¿HA tenido España algún Héroe ?(en todos los aspectos)
- Lezo
- Sargento Segundo
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Personas como tú da gusto encontrase en esta vida
Brindo totalmente contigo , amigo , si me permites que te llame así
Bueno , vamos a dejarnos de tanto buen rollo que la gente puede llegar a conclusiones equivocadas
Saludos cordiales y que los compañeros foreros sigan añadiendo héroes a la grandiosa historia de España
P.D.:¿Qué significa Nie wieder!?
Brindo totalmente contigo , amigo , si me permites que te llame así
Bueno , vamos a dejarnos de tanto buen rollo que la gente puede llegar a conclusiones equivocadas
Saludos cordiales y que los compañeros foreros sigan añadiendo héroes a la grandiosa historia de España
P.D.:¿Qué significa Nie wieder!?
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- Suboficial Primero
- Mensajes: 629
- Registrado: 27 Feb 2004, 12:29
No, no, sevillano, andaluz, español.
Pero cuando uno conoce un idioma históricamente importante, lo utiliza porque ese es el idioma que en el que ha "visto" esos hechos... conversaciones con personas que estuvieron cuando los soldados estadounidenses llegaron al pueblo, el idioma en que están las fotografías y libros que recopiló de la época en los mercadillos y por regalos....
Sr. Lezo, perdone la arrogancia de aquellos que hemos visto como fue todo cuando sólo algunos quedaban para recordarlo....
Un saludo
Pero cuando uno conoce un idioma históricamente importante, lo utiliza porque ese es el idioma que en el que ha "visto" esos hechos... conversaciones con personas que estuvieron cuando los soldados estadounidenses llegaron al pueblo, el idioma en que están las fotografías y libros que recopiló de la época en los mercadillos y por regalos....
Sr. Lezo, perdone la arrogancia de aquellos que hemos visto como fue todo cuando sólo algunos quedaban para recordarlo....
Un saludo
- Lezo
- Sargento Segundo
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- Registrado: 28 Sep 2003, 01:24
- Ubicación: Canarias-España
No, no, sevillano, andaluz, español.
De un Canario a un Andaluz , que somos muy parecidos, aunque la guasa andaluza y ese arte no os gana nadie
Pero cuando uno conoce un idioma históricamente importante, lo utiliza porque ese es el idioma que en el que ha "visto" esos hechos... conversaciones con personas que estuvieron cuando los soldados estadounidenses llegaron al pueblo, el idioma en que están las fotografías y libros que recopiló de la época en los mercadillos y por regalos....
Debo entender por ello que estuviste involucrado de alguna forma en la Segunda Guerra Mundial
No hay arrogancia que perdonar estimado endrass
Me parece bien que me llames Sr. Lezo , suena bien pero te he de decir que no paso los 30
Saludos cordiales
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- Soldado Primero
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Veo en este fuero muchos nombres insignes de españoles que pudieran considerarse heroes...pero ser famoso no quiere decir "heroe"
Como dicen en el Tercio "heroes incognitos" existen a cientos, hombres y también mujeres que merece tal calificativo, pero que por desgracia se olvidan en el lodo del tiempo sin que nadie se acuerde de su sacrifio...no hay que confundir "fama" con "heroismo" lo uno no siempre va unido a lo otro y viceversa.
A mi,personalmente me gustan mas los heros incognitos, aquellos que de los que se ha perdido su historia y azañas...
De entre todos ellos, quizas el que mas me ha emocionado (tuve suerte de conocerlo en un momento dado) fue D. Angel Salamaca, veterano de la Guerra Civil, ex-combantiente de la División Azul, Medalla Militar Individual en Rusia, prisionero en campos Rusos durante 14 años y de los pocos que regresaron en el Semiramis...
No solo estreme el espiritu de combate demostrado en la campaña de Rusia junto a la española; es su perseverancia combtaiva y su orgullo de ser español a miles de kilomtros de su tierra aún siendo prisionero...
Que poca justicia se hace de tantos que dieron tanto por tan poco...
Como dicen en el Tercio "heroes incognitos" existen a cientos, hombres y también mujeres que merece tal calificativo, pero que por desgracia se olvidan en el lodo del tiempo sin que nadie se acuerde de su sacrifio...no hay que confundir "fama" con "heroismo" lo uno no siempre va unido a lo otro y viceversa.
A mi,personalmente me gustan mas los heros incognitos, aquellos que de los que se ha perdido su historia y azañas...
