Los Panzer alemanes: detrás del mito
-
- General de Brigada
- Mensajes: 4385
- Registrado: 23 Ago 2003, 18:19
- Ubicación: Oxfordshire, RU
Unos datos para volver al tema:
En internet de puede adquirir una obra titulada "Data on World War II Engagements" Involving the U.S. Third and Fourth Armored Divisions. En ella se hace un sumario de los combates en diferentes regiones, y se dan datos como distancias en los combates, distancias de destrucción, número de combates, tipo de participantes etc etc. La obra es un poco difusa pero se pueden poner algunos datos interesantes:
- En el bulge belga se estudiaron 60 bajas aliadas. La distancia media de destrucción era de 1000 yardas. Tambien se estudiaron 9 bajas alemanes, siendo la distancia 833 yardas.
- En el rescate de Bastoña, los datos son 19/731 yardas para aliados, y 16/915 yardas para los alemanes.
- Las mayores distancias son en los alrededores de Arracourt: 20/1260 yardas aliados y 74/936 yardas alemanes. En el Sarre: 37/1116 aliados, 35/831 yardas alemanes.
- En los 88 enfrentamientos en los que se sabe el número de armas y pérdidas, los aliados perdieron 149 de 797, los alemanes 158 de 327.
- El bando que defiende es en general quien tiene la ventaja debido al conocimiento del terreno y factor sorpresa. En los 40 ataques aliados contabilizados, se perdieron 100 de 437 armas. Los alemanes defediendo 45 de 135. Cuando los alemanes atacaron perdieron 83 de 138, y los aliados sólo 14 de 205.
Saludos.
En internet de puede adquirir una obra titulada "Data on World War II Engagements" Involving the U.S. Third and Fourth Armored Divisions. En ella se hace un sumario de los combates en diferentes regiones, y se dan datos como distancias en los combates, distancias de destrucción, número de combates, tipo de participantes etc etc. La obra es un poco difusa pero se pueden poner algunos datos interesantes:
- En el bulge belga se estudiaron 60 bajas aliadas. La distancia media de destrucción era de 1000 yardas. Tambien se estudiaron 9 bajas alemanes, siendo la distancia 833 yardas.
- En el rescate de Bastoña, los datos son 19/731 yardas para aliados, y 16/915 yardas para los alemanes.
- Las mayores distancias son en los alrededores de Arracourt: 20/1260 yardas aliados y 74/936 yardas alemanes. En el Sarre: 37/1116 aliados, 35/831 yardas alemanes.
- En los 88 enfrentamientos en los que se sabe el número de armas y pérdidas, los aliados perdieron 149 de 797, los alemanes 158 de 327.
- El bando que defiende es en general quien tiene la ventaja debido al conocimiento del terreno y factor sorpresa. En los 40 ataques aliados contabilizados, se perdieron 100 de 437 armas. Los alemanes defediendo 45 de 135. Cuando los alemanes atacaron perdieron 83 de 138, y los aliados sólo 14 de 205.
Saludos.
-
- General de División
- Mensajes: 7373
- Registrado: 21 Ago 2004, 12:50
- Ubicación: Madrid
BASTOGNE, DÍA 19
Al llegar el amanecer, el KG Von Böhm rebasó el pueblo de Noville, a unos 9 km al norte de Bastogne, sin lograr eliminar un núcleo de resistencia de la 9ª acorazada. Los panzer se dirigieron hacia el oeste, con la intención de asegurar algunos cruces de vital importancia, dejando Noville para la 3ª PzDiv, que debía seguirles en cuanto el camino estuviera despejado.
La Panzer Lehr, al mando del general Bayerlain, tenía que hacerse con Bastogne con el apoyo de la 26ª VgDiv y despejar la ruta del V PzArm. En teoría el ataque debería haberse iniciado la tarde del 18 pero una serie de malentendidos hicieron que los alemanes decidieran esperar a la mañana siguiente antes de avanzar. Esa noche continuó la llegada de tropas estadounidenses y al clarear el alba la punta de marcha de la PzDiv, el KG Fallois, se dio de bruces en Neffe (2 km al este de Bastogne) con una avanzada de la 101 aerotransportada. Siguió una lucha confusa en la que los paracaidistas llevaron la mejor parte y la primera intentona alemana fracasó sin haber llegado a ver su objetivo.
Un poco más al noreste una pequeña agrupación del CCB de la 10ª acorazada (el grupo Cherry) había ocupado el pueblecito de Longvilly para cubrir la retirada de Noville. Esta posición separaba las líneas de la PanzerLehr y la 26ª VgDiv, así que los volksgrenadier, el KG Poschinger (que incluía el PzJgAbt de Bayerlain al completo) y una compañía de cazacarros de la 2ª PzDiv atacaron poco después del mediodía. Sin tiempo para organizar la defensa, el grupo Cherry trató de cortar el avance enemigo para que las tropas que se habían ido reuniendo con ellos salieran de la trampa, perdiendo 14 sherman y oros tantos M-5. El camino de Longvilly quedó sembrado de vehículos destruidos mientras los supervivientes alcanzaban Bastogne.
Entretanto el KG Hausser trató de rebasar Neffe por el sur, pero de nuevo fue interceptado, esta vez por el segundo grupo (O'Hara) del CCB, en Wardin. Los americanos se vieron obligados a replegarse algo más de un kilómetro, hasta Marvie, al sureste de Bastogne, pero a media tarde el empuje alemán se había agotado.
Bayerlain pensó que sería posible hacerse con la ciudad si hacía un último esfuerzo antes de que los defensores recibieran más refuerzos, así que ordenó al KG Poschinger y la 26ª VgDiv que lanzaran un ataque en pinza por Neffe y Bizory, respectivamente. El asalto se inició a las 19'00 y se frenó al chocar con unas líneas defensivas que apenas 10 horas antes no existía. El tiempo ganado con el sacrificio del equipo Cherry había dado buenos dividendos: la 101 estaba desplegada.
El KG Hausser estaba agotado y desmoralizado y los paracaidistas no parecían sentirse demasiado intimidados por los asaltos alemanes, así que Bayerlain decidió esperar a la siguiente mañana antes de retomar la lucha,
NUEVOS PLANTEAMIENTOS
Como ya hemos dicho, los combates del día 19 dieron nuevas alas a los mandos alemanes, al menos a los que no estaban en el campo de batalla. Hitler no estaba demasiado contento con el triste desempeño de las Waffen, pero ya había tres rupturas en el frente enemigo y parecía que las cosas por fin rodaban adecuadamente.
Por su parte los hombres del VI y V PzArm no tenían demasiados motivos para entusiasmarse. Dietrich sabía que la posición de Peiper se estaba haciendo insostenible y en su flanco derecho la HitlerJugend , que apenas se había puesto en marcha, ya estaba duramente diezmada. Manteuffel sí tenía una ruptura clara, pero la resistencia enemiga se había enconado en apenas unas horas y el Mosa seguía estando muy lejos.
La relación de fuerzas, sobre el papel, seguía siendo muy favorable a los atacantes, pero los cortes de caminos, el caos del tráfico y la escasez de combustible hacía imposible concentrar una presión decisiva en el frente. Si las rutas hacia el oeste no se abrían rápidamente, las cosas se pondrían muy negras antes de que la mayoría de las tropas disponibles llegaran a tomar parte en la batalla.
Por su parte los aliados ya habían clarificado las cosas y estaban moviéndose con una velocidad desacostumbrada. Bastogne y St Vith, de momento, estaban aseguradas, y las nuevas líneas al oeste de Bullingen podrían sostenerse sin problemas en el ala norte, así que mientras se enviaban refuerzos en su apoyo había llegado el momento de pasar al contraataque. Patton señaló la oportunidad que se les ofrecía con la ofensiva germana, y propuso abrir las líneas para que los nazis se metieran ellos solos en una trampa tan profunda que todo el grupo de Ejércitos B cupiera en ella (dejémosles llegar hasta París, si quieren, y ya no podrán escapársenos) pero por suerte para los alemanes el resto del mando angloamericano no veía las cosas de la misma manera y se decidió enfocar el asunto de un modo más tradicional, eliminando la protuberancia creada por los atacantes antes de que llegara al Mosa. Además de las tres divisiones ofrecidas por el III Ejército, Bradley movilizó las unidades más poderosas a su disposición, la 2ª y 3ª divisiones acorazadas, cada una de las cuales era el doble de grande que una división triangular estándar, apoyadas por dos divisiones de infantería. El CCA de la 3ª acorazada estaba ya situándose cerca de los panzer atrapados en Staumont, así que las cosas iban a empezar a calentarse muy pronto.
Al llegar el amanecer, el KG Von Böhm rebasó el pueblo de Noville, a unos 9 km al norte de Bastogne, sin lograr eliminar un núcleo de resistencia de la 9ª acorazada. Los panzer se dirigieron hacia el oeste, con la intención de asegurar algunos cruces de vital importancia, dejando Noville para la 3ª PzDiv, que debía seguirles en cuanto el camino estuviera despejado.
