La actuación Italiana durante la Segunda Guerra Mundial
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En los últimos meses de la guerra el fenómeno partisano aumentó sensiblemente de proporción. El avance anglo-americano desde el sur y el avance soviético en los Balcanes, hicieron más fácil el abastecimiento a las bandas y el envio de emisarios para organizarlos. Especialmente, el acercamiento soviético levantaba euforia entre los partisanos comunistas, que eran los más organizados y decididos, difundiendo el estado de ánimo y la esperanza en no pocos italianos, de una liberación soviética a través de Austria. Estos factores anulaban prácticamente los otros, que ocurrieron, por ejemplo, en la segunda mitad de 1944, en la que grandes redadas (con la pérdida de millares de hombres entre las filas partisanas) y los bandos de amnistía, hechos difundir por Mussolini, provocaron la vuelta a la vida cotidiana en las ciudades y los campos de decenas de millares de jóvenes partisanos.
Partisanos comunistas
Para comprender un poco más lo que significó esta guerra civil, debemos retroceder un poco en el tiempo:
Inicios de la actividad partisana (1943-44)
Las primeras redadas tuvieron inicio en el invierno de 1943-44, por obra de los alemanes y de unidades de la RSI; la alarma partisana empezó a tomar forma sólo después de una serie de emboscadas, atentados y asesinatos ordenados a través de Radio-Bari. Para hacer frente al aumento de tales episodios, se empezó a crear, en los ambientes fascistas del norte, una atmósfera favorable a una violenta reacción por parte de escuadras de acción del PFR ("Partito Fascista Repubblicano").
Para encuadrar a los hombres del partido y controlarlos contra los partisanos, Mussolini dispuso, en la primavera de 1944, la creación de las "Brigate Nere", formadas por afiliados al PFR, que fueron encuadrados y organizados militarmente. Como jefe de las BBNN ("Brigate Nere") fue nombrado el secretario del PFR, Alessandro Pavolini, que el 25 de julio de 1944, primer aniversario del derrocamiento de Mussolini, anunciaba a través de un discurso radiotransmitido, la creación de las nuevas formaciones.
Una "Brigata Nera" desfilando
Si en la Italia del norte estaba en curso una guerra civil, también en la parte meridional se iba por el mismo camino. Ya sea en menor medida por la escasa posibilidad de los aparatos alemanes e italianos de aprovisionar a numerosos grupos fascistas que cumplían taréas de propaganda, de organización, de busqueda de adeptos y actos de sabotaje (apoyados en estas acciones por grupos de sabotaje provenientes de la RSI).
La taréa de propaganda fascista en el sur era activa, especialmente entre los estudiantes, y se valía de la difusión de manifiestos y de periódicos clandestinos. Pero el epílogo de la guerra que se acercaba, impidió que este movimiento se expandiese.
La batalla de los periódicos clandestinos y los manifiestos anti alemanes y antifascistas en el norte era conducida con mayor empeño. En esta forma de resistencia, también los comunistas estaban a la cabeza de otras facciones partisanas, seguidos por los del "Partito d'azione". Ambos insistían particularmente en la propaganda entre los trabajadores y los estudiantes.
Los partisanos estaban nominalmente organizados en divisiones y brigadas, pero en la realidad eran bandas y, sólo raramente, llegaban a brigadas (estas unidades tomaron el nombre de Garibaldi).
Los partisanos eran aprovisionados continuamente por la aviación anglo-americana, que les lanzaba, de noche, armas, vestuario, alimentos enlatados, tabaco, chocolate y dinero. De vez en cuando, se encontraban entre las bandas a emisarios del gobierno del sur, y a oficiales británicos y soviéticos, para organizar la guerrilla de manera eficaz.
Parte de la población de la Italia del norte se solidarizaba con los partisanos y les ayudaba, dejando en algunos casos, que zonas alejadas de la presencia alemana o fascista fueran ocupadas por largo tiempo por las bandas partisanas.
Emboscada a una columna fascista
El aporte en el plano bélico dado por los partisanos italianos a la causa de los aliados era bastante insignificante, reduciéndose a una larga serie de atentados y emboscadas. De hecho, algunas zonas de montaña, por la ausencia de unidades militares fascistas o alemanas, fueron libremente tomadas y reforzadas con armamento pesado, constituyendo islas estáticas para los movimientos partisanos. Ninguna de estas unidades partisanas aisladas intentó nunca atacar a los destacamentos militares enemigos más próximos; sólo se retiraban en caso de redadas, excepto en los casos de Domodossola, en el Piamonte, y en el Monte Grappa, donde los partisanos opusieron una decidida resistencia.
Aumento de las acciones
Con el incremento de las acciones partisanas, crecieron las redadas en número e intensidad, lo que llevó a emplear por parte de la RSI a gran número de efectivos.
En las zonas de montaña, llenas de bandas, se procedió a la captura de todos los hombres a los que se encontraba armados y a los que se les conocía como afines a la resistencia; también se procedió al arresto de todos los hombres válidos que no habían respondido a la llamada a las armas por parte de las autoridades de la RSI.
Elementos de la división San Marco en una redada
Buena parte de los detenidos eran ejecutados; otros acababan en las cárceles en espera de juicio u optaban por acogerse a los bandos de amnistía y pasar a engrosar las filas del ejército de la RSI.
Las redadas llevadas a cabo por militares o militarizados de la RSI raramente acababan con la destrucción de los centros habitados, limitándose principalmente a la captura (muchas veces con fusilamientos en el mismo lugar) de elementos encontrados armados o que se resistían a la leva.
Los resultados más cruentos venían cuando ambas partes llegaban al enfrentamiento armado. Entre estas acciones hay que destacar las operaciones que la I y la II "Brigate Nere mobile" llevaron a cabo en los lugares en los que la presencia partisana era particularmente fuerte.
Por parte alemana, las redadas conducían normalmente a la destrucción completa de centros habitados y a la matanza de todos sus habitantes, casi nunca en conformidad a las leyes internacionales establecidas para los casos de contraguerrilla.
La guerra civil del invierno de 1943-44 llevaba a la población una nueva lucha, añadida a los ataques aéreos aliados y a la guerra que continuaba en suelo italiano. Familias enteras fueron exterminadas por alguno de estos tres diversos factores.
Esta guerra civil se verá muy seriamente acrecentada en el periodo 1944-45.
Un saludo.
Partisanos comunistas
Para comprender un poco más lo que significó esta guerra civil, debemos retroceder un poco en el tiempo:
Inicios de la actividad partisana (1943-44)
Las primeras redadas tuvieron inicio en el invierno de 1943-44, por obra de los alemanes y de unidades de la RSI; la alarma partisana empezó a tomar forma sólo después de una serie de emboscadas, atentados y asesinatos ordenados a través de Radio-Bari. Para hacer frente al aumento de tales episodios, se empezó a crear, en los ambientes fascistas del norte, una atmósfera favorable a una violenta reacción por parte de escuadras de acción del PFR ("Partito Fascista Repubblicano").
Para encuadrar a los hombres del partido y controlarlos contra los partisanos, Mussolini dispuso, en la primavera de 1944, la creación de las "Brigate Nere", formadas por afiliados al PFR, que fueron encuadrados y organizados militarmente. Como jefe de las BBNN ("Brigate Nere") fue nombrado el secretario del PFR, Alessandro Pavolini, que el 25 de julio de 1944, primer aniversario del derrocamiento de Mussolini, anunciaba a través de un discurso radiotransmitido, la creación de las nuevas formaciones.
Una "Brigata Nera" desfilando
Si en la Italia del norte estaba en curso una guerra civil, también en la parte meridional se iba por el mismo camino. Ya sea en menor medida por la escasa posibilidad de los aparatos alemanes e italianos de aprovisionar a numerosos grupos fascistas que cumplían taréas de propaganda, de organización, de busqueda de adeptos y actos de sabotaje (apoyados en estas acciones por grupos de sabotaje provenientes de la RSI).
La taréa de propaganda fascista en el sur era activa, especialmente entre los estudiantes, y se valía de la difusión de manifiestos y de periódicos clandestinos. Pero el epílogo de la guerra que se acercaba, impidió que este movimiento se expandiese.
La batalla de los periódicos clandestinos y los manifiestos anti alemanes y antifascistas en el norte era conducida con mayor empeño. En esta forma de resistencia, también los comunistas estaban a la cabeza de otras facciones partisanas, seguidos por los del "Partito d'azione". Ambos insistían particularmente en la propaganda entre los trabajadores y los estudiantes.
Los partisanos estaban nominalmente organizados en divisiones y brigadas, pero en la realidad eran bandas y, sólo raramente, llegaban a brigadas (estas unidades tomaron el nombre de Garibaldi).
Los partisanos eran aprovisionados continuamente por la aviación anglo-americana, que les lanzaba, de noche, armas, vestuario, alimentos enlatados, tabaco, chocolate y dinero. De vez en cuando, se encontraban entre las bandas a emisarios del gobierno del sur, y a oficiales británicos y soviéticos, para organizar la guerrilla de manera eficaz.
Parte de la población de la Italia del norte se solidarizaba con los partisanos y les ayudaba, dejando en algunos casos, que zonas alejadas de la presencia alemana o fascista fueran ocupadas por largo tiempo por las bandas partisanas.
Emboscada a una columna fascista
El aporte en el plano bélico dado por los partisanos italianos a la causa de los aliados era bastante insignificante, reduciéndose a una larga serie de atentados y emboscadas. De hecho, algunas zonas de montaña, por la ausencia de unidades militares fascistas o alemanas, fueron libremente tomadas y reforzadas con armamento pesado, constituyendo islas estáticas para los movimientos partisanos. Ninguna de estas unidades partisanas aisladas intentó nunca atacar a los destacamentos militares enemigos más próximos; sólo se retiraban en caso de redadas, excepto en los casos de Domodossola, en el Piamonte, y en el Monte Grappa, donde los partisanos opusieron una decidida resistencia.
Aumento de las acciones
Con el incremento de las acciones partisanas, crecieron las redadas en número e intensidad, lo que llevó a emplear por parte de la RSI a gran número de efectivos.
En las zonas de montaña, llenas de bandas, se procedió a la captura de todos los hombres a los que se encontraba armados y a los que se les conocía como afines a la resistencia; también se procedió al arresto de todos los hombres válidos que no habían respondido a la llamada a las armas por parte de las autoridades de la RSI.
Elementos de la división San Marco en una redada
Buena parte de los detenidos eran ejecutados; otros acababan en las cárceles en espera de juicio u optaban por acogerse a los bandos de amnistía y pasar a engrosar las filas del ejército de la RSI.
Las redadas llevadas a cabo por militares o militarizados de la RSI raramente acababan con la destrucción de los centros habitados, limitándose principalmente a la captura (muchas veces con fusilamientos en el mismo lugar) de elementos encontrados armados o que se resistían a la leva.
Los resultados más cruentos venían cuando ambas partes llegaban al enfrentamiento armado. Entre estas acciones hay que destacar las operaciones que la I y la II "Brigate Nere mobile" llevaron a cabo en los lugares en los que la presencia partisana era particularmente fuerte.
Por parte alemana, las redadas conducían normalmente a la destrucción completa de centros habitados y a la matanza de todos sus habitantes, casi nunca en conformidad a las leyes internacionales establecidas para los casos de contraguerrilla.
La guerra civil del invierno de 1943-44 llevaba a la población una nueva lucha, añadida a los ataques aéreos aliados y a la guerra que continuaba en suelo italiano. Familias enteras fueron exterminadas por alguno de estos tres diversos factores.
Esta guerra civil se verá muy seriamente acrecentada en el periodo 1944-45.
Un saludo.
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Dejando de momento aparcada la cuestión partisana y en otro orden de cosas, siguiendo con la cronología en el frente italiano y la caida de la Línea Gótica:
Algunos historiadores han hecho estudios recientes que, en base a la aparición de nuevos documentos, proponen una relectura de como fueron sacrificados los soldados italianos de la RSI en la Línea Gótica durante el año 1945 para permitir que las tropas alemanas pudieran retirarse hacia el norte y alcanzar territorio alemán, dejando a los italianos la defensa del territorio padano y la cobertura de la retirada germana.
En las últimas fases de la guerra en Italia, numerosos son los ejemplos del mando alemán de retener a las formaciones de la RSI agregadas a las fuerzas alemanas desplegadas a lo largo de la Línea Gótica: fueron consideradas "sacrificables".
Algunos documentos encontrados en Parma, hacen pensar que detrás de esta decisión hay algo mucho más que una simple casualidad respecto al comportamiento por parte alemana con las tropas de la RSI.
Todo parte de un episodio poco conocido que acaeció a primeros de febrero de 1945.
En la "Militaerkommandantur" 1008 de Parma tuvo lugar una importante reunión de altos cargos de la Wehrmacht en Italia. En la reunión participó un cierto capitán Boelmann, enviado por el cuartel general de Kesselring, el cual tenía el cometido de dar algunos importantes comunicados. En la reunión no sólo participaron los responsables alemanes de la zona, estaban también varios oficiales alemanes en representación de las divisiones desplegadas en el frente.
Boelmann inició su relación en la tarde del 6 de febrero exponiendo conceptos muy importantes:
La pregunta que nace es lógica: ¿se trataba de las disposiciones para la actuación en el caso de que se llegase a la retirada hacia el frente de la "Linea Blue" (el arco alpino), lo que Hitler no había permitido a Kesselring en el otoño de 1944?.
El proyecto, ideado por el estado mayor del Grupo de Ejército "C" , había sido suspendido, y los procedimientos para llevarlo a la práctica, en teoría, habían debido estar claros para los comandantes de las unidades desplegadas en el Apenino, sin que fueran necesarias ulteriores reuniones.
No está muy claro el porqué no participaron en esta reunión los dos generales de las unidades de la RSI desplegadas en ese momento en Garfagnana, osea, Guido Manardi, comandante de la división "bersaglieri" Italia, y Mario Carloni, comandante de la división "alpina" Monterosa, no obstante estando sus tropas en aquel momento bajo la responsabilidad del 14º Ejército alemán.
Releyendo atentamente lo que comunicó el capitán Boelmann, parece que las órdenes eran una especie de versión revisada y corregida del plan de retirada, que venía en marcado contraste con lo que se le había dicho hasta la fecha a las tropas italianas.
El capitán del estado mayor de Kesselring, en el documento afirma que los italianos tendrían en un futuro una mayor responsabilidad en su propio frente en el momento en el que se produjese una retirada general de los Apeninos. Esto parece absurdo después de que en los meses anteriores, los mandos alemanes no habían dejado de quejarse de la escasa preparación y falta de fiabilidad de los soldados y los oficiales de las fuerzas de la RSI.