De entre todos ellos, quizas el que mas me ha emocionado (tuve suerte de conocerlo en un momento dado) fue D. Angel Salamaca, veterano de la Guerra Civil, ex-combantiente de la División Azul, Medalla Militar Individual en Rusia, prisionero en campos Rusos durante 14 años y de los pocos que regresaron en el Semiramis...
No solo estreme el espiritu de combate demostrado en la campaña de Rusia junto a la española; es su perseverancia combtaiva y su orgullo de ser español a miles de kilomtros de su tierra aún siendo prisionero...
Que poca justicia se hace de tantos que dieron tanto por tan poco...
"en la guerra un legionario que el pobre tenia suegra esclamaba sonriente ¿quien ha dicho que esto es guerra?"
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- General
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- Ubicación: hoy aquí, mañana ya veremos
he aquí una historia que publica hoy EL Pais:
Mitad monja, mitad soldado
JULIA LUZÁN 04/01/2009
La nariz algo ganchuda, la barbilla prominente, ojos castaños duros, mandones, y un cabello negro, desigual, cortado a trasquilones, sin forma. El rostro de Catalina de Erauso emerge de una armadura de estaño con aspecto de matrona marchando en el Alarde de Irún, el desfile de armas que se celebra cada año en la ciudad guipuzcoana en el día de San Marcial para conmemorar la victoria sobre las tropas francesas que intentaron tomar la ciudad la madrugada del 30 de junio de 1522. No existen apenas retratos -y los que hay son fruto de la imaginación del artista- de esta española que vivió.
La mujer que vistió calzones cuando eso era anatema, la donostiarra convertida en un soldado de fortuna en las tierras del Nuevo Mundo, ha revivido una vez más en la ficción gracias a una obra, mitad biografía, mitad novela, de un alemán que lleva camino de revolucionar la literatura en aquel país. Markus Orths, de 39 años, acaba de publicar en España La mujer travestida (Salamandra), la increíble historia de la mujer que fue monja, alférez del ejército y corrió miles de aventuras de capa y espada en las tierras de América. Conocida en el mundo anglosajón con el nombre de "Teniente Nun", escribió su autobiografía, publicada por primera vez en París en 1829 con el título de Historia de la monja alférez, doña Catalina de Erauso, escrita por ella misma -Cátedra editó el libro en 2006, en edición de Ángel Esteban-, y sobre estas breves memorias, Orths ha recreado una historia mágica.
Llevar el pelo corto, vestir ropas de hombre eran cosas completamente inaceptables para las mujeres hasta hace bien poco. Catalina de Erauso (1585-1650), tal y como cuenta en su texto, ni se lo planteó, simplemente se puso el mundo por montera pocos años después de llegar a este mundo en una casa de San Sebastián llamada La Ballena, en una época en que los vascos creían a pies juntillas en sus dioses Sol y Luna, en Baxajaun, el señor de los bosques, y en Mari, la deidad que vivía en cuevas y podía adoptar numerosas formas. Un poco más lejos, a centenares de kilómetros de la ciudad guipuzcoana, en Italia, físicos e ingenieros estudiaban los textos de Arquímedes, Platón y Galeno. Por aquellos años, en Pisa, un profesor de matemáticas, Galileo Galilei, dejó caer varias pesas desde lo alto de la torre de la catedral para demostrar que todas llegaban al suelo al mismo tiempo.
Sin saberlo, la ley de la gravedad comenzaba a regir el destino del capitán Miguel de Erauso, el padre de Catalina, un donostiarra que vivía con un plan en mente: a los 30 años sería rico, viviría de las rentas, se casaría y tendría hijos. Su sueño estaba a punto de cumplirse. Había alquilado una mina de plata en Potosí que gestionaba su padre mientras él, en su casa de San Sebastián, en el centro de la villa, se dedicaba a engendrar hijos con su mujer, María Pérez de Galarraga y Arce. Ahí, en ese punto, es donde entra en escena Catalina, la niña predestinada a ser diferente desde su nacimiento -ella misma contó que cuando vio la luz, el cielo, completamente azul, sin una nube, descargó un fuerte aguacero-. Como comadrona tuvo a su hermano mayor, Miguel, una figura fundamental en la vida de esta mujer mitad monja, mitad soldado.
Durante los primeros años, Miguel fue su cuidador, su niñera, quien sufría los arrebatos de mal genio de la tozuda pequeña. La niña unas veces lloraba, pataleaba o, por el contrario, se mostraba apática. Tenía un carácter difícil. Miguel, para calmarla, le hablaba de las Indias, de las bellezas que aquella tierra guardaba, historias fantásticas con las que la dócil Cata empezó a soñar.