La Panzer Lehr, al mando del general Bayerlain, tenía que hacerse con Bastogne con el apoyo de la 26ª VgDiv y despejar la ruta del V PzArm. En teoría el ataque debería haberse iniciado la tarde del 18 pero una serie de malentendidos hicieron que los alemanes decidieran esperar a la mañana siguiente antes de avanzar. Esa noche continuó la llegada de tropas estadounidenses y al clarear el alba la punta de marcha de la PzDiv, el KG Fallois, se dio de bruces en Neffe (2 km al este de Bastogne) con una avanzada de la 101 aerotransportada. Siguió una lucha confusa en la que los paracaidistas llevaron la mejor parte y la primera intentona alemana fracasó sin haber llegado a ver su objetivo.
Un poco más al noreste una pequeña agrupación del CCB de la 10ª acorazada (el grupo Cherry) había ocupado el pueblecito de Longvilly para cubrir la retirada de Noville. Esta posición separaba las líneas de la PanzerLehr y la 26ª VgDiv, así que los volksgrenadier, el KG Poschinger (que incluía el PzJgAbt de Bayerlain al completo) y una compañía de cazacarros de la 2ª PzDiv atacaron poco después del mediodía. Sin tiempo para organizar la defensa, el grupo Cherry trató de cortar el avance enemigo para que las tropas que se habían ido reuniendo con ellos salieran de la trampa, perdiendo 14 sherman y oros tantos M-5. El camino de Longvilly quedó sembrado de vehículos destruidos mientras los supervivientes alcanzaban Bastogne.
Entretanto el KG Hausser trató de rebasar Neffe por el sur, pero de nuevo fue interceptado, esta vez por el segundo grupo (O'Hara) del CCB, en Wardin. Los americanos se vieron obligados a replegarse algo más de un kilómetro, hasta Marvie, al sureste de Bastogne, pero a media tarde el empuje alemán se había agotado.
Bayerlain pensó que sería posible hacerse con la ciudad si hacía un último esfuerzo antes de que los defensores recibieran más refuerzos, así que ordenó al KG Poschinger y la 26ª VgDiv que lanzaran un ataque en pinza por Neffe y Bizory, respectivamente. El asalto se inició a las 19'00 y se frenó al chocar con unas líneas defensivas que apenas 10 horas antes no existía. El tiempo ganado con el sacrificio del equipo Cherry había dado buenos dividendos: la 101 estaba desplegada.
El KG Hausser estaba agotado y desmoralizado y los paracaidistas no parecían sentirse demasiado intimidados por los asaltos alemanes, así que Bayerlain decidió esperar a la siguiente mañana antes de retomar la lucha,
NUEVOS PLANTEAMIENTOS
Como ya hemos dicho, los combates del día 19 dieron nuevas alas a los mandos alemanes, al menos a los que no estaban en el campo de batalla. Hitler no estaba demasiado contento con el triste desempeño de las Waffen, pero ya había tres rupturas en el frente enemigo y parecía que las cosas por fin rodaban adecuadamente.
Por su parte los hombres del VI y V PzArm no tenían demasiados motivos para entusiasmarse. Dietrich sabía que la posición de Peiper se estaba haciendo insostenible y en su flanco derecho la HitlerJugend , que apenas se había puesto en marcha, ya estaba duramente diezmada. Manteuffel sí tenía una ruptura clara, pero la resistencia enemiga se había enconado en apenas unas horas y el Mosa seguía estando muy lejos.
La relación de fuerzas, sobre el papel, seguía siendo muy favorable a los atacantes, pero los cortes de caminos, el caos del tráfico y la escasez de combustible hacía imposible concentrar una presión decisiva en el frente. Si las rutas hacia el oeste no se abrían rápidamente, las cosas se pondrían muy negras antes de que la mayoría de las tropas disponibles llegaran a tomar parte en la batalla.
Por su parte los aliados ya habían clarificado las cosas y estaban moviéndose con una velocidad desacostumbrada. Bastogne y St Vith, de momento, estaban aseguradas, y las nuevas líneas al oeste de Bullingen podrían sostenerse sin problemas en el ala norte, así que mientras se enviaban refuerzos en su apoyo había llegado el momento de pasar al contraataque. Patton señaló la oportunidad que se les ofrecía con la ofensiva germana, y propuso abrir las líneas para que los nazis se metieran ellos solos en una trampa tan profunda que todo el grupo de Ejércitos B cupiera en ella (dejémosles llegar hasta París, si quieren, y ya no podrán escapársenos) pero por suerte para los alemanes el resto del mando angloamericano no veía las cosas de la misma manera y se decidió enfocar el asunto de un modo más tradicional, eliminando la protuberancia creada por los atacantes antes de que llegara al Mosa. Además de las tres divisiones ofrecidas por el III Ejército, Bradley movilizó las unidades más poderosas a su disposición, la 2ª y 3ª divisiones acorazadas, cada una de las cuales era el doble de grande que una división triangular estándar, apoyadas por dos divisiones de infantería. El CCA de la 3ª acorazada estaba ya situándose cerca de los panzer atrapados en Staumont, así que las cosas iban a empezar a calentarse muy pronto.
-
- General de División
- Mensajes: 7373
- Registrado: 21 Ago 2004, 12:50
- Ubicación: Madrid
DÍA 20: SEGUNDO ACTO
La primera fase de la ofensiva de las Ardenas concluyó el 19 de diciembre. A partir del 20 la lucha iba a discurrir por otros derroteros y pronto iban a incorporarse voces nuevas. Dado el colapso de las comunicaciones en el sector, Eisenhower decidió simplificar las cosas traspasando el mando del I y IX Ejércitos del US Army al cuartel de Montgomery. El mariscal inglés actuó con rapidez y firmeza, aunque su inflado ego empezó a causar tensiones desde el primer día y acabaría por provocar una grave crisis diplomática.
Por su parte Patton estaba calentando motores: el 19 la 4ª división acorazada se situó en posición y a lo largo del 20 lo harían la 26ª y 80ª de Infantería. Y todo ello sin dejar de preparar su propia ofensiva hacia Alemania.
Los alemanes estaban moviéndose cada vez con más dificultades. Reorientar todo el eje norte de la ofensiva era una tarea para la que nadie estaba preparado y el combustible que tendría que haber llevado a los panzer hasta Amberes se estaba agotando en marchas y contramarchas, sin alcanzar el frente. Durante la noche del 19 al 20, las SS PzDiv Das Reich y 9ª iniciaron su movimiento hacia el sur, formando filas inacabable de vehículos que se iba alargando a medida que los depósitos se vaciaban. Tan sólo el batallón de reconocimiento de la 9ª iba a mantener un ritmo de marcha razonable pero ni siquiera ellos iban a poder intervenir en los combates que iban a sucederse.
ATORADOS AL NORTE
Kraas ordenó reanudar los combates, reforzando a sus renqueantes panzergrenadier con una compañía de JagdPanther. Una vez más se repitió el patrón de días anteriores: la infantería, bajo una lluvia de metralla, perdió el paso y los blindados se adentraron en solitario en las líneas americanas. Una vez dentro de Don Butgenbach, los cazacarros no podían maniobrar y dos de ellos fueron atravesados a quemarropa por un cañón de 57 mm antes de que el resto de la formación lograra dar media vuelta para regresar a sus líneas.
El jefe Waffen era un hombre de ideas fijas, y al caer la noche los defensores, tras rechazar cuatro asalto, se habían cobrado otra docena de vehículos acorazados y el 26º SS PzGrAbt había sufrido una larga sangría. Los estadounidenses se habían llevado también un duro castigo, pero quedaban dueños del terreno y sus ánimos iban creciendo a medida que decrecían los de los agotados Hitlerjugend.
ATORADOS AL SUR
Priess tenía claro que la posición de Peiper en Stoumont era insostenible, y ordenó al resto de la Leibstandarte que despejara las rutas para que los panzer pudieran recibir suministros, salir del atolladero y avanzar. Knittel debía mantener abierto el paso en Trois Ponts mientras el KG Sandig despejaba Stavelot y el KG Hansen aseguraba el flanco sur. Ninguno de los dos KG logró su objetivo y la situación se complicó aun más cuando quedó claro que también Malmedy estaba en manos de los americanos. Peiper tuvo, empero, un día tranquilo, ya que los americanos no tenían prisa: atacarían cuando tuvieran en la zona bastantes fuerzas como para aplastar al KampfGruppe.
¿Recordáis a la 150ª PzBri? Tras cuatro días mirando crecer la hierba, los hombres de Skorzeni recibieron la orden de tomar Malmedy el día 19. A lo largo del día 20 la estrafalaria unidad ocupó sus posiciones de partida: la idea era atacar al amanecer del 21 formando dos pequeños KG apoyados por los Panther disfrazados y algunos StuG. Entretanto Skorzeni solicitó varias veces apoyo artillero, con escaso éxito: la agrupación tendría su bautismo de fuego sin más música que la que proporcionaran los aliados.
