Tobar Donoso se quedó sin Teniente Político por amenazas de los armados
En Tobar Donoso hay 192 habitantes. En la parroquia se encuentra un destacamento del Ejército.
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Frontera | viernes 30/04/2010 Luis Charro, ex teniente político de la parroquia Tobar Donoso, desapareció del escenario político luego de que renunciara a su cargo. Ni siquiera el gobernador del Carchi, Efrén Benavides, sabe de él, a pesar de que Charro fue uno de sus cercanos colaboradores.
Lo único que en la Gobernación se conoce es que el ex representante del Ejecutivo en la localidad fronteriza con Colombia no quiso regresar más a Tobar Donoso, caserío del cantón Tulcán, enclavado en las selvas subtropicales entre Carchi y Esmeraldas.
La dimisión de Charro sucedió luego de que el 24 de febrero se produjeran cuatro muertes en la frontera. Desconocidos dejaron en la orilla ecuatoriana del río San Juan, es decir, en Tobar Donoso, los cadáveres de tres mineros ecuatorianos y el de un colombiano, presuntamente asesinados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Un helicóptero de la Fuerza Pública trasladó a Lita los cuerpos de Carlos Jairo Cuarán Rosero, Francisco Javier Morán Morán y Wilman Fernando Gima Rivera (ecuatorianos) y el del colombiano José Jurado. En esa nave iba el teniente político Charro.
Visiblemente nervioso, el funcionario confesó que habría preferido viajar a Tulcán, su ciudad natal. Luego de tres semanas, agradeció a Benavides por la confianza y el apoyo, y renunció. En Tobar Donoso se conoció que Charro había recibido amenazas, aunque no se precisó de quién.
Charro fue el teniente político que más había durado, después de Virgilio Mejía, quien ocupó ese cargo por casi 12 años. Pero Mejía, igualmente, regresó a Tulcán, empujado por amenazas.
Desde marzo no se ha podido designar al sustituto de Charro. Tobar Donoso tiene 192 habitantes, entre colonos e indígenas awa, y está ubicado frente a una zona dominada por la guerrilla y bandas delictivas organizadas.
Al menos, así lo confirma Inteligencia militar, que asegura que al otro lado del río San Juan, en Colombia, se disputan el territorio dos grupos vinculados al narcotráfico. Por un lado, la columna móvil Daniel Aldana del Frente 29 de las FARC y, por otro, los Águilas Negras, organización formada por disidentes de grupos paramilitares de Colombia.
El problema, además, gira en torno a la posición geográfica de Tobar Donoso, que tiene en Llorente, Colombia, su despensa y mercado más cercano. Los pobladores, que realizan sus actividades comerciales en pesos colombianos, acuden hasta Llorente a través del río, su principal ruta de conexión con zonas urbanas.
Desde la salida de Charro, el Estado ecuatoriano no tiene autoridades civiles en Tobar Donoso. A pesar de ello, la cotidianidad continúa en la parroquia, cuya economía late al ritmo de la extracción de oro de los ríos (San Juan, Canumbí y Mira), pero también de la explotación de madera.
En esa localidad casi nadie reconoce que vive con tensión, como aseguró Charro tras los cuatro asesinatos. Los habitantes prefieren no hablar de los ‘armados’. Sin embargo, no es un problema ajeno a las Fuerzas Armadas.
“La explotación minera a gran escala (en Tobar Donoso) atrae a los grupos irregulares”, dijo el general Ernesto González, jefe del Comando Conjunto de las FF.AA., en la ceremonia de cambio de mando de la Fuerza de Tarea Conjunta 1 Norte (a cargo de la seguridad en la frontera).
Los familiares de los mineros muertos creen que esa fue la causa del cuádruple asesinato. “Quisieron ahuyentar a los mineros”. La Fiscalía abrió un expediente por las muertes; la investigación sigue en indagación previa.
El Gobernador del Carchi busca al sucesor de Charro entre los awa. “Ellos tienen presencia en la región. Si tienen el perfil adecuado, podrían asumir la tenencia política”, señaló Benavides.