¿Por qué fue derrotada la Corona Hispana en América?

Los conflictos armados en la historia de la Humanidad. Los éjércitos del Mundo, sus jefes, estrategias y armamentos, desde la Antiguedad hasta 1939.
Alkader Jesus Torres Soto
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Mensaje por Alkader Jesus Torres Soto »

tercioidiaquez escribió:
Pues yo creo que si, de hecho, ni siquiera se habria necesitado tener al Rey en America, pero con un Infante habria bastado para evitar o retrasar fuertemente los movimientos independentistas, al momento de invadir Napoleon un infante en America habria servido para cohesionar las colonias bajo un solo gobierno, aunque probablemente a la final habria sido coronado Rey, pero bueno, eso habria sido mejor que las decenas de republiquitas actuales.


La propuesta del conde de Aranda a Carlos III, colocar a un infante de la casa real en cada virreynato.
Interesante what if? que sería interesante hablar sobre él.
En mi opinión es una de las propuestas que menos atención han recibido por los historiadores y que podía quizás, haber cambiado la historia.[/quote

De verdad, opino que el principal error de la corona española de la epoca, ademas del desastre historico, o genocidio cultural que ejecutaron los colonos, fue la de no atender las crisis politicas, los habitantes de estas colonias se sentian practicamente humillados al ser limitados sus poderes o derechos, simplemente un criollo queria tener poder politico, pero un mestizo necesitaba de igualdad, cada quien queria su propia libertad

Esta corona nunca tomo en cuenta las ideas emergentes, que desde europa se profesaban a nuestros criollos, y que por sus capacidades economicas, pudieron tener acceso a ella, ideas que se arraigaron luego de haberse comenzado los distintos procesos independentistas.

No creo que la presencia de una persona, en cada virreinato o capitania general parara tal evolucion de ideas, libertad e igualdad eran las ideas principales de los pueblos, y por eso muchos de nuestros heroes americanos murieron.
Estas ideas fundaron al ejercito Bolivariano, y por eso este ejercito fue el forjador de la libertad de seis (06) naciones, y nunca mostrò ni la mas minima intencion de conquistar, sencillamente la opresion no reino frente a la voluntad de libertad.

Cada pueblo merece su historia, para España los errores de la epoca se deben convertir en virtudes, para los americanos, el heroismo alcanzado en la independencia, fue el inicio de la creacion de ideas que fortalecieron el patriotismo de cada nueva republica, y gracias a ello ahora celebramos doscientos (200) años de libertad, años de errores y triunfos, pero errores y triunfos propios.

Siempre tendremos la semilla europea, pero ahora somos iguales, paises en un contexto geopolitico complicado, donde cada movimiento debe ser marcado por la individualidad cultural y politica de cada nacion.

Mientras tanto, yo pertenezco orgullosamente al Ejercito Bolivariano, unico en traspasar sus fronteras para liberar y no para oprimir o conquistar, y recuerden las palabras de Morillo cuando llego vencido a europa.

"Alma indomable, a quien le basta un triunfo, el mas pequeño, para adueñarse de quinientas leguas de territorio. Bolivar es el jefe de mas recursos y no hallo como ponderar su actividad. Mucha fuerza se necesita para vercer a estos rebeldes que no desmayan con ninguna derrota y que estan resueltos a morir antes de someterse. Nada es comparable a la incansable actividad de este caudillo. Su arrojo y su talento son sus titulos para mantenerse a la cabeza de la revoluciòn y de la guerra. Bolivar es la Revoluciòn. (Morillo)
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pelotazo
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Mensaje por pelotazo »

reytuerto escribió:...
El otro punto, es un lugar común: A España, tanto durante los Austrias como con los Borbones, sólo iba un quinto de las riquezas extraidas. El resto quedaba en tierras americanas. Más que problemas por la riqueza en si (recuerda que en la Capt. de Vzla, se daban cosas tan curiosas como que un mulato...


Interesante dato. Si no fuera mucha molestia ¿podrías indicarme de donde lo sacaste?

Tremendo hilo. Enhorabuena a todos.


agualongo
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Mensaje por agualongo »

Estimado Alcalder

principal error de la corona española de la epoca, ademas del desastre historico, o genocidio cultural que ejecutaron los colonos, fue la de no atender las crisis politicas, los habitantes de estas colonias se sentian practicamente humillados al ser limitados sus poderes o derechos, simplemente un criollo queria tener poder politico, pero un mestizo necesitaba de igualdad, cada quien queria su propia libertad


¿Genocidio "cultural"? La verdad que genocidio, como su nombre indica únicamente puede ser exterminio masivo de personas y además con una voluntad de lograr ese exterminio, tal fue el caso del exterminio de los judíos... sólo eso. Lo demás es una utilización poco correcta del lenguaje. Y España no cometió ningún genocidio en América, o al menos, no más que ninguna otra nación que conquista terreno.

A diferencia de otras coronas, la española reconoció a los indios y su autonomía, como fue el caso de los araucanos.. éstos reconocían la soberanía del Rey de España y éste les reconocía su autonomía.. y así fue hasta que Chile acabó con la autonomía Mapuche.

No, no fueron los "pobres indios" los que buscaron la secesión o la independencia de España, ni tampoco los mestizos. Y en el caso concreto de Venezuela, te recuerdo que fueron los criollos los que se quejaron en Aranjuez de la política benevolente que España tenía con los "pardos", a la que tachaban de "indulgente"...

Te recuerdo que la Reales Cédulas de Aranjuez, de 31 de mayo de 1789 y 10 de febrero de 1795, suspendía el carácter "infamante" de zambo, pardo o quinterón.. y que fueron LOS CRIOLLOS de Caracas los que elevaron una protesta.. ,contra la política española favorable a los mestizos y mulatos: en concreto las del 31 de mayo de 1789 (que declaraba los derechos de los esclavos negros) levantó ampollas entre los blancos de Caracas...declararon al Rey que los negros son viciosos y vagos y esenciales a la economía y que las leyes aprobadas en Aranjuez eran contrarias al derecho de propiedad del amo con el esclavo...

No, el proceso de independencia de América es muy, muy, muy complejo... y desde luego, jamás fue una lucha entre los pobres, inocentes y explotados criollos frente a los ricos, culpables y explotadores españoles... en realidad fue un conflicto de españoles contra españoles...ninguno libre de culpa...