Boelmann alude a las unidades que debían efectuar operaciones defensivas durante la retirada de las tropas; en la lista se incluía a los turquestanos y los otros "ostbataillonen" de voluntarios desertores del Ejército Rojo, incluidos en una unidad a las órdenes de las SS. Visto que la Reichsfüerer, la última división de las Waffen-SS, que se mantenía en territorio italiano, partió para el frente húngaro a mitad de febrero, no hace falta hablar de cuales unidades se estaba hablando.
Bajo el mando de Karl Wolff, comandante en jefe de las fuerzas de las SS y de policía en Italia, quitando algunos regimientos de la "SS Polizei", quedarían solamente unidades italianas: los "legionari" de las SS, las "brigate nere", la "legione autonoma" Muti, los batallones de la GNR y la Xª MAS.
Para tratar de explicar lo que realmente constituía el plan de Boelmann, hay que resumir los acontecimientos posteriores cuando, con gran retraso y en vista de la llegada del colapso final, Von Vietinghof decidirá aplicar el plan de retirada el 20 de abril de 1945 (el retraso fue debido únicamente a la obstinación de Hitler de querer defender a toda costa el frente italiano; Vietinghoff quería iniciarlo el 14 de abril).
Los planes expuestos por el capitán Boelmann fueron muy similiares a la realidad; de hecho, se puede ver claramente qué unidades debían frenar el ataque aliado y quedar a merced de su fuerza destructiva:
Los batallones de la Xª MAS fueron las últimas unidades que quedaron en la carretera Romea frente al Po, y la única unidad de la Wehrmacht que les cubrió el flanco fueron los restos de la 162ª Turkestana.
En el Ferrarese se inicia la retirada hacia el Po por parte de las divisiones desplegadas sobre el frente de Argenta; una de las unidades que se expuso para permitir el paso del río a estas formaciones, fue el 1° Cuerpo paracaidista y la 278ª división, que utilizaba sin miramientos, como cobertura propia, al batallón de voluntarios italianos Forli. El comandante de esta unidad, Adergo Federighi, cuenta que el Forli fue utilizado para proteger la retirada alemana, y sólo gracias a la intervención del general Hoppe, la unidad fue finalmente retirada para evitar el contacto directo con la avanguardia neozelandesa.
Batallón Lupo en el frente del Senio
También el 3º batallón del 5º regimiento de la división San Marco toma contacto tardío (el 21 de abril) con el reparto alemán al cual estaba agregado, la 232ª división; esta unidad alemana lo había simplemente "olvidado" en el paso del Abetone. El reencuentro será breve, pues el reparto de la San Marco será abandonado a su destino en las cercanías del Po.
En lo que concierne a la división Italia, la cual estaba al completo, hay que limitarse a decir que los "bersaglieri", la 148ª de montaña y los repartos agregados a ella, fueron cercados por el 5º Ejército americano mucho antes que se produjera la operación de retirada. En la visión alemana, esta unidad aparecía desde hacía tiempo como un grupo de los llamados "sacrificables". Se trataban de soldados de leva de la RSI, milicianos de la GNR y de las "brigate nere" de Parma y La Spezia, a los que hay que añadir a los rusos de los "ostbatallionen" 412, 560, 616 y 620, a las órdenes directas de la 148ª división, unidad a su vez compuesta en su mayoría por alsacianos y galizianos. También en este caso nos encontramos con los repartos mencionados por Boelmann: italianos, "osttruppen" y milicias de varios tipos a las órdenes de las SS.
Resumiendo esta serie de "coincidencias" entre el plan alemán y lo dicho por el capitán Boelmann:
En los dias precedentes al inicio de la ofensiva aliada, las unidades italianas alcanzaron su máximo uso en el frente, en el que estaba desplegada también toda la 162ª división turkestana.
En el frente sur, casi contemporáneamente a la retirada alemana de la vertiente adriática, coincidirá con el abandono a su propio destino de todas las unidades italianas y las no alemanas.
No existen pruebas ciertas de que esta visión de los hechos sea veraz pero fueron tantas las coincidencias que hacen pensar en una corrección en el último momento del plan de retirada alemana, corrección que preveía que el Grupo de Ejército "C" en el momento del abandono de la primera línea y del inicio de la retirada había dejado detrás a las tropas italianas para que combatieran con la vanguardia aliada para ralentizar su avance y dar así tiempo a que los alemanes pudieran llegar a los Alpes.
¿Coincidencia o plan predeterminado?.
Lo que es cierto es que el capitán Boelmann había dicho estas cosas dos meses antes en la reunión que mantuvo con los comandantes alemanes y cierto que fue lo que pasó.
Batallón "giovanile" de la GNR en el Appennino emiliano
PD. En el siguiente post retomaré la cuestión partisana en el periodo final de 1944-45.
Un saludo.
Algunos historiadores han hecho estudios recientes que, en base a la aparición de nuevos documentos, proponen una relectura de como fueron sacrificados los soldados italianos de la RSI en la Línea Gótica durante el año 1945 para permitir que las tropas alemanas pudieran retirarse hacia el norte y alcanzar territorio alemán, dejando a los italianos la defensa del territorio padano y la cobertura de la retirada germana.
En las últimas fases de la guerra en Italia, numerosos son los ejemplos del mando alemán de retener a las formaciones de la RSI agregadas a las fuerzas alemanas desplegadas a lo largo de la Línea Gótica: fueron consideradas "sacrificables".
Algunos documentos encontrados en Parma, hacen pensar que detrás de esta decisión hay algo mucho más que una simple casualidad respecto al comportamiento por parte alemana con las tropas de la RSI.
Todo parte de un episodio poco conocido que acaeció a primeros de febrero de 1945.
En la "Militaerkommandantur" 1008 de Parma tuvo lugar una importante reunión de altos cargos de la Wehrmacht en Italia. En la reunión participó un cierto capitán Boelmann, enviado por el cuartel general de Kesselring, el cual tenía el cometido de dar algunos importantes comunicados. En la reunión no sólo participaron los responsables alemanes de la zona, estaban también varios oficiales alemanes en representación de las divisiones desplegadas en el frente.
Boelmann inició su relación en la tarde del 6 de febrero exponiendo conceptos muy importantes:
- En la zona del frente italiano quedarían entretanto contingentes de tropas necesarias para retrasar, combatiendo, un eventual avance aliado.
- Algunas divisiones serían transferidas a Alemania y sustituidas por unidades italianas.
- El "osttruppen", osea, el reparto colaboracionista formado por rusos y ucranianos, junto a las unidades a las órdenes de las SS, procurarían ayudar a las unidades del resto del ejército en la retirada hacia el Po.
- Todas las tropas territoriales y aquellas que no participaran estrechamente en el desarrollo de las operaciones, debían ser transferidas durante febrero por encima del Po.
La pregunta que nace es lógica: ¿se trataba de las disposiciones para la actuación en el caso de que se llegase a la retirada hacia el frente de la "Linea Blue" (el arco alpino), lo que Hitler no había permitido a Kesselring en el otoño de 1944?.
El proyecto, ideado por el estado mayor del Grupo de Ejército "C" , había sido suspendido, y los procedimientos para llevarlo a la práctica, en teoría, habían debido estar claros para los comandantes de las unidades desplegadas en el Apenino, sin que fueran necesarias ulteriores reuniones.
No está muy claro el porqué no participaron en esta reunión los dos generales de las unidades de la RSI desplegadas en ese momento en Garfagnana, osea, Guido Manardi, comandante de la división "bersaglieri" Italia, y Mario Carloni, comandante de la división "alpina" Monterosa, no obstante estando sus tropas en aquel momento bajo la responsabilidad del 14º Ejército alemán.
Releyendo atentamente lo que comunicó el capitán Boelmann, parece que las órdenes eran una especie de versión revisada y corregida del plan de retirada, que venía en marcado contraste con lo que se le había dicho hasta la fecha a las tropas italianas.
El capitán del estado mayor de Kesselring, en el documento afirma que los italianos tendrían en un futuro una mayor responsabilidad en su propio frente en el momento en el que se produjese una retirada general de los Apeninos. Esto parece absurdo después de que en los meses anteriores, los mandos alemanes no habían dejado de quejarse de la escasa preparación y falta de fiabilidad de los soldados y los oficiales de las fuerzas de la RSI.
Boelmann alude a las unidades que debían efectuar operaciones defensivas durante la retirada de las tropas; en la lista se incluía a los turquestanos y los otros "ostbataillonen" de voluntarios desertores del Ejército Rojo, incluidos en una unidad a las órdenes de las SS. Visto que la Reichsfüerer, la última división de las Waffen-SS, que se mantenía en territorio italiano, partió para el frente húngaro a mitad de febrero, no hace falta hablar de cuales unidades se estaba hablando.
Bajo el mando de Karl Wolff, comandante en jefe de las fuerzas de las SS y de policía en Italia, quitando algunos regimientos de la "SS Polizei", quedarían solamente unidades italianas: los "legionari" de las SS, las "brigate nere", la "legione autonoma" Muti, los batallones de la GNR y la Xª MAS.
Para tratar de explicar lo que realmente constituía el plan de Boelmann, hay que resumir los acontecimientos posteriores cuando, con gran retraso y en vista de la llegada del colapso final, Von Vietinghof decidirá aplicar el plan de retirada el 20 de abril de 1945 (el retraso fue debido únicamente a la obstinación de Hitler de querer defender a toda costa el frente italiano; Vietinghoff quería iniciarlo el 14 de abril).
Los planes expuestos por el capitán Boelmann fueron muy similiares a la realidad; de hecho, se puede ver claramente qué unidades debían frenar el ataque aliado y quedar a merced de su fuerza destructiva:
Los batallones de la Xª MAS fueron las últimas unidades que quedaron en la carretera Romea frente al Po, y la única unidad de la Wehrmacht que les cubrió el flanco fueron los restos de la 162ª Turkestana.
En el Ferrarese se inicia la retirada hacia el Po por parte de las divisiones desplegadas sobre el frente de Argenta; una de las unidades que se expuso para permitir el paso del río a estas formaciones, fue el 1° Cuerpo paracaidista y la 278ª división, que utilizaba sin miramientos, como cobertura propia, al batallón de voluntarios italianos Forli. El comandante de esta unidad, Adergo Federighi, cuenta que el Forli fue utilizado para proteger la retirada alemana, y sólo gracias a la intervención del general Hoppe, la unidad fue finalmente retirada para evitar el contacto directo con la avanguardia neozelandesa.
Batallón Lupo en el frente del Senio
También el 3º batallón del 5º regimiento de la división San Marco toma contacto tardío (el 21 de abril) con el reparto alemán al cual estaba agregado, la 232ª división; esta unidad alemana lo había simplemente "olvidado" en el paso del Abetone. El reencuentro será breve, pues el reparto de la San Marco será abandonado a su destino en las cercanías del Po.
En lo que concierne a la división Italia, la cual estaba al completo, hay que limitarse a decir que los "bersaglieri", la 148ª de montaña y los repartos agregados a ella, fueron cercados por el 5º Ejército americano mucho antes que se produjera la operación de retirada. En la visión alemana, esta unidad aparecía desde hacía tiempo como un grupo de los llamados "sacrificables". Se trataban de soldados de leva de la RSI, milicianos de la GNR y de las "brigate nere" de Parma y La Spezia, a los que hay que añadir a los rusos de los "ostbatallionen" 412, 560, 616 y 620, a las órdenes directas de la 148ª división, unidad a su vez compuesta en su mayoría por alsacianos y galizianos. También en este caso nos encontramos con los repartos mencionados por Boelmann: italianos, "osttruppen" y milicias de varios tipos a las órdenes de las SS.
Resumiendo esta serie de "coincidencias" entre el plan alemán y lo dicho por el capitán Boelmann:
En los dias precedentes al inicio de la ofensiva aliada, las unidades italianas alcanzaron su máximo uso en el frente, en el que estaba desplegada también toda la 162ª división turkestana.
En el frente sur, casi contemporáneamente a la retirada alemana de la vertiente adriática, coincidirá con el abandono a su propio destino de todas las unidades italianas y las no alemanas.
No existen pruebas ciertas de que esta visión de los hechos sea veraz pero fueron tantas las coincidencias que hacen pensar en una corrección en el último momento del plan de retirada alemana, corrección que preveía que el Grupo de Ejército "C" en el momento del abandono de la primera línea y del inicio de la retirada había dejado detrás a las tropas italianas para que combatieran con la vanguardia aliada para ralentizar su avance y dar así tiempo a que los alemanes pudieran llegar a los Alpes.
¿Coincidencia o plan predeterminado?.
Lo que es cierto es que el capitán Boelmann había dicho estas cosas dos meses antes en la reunión que mantuvo con los comandantes alemanes y cierto que fue lo que pasó.
Batallón "giovanile" de la GNR en el Appennino emiliano
PD. En el siguiente post retomaré la cuestión partisana en el periodo final de 1944-45.
Un saludo.
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nou_moles escribió:...algo de lo que sucedió en la liguria y en genova, por que allí si que vi indicios como monumentos etc.
Estimado nou_moles, seguir el desarrollo del movimiento partisano en la Liguria, y en la ciudad de Génova en concreto, da para abrir un hilo aparte. Pero generalizando mucho te pongo este mini resumen:
Al inicio de la llamada guerra de liberación (1943-45), la zona de nacimiento de las formaciones partisanas de Génova fue el trazado de la entonces llamada "Camionale" (hoy la autopista A7), enlace principal entre Génova y la val Padana.
Entre los primeros grupos formados en septiembre de 1943 en la zona oeste de la "Camionale", cabe destacar al "Gruppo Fillak" en Pian Castagna y a la "Banda Merlo", activa en el Monte Porale. Estas dos formaciones confluyeron en diciembre del 43 en la zona de los Laghi della Lavagnina, donde operaba la "Banda Ettore", un grupo que solía actuar en las alturas de Voltri. La unión de las tres bandas llevó a la formación, en enero de 1944, a la formación de la "III Brigata Garibaldi Liguria". La formación estaba compuesta por unos 500 hombres y estaba bajo el mando de Capanne di Marcarolo.
La "III Brigata Garibaldi Liguria" debía ser el foco principal del despliegue partisano genovés, inicialmente definido como "III Zona", pero por su carácter estacional y las circunstancias de la guerrilla partisana fue fácil presa de la redada conocida como el " Eccidio della Benedicta" (del 7 al 11 de abril de 1944), en la que murieron 147 personas.