La primera fase de la ofensiva de las Ardenas concluyó el 19 de diciembre. A partir del 20 la lucha iba a discurrir por otros derroteros y pronto iban a incorporarse voces nuevas. Dado el colapso de las comunicaciones en el sector, Eisenhower decidió simplificar las cosas traspasando el mando del I y IX Ejércitos del US Army al cuartel de Montgomery. El mariscal inglés actuó con rapidez y firmeza, aunque su inflado ego empezó a causar tensiones desde el primer día y acabaría por provocar una grave crisis diplomática.
Por su parte Patton estaba calentando motores: el 19 la 4ª división acorazada se situó en posición y a lo largo del 20 lo harían la 26ª y 80ª de Infantería. Y todo ello sin dejar de preparar su propia ofensiva hacia Alemania.
Los alemanes estaban moviéndose cada vez con más dificultades. Reorientar todo el eje norte de la ofensiva era una tarea para la que nadie estaba preparado y el combustible que tendría que haber llevado a los panzer hasta Amberes se estaba agotando en marchas y contramarchas, sin alcanzar el frente. Durante la noche del 19 al 20, las SS PzDiv Das Reich y 9ª iniciaron su movimiento hacia el sur, formando filas inacabable de vehículos que se iba alargando a medida que los depósitos se vaciaban. Tan sólo el batallón de reconocimiento de la 9ª iba a mantener un ritmo de marcha razonable pero ni siquiera ellos iban a poder intervenir en los combates que iban a sucederse.
ATORADOS AL NORTE
Kraas ordenó reanudar los combates, reforzando a sus renqueantes panzergrenadier con una compañía de JagdPanther. Una vez más se repitió el patrón de días anteriores: la infantería, bajo una lluvia de metralla, perdió el paso y los blindados se adentraron en solitario en las líneas americanas. Una vez dentro de Don Butgenbach, los cazacarros no podían maniobrar y dos de ellos fueron atravesados a quemarropa por un cañón de 57 mm antes de que el resto de la formación lograra dar media vuelta para regresar a sus líneas.
El jefe Waffen era un hombre de ideas fijas, y al caer la noche los defensores, tras rechazar cuatro asalto, se habían cobrado otra docena de vehículos acorazados y el 26º SS PzGrAbt había sufrido una larga sangría. Los estadounidenses se habían llevado también un duro castigo, pero quedaban dueños del terreno y sus ánimos iban creciendo a medida que decrecían los de los agotados Hitlerjugend.
ATORADOS AL SUR
Priess tenía claro que la posición de Peiper en Stoumont era insostenible, y ordenó al resto de la Leibstandarte que despejara las rutas para que los panzer pudieran recibir suministros, salir del atolladero y avanzar. Knittel debía mantener abierto el paso en Trois Ponts mientras el KG Sandig despejaba Stavelot y el KG Hansen aseguraba el flanco sur. Ninguno de los dos KG logró su objetivo y la situación se complicó aun más cuando quedó claro que también Malmedy estaba en manos de los americanos. Peiper tuvo, empero, un día tranquilo, ya que los americanos no tenían prisa: atacarían cuando tuvieran en la zona bastantes fuerzas como para aplastar al KampfGruppe.
¿Recordáis a la 150ª PzBri? Tras cuatro días mirando crecer la hierba, los hombres de Skorzeni recibieron la orden de tomar Malmedy el día 19. A lo largo del día 20 la estrafalaria unidad ocupó sus posiciones de partida: la idea era atacar al amanecer del 21 formando dos pequeños KG apoyados por los Panther disfrazados y algunos StuG. Entretanto Skorzeni solicitó varias veces apoyo artillero, con escaso éxito: la agrupación tendría su bautismo de fuego sin más música que la que proporcionaran los aliados.
-
- Teniente
- Mensajes: 910
- Registrado: 10 Abr 2009, 21:47
- Ubicación: California
Con permiso de japa, un par de fotos tomadas el 20 de diciembre de 1944:
Tropas americanas de la 28 División de Infantería, que se han reagrupado en secciones de seguridad para defender Bastogne, se dirigen a sus posiciones asignadas. Algunos de estos soldados han perdido sus armas durante el avance alemán.
Miembros de la compañía B del 630 Batallón Cazacarros, que han perdido sus vehículos durante las operaciones en Bélgica, preparan posiciones de infantería en una colina que cubre un acceso a Wiltz.
Fuente: http://www.history.army.mil/reference/bulge/images.htm
Saludos
Tropas americanas de la 28 División de Infantería, que se han reagrupado en secciones de seguridad para defender Bastogne, se dirigen a sus posiciones asignadas. Algunos de estos soldados han perdido sus armas durante el avance alemán.
Miembros de la compañía B del 630 Batallón Cazacarros, que han perdido sus vehículos durante las operaciones en Bélgica, preparan posiciones de infantería en una colina que cubre un acceso a Wiltz.
Fuente: http://www.history.army.mil/reference/bulge/images.htm
Saludos
freedom ain't free
-
- Cabo Primero
- Mensajes: 179
- Registrado: 27 Oct 2009, 17:22
- Ubicación: Santiago D.C.
Disculpen la intromisión, pero no podía dejar de felicitar al autor de este magnífico post, que me ha tenido enganchado durante las últimas semanas. Es un trabajo titánico y muy muy bien estructurado, sin saturar al lector de cifras y datos, con lo que se hace realmente ameno. Literalmente, no he podido apartar los ojos de la pantalla. Espero que no me despidan, pero en todo caso habrá valido la pena.
Publíquelo, Japa, por favor. Hay en las librerías incontables volúmenes que se quedan a años luz de este, incluyendo un buen montón que se dedican a fomentar la mitificación de los todopoderosos "gatos" alemanes dejando de lado la idea, que queda meridianamente clara en el post, de que las máquinas sólo cobran su real importancia cuando el nivel táctico y de entrenamiento de los hombres que las manejan están a la altura, y que el carro armado con el mejor cañón y blindado hasta las trancas no sirve de nada si no puede trasladarse 20 km sin romper algo. La eterna búsqueda del equilibrio entre protección, poder ofensivo y movilidad.
Simplemente darle la enhorabuena y confirmar un potencial lector más.
Saludos.
Publíquelo, Japa, por favor. Hay en las librerías incontables volúmenes que se quedan a años luz de este, incluyendo un buen montón que se dedican a fomentar la mitificación de los todopoderosos "gatos" alemanes dejando de lado la idea, que queda meridianamente clara en el post, de que las máquinas sólo cobran su real importancia cuando el nivel táctico y de entrenamiento de los hombres que las manejan están a la altura, y que el carro armado con el mejor cañón y blindado hasta las trancas no sirve de nada si no puede trasladarse 20 km sin romper algo. La eterna búsqueda del equilibrio entre protección, poder ofensivo y movilidad.
Simplemente darle la enhorabuena y confirmar un potencial lector más.
Saludos.
efemeridesnavales.blogspot.com
-
- Soldado
- Mensajes: 35
- Registrado: 23 Ago 2007, 13:16
Aunque registrado en el 2007, hasta hoy no habia participado en el foro. En primer lugar felicitar a Japa por la "currada" que se ha pegado, pero dicho esto y a pesar de que solo he leido las primeras paginas del post, no puedo dejar de expresar mis desavenencias con la definicion de prima donna que hace del general Guderian. Ignoro si alguno forero ya ha rebatido esta tesis, pues insisto que no me he leido todas, son 83 demasiado para el poco tiempo empleado, y pido disculpas por si abro un debate sobre paginas ya publicadas hace bastante tiempo y con riesgo de ser repetitivo. Bueno, al grano.
