estos estudiantes. Aunque sepan expresarse, vistan bien y hablen inglés correctamente, fueron vencidos con claridad en el secreto de la cabina de voto.
En general, Ahmadineyad obtuvo buenos resultados en las provincias petroleras y de la industria petroquímica, lo que podría ser un reflejo de la oposición de los trabajadores de esta industria al programa reformista, que incluye la privatización de empresas públicas. Del mismo modo, el presidente tuvo buenos resultados en las provincias fronterizas con su énfasis en el reforzamiento de la seguridad nacional ante las amenazas estadounidenses e israelíes, a la vista de una escalada de ataques terroristas patrocinados por Estados Unidos a partir de Pakistán, y de incursiones israelíes desde el Kurdistán iraquí, que han matado a docenas de ciudadanos iraníes. El patrocinio y la financiación masiva de los grupos que realizan estos ataques forma parte de la política oficial de EE UU desde el gobierno Bush, que no ha sido repudiada por el presidente Obama, al contrario, se han incrementado en el periodo previo a los comicios.
Lo que los comentadores occidentales y sus protegidos iraníes han ignorado es el fuerte impacto que las devastadoras guerras y ocupación de Iraq y Afganistán han tenido en la opinión pública iraní. La decidida postura de Mahmoud Ahmadineyad en materia de defensa contrasta con las adoptadas por muchos de los propagandistas de campaña de la ocupación, débiles y pro occidentales.
La gran mayoría de votantes de Ahmadineyad probablemente pensaron que los intereses de seguridad nacional, la integridad del país y el sistema de seguridad social, con todos sus defectos y excesos, estarían mejor defendidos y mejorarían con éste que con unos tecnócratas de clase alta apoyados por una juventud privilegiada pro occidental que anteponen los estilos de vida individuales a los valores comunitarios y la solidaridad.
La demografía de la votación revela una auténtica polarización de clase que ha enfrentado a un grupo de individualistas capitalistas de alto nivel de ingreso y orientación librecambista con una clase trabajadora de bajos ingresos, defensores de base de la economía moral en la que la usura y el beneficio están limitados por preceptos religiosos. Los abiertos ataques por parte de economistas de la oposición a los gastos sociales del gobierno, el crédito fácil y las altas subvenciones para los productos básicos de alimentación no han contribuido a congraciarlos con la mayoría de los iraníes que se benefician de dichos programas. Del Estado persiste la imagen de protector y benefactor de los trabajadores pobres contra el mercado, que representa la riqueza, el poder, el privilegio y la corrupción. Los ataques de la oposición contra la intransigente política exterior y posiciones que alienan a Occidente sólo fueron bien acogidos entre los estudiantes universitarios liberales y los grupos de negocios de importación y exportación. Para muchos iraníes, el rearme militar del régimen es visto como lo que impide un ataque estadounidense o israelí.
La escala del déficit electoral de la oposición debería indicarnos hasta qué punto está fuera de contacto con las preocupaciones vitales de su propia gente. Debería recordarles también que al acercarse a la opinión occidental se han alejado de los intereses cotidianos de seguridad, alojamiento, empleo y alimentos subvencionados que hacen la vida tolerable a los que viven por debajo del nivel de la clase media y fuera de las privilegiadas puertas de la Universidad de Teherán.
El éxito electoral de Ahmadineyad, visto en una perspectiva histórica comparada, no debería ser una sorpresa. En competiciones electorales similares en que se han enfrentado nacionalistas-populistas contra liberales pro occidentales, los populistas han ganado. Ejemplos del pasado serían Juan Domingo Perón, en Argentina, y, más recientemente, Hugo Chávez, en Venezuela, Evo Morales, en Bolivia, e incluso Lula da Silva, en Brasil, todos los cuales han demostrado su capacidad para conseguirse en torno o por encima del 60% de los votos en elecciones libres. Las mayorías votantes de estos países prefieren la seguridad social a los mercados sin trabas y la seguridad nacional al alineamiento con los imperios militares.
Las consecuencias de la victoria electoral de Mahmoud Ahmadineyad están abiertas a discusión. Estados Unidos puede sacar en conclusión que seguir apoyando a una minoría dotada de voz pero duramente derrotada tiene pocas perspectivas de conseguir concesiones en materia de enriquecimiento nuclear o de abandono del apoyo de Irán a Hezbolá y Hamás. Un enfoque realista sería abrir unas conversaciones amplias con Irán, y reconocer, tal como el senador John Kerry destacó recientemente, que el enriquecimiento de uranio no constituye una amenaza existencial para nadie. Este enfoque sería radicalmente diferente del de los sionistas estadounidenses instalados en el gobierno de Obama, que siguen la línea de Israel de promover una guerra preventiva con Irán y utilizar el espúreo argumento de que no hay negociación posible con un gobierno ilegítimo en Teherán, que ha robado las elecciones.