La reacción de los partisanos tras la redada fue inmediata. Un núcleo de 100 hombres se reunió en Garrone; otros 50, casi todos ex prisioneros de guerra soviéticos, formaron en Capriata d'Orba la "Banda Italo-Russa di Sabotaggio" (BIRS).
Otros partisanos actuaron en el "Gruppo di Merlo" y en el "Gruppo di Luciano".
Por otro lado, en la zona este de la "Camionale" se formaron el "Gruppo Edoardo", sobre el Monte Antola, la "Banda Cichero", en las vertientes del Monte Capenardo, el "Gruppo del Monte Penna" y el "Gruppo Marco", en Dernice (en el tortonese).
El sector occidental, osea, la "III Zona", era el que tenían previsto las bandas fuera el, llamémosle, buque insignia del despliegue partisano, pero fue víctima de numerosos ataques enemigos, lo que llegó a poner en peligro la misma existencia de la resistencia en la zona.
La zona sufrió una segunda redada en agosto, mientras los grupos se estaban reorganizando.
En agosto de 1944, una brigada de 150 elementos amplía su radio de acción hacia el savonese ("II Zona"); se trataba de la futura "Brigata Garibaldi-Giacomo Buranello", la cual actuaría en la zona del monte Dente.
La fortuna del movimiento partisano genovés llegó en la que fue definida como "VI Zona Operativa Ligure", principalmente por parte de la "Banda Cichero", bajo el mando de Aldo Gastaldi, alias "Bisagno".
La formación creció rápidamente, pasando de "Banda" a "Brigata", y después a "III Divisione Liguria Cichero", en agosto de 1944.
En septiembre, la coalición de los grupos partisanos de la zona prosiguió, llevando al nacimiento de la "Divisione Doria", en la zona de Palazzo. Tomaron parte entre otras, la "Brigata Buranello", la 79° "Brigata Mazzarello" (creada sobre la estructura de la BIRS) y la 43° "Brigata Matteotti Alta Val Bormida" de Molare.
A finales de septiembre, tras muchos problemas de índole ideológico, nace la "II Divisione Unificata Ligure–Alessandrina". Aunque la vida de esta formación fue breve, ya que cayó en la redada de Olbicella en el mes de octubre.
Después de la redada de Olbicella, el comando regional opta por reorganizar la formación partisana.
Con fecha 16 de noviembre de 1944 se instituye la "Divisione Mingo", a la que se le asigna la zona al sur de una línea que pasaba por Sassello, Olbicella, Molare, Cremolino, Carpeneto, Montaldo, Predosa y Basaluzzo, a continuación de las zonas en las que actuaban la "Divisione Matteotti–Marengo" y la 10° "Divisione Alessandria".
En la zona también actuaban algunas brigadas autónomas como la "Brigata Martiri", de la Benedicta, la "Brigata Val Lemme-Capurro" y la "Brigata Autonoma G.C.Odino".
Esto en lo que respecta a los grupos principales partisanos de montaña en la provincia de Génova.
Seguir hablando de las demás bandas operativas sería interminable, porque las había y son muchas, cada una con su historia.
En lo que respecta a la SAP ("Squadre di azione patriottica") que actuaron en la ciudad de Génova, te dejo este esquema:
Te dejo este enlace de la ANPI ("Associazione nazionale partigiani d'Italia") en el que puedes hasta buscar a los partisanos por el nombre:
http://www.anpi.it/
Para los nombres:
http://www.anpi.it/uomini.htm
PD. Como ya te mencioné en un principio, el tema de las actividades partisanas en la región da hasta para escribir varios libros.
Un saludo.
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Continuando el tema y finalizándolo, pongo este último post.
En la Italia meridional ocupada por los anglo-americanos operaban movimientos fascistas locales, repartidos en pequeños grupos de sabotaje o simplemente hombres aislados, adiestrados en el norte y enviados al otro lado de las líneas.
Este adiestramiento y el envío de hombres para efectuar misiones en el territorio ocupado provenía de la "Decima MAS", como por ejemplo el batallón NP ("nuotatori paracadutisti"), que preparaba a sus propios hombres para dar golpes de mano aislados; de la GNR, de las organizacioens militarizadas del PFR, o de tantos grupos armados que proliferaban en el territorio de la RSI.
El paso por las líneas aliadas se hacía por vía terrestre y marítima; también se dieron algunos casos de lanzamientos aéreos.
Los saboteadores, una vez atravesadas las líneas enemigas, se dirigían hacia el sur haciéndose pasar por prófugos o desplazados. Un cierto número fueron descubiertos, arrestados y fusilados, después de pasar por sumarios procesos en los tribunales militares de ocupación.
Las capturas más frecuentes no ocurrían en el paso de la línea del frente; solían acaecer en el interior, cuando los agentes clandestinos fascistas tropezaban con alguno de los varios puestos de la red de control anglo-americana, avisados previamente desde el mismo dia de la partida de los agentes del norte por espías introducidos en la RSI.
Situación de Italia entre 1944-45
Otro aspecto de la desastrosa situación en Italia en 1944-45, derivado de la guerra civil y de la presencia sobre suelo italiano de dos ejércitos enemigos, fue la gran propagación de la corrupción.
Este fenómeno era casi exclusivo en las zonas ocupadas por las tropas aliadas, ya que en el norte no era posible debido a la rígida disciplina y el férreo control dictatorial de las autoridades políticas y militares de la RSI.
Este fenómeno se traducía en acciones de bandidaje, robos, asesinatos, corrupción, amplia difusión de la prostitución, el crimen organizado, la delincuencia juvenil, la usura, etc.
El fenómeno de la corrupción avanzará al mismo paso que las tropas y se extenderá rápidamente en los territorios de la RSI nada más acabar las acciones militares en Italia.
El final del conflicto 1945
Con la última ofensiva conducida por los anglo-americanos en el inicio de la primavera de 1945, se derrumbó el frente alemán en Italia, permitiendo a las unidades del 5º Ejército americano y del 8º Ejército británico propagarse en la llanura padana y ocupar todo el norte de Italia
La última ofensiva de las tropas anglo-americanas contra el despliegue alemán sobre el frente italiano, llegó en la primavera de 1945.
El estancamiento del frente se rompió con dos operaciones ofensivas americanas por carreteras locales.
La primera operación se inició a mediados de febrero, sobre el Apenino emiliano, en donde la 10ª división de montaña americana, con un ataque sorpresivo sobre el flanco izquierdo de la 232ª división de infantería alemana, tomaba el Monte Belvedere. A pesar que el comando alemán envió de refuerzo a la 114ª división de cazadores, la situación no se restableció.
A primeros de marzo, en el mismo sector, la misma unidad americana lanzaba un nuevo ataque contra la 232ª división alemana, mientras ésta estaba siendo remplazada, ganando terreno, a pesar de los contraataques de la 29ª división de granaderos acorazados alemana, hasta el punto de lograr la retirada de las fuerzas que constituían la reserva del dispositivo de la Wehrmacht en Italia.
Unido esto al avance británico en el frente adriático, y con el hundimiento de las líneas defensivas en Argenta, el 17 de abril, la guerra se transformó en un fácil avance hacia el norte, habiendo iniciado los alemanes una veloz retirada (véase los post anteriores).
El 23 de abril caía Ferrara; el mismo dia, los americanos cruzaban el Po en S. Benedetto.
Antes de que se iniciase la ofensiva, a inicios de febrero, el general Wolff, comandante de las SS en Italia, se había puesto en contacto con los aliados, sin saberlo el Cuartel General alemán y Mussolini. En estos contactos participó en nuevo comandante general von Vietinghoff, que había sustituido a Kesselring con anterioridad. Las negociaciones, llevadas a cabo con los aliados y el CLN ("Comitato di Liberazione Nazionale"), llegaron a la decisión de rendición incondicional (la rendición fue firmada más tarde en Caserta, en el Cuartel General anglo-americano, el 29 de abril).
El gobierno de la RSI fue ajeno a estas negociaciones previas en todo momento.
El 17 de abril, Mussolini se trasladaba a Milán para seguir mejor la situación de las operaciones.
El dia 19, los partisanos, bajo las órdenes del CLN llaman a la insurrección general. De las montañas, los partisanos confluyen hacia los centros urbanos del norte de Italia, ocupando las fábricas, prefecturas y cuarteles. En las fábricas, en concreto, se da la orden de proteger la maquinaria de la destrucción.
El 25 de abril, Mussolini fue invitado por el arzobispo de Milán, cardenal Schuster, para tratar con el CLN la rendición y el traspaso de poderes; pero el jefe de la RSI interrumpió las negociaciones cuando recibió la noticia de la traición de los alemanes (en este punto las fuentes son muy contradictorias).
Rápidamente, Mussolini se dirigió a Valtellina para intentar huir en dirección hacia Suiza.
Ese mismo dia, estando las tropas alemanas en total retirada y los aliados desplegados por toda la llanura padana, el CLN ordenaba formalmente la insurrección en todos los territorios del norte.
Mientras se desarrollaban estos acontecimientos, Mussolini y los demás jerarcas fascistas se trasladaban a Como y, después, a Menaggio, en camino hacia la Valtellina. En Menaggio, no estando la columna de fascistas que habrían debido escoltarlos, Mussolini y su séquito se unen a una columna alemana. Pero entre Dongo y Musso son frenados por los partisanos. Los alemanes, para poder seguir su camino, abandonan a su suerte a los jerarcas italianos, los cuales son capturados por los partisanos; era el dia 27.
El 28 de abril, Mussolini y sus principales colaboradores son fusilados por los partisanos.
Después de las ejecuciones, los cuerpos son trasladados a Milán y expuestos al público en el "Piazzale Loreto".
El dia 29 de abril, la resistencia había terminado oficialmente.
El 2 de mayo, el general británico Alexander ordenó la desmovilización de las fuerzas partisanas.
Algunas cifras de la Resistencia
Según diversas fuentes, el número de partisanos, partiendo de los pocos miles del otoño de 1943, llegó a finales de la guerra a sumar un total de 300.000 hombres. Muchos estudiosos ponen en duda que este fuera el número real de partisanos activos al finalizar la guerra, rebajando a cifras más modestas el número de hombres y mujeres implicados directamente en la lucha armada, sosteniendo que entre la cifra de 300.000 hay que añadir a los que se definieron como partisanos después del 25 de abril, siendo la mayoría simplemente simpatizantes de la resistencia, gente que había ayudado y dado refugio a las bandas, e incluso ex fascistas que se subieron al carro de la victoria gracias a la corrupción o a la delación de otros simpatizantes de la dictadura fascista.
Un saludo.
En la Italia meridional ocupada por los anglo-americanos operaban movimientos fascistas locales, repartidos en pequeños grupos de sabotaje o simplemente hombres aislados, adiestrados en el norte y enviados al otro lado de las líneas.
Este adiestramiento y el envío de hombres para efectuar misiones en el territorio ocupado provenía de la "Decima MAS", como por ejemplo el batallón NP ("nuotatori paracadutisti"), que preparaba a sus propios hombres para dar golpes de mano aislados; de la GNR, de las organizacioens militarizadas del PFR, o de tantos grupos armados que proliferaban en el territorio de la RSI.
El paso por las líneas aliadas se hacía por vía terrestre y marítima; también se dieron algunos casos de lanzamientos aéreos.
Los saboteadores, una vez atravesadas las líneas enemigas, se dirigían hacia el sur haciéndose pasar por prófugos o desplazados. Un cierto número fueron descubiertos, arrestados y fusilados, después de pasar por sumarios procesos en los tribunales militares de ocupación.
Las capturas más frecuentes no ocurrían en el paso de la línea del frente; solían acaecer en el interior, cuando los agentes clandestinos fascistas tropezaban con alguno de los varios puestos de la red de control anglo-americana, avisados previamente desde el mismo dia de la partida de los agentes del norte por espías introducidos en la RSI.
Situación de Italia entre 1944-45
Otro aspecto de la desastrosa situación en Italia en 1944-45, derivado de la guerra civil y de la presencia sobre suelo italiano de dos ejércitos enemigos, fue la gran propagación de la corrupción.
Este fenómeno era casi exclusivo en las zonas ocupadas por las tropas aliadas, ya que en el norte no era posible debido a la rígida disciplina y el férreo control dictatorial de las autoridades políticas y militares de la RSI.
Este fenómeno se traducía en acciones de bandidaje, robos, asesinatos, corrupción, amplia difusión de la prostitución, el crimen organizado, la delincuencia juvenil, la usura, etc.
El fenómeno de la corrupción avanzará al mismo paso que las tropas y se extenderá rápidamente en los territorios de la RSI nada más acabar las acciones militares en Italia.
El final del conflicto 1945
Con la última ofensiva conducida por los anglo-americanos en el inicio de la primavera de 1945, se derrumbó el frente alemán en Italia, permitiendo a las unidades del 5º Ejército americano y del 8º Ejército británico propagarse en la llanura padana y ocupar todo el norte de Italia
La última ofensiva de las tropas anglo-americanas contra el despliegue alemán sobre el frente italiano, llegó en la primavera de 1945.
El estancamiento del frente se rompió con dos operaciones ofensivas americanas por carreteras locales.
La primera operación se inició a mediados de febrero, sobre el Apenino emiliano, en donde la 10ª división de montaña americana, con un ataque sorpresivo sobre el flanco izquierdo de la 232ª división de infantería alemana, tomaba el Monte Belvedere. A pesar que el comando alemán envió de refuerzo a la 114ª división de cazadores, la situación no se restableció.
A primeros de marzo, en el mismo sector, la misma unidad americana lanzaba un nuevo ataque contra la 232ª división alemana, mientras ésta estaba siendo remplazada, ganando terreno, a pesar de los contraataques de la 29ª división de granaderos acorazados alemana, hasta el punto de lograr la retirada de las fuerzas que constituían la reserva del dispositivo de la Wehrmacht en Italia.
Unido esto al avance británico en el frente adriático, y con el hundimiento de las líneas defensivas en Argenta, el 17 de abril, la guerra se transformó en un fácil avance hacia el norte, habiendo iniciado los alemanes una veloz retirada (véase los post anteriores).
El 23 de abril caía Ferrara; el mismo dia, los americanos cruzaban el Po en S. Benedetto.
Antes de que se iniciase la ofensiva, a inicios de febrero, el general Wolff, comandante de las SS en Italia, se había puesto en contacto con los aliados, sin saberlo el Cuartel General alemán y Mussolini. En estos contactos participó en nuevo comandante general von Vietinghoff, que había sustituido a Kesselring con anterioridad. Las negociaciones, llevadas a cabo con los aliados y el CLN ("Comitato di Liberazione Nazionale"), llegaron a la decisión de rendición incondicional (la rendición fue firmada más tarde en Caserta, en el Cuartel General anglo-americano, el 29 de abril).
