GRUMO escribió:Estimado Ecuatoriano
En inteligencia de se habla de area de interes y area de influencia.
Es obvio que para las FARC estas areas son independientes de las fronteras entre ambos paises.
Noticia muy preocupante. Y en el mismo tenor con que llamo la atención de la actitud colombiana al ingresar a un pais soberano, creo que es pertinente comentar que se requiere una decisión política muy fuerte frente a este atentado a la soberanía ecuatoriana. Que grupos armados pongan la agenda politica en la zona de frontera, es al que merece ser considerado.
Saludos cordiales
Grumo
Eso no es nada nuevo, y ha sido así siempre. Y antes era peor, porque no había presencia del Estado ni destacamentos militares fijos de ninguno de los dos lados. En lo que concierne al Ecuador, del lado de Esmeraldas y de Sucumbíos, el Estado ecuatoriano simplemente no tenía presencia.
Es una especie de Wild West que se extiende varios kilómetros desde la línea de frontera, hacia Colombia y hacia Ecuador. No sé qué similitudes o diferencias guarde esto con lo que pasa en el resto de las fronteras colombianas.
A inicios de los años 90 el Ecuador, presionado por los Estados Unidos, comenzó a hacer tímidos intentos por ver si se podía poner algo de orden por lo menos de este lado, haciendo patrullaje fluviales en el Putumayo. El problema es que no se hizo coordinación con los militares colombianos, que por otra parte le advertían al Ecuador de que no era una buena idea meterse por allí.
Sin coordinación con los colombianos (sus bases estaban por entonces muy lejos de allí) y sin apoyo aéreo, o medidas de contingencia, la cosa termino mal. En 1993 las FARC terminaron masacrando a una patrulla ecuatoriana, emboscada desde ambas riberas, en donde hubo de todo, hasta remate de heridos, y volamiento de cadáveres de oficiales con granadas. Nadie los fue a auxiliar. Ni del lado de Colombia, ni del lado del Ecuador. Y allí terminó la cosa.
Es un problema extremadamente difícil. Más facil para el Ecuador era volcar su energías al problema eterno que tenía con tu país. Allí sí había reglas más claras, cada uno sabía a qué atenerse, qué se podía esperar del otro, y cuáles eran los límites a los que se podía llegar, si las cosas se ponían mal.
Para un militar ecuatoriano en la década de 1990, ser destinado a un reparto militar en Sucumbíos era un destino mucho peor que ser destinado a un batallón de Selva en el suroriente ecuatoriano. Lo mismo ahora.
Saludos.