Acontecimientos recientes sugieren que los líderes políticos europeos, y algunos de Washington, no aceptan la argumentación de los medios sionistas de que ha habido elecciones robadas. La Casa Blanca no ha suspendido su oferta de negociaciones con el gobierno recién reelegido, pero se ha centrado en cambio en la represión de los opositores (y no en el recuento de votos). Del mismo modo, los 27 países que forman la Unión Europea han expresado su “seria preocupación por la violencia” y han instado a que “las aspiraciones del pueblo iraní se cumplan por medios pacíficos y se respete la libertad de expresión.” (Financial Times, 16.6.2009, p.4). Excepto Nicolas Sarkozy, ningún líder de la UE ha puesto en cuestión el resultado de los comicios.
El comodín en este epílogo de las elecciones es la respuesta israelí: Netanyahu ha indicado a sus seguidores sionistas estadounidenses que deben utilizar el timo del fraude electoral para ejercer una presión máxima sobre el gobierno de Obama para que ponga fin a todos sus planes de reunirse con el gobierno reelegido de Ahmadineyad.
Paradójicamente, los comentadores de Estados Unidos –de izquierda, derecha y centro– que se han tragado el timo del fraude electoral proporcionan, sin proponérselo, a Netanyahu y sus seguidores estadounidenses argumentos y mentiras: donde ven guerras religiosas, nosotros vemos lucha de clases; donde ven fraude electoral, vemos desestabilización imperial.
James Petras
James Petras es profesor emérito de sociología en la universidad de Binghamton (New York)
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A la bim, a la bam, a la bim-bom-bam, Ahmadineyad, Ahmadineyad y nadie más...
Fale, me rindo, reconozco que Ahma y sus colegas son los mejores del mundo mundial y el resto vulgares agentes al servicio de potencias extranjeras... Me rindo sin condiciones, pero por favor, no posteeis otras vez los mismos tochos insufribles.
Saludos y que Jamenei guíe vuestros pasos.
PD. Por cierto, los ayatolás deciden "ampliar" el plazo de quejas electorales. Eso de que al primer vistazo se detectaran 3 millones de votos sospechosos de más parece que no es tan pecata minuta como querían hacer creer los del régimen...
http://www.elmundo.es/elmundo/2009/06/23/internacional/1245785025.html
Perdón, perdón... se me había olvidado que me he rendido.
Fale, me rindo, reconozco que Ahma y sus colegas son los mejores del mundo mundial y el resto vulgares agentes al servicio de potencias extranjeras... Me rindo sin condiciones, pero por favor, no posteeis otras vez los mismos tochos insufribles.
Saludos y que Jamenei guíe vuestros pasos.
PD. Por cierto, los ayatolás deciden "ampliar" el plazo de quejas electorales. Eso de que al primer vistazo se detectaran 3 millones de votos sospechosos de más parece que no es tan pecata minuta como querían hacer creer los del régimen...
http://www.elmundo.es/elmundo/2009/06/23/internacional/1245785025.html
Perdón, perdón... se me había olvidado que me he rendido.
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En marzo de 2000, la secretaria de Estado Madeleine Albright reconoció que la administración Eisenhower organizó un cambio de régimen en Irán en 1953 y que ese acontecimiento histórico explica la actual hostilidad de los iraníes hacia Estados Unidos. La semana pasada, durante su discurso en El Cairo dirigido a los musulmanes, el presidente Obama reconoció oficialmente que «en plena Guerra Fría, Estados Unidos desempeñó un papel en el derrocamiento de un gobierno iraní elegido democráticamente
¿os suena a alguno la operacion ajax?
Desgraciadamente la parcialidad obsesiva suele ir de la mano de la ignorancia.
Se esta hablando mucho de que habia mas votos que los censados en muchas ciudades, pero casualmente en iran no hay censos. Los votantes pueden votar en cualquier mesa electoral del pais.
Y que puede haber fraude en tres millones de votos (que yo no digo que sea mentira) pero estamos hablando de veintitantos millones de votos que ha recibido ahma contra los poco mas de tres millones que ha recibido el lider prooccidental de la oposicion.
