Mauricio escribió:GUARIPETE escribió:no es twiter Malcomn los documentos sobre el tema están en la red por ejempl
Mentira.
No hay documentos. Esto lo copiastes palabra por palabra de Aporrea.
http://www.aporrea.org/medios/a29037.htmlUn tristísimo y desafortunado artículo que no cita fuentes corroborables y no provee de documento alguno para sustentar sus acusaciones. O sea, un vulgar trabajito de difamación e incitamiento. Bastante típico del contenido de la prensa oficialista durante los días de la campaña que culminó con el cierre de RCTV.
...y aunque fuese verdad Mauricio, este
affaire de los supuestos F-16 con la gente de RCTV, no represento nada distinto de lo que 7 años antes se había ventilado, durante lo que se considero
"el Contrato del Siglo", la venta de armamentos mas significativa durante toda la década de los 70's. El reemplazo de casi toda la flota de aeronaves de combate de cuatro de los principales miembros de la OTAN: Holanda, Bélgica, Dinamarca y Noruega.
En total comprarían 1.000 caza exactos, repartidos entre las cuatro naciones, pero que inicialmente fueron 468 cazas. Los grandes jugadores de la industria aeroespacial que participarían en este histórico súper
match corporativo, fueron General Dynamics Co. concursando con el novísimo caza
fly-by-wire F-16
Falcon; Marcel Dassault-Breguet Aviation con el
Mirage F1-M53; Northrop Corp. con el YF-17
Cobra, predecesor del McDonnell-Douglas F-18
Hornet y finalmente SAAB con su J37
Viggen.
YF-16
Falcon y YF-17
Cobra. Lucharon por el concurso norteamericano por el
Light Weight Fighter (LWF) que gano el YF-16 con un contrato para la USAF, un preambulo para la mayor batalla que vendria ser el
Contrato del Siglo. El LWF seria renombrado como
Air Combat Fighter (ACF) para atraer posibles clientes extranjeros
El escenario estaba preparado para una de las más increíbles confrontaciones por el más jugoso contrato militar de la historia. Presidentes, senadores, políticos, militares, reyes, soberanos, héroes de guerra, diseñadores aeronáuticos y vendedores de armas de muchas naciones se habían involucrado en los años previos, en el mayor escándalo de sobornos para compras de armamento, jamás concebido. Escándalo que precedió a la firma de este
Contrato del Siglo: los sobornos de la Lockheed Corporation.
No escapo nadie a la espiral de influencias, cayeron los funcionarios de Lockheed, se enlodo al príncipe Bernardo de Holanda, se involucro al presidente de Italia, Giovanni Leone, al ministro de defensa de Alemania, Franz Josef Strauss, al primer ministro japones Kakuei Tanaka, al ministro de finanzas Eisaku Sato y al héroe de Pearl Harbor, Minoru Genda, jefe de la Fuerza Aérea de Auto Defensa de Japón; también se involucro al famoso traficante de armas saudí, Adnan Khashoggi y al "agente secreto" de la Lockheed, Yoshio Kodama, encargado de distribuir las cuantiosas sumas de dinero a las personalidades de la política japonesa. También cayo Thomas V. Jones, presidente de Northrop Corp. por sobornos a personalidades extranjeras y murió en un extraño accidente, el General francés Paul Stehlin de tendencia pro-americana y ex jefe de estado mayor de
l'armée de l'air, justo antes de la adjudicación del contrato. El escándalo alcanzo las más altas esferas políticas y militares de multitud de países como Alemania, Holanda, Italia o Japón.
El escándalo de dineros cobro las cabezas de la mayoría de las figuras antes mencionadas, pero en especial a los ejecutivos de Lockheed, su jefe de junta directiva Daniel Haughton, y a su presidente Carl Kotchian. El alcance fue global y se descubrió que los sobornos llegaron a casi todas las naciones de Latinoamérica, Medio Oriente y Asia. Tampoco escaparon Brasil, Argentina, Chile, Colombia y por supuesto Venezuela.
