Una de las voces más respetadas en materia de seguridad y director de la entidad que cada año publica The Military Balance , la "biblia" del armamento, analiza la situación de Latinoamérica. Ayer llegó a Chile.
El Mercurio Domingo 02/08/09
Uno de los think tank más prestigiosos de Occidente
John Chipman dirige desde hace 16 años el International Institute for Strategic Studies (IISS), surgido en 1958 durante la Guerra Fría. Reconocido como el think tank más prestigioso en Occidente en materia de análisis estratégico y de seguridad internacional, el IISS publica anualmente el afamado "The Military Balance", que actualiza la situación militar, arsenales incluidos, de todos los países en todos los continentes, y el "Strategic Survey", una visión anual retrospectiva sobre las tendencias políticas y militares del año. Chipman continuará al mando del IISS hasta 2013.
Chipman, quien cree que "el mundo ya no es polar" y que eso se debe, en parte, "a que ningún Estado o grupo de estados tiene un poder apabullante", reconoció en su última entrevista con el diario "El País" de España su interés de llenar el vacío que la IISS tiene con Latinoamérica.
Y aquí en Chile podría partir por resarcir esa deuda con esta parte del mundo. Mañana llega a Chile para participar con su ponencia "Desafíos Estratégicos en América Latina" en el seminario organizado por el Ejército en conjunto con el IISS. Aprovechará su estada en el país para testear con la Presidenta Michelle Bachelet la posibilidad de que Chile se convierta en la sede de la primera cumbre de seguridad y defensa de todos los países de Latinoamérica, que el IISS pretende organizar.
-Según el balance anual del IISS, varios países latinoamericanos han incrementado sus presupuestos en defensa en los últimos años. ¿Qué razones explican esta decisión?
-Tres razones: los buenos resultados económicos que han llevado a los gobiernos a ajustar su inversión; la necesidad de modernizar sus Fuerzas Armadas de parte de países cuyos gobiernos civiles no vieron razones o no tuvieron la voluntad de hacerlo en los últimos 20 años, y también la tensión, especialmente en el norte sudamericano, pues los grandes países de la región, como Brasil, no quieren que sus fuerzas queden desmedradas.
-¿Qué conflictos serán los más comunes en nuestro continente?
-Los mayores focos se dan en las relaciones entre Colombia, Ecuador y Venezuela. También en la lucha contra el narcotráfico, que incide en la relación entre Estados Unidos y América del Sur. Siempre habrá conflictos limítrofes, aunque muchos ya están siendo analizados por instancias internacionales, como La Haya.
-¿Cómo se manifestará a futuro la influencia de Hugo Chávez?
-El Gobierno de Chávez estableció enlaces con países fuera de la región y fuertemente antiamericanos, como Irán y Rusia. Pero ha mejorado su cooperación práctica con Estados Unidos desde que llegó Obama. La pregunta importante, ahora que Venezuela bajó su producción petrolera y los precios del crudo también bajaron, es si podrá mantener la diplomacia del cheque que ha ejercido en los últimos años.
-¿Cómo prevé que será la relación político-militar del gobierno de Obama con el hemisferio sur?
-En principio, el gobierno de Obama va a tener una política especial con México, por ser un país vecino; Colombia, por sus conflictos con el terrorismo y las drogas, y Brasil, por ser el más grande del continente. En todo caso, Estados Unidos ya no domina la agenda internacional, por eso los países americanos tienen más posibilidades de influir en el concierto internacional. Y no me refiero sólo a Brasil. No es importante tener un gran poder militar para contribuir a ese debate; sólo basta la voluntad política. Por eso, países pequeños como Chile pueden colaborar intelectualmente y lograr un mayor protagonismo internacional.
FUENTE: El Mercurio
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