Los criollos jamás buscaron ninguna libertad, en Venezuela, formaban la aristocracia blanca, toda ella de origen peninsular, de origen godo, empezando por Bolivar... los criollos, los españoles de América, tenían el poder social, cultural, económico... y querían también el poder político para hacer leyes a su medida... además la frustración de los criollos era tanto más aguda cuanto que se sentían amenazados por la política socialrracial de la metrópoli y por su aplicación por los tribunales del Rey... para nada fue un conflicto de búsqueda de la libertad, todo lo contrario, si algo caracterizó a los estados criollos fue su violenta persecución de la misma y su dominio total del poder y del estado, como nunca había pasado en la época española.
Fueron esas leyes españolas que concedían derechos a negros y mestizos, un acicate más para que los criollos buscasen la independencia. Se sentían amenazados por ellas, pensaban que las leyes de España llevaría a una guerra de razas, como la ocurrida en la parte francesa de Santo Domingo.

Como escribió el Ayuntamiento de Caracas al Rey de España, quejándose por los derechos otorgados a negros, pardos, mestizos, cuarterones etc eran leyes hechas "para menoscabar la estimación de las familias antiguas, distinguidas y honradas

Saludos

Simón Bolivar pudo ser muchas cosas, pero jamás fue un Libertador, entre otras cosas porque no respetó el derecho de las personas a decidir si querían seguir vinculados a España, caso de gran parte de Venezuela, de la actual Colombia, de Ecuador, del Perú, etc


fercho
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Mensaje por fercho »

morillo regreso derrotado a españa?? que hable bien sobre la dererminacion de bolivar, es otra cosa,

el general morillo y morillo fue capaz de derrotar a bolivar y lo pudo derrotar en batalla,

pablo morillo era mejor militar y lo demostro en la 3ra batalla de la puerta, en donde pulverizo a bolivar, con un numero inferior de tropas,

concidero que el exito de morillo en 3ra de la puerta es mas respetable que el de bolivar en carabobo.


Pedro F.
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Mensaje por Pedro F. »

Los criollos jamás buscaron ninguna libertad, en Venezuela, formaban la aristocracia blanca, toda ella de origen peninsular, de origen godo,


Agualongo eso de godos ¿lo dices como parodiando como nos llaman a los peninsulares los canarios?

Un saludo


Gato pardo, gato negro, lo que importa es que caza ratones
ricalew
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Mensaje por ricalew »

Hoy es el bicentenario de la batalla de Paraguarí - Paraguay

http://www.abc.com.py/nota/bicentenario ... -festejos/

Hoy se cumplen 200 años de la victoria de Paraguarí, episodio que, con la batalla de Tacuary, 50 días después, marcan los momentos previos de la independencia paraguaya. La debilidad demostrada por los españoles y el vigor por los paraguayos fueron factores determinantes en el proceso que desembocó en la gesta emancipadora del 14 de mayo de 1811.

Muchos fueron los episodios que fueron marcando el colapso total del sistema colonial español en América: El derrocamiento del rey Fernando VII y la devolución, en Bayona, el 2 de mayo de 1808, de la corona española a Carlos IV, pero con varias condiciones. Luego de largas discusiones entre padre e hijo, el 5 de mayo, Carlos IV renunció a sus derechos en Napoleón y, por su parte, el 6 de mayo, Fernando también abdicaba de su corona.

La bandeja estaba servida, y Napoleón designó a su hermano José, soberano de Nápoles, para el trono vacante.

Noticias de Europa

Pero no solo el trono de España interesó al corso. Entraban en sus cálculos la conservación de los dominios españoles de ultramar, es decir, América y Filipinas. Para asegurarlo, ordenó la organización de una expedición para ocupar Buenos Aires, donde estaba de virrey un francés, Santiago de Liniers.

El enviado napoleónico llegó a Buenos Aires, donde, para recibirlo, Liniers había convocado al Cabildo y a la Real Audiencia. El enviado napoleónico entregó diversos documentos sobre las abdicaciones reales y sobre los últimos sucesos que tuvieron lugar en España. Para evitar disturbios, las autoridades virreinales del Río de la Plata ocultaron a la población dichos acontecimientos.

Cuando los porteños se enteraron de los sucesos y teniendo en cuenta que Liniers era de origen francés, aceptaron gustosos la designación de virrey a un español, Baltasar Hidalgo de Cisneros, al frente del virreinato del Río de la Plata. Pero no le esperaba un futuro despejado a Cisneros. Los bonaerenses impugnaron la legitimidad de su designación, cuando empezaron a llegar noticias acerca de control de Napoleón sobre toda la península.

Reacciones locales

Para enfrentar la nueva situación, se había convocado en Buenos Aires un cabildo abierto el 22 de mayo de 1810 y, dos días después, se llegó a un acuerdo a fin de constituir la autoridad dentro de una Junta compuesta por líderes de diversas agrupaciones, teniendo a Cisneros como presidente. Los líderes criollos, con el apoyo de la fuerza militar y la opinión pública, se rehusaron a aceptar el nombramiento de Cisneros y el 25 de mayo, cuando en votación formal se decidió en su contra, Cisneros presentó su renuncia. En consecuencia, se formó la Primera Junta Patriótica, presidida por Cornelio Saavedra, y, algún tiempo después, Cisneros fue remitido de regreso a España.

Reordenar la casa

Con el propósito de recomponer el virreinato, la Junta bonaerense había enviado al Paraguay al coronel José de Espínola y Peña (quien algún tiempo antes había sido depuesto de su cargo de comandante de la Villa Real de la Concepción). Espínola y Peña vino al Paraguay para entregar al gobernador Bernardo de Velasco unas notas, en las que la Junta bonaerense pedía el reconocimiento de su autoridad sobre el Paraguay y solicitaba el envío de diputados que fuesen a participar en sus deliberaciones. La segunda contenía instrucciones impartidas al mismo comisionado para el caso de que el pedido incluido en la primera fuese rechazado por el gobernador.

En ese caso, Espínola y Peña debía entenderse con el Cabildo asunceño y, una vez de acuerdo con esta corporación, depondría a Velasco y asumiría el mismo el gobierno de la Provincia. Pero la torpeza con que el comisionado Espínola y Peña actuó al iniciarse en el cumplimiento de su cometido vidrioso, reveló el plan y frustró el propósito prematuramente, arruinándoselo todo.