Japa critica la conducta de Guderian, en las primeras etapas de Barbarroja con su mania de despreocuparse de los flancos y avanzar sin esperar a la infanteria. Desde el punto de vista ortodoxo tiene razon, pero desde la realidad de 1941, no. La capacidad sovietica de coordinar ataques blindados en esas fechas era practicamente nulas. Todos los contraataques sovieticos, aun con superioridad aplastante, eran un autentico baño de sangre, un desproposito. El mismo Guderian, desobediente del 41, lo era en el 40, y gracias a el, los alemanes llegaron al mar. La continua desobediencia a Von kleist en sedan permitio que los franceses no tuvieran tiempo de reorganizarse. Si hubiera seguido el criterio reinante, seguramente los alemanes no hubieran llegado al canal.El sabia que una penetracion profunda dentro territorio enemigo, conllevaria al caos en todos los ordenes, como asi ocurrio en Francia. La osadia de la ocupacion de yelna, que parece que todos lo califican como un gran error, fue la oportunidad desaprovechada por alemania de ocupar Moscu en ese mismo verano. Dices que no cerro el anillo y es cierto, pero no es menos cierto que el cerrar ese anillo, daba a los sovieticos la oportunidad de reorganizarse al este de smolenko y lanzar el contraataque sobre posicion defensivas de blokeo alemanas. Los rusos eran nulos en ataques blindados, pero muy wenos en el uso de la artilleria, como posteriormente haria Zhukov en el saliente de yelna. Lo que pretendia Guderian era simplemente llevar al maximo exponente su teoria: La blitzkrieg. Si en lugar de virar al oeste para establecer el blokeo, se hubiera continuado avanzando hasta el limite de suministros ( Yelna esta a 85 km aproxim al sur este de Smolenko), tanto el como Hoth, desde mi punto de vista hubieran ocurrido dos cosas. Primero el anillo no seria alrededor de smolenko, sino mas grande. la sensacion de quedar cercados a pocos Km de su frente a estar casi 100 de sus lineas amigas no es igual desde el punto de vista de la moral de los cercados ( sino que se lo pregunten al 6 ejercito aleman en stalingrado). Y segundo, es de suponer que con dos grupos blindados a poco mas de 300 km de moscu, la prioridad del mando ruso , no seria, auxiliar a los cercados de smolenko, sino el de cerrar la via de agua abierta en su despliegue de moscu. Los rusos, lo hicieron magnificamente en Bragation, copiando la tactica de Guderian de penetraciones profundas y aunque con muchisimos mas medios que este, no hay que obviar que el ejercito aleman era un magnifico oponente todavia en el 44, y aun asi los hicieron papilla. Continuara
Japa critica la conducta de Guderian, en las primeras etapas de Barbarroja con su mania de despreocuparse de los flancos y avanzar sin esperar a la infanteria. Desde el punto de vista ortodoxo tiene razon, pero desde la realidad de 1941, no. La capacidad sovietica de coordinar ataques blindados en esas fechas era practicamente nulas. Todos los contraataques sovieticos, aun con superioridad aplastante, eran un autentico baño de sangre, un desproposito. El mismo Guderian, desobediente del 41, lo era en el 40, y gracias a el, los alemanes llegaron al mar. La continua desobediencia a Von kleist en sedan permitio que los franceses no tuvieran tiempo de reorganizarse. Si hubiera seguido el criterio reinante, seguramente los alemanes no hubieran llegado al canal.El sabia que una penetracion profunda dentro territorio enemigo, conllevaria al caos en todos los ordenes, como asi ocurrio en Francia. La osadia de la ocupacion de yelna, que parece que todos lo califican como un gran error, fue la oportunidad desaprovechada por alemania de ocupar Moscu en ese mismo verano. Dices que no cerro el anillo y es cierto, pero no es menos cierto que el cerrar ese anillo, daba a los sovieticos la oportunidad de reorganizarse al este de smolenko y lanzar el contraataque sobre posicion defensivas de blokeo alemanas. Los rusos eran nulos en ataques blindados, pero muy wenos en el uso de la artilleria, como posteriormente haria Zhukov en el saliente de yelna. Lo que pretendia Guderian era simplemente llevar al maximo exponente su teoria: La blitzkrieg. Si en lugar de virar al oeste para establecer el blokeo, se hubiera continuado avanzando hasta el limite de suministros ( Yelna esta a 85 km aproxim al sur este de Smolenko), tanto el como Hoth, desde mi punto de vista hubieran ocurrido dos cosas. Primero el anillo no seria alrededor de smolenko, sino mas grande. la sensacion de quedar cercados a pocos Km de su frente a estar casi 100 de sus lineas amigas no es igual desde el punto de vista de la moral de los cercados ( sino que se lo pregunten al 6 ejercito aleman en stalingrado). Y segundo, es de suponer que con dos grupos blindados a poco mas de 300 km de moscu, la prioridad del mando ruso , no seria, auxiliar a los cercados de smolenko, sino el de cerrar la via de agua abierta en su despliegue de moscu. Los rusos, lo hicieron magnificamente en Bragation, copiando la tactica de Guderian de penetraciones profundas y aunque con muchisimos mas medios que este, no hay que obviar que el ejercito aleman era un magnifico oponente todavia en el 44, y aun asi los hicieron papilla. Continuara
-
- Soldado
- Mensajes: 35
- Registrado: 23 Ago 2007, 13:16
Continuando. Japa tambien critica y me he leido el libro, donde se pone a Guderian de vuelta y media, que no transigiera con la division del 2 grupo Blindado, en dos grupos uno en direccion moscu y otro en direccion Kiev para cercar a los ejercitos rusos de ucrania. Para mi, otro craso error. Guderian era opuesto a desviar su grupo al sur, porque consideraba prioritario Moscu, peroyo me imagino y mas despues de ver las dificultades con las que se encontro Guderian en su aventura ucraniana, que hubiera ocurrido si en lugar de todo el 2 panzergrouppe al completo solo hubiera sido desviada parte. Pues me aventuro a decir que gracias a que este se mantuvo firme, pudo realizar la operacion tan brillantemente. Sino "baja" al sur Guderian con toda su fuerza, kleist no hubiera enlazado tan facilmente con el, cercando 600.000 sovieticos. No estaba a favor del plan, pero si habia que hacerlo se aseguro que fuera con exito. Si divides tus fuerzas le das ventaja al enemigo. Acordaos lo que decia Rommel sobre los britanicos en el norte de africa, de que le sirve tener superioridad si me los manda de uno en uno. El error aqui es achacable a Hitler y a sus correveidiles. Lo logico es haber dejado a Hoth y su tercer panzergrouppe al este de smolenko como reserva panzer en lugar de aventurarlo al norte, sin resultado ninguno. Se podia haber conservado yelna, sin tener que debilitar a Guderian que tenia enfrente una empresa mas dificifil y la realizo de forma admirable.
En cuanto al comentario sobre que las divisiones de infanteria eran poco menos que despreciadas por Guderian, en su afan megalomano de quererlo acaparar todo, pues no es cierto, el solo decia que tenian que estar supeditadas a las divisiones panzer, y que su tarea fundamental era cerrar los anillos para poder liberar a las fuerzas panzer y que estas continuaran avanzando. De hecho como detalle de que realmente tenia argumentos a su favor y que estas divisiones de infanteria no eran solo para el trabajo sucio, como has opinado, esta el hecho de que el cerco de Bialystok-Minsk, su 2 P.G. , hiciera 157.0000 prisioneros, el 3 P.G., 100.0000, y el resto de ejercitos de infanteria, 2, 9 y 4 en conjunto no mas de 80.000.
Poner en duda la capacidad tactica y hasta estrategica del para mi mejor general aleman de la segunda guerra mundial, es poco menos que un insulto. Que tuviera un caracter fuerte, estoy de acuerdo, pero gracias a ese caracter y a su profesionalidad salvo a los alemanes de muchos apuros, por eso chocaba con hitler muchas veces y este lo tenia que aceptar a regañadientes, y despacharlo mas de una vez. Como detalle de la admiracion que se tenia por Guderian, aun a pesar de su cercania con Hitler lo prueba el hecho de que los aliados se negaran en redondo en procesarlo a peticion rusa, cosa que si hicieron con otros mandos alemanes.
En cuanto al comentario sobre que las divisiones de infanteria eran poco menos que despreciadas por Guderian, en su afan megalomano de quererlo acaparar todo, pues no es cierto, el solo decia que tenian que estar supeditadas a las divisiones panzer, y que su tarea fundamental era cerrar los anillos para poder liberar a las fuerzas panzer y que estas continuaran avanzando. De hecho como detalle de que realmente tenia argumentos a su favor y que estas divisiones de infanteria no eran solo para el trabajo sucio, como has opinado, esta el hecho de que el cerco de Bialystok-Minsk, su 2 P.G. , hiciera 157.0000 prisioneros, el 3 P.G., 100.0000, y el resto de ejercitos de infanteria, 2, 9 y 4 en conjunto no mas de 80.000.
Poner en duda la capacidad tactica y hasta estrategica del para mi mejor general aleman de la segunda guerra mundial, es poco menos que un insulto. Que tuviera un caracter fuerte, estoy de acuerdo, pero gracias a ese caracter y a su profesionalidad salvo a los alemanes de muchos apuros, por eso chocaba con hitler muchas veces y este lo tenia que aceptar a regañadientes, y despacharlo mas de una vez. Como detalle de la admiracion que se tenia por Guderian, aun a pesar de su cercania con Hitler lo prueba el hecho de que los aliados se negaran en redondo en procesarlo a peticion rusa, cosa que si hicieron con otros mandos alemanes.
- stalingrado1971
- Sargento Segundo
- Mensajes: 326
- Registrado: 23 Nov 2009, 03:48
-
- General de División
- Mensajes: 7373
- Registrado: 21 Ago 2004, 12:50
- Ubicación: Madrid
ST. VITH RESISTE
Durante la madrugada del día 20 las primeras tropas de la Führer Begleit Brigade (un batallón de infantería con dos compañías de StuG) alcanzaron sus posiciones en torno a las líneas de Clarke. Los estadounidenses tenían frente a ellos tres regimientos de VG y los recién llegados trataron de flanquear sus defensas por el norte, rebasando el pueblo sobre la marcha.