El gobierno de la RSI fue ajeno a estas negociaciones previas en todo momento.
El 17 de abril, Mussolini se trasladaba a Milán para seguir mejor la situación de las operaciones.
El dia 19, los partisanos, bajo las órdenes del CLN llaman a la insurrección general. De las montañas, los partisanos confluyen hacia los centros urbanos del norte de Italia, ocupando las fábricas, prefecturas y cuarteles. En las fábricas, en concreto, se da la orden de proteger la maquinaria de la destrucción.
El 25 de abril, Mussolini fue invitado por el arzobispo de Milán, cardenal Schuster, para tratar con el CLN la rendición y el traspaso de poderes; pero el jefe de la RSI interrumpió las negociaciones cuando recibió la noticia de la traición de los alemanes (en este punto las fuentes son muy contradictorias).
Rápidamente, Mussolini se dirigió a Valtellina para intentar huir en dirección hacia Suiza.
Ese mismo dia, estando las tropas alemanas en total retirada y los aliados desplegados por toda la llanura padana, el CLN ordenaba formalmente la insurrección en todos los territorios del norte.
Mientras se desarrollaban estos acontecimientos, Mussolini y los demás jerarcas fascistas se trasladaban a Como y, después, a Menaggio, en camino hacia la Valtellina. En Menaggio, no estando la columna de fascistas que habrían debido escoltarlos, Mussolini y su séquito se unen a una columna alemana. Pero entre Dongo y Musso son frenados por los partisanos. Los alemanes, para poder seguir su camino, abandonan a su suerte a los jerarcas italianos, los cuales son capturados por los partisanos; era el dia 27.
El 28 de abril, Mussolini y sus principales colaboradores son fusilados por los partisanos.
Después de las ejecuciones, los cuerpos son trasladados a Milán y expuestos al público en el "Piazzale Loreto".
El dia 29 de abril, la resistencia había terminado oficialmente.
El 2 de mayo, el general británico Alexander ordenó la desmovilización de las fuerzas partisanas.
Algunas cifras de la Resistencia
Según diversas fuentes, el número de partisanos, partiendo de los pocos miles del otoño de 1943, llegó a finales de la guerra a sumar un total de 300.000 hombres. Muchos estudiosos ponen en duda que este fuera el número real de partisanos activos al finalizar la guerra, rebajando a cifras más modestas el número de hombres y mujeres implicados directamente en la lucha armada, sosteniendo que entre la cifra de 300.000 hay que añadir a los que se definieron como partisanos después del 25 de abril, siendo la mayoría simplemente simpatizantes de la resistencia, gente que había ayudado y dado refugio a las bandas, e incluso ex fascistas que se subieron al carro de la victoria gracias a la corrupción o a la delación de otros simpatizantes de la dictadura fascista.
Un saludo.
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La actuación italiana tiene muchas aristas... tomando algunos comentarios de Rommel (bibliografia de desmond young) sobre los italianos...deberiamos tener en cuenta...oficiales de pesima actuación, las latas de sardinas que eran sus tanques....y destacar las actuaciones de la divsion ariete...entre otras quizas son pocas pero demuestran lo que se puede hacer con buen material y buenos lideres.
Me confirmar si a nivel de aviación no habia dfierencias entre oficiales y subalternos.. creo que en el ejercito italiano habia tres tipos de raciones para oficiales tropa y sub oficiales... a demas del despercio de algunos oficiales a la tropa.
Me confirmar si a nivel de aviación no habia dfierencias entre oficiales y subalternos.. creo que en el ejercito italiano habia tres tipos de raciones para oficiales tropa y sub oficiales... a demas del despercio de algunos oficiales a la tropa.
Liberal y Nacionalista reconstruyendo al Perú. Azote de Derechistas, Izquierdistas, Sindicalistas y Caviares.
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martin erazo escribió:La actuación italiana tiene muchas aristas... tomando algunos comentarios de Rommel (bibliografia de desmond young) sobre los italianos...deberiamos tener en cuenta...oficiales de pesima actuación, las latas de sardinas que eran sus tanques....
Estimado martin erazo, te pongo la campaña de Africa en un sólo post:
Campaña de Africa
La fuerza acorazada inglesa preocupaba al gobernador de Libia, Italo Balbo, el cual era consciente de la superioridad de los medios enemigos; pidió inmediatamente a Roma el envío de medios acorazados más potentes.
Después de la derrota de Francia, Balbo tenía la esperanza de compensar la falta de materiales y equipo recogiendo el material francés en Túnez, pero fue detenido por las condiciones del armisticio entre Italia y Francia.
Tras airadas protestas enviadas a Roma, Balbo recibe la promesa del envío de 70 carros medios M11/39 para principios de julio.
Después de la declaración de guerra del 10 de junio de 1940. fueron los ingleses los primeros en tomar la iniciativa y en atacar las primeras posiciones italianas a lo largo de la frontera líbica.
El 11 de junio, los medios blindados del 11º regimiento de húsares de la 7ª división acorazada, cruzaron la frontera y atacaron una columna italiana escoltada por 17 carros ligeros: todos los carros fueron destruidos o capturados. En el combate cayó el coronel D'Avanzo, la primera medalla de oro al valor militar en Africa septentrional.
Entre el 12 y el 13 de junio se verifican otros ataque ingleses contra Sidi Omar y la Ridotta Maddalena; el reparto italiano, atacado por las fuerzas acorazadas inglesas, se ve en la necesidad de retirarse.
El 14 de junio fue destruido el reparto italiano en la defensa de la Ridotta Capuzzo, mientras el 1º "Raggruppamento Libico" se ve obligado a abandonar las posiciones de Sidi Azeiz y retirarse hacia Bardia.
El 20 de junio de 1940, Balbo envió el siguiente mensaje al mariscal Badoglio, Duque de Addis Abeba y Jefe del Estado Mayor en el Comando Supremo:
"Nuestros carros de asalto son viejos y armados con viejas ametralladoras; las ametralladoras británicas montadas sobre sus carros tienen proyectiles que pueden perforar la fina coraza de nuestros carros. Nosotros no tenemos carros armados, los cañones anticarro son viejos y no son eficaces contra los carros ingleses".
Durante algunos dias se producen tímidas contraofensivas italianas que no surtieron ningún efecto, debido al rápido repliegue de las tropas inglesas.
Sólo el 28 de junio, después de la firma del armisticio con Francia, los altos mandos militares decidieron pasar a la ofensiva en Egipto.
El mariscal Badoglio envió un telegrama a Balbo para comunicarle que movilizara todas las fuerzas disponibles a lo largo de la frontera egipcia y que se preparase para la acción el 15 de julio.
Pero el mismo dia, 28 de junio de 1940, a las 17:40 horas, el trimotor S. M. 79 con el cual Balbo estaba llegando a Tobruck fue abatido por error por los cañones antiaéreos del crucero San Giorgio.
Según la versión oficial, en aquel momento estaba en curso un ataque enemigo sobre la ciudad, por lo que las defensas antiaéreas no distinguieron el aparato italiano entre los aviones ingleses.
Italo Balbo, en Orbetello, esperando los carros prometidos
Fin de la campaña de Africa.
Un saludo.
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Hola a todos.
Pensando y buscando temas poco conocidos, me he encontrado este documento que me ha parecido curioso. Son los planes secretos de Mussolini antes de entrar en la guerra. Espero no haber metido mucho la pata en la traducción, ya que hay que pelearse con el lenguaje altisonante y pomposo de Mussolini. No se si existe por ahí alguna traducción al castellano, pero bueno, lo dicho, espero no haber metido mucho la pata:
PROMEMORIA SEGRETISSIMO 328
Roma, 31 de marzo de 1940
En una situación como la actual, que podría llamarse de extrema fluidez, es difícil, si no imposible, hacer previsiones sobre el desarrollo de los eventos y sobre las fases por venir de la guerra. Es necesario tener en cuenta los imprevistos (véase la guerra ruso-findlandesa) y tener en cuenta todo lo que pueda acaecer en la política de los paises lejanos como los Estados Unidos o Japón.
Paz negociada de compromiso.
En las circunstancias actuales, tal posibilidad está descartada. Es verdad que fuertes corrientes pacifistas se agitan públicamente en Inglaterra y soterradamente en Francia, pero los objetivos de la guerra de los aliados, son tales, hoy, que un compromiso es imposible. Eso no puede ser a partir de la aceptación del "hecho consumado" de las conquistas alemanas y rusas en el nordeste, pero esto no es incompatible con la proclamada intención de reconstituir Polonia, Checoslovaquia e incluso Austria. Una paz de compromiso puede ser más fácilmente aceptada por Alemania que por las grandes democracias, las cuales todavía no sabemos si aceptarán el "hecho consumado" del botín polaco hecho por Rusia, si Rusia excluyera a Alemania.
Operaciones militares terrestres
Es predecible que los franco-ingleses asuman la iniciativa de las operaciones, ¿tal vez un ataque al "Westwall" sobre el frente occidental?. En el estado de la situación, hay que excluirlo. Las fuerzas terrestres inglesas en Francia son muy exigües; la situación demográfica de Francia no puede consentir pérdidas graves que un ataque al "Westwall" ocasionaría. En cuanto a la moral de los soldados franceses es defensiva, no ofensiva. Los franco-ingleses están a la búsqueda de un frente terrestre menos incómodo que el occidental y a tal efecto está preparado el ejército de Weygand. Pero este famoso frente no se delinea todavía desde el punto de vista geográfico. ¿Balcánico?, ¿Caucásico?, ¿Líbico?.
Los franco-ingleses optarán por:
a) No asumir iniciativas de operaciones terrestres.
b) Operar más contraofensivamente que ofensivamente sobre el mar y el aire.
c) Y sobre todo, hacer más hermético el bloqueo en torno a Alemania.
Operaciones alemanas.
Desde hace varios meses se habla de una ofensiva alemana contra la Maginot o contra Bélgica y Holanda para llegar al Canal. A rigor de la lógica, también debe excluirse esta ofensiva por los siguientes motivos:
a) Porque Alemania ha conseguido ya sus objetivos de guerra y puede contrarrestar el ataque abversario.
b) Porque es demasiado arriesgado jugárselo todo a una carta, porque si la ofensiva fallase del todo o concluyese con un fracaso con pérdidas relevantes, una crisis interna en Alemania sería inevitable, dado que todavía la moral del pueblo alemán es totalmente mediocre y en algunos grandes centros, como Berlín y Mónaco, menos que mediocre. Es por tanto probable que entre la guerra de ataque y la de resistencia, Alemania elegirá ésta última, ya que:
1) Hará todo lo posible para resistir al bloqueo.
2) Asumirá la iniciativa en las operaciones marítimas y aéreas, siempre mas susceptibles de contrabloqueo. La ofensiva terrestre vendrá luego, o como eventualidad de una certeza matemática de aplastante victoria o como carta de desesperación si el bloqueo, en un cierto momento, no permite otra vía de salida.
Posición de Italia
Si hubiera la más que improbable eventualidad, osea, una paz negociada en los próximos meses, Italia podrá, a pesar de su no beligerancia, tener voz en el capítulo y no ser excluida de las negociaciones; pero si la guerra continúa, creer que Italia pueda permanecer ajena hasta el fin, es absurdo e imposible. Italia no se acantonará en un ángulo de Europa como España, no es semi-asiática como Rusia, no es lejana del teatro de operaciones como Japón o los Estados Unidos. Italia está en medio de los beligerantes, tanto en tierra como en el mar. Aún si Italia cambia de actitud y pasa armas y suministros a los franco-ingleses, eso no evitrá la guerra inmediata con Alemania, guerra que Italia debería sostener sola; sólamente la alianza con Alemania, o lo que es lo mismo, con un estado que no ha necesitado hasta el momento de nuestra ayuda militar y se contenta con nuestra ayuda económica y con nuestra solidaridad moral, lo que permite nuestro actual estado de no beligerancia. Excluida la hipótesis de volver la cara al resto de los estados franco-ingleses, no contemplamos más que una guerra paralela con Alemania para conseguir nuestros objetivos que se resumen en esta afirmación: libertad en los mares, ventana al océano. Italia no será verdaeramente una nación independiente hasta que libere de su prisión mediterránea a Córcega, Biserta, Malta y al muro de la misma prisión, Gibraltar y Suez. Resuelto el problema de las fronteras terrestres, si Italia quiere ser una potencia mundial, debe resolver el problema de sus fronteras marítimas: la misma seguridad del imperio está ligada a la solución de este problema.
Italia no puede permanecer neutral en la duración de la guerra sin renunciar a su papel, sin descalificarse, sin rebajarse al nivél de una Suiza multiplicada por diez.
El problema no es el de saber si Italia entrará o no entrará en la guerra, ya que Italia no podrá menos que entrar en guerra, por tanto, se trata de saber ¿cuando? y ¿cómo?; se trata de retrasar lo más largo posible, compatiblemente con el honor y la dignidad, nuestra entrada en la guerra:
a) Para prepararnos en modo que nuestra intervención determine la situación.
b) Porque Italia no puede sostener una guerra larga, no puede gastar cientos de miles de millones como están obligados a hacer los paises actualmente beligerantes.
Pero acerca del ¿cuando?, en el convenio del Brennero está establecido que lo decide Italia y nada más que Italia.
Plan de guerra
Tomando la premisa que la guerra es inevitable y que no podemos marchar junto a los franco-ingleses, pues no podemos ir contra Alemania, se trata de fijar desde este momento la línea de nuestra estrategia en modo de orientar los estudios detallados.
Frente terrestre. Defensivo sobre los Alpes occidentales. Ninguna iniciativa, vigilancia. Iniciativa sólo en el caso, a mi entender, improbable, de un completo colapso francés bajo ataque alemán. Una ocupación de Córcega puede ser contemplada, "ma forse il gioco non vale la candela" (lo pongo así porque es un refrán): es necesario neutralizar las bases aéreas de esta isla.
En oriente, hacia Yugoslavia, en un primer momento, observaciones espectantes. Ofensiva en el caso de un colapso interno de este estado, debido a la secesión, ya en marcha, de los croatas.
Frente albanés: la actitud hacia el norte (Yugoslavia) y el sur (Grecia) estará en relación con lo que suceda en el frente oriental.
Libia: defensiva tanto hacia Túnez como hacia Egipto. La idea de una ofensiva contra Egipto está descartada, después de la constitución del Ejército de Weygand.
Egeo: defensiva.