Por la fuerza

El 24 de julio fue reunida una Asamblea General en el templo principal de la Asunción, en donde los asambleístas resolvieron: “Que se observase una amistad fraternal con la Junta de Buenos Aires, sin reconocerlo superioridad, que se esperasen ulteriores decisiones de España y que entre tanto se procurasen todos los medios militares para poner la Provincia en defensa”.

Para torcer la situación según sus pretensiones, la Junta de Buenos Aires consideró llegado el momento de obligar a la provincia rebelde el Paraguay a someterse a sus designios. Para ello, en agosto de 1810 envió una expedición militar de 1.400 hombres al mando del general Manuel Belgrano, con seis piezas de artillería.

El 15 de diciembre de 1810, la fuerza argentina llegó a Candelaria. El 19, el ejército invasor cruzó el Paraná en el lugar conocido como Campichuelo, y llegó a Encarnación el 20 a la tardecita. La poca resistencia que encontró en Encarnación alentó a Belgrano a avanzar hacia Asunción, encontrando que en Paraguarí y alrededores le esperaban los paraguayos.

Defensa paraguaya

El gobernador Velasco, antes de partir a defender su provincia, fiel a la monarquía española y contraria a la rebelión porteña contra esa monarquía, mandó desocupar el colegio seminario y convertirlo en cuartel general, cerró el puerto asunceño y artilló algunos buques, que destinó a guardar la boca del río Paraguay. Confinó al fuerte Borbón a algunos ciudadanos y a un religioso que se habían insinuado adherentes de los porteños. Puso a la ciudad bajo la guardia del coronel Pedro Gracia, comandante político y militar de la villa de Ycuamandyyú, para preparar un ejército defensor de la provincia, mientras él viajó a juntar hombres y armamento en el interior del país, si bien no consiguió gran cosa, más que algunas lanzas, machetes, cuchillos y boleadoras, además de unas pocas armas de fuego.

Pero a los paraguayos eso no importó; según el informe de Velasco, se presentaron a defender su provincia “como si un rayo hubiera herido los corazones de estos incomparables provincianos, me hallé a los dos días de haber hecho circular los avisos con más de 6.000 hombres dispuestos a derramar la última gota de su sangre, antes que rendirse”.

En Yaguarón y Barrero Grande llegaron a reunirse aproximadamente 3.000 hombres, que fueron agrupados en dos regimientos de Caballería. De todas estas tropas regulares que se llamaban tropas regladas, solamente alrededor de 500 hombres tenían armas de fuego (carabinas y pistolas). El resto del ejército paraguayo no disponía sino de lanzas y boleadoras.

La artillería se componía de 18 cañones en estado de servicio, 14 de ellos medianos.

Para la oficialidad y la caballería solo había 21 pistolas, 169 espadas y 200 sables. Ante esta circunstancia, para enfrentar a las fuerzas de Belgrano, Velasco recurrió al amor propio de los paraguayos: Contaba, dijo, con el “empuje de la caballería criolla”, y esperaba que “vuestras lanzas son todavía más temibles. Soy viejo en la guerra y conozco cuánto vale esta clase de armas manejadas oportunamente por manos como las vuestras”. En número, el ejército paraguayo era superior al enemigo, pero en armamentos, muy inferior al mismo.

En el valle florido...

Ante el avance de Belgrano, Velasco concentró sus tropas en Paraguarí, y allí se dispuso a enfrentar al enemigo. Los porteños habían acampado en la ladera norte del cerro Mbaé, que desde entonces, y por haber sido ocupado por los expedicionarios, es llamado también Cerro Porteño.

Velasco dispuso que el Regimiento 1 de Caballería, comandado por el capitán mayor Juan Manuel Gamarra, ocupara unas lomas llamadas de Ñuatî, sobre el camino de Paraguarí a Yaguarón.

El Regimiento 2 de Caballería, comandado por el teniente coronel Manuel Atanasio Cabañas, ocupó el campo ubicado al pie del cerro Santo Tomás. Los regimientos de Urbanos se ubicaron dentro del casco del pueblo, con el gobernador, su Estado Mayor y la Infantería española al mando de los capitanes Pasea y Fornell.

Luego de algunas escaramuzas sin importancia, al alba del 19 de enero se realizó la batalla. Coincidentemente, ambos ejércitos decidieron atacarse el mismo día y a la misma hora: las 03:00 de la madrugada, con tal de aprovechar el factor sorpresa.

Luego de un ataque inicial, con ventaja para los porteños, al aclarar el día, los 460 hombres de Belgrano, con cuatro piezas de artillería y al mando del paraguayo José Ildefonso Machaín, alentados por el éxito inicial, avanzaron sobre Paraguarí.

El ataque porteño fue vigoroso, lo que en un momento dado puso en desbandada a los paraguayos, y cuando Velasco intentó pasar de una división a otra, fue rodeado por una compañía de porteños –comandados por el paraguayo Ramón de Espínola– y se vio obligado a huir hacia las cordilleras, abandonando a sus tropas. Fue esta una infeliz decisión de Velasco, que le desacreditó enormemente ante los ojos de los provincianos, pese a sus antecedentes políticos y militares.

Pese a la defección del jefe de gobierno, las milicias paraguayas, concertando fuerzas, presentaron batalla. El regimiento de Gamarra avanzó para interceptar a las fuerzas de Belgrano entre el cerro Mbaé y el arroyo Yuquyry, mientras el regimiento de Cabañas atacaba el pueblo de Paraguarí por el sector noreste, retomando las carretas y la artillería que los porteños habían tomado poco antes. Estos intentaron retirarse por donde habían venido, pero al verse atacados por los hombres de Gamarra, huyeron en desbandada.

A las 8:00, Belgrano entró en acción para defender a sus hombres atacados por los paraguayos, pero a orillas del Yuquyry fueron interceptados por las tropas comandadas por Fulgencio Yegros. Ante la aguerrida ofensiva paraguaya, Belgrano optó por retirarse, dejando a manos de los paraguayos dos cañones, 150 fusiles, municiones y 126 prisioneros, entre quienes se encontraba el que después fue gobernador de Santa Fe, Estanislao López. Los paraguayos tuvieron 70 bajas, entre muertos y heridos.

De esa manera, los paraguayos derrotaron al ejército invasor. Comandados por Cabañas, Gamarra, Yegros, Soriano y otros, obligaron a Belgrano a morder el polvo de la derrota, retirándose hacia el Paraná.