De haber contado con toda la agrupación es posible que el asalto hubiera tenido éxito, pero en vez de esperar a concentrar sus fuerzas los alemanes pasaron al ataque nada más llegar y fueron duramente rechazados. Las líneas americanas recularon un poco y los alemanes lograron hacerse con algunos puestos avanzados, pero al final del día el escenario era más o menos el mismo que al amanecer.
El resto de la Brigada de Escolta fue tomando posiciones a lo largo de la tarde junto con todas las baterías de artillería disponibles en el sector. Manteuffel quería St. Vith y lo quería cuanto antes, así que las cosas iban a calentarse mucho.
BASTOGNE CERCADO
El KG Von Böhm se encontró por la mañana con un nuevo punto de resistencia en Herbaimont, esta vez guarnecido por los paracaidistas. A lo largo de la mañana los estadounidenses fueron reculando hasta Ortheuville donde lograron frenar momentaneamente a los atacantes. Al llegar la noche la precaria línea de defensa cedió y la ruta al norte de Bastogne quedó abierta.
El KG Hausser no estaba en condiciones de seguir atacando pero más al sur, la 5ª FallDiv seguía avanzando apoyada por la 11ª SturmBri y a media tarde la carretera de Neufchateau
a Bastogne, la última ruta de aprovisionamiento disponible, quedó cortada. Las tropas estadounidenses estaban aisladas.
El general Middelton no tenía a mano más reservas para reabrir el pasillo hasta los cercados, así que éstos tendrían que sostenerse por sus propios medios hasta que llegaran las tropas de Patton. Entretanto, las diversas unidades atrapadas en la bolsa se reorganizaron, entregando el mando al general McAuliffe, de la 101ª.
Las órdenes de Manteuffel eran continuar hasta el Mosa con todas las fuerzas disponibles, dejando la toma de Bastogne a cargo de la 26ª VgDiv, así que los carros de la PanzerLehr continuaron hacia el oeste mientras la el general Kokott, al mando de los Volksgrenadier, se planteaba cómo resolver la situación: sin tropas para un asalto inmediato, decidió esperar 24 horas mientras concentraba toda la fuerza disponible alrededor de los americanos.
LA MAREA CAMBIA
Manteuffel todavía creía posible alcanzar los objetivos del Golpe Menor. Para ello necesitaba rematar los núcleos de resistencia en St Vith y Bastogne, despejando así las rutas para que los refuerzos del II SS PzArm pudieran seguir de inmediato a sus propias puntas acorazadas. Tras las botas de la V FallDiv, el VII Ejército estaba por fin desplegándose al sur y Kraas esperaba poder avanzar al día siguiente, cubriendo así el flanco septentrional, con lo que el V PzArm tendría una buena posibilidad de rebasar el Mosa en un par de días antes de que los aliados contraatacaran.
La realidad iba a borrar esas esperanzas antes de 24 horas: la madrugada del día 21, los sherman de Patton arrancaron motores.
Durante la madrugada del día 20 las primeras tropas de la Führer Begleit Brigade (un batallón de infantería con dos compañías de StuG) alcanzaron sus posiciones en torno a las líneas de Clarke. Los estadounidenses tenían frente a ellos tres regimientos de VG y los recién llegados trataron de flanquear sus defensas por el norte, rebasando el pueblo sobre la marcha.
De haber contado con toda la agrupación es posible que el asalto hubiera tenido éxito, pero en vez de esperar a concentrar sus fuerzas los alemanes pasaron al ataque nada más llegar y fueron duramente rechazados. Las líneas americanas recularon un poco y los alemanes lograron hacerse con algunos puestos avanzados, pero al final del día el escenario era más o menos el mismo que al amanecer.
El resto de la Brigada de Escolta fue tomando posiciones a lo largo de la tarde junto con todas las baterías de artillería disponibles en el sector. Manteuffel quería St. Vith y lo quería cuanto antes, así que las cosas iban a calentarse mucho.
BASTOGNE CERCADO
El KG Von Böhm se encontró por la mañana con un nuevo punto de resistencia en Herbaimont, esta vez guarnecido por los paracaidistas. A lo largo de la mañana los estadounidenses fueron reculando hasta Ortheuville donde lograron frenar momentaneamente a los atacantes. Al llegar la noche la precaria línea de defensa cedió y la ruta al norte de Bastogne quedó abierta.
El KG Hausser no estaba en condiciones de seguir atacando pero más al sur, la 5ª FallDiv seguía avanzando apoyada por la 11ª SturmBri y a media tarde la carretera de Neufchateau
a Bastogne, la última ruta de aprovisionamiento disponible, quedó cortada. Las tropas estadounidenses estaban aisladas.
El general Middelton no tenía a mano más reservas para reabrir el pasillo hasta los cercados, así que éstos tendrían que sostenerse por sus propios medios hasta que llegaran las tropas de Patton. Entretanto, las diversas unidades atrapadas en la bolsa se reorganizaron, entregando el mando al general McAuliffe, de la 101ª.
Las órdenes de Manteuffel eran continuar hasta el Mosa con todas las fuerzas disponibles, dejando la toma de Bastogne a cargo de la 26ª VgDiv, así que los carros de la PanzerLehr continuaron hacia el oeste mientras la el general Kokott, al mando de los Volksgrenadier, se planteaba cómo resolver la situación: sin tropas para un asalto inmediato, decidió esperar 24 horas mientras concentraba toda la fuerza disponible alrededor de los americanos.
LA MAREA CAMBIA
Manteuffel todavía creía posible alcanzar los objetivos del Golpe Menor. Para ello necesitaba rematar los núcleos de resistencia en St Vith y Bastogne, despejando así las rutas para que los refuerzos del II SS PzArm pudieran seguir de inmediato a sus propias puntas acorazadas. Tras las botas de la V FallDiv, el VII Ejército estaba por fin desplegándose al sur y Kraas esperaba poder avanzar al día siguiente, cubriendo así el flanco septentrional, con lo que el V PzArm tendría una buena posibilidad de rebasar el Mosa en un par de días antes de que los aliados contraatacaran.
La realidad iba a borrar esas esperanzas antes de 24 horas: la madrugada del día 21, los sherman de Patton arrancaron motores.
-
- General de División
- Mensajes: 7373
- Registrado: 21 Ago 2004, 12:50
- Ubicación: Madrid
DÍA 21: RESISTENCIA
Para los alemanes, las opciones estaban muy claras. Alcanzar Amberes era imposible, pero si podían consolidar sus ganancias hasta llegar al Mosa separarían en dos a los ejércitos aliados y mejorarían su situación táctica de cara a al primavera.
Los aliados, por su parte, sabían que el tiempo corría a su favor: mientras las bolsas aguantaran, los alemanes no podrían desplegarse y establecer un frente coherente, así que las improvisadas guarniciones tendrían que sostenerse a cualquier precio. Además de agotar el ímpetu de los atacantes, Bastogne y St. Vith distraerían su atención y les mantendrían ocupados hasta que llegara la caballería.
EMPECINAMIENTO
Cansados pero furiosos, los HitlerJugend volvieron al asalto una vez más, con el apoyo de toda la artillería divisionaria reforzada por el 402 VolksArtillerie Korps. Tras tres horas de cañoneo sistemático todos los carros y cazacarros aún disponibles y dos batallones de Panzergrenadier se lanzaron adelante. Y una vez más, los infantes fueron incapaces de seguir el ritmo de los panzer, que volvieron a rebasara las posiciones estadounidenses en solitario. Como en días anteriores, los vehículos acorazados fueron presa fácil para los lanzagranadas a quemarropa y los cazacarros del batallón 634 y a media tarde los exultantes GI contemplaron como los Waffen SS, derrotados, regresaban a sus líneas con el rabo entre las piernas.
¿SKORZENI AL RESCATE?
Los hombres de Peiper tuvieron bastante trabajo a lo largo del 21, ya que las tropas que les atenazaban empezaron a tantear sus posiciones. Los combates se centraron en la carretera de Stoumont a La Gleize. Los ataques fueron rechazados y los alemanes hicieron algunos prisioneros, pero la situación no era nada halagüeña. A mediodía el Kampfgruppe empezó a concentrarse en La Gleize para ofrecer una resistencia más sólida a la espera de que llegara la ayuda prometida por Priess.
La ayuda iba a tener que esperar. Skorzeni confiaba en que un ataque sorpresa sobre las posiciones americanas en Malmedy haría que los defensores se refugiaran precipitadamente en el pueblo. Así, sus tropas podrían hacerse con las alturas en torno a la villa y la ruta volvería a quedar despejada. Sin reconocer adecuadamente el terreno, la 150 PzBri se dividió en dos KampfGruppe y empezó su ataque a las 4'30 de la madrugada, ignorando que la sorpresa se la iban a llevar ellos.