Catalina de Erauso no levantaba un palmo del suelo el día en que desafió las leyes de la naturaleza y se juramentó consigo misma para llegar a lo más alto. El "Yes, we can" de Barack Obama fue para Catalina "Lo conseguiré". Lo puso en práctica el mismo día de su entrada como postulante para tomar los hábitos en el convento de San Sebastián el Antiguo. Allí, la regla de san Agustín era acatada fielmente. Todas las novicias seguían la máxima del santo que prohibía "la conversación intrascendente" y "la narración de historias". Catalina no hablaba. Era una monja disciplinada, fervorosa, muda y obediente hasta que una noche cerrada huyó del convento, colgó sus hábitos, y se fabricó un jubón y unas calzas.
Markus Orths, atrapado por esta increíble historia, leyó un manuscrito en el Centre des Recherches sur le Siècle d'Or en Espagne, en Francia, escrito por Juan Bautista de Arteaga, otro de los personajes clave en la vida de la monja alférez. El texto narra la reencarnación de Catalina saliendo de la gruta en el monte Ekain convertida en hombre el 14 de agosto de 1601: "En la media luz de una mañana sin sol cabalgaba yo, medio caído, incapaz de vaciar mi cabeza de lo sucedido, incapaz de dar vida a pensamiento alguno... Yo saqué mi acero y grité para ahuyentar aquella aparición. No menos se espantó el joven, pues era un muchacho. Se puso en pie de un salto e intentó protegerse con los brazos. Así estuvimos un rato, mirándonos en silencio, para averiguar si el uno representaba una amenaza para el otro". Cuando Arteaga le preguntó su nombre, ella dijo: "Francisco". Dudó en el apellido y soltó lo primero que le vino a la cabeza: "Loyola".
La cueva, la sima prehistórica de Ekain, en Deba (Guipúzcoa), de la que Markus Orths hace surgir a Catalina de Erauso, existe. La descubrieron en 1969 Andoni Albizuri y Rafael Rezabal, dos jóvenes del grupo cultural Anxieta, que reunía a aficionados a la arqueología en el País Vasco. Los jóvenes se dedicaron a recorrer la zona del macizo calizo de Izarraitz (en euskera, peña de la Estrella), próximo a Azpeitia. Un día regresaron por el torrente de Goltzibar hacia Zestoa; quedaron impresionados por su situación, la abundancia de agua y las condiciones favorables que mostraba para la vida prehistórica. Contaron su descubrimiento a la Sociedad de Ciencias Aranzadi, que lo avaló, aunque la cueva nunca ha estado abierta al público.
"La primera persona que me habló de la historia de Catalina de Erauso", cuenta Markus Orths desde Karlsruhe, en Alemania, donde vive, "fue Cornelia Lotthammer: ella publicó su tesis doctoral sobre Catalina y a mí me apasionó el tema. Conseguí inmediatamente la traducción inglesa de la autobiografía de Catalina, me emocionó tanto que pensé enseguida en convertir su vida en una novela". Era un reto para el escritor, que ha estado años documentándose sobre los siglos XVI y XVII en España y en el Nuevo Mundo.
"La autobiografía de Catalina es un texto breve, que se lee rápido, con mucho ritmo, pero del que no se pueden extraer ni sus pensamientos ni los motivos que la impulsaron a llevar esa vida. No se sabe por qué Catalina decidió vivir como un hombre. Leí el libro y me planteé muchas preguntas. Intenté imaginarme algunas respuestas, comprender los hechos, profundizar en su existencia metiéndome en sus pensamientos gracias a lo que su testimonio me proporcionaba. He inventado no sólo muchos de sus pensamientos y sus motivaciones, sino también un montón de escenas que no he encontrado en su autobiografía". Orths cayó rendido ante la fortaleza de esta mujer. "Me fascinó especialmente la cuestión de los roles, las convenciones sociales, las expectativas y la posibilidad de romper con lo establecido y vivir su propia vida. Por otra parte, la cuestión de género y de cambio de sexo me ha interesado muchísimo desde que escribí mi primera novela, Corpus, en 2002".