¿Os suena el divide y venceras (sin ir mas lejos lo ocurrido entre al fatah y hamas)?, ya que no hay narices de derrocarlo de otra manera han pasado al plan B.
¿a quien benefician y a quien perjudican las muertes que han ocurrido en teheran?, y siendo a todas luces de lo mas contraproducente ¿se iban a dedicar a poner francotiradores para matar adolescentes en las manifestaciones?
- Ismael
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bravepearl escribió:Se esta hablando mucho de que habia mas votos que los censados en muchas ciudades, pero casualmente en iran no hay censos. Los votantes pueden votar en cualquier mesa electoral del pais.
¿.... lo que también quiere decir que me puedo pasar por todas las mesas de Teherán y dejar un voto en cada una? ¿O es que están conectadas por Internet para no dejarme? Así no me extraña que nadie se crea los resultados
.......
pero estamos hablando de veintitantos millones de votos que ha recibido ahma contra los poco mas de tres millones que ha recibido el lider prooccidental de la oposicion.
Amplialo un poco más, porfa. Por un lado, en los datos oficiales, no sale nadie que haya obtenido poco más de tres millones de votos (salvo que trece sea poco más que tres, claro ), por otro, teniendo en cuenta que a las elecciones no se puede presentar ningún líder "prooccidental de la oposición" (primero, porque no le dejarían, segundo, porque los que son así están en el exilio), ¿te refieres a que hay tres millones de votos nulos que iban a alguna candidatura anulada, o algo así? No casa con el resto de tu discruso.
Un saludo
(por cierto, ¿Irgun y tú sois el mismo?)
Si Dios me hubiere consultado sobre el sistema del universo, le habría dado unas cuantas ideas (Alfonso X el Sabio)
Debemos perdonar a nuestros enemigos, pero nunca antes de que los cuelguen (H.Heine)
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¿a quien benefician y a quien perjudican las muertes que han ocurrido en teheran?, y siendo a todas luces de lo mas contraproducente ¿se iban a dedicar a poner francotiradores para matar adolescentes en las manifestaciones?
Perlita brava, que insinuas?
Desgraciadamente la parcialidad obsesiva suele ir de la mano de la ignorancia.
Ja! Que parcialidad? Si a mi me da igual un criminal que otro? más imparcial no puedo ser, me da lo mismo el criminal del comosellame, que el criminal de Musavi. De hecho todo esto me parece entretenidisimo, cuando parece que el mundo occidental iba a sumirse en las más negras tinieblas, resulta que los que están más tiesos que la mojama no somos nosotros.
Ignorancia, evidentemente, la tuya y la de tu sosias IRGUN, que llevais meses clamando por el fin del liberalismo (a media) occidental, y resulta que el castillito al que su gente prende fuego, es la satrapía teocratica persa.
Se esta hablando mucho de que habia mas votos que los censados en muchas ciudades, pero casualmente en iran no hay censos. Los votantes pueden votar en cualquier mesa electoral del pais.
Habrá un censo global, digo yo. Claro que dado el nivel de civilización, igual les parece herejía contar a la gente.
Y que puede haber fraude en tres millones de votos (que yo no digo que sea mentira) pero estamos hablando de veintitantos millones de votos que ha recibido ahma contra los poco mas de tres millones que ha recibido el lider prooccidental de la oposicion.
Proocidental el tipejo que precticamente fundó Hezbolla? Ja!
¿Os suena el divide y venceras (sin ir mas lejos lo ocurrido entre al fatah y hamas)?, ya que no hay narices de derrocarlo de otra manera han pasado al plan B.
Derrocar? Nosotros? Que va, aqui con las palomitas mirando, cuando se aclaren que avisen, mientras estén entretenidos peleandose entre ellos nos dejan tranquilos. De hecho, si es un trabajito de los servicios secretos, es bastante bueno. Pero derrocar a un nazi para poner a otro? Bah...
Cuando estabilicen las cosas, veremos su actitud, y obraremos en consecuencia.
Saludos!
We, the people...
¡Sois todos un puñado de socialistas!. (Von Mises)
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Ismael, lo que digo es que todos los baremos (salvo los manipulados massmedia) daban claro vencedor a ahma por mayoria. ¿que la mayoria abrumadora que ha conseguido se deba a fraude electoral? probablemente pero aun asi hubiera ganado. El unico colectivo en contra del gobierno son las clases medias altas (niños pijos que sueñan con el neoliberalismo). en los dos articulos que he colgado se exponen en parte mis conclusiones.