Malmedy, inicialmente, estaba ocupado por un batallón de ingenieros, pero entre el 18 y el 20 esta pequeña fuerza se había quintuplicado con la llegada de tres batallones de infantería, uno mecanizado, dos compañías de carros y una de cazacarros. Para empeorar las cosas, un desertor había alertado a los estadounidenses y los atacantes se encontraron con una bienvenida apoteósica. Las puntas de avance se encontraron con un muro de metralla y pronto se enzarzaron en una lucha de perros con un enemigo decidido a no ceder ni un solo metro. Una compañía de granaderos, apoyados por uno de los Panther disfrazados, logró alcanzar las líneas americanas y estuvieron a punto de atravesarlas cuando el sargento Francis Currey, de la 30ª de infantería, inutilizó el carro con un bazooka y dispersó en solitario a los atacantes a fuerza de granadas, patadas y culatazos, lo que le valdría la medalla del Congreso.
Al final del día la brigada especial pasó a la defensiva. Peiper podía esperar sentado, porque nadie iba a acudir en su ayuda.
Para los alemanes, las opciones estaban muy claras. Alcanzar Amberes era imposible, pero si podían consolidar sus ganancias hasta llegar al Mosa separarían en dos a los ejércitos aliados y mejorarían su situación táctica de cara a al primavera.
Los aliados, por su parte, sabían que el tiempo corría a su favor: mientras las bolsas aguantaran, los alemanes no podrían desplegarse y establecer un frente coherente, así que las improvisadas guarniciones tendrían que sostenerse a cualquier precio. Además de agotar el ímpetu de los atacantes, Bastogne y St. Vith distraerían su atención y les mantendrían ocupados hasta que llegara la caballería.
EMPECINAMIENTO
Cansados pero furiosos, los HitlerJugend volvieron al asalto una vez más, con el apoyo de toda la artillería divisionaria reforzada por el 402 VolksArtillerie Korps. Tras tres horas de cañoneo sistemático todos los carros y cazacarros aún disponibles y dos batallones de Panzergrenadier se lanzaron adelante. Y una vez más, los infantes fueron incapaces de seguir el ritmo de los panzer, que volvieron a rebasara las posiciones estadounidenses en solitario. Como en días anteriores, los vehículos acorazados fueron presa fácil para los lanzagranadas a quemarropa y los cazacarros del batallón 634 y a media tarde los exultantes GI contemplaron como los Waffen SS, derrotados, regresaban a sus líneas con el rabo entre las piernas.
¿SKORZENI AL RESCATE?
Los hombres de Peiper tuvieron bastante trabajo a lo largo del 21, ya que las tropas que les atenazaban empezaron a tantear sus posiciones. Los combates se centraron en la carretera de Stoumont a La Gleize. Los ataques fueron rechazados y los alemanes hicieron algunos prisioneros, pero la situación no era nada halagüeña. A mediodía el Kampfgruppe empezó a concentrarse en La Gleize para ofrecer una resistencia más sólida a la espera de que llegara la ayuda prometida por Priess.
La ayuda iba a tener que esperar. Skorzeni confiaba en que un ataque sorpresa sobre las posiciones americanas en Malmedy haría que los defensores se refugiaran precipitadamente en el pueblo. Así, sus tropas podrían hacerse con las alturas en torno a la villa y la ruta volvería a quedar despejada. Sin reconocer adecuadamente el terreno, la 150 PzBri se dividió en dos KampfGruppe y empezó su ataque a las 4'30 de la madrugada, ignorando que la sorpresa se la iban a llevar ellos.
Malmedy, inicialmente, estaba ocupado por un batallón de ingenieros, pero entre el 18 y el 20 esta pequeña fuerza se había quintuplicado con la llegada de tres batallones de infantería, uno mecanizado, dos compañías de carros y una de cazacarros. Para empeorar las cosas, un desertor había alertado a los estadounidenses y los atacantes se encontraron con una bienvenida apoteósica. Las puntas de avance se encontraron con un muro de metralla y pronto se enzarzaron en una lucha de perros con un enemigo decidido a no ceder ni un solo metro. Una compañía de granaderos, apoyados por uno de los Panther disfrazados, logró alcanzar las líneas americanas y estuvieron a punto de atravesarlas cuando el sargento Francis Currey, de la 30ª de infantería, inutilizó el carro con un bazooka y dispersó en solitario a los atacantes a fuerza de granadas, patadas y culatazos, lo que le valdría la medalla del Congreso.
Al final del día la brigada especial pasó a la defensiva. Peiper podía esperar sentado, porque nadie iba a acudir en su ayuda.
-
- General de División
- Mensajes: 7373
- Registrado: 21 Ago 2004, 12:50
- Ubicación: Madrid
ST. VITH CAE, BASTOGNE ESPERA, PATTON GOLPEA
A las 11 de la mañana los alemanes iniciaron de nuevo el ataque, precedidos una vez más por una potente barrera artillera. A lo largo del día la FBB, apoyada por tres regimientos de VolksGrenadier, chocó una y otra vez con las defensas americanas y a lo largo de la tarde las líneas de Clarke empezaron a ceder. Los Sherman de la 7ª acorazada se enzarzaron en el flanco norte con los panzergrenadier y lograron cortar su avance, pero poco a poco la situación se volvió insostenible y a la caída de la tarde el VG Abt 294 logró penetrar en la población.
Clarke dio la orden de retirada. A lo largo de la noche los restos del CCB de la 9ª división cubrieron el repliegue de los supervivientes hacia Maldange, y luego se desplegaron para retener al enemigo todo lo posible mientras los granaderos aseguraban el resto del pueblo y los carros de la FBB se preparaban para iniciar la explotación en cuanto clareara el nuevo día.
Más al sur, los nazis no sabían cómo lidiar con la bolsa de Bastogne. El KG Hausser apenas existía como unaidad combatiente tras la paliza recibida dos días antes en Marvie y aún necesitaría otro día antes de poder pasar al asalto, así que Kokott no pudo hacer otra cosa que desplegarse y confiar en que el día 22 fuera más auspicioso, una esperanza que se vio reforzada con el anuncio de que la 15ª PzGrDiv estaba en camino y llegaría al día
Más al oeste la 2ª PzDiv y el resto de la PanzerLehr, que debían continuar la marcha hacia el Mosa, se encontraron con que los suministros de combustible estaban atorados al este de Bastogne, así que pasaron el día haciendo reparaciones y tratando de contener la impaciencia. Las oportunidades de cruzar el río disminuían a cada minuto pero no podían hacer otra cosa que esperar y confiar en que alguien se acordara de hacerles llegar la gasolina antes de que los caminos fueran cortadas por los americanos.
El día también transcurrió bastante tranquilo para el flanco sur alemán, al menos hasta la media tarde, pero la calma se rompió cuando la 80ª de infantería rompió el frente y4ª acorazada se lanzó contra el VII Ejército, atravesando sus primeras líneas como un cuchillo en mantequilla. La contraofensiva americana empezaba con una semana de adelanto sobre los cálculos del OKW.
Cualquier comandante sensato hubiera tirado la toalla. El ala derecha alemana estaba completamente encenagada, el sector central no podía moverse por falta de suministros, el ala izquierda amenazaba con desintegrarse y las reservas disponibles apenas podían avanzar en fila india por una retaguardia atestada y caótica. Empero, la sensatez había dejado de existir mucho tiempo atrás y los gerifaltes del alto mando no iban a contradecir el optimismo suicida de Hitler. En vez de sacar a sus tropas de los bosques embarrados mientras quedaba tiempo, los alemanes seguirían presionando hasta que el cielo (literalmente) se les viniera encima
A las 11 de la mañana los alemanes iniciaron de nuevo el ataque, precedidos una vez más por una potente barrera artillera. A lo largo del día la FBB, apoyada por tres regimientos de VolksGrenadier, chocó una y otra vez con las defensas americanas y a lo largo de la tarde las líneas de Clarke empezaron a ceder. Los Sherman de la 7ª acorazada se enzarzaron en el flanco norte con los panzergrenadier y lograron cortar su avance, pero poco a poco la situación se volvió insostenible y a la caída de la tarde el VG Abt 294 logró penetrar en la población.
Clarke dio la orden de retirada. A lo largo de la noche los restos del CCB de la 9ª división cubrieron el repliegue de los supervivientes hacia Maldange, y luego se desplegaron para retener al enemigo todo lo posible mientras los granaderos aseguraban el resto del pueblo y los carros de la FBB se preparaban para iniciar la explotación en cuanto clareara el nuevo día.