Etiopía:ofensiva para garantizar Eritrea y operaciones sobre Gedaref y Kassala; ofensiva sobre Gibuti, defensiva en el caso de contraofensiva sobre el frente de Kenia.
Aire. Adaptar su actividad a la del ejército y a la de la marina: actividad ofensiva o defensiva según sea el frente y la iniciativa enemiga.
Mar. Ofensiva sobre toda la línea del Mediterráneo y fuera.
Sobre estas directivas, el Estado Mayor debe basar sus estudios y sus trabajos de preparación sin perder una hora de tiempo, ya que, a pesar de nuestra actual no beligerancia, la voluntad de los franco-ingleses o una complicación imprevista podría desembocar en un acto inmediato, de frente a la necesidad de empuñar las armas.
Benito Mussolini
PD. He intentado mantener el orden en las líneas escritas y respetar dentro de lo posible los puntos y las comas, para no alterar demasiado la integridad del documento. Además, no he querido "literalizarlo" para que suene mejor.
Como dije al inicio, espero no haber metido mucho la pata y que el documento del que lo he sacado se ajuste al auténtico (que eso sería otro cantar).
Un saludo.
Pensando y buscando temas poco conocidos, me he encontrado este documento que me ha parecido curioso. Son los planes secretos de Mussolini antes de entrar en la guerra. Espero no haber metido mucho la pata en la traducción, ya que hay que pelearse con el lenguaje altisonante y pomposo de Mussolini. No se si existe por ahí alguna traducción al castellano, pero bueno, lo dicho, espero no haber metido mucho la pata:
PROMEMORIA SEGRETISSIMO 328
Roma, 31 de marzo de 1940
En una situación como la actual, que podría llamarse de extrema fluidez, es difícil, si no imposible, hacer previsiones sobre el desarrollo de los eventos y sobre las fases por venir de la guerra. Es necesario tener en cuenta los imprevistos (véase la guerra ruso-findlandesa) y tener en cuenta todo lo que pueda acaecer en la política de los paises lejanos como los Estados Unidos o Japón.
Paz negociada de compromiso.
En las circunstancias actuales, tal posibilidad está descartada. Es verdad que fuertes corrientes pacifistas se agitan públicamente en Inglaterra y soterradamente en Francia, pero los objetivos de la guerra de los aliados, son tales, hoy, que un compromiso es imposible. Eso no puede ser a partir de la aceptación del "hecho consumado" de las conquistas alemanas y rusas en el nordeste, pero esto no es incompatible con la proclamada intención de reconstituir Polonia, Checoslovaquia e incluso Austria. Una paz de compromiso puede ser más fácilmente aceptada por Alemania que por las grandes democracias, las cuales todavía no sabemos si aceptarán el "hecho consumado" del botín polaco hecho por Rusia, si Rusia excluyera a Alemania.
Operaciones militares terrestres
Es predecible que los franco-ingleses asuman la iniciativa de las operaciones, ¿tal vez un ataque al "Westwall" sobre el frente occidental?. En el estado de la situación, hay que excluirlo. Las fuerzas terrestres inglesas en Francia son muy exigües; la situación demográfica de Francia no puede consentir pérdidas graves que un ataque al "Westwall" ocasionaría. En cuanto a la moral de los soldados franceses es defensiva, no ofensiva. Los franco-ingleses están a la búsqueda de un frente terrestre menos incómodo que el occidental y a tal efecto está preparado el ejército de Weygand. Pero este famoso frente no se delinea todavía desde el punto de vista geográfico. ¿Balcánico?, ¿Caucásico?, ¿Líbico?.
Los franco-ingleses optarán por:
a) No asumir iniciativas de operaciones terrestres.
b) Operar más contraofensivamente que ofensivamente sobre el mar y el aire.
c) Y sobre todo, hacer más hermético el bloqueo en torno a Alemania.
Operaciones alemanas.
Desde hace varios meses se habla de una ofensiva alemana contra la Maginot o contra Bélgica y Holanda para llegar al Canal. A rigor de la lógica, también debe excluirse esta ofensiva por los siguientes motivos:
a) Porque Alemania ha conseguido ya sus objetivos de guerra y puede contrarrestar el ataque abversario.
b) Porque es demasiado arriesgado jugárselo todo a una carta, porque si la ofensiva fallase del todo o concluyese con un fracaso con pérdidas relevantes, una crisis interna en Alemania sería inevitable, dado que todavía la moral del pueblo alemán es totalmente mediocre y en algunos grandes centros, como Berlín y Mónaco, menos que mediocre. Es por tanto probable que entre la guerra de ataque y la de resistencia, Alemania elegirá ésta última, ya que:
1) Hará todo lo posible para resistir al bloqueo.
2) Asumirá la iniciativa en las operaciones marítimas y aéreas, siempre mas susceptibles de contrabloqueo. La ofensiva terrestre vendrá luego, o como eventualidad de una certeza matemática de aplastante victoria o como carta de desesperación si el bloqueo, en un cierto momento, no permite otra vía de salida.
Posición de Italia
Si hubiera la más que improbable eventualidad, osea, una paz negociada en los próximos meses, Italia podrá, a pesar de su no beligerancia, tener voz en el capítulo y no ser excluida de las negociaciones; pero si la guerra continúa, creer que Italia pueda permanecer ajena hasta el fin, es absurdo e imposible. Italia no se acantonará en un ángulo de Europa como España, no es semi-asiática como Rusia, no es lejana del teatro de operaciones como Japón o los Estados Unidos. Italia está en medio de los beligerantes, tanto en tierra como en el mar. Aún si Italia cambia de actitud y pasa armas y suministros a los franco-ingleses, eso no evitrá la guerra inmediata con Alemania, guerra que Italia debería sostener sola; sólamente la alianza con Alemania, o lo que es lo mismo, con un estado que no ha necesitado hasta el momento de nuestra ayuda militar y se contenta con nuestra ayuda económica y con nuestra solidaridad moral, lo que permite nuestro actual estado de no beligerancia. Excluida la hipótesis de volver la cara al resto de los estados franco-ingleses, no contemplamos más que una guerra paralela con Alemania para conseguir nuestros objetivos que se resumen en esta afirmación: libertad en los mares, ventana al océano. Italia no será verdaeramente una nación independiente hasta que libere de su prisión mediterránea a Córcega, Biserta, Malta y al muro de la misma prisión, Gibraltar y Suez. Resuelto el problema de las fronteras terrestres, si Italia quiere ser una potencia mundial, debe resolver el problema de sus fronteras marítimas: la misma seguridad del imperio está ligada a la solución de este problema.
Italia no puede permanecer neutral en la duración de la guerra sin renunciar a su papel, sin descalificarse, sin rebajarse al nivél de una Suiza multiplicada por diez.
El problema no es el de saber si Italia entrará o no entrará en la guerra, ya que Italia no podrá menos que entrar en guerra, por tanto, se trata de saber ¿cuando? y ¿cómo?; se trata de retrasar lo más largo posible, compatiblemente con el honor y la dignidad, nuestra entrada en la guerra:
a) Para prepararnos en modo que nuestra intervención determine la situación.
b) Porque Italia no puede sostener una guerra larga, no puede gastar cientos de miles de millones como están obligados a hacer los paises actualmente beligerantes.
Pero acerca del ¿cuando?, en el convenio del Brennero está establecido que lo decide Italia y nada más que Italia.
Plan de guerra
Tomando la premisa que la guerra es inevitable y que no podemos marchar junto a los franco-ingleses, pues no podemos ir contra Alemania, se trata de fijar desde este momento la línea de nuestra estrategia en modo de orientar los estudios detallados.
Frente terrestre. Defensivo sobre los Alpes occidentales. Ninguna iniciativa, vigilancia. Iniciativa sólo en el caso, a mi entender, improbable, de un completo colapso francés bajo ataque alemán. Una ocupación de Córcega puede ser contemplada, "ma forse il gioco non vale la candela" (lo pongo así porque es un refrán): es necesario neutralizar las bases aéreas de esta isla.
En oriente, hacia Yugoslavia, en un primer momento, observaciones espectantes. Ofensiva en el caso de un colapso interno de este estado, debido a la secesión, ya en marcha, de los croatas.
Frente albanés: la actitud hacia el norte (Yugoslavia) y el sur (Grecia) estará en relación con lo que suceda en el frente oriental.
Libia: defensiva tanto hacia Túnez como hacia Egipto. La idea de una ofensiva contra Egipto está descartada, después de la constitución del Ejército de Weygand.
Egeo: defensiva.
Etiopía:ofensiva para garantizar Eritrea y operaciones sobre Gedaref y Kassala; ofensiva sobre Gibuti, defensiva en el caso de contraofensiva sobre el frente de Kenia.
Aire. Adaptar su actividad a la del ejército y a la de la marina: actividad ofensiva o defensiva según sea el frente y la iniciativa enemiga.
Mar. Ofensiva sobre toda la línea del Mediterráneo y fuera.
Sobre estas directivas, el Estado Mayor debe basar sus estudios y sus trabajos de preparación sin perder una hora de tiempo, ya que, a pesar de nuestra actual no beligerancia, la voluntad de los franco-ingleses o una complicación imprevista podría desembocar en un acto inmediato, de frente a la necesidad de empuñar las armas.
Benito Mussolini
PD. He intentado mantener el orden en las líneas escritas y respetar dentro de lo posible los puntos y las comas, para no alterar demasiado la integridad del documento. Además, no he querido "literalizarlo" para que suene mejor.
Como dije al inicio, espero no haber metido mucho la pata y que el documento del que lo he sacado se ajuste al auténtico (que eso sería otro cantar).
Un saludo.
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Todo un visionario Mussolini, prediciendo que Alemania no atacaría el frente occidental, ¿eh?
Es cierto que probablemente ni los alemanes se esperaban el fulgurante éxito de su guerra relámpago, pero de eso a pensar que no iban a atacar una vez cerrado el frente polaco...
Aprovecho para felicitar a Valerio por la información que nos da sobre las operaciones italianas, tan desconocidas para la mayoría. La narración de la campaña de Rusia, sobre todo, pone los pelos de punta. Gracias.
Es cierto que probablemente ni los alemanes se esperaban el fulgurante éxito de su guerra relámpago, pero de eso a pensar que no iban a atacar una vez cerrado el frente polaco...
Aprovecho para felicitar a Valerio por la información que nos da sobre las operaciones italianas, tan desconocidas para la mayoría. La narración de la campaña de Rusia, sobre todo, pone los pelos de punta. Gracias.
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Campaña de Africa
Introducción
Aunque estando completamente aisladas de la Madre Patria, las tropas italianas destacadas en Africa, consiguieron durante los primeros meses de la guerra algunas importantes operaciones ofensivas tendentes a mejorar la situación estratégica en las fronteras de Sudán y Kenia, y a eliminar la peligrosa espina constituida por la Somalia británica y las tropas estacionadas en aquel territorio.
Situación en el Africa Oriental
En los meses que siguieron a la caída de Francia, los dos principales contendientes, Gran Bretaña y Alemania, separados por el Canal de la Mancha y el Mar del Norte, continuaron su duelo sólo con la aviación y la marina. Fue en aquel periodo que los historiadores llaman "La Batalla de Inglaterra", y aunque se trató de una serie aparentemente fracmentaria de ataques y contraataques, de combates entre cazas, entre bombarderos y cazas, entre defensas contraéreas y bombarderos, el término está plenamente justificado. En los cielos de Londres, de Daventry y del Canal se decidía la suerte del conflicto.
No menos importantes fueron las operaciones navales en las cuales se iba intensificando la ofensiva submarina.
Fue en el Mediterráneo y en el Africa Oriental en donde, durante aquella fase de la guerra, entre junio y septiembre de 1940, se desarrollarán las únicas operaciones terrestres.
En Libia, en el momento de la declaración de guerra, no estaba previsto para las tropas italianas operaciones ofensivas de relieve. Se temía un ataque concentrado en las fronteras tunecina y egipcia. Pero, después del armisticio de Francia, siendo reforzado el Xº Cuerpo, al mando del general Alberto Barbieri, con los efectivos retirados de la frontera de Túnez, el Estado Mayor italiano empezó a pensar en la posibilidad de un ataque a las fuerzas británicas que en aquel momento eran reducidas.
El mariscal del aire, Italo Balbo, había asumido al inicio de la guerra el mando de las tropas presentes en el frente líbico. Contra el parecer del Estado Mayor (osea, del mariscal Badoglio), Balbo se había decantado por una guerra audazmente ofensiva en Africa y había pedido repetidamente, sin obtenerlos, refuerzos de tropas y material. Después del armisticio con Francia, Balbo se había puesto a preparar febrilmente una acción contra Egipto, contando con el elemento sorpresa para derrotar a las fuerzas inglesas todavía en proceso de formación. Pero el 28 de junio, el avión en el que viajaba fue abatido por las propias defensas antiaéreas italianas.
Italo Balbo, cuando fue abatido su Savoia-Marchetti S.M 79 por un error de la artillería antiaérea del crucero San Giorgio en los cielos de Tobruk, estaba a punto de realizar una inspección de las tropas en vista de una acción; inspección que venía expresamente solicitada por Roma.
Funeral de Italo Balbo
El mariscal Graziani, que el 8 de julio sustituyó a Italo Balbo en el mando, encontró en Cirene un telegrama que ordenaba atacar el 15 de julio, mientras que otro telegrama le solicitaba volverse contra Sollum. Pero la ofensiva no tuvo lugar.
Graziani, al igual que sucedió con Balbo, pensaba que las fuerzas puestas a su disposición eran insuficientes, sobre todo en lo que respectaba a la artillería, los carros y las fuerzas motorizadas. Mientras, el Estado Mayor pensaba en una guerra colonial al viejo estilo, fundada en la potencia de la infantería y el apoyo de las tropas a camello.
En septiembre, Graziani atacó en dirección a Sidi el Barrani, no pudiendo rechazar por más tiempo las presiones que le llegaban de Roma.
Situación en el Africa Septentrional
PD. Tendré que incidir otra vez sobre las primeras acciones que puse en el anterior post sobre mi visión personal de la "breve" campaña de Africa.
Un saludo.
Introducción
Aunque estando completamente aisladas de la Madre Patria, las tropas italianas destacadas en Africa, consiguieron durante los primeros meses de la guerra algunas importantes operaciones ofensivas tendentes a mejorar la situación estratégica en las fronteras de Sudán y Kenia, y a eliminar la peligrosa espina constituida por la Somalia británica y las tropas estacionadas en aquel territorio.