Dos meses después, el ejército de Belgrano era definitivamente derrotado a orillas del pequeño río Tacuary.
19 de Enero de 2011 00:00


ricalew
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Mensaje por ricalew »

Hoy es el bicentenario de la batalla de Paraguarí - Paraguay

http://www.abc.com.py/nota/bicentenario ... -festejos/

Hoy se cumplen 200 años de la victoria de Paraguarí, episodio que, con la batalla de Tacuary, 50 días después, marcan los momentos previos de la independencia paraguaya. La debilidad demostrada por los españoles y el vigor por los paraguayos fueron factores determinantes en el proceso que desembocó en la gesta emancipadora del 14 de mayo de 1811.

Muchos fueron los episodios que fueron marcando el colapso total del sistema colonial español en América: El derrocamiento del rey Fernando VII y la devolución, en Bayona, el 2 de mayo de 1808, de la corona española a Carlos IV, pero con varias condiciones. Luego de largas discusiones entre padre e hijo, el 5 de mayo, Carlos IV renunció a sus derechos en Napoleón y, por su parte, el 6 de mayo, Fernando también abdicaba de su corona.

La bandeja estaba servida, y Napoleón designó a su hermano José, soberano de Nápoles, para el trono vacante.

Noticias de Europa

Pero no solo el trono de España interesó al corso. Entraban en sus cálculos la conservación de los dominios españoles de ultramar, es decir, América y Filipinas. Para asegurarlo, ordenó la organización de una expedición para ocupar Buenos Aires, donde estaba de virrey un francés, Santiago de Liniers.

El enviado napoleónico llegó a Buenos Aires, donde, para recibirlo, Liniers había convocado al Cabildo y a la Real Audiencia. El enviado napoleónico entregó diversos documentos sobre las abdicaciones reales y sobre los últimos sucesos que tuvieron lugar en España. Para evitar disturbios, las autoridades virreinales del Río de la Plata ocultaron a la población dichos acontecimientos.

Cuando los porteños se enteraron de los sucesos y teniendo en cuenta que Liniers era de origen francés, aceptaron gustosos la designación de virrey a un español, Baltasar Hidalgo de Cisneros, al frente del virreinato del Río de la Plata. Pero no le esperaba un futuro despejado a Cisneros. Los bonaerenses impugnaron la legitimidad de su designación, cuando empezaron a llegar noticias acerca de control de Napoleón sobre toda la península.

Reacciones locales

Para enfrentar la nueva situación, se había convocado en Buenos Aires un cabildo abierto el 22 de mayo de 1810 y, dos días después, se llegó a un acuerdo a fin de constituir la autoridad dentro de una Junta compuesta por líderes de diversas agrupaciones, teniendo a Cisneros como presidente. Los líderes criollos, con el apoyo de la fuerza militar y la opinión pública, se rehusaron a aceptar el nombramiento de Cisneros y el 25 de mayo, cuando en votación formal se decidió en su contra, Cisneros presentó su renuncia. En consecuencia, se formó la Primera Junta Patriótica, presidida por Cornelio Saavedra, y, algún tiempo después, Cisneros fue remitido de regreso a España.

Reordenar la casa

Con el propósito de recomponer el virreinato, la Junta bonaerense había enviado al Paraguay al coronel José de Espínola y Peña (quien algún tiempo antes había sido depuesto de su cargo de comandante de la Villa Real de la Concepción). Espínola y Peña vino al Paraguay para entregar al gobernador Bernardo de Velasco unas notas, en las que la Junta bonaerense pedía el reconocimiento de su autoridad sobre el Paraguay y solicitaba el envío de diputados que fuesen a participar en sus deliberaciones. La segunda contenía instrucciones impartidas al mismo comisionado para el caso de que el pedido incluido en la primera fuese rechazado por el gobernador.

En ese caso, Espínola y Peña debía entenderse con el Cabildo asunceño y, una vez de acuerdo con esta corporación, depondría a Velasco y asumiría el mismo el gobierno de la Provincia. Pero la torpeza con que el comisionado Espínola y Peña actuó al iniciarse en el cumplimiento de su cometido vidrioso, reveló el plan y frustró el propósito prematuramente, arruinándoselo todo.

Por la fuerza

El 24 de julio fue reunida una Asamblea General en el templo principal de la Asunción, en donde los asambleístas resolvieron: “Que se observase una amistad fraternal con la Junta de Buenos Aires, sin reconocerlo superioridad, que se esperasen ulteriores decisiones de España y que entre tanto se procurasen todos los medios militares para poner la Provincia en defensa”.

Para torcer la situación según sus pretensiones, la Junta de Buenos Aires consideró llegado el momento de obligar a la provincia rebelde el Paraguay a someterse a sus designios. Para ello, en agosto de 1810 envió una expedición militar de 1.400 hombres al mando del general Manuel Belgrano, con seis piezas de artillería.

El 15 de diciembre de 1810, la fuerza argentina llegó a Candelaria. El 19, el ejército invasor cruzó el Paraná en el lugar conocido como Campichuelo, y llegó a Encarnación el 20 a la tardecita. La poca resistencia que encontró en Encarnación alentó a Belgrano a avanzar hacia Asunción, encontrando que en Paraguarí y alrededores le esperaban los paraguayos.

Defensa paraguaya

El gobernador Velasco, antes de partir a defender su provincia, fiel a la monarquía española y contraria a la rebelión porteña contra esa monarquía, mandó desocupar el colegio seminario y convertirlo en cuartel general, cerró el puerto asunceño y artilló algunos buques, que destinó a guardar la boca del río Paraguay. Confinó al fuerte Borbón a algunos ciudadanos y a un religioso que se habían insinuado adherentes de los porteños. Puso a la ciudad bajo la guardia del coronel Pedro Gracia, comandante político y militar de la villa de Ycuamandyyú, para preparar un ejército defensor de la provincia, mientras él viajó a juntar hombres y armamento en el interior del país, si bien no consiguió gran cosa, más que algunas lanzas, machetes, cuchillos y boleadoras, además de unas pocas armas de fuego.

Pero a los paraguayos eso no importó; según el informe de Velasco, se presentaron a defender su provincia “como si un rayo hubiera herido los corazones de estos incomparables provincianos, me hallé a los dos días de haber hecho circular los avisos con más de 6.000 hombres dispuestos a derramar la última gota de su sangre, antes que rendirse”.