Más al sur, los nazis no sabían cómo lidiar con la bolsa de Bastogne. El KG Hausser apenas existía como unaidad combatiente tras la paliza recibida dos días antes en Marvie y aún necesitaría otro día antes de poder pasar al asalto, así que Kokott no pudo hacer otra cosa que desplegarse y confiar en que el día 22 fuera más auspicioso, una esperanza que se vio reforzada con el anuncio de que la 15ª PzGrDiv estaba en camino y llegaría al día
Más al oeste la 2ª PzDiv y el resto de la PanzerLehr, que debían continuar la marcha hacia el Mosa, se encontraron con que los suministros de combustible estaban atorados al este de Bastogne, así que pasaron el día haciendo reparaciones y tratando de contener la impaciencia. Las oportunidades de cruzar el río disminuían a cada minuto pero no podían hacer otra cosa que esperar y confiar en que alguien se acordara de hacerles llegar la gasolina antes de que los caminos fueran cortadas por los americanos.
El día también transcurrió bastante tranquilo para el flanco sur alemán, al menos hasta la media tarde, pero la calma se rompió cuando la 80ª de infantería rompió el frente y4ª acorazada se lanzó contra el VII Ejército, atravesando sus primeras líneas como un cuchillo en mantequilla. La contraofensiva americana empezaba con una semana de adelanto sobre los cálculos del OKW.
Cualquier comandante sensato hubiera tirado la toalla. El ala derecha alemana estaba completamente encenagada, el sector central no podía moverse por falta de suministros, el ala izquierda amenazaba con desintegrarse y las reservas disponibles apenas podían avanzar en fila india por una retaguardia atestada y caótica. Empero, la sensatez había dejado de existir mucho tiempo atrás y los gerifaltes del alto mando no iban a contradecir el optimismo suicida de Hitler. En vez de sacar a sus tropas de los bosques embarrados mientras quedaba tiempo, los alemanes seguirían presionando hasta que el cielo (literalmente) se les viniera encima
-
- Soldado Primero
- Mensajes: 73
- Registrado: 17 Dic 2009, 13:50
-
- General de División
- Mensajes: 7373
- Registrado: 21 Ago 2004, 12:50
- Ubicación: Madrid
DÍA 22: COMPÁS DE ESPERA
El 22 de diciembre transcurrió con bastante tranquilidad en buena parte del frente, pero no por que estuviera planificado de ese modo, sino porque la logística alemana había llegado al borde del colapso. Por muchas órdenes altisonantes que recibieran, los panzer no podían avanzar sin combustible ni las tropas luchar sin municiones. No obstante hubo algunos combates localizados pero muy intensos, un crudo preludio de lo que había de llegar a la mañana siguiente.
EL I SS PZKORP TIRA LA TOALLA
Tras su última intentona, el general Kraas aceptó el fracaso de su división y esa tarde la Hitlerjugend inició su repliegue. Desde el comienzo de la ofensiva la agrupación había sufrido más de 3000 bajas, incluyendo un millar de muertos, y había perdido más del 60% de sus vehículos acorazados.
Leibstandarte no estaba mucho mejor. La 150ª PzBri había renunciado a cualquier intención ofensiva en Malmedy, una agrupación al mando de comandante Knittle fracasó al intentar despejar el camino en Stavelot y el KG Hansen fue incapaz de abrir una nueva ruta más al sur, lo que dejaba a Peiper en una situación muy poco envidiable, porque los americanos estaban apretando el dogal en torno al KampfGruppe. Se esperaba que la Luftwaffe avituallara a los cercados durante la noche, pero la mayor parte de los suministros arrojados en la zona cayeron directamente sobre las líneas estadounidenses, dejando a los alemanes con el combustible justo para mantener las radios en funcionamiento, y poco más.
La artillería aliada machacó el sector de la Gleize casi desde la madrugada, ablandando las posiciones enemigas antes de pasar al asalto, hacia las 14'00. Agotados, hambrientos y cubiertos de barro, los waffen sacaron fuerzas de flaqueza y lograron sostenerse durante tres inacabables horas de lucha callejera, pero su jefe no se hacía ilusiones: el siguiente ataque sería el último, y procuró dejárselo muy claro a sus superiores.
Las divisiones predilectas de Hitler, las únicas autorizadas a llevar su nombre, habían fracasado por completo.
El 22 de diciembre transcurrió con bastante tranquilidad en buena parte del frente, pero no por que estuviera planificado de ese modo, sino porque la logística alemana había llegado al borde del colapso. Por muchas órdenes altisonantes que recibieran, los panzer no podían avanzar sin combustible ni las tropas luchar sin municiones. No obstante hubo algunos combates localizados pero muy intensos, un crudo preludio de lo que había de llegar a la mañana siguiente.
EL I SS PZKORP TIRA LA TOALLA
Tras su última intentona, el general Kraas aceptó el fracaso de su división y esa tarde la Hitlerjugend inició su repliegue. Desde el comienzo de la ofensiva la agrupación había sufrido más de 3000 bajas, incluyendo un millar de muertos, y había perdido más del 60% de sus vehículos acorazados.
Leibstandarte no estaba mucho mejor. La 150ª PzBri había renunciado a cualquier intención ofensiva en Malmedy, una agrupación al mando de comandante Knittle fracasó al intentar despejar el camino en Stavelot y el KG Hansen fue incapaz de abrir una nueva ruta más al sur, lo que dejaba a Peiper en una situación muy poco envidiable, porque los americanos estaban apretando el dogal en torno al KampfGruppe. Se esperaba que la Luftwaffe avituallara a los cercados durante la noche, pero la mayor parte de los suministros arrojados en la zona cayeron directamente sobre las líneas estadounidenses, dejando a los alemanes con el combustible justo para mantener las radios en funcionamiento, y poco más.
La artillería aliada machacó el sector de la Gleize casi desde la madrugada, ablandando las posiciones enemigas antes de pasar al asalto, hacia las 14'00. Agotados, hambrientos y cubiertos de barro, los waffen sacaron fuerzas de flaqueza y lograron sostenerse durante tres inacabables horas de lucha callejera, pero su jefe no se hacía ilusiones: el siguiente ataque sería el último, y procuró dejárselo muy claro a sus superiores.
Las divisiones predilectas de Hitler, las únicas autorizadas a llevar su nombre, habían fracasado por completo.
-
- General de División
- Mensajes: 7373
- Registrado: 21 Ago 2004, 12:50
- Ubicación: Madrid
RETIRADA DE ST. VITH
Eliminada por fin la resistencia en St. Vith, los alemanes necesitaban avanzar cuanto antes para cubrir el flanco derecho de Manteuffel, así que con la primera luz del día, los carros de la FBB se pusieron de nuevo, chocando con el CCB de la 7ª en el camino de Roth, mientras que los granaderos de la 62ª se encontraban con los restos del CCB de la 9ª. Los Sherman lograron mantener a raya a los alemanes casi hasta el mediodía, pero a lo largo de la tarde ambos grupos fueron obligados a retroceder. Su resistencia, empero dio tiempo a que las tropas de la 82ª aerotransportada establecieran una nueva línea de defensas. Entre el final de la tarde y la madrugada del día siguiente, los carristas americanos lograron romper el contacto y alcanzaron las posiciones de los paracaidistas, en la orilla izquierda del río Salm.
Las tropas en retirada tuvieron algunos encontronazos con unos recién llegados: las avanzadas del II SS PzKorp, tras una marcha agónica desde sus posiciones originales, se incorporaron a la lucha. La Das Reich dedicó la noche del 21 a rellenar sus depósitos de combustible, y un KG bajo el mando del comandante Krag, del batallón de reconocimiento, fue enviado por delante para flanquear el Salm por el sur y cortar las rutas al oeste de SalmChâteau. Los americanos no esperaban un ataque desde ese flanco, pero los paras reaccionaron de inmediato ante la nueva amenaza y frenaron en seco a Krag en el pueblo de Juviebal, unos 4 km antes de que alcanzaran su objetivo. Cuando los alemanes lograron ponerse de nuevo en marcha, un puente destruido volvió a detenerles, y se dispusieron a pasar la noche a la espera de que los ingenieros volvieran a dejar utilizable el paso.
Por su parte los Panzergrenadier de la 9ª Hohenstaufen, que esperaban descansar tras una marcha a pie de 80 km sin paradas, se vieron lanzados l combate antes de poder soltar los petates: su agrupación había sido asignada inicialmente como refuerzo a las divisiones de Priess pero esa noche debía ser transferida de vuelta al mando de Bittrich para apoyar al V PzArm, así que el jefe del VI PzArm decidió aprovechar las últimas horas que iban a estar disponibles y les ordenó hacerse con el puente de Grand Halleux, sobre el Salm. Pese a que atravesaron el sector casi a la carrera, no pudieron impedir que los americanos evacuaran el pueblo, volando el puente tras ellos. El único paso que quedaba en la zona era el puente de Vielsalm, un poco más al sur, y los granaderos, resignados a su suerte, volvieron a ponerse en marcha durante la noche.