Otro escritor, el inglés Thomas de Quincey, cayó antes que Orths en la fascinación por la vida de Catalina. En la novela The Nautico-Military Nun of Spain, de De Quincey, escrita en el siglo XVIII, Catalina es una heroína romántica, una mujer hermosa, un genio de la espada. Zarzuelas, obras de teatro, películas. El cine descubrió al personaje en 1943. Emilio Gómez Muriel dirigió a la actriz mexicana María Félix, la Doña, en el papel de Catalina. En 1986, Javier Aguirre retomó la historia con Esperanza Roy interpretando a la monja alférez.
De Catalina a Francisco de Loyola, Antonio, Alonso Díaz o Ramírez de Guzmán, que con éstos y más nombres figura en la leyenda, la monja de San Sebastián se dedicó con ahínco a aprender a ser hombre. Vestía sombrero, golillas, jubones y, al cinto, la espada. Para mostrar lo que por nacimiento no poseía, se cosió un bulto de tela en los calzones. Catalina juraba, escupía, eructaba. Su voz se volvió más grave, y con la ayuda de un crecepelo que bebía a todas horas, le salió barba. Determinada a viajar a Potosí, la tierra de las mil minas, para encontrarse con su hermano Miguel, se embarcó en Sevilla en un galeón de dos cubiertas, el Santa Isabel, con destino a Veracruz, en México.
"Después de que mi joven amigo Francisco de Loyola, llevado por una excesiva precipitación, hubo partido hacia Sevilla (...) me di cuenta de la enormidad de su pérdida", dejó escrito su mentor Juan Bautista de Arteaga, quien acompañó a Catalina en ese viaje a las Indias en el que a punto estuvieron de naufragar al llegar al golfo de México. En aquellas tierras, Catalina reafirmó su nueva personalidad. "Comía, bebía y dormía siempre con las armas en la mano". Aquel hombre con cuerpo de mujer era un ciclón. Destruía y mataba todo lo que se le ponía por delante en las grandes batallas de la Araucanía chilena.
Expulsado del ejército por desobedecer las órdenes, su trayectoria fue a peor. Jugador y pendenciero, mató a decenas de hombres. En un duelo fortuito atravesó con la espada a su hermano Miguel sin saber su identidad. Vivía "como una pluma llevada por el viento" hasta que en Huamanga (Perú) fue condenado a morir en la horca. Entonces se desveló el misterio: "Quiero morir como nací. Colgad a Francisco de Loyola, no a Catalina de Erauso". No murió y entró en la leyenda.
'La mujer travestida', de Markus Orths (Salamandra), se publica en España a finales de este mes.
Mitad monja, mitad soldado
JULIA LUZÁN 04/01/2009
La nariz algo ganchuda, la barbilla prominente, ojos castaños duros, mandones, y un cabello negro, desigual, cortado a trasquilones, sin forma. El rostro de Catalina de Erauso emerge de una armadura de estaño con aspecto de matrona marchando en el Alarde de Irún, el desfile de armas que se celebra cada año en la ciudad guipuzcoana en el día de San Marcial para conmemorar la victoria sobre las tropas francesas que intentaron tomar la ciudad la madrugada del 30 de junio de 1522. No existen apenas retratos -y los que hay son fruto de la imaginación del artista- de esta española que vivió.
La mujer que vistió calzones cuando eso era anatema, la donostiarra convertida en un soldado de fortuna en las tierras del Nuevo Mundo, ha revivido una vez más en la ficción gracias a una obra, mitad biografía, mitad novela, de un alemán que lleva camino de revolucionar la literatura en aquel país. Markus Orths, de 39 años, acaba de publicar en España La mujer travestida (Salamandra), la increíble historia de la mujer que fue monja, alférez del ejército y corrió miles de aventuras de capa y espada en las tierras de América. Conocida en el mundo anglosajón con el nombre de "Teniente Nun", escribió su autobiografía, publicada por primera vez en París en 1829 con el título de Historia de la monja alférez, doña Catalina de Erauso, escrita por ella misma -Cátedra editó el libro en 2006, en edición de Ángel Esteban-, y sobre estas breves memorias, Orths ha recreado una historia mágica.
Llevar el pelo corto, vestir ropas de hombre eran cosas completamente inaceptables para las mujeres hasta hace bien poco. Catalina de Erauso (1585-1650), tal y como cuenta en su texto, ni se lo planteó, simplemente se puso el mundo por montera pocos años después de llegar a este mundo en una casa de San Sebastián llamada La Ballena, en una época en que los vascos creían a pies juntillas en sus dioses Sol y Luna, en Baxajaun, el señor de los bosques, y en Mari, la deidad que vivía en cuevas y podía adoptar numerosas formas. Un poco más lejos, a centenares de kilómetros de la ciudad guipuzcoana, en Italia, físicos e ingenieros estudiaban los textos de Arquímedes, Platón y Galeno. Por aquellos años, en Pisa, un profesor de matemáticas, Galileo Galilei, dejó caer varias pesas desde lo alto de la torre de la catedral para demostrar que todas llegaban al suelo al mismo tiempo.