En Yaguarón y Barrero Grande llegaron a reunirse aproximadamente 3.000 hombres, que fueron agrupados en dos regimientos de Caballería. De todas estas tropas regulares que se llamaban tropas regladas, solamente alrededor de 500 hombres tenían armas de fuego (carabinas y pistolas). El resto del ejército paraguayo no disponía sino de lanzas y boleadoras.

La artillería se componía de 18 cañones en estado de servicio, 14 de ellos medianos.

Para la oficialidad y la caballería solo había 21 pistolas, 169 espadas y 200 sables. Ante esta circunstancia, para enfrentar a las fuerzas de Belgrano, Velasco recurrió al amor propio de los paraguayos: Contaba, dijo, con el “empuje de la caballería criolla”, y esperaba que “vuestras lanzas son todavía más temibles. Soy viejo en la guerra y conozco cuánto vale esta clase de armas manejadas oportunamente por manos como las vuestras”. En número, el ejército paraguayo era superior al enemigo, pero en armamentos, muy inferior al mismo.

En el valle florido...

Ante el avance de Belgrano, Velasco concentró sus tropas en Paraguarí, y allí se dispuso a enfrentar al enemigo. Los porteños habían acampado en la ladera norte del cerro Mbaé, que desde entonces, y por haber sido ocupado por los expedicionarios, es llamado también Cerro Porteño.

Velasco dispuso que el Regimiento 1 de Caballería, comandado por el capitán mayor Juan Manuel Gamarra, ocupara unas lomas llamadas de Ñuatî, sobre el camino de Paraguarí a Yaguarón.

El Regimiento 2 de Caballería, comandado por el teniente coronel Manuel Atanasio Cabañas, ocupó el campo ubicado al pie del cerro Santo Tomás. Los regimientos de Urbanos se ubicaron dentro del casco del pueblo, con el gobernador, su Estado Mayor y la Infantería española al mando de los capitanes Pasea y Fornell.

Luego de algunas escaramuzas sin importancia, al alba del 19 de enero se realizó la batalla. Coincidentemente, ambos ejércitos decidieron atacarse el mismo día y a la misma hora: las 03:00 de la madrugada, con tal de aprovechar el factor sorpresa.

Luego de un ataque inicial, con ventaja para los porteños, al aclarar el día, los 460 hombres de Belgrano, con cuatro piezas de artillería y al mando del paraguayo José Ildefonso Machaín, alentados por el éxito inicial, avanzaron sobre Paraguarí.

El ataque porteño fue vigoroso, lo que en un momento dado puso en desbandada a los paraguayos, y cuando Velasco intentó pasar de una división a otra, fue rodeado por una compañía de porteños –comandados por el paraguayo Ramón de Espínola– y se vio obligado a huir hacia las cordilleras, abandonando a sus tropas. Fue esta una infeliz decisión de Velasco, que le desacreditó enormemente ante los ojos de los provincianos, pese a sus antecedentes políticos y militares.

Pese a la defección del jefe de gobierno, las milicias paraguayas, concertando fuerzas, presentaron batalla. El regimiento de Gamarra avanzó para interceptar a las fuerzas de Belgrano entre el cerro Mbaé y el arroyo Yuquyry, mientras el regimiento de Cabañas atacaba el pueblo de Paraguarí por el sector noreste, retomando las carretas y la artillería que los porteños habían tomado poco antes. Estos intentaron retirarse por donde habían venido, pero al verse atacados por los hombres de Gamarra, huyeron en desbandada.

A las 8:00, Belgrano entró en acción para defender a sus hombres atacados por los paraguayos, pero a orillas del Yuquyry fueron interceptados por las tropas comandadas por Fulgencio Yegros. Ante la aguerrida ofensiva paraguaya, Belgrano optó por retirarse, dejando a manos de los paraguayos dos cañones, 150 fusiles, municiones y 126 prisioneros, entre quienes se encontraba el que después fue gobernador de Santa Fe, Estanislao López. Los paraguayos tuvieron 70 bajas, entre muertos y heridos.

De esa manera, los paraguayos derrotaron al ejército invasor. Comandados por Cabañas, Gamarra, Yegros, Soriano y otros, obligaron a Belgrano a morder el polvo de la derrota, retirándose hacia el Paraná.

Dos meses después, el ejército de Belgrano era definitivamente derrotado a orillas del pequeño río Tacuary.
19 de Enero de 2011 00:00


ricalew
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Mensaje por ricalew »

[size=12]A 198 AÑOS DE LA BATALLA DE SAN LORENZO [/size]

En 1811, el gobierno bonaerense le encargó al general José de San Martín la creación de una unidad militar, una unidad de Caballería ligera convenientemente preparada.

En esos años, los franceses habían creado los granaderos de caballería que, en más de una ocasión, demostraron la eficacia de sus intervenciones.

La misión que se le encomendó tuvo mucha trascendencia en las luchas por la independencia de las provincias americanas, pues las innovaciones introducidas por San Martín permitieron contar con un ejército cuya eficacia quedó demostrada en las luchas contra los ejércitos españoles de América.

Paraguayos con San Martín

España intentó por diversos medios disuadir a los patriotas porteños de consolidar la independencia que venían concretando desde la Revolución de Mayo de 1810. Constantemente, las fuerzas realistas, venidas de Montevideo, asediaban el movimiento porteño y sus afanes de comunicación con las demás provincias. Para allanar los caminos de comunicación con los puntos poblados ubicados al norte de Buenos Aires, el gobierno bonaerense envió al general San Martín con sus flamantes Granaderos a Caballo para hacer frente a los ejércitos españoles.

Hoy, a 198 años...

Una importante batalla que se dio en ese sentido fue la célebre batalla de San Lorenzo, el 3 de febrero de 1813, hace 198 años.

Fue así que aquel día, bajo los muros del convento de San Carlos –en San Lorenzo– se encontraron ambas fuerzas y tuvo lugar la célebre batalla en la que la maniobrabilidad del regimiento de granaderos demostró su eficacia, frente a las tropas realistas. Fueron 125 hombres que derrotaron a 250 combatientes realistas, que venían incursionando saqueando las costas del Paraná, buscando aprovisionarse, debido al bloqueo que sufría Montevideo, baluarte españolista en el Río de la Plata.

Cuando, después de la batalla se hizo el intercambio de prisioneros, los españoles entregaron a las tropas de San Martín a tres paraguayos “quienes por sus heridas eran casi cadáveres”.