Y no, no soy irgun, acabo de entrar en el foro, aunque hace tiempo estuve posteando por aqui (con otro nick).
un saludo para ti tambien.
no insinuo nada, me pregunto si el gobierno irani es tan imbecil como para apostar francotiradores para asesinar adolescentes, con lo que eso supone, tras muchos años tratando de estar al dia en temas geoestrategicos tengo la percepcion clara de que, nada pasa al azar, nadie tira demasiadas piedras sobre su tejado, y que si de lo que se trata es de buscar culpables ante este tipo de acciones la inmensa mayoria de las veces se encuentran buscando entre los que mas se benefician de ellos.
Que yo sepa iran lleva como dos milenios sin invadir a nadie, cosa que no se puede decir ni de los yankis ni de los hijos de la grandisima bretaña ni de los jazaros autoprocamados semitas.
y de socialista nada, se que el banquero rothschild le encargo el manifiesto comunista a marx.
Por cierto, ¿ porque no decis nada al respecto de la operacion ajax, ni de los comentarios de la madeleine en el 2000, ni de lo que reconocio Obsama en el cairo sobre los varios derrocamientos de gobiernos democraticos en iran?, De eso no interesa hablar, ¿verdad?
Y no, no soy irgun, acabo de entrar en el foro, aunque hace tiempo estuve posteando por aqui (con otro nick).
un saludo para ti tambien.
jamon cocido de pueblo escribio:
Perlita brava, que insinuas?
no insinuo nada, me pregunto si el gobierno irani es tan imbecil como para apostar francotiradores para asesinar adolescentes, con lo que eso supone, tras muchos años tratando de estar al dia en temas geoestrategicos tengo la percepcion clara de que, nada pasa al azar, nadie tira demasiadas piedras sobre su tejado, y que si de lo que se trata es de buscar culpables ante este tipo de acciones la inmensa mayoria de las veces se encuentran buscando entre los que mas se benefician de ellos.
Que yo sepa iran lleva como dos milenios sin invadir a nadie, cosa que no se puede decir ni de los yankis ni de los hijos de la grandisima bretaña ni de los jazaros autoprocamados semitas.
y de socialista nada, se que el banquero rothschild le encargo el manifiesto comunista a marx.
Por cierto, ¿ porque no decis nada al respecto de la operacion ajax, ni de los comentarios de la madeleine en el 2000, ni de lo que reconocio Obsama en el cairo sobre los varios derrocamientos de gobiernos democraticos en iran?, De eso no interesa hablar, ¿verdad?
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Her name was Neda (Neda significa 'La Llamada')
http://www.youtube.com/watch?v=b5KBrsz1oxs&feature=fvsr
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http://www.youtube.com/watch?v=YwKVLwckDYw&eurl=ht
Human beings are members of a whole, In creation of one essence and soul. If one member is afflicted with pain, Other members uneasy will remain. If you have no sympathy for human pain, The name of...
Human beings are members of a whole,
In creation of one essence and soul.
If one member is afflicted with pain,
Other members uneasy will remain.
If you have no sympathy for human pain,
The name of human you cannot retain.
- Saadi
This week Iranians turned out in record numbers not seen since the beginning of the Iranian revolution to change their current President Mahmood Ahmadinejad.
Their willingness to exercise their democratic right was both historic and uncommon in the Middle East. Iranians longed for change the same way people in the United States, and indeed worldwide, longed for a new beginning after the Bush years. They were tired of an increasingly delusional President who has thrown their country into economic turmoil and portrayed their country as a conflict seeking entity in the Middle East.
But today the same Iranian regime that has denied a dialogue with the world, denied human rights, denied democracy, denied the Holocaust, is blatantly denying the will of its people by committing massive election fraud to reelect Mahmood Ahmadinejad, and arresting journalists and opposition leaders in broad daylight.
Accepting this deception will be costly not only for the people of Iran but also for the people of the Middle East, with far reaching consequences worldwide.
As you read these words, the people in Iran have taken to the streets in nationwide protests. Despite brutal government suppression tactics the Iranian people are courageously fighting for their rights. As antiriot police batons crush the bones of demonstrators whose only protest is election fraud, Iranians are screaming for the world to hear them: WE DENOUNCE MAHMOOD AHMADINEJAD!
The people of Iran now ask for your support!