Sin saberlo, la ley de la gravedad comenzaba a regir el destino del capitán Miguel de Erauso, el padre de Catalina, un donostiarra que vivía con un plan en mente: a los 30 años sería rico, viviría de las rentas, se casaría y tendría hijos. Su sueño estaba a punto de cumplirse. Había alquilado una mina de plata en Potosí que gestionaba su padre mientras él, en su casa de San Sebastián, en el centro de la villa, se dedicaba a engendrar hijos con su mujer, María Pérez de Galarraga y Arce. Ahí, en ese punto, es donde entra en escena Catalina, la niña predestinada a ser diferente desde su nacimiento -ella misma contó que cuando vio la luz, el cielo, completamente azul, sin una nube, descargó un fuerte aguacero-. Como comadrona tuvo a su hermano mayor, Miguel, una figura fundamental en la vida de esta mujer mitad monja, mitad soldado.
Durante los primeros años, Miguel fue su cuidador, su niñera, quien sufría los arrebatos de mal genio de la tozuda pequeña. La niña unas veces lloraba, pataleaba o, por el contrario, se mostraba apática. Tenía un carácter difícil. Miguel, para calmarla, le hablaba de las Indias, de las bellezas que aquella tierra guardaba, historias fantásticas con las que la dócil Cata empezó a soñar.
Catalina de Erauso no levantaba un palmo del suelo el día en que desafió las leyes de la naturaleza y se juramentó consigo misma para llegar a lo más alto. El "Yes, we can" de Barack Obama fue para Catalina "Lo conseguiré". Lo puso en práctica el mismo día de su entrada como postulante para tomar los hábitos en el convento de San Sebastián el Antiguo. Allí, la regla de san Agustín era acatada fielmente. Todas las novicias seguían la máxima del santo que prohibía "la conversación intrascendente" y "la narración de historias". Catalina no hablaba. Era una monja disciplinada, fervorosa, muda y obediente hasta que una noche cerrada huyó del convento, colgó sus hábitos, y se fabricó un jubón y unas calzas.
Markus Orths, atrapado por esta increíble historia, leyó un manuscrito en el Centre des Recherches sur le Siècle d'Or en Espagne, en Francia, escrito por Juan Bautista de Arteaga, otro de los personajes clave en la vida de la monja alférez. El texto narra la reencarnación de Catalina saliendo de la gruta en el monte Ekain convertida en hombre el 14 de agosto de 1601: "En la media luz de una mañana sin sol cabalgaba yo, medio caído, incapaz de vaciar mi cabeza de lo sucedido, incapaz de dar vida a pensamiento alguno... Yo saqué mi acero y grité para ahuyentar aquella aparición. No menos se espantó el joven, pues era un muchacho. Se puso en pie de un salto e intentó protegerse con los brazos. Así estuvimos un rato, mirándonos en silencio, para averiguar si el uno representaba una amenaza para el otro". Cuando Arteaga le preguntó su nombre, ella dijo: "Francisco". Dudó en el apellido y soltó lo primero que le vino a la cabeza: "Loyola".
La cueva, la sima prehistórica de Ekain, en Deba (Guipúzcoa), de la que Markus Orths hace surgir a Catalina de Erauso, existe. La descubrieron en 1969 Andoni Albizuri y Rafael Rezabal, dos jóvenes del grupo cultural Anxieta, que reunía a aficionados a la arqueología en el País Vasco. Los jóvenes se dedicaron a recorrer la zona del macizo calizo de Izarraitz (en euskera, peña de la Estrella), próximo a Azpeitia. Un día regresaron por el torrente de Goltzibar hacia Zestoa; quedaron impresionados por su situación, la abundancia de agua y las condiciones favorables que mostraba para la vida prehistórica. Contaron su descubrimiento a la Sociedad de Ciencias Aranzadi, que lo avaló, aunque la cueva nunca ha estado abierta al público.
