El General Más Brillante de la Historia

Los conflictos armados en la historia de la Humanidad. Los éjércitos del Mundo, sus jefes, estrategias y armamentos, desde la Antiguedad hasta 1939.

¿Quien considera usted que es el General mas brillante?

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Isocrates
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Mensaje por Isocrates »

capricornio escribió:Hombre, al ritmo al que va me veo con Aníbal de vuelta a África sin haber perdido nunca y lo que es peor, hasta ganando o haciendo tablas en Zama. Que mala suerte la del púnico, nunca pierde y al final terminan firmando una rendición y todo. Me recuerda esa frase posterior que reza "De victoria en victoria hasta la derrota final"



Pues sí. Si el mismo Polibio señaló que Anibal fue de vuelta a África sin haber sido derrotado nunca en Italia, supongo que es algo que no debiera sorprender. Por supuesto, en Zama fue derrotado y sobre eso no hay ninguna duda. La mala suerte debe ser la de loas romanos que, por lo que se pretende, estuvieron derrotándole una y otra vez sin que el historiador más reputado de la época se enterase. ¡¡Eso sí es mala suerte!!
Bueno, entrando en materia, creo que el debate sobre la 1ª batalla de Nola no estriba en la semántica de si yo he dicho "puesto en fuga" y Livio no lo menciona expresamente pero lo deja claro con su descripción al narrar la victoria romana y un abandono de sus planes y marcha de Aníbal tras el enfrentamiento.


Bueno, eso de que "lo deja claro" resulta un tanto subjetivo. El caso es que nunca dice que el ejército cartaginés fuera desbordado en modo alguno. Los planes de Anibal no eran -y Livio nunca dice que fueran- derrotar a Marcelo y tomar la ciudad, sino mantener ocupado a Marcelo y crear confusión para dar a sus partidarios la oportunidad de actuar. Y eso lo hizo. Él cumplió sus planes, y como al bando popular no actuó, se marchó




Por otro lado yo discrepo que porque sea en el terreno que hay delante de una ciudad no pueda ser calificada una batalla como campal. Los obstáculos del terreno pueden ser naturales o artificiales. En numerosas batallas se acaba luchando a las puertas del campamento enemigo, estructura igualmente artificial, y no por ello dejan de ser batallas campales. Otras veces la causa que limita o dificulta la maniobra es un bosque, un río o una elevación. En muchos de los casos que he descrito la presencia de la ciudad no es obstáculo para que los ejércitos formen y entablen batalla en el terreno situado entre esta y el campamento enemigo. De hecho no hay mención a apoyo desde los muros con escorpiones, faláricas o similares (en otros casos sí y evidentemente estaríamos hablando entonces de asaltos a ciudades más que de combate campal).



Estamos hablando de ciudades relativamente grandes en cuyo interior podían quedar miles de soldados fuera de la vista del enemigo dispuestos a salir en el momento oportuno. Por otro lado, los escorpiones solo se mencionan cuando causan "bajas famosas", pero es evidente que estarían apostados en todas las murallas.

Su visión de los fracasos de Aníbal para intentar tomar ciudades tampoco la puedo compartir. Livio describe como un sector ciudadano está dispuesto a facilitar el cambio de bando de la localidad mediante traición. En concreto planean cuando se produzca su salida, dejar fuera al ejército romano y no dejarlo volver a entrar, al tiempo que le dejan sin provisiones. Esto no lo pueden llevar a efecto porque Marcelo toma medidas una vez le informan de los planes de traición. Livio narra que Aníbal sospecha que el plan de los rebeldes nolanos es conocido y no se pone en práctica por miedo. Al no ver reacción de su quinta columna, se dirije a asaltar la ciudad con maquinaria de asedio confiando en que en esa situación de caos durante el asalto sus partidarios dentro puedan encontrar la oportunidad para proceder conforme a lo acordado y finalmente se logre la toma de la ciudad. El descubrimiento del plan no es culpa de Aníbal, pero sí el ser sorprendido durante su aproximación a las murallas y no prever que si sus aliados no actuaban era porque algo pasaba y le estaban preparando una sorpresa a las puertas de la misma.



Sorpresa que es puntualmente contrarrestada por el ejercito cartaginés, que detiene el avance de la primera salida por la puerta y, con toda seguridad, de las posteriores por los flancos. Pero, antes de la injustificada valoración personal final, he ahí el motivo de la aproximación de Anibal: dar la oportunidad de actuar a sus aliados. Se la dio, y ya está. Ellos no la aprovecharon así que él se fue.



En Cumas, Livio cita que la salida de los romanos hace huir hasta las tiendas a los cartagineses, afirmando textualmente que "ese día parecían más los cartagineses los sitiados que el sitiador". No habla de repliegue rápido de los defensores de la ciudad. Y esta condición de asediado sólo se explica si los persiguen. Pero bueno, creo que es lo de menos. A fin de cuentas Aníbal trata de tomar al asalto la ciudad y es rechazado. Y ante la negativa del enemigo a combatir en campo abierto, se retira, renunciando a la toma de la urbe. Ciudad que ambicionaba por ser puerto de mar, además de las ganas de desquite que tenía por haber destruido días antes Graco a un ejército de sus aliados campanos gracias a la información brindada por los cumanos.



No sabemos gran cosa sobre la situación interna de Cumas o sobre el motivo concreto de las acciones de Anibal allí. Evidentemente, nadie niega que Anibal fracasó en un buen número de intentos de tomar ciudades, fortalezas y plazas fuertes.
En mi opinión el asedio más espectacular de toda la guerra es el de Siracusa seguido de la toma relámpago de Cartago Nova. Sagunto no debía ser tan complicada cuando los Escipiones la capturan probablemente a finales de otoño del 214 a.C. tras la campaña del verano de Cneo por la Oretania y con una mención muy escueta de los historiadores.