Situación en el Africa Oriental
En los meses que siguieron a la caída de Francia, los dos principales contendientes, Gran Bretaña y Alemania, separados por el Canal de la Mancha y el Mar del Norte, continuaron su duelo sólo con la aviación y la marina. Fue en aquel periodo que los historiadores llaman "La Batalla de Inglaterra", y aunque se trató de una serie aparentemente fracmentaria de ataques y contraataques, de combates entre cazas, entre bombarderos y cazas, entre defensas contraéreas y bombarderos, el término está plenamente justificado. En los cielos de Londres, de Daventry y del Canal se decidía la suerte del conflicto.
No menos importantes fueron las operaciones navales en las cuales se iba intensificando la ofensiva submarina.
Fue en el Mediterráneo y en el Africa Oriental en donde, durante aquella fase de la guerra, entre junio y septiembre de 1940, se desarrollarán las únicas operaciones terrestres.
En Libia, en el momento de la declaración de guerra, no estaba previsto para las tropas italianas operaciones ofensivas de relieve. Se temía un ataque concentrado en las fronteras tunecina y egipcia. Pero, después del armisticio de Francia, siendo reforzado el Xº Cuerpo, al mando del general Alberto Barbieri, con los efectivos retirados de la frontera de Túnez, el Estado Mayor italiano empezó a pensar en la posibilidad de un ataque a las fuerzas británicas que en aquel momento eran reducidas.
El mariscal del aire, Italo Balbo, había asumido al inicio de la guerra el mando de las tropas presentes en el frente líbico. Contra el parecer del Estado Mayor (osea, del mariscal Badoglio), Balbo se había decantado por una guerra audazmente ofensiva en Africa y había pedido repetidamente, sin obtenerlos, refuerzos de tropas y material. Después del armisticio con Francia, Balbo se había puesto a preparar febrilmente una acción contra Egipto, contando con el elemento sorpresa para derrotar a las fuerzas inglesas todavía en proceso de formación. Pero el 28 de junio, el avión en el que viajaba fue abatido por las propias defensas antiaéreas italianas.
Italo Balbo, cuando fue abatido su Savoia-Marchetti S.M 79 por un error de la artillería antiaérea del crucero San Giorgio en los cielos de Tobruk, estaba a punto de realizar una inspección de las tropas en vista de una acción; inspección que venía expresamente solicitada por Roma.
Funeral de Italo Balbo
El mariscal Graziani, que el 8 de julio sustituyó a Italo Balbo en el mando, encontró en Cirene un telegrama que ordenaba atacar el 15 de julio, mientras que otro telegrama le solicitaba volverse contra Sollum. Pero la ofensiva no tuvo lugar.
Graziani, al igual que sucedió con Balbo, pensaba que las fuerzas puestas a su disposición eran insuficientes, sobre todo en lo que respectaba a la artillería, los carros y las fuerzas motorizadas. Mientras, el Estado Mayor pensaba en una guerra colonial al viejo estilo, fundada en la potencia de la infantería y el apoyo de las tropas a camello.
En septiembre, Graziani atacó en dirección a Sidi el Barrani, no pudiendo rechazar por más tiempo las presiones que le llegaban de Roma.
Situación en el Africa Septentrional
PD. Tendré que incidir otra vez sobre las primeras acciones que puse en el anterior post sobre mi visión personal de la "breve" campaña de Africa.
Un saludo.
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Las fuerzas en el inicio de las operaciones
En el Africa septentrional, el gobernador de Libia, Italo Balbo, disponía del 5º Ejército del general Gariboldi y del 10º Ejército del general Berti. Una fuerza de 200.000 hombres a la que había que sumar 30.000 soldados libios.
El 5º Ejército de Gariboldi comprendía los siguientes cuerpos de ejército:
El 10º Ejército del general Berti comprendía 2 cuerpos de ejército:
También estaban disponibles las fuerzas del general Sebastiano Gallina ("Scacchiere Sahariano") divididas en:
En Egipto, los ingleses disponían de la "Western Desert Force", a las órdenes del general Richard N. O'Connor; 40.000 hombres organizados en la 7th Armoured Division, la Indian 4th Infantry Division, la 6th Infantry Division y una brigada neozelandesa.
Inicio de los combates
El 11 de junio, los medios blindados del 11º regimiento de húsares de la 7th Armoured Division, cruzaron la frontera y atacaron una columna italiana escoltada por 17 carros ligeros: todos los carros fueron destruidos o capturados. En el combate cayó el coronel D'Avanzo, del IX batallón de carros (antiguo 4° "carrista"), la primera medalla de oro al valor militar en Africa septentrional.
Entre el 12 y el 13 de junio se verifican otros ataque ingleses contra Sidi Omar y la Ridotta Maddalena; el reparto italiano, atacado por las fuerzas acorazadas inglesas, se ve en la necesidad de retirarse.
El 14 de junio fue destruido el reparto italiano en la defensa de la Ridotta Capuzzo, mientras el 1º "Raggruppamento Libico" se ve obligado a abandonar las posiciones de Sidi Azeiz y retirarse hacia Bardia. Se produjeron algunos actos de contraataque, por parte italiana, pero no srtieron efecto.
El 16 de junio se lleva a cabo un contraataque contra Sidi Omar, en la cual se encontraban elementos blindados, poniendo en fuga a los ingleses después de haber sacrificado la mitad de los carros del IX batallón (carros L3, llamados "Arrigoni" o "scatolette da sardine"), lo que preocupó bastante, pues bastaba un fúsil contracarro para dejarlos inoperantes.
El 28 de junio, después de la firma del armisticio con Francia, el alto mando militar decide pasar a la ofensiva en Egipto; el mariscal Badoglio envía un telegrama a Italo Balbo para comunicarle que debía desplegar todas sus fuerzas disponibles a lo largo de los límites egipcios y prepararse para un ataque previsto para el 15 de julio. Pero ese mismo dia, Balbo es derribado y muere.
Pasó a mandar las tropas italianas en Africa septentrional el general Rodolfo Graziani, que anteriormente ya había sido gobernador de la Tripolitania. Graziani llega a Tripoli el 30 de junio.
A inicios de julio llegan 70 carros medios M11/39 (los que se le habían prometido a Balbo), junto a otros 500 vehículos motorizados.
El carro medio M11/39 tenía una potencia de 105 cv y estaba armado con un cañón semiautomático de 37/40, además de 2 ametralladoras Breda de 8 mm. y tenía un blindaje de 15 mm.
Los 70 carros M11/39 fueron organizados en 2 batallones, el Iº y el IIº (puestos bajo el mando del 4º regimiento de carros), que fueron enviados inmediatamente a la frontera con Egipto para contrarrestar la ofensiva inglesa, que se repitió también en ese mes. Hay fuentes que dicen que los envió Mussolini viendo la titubeancia de Graziani, pero como ya dije en un post anterior, se les había prometido su envió a Italo Balbo para que cejara en sus airadas quejas de falta de material.
El 5 de agosto, en las cercanías de Sidi Azeiz, los carros medios italianos M11/39 se encontraron por primera vez con los carros ingleses, siendo más positivo el encuentro: los ingleses perdieron 4 carros.
El 29 de agosto, los 2 batallones, Iº y el IIº, fueron encuadrados en 2 "Raggruppamenti corazzati", el 1º a las órdenes del coronel Pietro Aresca, agregado al XXIII° "Corpo d'Armata", y el 2º, a las órdenes del coronel Antonio Trivioli, agregado al "Gruppo Divisioni libiche". Sólo una compañía del IIº batallón fue agregada a la "Colonna Maletti".
A finales de agosto, reagrupados ya todos los carros, y con anticuadas piezas de artillería y contracarro, el ejército del frente franco-tunecino se decide finalmente a atacar.
Después de varios altercados entre Mussolini y Badoglio, Graziani empieza a planificar la ofensiva italiana en Egipto; el plan preveía un avance sobre Sidi El-Barrani, realizado por una doble maniobra: en el norte, a lo largo de la costa, y en el sur, atravesando la pista Bir er Rabia - Bir er Enba.
Para poder transportar a todos los hombres con los medios disponibles se decidió limitar la fuerza a 5 divisiones, además del "Raggruppamento speciale" del general Pietro Maletti.
Las 3 divisiones del XXIII° "Corpo d'Armata" del general Bergonzoli debían avanzar a lo largo de la carretera costera, mientras por el sur debían avanzar las 2 divisiones líbicas del general Gallina. El "Raggruppamento Maletti"(1), integralmente motorizado y con relativa autonomía de acción, debía quedar en reserva.
Graziani había pedido a Roma otros 600 camiones para tener completamente motorizada a toda la fuerza de ataque.
A las 15:30 del 7 de septiembre de 1940, Mussolini ordenó el inicio de la ofensiva para el dia 9, sin los 600 transportes pedidos por Graziani.
(1) El "Raggruppamento Maletti" formaba parte del "Regio Corpo Truppe Coloniali" de Libia. Se componía de 6 batallones de infantería de Libia y 2 batallones acorazados. Los 2.500 soldados iban "motorizados" en camiones. Un batallón de carros tenía 35 vehículos entre L3/33 y L3/35. El otro batallón tenía 35 carros medios M11/39.
De arriba abajo: L3/33, L3/35 y M11/39
Un saludo.
En el Africa septentrional, el gobernador de Libia, Italo Balbo, disponía del 5º Ejército del general Gariboldi y del 10º Ejército del general Berti. Una fuerza de 200.000 hombres a la que había que sumar 30.000 soldados libios.
El 5º Ejército de Gariboldi comprendía los siguientes cuerpos de ejército:
- X° Corpo d'Armata
Al mando del general Alberto Barbieri
Divisiones de infantería: 25ª Bologna, 60ª Sabratha y 55ª Savona - XX° Corpo d'Armata
Al mando del general Ferdinando Cona
Divisiones de infantería: 17ª Pavia, 27ª Brescia y 61ª Sirte - XXIII° Corpo d'Armata
Al mando del general Annibale Bergonzoli
Divisiones:
-1ª División Camicie Nere 23 Marzo (General Antonelli)
-2ª División Camicie Nere 28 ottobre (General Argentino)
-2ª División Libica (General Pescatori)
El 10º Ejército del general Berti comprendía 2 cuerpos de ejército:
- XXI° Corpo d'Armata
Al mando del general Lorenzo Dalmazzo
Divisiones de infantería: 62ª Marmarica y 63ª Cirene - XXII° Corpo d'Armata
Al mando del general E. Pitassi Mannella
Divisiones:
División de infantería Catanzaro (General Stefanelli)
4ª División Camicie Nere 3 Gennaio (General Merzari)
1ª División Libica (General Sibille)
También estaban disponibles las fuerzas del general Sebastiano Gallina ("Scacchiere Sahariano") divididas en:
- Comando Fronte Sud: 2 batallones líbicos, 1 compañía ametralladora, 1 batería a camello con piezas de 65/17 y 2 secciones de ametralladoras de 20 mm
- Comando Truppe Sahara: 1 batallón sahariano, 1 compañía ametralladora motorizada, 4 compañías "meharisti" y 10 compañías ametralladoras.
En Egipto, los ingleses disponían de la "Western Desert Force", a las órdenes del general Richard N. O'Connor; 40.000 hombres organizados en la 7th Armoured Division, la Indian 4th Infantry Division, la 6th Infantry Division y una brigada neozelandesa.
Inicio de los combates
El 11 de junio, los medios blindados del 11º regimiento de húsares de la 7th Armoured Division, cruzaron la frontera y atacaron una columna italiana escoltada por 17 carros ligeros: todos los carros fueron destruidos o capturados. En el combate cayó el coronel D'Avanzo, del IX batallón de carros (antiguo 4° "carrista"), la primera medalla de oro al valor militar en Africa septentrional.
Entre el 12 y el 13 de junio se verifican otros ataque ingleses contra Sidi Omar y la Ridotta Maddalena; el reparto italiano, atacado por las fuerzas acorazadas inglesas, se ve en la necesidad de retirarse.
El 14 de junio fue destruido el reparto italiano en la defensa de la Ridotta Capuzzo, mientras el 1º "Raggruppamento Libico" se ve obligado a abandonar las posiciones de Sidi Azeiz y retirarse hacia Bardia. Se produjeron algunos actos de contraataque, por parte italiana, pero no srtieron efecto.
El 16 de junio se lleva a cabo un contraataque contra Sidi Omar, en la cual se encontraban elementos blindados, poniendo en fuga a los ingleses después de haber sacrificado la mitad de los carros del IX batallón (carros L3, llamados "Arrigoni" o "scatolette da sardine"), lo que preocupó bastante, pues bastaba un fúsil contracarro para dejarlos inoperantes.
El 28 de junio, después de la firma del armisticio con Francia, el alto mando militar decide pasar a la ofensiva en Egipto; el mariscal Badoglio envía un telegrama a Italo Balbo para comunicarle que debía desplegar todas sus fuerzas disponibles a lo largo de los límites egipcios y prepararse para un ataque previsto para el 15 de julio. Pero ese mismo dia, Balbo es derribado y muere.
Pasó a mandar las tropas italianas en Africa septentrional el general Rodolfo Graziani, que anteriormente ya había sido gobernador de la Tripolitania. Graziani llega a Tripoli el 30 de junio.
A inicios de julio llegan 70 carros medios M11/39 (los que se le habían prometido a Balbo), junto a otros 500 vehículos motorizados.
El carro medio M11/39 tenía una potencia de 105 cv y estaba armado con un cañón semiautomático de 37/40, además de 2 ametralladoras Breda de 8 mm. y tenía un blindaje de 15 mm.
Los 70 carros M11/39 fueron organizados en 2 batallones, el Iº y el IIº (puestos bajo el mando del 4º regimiento de carros), que fueron enviados inmediatamente a la frontera con Egipto para contrarrestar la ofensiva inglesa, que se repitió también en ese mes. Hay fuentes que dicen que los envió Mussolini viendo la titubeancia de Graziani, pero como ya dije en un post anterior, se les había prometido su envió a Italo Balbo para que cejara en sus airadas quejas de falta de material.
El 5 de agosto, en las cercanías de Sidi Azeiz, los carros medios italianos M11/39 se encontraron por primera vez con los carros ingleses, siendo más positivo el encuentro: los ingleses perdieron 4 carros.
El 29 de agosto, los 2 batallones, Iº y el IIº, fueron encuadrados en 2 "Raggruppamenti corazzati", el 1º a las órdenes del coronel Pietro Aresca, agregado al XXIII° "Corpo d'Armata", y el 2º, a las órdenes del coronel Antonio Trivioli, agregado al "Gruppo Divisioni libiche". Sólo una compañía del IIº batallón fue agregada a la "Colonna Maletti".
A finales de agosto, reagrupados ya todos los carros, y con anticuadas piezas de artillería y contracarro, el ejército del frente franco-tunecino se decide finalmente a atacar.