"La primera persona que me habló de la historia de Catalina de Erauso", cuenta Markus Orths desde Karlsruhe, en Alemania, donde vive, "fue Cornelia Lotthammer: ella publicó su tesis doctoral sobre Catalina y a mí me apasionó el tema. Conseguí inmediatamente la traducción inglesa de la autobiografía de Catalina, me emocionó tanto que pensé enseguida en convertir su vida en una novela". Era un reto para el escritor, que ha estado años documentándose sobre los siglos XVI y XVII en España y en el Nuevo Mundo.
"La autobiografía de Catalina es un texto breve, que se lee rápido, con mucho ritmo, pero del que no se pueden extraer ni sus pensamientos ni los motivos que la impulsaron a llevar esa vida. No se sabe por qué Catalina decidió vivir como un hombre. Leí el libro y me planteé muchas preguntas. Intenté imaginarme algunas respuestas, comprender los hechos, profundizar en su existencia metiéndome en sus pensamientos gracias a lo que su testimonio me proporcionaba. He inventado no sólo muchos de sus pensamientos y sus motivaciones, sino también un montón de escenas que no he encontrado en su autobiografía". Orths cayó rendido ante la fortaleza de esta mujer. "Me fascinó especialmente la cuestión de los roles, las convenciones sociales, las expectativas y la posibilidad de romper con lo establecido y vivir su propia vida. Por otra parte, la cuestión de género y de cambio de sexo me ha interesado muchísimo desde que escribí mi primera novela, Corpus, en 2002".
Otro escritor, el inglés Thomas de Quincey, cayó antes que Orths en la fascinación por la vida de Catalina. En la novela The Nautico-Military Nun of Spain, de De Quincey, escrita en el siglo XVIII, Catalina es una heroína romántica, una mujer hermosa, un genio de la espada. Zarzuelas, obras de teatro, películas. El cine descubrió al personaje en 1943. Emilio Gómez Muriel dirigió a la actriz mexicana María Félix, la Doña, en el papel de Catalina. En 1986, Javier Aguirre retomó la historia con Esperanza Roy interpretando a la monja alférez.
De Catalina a Francisco de Loyola, Antonio, Alonso Díaz o Ramírez de Guzmán, que con éstos y más nombres figura en la leyenda, la monja de San Sebastián se dedicó con ahínco a aprender a ser hombre. Vestía sombrero, golillas, jubones y, al cinto, la espada. Para mostrar lo que por nacimiento no poseía, se cosió un bulto de tela en los calzones. Catalina juraba, escupía, eructaba. Su voz se volvió más grave, y con la ayuda de un crecepelo que bebía a todas horas, le salió barba. Determinada a viajar a Potosí, la tierra de las mil minas, para encontrarse con su hermano Miguel, se embarcó en Sevilla en un galeón de dos cubiertas, el Santa Isabel, con destino a Veracruz, en México.
"Después de que mi joven amigo Francisco de Loyola, llevado por una excesiva precipitación, hubo partido hacia Sevilla (...) me di cuenta de la enormidad de su pérdida", dejó escrito su mentor Juan Bautista de Arteaga, quien acompañó a Catalina en ese viaje a las Indias en el que a punto estuvieron de naufragar al llegar al golfo de México. En aquellas tierras, Catalina reafirmó su nueva personalidad. "Comía, bebía y dormía siempre con las armas en la mano". Aquel hombre con cuerpo de mujer era un ciclón. Destruía y mataba todo lo que se le ponía por delante en las grandes batallas de la Araucanía chilena.
Expulsado del ejército por desobedecer las órdenes, su trayectoria fue a peor. Jugador y pendenciero, mató a decenas de hombres. En un duelo fortuito atravesó con la espada a su hermano Miguel sin saber su identidad. Vivía "como una pluma llevada por el viento" hasta que en Huamanga (Perú) fue condenado a morir en la horca. Entonces se desveló el misterio: "Quiero morir como nací. Colgad a Francisco de Loyola, no a Catalina de Erauso". No murió y entró en la leyenda.
'La mujer travestida', de Markus Orths (Salamandra), se publica en España a finales de este mes.
Voltaren!, Voltaren!!...a por ellos!! ..oe!!...a por ellos oe!!.
Uy!!..ya no, ahora no hay que subirles el sueldo
Uy!!..ya no, ahora no hay que subirles el sueldo
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- Sargento Segundo
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- Registrado: 08 Mar 2009, 03:18
Mil disculpas por mi opinión no requerida,pero me ha parecido simpético el tema, así que daré mi voto.