We do not expect you to fight our struggle but to help us fight it. We expect people worldwide to put pressure on their governments and politicians not to accept the legitimacy of the Iranian elections and the fraudulent presidency of Mahmood Ahmadinejad. Democratic societies worldwide must not leave the Iranian people alone now that they have risen to the challenge. Instead they need to align their policies with the will of the Iranian people.
Friends, we ask you not to let 70 million people in Iran be taken hostage. Any government that accepts Mahmood Ahmadinejad as the new president of Iran has betrayed the Iranian people, endangered world peace, and has no sympathy for human pain.
Iranian Artists in Exile
http://www.youtube.com/watch?v=b5KBrsz1oxs&feature=fvsr
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Their willingness to exercise their democratic right was both historic and uncommon in the Middle East. Iranians longed for change the same way people in the United States, and indeed worldwide, longed for a new beginning after the Bush years. They were tired of an increasingly delusional President who has thrown their country into economic turmoil and portrayed their country as a conflict seeking entity in the Middle East.
But today the same Iranian regime that has denied a dialogue with the world, denied human rights, denied democracy, denied the Holocaust, is blatantly denying the will of its people by committing massive election fraud to reelect Mahmood Ahmadinejad, and arresting journalists and opposition leaders in broad daylight.
Accepting this deception will be costly not only for the people of Iran but also for the people of the Middle East, with far reaching consequences worldwide.
As you read these words, the people in Iran have taken to the streets in nationwide protests. Despite brutal government suppression tactics the Iranian people are courageously fighting for their rights. As antiriot police batons crush the bones of demonstrators whose only protest is election fraud, Iranians are screaming for the world to hear them: WE DENOUNCE MAHMOOD AHMADINEJAD!
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bravepearl escribió:Ismael, lo que digo es que todos los baremos (salvo los manipulados massmedia) daban claro vencedor a ahma por mayoria. ¿que la mayoria abrumadora que ha conseguido se deba a fraude electoral? probablemente pero aun asi hubiera ganado.
En lo segundo (lo primero suena a que ese "todos" es el único que yo me creo) estoy casi de acuerdo (obviamente, no tengo manera de saber lo que hubiera pasado), lo que ha mosqueado es esa mayoría "imposible" en primera vuelta.
El unico colectivo en contra del gobierno son las clases medias altas (niños pijos que sueñan con el neoliberalismo).
Descalificaciones aparte, dos cuestiones:
La primera, que no es correcto: en todas las anteriores elecciones elecciones, las áreas rurales han votado a los candidatos considerados como "reformistas": no porque sean más occidentales (o "pijos neoliberales" dirías tú), sino porque allí viven los no persas, que votan contra el candidato que parezca más "del sistema". En esta han dado un vuelco espectacular.
Segundo: resulta que en en esos barrios de clase media alta también ha ganado Ahmadineyad. Lo primero podría pasar, pero lo segundo no hay quien se lo crea.
no insinuo nada, me pregunto si el gobierno irani es tan imbecil como para apostar francotiradores para asesinar adolescentes,
No, pero mandar a barbudos con Kalasnikoff a reprimir, y que a estos se les vaya el dedo del gatillo, pues oye, a lo mejor sí.
Por cierto, ¿ porque no decis nada al respecto de ....
Porque no es lo que se trata ahora, y porque cada uno habla de lo que le da la gana, digo yo.
Un saludo
Última edición por Ismael el 24 Jun 2009, 11:53, editado 1 vez en total.
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Operación Ajax
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El golpe de estado iraní de 1953 fue una operación orquestrada por el Reino Unido y los Estados Unidos para derrocar al gobierno del primer ministro Mohammed Mosaddeq y su gabinete. Gracias a la labor de Kermit Roosevelt, que trabajaba para la CIA en una operación encubierta, se sobornó a distintos cargos de las administraciones iraníes, lo que facilitó el golpe.[1] Según la BBC, Gran Bretaña, motivada por el riesgo de perder su control sobre los campos petrolíferos iraníes, financió los sobornos concedidos a oficiales del ejército, medios de comunicación y otros. El proyecto para derribar al gobierno iraní recibió, en las comunicaciones de los gobiernos británico y americano, el nombre de Operation Ajax (oficialmente TP-AJAX). El golpe devolvió a Mohammad Reza Pahlavi la posición dominante en la política iraní.