Después de varios altercados entre Mussolini y Badoglio, Graziani empieza a planificar la ofensiva italiana en Egipto; el plan preveía un avance sobre Sidi El-Barrani, realizado por una doble maniobra: en el norte, a lo largo de la costa, y en el sur, atravesando la pista Bir er Rabia - Bir er Enba.
Para poder transportar a todos los hombres con los medios disponibles se decidió limitar la fuerza a 5 divisiones, además del "Raggruppamento speciale" del general Pietro Maletti.
Las 3 divisiones del XXIII° "Corpo d'Armata" del general Bergonzoli debían avanzar a lo largo de la carretera costera, mientras por el sur debían avanzar las 2 divisiones líbicas del general Gallina. El "Raggruppamento Maletti"(1), integralmente motorizado y con relativa autonomía de acción, debía quedar en reserva.
Graziani había pedido a Roma otros 600 camiones para tener completamente motorizada a toda la fuerza de ataque.
A las 15:30 del 7 de septiembre de 1940, Mussolini ordenó el inicio de la ofensiva para el dia 9, sin los 600 transportes pedidos por Graziani.
(1) El "Raggruppamento Maletti" formaba parte del "Regio Corpo Truppe Coloniali" de Libia. Se componía de 6 batallones de infantería de Libia y 2 batallones acorazados. Los 2.500 soldados iban "motorizados" en camiones. Un batallón de carros tenía 35 vehículos entre L3/33 y L3/35. El otro batallón tenía 35 carros medios M11/39.
De arriba abajo: L3/33, L3/35 y M11/39
Un saludo.
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Ofensiva italiana en el Africa Oriental
En el ventenio que va desde 1920 hasta 1940, unos 600.000 italianos trabajaban en Somailia, Libia Eritrea y Abisinia (Etiopía).
El 7 de junio de 1940, Hitler rehusa las reivindicaciones italianas ante Francia de Djibouti y Túnez, y ante Gran Bretaña, de las de Somalia británica y el Sudán.
Amedeo Umberto de Savoia, Duque D'Aosta, Virrey de Etiopía y Comandante en Jefe de las Fuerzas Italianas en Africa Oriental
Cuando se declara la guerra, el Virrey de Etiopía Duque D'Aosta, es consciente que la defensa de las vastas posesiones italianas en el Africa Oriental, rodeadas de zonas coloniales enemigas, es prácticamente imposible con los recursos con los cuales contaba. Apenas le llegaban para sofocar los focos de resistencia en Shoa, Godyam y Amhara.
Umberto de Savoia es consciente que lo reducido de sus fuerzas es incapaz de soportar un ataque británico organizado.
Cuando Mussolini declara la guerra a Gran Bretaña y Francia, simple y llanamente deja al Duque D'Aosta que se las arregle como pueda.
Sumado al casi inexistente aprovisionamiento aéreo, había que contar con la imposibilidad del abastecimiento por mar debido al cierre del Canal de Suez.
El alto mando italiano no consideró la posibilidad de un ataque desde Egipto o desde la Somalia Británica, pues tenía sus expectativas puestas en lo que sucediera en el Africa septentrional.
Situación geoestratégica
Al inicio del conflicto, las fuerzas italianas presentes llegaban a los 90.000 hombres, contando ejército, marina, aeronáutica y guardia de fronteras; además, contaba con 200.000 soldados coloniales ("Ascari"). A pesar de ser una fuerza considerable, hay que tener en cuenta que el material era deficiente y las tropas estaban muy dispersas, siendo casi imposible que intervinieran unas en ayuda de las otras.
Fuerzas militares coloniales
El ejército italiano tenía su principal fuerza en la 65ª división "Granatieri di Savoia", con los regimientos 10º y 11º. También contaba con la "Divisione Africa" y la 40ª "Divisione Cacciatori d'Africa", con los regimientos 210º y 211º de infantería. A estos había que sumarles 16 batallones no divisionados, 10 grupos de artillería, 2 compañías de carros L3, una escuadrilla autoblindada y 29 brigadas coloniales.
Cabe recordar que el 10º regimiento contaba con un batallón de "bersaglieri" y el 11º con el batallón "alpini" Uork Amba.
Las tropas sumaban un total de 6.000 oficiales, 68.000 italianos y 182.000 tropas indígenas, de las cuales, las etíopes eran poco de fiar.
La "Regia Marina" tenía destinada en los territorios coloniales a la III "Squadriglia Cacciatorpediniere" (Battisti, Manin, Nullo y Sauro), la V "Squadriglia Cacciatorpediniere" (Leone, Pantera y Tigre), 2 cruceros auxiliares tipo RAMB y un navío hospital RAMB IV.
La aeronáutica, inicialmente, estaba constituida por algunos grupos de bombardeo terrestre, el 44º de Adis Abeba (S. 79), el 29° de Sciasciamanna (SM. 81), el 4° de Dire Daua (SM. 81) y el 27° de Dessiè (Ca. 133).
También contaba con las escuadrillas de caza 410ª de Giggiga (CR. 32), la 211ª de Dire Daua (CR. 32), la 412ª de Gura (CR. 42) y la 413ª de Assab (CR. 42), lo que hacía un total de 223 aparatos de diversos tipos pero, salvo los S.M. 79, todos obsoletos en el momento de la declaración de la guerra.
Inicios del conflicto
Al inicio del conflicto, el Duque D'Aosta había concebido un plan muy ambicioso pero difícilmente realizable: abrir un corredor que atravesara Sudán hacia Egipto (2.500 kilómetros sin carreteras), siguiendo el curso del Nilo, para poder llegar a los puertos de aprovisionamiento del Mediterráneo. Pero de Roma llegó la orden de:
"Mantener una actitud estrictamente defensiva".
El Duque D'Aosta, interpretando la orden en el sentido de "defensa activa", atacó sobre todos los frentes cogiendo por sorpresa a los ingleses.
Cassala, a 20 kilómetros de la frontera con Eritrea, había sido conquistada por los italianos durante la campaña del 96, aunque fue abandonada después y entró a formar parte de la zona sur anglo-egipcia. Se trataba de un importante centro comercial y estratégico sobre el que confluían numerosas pistas. El Duca d'Aosta decidió reconquistarla.
El 3 de julio, los británicos toman la iniciativa y atacan la localidad eritrea de Metemma, pero son rechazados.
El ataque italiano se produjo por sorpresa el 4 de julio. Sobre la ciudad cayeron 3 columnas de tropas italianas e indígenas que acabaron con la esporádica resistencia británica de la "Sudan Defence Force".
La caballería indígena y los carros armados, las tropas irregulares y las italianas cooperaron perfectamente en la maniobra dpara conquistar Cassala. Abrumador fue el ataque de la caballería eritrea que puso en fuga a numerosas unidades anglo-sudanesas.
Caballería indígena en Cassala
Cassala es tomada y el tricolor vuelve a ondear sobre la posición abandonada 50 años atrás. El recibimiento de la población fue cordial; las defensas que los ingleses habían dejado casi intactas en su precipitada fuga fueron remodeladas en previsión de un ataque ofensivo.
Casi contemporáneamente a los sucesos de Cassala, las tropas italianas conseguían, siempre hablando del frente sudanés, otros importantes avances.
El 16 de julio, con una incursión en Kurmuk, la guarnición británica fue puesta en fuga.
El avance hacia Kenia
Después de la conquista de Cassala y Kurmuk continuaron las acciones ofensivas en la zona del Nilo Azul, apoderándose los italianos de Ghezzan, al sudeste de Kurmuk, Karora y Dumbode. Más al norte, se ocupa con un audaz golpe de mano la localidad de Gallabat.
Los carros ligeros tuvieron un papel notable en estas operaciones. Las columnas "celeri" italianas sorprendieron al enemigo que, tras una inútil tentativa de resistencia, abandonó sus posiciones dándose a la fuga.
Después de los sucesos del Sudán, las tropas coloniales italianas pasaron a la ofensiva sobre la frontera de Kenia para eliminar el peligroso saliente de Dolo.
En la zona, la defensa británica fue particularmente enconada. Mojale, envestida por las tropas italianas, aguantó durante varios dias, pues los británicos, desalojados de sus posiciones, intentaron varias contraofensivas, siendo todas en vano.
Anzi ,Debel y Buna, tras violentos combates, también cayeron en manos italianas.
Buna, a 90 kilómetros de la frontera, fue el punto máximo de penetración italiana en Kenia (el saliente de Mendera).
Banderas capturadas al enemigo
El 3 de agosto se inició la conquista de la Somalia británica.
Un saludo.
En el ventenio que va desde 1920 hasta 1940, unos 600.000 italianos trabajaban en Somailia, Libia Eritrea y Abisinia (Etiopía).
El 7 de junio de 1940, Hitler rehusa las reivindicaciones italianas ante Francia de Djibouti y Túnez, y ante Gran Bretaña, de las de Somalia británica y el Sudán.
Amedeo Umberto de Savoia, Duque D'Aosta, Virrey de Etiopía y Comandante en Jefe de las Fuerzas Italianas en Africa Oriental
Cuando se declara la guerra, el Virrey de Etiopía Duque D'Aosta, es consciente que la defensa de las vastas posesiones italianas en el Africa Oriental, rodeadas de zonas coloniales enemigas, es prácticamente imposible con los recursos con los cuales contaba. Apenas le llegaban para sofocar los focos de resistencia en Shoa, Godyam y Amhara.
Umberto de Savoia es consciente que lo reducido de sus fuerzas es incapaz de soportar un ataque británico organizado.
Cuando Mussolini declara la guerra a Gran Bretaña y Francia, simple y llanamente deja al Duque D'Aosta que se las arregle como pueda.
Sumado al casi inexistente aprovisionamiento aéreo, había que contar con la imposibilidad del abastecimiento por mar debido al cierre del Canal de Suez.
El alto mando italiano no consideró la posibilidad de un ataque desde Egipto o desde la Somalia Británica, pues tenía sus expectativas puestas en lo que sucediera en el Africa septentrional.
Situación geoestratégica
Al inicio del conflicto, las fuerzas italianas presentes llegaban a los 90.000 hombres, contando ejército, marina, aeronáutica y guardia de fronteras; además, contaba con 200.000 soldados coloniales ("Ascari"). A pesar de ser una fuerza considerable, hay que tener en cuenta que el material era deficiente y las tropas estaban muy dispersas, siendo casi imposible que intervinieran unas en ayuda de las otras.
Fuerzas militares coloniales
El ejército italiano tenía su principal fuerza en la 65ª división "Granatieri di Savoia", con los regimientos 10º y 11º. También contaba con la "Divisione Africa" y la 40ª "Divisione Cacciatori d'Africa", con los regimientos 210º y 211º de infantería. A estos había que sumarles 16 batallones no divisionados, 10 grupos de artillería, 2 compañías de carros L3, una escuadrilla autoblindada y 29 brigadas coloniales.
Cabe recordar que el 10º regimiento contaba con un batallón de "bersaglieri" y el 11º con el batallón "alpini" Uork Amba.
Las tropas sumaban un total de 6.000 oficiales, 68.000 italianos y 182.000 tropas indígenas, de las cuales, las etíopes eran poco de fiar.
La "Regia Marina" tenía destinada en los territorios coloniales a la III "Squadriglia Cacciatorpediniere" (Battisti, Manin, Nullo y Sauro), la V "Squadriglia Cacciatorpediniere" (Leone, Pantera y Tigre), 2 cruceros auxiliares tipo RAMB y un navío hospital RAMB IV.
La aeronáutica, inicialmente, estaba constituida por algunos grupos de bombardeo terrestre, el 44º de Adis Abeba (S. 79), el 29° de Sciasciamanna (SM. 81), el 4° de Dire Daua (SM. 81) y el 27° de Dessiè (Ca. 133).
También contaba con las escuadrillas de caza 410ª de Giggiga (CR. 32), la 211ª de Dire Daua (CR. 32), la 412ª de Gura (CR. 42) y la 413ª de Assab (CR. 42), lo que hacía un total de 223 aparatos de diversos tipos pero, salvo los S.M. 79, todos obsoletos en el momento de la declaración de la guerra.
Inicios del conflicto
Al inicio del conflicto, el Duque D'Aosta había concebido un plan muy ambicioso pero difícilmente realizable: abrir un corredor que atravesara Sudán hacia Egipto (2.500 kilómetros sin carreteras), siguiendo el curso del Nilo, para poder llegar a los puertos de aprovisionamiento del Mediterráneo. Pero de Roma llegó la orden de:
"Mantener una actitud estrictamente defensiva".
El Duque D'Aosta, interpretando la orden en el sentido de "defensa activa", atacó sobre todos los frentes cogiendo por sorpresa a los ingleses.
Cassala, a 20 kilómetros de la frontera con Eritrea, había sido conquistada por los italianos durante la campaña del 96, aunque fue abandonada después y entró a formar parte de la zona sur anglo-egipcia. Se trataba de un importante centro comercial y estratégico sobre el que confluían numerosas pistas. El Duca d'Aosta decidió reconquistarla.
El 3 de julio, los británicos toman la iniciativa y atacan la localidad eritrea de Metemma, pero son rechazados.
El ataque italiano se produjo por sorpresa el 4 de julio. Sobre la ciudad cayeron 3 columnas de tropas italianas e indígenas que acabaron con la esporádica resistencia británica de la "Sudan Defence Force".
La caballería indígena y los carros armados, las tropas irregulares y las italianas cooperaron perfectamente en la maniobra dpara conquistar Cassala. Abrumador fue el ataque de la caballería eritrea que puso en fuga a numerosas unidades anglo-sudanesas.
Caballería indígena en Cassala
Cassala es tomada y el tricolor vuelve a ondear sobre la posición abandonada 50 años atrás. El recibimiento de la población fue cordial; las defensas que los ingleses habían dejado casi intactas en su precipitada fuga fueron remodeladas en previsión de un ataque ofensivo.
Casi contemporáneamente a los sucesos de Cassala, las tropas italianas conseguían, siempre hablando del frente sudanés, otros importantes avances.
El 16 de julio, con una incursión en Kurmuk, la guarnición británica fue puesta en fuga.
El avance hacia Kenia
Después de la conquista de Cassala y Kurmuk continuaron las acciones ofensivas en la zona del Nilo Azul, apoderándose los italianos de Ghezzan, al sudeste de Kurmuk, Karora y Dumbode. Más al norte, se ocupa con un audaz golpe de mano la localidad de Gallabat.