De mi herencia española, los héroes que admiro son el Quijote y el Cid Campeador.........de verdad, dos tipos de los que ya no hay más. Valientes, decididos, idealistas, un tanto necios y dispuestos a entregarlo todo por las nobles causas......me gustaría ser como aquellos tipos o al menos poder emularlos en algo y supongo ustedes los españoles deberán sentir otro tanto.
Saludos y suerte en todo.
De mi herencia española, los héroes que admiro son el Quijote y el Cid Campeador.........de verdad, dos tipos de los que ya no hay más. Valientes, decididos, idealistas, un tanto necios y dispuestos a entregarlo todo por las nobles causas......me gustaría ser como aquellos tipos o al menos poder emularlos en algo y supongo ustedes los españoles deberán sentir otro tanto.
Saludos y suerte en todo.
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- Capitán
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- Registrado: 22 Mar 2007, 14:17
- Ubicación: En Tobruk esperando a Rommel
Juan Carlos Elizalde escribió:Mil disculpas por mi opinión no requerida,pero me ha parecido simpético el tema, así que daré mi voto.
De mi herencia española, los héroes que admiro son el Quijote y el Cid Campeador.........
Si se refiere usted al Sr Don Quijote de la Mancha, ese hidalgo caballero nace de la mente de uno de los genios de las letras Españolas pero de ahi a llamarlo un Heroe, en todo caso a su autor por su ingenio al escribir tal novela, en todo caso Cerventes participo en la batalla de Lepanto y parece que aun herido se batio brabamente y donde gano el apodo de el "Manco de Lepanto".
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- Sargento Segundo
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- Registrado: 08 Ago 2009, 15:13
Lezo escribió:Yo sólo pretendo recordar o resaltar la memoría de unos españoles que por uno u otro motivo han destacado a lo largo de la historia de España.
Claro está , que estén en cierto modo relacionado con la temática militar,ya que esto es un foro dedicado a ello y a mi parecer Isaac Peral :rezo2: y Juan de la Cierva y Codorníu algo de relación tienen con lo militar.
Que unos no los concideren héroes ,pues es su opinión, tan respetable como la mía que si los concidero en cierto modo héroes.
Saludos Cordiales
Un militar muy poco conocido y que sin embargo condiciono grandemente todo el siglo XX español
Jose Villalba Riquelme
http://www.militarwiki.org/wiki/Jos%C3% ... a_Riquelme
ESO ES TODO
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- Sargento Segundo
- Mensajes: 367
- Registrado: 08 Ago 2009, 15:13
Lezo escribió:Estoy totalmene de acuerdoen todo lo que has dicho, absolutamente en TODO.
No sé como coñ* tienen esa capacidad de ensalsar , destacar ,recordar y celebrar por todo lo alto y siglo tras siglos sus victorias: Celebraciones, monumentos , películas,........Mientras que de forma asombrosa son capaces de hacer caer en el olvido todas sus derrotas y humillaciones (como por ejemplo la derrota de Cartagena de Indias y todo el bochorno del cuño de las monedas para festejar su "victoria".Eso por citarte sólo un ejemplo , porque hay muchísimos más
Mientras que aquí en España somos unos auténticos incompetentes en recordar nuestra gloriosa historia. Parece que si te enorgulleces de tu bandera y tus héroes(y TODOS AQUELLOS QUE DIERON SU VIDA POR ESPAÑA , SIN SER HÉROES)eres un FACHA Será porque estamos más obsesionados con la Guerra Civil y La Dictadura Espero de corazón que el TIEMPO cure esto
Saludos cordiales
Te imaginas que Colon,Pizarro, Hernan Cortes o cualquiera de los muchos conquistadores españoles hubiera sido anglosajon? lo tendríamos hasta en la sopa
No te digo ya que lo hubiera sido Jeromin, El Señor Natural o Carlos I
ESO ES TODO
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- Sargento Segundo
- Mensajes: 360
- Registrado: 08 Mar 2009, 03:18
huarlot escribió:Juan Carlos Elizalde escribió:Mil disculpas por mi opinión no requerida,pero me ha parecido simpético el tema, así que daré mi voto.
De mi herencia española, los héroes que admiro son el Quijote y el Cid Campeador.........
Si se refiere usted al Sr Don Quijote de la Mancha, ese hidalgo caballero nace de la mente de uno de los genios de las letras Españolas pero de ahi a llamarlo un Heroe, en todo caso a su autor por su ingenio al escribir tal novela, en todo caso Cerventes participo en la batalla de Lepanto y parece que aun herido se batio brabamente y donde gano el apodo de el "Manco de Lepanto".
