Bueno, pues ahi va la primera de las anecdotas a modo de ensayo
HISTORIAS PICARAS, TRAGICAS, HUMANAS
UN ESPAÑOL EN LA LEGION EXTRANJERA FRANCESA
1983 – 2010
DJIBOUTI (AFRICA DEL ESTE) 1985-1987
El pastorcillo macarra
En 1986, la guerra civil en Etiopia, que nunca habia cesado entre los Amharas cristianos y las tribus musulmanas del Tigré y Danakil, recrudecio.
Ante la posibilidad que facciones enemigas atravesaran el territorio de Djibouti, las autoridades francesas decidieron desplegar un dispositivo de vigilancia en la frontera oeste del pais.
Mi compañia se cantono cerca de la region de Galafi, cubriendo una distancia de 50 kilometros. El puesto de mando al que yo pertenecia con mi camion radio se instalo cerca de un campamento de nomadas afares.
Contrariamente al resto de Africa, los nomadas de Djibouti, particularmente los afares, nunca se acercan a los blancos para mendigar.
El campamento afar consistia en varias cabañas (toukoules) hechas con ramas cubiertas de pieles de cabra. Los hombres no estaban alli, debian recorrer las pistas de caravanas para comerciar.Las mujeres, como siempre, pasaban el tiempo buscando leña y agua, varias horas cada dia, cada vez mas lejos. El trabajo de los niños consistia en guardar las cabras, que constituyen su unica riqueza .
Las cabras de la region son increibles, encuentran para comer en medio de las piedras. Pueden encaramarse a los arboles para comerse las espinas de acacia. Pero lo que prefieren es el carton, es su « caviar ».
Asi pues, poco despues de nuestra llegada, las cabras del campamento afar empezaron a rodar cerca de los cartones de agua. Y detras de las cabras, se acercaron los pastorcillos, un niño de unos 14 años y su hermana un poco mas joven.
El niño parecia un poco menos salvaje que habitualmente, incluso hablaba un poco de francés. Como los adultos estaban ausentes, se veia que era el jefe de la tribu. Llevaba a la cintura el cuchillo tradicional, el « gilé », curvo y afilado, y como todos los afares tenia la mirada fija, el blanco de los ojos enrojecido por el humo de la cabaña.
Con el paso de los dias fuimos discutiendo con él, le compramos una cabra para comer, le dimos agua, etc.
Cuando cogio confianza ofrecio vendernos vino de palma. Era raro, los afares son musulmanes fanaticos, con costumbres salvajes, como cortar los testiculos o coser el sexo de las niñas. Por lo visto el pastorcillo habia frecuentado las ciudades.
El vino de palma se extrae de las palmeras datileras ; despues tiene que fermentar varios dias al sol, y se convierte en una bebida alcolica bastante fuerte.
Le compramos su bebida, mas para hacerle un favor que por gusto, porque el vino de palma es infecto.
Al dia siguiente volvio y comenzo a dar vueltas alrededor, sin decidirse a hablar.
Al final se acerco al capitan y le propuso algo. Vi la cara del oficial volverse palida, le grito y le echo de alli.
El capitan era un tipo formidable, le encantaban los niños (tenia 3) y me extraño su reaccion. Dio la orden de impedir que el pastor se acercara al puesto, se le veia alterado.
La noche siguiente estabamos alrededor del fuego, comiendo. El capitan, que continuaba triste, nos explico la propuesta del pastorcillo. Queria « alquilarnos » su hermana de 12 años a cambio de unas monedas, y como las jovenes afares deben llegar virgenes a la noche de bodas (la tradicion dice que el marido debe atravesar el sexo cosido de la mujer con el suyo, imaginaros la masacre), nos aconsejaba de « solamente » la sodomizar.
Lo que mas le dolia, nos dijo, era que el niño pensara que podiamos aceptar una proposicion asi.
Y es que la miseria no es noble, ella puede transformar el ser humano en monstruo.