Los escándalos de la Lockheed habían girado entorno a muchas de sus aeronaves como el jet comercial Lockheed L-1011
Tristar, el patrullero naval P-3
Orion y por sobre todo, el caza supersónico Lockheed F-104
Starfighter, el
"hacedor de viudas", con el cual se habían dotado a numerosas fuerzas aéreas europeas, entre ellos, casi unos 350 ejemplares para Alemania Federal. Ese había sido en realidad el primer Contrato del Siglo ocurrido a mediados de los 60's, pero ahora, a mediados de los 70's empezaba la batalla por el segundo Contrato del Siglo, mucho mas numeroso y mas costoso que el anterior.
A pesar de que Europa deseaba remediar el asunto de la dependencia del material aéreo norteamericano, era indudable que el F-16 llevaba la delantera en materia tecnológica y en puro desempeño frente a los otros tres contendientes, el F1-M53, el YF-17 y el
Viggen. Todo muy a pesar de los esfuerzos de Marcel Dassault por demostrar las cortapisas del
fly-by-wire empleado en el F-16, haciéndola parecer como una peligrosa tecnología no probada. Omitía a su vez así, sus propios desarrollos como el Mirage G8 y el Mirage G8B de geometría variable, los cuales habían sido un triunfo asombroso de la industria francesa a fines de los 60's, pero que los propios generales de
L'Armée de l'Air habían desestimado en su momento por ser
pasée, no ajustados a "la moda militar" del momento.
Dassault desesperado y frustrado frente al cambiante gusto de los generales francés, se había quejado por lo que consideraba un desperdicio de recursos seguir los gustos volubles de la fuerza aérea francesa. Pero nada valió. Solo podía ver como sus diseños y prototipos, muchos financiados de su propio bolsillo, seguían un camino ya conocido: el Museo de la Aviación.
Ante ello, se trago sus propias doctrinas y ofreció al F1 repotenciado con el motor M53 SNECMA antes de iniciar la competencia, una evolución con 18% de potencia mas que el original Atar 9K50; predico el europeísmo y señalo que si Francia seguía el camino de los cuatro proponentes del
Contrato del Siglo, nada detendría la marea que seguiría a continuación.
Prototipo del F1 con motor M53 con el esquema de la Union Europea en un intento por ajustarse a una idea de industria aeroespacial mancomunada de cara a obtener el contrato de los cuatro paises.
Todo fue en vano. Frente a la sombra de los sobornos de la Lockheed ocurridos durante los años previos, el
Affaire del Siglo aumento en crescendo y todos los ojos de la industria aeroespacial estaban puestos en el contrato. El F-16 demostró ser un contendor portentoso que giraba en círculos alrededor de los otros tres. Solo el F1-M53 representaba una seria amenaza, pero no había nada que hacer, El
Falcon lo sobrepasaba en casi todos los regímenes de la envolvente de vuelo y además General Dynamics ofrecía el mejor paquete por compensaciones y
off-sets, de los cuatro contendientes.
El YF-17 apenas si contaba con un prototipo y sufría de los usuales problemas de dentición con un programa de pruebas que apenas se desarrollaba al momento de entrar en la lucha por el contrato. El
Viggen ofrecía una original alternativa bajo la óptica de la doctrina militar sueca que proponía aeronaves que despegaran de pistas sin preparar y cuya logística y mantenimiento fue lo mas sencillo posible. En esa área el
Viggen ganaba quizás uno de los pocos regímenes de la envolvente que el F-16 no dominaba sobre los demás. El F1 se apartaba de la usual implantación alar en delta y Dassault se ajustaba a la directriz que proponía un ágil caza multirol, exhibiendo una clásica instalación con planos de cola junto con la distintiva línea de dardo del fabricante francés.
El gran ganador del
Contrato del Siglo fue General Dynamics, en medio del ambiente caldeado de los países europeos avocados al pan-europeísmo, sobre todo Francia y su mas emblemática empresa aeroespacial, Marcel Dassault-Breguet, que defendían el derecho de la industria europea a desligarse del paternalismo que durante décadas había ejercido Estados Unidos, sobre la escogencia del material aéreo a utilizar en las fuerzas aéreas del viejo continente.
Para David S. Lewis, presidente de General Dynamics, la adjudicación del
Contrato del Siglo fue un verdadero triunfo personal.
Mirage G8 predecesor fracasado del
Mirage F1, exhibido en el
Musee de l'air et de l'espace en Le Bourget, Paris.
Salud.