St. Vith estaba por fin en manos de los alemanes, pero no habían logrado cortar la retirada de las tropas enemigas y las nuevas posiciones resistían con firmeza: volvían a estar en punto muerto.
AL SUR DE BASTOGNE
La 352ª VGDiv, que tenía como objetivo inmediato el pueblo de Diekirch, estaba avanzando hacia el oeste cuando su flanco sur se encontró con las avanzadas de Patton. Dado que las tropas del III Ejército habían roto el frente 24 horas antes, no deja de ser sintomático que los Volksgrenadier no estuvieran al tanto de la amenaza que se les venía encima. Al parecer las comunicaciones no estaban funcionando demasiado bien, porque las tropas del 915 VGAbt no sólo no se apercibieron de la llegada de los estadounidenses, sino que el primer regimiento de la 80ª de Infantería cortó por en medio de las columnas germanas sin que estos tuvieran tiempo siquiera de reordenarse para luchar. Antes de que los mandos pudieran hacerse una idea de la situación, los americanos les habían rebasado y avanzaban hacia el norte, sin mirar a los lados.
Casi de inmediato un segundo regimiento de infantería trató de atravesar las líneas alemanas, pero esta vez los granaderos estaban alerta y lograron frenarles empleando a fondo toda la artillería disponible. Un tercer regimiento, esta vez de la 26ª división, chocó con el 915 algo más al este, dejando a los alemanes en una posición táctica preocupante. Este nuevo ataque pudo ser contenido, pero el regimiento germano podía quedar aislado de la retaguardia en cualquier momento.
Los paracaidistas de la 5ª FallDiv no lo estaban pasando mucho mejor, ya que se habían encontrado con los ingenieros de la 4ª acorazada, y no habían logrado impedir que empezaran a tender un cruce sobre el Sure. Nadie conocía la magnitud de la nueva amenaza, pero estaba claro que las cosas iban a ponerse muy calientes en el sector así que Model autorizó el envío inmediato de refuerzos.
PREVISIONES
La FBB, la Brigada de Granaderos del Führer (otra agrupación similar) y la 79 VGDIv recibieron órdens de apuntalar cuanto antes el flanco meridonal. El VII Ejército lanzaba a la batalla sus últimas tropas, porque el resto de las reservas estaban ya comprometidas al norte de Bastogne.
Durante el día 22 el II SS PzKorp estaba por fin llegando al frente. Sus órdenes eran aprovechar la brecha en St. Vith y encaminarse de inmediato al oeste, para dar cobertura a Manteuffel. Los restos de la 7ª y la 9º acorazadas estaban siendo apuntalados por los paras de la 82ª, pero las líneas estadounidenses aún no estaban consolidadas, así que aún había una oportunidad para las tropas de las Waffen, si es que lograban moverse con la suficiente rapidez. Model estaba jugando sus últimas cartas. Si éstas fallaban la ofensiva alemana perdería su último aliento y los aliados recuperarían la iniciativa. Dada su experiencia, el mariscal ya debía saber que la partida estaba perdida, pero no podía hacer nada salvo seguir cumpliendo las órdenes hasta el final.
Eliminada por fin la resistencia en St. Vith, los alemanes necesitaban avanzar cuanto antes para cubrir el flanco derecho de Manteuffel, así que con la primera luz del día, los carros de la FBB se pusieron de nuevo, chocando con el CCB de la 7ª en el camino de Roth, mientras que los granaderos de la 62ª se encontraban con los restos del CCB de la 9ª. Los Sherman lograron mantener a raya a los alemanes casi hasta el mediodía, pero a lo largo de la tarde ambos grupos fueron obligados a retroceder. Su resistencia, empero dio tiempo a que las tropas de la 82ª aerotransportada establecieran una nueva línea de defensas. Entre el final de la tarde y la madrugada del día siguiente, los carristas americanos lograron romper el contacto y alcanzaron las posiciones de los paracaidistas, en la orilla izquierda del río Salm.
Las tropas en retirada tuvieron algunos encontronazos con unos recién llegados: las avanzadas del II SS PzKorp, tras una marcha agónica desde sus posiciones originales, se incorporaron a la lucha. La Das Reich dedicó la noche del 21 a rellenar sus depósitos de combustible, y un KG bajo el mando del comandante Krag, del batallón de reconocimiento, fue enviado por delante para flanquear el Salm por el sur y cortar las rutas al oeste de SalmChâteau. Los americanos no esperaban un ataque desde ese flanco, pero los paras reaccionaron de inmediato ante la nueva amenaza y frenaron en seco a Krag en el pueblo de Juviebal, unos 4 km antes de que alcanzaran su objetivo. Cuando los alemanes lograron ponerse de nuevo en marcha, un puente destruido volvió a detenerles, y se dispusieron a pasar la noche a la espera de que los ingenieros volvieran a dejar utilizable el paso.
Por su parte los Panzergrenadier de la 9ª Hohenstaufen, que esperaban descansar tras una marcha a pie de 80 km sin paradas, se vieron lanzados l combate antes de poder soltar los petates: su agrupación había sido asignada inicialmente como refuerzo a las divisiones de Priess pero esa noche debía ser transferida de vuelta al mando de Bittrich para apoyar al V PzArm, así que el jefe del VI PzArm decidió aprovechar las últimas horas que iban a estar disponibles y les ordenó hacerse con el puente de Grand Halleux, sobre el Salm. Pese a que atravesaron el sector casi a la carrera, no pudieron impedir que los americanos evacuaran el pueblo, volando el puente tras ellos. El único paso que quedaba en la zona era el puente de Vielsalm, un poco más al sur, y los granaderos, resignados a su suerte, volvieron a ponerse en marcha durante la noche.
St. Vith estaba por fin en manos de los alemanes, pero no habían logrado cortar la retirada de las tropas enemigas y las nuevas posiciones resistían con firmeza: volvían a estar en punto muerto.
AL SUR DE BASTOGNE
La 352ª VGDiv, que tenía como objetivo inmediato el pueblo de Diekirch, estaba avanzando hacia el oeste cuando su flanco sur se encontró con las avanzadas de Patton. Dado que las tropas del III Ejército habían roto el frente 24 horas antes, no deja de ser sintomático que los Volksgrenadier no estuvieran al tanto de la amenaza que se les venía encima. Al parecer las comunicaciones no estaban funcionando demasiado bien, porque las tropas del 915 VGAbt no sólo no se apercibieron de la llegada de los estadounidenses, sino que el primer regimiento de la 80ª de Infantería cortó por en medio de las columnas germanas sin que estos tuvieran tiempo siquiera de reordenarse para luchar. Antes de que los mandos pudieran hacerse una idea de la situación, los americanos les habían rebasado y avanzaban hacia el norte, sin mirar a los lados.
Casi de inmediato un segundo regimiento de infantería trató de atravesar las líneas alemanas, pero esta vez los granaderos estaban alerta y lograron frenarles empleando a fondo toda la artillería disponible. Un tercer regimiento, esta vez de la 26ª división, chocó con el 915 algo más al este, dejando a los alemanes en una posición táctica preocupante. Este nuevo ataque pudo ser contenido, pero el regimiento germano podía quedar aislado de la retaguardia en cualquier momento.
Los paracaidistas de la 5ª FallDiv no lo estaban pasando mucho mejor, ya que se habían encontrado con los ingenieros de la 4ª acorazada, y no habían logrado impedir que empezaran a tender un cruce sobre el Sure. Nadie conocía la magnitud de la nueva amenaza, pero estaba claro que las cosas iban a ponerse muy calientes en el sector así que Model autorizó el envío inmediato de refuerzos.
PREVISIONES
La FBB, la Brigada de Granaderos del Führer (otra agrupación similar) y la 79 VGDIv recibieron órdens de apuntalar cuanto antes el flanco meridonal. El VII Ejército lanzaba a la batalla sus últimas tropas, porque el resto de las reservas estaban ya comprometidas al norte de Bastogne.
Durante el día 22 el II SS PzKorp estaba por fin llegando al frente. Sus órdenes eran aprovechar la brecha en St. Vith y encaminarse de inmediato al oeste, para dar cobertura a Manteuffel. Los restos de la 7ª y la 9º acorazadas estaban siendo apuntalados por los paras de la 82ª, pero las líneas estadounidenses aún no estaban consolidadas, así que aún había una oportunidad para las tropas de las Waffen, si es que lograban moverse con la suficiente rapidez. Model estaba jugando sus últimas cartas. Si éstas fallaban la ofensiva alemana perdería su último aliento y los aliados recuperarían la iniciativa. Dada su experiencia, el mariscal ya debía saber que la partida estaba perdida, pero no podía hacer nada salvo seguir cumpliendo las órdenes hasta el final.
Última edición por japa el 28 Dic 2009, 00:33, editado 2 veces en total.
¿Quién está conectado?
Usuarios navegando por este Foro: No hay usuarios registrados visitando el Foro y 1 invitado