Guindarle una bomba a un avión siempre ha sido más fácil que darle equipo electrónico, por algo ya en la Primera Guerra Mundial habían bombarderos y de eso ha sido un siglo.
Imaginate no mas, empezar dandose de tiros a pistoletazo limpio con cada pasada, pero ya desde antes en Marruecos la aviación española, y luego durante la primera guerra los alemanes, estaban bombardeando con esto....
Tripulación de un Aviatik B.1 durante el invierno de 1914-1915, completamente uniformados contra las inclemencias y preprados para partir en un vuelo de reconocimiento. El piloto a la izquierda, lleva la camara manual de 25 cms. y el observador a la derecha, carga dos bombas Carbonit de 4.5 Kgs. para ser lanzadas sobre objetivos de oportunidad. Aqui todavia, el puesto del observador se situaba adelante en la proa y sostenia las bombas con las manijas que traia el artefacto; debia manipular los cables de seguridad, quitar el pin, y pasarle la bomba al piloto para lanzarla, o sacando el cuerpo sobre el borde de la proa, para lanzarla con mucha precausion y no pegarle a alguna parte de la aeronave por accidente.
Canastilla vertical de lanzamiento para las bombas Carbonit de 10 Kgs. adosada al costado del fuselaje de un Albatros B.II, en 1913, antes de la guerra. Se puede apreciar el cable de lanzamiento que sale desde la cabina del piloto. No quedaba mucho espacio para posisionar la canastilla en el costadoo de la aeronave entre el radiador lateral y la palanca de los alerones. El dispositivo creaba ademas mucha resistencia que reducia las velocidad y maniobrabilidad de la aeronave.
El observador de este Albatros C.1 recibiendo del servidor, una bomba Carbonit de 10 Kgs. durante la primavera de 1915.
Con el advenimiento del Albatros C.1 de dos puestos en 1915, se situo la posición del observador en la parte trasera; ya no se requeria el uso de las canastillas de lanzamiento y las bombas podian simplemente ser lanzadas por la borda, tal como lo demuestra el observador en esta imagen. Notese lo bien armado que iba este aeroplano, con una ametralladora Parabellum LMG 14 en el anillo pivotable del puesto del observador; sobre las alas llevaba una ametralladora frontal Madsen, apodada "El Mosquete", que sobrepasaba el arco de la helice; y por seguridad extra, también cargaban una Carabina 98 asegurada en el costado del fuselaje.
Aquí este LVG B. 1 en 1914, portando cuatro bombas Carbonit de primera generación, de 10 Kgs., suspendidas bajo el fuselaje por ganchos de lanzamiento; una operacion que desaseguraba los pins y ademas permitia armar los fusibles de las bombas. Posteriormente se agrego un disco que se seguraba con resortes, para impedir que las bombas rotaran en su posición movidas por el viento.
Artillero de cola de un Halberstadt CL. II en 1917, recibiendo bombas mortero de fragmentación para trincheras, designadas Wurfgranaten 15, que aumentaban aun mas el poder de fuego que tenia con las diez granadas barra, posicionadas en la canastilla exterior sobre el fuselaje, y que eran apodadas "Aplastadoras de Papas". Las aeronaves estaban bien equipadas con estas armas de infanteria modificadas, con las cuales atacaban las concentraciones de tropas y trincheras a baja altura. La banda de munición sobre la parte trasera del fuselaje, contenia bengalas que se lanzaban desde la aeronave para omunicarse con las tropas alemanas en tierra.
Mecanicos del Jasta 14 en 1917, ofrecen en esta imagen una idea comparativa del tamaño de las bombas de 12.5, 50, 100 y 300 Kgs. frente a este bombardero bimotor Gotha G.V. Las bombas pequeñas se usaron desde mediados de 1916, pero las mas grandes de 100 y 300 Kgs. solo aparecieron hasta un año despues; las primeras de ellas fueron arrojadas sobre St. Omer, Francia, en Agosto de 1917.
Salud.