Uno de ellos fue un guaireño de 35 años, veterano de varias batallas –entre ellas las de 1806 y 1807–, apellidado Bogado. Su nombre, José Félix.

De esa manera, el paraguayo José Félix Bogado fue admitido en los Granaderos a Caballo, en calidad de Trompa de Ordenes. Para ejercer esas funciones, había que conocer una serie de códigos sonoros y tener buen oído y conocimiento musical. No podía ser menos de un hijo del Guairá.

José Félix Bogado había nacido, según algunos autores en el paraje de Capiivary (San Juan Nepomuceno), en 1777. Fue incorporado en el Ejército libertador del general José de San Martín, con quien hizo la campaña de los Andes, peleando por la emancipación chilena y peruana. Luego de una intensa vida militar y varios años de servicio, fue nombrado comandante militar de San Nicolás. Actuó en varias acciones durante las guerras civiles de las provincias argentinas. Falleció de neumonía doble, el 21 de noviembre de 1829.

Cuatro misioneros

No podía ser de otra manera. El territorio paraguayo de las Misiones desde siempre fue tierra de centauros. Sus despejados y ondulados campos invitan a cabalgar libremente por su inmensidad. Una inmensidad que invita al ejercicio de la libertad. Tal vez por ello fue la cuna de hombres con sueños libertarios, que descollaron en la campaña por la conquista de la libertad americana, al mando del genio militar del general San Martín, un coterráneo, pues era oriundo de una región vecina, Corrientes. Y sabido son los estrechos lazos que unen a misioneros y correntinos. Hasta su música, la polca syryry o chamamé es muy gustada por los paraguayos del sur (fue un paraguayo quien dio el nombre de chamamé).

Aquellos cuatro misioneros –pudieron ser más, pero son los que conocemos– fueron todos nacidos en San Ignacio, Misiones, como Rufino Bordón, integrante de los Granaderos a Caballo y que llegó al grado de sargento.

Otro sanignaciense que descolló en las batallas por la independencia de los países suramericanos fue Patricio Maciel, también conocido como “El Rayo de la Guerra”. Fue uno de los lugartenientes del general Lavalle en la Argentina e hizo las campañas de la Banda Oriental, Alto Perú, Chile, Ecuador y Perú. En el Perú y en Ecuador está considerado como uno de los próceres de esos países. Falleció en 1839.

Juan de Dios Romero es otro de los hijos de San Ignacio, Misiones, que descolló en aquellos memorables hechos. Fue integrante de los Granaderos a Caballos y se ganó el grado de capitán por su heroica actuación en el Ejército libertador.

El cuarto prócer de la Independencia americana oriundo de San Ignacio fue Vicente Suárez. Nació en 1794 y casi veinteañero actuó en el Ejército libertador comandado por el general San Martín, llegando a ostentar las presillas de capitán. Luego de la batalla de Nazca, persiguió con la caballería libertadora a las fuerzas del general O’Reilly, tomándolo prisionero a dicho oficial y su tropa. Falleció en la batalla de Junín, el 6 de agosto de 1824.

Otros paraguayos, cuyos nombres registra la historia, fueron: el coronel Ramón Díaz, vencedor del general Ordoñez; el coronel José María Rivera, Patricio Oviedo, sargento Eusebio Mariño, entre otros.

Un abogado gua’i en Buenos Aires

Hombre versado en cuestiones leguleyas fue el doctor José Francisco de Ugarteche, nacido en Villarrica, en 1768. Luego de iniciar sus estudios primarios en su ciudad natal, se trasladó a estudiar en Córdoba, Argentina, luego, a Chuquisaca, Bolivia, egresando como abogado.

Fue alcalde del Cabildo de Luján y tuvo destacada actuación en la revolución emancipadora argentina. Fue vicepresidente de la Asamblea Constituyente y vocal de la Cámara de Apelación en la Argentina.

También ejerció la representación de la provincia de Santiago del Estero en el Congreso Nacional de 1826 y fue asesor del Gobierno argentino. Ejerció el periodismo y en 1832, fue nombrado ministro de Hacienda argentino. Falleció el 3 de julio de 1834. Un hijo suyo combatió con las fuerzas del general San Martín.

De esta manera, queremos desempolvar del olvido los nombres de estos compatriotas que aportaron lo suyo en las luchas por la Independencia de los países americanos y rescatarlos como paradigmas de lo que son capaces los paraguayos, aun más allá del ámbito de nuestras fronteras nacionales.

http://www.abc.com.py/nota/paraguayos-e ... americana/


ricalew
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Mensaje por ricalew »

[size=12]A 198 AÑOS DE LA BATALLA DE SAN LORENZO [/size]

En 1811, el gobierno bonaerense le encargó al general José de San Martín la creación de una unidad militar, una unidad de Caballería ligera convenientemente preparada.

En esos años, los franceses habían creado los granaderos de caballería que, en más de una ocasión, demostraron la eficacia de sus intervenciones.

La misión que se le encomendó tuvo mucha trascendencia en las luchas por la independencia de las provincias americanas, pues las innovaciones introducidas por San Martín permitieron contar con un ejército cuya eficacia quedó demostrada en las luchas contra los ejércitos españoles de América.

Paraguayos con San Martín

España intentó por diversos medios disuadir a los patriotas porteños de consolidar la independencia que venían concretando desde la Revolución de Mayo de 1810. Constantemente, las fuerzas realistas, venidas de Montevideo, asediaban el movimiento porteño y sus afanes de comunicación con las demás provincias. Para allanar los caminos de comunicación con los puntos poblados ubicados al norte de Buenos Aires, el gobierno bonaerense envió al general San Martín con sus flamantes Granaderos a Caballo para hacer frente a los ejércitos españoles.

Hoy, a 198 años...

Una importante batalla que se dio en ese sentido fue la célebre batalla de San Lorenzo, el 3 de febrero de 1813, hace 198 años.

Fue así que aquel día, bajo los muros del convento de San Carlos –en San Lorenzo– se encontraron ambas fuerzas y tuvo lugar la célebre batalla en la que la maniobrabilidad del regimiento de granaderos demostró su eficacia, frente a las tropas realistas. Fueron 125 hombres que derrotaron a 250 combatientes realistas, que venían incursionando saqueando las costas del Paraná, buscando aprovisionarse, debido al bloqueo que sufría Montevideo, baluarte españolista en el Río de la Plata.