Los carros ligeros tuvieron un papel notable en estas operaciones. Las columnas "celeri" italianas sorprendieron al enemigo que, tras una inútil tentativa de resistencia, abandonó sus posiciones dándose a la fuga.
Después de los sucesos del Sudán, las tropas coloniales italianas pasaron a la ofensiva sobre la frontera de Kenia para eliminar el peligroso saliente de Dolo.
En la zona, la defensa británica fue particularmente enconada. Mojale, envestida por las tropas italianas, aguantó durante varios dias, pues los británicos, desalojados de sus posiciones, intentaron varias contraofensivas, siendo todas en vano.
Anzi ,Debel y Buna, tras violentos combates, también cayeron en manos italianas.
Buna, a 90 kilómetros de la frontera, fue el punto máximo de penetración italiana en Kenia (el saliente de Mendera).
Banderas capturadas al enemigo
El 3 de agosto se inició la conquista de la Somalia británica.
Un saludo.
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Ofensiva sobre Somaliland
El 3 de agosto de 1940 se inician las operaciones contra Somaliland (la Somalia británica). La colonia estaba fuertemente guarnecida. Los ingleses habían construido una doble línea de hitos protegidos por alambradas. Las tropas de la guarnición, compuestas por 2 batallones indios y rhodesianos y fuerzas a camello británicas, eran particularmente aguerridas.
La ofensiva italiana de desarrolló en tres direcciones principales: la columna de la izquierda tenía por objetivo Zeila, la central Adadlek y la derecha Aducina. Estas dos últimas columnas debían unirse después para el ataque a Berbera.
Ataque a la Somalia británica
La marcha de las tropas italianas, a pesar de las malas condiciones del terreno y las altas remperaturas, que llegaban a los 50 grados, se efectuó rápidamente, traspasando la primera línea de defensa.
El 6 de agosto, la columna de la izquierda alcanza el mar y toma Zeila. Después, a lo largo de la costa, envía un destacamento a Bulhar.
Más difícil lo tuvo la columna central, que tras una dura marcha, tomaba contacto con el grueso de las fuerzas británicas en el paso de Karrin, debiendo emprender duros combates.
Los combates entre el paso de Karrin y Adadlek duraron 5 dias, alternándose los eventos. Al fin, los italianos hunden las líneas británicas y obligan al enemigo a retirarse hacia Berbera.
La segunda línea de resistencia británica, que circundaba Berbera fue cruzada tras 2 dias de ofensiva. En La Faruk, a unos 30 kilómetros de la capital de la colonia, las dos columnas que debían unirse toman contacto mientras de Bulhar avanzaba el destacamento enviado desde Zeila.
El general Nasi, comandante de las tropas operantes en Somaliland, había ganado la partida.
Tropas italianas tras conquistar el fuerte de Girreh
Las pérdidas británicas en hombres y material fueron considerables, lo que da una idea de los duros combates que se libraron en la llamada Batalla de Somaliland.
El 19 de agosto se enarbola en el palacio del gobernador británico el tricolor. Las tropas inglesas abandonaron la colonia a bordo de algunos navíos de guerra, bajo el cañoneo terrestre y los continuos ataques de la aviación.
Bandera británica capturada en Somaliland
La conquista de Somaliland fue la última acción ofensiva italiana en el Africa Oriental. El gasto material para la empresa fue tal que indujo a los mandos a desistir posteriormente de ulteriores acciones, pues lo limitado de los recursos quedaba en evidencia, ya que no iban a poder ser reabastecidos dado el aislamiento de las posesiones orientales con respecto a Italia.
En los meses sucesivos la balanza se decantaría por los británicos, los cuales podían hacer llegar refuerzos desde todas sus colonias.
Un saludo.
El 3 de agosto de 1940 se inician las operaciones contra Somaliland (la Somalia británica). La colonia estaba fuertemente guarnecida. Los ingleses habían construido una doble línea de hitos protegidos por alambradas. Las tropas de la guarnición, compuestas por 2 batallones indios y rhodesianos y fuerzas a camello británicas, eran particularmente aguerridas.
La ofensiva italiana de desarrolló en tres direcciones principales: la columna de la izquierda tenía por objetivo Zeila, la central Adadlek y la derecha Aducina. Estas dos últimas columnas debían unirse después para el ataque a Berbera.
Ataque a la Somalia británica
La marcha de las tropas italianas, a pesar de las malas condiciones del terreno y las altas remperaturas, que llegaban a los 50 grados, se efectuó rápidamente, traspasando la primera línea de defensa.
El 6 de agosto, la columna de la izquierda alcanza el mar y toma Zeila. Después, a lo largo de la costa, envía un destacamento a Bulhar.
Más difícil lo tuvo la columna central, que tras una dura marcha, tomaba contacto con el grueso de las fuerzas británicas en el paso de Karrin, debiendo emprender duros combates.
Los combates entre el paso de Karrin y Adadlek duraron 5 dias, alternándose los eventos. Al fin, los italianos hunden las líneas británicas y obligan al enemigo a retirarse hacia Berbera.
La segunda línea de resistencia británica, que circundaba Berbera fue cruzada tras 2 dias de ofensiva. En La Faruk, a unos 30 kilómetros de la capital de la colonia, las dos columnas que debían unirse toman contacto mientras de Bulhar avanzaba el destacamento enviado desde Zeila.
El general Nasi, comandante de las tropas operantes en Somaliland, había ganado la partida.
Tropas italianas tras conquistar el fuerte de Girreh
Las pérdidas británicas en hombres y material fueron considerables, lo que da una idea de los duros combates que se libraron en la llamada Batalla de Somaliland.
El 19 de agosto se enarbola en el palacio del gobernador británico el tricolor. Las tropas inglesas abandonaron la colonia a bordo de algunos navíos de guerra, bajo el cañoneo terrestre y los continuos ataques de la aviación.
Bandera británica capturada en Somaliland
La conquista de Somaliland fue la última acción ofensiva italiana en el Africa Oriental. El gasto material para la empresa fue tal que indujo a los mandos a desistir posteriormente de ulteriores acciones, pues lo limitado de los recursos quedaba en evidencia, ya que no iban a poder ser reabastecidos dado el aislamiento de las posesiones orientales con respecto a Italia.
En los meses sucesivos la balanza se decantaría por los británicos, los cuales podían hacer llegar refuerzos desde todas sus colonias.
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Avance hacia Egipto
El estado de las tropas italianas en Libia era un poco mejor que las del Africa Oriental. Las reservas que se habían acumulado, gracias a Italo Balbo, habían creado una situación de supremacía logística respecto a los ingleses.
Hasta el momento los ingleses habían eludido un encuentro en campo abierto; aplicaban la táctica del "mordi e fuggi" con emboscadas, casi todas de carácter nocturno, aprovechando las ondulaciones del terreno.
Unidad inglesa en una emboscada
El 9 de septiembre de 1940 Graziani ordena el inicio de la ofensiva italiana.
Las primeras tropas se ponen en movimiento. El avance fue caótico, ya que las unidades se superponían y los camiones veían dificultada su marcha por pistas destruidas por los ingleses.
Pero las avanzadillas se vieron muy pronto frente a una importante formación acorazada británica, mientras otros contingentes motorizados enemigos se iban concentrando en la zona interior.
Al alba del dia 12 se ordenó una parada para revisar todo el plan de ataque.
El plan operativo preveía, como directriz principal del ataque, un desplazamiento desde el interior para crear el factor de una acción envolvente de las fuerzas abversarias en una segunda fase, con un rápido posicionamiento sobre Sidi el Barrani. Esta maniobra táctica fue la elegida ya que se temía que si se operaba a lo largo de la carretera costera, las tropas italianas podían ser atacadas desde el mar, encontrándose así entre dos fuegos.
Tal hecho hizo que Graziani cambiara su diseño táctico. Todas las tropas disponibles fueron concentradas en dirección al mar desde donde, siguiendo la carretera costera, se continuó el avance.
Por la mañana, las 5 divisiones (62ª Marmarica, 63ª Cirene, la división CCNN 23 marzo y las 2 líbicas), más el Iº y el IIº "raggruppamento" de carros, al mando de Valentino Babini, y el "gruppo mobile Maletti", cruzan la frontera.
Las primeras compañías en moto de "bersaglieri", en servicio de descubierta, encuentran a los primeros ingleses en el paso Halfaya.
La columna italiana cae por sorpresa sobre Sollum y Halfaya. El primer objetivo se había cumplido; se trataba ahora de aprovecharlo a fondo, sacando a los británicos de sus bases y obligarlos a retirarse por las pistas del interior hacia la lejana Marsa Matruk.
El esfuerzo ofensivo italiano continuó, de esta manera, sobre la zona costera y el interior, apuntando decididamente hacia Sidi el Barrani.
La tarde del dia 13, tras 12 horas de ofensiva, las tropas italianas se encontraban a 25 kilómetros al sudeste de Sollum. El dia siguiente, llegan a Bug Bug, donde una imponente concentración de artillería trató en vano de frenar a las tropas de Graziani.
Entre el 16 y el 18 se consigue el objetivo. En las primeras horas de la tarde, los italianos entraban en Sidi el Barrani haciendo que la guarnición británica se diera a la fuga.
Base de Sidi el Barrani
Caía de esta manera uno de los mejores reductos a las puertas de Egipto.
Las columnas motorizadas que llegaban rápidamente por la carretera de la costa se vieron implicadas en algunos combates con la retaguardia enemiga.
La última tentativa de resistencia de los ingleses se dió a unos 20 kilómetros de Sidi el Barrani, lo que llevó a unas graves pérdidas por parte británica, las cuales dejaron sobre el terreno numerosos medios acorazados y mecanizados, destruidos por la artillería y la aviación.
Material británico abandonado
Tomada Sidi el Barrani, concluía la ofensiva italiana.
Pero nuevos problemas surgían a partir de ese momento, pues las tropas se encontraban en pleno desierto, alejadas de sus vecinas bases cirenaicas.
Los primeros 100 kilómetros de desierto habían abierto los ojos a todos sobre lo que sería la guerra en un futuro no muy lejano: no se encontraba agua, los motores de los camiones se calentaban en exceso y apenas se podía encontrar refugio para guarecerse del sol.
El ejército de Graziani, a partir de aquel momento, estaba literalmente "disuelto" a pesar de su victoria; acuartelados en guarniciones con demasiado espacio entre unidad y unidad y no teniendo noticia alguna durante más de 2 meses.
Mientras, los ingleses se preparaban.
Un autor francés llamará al objetivo obtenido "falsa propiedad".
Un saludo.
El estado de las tropas italianas en Libia era un poco mejor que las del Africa Oriental. Las reservas que se habían acumulado, gracias a Italo Balbo, habían creado una situación de supremacía logística respecto a los ingleses.
Hasta el momento los ingleses habían eludido un encuentro en campo abierto; aplicaban la táctica del "mordi e fuggi" con emboscadas, casi todas de carácter nocturno, aprovechando las ondulaciones del terreno.
Unidad inglesa en una emboscada
El 9 de septiembre de 1940 Graziani ordena el inicio de la ofensiva italiana.
Las primeras tropas se ponen en movimiento. El avance fue caótico, ya que las unidades se superponían y los camiones veían dificultada su marcha por pistas destruidas por los ingleses.
Pero las avanzadillas se vieron muy pronto frente a una importante formación acorazada británica, mientras otros contingentes motorizados enemigos se iban concentrando en la zona interior.
Al alba del dia 12 se ordenó una parada para revisar todo el plan de ataque.
El plan operativo preveía, como directriz principal del ataque, un desplazamiento desde el interior para crear el factor de una acción envolvente de las fuerzas abversarias en una segunda fase, con un rápido posicionamiento sobre Sidi el Barrani. Esta maniobra táctica fue la elegida ya que se temía que si se operaba a lo largo de la carretera costera, las tropas italianas podían ser atacadas desde el mar, encontrándose así entre dos fuegos.
Tal hecho hizo que Graziani cambiara su diseño táctico. Todas las tropas disponibles fueron concentradas en dirección al mar desde donde, siguiendo la carretera costera, se continuó el avance.
Por la mañana, las 5 divisiones (62ª Marmarica, 63ª Cirene, la división CCNN 23 marzo y las 2 líbicas), más el Iº y el IIº "raggruppamento" de carros, al mando de Valentino Babini, y el "gruppo mobile Maletti", cruzan la frontera.
Las primeras compañías en moto de "bersaglieri", en servicio de descubierta, encuentran a los primeros ingleses en el paso Halfaya.
La columna italiana cae por sorpresa sobre Sollum y Halfaya. El primer objetivo se había cumplido; se trataba ahora de aprovecharlo a fondo, sacando a los británicos de sus bases y obligarlos a retirarse por las pistas del interior hacia la lejana Marsa Matruk.
El esfuerzo ofensivo italiano continuó, de esta manera, sobre la zona costera y el interior, apuntando decididamente hacia Sidi el Barrani.
La tarde del dia 13, tras 12 horas de ofensiva, las tropas italianas se encontraban a 25 kilómetros al sudeste de Sollum. El dia siguiente, llegan a Bug Bug, donde una imponente concentración de artillería trató en vano de frenar a las tropas de Graziani.
Entre el 16 y el 18 se consigue el objetivo. En las primeras horas de la tarde, los italianos entraban en Sidi el Barrani haciendo que la guarnición británica se diera a la fuga.
Base de Sidi el Barrani
Caía de esta manera uno de los mejores reductos a las puertas de Egipto.
Las columnas motorizadas que llegaban rápidamente por la carretera de la costa se vieron implicadas en algunos combates con la retaguardia enemiga.
La última tentativa de resistencia de los ingleses se dió a unos 20 kilómetros de Sidi el Barrani, lo que llevó a unas graves pérdidas por parte británica, las cuales dejaron sobre el terreno numerosos medios acorazados y mecanizados, destruidos por la artillería y la aviación.
Material británico abandonado
Tomada Sidi el Barrani, concluía la ofensiva italiana.
Pero nuevos problemas surgían a partir de ese momento, pues las tropas se encontraban en pleno desierto, alejadas de sus vecinas bases cirenaicas.
Los primeros 100 kilómetros de desierto habían abierto los ojos a todos sobre lo que sería la guerra en un futuro no muy lejano: no se encontraba agua, los motores de los camiones se calentaban en exceso y apenas se podía encontrar refugio para guarecerse del sol.
El ejército de Graziani, a partir de aquel momento, estaba literalmente "disuelto" a pesar de su victoria; acuartelados en guarniciones con demasiado espacio entre unidad y unidad y no teniendo noticia alguna durante más de 2 meses.
Mientras, los ingleses se preparaban.
Un autor francés llamará al objetivo obtenido "falsa propiedad".
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