Orígenes
La idea de derrocar a Mosaddeq fue concebida por el gobierno británico. Estos pidieron apoyo al presidente Harry S. Truman que sin embargo se negó a ayudarles.[2] Los británicos recuperaron la idea en 1953 siendo presidente de los Estados Unidos Dwight D. Eisenhower. La nueva administración se mostró de acuerdo en intervenir en Irán.[3]
Mosaddeq decidió que Irán debía obtener beneficios de sus campos petrolíferos e inició la nacionalización de las industria petrolífera que era controlada en aquel entonces por la Anglo-Iranian Oil Company (más tarde llamada British Petroleum Company). Gran Bretaña señaló que Irán estaba violando los derechos de las compañías e incentivó el boicot mundial al petróleo iraní, lo que produjo una crisis económica en ese país.
Trasfondo
Desarrollo de la industria petrolífera
Durante el apogeo del Imperio británico, Mozzafar al-Din Shah Qajar, el Shah de Irán, logró aliviar las deudas que contrajo con los británicos mediante la concesión, por sesenta años, del derecho a buscar petróleo en el territorio concedida a William Knox D'Arcy en mayo de 1901. Esto colocaba a los británicos en una posición ventajosa con respecto a los rusos en la zona del Caúcaso y Oriente Medio.
D'Arcy obtuvo petróleo en mayo de 1908, consiguiendo así la primera explotación petrolífera significativa en oriente. Debido a problemas financieros, la Burmah Oil Company se hizo con el control del yacimiento.
La compañía creció lentamente hasta la Primera guerra mundial, cuando su importancia estratégica llevó al gobierno británico a nacionalizar la producción de petróleo iraní durante un breve periodo de tiempo, convirtiémdose esta explotación en la principal fuente de combustible para la Royal Navy durante la guerra, lo que facilitó la derrota de los Imperios Centrales. Durante este periodo, los británicos ocuparon puntos estratégicos del país.
- Ismael
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Bueno, si se trata de poner parrafadas, vamos a poner algo que no sea de hace 50 años. Una sobre el papel de las nuevas tecnologías (con enlaces):
http://www.libertaddigital.com/opinion/daniel-rodriguez-herrera/la-soledad-de-los-revolucionarios-49775/
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Otra noticia: cuatro futbolistas de la selección iraní han sido expulsados "de por vida" de la misma, por llevar muñequeras verdes (el color de las protestas) el último partido ante Corea del Sur (de hecho, eran 6, no sé por qué se ha "perdonado" a los otros dos: supongo que metían más goles ):
La soledad de los revolucionarios
Daniel Rodríguez Herrera
Vean este vídeo. Se lo advierto, es muy duro. Pero no quiero que se fijen en las heridas de estos dos estudiantes iraníes, ni en su agonía. Deténganse en el segundo 45. Podrán ver al menos a tres personas grabando lo que sucede en su teléfono móvil, además, claro está, del responsable de habernos hecho llegar estas imágenes. Algo parecido sucedió con Neda, la joven que se ha convertido en mártir de esta revuelta y cuya muerte hemos visto en dos grabaciones distintas e incluso momentos antes de ser asesinada.
El caso es que se supone que no deberíamos ver esto. Irán había expulsado o detenido a los periodistas extranjeros. La represión habitual debía tener lugar en la más estricta intimidad, como siempre había sucedido. Internet está férreamente controlado y no se puede subir nada a YouTube o Facebook, o al menos no sin que el Gobierno sepa quién lo ha hecho y actúe en consecuencia. El autor del vídeo lo sabía, así que envió el vídeo por e-mail a varios amigos europeos y un par de medios. Un iraní exiliado en Holanda lo colgó en YouTube, y ahora el mundo entero conoce a Neda.
El proveedor estatal y único de telecomunicaciones ha restringido el acceso a sitios como YouTube, que ha visto reducirse en un 90% el tráfico desde Irán, o Facebook, que ha perdido la mitad. Pero los iraníes han podido sortearlo de diversos modos, incluyendo el uso de proxys, una suerte de intermediarios que permiten canalizar el tráfico a través suyo, ocultando a terceros qué estamos viendo realmente. La única vía para impedir que las protestas lleguen al mundo es cortar internet, como hizo Birmania con un éxito notable. Pero intentar ponerle trabas nunca es suficiente, porque basta y sobra con un pequeño porcentaje de usuarios avanzados para que el mensaje llegue al mundo.