Cuando, después de la batalla se hizo el intercambio de prisioneros, los españoles entregaron a las tropas de San Martín a tres paraguayos “quienes por sus heridas eran casi cadáveres”.

Uno de ellos fue un guaireño de 35 años, veterano de varias batallas –entre ellas las de 1806 y 1807–, apellidado Bogado. Su nombre, José Félix.

De esa manera, el paraguayo José Félix Bogado fue admitido en los Granaderos a Caballo, en calidad de Trompa de Ordenes. Para ejercer esas funciones, había que conocer una serie de códigos sonoros y tener buen oído y conocimiento musical. No podía ser menos de un hijo del Guairá.

José Félix Bogado había nacido, según algunos autores en el paraje de Capiivary (San Juan Nepomuceno), en 1777. Fue incorporado en el Ejército libertador del general José de San Martín, con quien hizo la campaña de los Andes, peleando por la emancipación chilena y peruana. Luego de una intensa vida militar y varios años de servicio, fue nombrado comandante militar de San Nicolás. Actuó en varias acciones durante las guerras civiles de las provincias argentinas. Falleció de neumonía doble, el 21 de noviembre de 1829.

Cuatro misioneros

No podía ser de otra manera. El territorio paraguayo de las Misiones desde siempre fue tierra de centauros. Sus despejados y ondulados campos invitan a cabalgar libremente por su inmensidad. Una inmensidad que invita al ejercicio de la libertad. Tal vez por ello fue la cuna de hombres con sueños libertarios, que descollaron en la campaña por la conquista de la libertad americana, al mando del genio militar del general San Martín, un coterráneo, pues era oriundo de una región vecina, Corrientes. Y sabido son los estrechos lazos que unen a misioneros y correntinos. Hasta su música, la polca syryry o chamamé es muy gustada por los paraguayos del sur (fue un paraguayo quien dio el nombre de chamamé).

Aquellos cuatro misioneros –pudieron ser más, pero son los que conocemos– fueron todos nacidos en San Ignacio, Misiones, como Rufino Bordón, integrante de los Granaderos a Caballo y que llegó al grado de sargento.

Otro sanignaciense que descolló en las batallas por la independencia de los países suramericanos fue Patricio Maciel, también conocido como “El Rayo de la Guerra”. Fue uno de los lugartenientes del general Lavalle en la Argentina e hizo las campañas de la Banda Oriental, Alto Perú, Chile, Ecuador y Perú. En el Perú y en Ecuador está considerado como uno de los próceres de esos países. Falleció en 1839.

Juan de Dios Romero es otro de los hijos de San Ignacio, Misiones, que descolló en aquellos memorables hechos. Fue integrante de los Granaderos a Caballos y se ganó el grado de capitán por su heroica actuación en el Ejército libertador.

El cuarto prócer de la Independencia americana oriundo de San Ignacio fue Vicente Suárez. Nació en 1794 y casi veinteañero actuó en el Ejército libertador comandado por el general San Martín, llegando a ostentar las presillas de capitán. Luego de la batalla de Nazca, persiguió con la caballería libertadora a las fuerzas del general O’Reilly, tomándolo prisionero a dicho oficial y su tropa. Falleció en la batalla de Junín, el 6 de agosto de 1824.

Otros paraguayos, cuyos nombres registra la historia, fueron: el coronel Ramón Díaz, vencedor del general Ordoñez; el coronel José María Rivera, Patricio Oviedo, sargento Eusebio Mariño, entre otros.

Un abogado gua’i en Buenos Aires

Hombre versado en cuestiones leguleyas fue el doctor José Francisco de Ugarteche, nacido en Villarrica, en 1768. Luego de iniciar sus estudios primarios en su ciudad natal, se trasladó a estudiar en Córdoba, Argentina, luego, a Chuquisaca, Bolivia, egresando como abogado.

Fue alcalde del Cabildo de Luján y tuvo destacada actuación en la revolución emancipadora argentina. Fue vicepresidente de la Asamblea Constituyente y vocal de la Cámara de Apelación en la Argentina.

También ejerció la representación de la provincia de Santiago del Estero en el Congreso Nacional de 1826 y fue asesor del Gobierno argentino. Ejerció el periodismo y en 1832, fue nombrado ministro de Hacienda argentino. Falleció el 3 de julio de 1834. Un hijo suyo combatió con las fuerzas del general San Martín.

De esta manera, queremos desempolvar del olvido los nombres de estos compatriotas que aportaron lo suyo en las luchas por la Independencia de los países americanos y rescatarlos como paradigmas de lo que son capaces los paraguayos, aun más allá del ámbito de nuestras fronteras nacionales.

http://www.abc.com.py/nota/paraguayos-e ... americana/


El Voltigero
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Mensaje por El Voltigero »

A diferencia de otras coronas, la española reconoció a los indios y su autonomía, como fue el caso de los araucanos.. éstos reconocían la soberanía del Rey de España y éste les reconocía su autonomía.. y así fue hasta que Chile acabó con la autonomía Mapuche.

No, no fueron los "pobres indios" los que buscaron la secesión o la independencia de España, ni tampoco los mestizos.

En el caso de la guerra en Nueva España tampoco hubo delimitación clara en cuanto a que una categoría "racial" equivalía a un bando beligerante, quizá con la excpeción de los peninsulares que al menos hasta antes de 1821 (Iturbide y su Plan de Iguala) se mantuvieron fieles a la Monarquía hispana. Así como hubo indígenas, mestizos y criollos en el bando insurgentes también los hubo en el bando realista.
Después de la independencia a los indígenas les fue como en feria. Tan es así que dos de las guerras indígenas (la Guerra del Yaqui y la Guerra Social Maya) más cruentas en México tuvieron lugar en el caótico s.XIX (caótico hasta que llegó Don Porfirio).

Saludos cordiales.


Gonzalo de Córdoba
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Mensaje por Gonzalo de Córdoba »

Buenas de nuevo después de algún tiempo.

Me permito recomendar este número de la revista "Ahora información" sobre los bicentenarios de las independencias americanas. Es excelente:

http://www.carlistas.es/detalle_nota.php?id=596

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JuanAA
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Mensaje por JuanAA »

Hay que tener en cuenta el contexto para tener una respuesta completa, pero podemos redundar en las siguientes cirscunstancias:

En primer lugar España se encontraba en guerra contra Napoleón quien tomo practicamente todo el país si mal no recuerdo a excepción de la ciudad de Cadiz. Esto redujo significativamente la capacidad de España de 1808 a 1814 para actuar en sus colonias.