Estimado, al parecer no entendiste mis respetuosas palabras.............de todas formas, creo que todos los que compartimos la raíz y ascendencia hispánica, debemos sentirnos orgullosos de un Héroe como el Quijote........es que dpon Alfonso de Quijano, fue un hidalgo ejemplar, soñador incorregible, loco de atar, amante sin remedio pero ante todo, anti-héroe de verdad.............esto último es lo que lo hace más HÉROE que nadie en el común orígen que tú yo yo compartimos, al menos eso es mi sentir luego de haber leído un par de veces cada uno de los Quijotes.........como me he deleitado leyendo esas perlas emanadas del ingenio, talento y sabiduría de Don Miguel de Cervantes.
Por cierto, un autor de mi país, no tan célebre como Don Miguel, pero si de hábil e incisiva pluma, llamado Juan Montalvo Fiallos, escribió entre otras muchas y valiosísimas obras, una llamada "Capítulos que se le olvidaron a Cervantes".........recomiendo vehemente su lectura.
del Cid, es un personaje más leyenda que realidad, no por no ser ciertos sus hechos y vida, sino por lo grande y valiente de sus actos........eso de ganar la última batalla amarrado a Babieca, con la Tizona en la mano atada, es simplemente la muestra del tamaño de su mito, aun cuando recién abandonaba la vida...........de verdad, UN GRANDE CON TODAS LAS LETRAS.
En fin, mis mejores deseos y saludos a ustedes, allá en la ibérica península.
- Falkata
- Soldado
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- Registrado: 10 Jul 2009, 09:08
Respeto todas las opiniones, y bien contrastadas por cierto, pero si se habla de grande y del grande favor al pueblo español, para mi y con quien me quedo es con DON PELAYO, digan lo que digan, supo aunar muy inteligentemente el sentimiento nacionalista de la época, con una dosis de religiosidad, la entrega de los revolucionarios españoles en las montañas de Covadonga , y la aparición milagrosa de la virgen que arengaba a Don Pelayo en la batalla que se avecinaba , y que finalizo imprevisiblemente del lado de la minoría paupérrima, demuestra lo inteligente de su acción política con las gentes lugareñas, que no le tenían en gracia y a los que convenció como aliados inestimables, y de su intuición de ensalzar la causa , a algo altamente religioso, casi precruzada que la historia deparará.
¡¡¡¡ Confia en tu instinto !!!!
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- Sargento Segundo
- Mensajes: 360
- Registrado: 08 Mar 2009, 03:18
Falkata, debo confesar que al no ser español, me olvido, involuntariamente de Héroes ibéricos como Don Pelayo.
De verdad el tipo no era ningún pintado............fue quien inició la Reconquista, dentro de un proceso casi legendario y muy complejo.....de verdad, leí algo en la muy falible Wikipedia y en otras fuentes de la web y debo confesar que me he quedado apenado de mi ignorancia y desconocimiento.............no me gusta mucho ese elemento de misticismo y religiosidad que se le endilga, pero bueno, la religión era un arma en esa época (no se si también en esta) que era de apoyo invaluable para ambas causas contrapuestas.
Vale mucho la pena resaltar al personaje, aunque no se si supera al Cid Campeador.
Saludos y suerte en todo.
De verdad el tipo no era ningún pintado............fue quien inició la Reconquista, dentro de un proceso casi legendario y muy complejo.....de verdad, leí algo en la muy falible Wikipedia y en otras fuentes de la web y debo confesar que me he quedado apenado de mi ignorancia y desconocimiento.............no me gusta mucho ese elemento de misticismo y religiosidad que se le endilga, pero bueno, la religión era un arma en esa época (no se si también en esta) que era de apoyo invaluable para ambas causas contrapuestas.
Vale mucho la pena resaltar al personaje, aunque no se si supera al Cid Campeador.
Saludos y suerte en todo.
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- Sargento Segundo
- Mensajes: 367
- Registrado: 08 Ago 2009, 15:13
Son distintos y distantes, me parece que no aguantan una comparacion
A mi me parece una persona heroica y una Reina de quitarse el sombrero Isabel la Catolica y de paso su Marido el Rey Fernando, ambos hicieron posible la España actual
Y en otro plano Don Juan de Austria, el señor natural
A mi me parece una persona heroica y una Reina de quitarse el sombrero Isabel la Catolica y de paso su Marido el Rey Fernando, ambos hicieron posible la España actual
Y en otro plano Don Juan de Austria, el señor natural
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