El problema está, precisamente, en el mundo, que no parece estar haciendo nada al respecto. ¿Qué les importa a los obamas de todos los países que los iraníes se jueguen la vida en las calles por un poco más, seguramente muy poco más, de libertad? ¿Qué van a hacer cuando ni siquiera han hecho nada para detener el programa nuclear de los ayatolás, que pone en juego su propia seguridad? Las manifestaciones podrán tener éxito si logran el apoyo de parte del régimen, porque está claro que no van a recibir ninguna ayuda de quienes promueven insultos a la inteligencia y a la libertad como la alianza de las civilizaciones.
Internet es, sí, un invento maravilloso. Pero ya sea para lo bueno o para lo malo no deja de ser un instrumento. No crea pedófilos ni revoluciones contra tiranos islámicos. Y probablemente no pueda hacer triunfar a la marea verde, aunque pueda darle una oportunidad que de otra forma no tendría. Ojalá la puedan aprovechar, porque por mucha comunicación que haya están completamente solos.
http://www.libertaddigital.com/opinion/daniel-rodriguez-herrera/la-soledad-de-los-revolucionarios-49775/
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Otra noticia: cuatro futbolistas de la selección iraní han sido expulsados "de por vida" de la misma, por llevar muñequeras verdes (el color de las protestas) el último partido ante Corea del Sur (de hecho, eran 6, no sé por qué se ha "perdonado" a los otros dos: supongo que metían más goles ):
Si Dios me hubiere consultado sobre el sistema del universo, le habría dado unas cuantas ideas (Alfonso X el Sabio)
Debemos perdonar a nuestros enemigos, pero nunca antes de que los cuelguen (H.Heine)
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Desde la generalización de los teléfonos móviles, los servicios secretos anglosajones han multiplicado sus capacidades de interceptación. Mientras que la escucha de los teléfonos fijos necesita instalación de cables de derivación, y por lo tanto agentes sobre el terreno, la escucha de los móviles se puede hacer a distancia gracias a la red Echelon. Sin embargo, ese sistema no permite interceptar las comunicaciones telefónicas vía Skype, de ahí el éxito de los teléfonos Skype en las zonas de conflicto
http://www.dailymail.co.uk/news/worldne ... e-MI6.html
la National Security Agency (NSA) acaba de hacer propuestas a los proveedores de acceso a Internet de todo el mundo para obtener su colaboración. A los que han aceptado se les ha retribuido generosamente
http://www.theregister.co.uk/2009/02/12 ... pe_pwnage/
En los países que ocupan –Iraq, Afganistán y Pakistán-, los anglosajones interceptan todas las conversaciones telefónicas emitidas por móviles o conectadas con ellos. El objetivo no es conseguir transcripciones de tal o cual conversación, sino identificar las «redes sociales». En otras palabras, los teléfonos son los chivatos que permiten saber con quién se relaciona una persona determinada. A partir de ahí se puede conseguir la identificación de las redes de resistencia. Posteriormente, los teléfonos permiten localizar los objetivos identificados y «neutralizarlos». Por eso, en febrero de 2008, los insurgentes afganos ordenaron a los diversos operadores que detuviesen su actividad todos los días desde las 17:00 a las 03:00 h., para impedir que los anglosajones siguieran sus movimientos. Las antenas de quienes no cumplieron dicha orden se destruyeron
http://www.wired.com/dangerroom/2008/02 ... q-when-th/
los servicios secretos anglosajones e israelíes han desarrollado métodos de guerra psicológica basados en la utilización extensiva de los móviles. En julio de 2008, tras el intercambio de prisioneros y cadáveres entre Israel y Hezbolá, los robots lanzaron decenas de miles de llamadas a los móviles libaneses. Una voz en árabe advertía contra cualquier participación en la resistencia y denigraba a Hezbolá. El ministro libanés de Telecomunicaciones, Jibran Bassil, presentó una denuncia ante la ONU contra esa flagrante violación de la soberanía del país
«Freed Lebanese say they will keep fighting Israel», Associated Press, 17 de julio de 2008.
se difundió por SMS durante la noche del escrutinio la noticia de que el Consejo de los Guardianes de la Constitución (equivalente al Tribunal Constitucional) había informado a Mir Hossein Musavi de su victoria. Así, el anuncio, varias horas después, de los resultados oficiales –la reelección de Mahmud Ahmadinejad con el 65% de los votos-, apareció como un enorme fraude. Sin embargo, tres días antes, Musavi y sus amigos consideraban segura la victoria masiva de Ahmadinejad y se esforzaban en explicarla por los desequilibrios en la campaña electoral. Así, el ex presidente Akbar Hashemi Rafsanjani detallaba sus quejas en una carta abierta. Los institutos de sondeos estadounidenses en Irán pronosticaban una ventaja de Ahmadinejad de 20 puntos con respecto a Musavi. En ningún momento pareció posible la victoria de Musavi, incluso aunque es probable que el trucaje acentuase el margen entre ambos candidatos.