En segundo lugar la misma aliada en las guerras napoleonicas de España, Inglaterra; preparo las guerras de secesión del Imperio Español ya que si bien veía al Imperio Francés como el enemigo a corto plazo también veía a España como un rival a futuro. Se ve claramente en como futuros generales de la Independencia como San Martin, Alvear, etc... Partiría de Londres tras una reunión con Francisco Miranda y la formación de una logia secreta que siguió operando en América.

En tercer lugar tal como se a hablado mucho el propio Imperio estaba desprestigiado incluyendo la figura del Rey, los criollos no se sentían incluidos y muchos de los habitantes de las colonias buscaban su propio provecho por no sentirse partes de la identidad del Imperio Español (la poca recepción y consideración que tuvieron de este es gran responsable, lo único medianamente útil que habían hecho en mucho tiempo fueron las reformas borbonas).

En cuarto lugar había nacido una nueva corriente de pensamiento que influía en muchos de los independentistas de que el poder pertenecía al pueblo y este lo derogaba en el Rey. Caída la institución del Rey el poder se retrotraía al pueblo quien debía elegir su forma de Gobierno (y muchos de ellos admiraban la república de Estados Unidos). Además hay que sumar a esto que la Revolución Francesa y lo que enseño el Código Napoleónico sobre los derechos del hombre y que además de extenderse por toda Europa lo hizo por el mundo fue algo que desde un principio Fernando VII no acepto (tanto que tuvo que afrontar una Revolución en su propio país).

En quinto lugar debemos admitir que la fuerzas de España en América no pudieron responder adecuadamente en primer lugar y con el tiempo fueron perdiendo el animo lo cual por el contrario sobraba en las revolucionarias. De hecho las fuerzas del Alto Peru fueron las más leales y lucharon bastante bien (aca se ve el fenómeno de que los criollos apoyaban más la corona ya que debido a la revuelta de Tupac Amaru España necesito de su ayuda y los compenso con una buena situación política que se empeñaron en defender) pero justo con la restauración de la Constitución en España los principios que protegían se vieron contrariados y perdieron el animo.

Bueno podríamos seguir pero a rasgos generales esos fueron factores determinantes de la extinción del gobierno Español en América. El hecho de que hoy en día haya muchas Repúblicas es una clara muestra de que estuvo metida la mano de Inglaterra en todo esto (y este es un tema muy interesante para debatir).


fercho
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Mensaje por fercho »

Personalmente este tema es de vital importancia,

la caída del imperio no fue cosa de que unos cuantos generales se alzaron en contra de los españoles "opresores y malosos", obviamente esto tubo un trasfondo internacional, Inglaterra y Francia indudablemente contribuyeron en financiar,facilitar y apoyar a los rebeldes "mal llamados patriotas e insurgentes".

estoy seguro, que si el imperio se hubiese mantenido unido y la pepa hubiese sido aceptada con mayor facilidad el imperio se hubiece federalizado

y lo mas importante se hubiece mantenido --UNIDO-- listo para afrontar los peligros de la soberbia el celo y ala avaricia de los ingleses y franceses y mas tarde de los estadounidences

los nacionalismos regionales destruyeron con el apoyo de los ya mencionados lo que pudo habercido una superpotencia aguardando a despertar en los siglos 19-20 y con plenos poderes en el 21

simplemente inglaterra y francia, hicieron lo que mas le convino para su futuro como naciones lideres, alimentaron,financiaron,armaron y apoyaron a rebeldes y traidores en toda las america hispanica para separarla. ---DIVIDE Y VENCERÁS---


para desunirla y manteniendolas debiles y faciles de chantajear,robar y saquear como hasta la fecha aun pasa.


francamente hoy en dia si se formace un proyecto para formar una federacion o una mancomunidad de paises hispanicos con una economia unida en 1 sola moneda y fuerzas armadas coordinadas que incluya a hispanoamerica,españa,portugal,brasil y hasta filipinas por que no..la apoyaria sin pensarlo 2 veces.

con esto se matarian muchos pero muchos de pajaros con un solo tiro, el problema son los nacionalismos burdos.

yo no celebro ninguna fulana independencia.


acetes
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trescientos años de calma no bastan...

Mensaje por acetes »

Bolívar, uno de los grandes líderes de la historia americana, dijo una vez, "trescientos años de calma no bastan?" refiriéndose a los tres siglos de gobierno español en América. Mi respuesta, luego de doscientos años de histeria americana, es: no. Habría sido mejor no perder la calma. La que nunca más tuvimos. Aún hoy, en muchos de los países americanos, especialmente en Venezuela, se reniega de nuestra herencia hispánica (se maldice al padre con su propia lengua) y se acepta, como borregos necios y ciegos, lo que la calumnia de la propaganda anglosajona vertió sobre nuestra historia. Desmanes en la conquista los hubo, pero no se habla sobre el genocidio continuo perpetrado por los aztecas, por poner un ejemplo. Se cree, como si fuéramos borricos sin criterio, que aquí se vivía en la Arcadia feliz e inocente, en un comunismo edénico. Tonterías europeas, por cierto, que siglos después seguimos repitiendo. Después continuaré con esta idea, que de ninguna manera es mía...


El Voltigero
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Re: trescientos años de calma no bastan...

Mensaje por El Voltigero »

acetes escribió:Bolívar, uno de los grandes líderes de la historia americana, dijo una vez, "trescientos años de calma no bastan?" refiriéndose a los tres siglos de gobierno español en América. Mi respuesta, luego de doscientos años de histeria americana, es: no. Habría sido mejor no perder la calma. La que nunca más tuvimos. Aún hoy, en muchos de los países americanos, especialmente en Venezuela, se reniega de nuestra herencia hispánica (se maldice al padre con su propia lengua) y se acepta, como borregos necios y ciegos, lo que la calumnia de la propaganda anglosajona vertió sobre nuestra historia. Desmanes en la conquista los hubo, pero no se habla sobre el genocidio continuo perpetrado por los aztecas, por poner un ejemplo. Se cree, como si fuéramos borricos sin criterio, que aquí se vivía en la Arcadia feliz e inocente, en un comunismo edénico. Tonterías europeas, por cierto, que siglos después seguimos repitiendo. Después continuaré con esta idea, que de ninguna manera es mía...


¿genocidio azteca?


Para nosotros, la patria es América.

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