http://dyn.politico.com/printstory.cfm? ... 65132AF194
Posteriormente, los ciudadanos seleccionados se dieron a conocer en Internet para conversar en Facebook o se abonaron a las líneas de información Twitter. Entonces recibieron, siempre por SMS, las informaciones –verdaderas o falsas- sobre la evolución de la crisis política y las manifestaciones en curso. Se trataba de mensajes anónimos que esparcían noticias de tiroteos y numerosos muertos; noticias que hasta la fecha no se han confirmado. Por una desafortunada coincidencia de calendario, la empresa Twitter debía suspender el servicio durante una noche, el tiempo necesario para el mantenimiento de sus instalaciones. Pero el departamento de Estado de Estados Unidos intervino para exigirle que suspendiera dicha operación. Según el New York Times, esas operaciones contribuyeron a sembrar la desconfianza entre la población
http://www.nytimes.com/2009/06/16/world ... media.html
ismael escribio:
Si creen que me van a gustar Los Beatles porque son millonarios, se equivocan. Los de Wall-Street ... ésos son millonarios, a ésos sí los admiro, porque Los Beatles hacen bailar sólo a la juventud, en cambio los de Wall-Street hacen bailar a todo el mundo...¡y sin guitarritas! (Manolito Goreiro)
Ismael, acabo de leer esto, ¿lo dices de coña verdad?, porque como sea en serio....
Tus admirados usureros de wall street nos tienen preparada una sorpresita para despues del verano. Millones de personas del primer, segundo y tercer mundo van a pasar hambre y penurias. Buena parte de la poblacion mundial les sobra y pronto se la quitaran del medio, lo unico que hacemos es consumir "sus" casi agotados recursos sin aportar nada al sistema, no les interesamos con vida, ni tu ni yo ni nadie que que no sea de los suyos...
bueno, creo que esa cita lo dice todo de ti, de a quien defiendes y cuales son los valores que te mueven para escribir aqui. Si no vuelves a responder a mis comentarios no me lo tomare a mal, puesto que yo hare lo mismo con los tuyos. Que te vaya bien y ojala abras algun dia los ojos.
- Ismael
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bravepearl escribió:ismael escribio:
Si creen que me van a gustar Los Beatles porque son millonarios, se equivocan. Los de Wall-Street ... ésos son millonarios, a ésos sí los admiro, porque Los Beatles hacen bailar sólo a la juventud, en cambio los de Wall-Street hacen bailar a todo el mundo...¡y sin guitarritas! (Manolito Goreiro)
Ismael, acabo de leer esto, ¿lo dices de coña verdad?, porque como sea en serio....
Lo que pasa es que soy un agente de la conspiración mundial, y me he colado, dando cabida a que alguien con tu perspicacia para pillar confabulaciones varias me haya descubierto. Todavía no has descubierto quién mueve los hilos, eso sí (busca "Cyberdyne Systems Corporation" por el google ...lo puedo decir, total, ni tú te lo creerás .... bueno, tú a lo mejor sí, pero a tí no te creerá nadie).
¿A tí qué te parece? No seas tan paranoico, y disfruta de los pocos meses de vida que te quedan, antes de que te eliminemos con todos los demás después del verano (obviamente, ya he llamado a la Echelon y ya sabemos cómo te llamas y donde vives)
Un saludo
PD: ¿De verdad no sabes quién es Manolito Goreiro? Otro capitalista explotador.
PD2: Y ahora en serio, lo que dice mucho de uno, carencia de sentido del humor aparte, es eso de "¿no compartes mis ideas?, vale, entonces no nos volvemos a hablar"
Si Dios me hubiere consultado sobre el sistema del universo, le habría dado unas cuantas ideas (Alfonso X el Sabio)
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- UlisesII
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Hola amigos:
Pues agarrate amigo Ismael no se si será coña o no pero:
http://www.productionhub.com/directory/view.aspx?item=134824
Al parecer ¡¡EXISTE!!.
Hasta otra.
Pues agarrate amigo Ismael no se si será coña o no pero:
http://www.productionhub.com/directory/view.aspx?item=134824
Al parecer ¡¡EXISTE!!.
Hasta otra.
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