Sin duda el asedio de Siracusa fue espectacular, pero no hay que olvidar que la ciudad no fue tomada porque los asaltantes fueran capaces de romper las defensas siracusanas, sino por traición -o puedes llamarla como quieras- que franqueo el paso libre a los romanos. Cartago Nova fue tomada -de forma muy extraña, pero no entremos de momento en eso- por encontrarse prácticamente sin defensores. El sitio de Sagunto es de los pocos que terminan al asalto. Y para apreciar la complicación del sitio de Sagunto basta con visitarlo.


Incluso Útica, con su bloqueo marítimo y terrestre, aparenta ser más complicado. O Tarento con su faceta naval y terrestre y el atrincheramiento en la ciudadela. El asedio, bajo mi óptica es el talón de Aquiles de Aníbal, y la fuente de una gran parte de los reveses de mayor o menor entidad que padece durante la guerra. Personalmente creo que el que le repitieran con éxito una y otra vez la estratagema de la salida en tromba por las puertas es significativo de que algo fallaba o de que no atinaba a encontrar una medida para contrarrestarlas.


Bueno, es que es la generosa lectura que usted realiza la que le lleva a pensar que la "salida en tromba" resolviera algo con especial éxito. Que el asedio es el problema fundamental del ejercito de Anibal es algo bastante evidente, pero, la verdad, no creo que se deba a otra cosa que a la situación estratégica global -y al estado del arte de la poliorcética en occidente en aquel momento.



Hay un comentario sobre las dificultades logísticas que soporta con el que no estoy de acuerdo. Precisamente, cuando Aníbal no posee apenas apoyos locales (218 a.C. hasta otoño 216 a.C. sólo en la Galia y tras la victoria en Trebia fundamentalemente), es cuando mayores muestras de genialidad y adaptación a las circunstancias demuestra.


En eso no estoy de acuerdo.
Si el genio de Anibal raya alto en la primera mitad de su "estancia italiana", no lo hace menos en la segunda. Mantener la capacidad operativa de un ejercito privado practicamente de suministros y de posibilidades de recibir refuerzas, encargarse de sustituir las bajas con reclutas entrenados y hechos soldados sobre el terreno y alimentarles y mantenerles invictos -sí duele, pero invctos- durante tantos años es una labor absolutamente extraordinaria.

Sin embargo, a partir de contar con importantísimos apoyos locales desde mitad del 216 y durante el 215 en Apulia, Campania, Lucania y Brucio (del que casi controla la totalidad excepto Regio) y las facilidades logísticas pertinentes, es cuando menos éxitos militares resonantes cosecha. No consta que salvo en el Brucio y algo en Campania, llegue a alcanzar un nivel de reclutamiento que le permita enfrentar a los romanos en más de dos sitios a la vez. Y esto es en gran parte gracias a la llegada de los refuerzos de Bomílcar desde Cartago en el 215. Buena parte de Campania se rebela a favor de Aníbal en 216, encabezada por posiblemente su ciudad más importante, Capua, por lo que en 215 aducir que fracasa en el sitio de Cumas por deficiente material de asalto, cuando sus aliados están bien cerca, no parece que sea el motivo.


¿Qué material de asalto tenía Capua para dejarle?
La falta de resonantes éxitos militares se debe al cambio definitivo de estrategia romana: nunca más batalla en campo abierto y entre las condiciones que Capua exigía para abandonar el bando romano estaba la de que ningún campano sirviera bajo órdenes cartaginesas. No resultaron ser unos grandes aliados, pero eso es algo que entonces no se podía saber.


Más bien habría que preguntarse por lo precipitado de su acción tras el combate de Hamas.

Aníbal destacó por la dificultad de derrotarlo contundentemente hasta Zama. En principio ninguno de los combates que señalo y en los que participa con saldo desfavorable, es una derrota total que le inhabilite completamente para seguir en campaña o deje su ejército aniquilado.


Tanto que el mismo Polibio nos dice que nunca fue derrotado hasta Zama. Y Nepote que no lo fue en campo abierto. Lo que me parece absurdo es pretender que un ejercito Romano supuestamente victorioso quede desarticulado como fuerza efectiva y que el ejército cartaginés, supuestamente derrotado con más de el doble de bajas, campe por sus respetos plenamente operativo. Es evidente que el derrotado es que ya no puede seguir luchando y el victorioso el que continúa con su actividad.



Y tampoco es algo rutinario pues hay años en que nadie le puede hincar el diente. Pero hay un hecho innegable y es que en el 215 a.C. la guerra adopta un punto de inflexión y Aníbal desde su máxima expansión comienza a perder terreno progresivamente en Campania, Samnio, Apulia, Lucania y el Salentino hasta ser confinado al Brucio desde 207 a.C. hasta su marcha de Italia. Y sus grandes victorias en batalla campal desde Cannas se limitan a las de Herdonea y Silaro en 212 a.C., contra ejércitos romanos que eran probablemente muy inferiores en número al suyo (de 18.000 y 16.000 hombres respectivamente) y 2ª de Herdonea (210 a.C.) contra otro ejército de magnitud también similar a uno consular.


Claro, porque los pocos romanos que se atrevían a enfrentarse a Anibal en campo abierto lo hacían en inferioridad numérica.

Y se olvidan esas batallas que atribuyes a Marcelo y compañía que fueron evidentemente ganadas por Anibal.


Respecto a un motivo para que Marcelo no ordene seguir hasta el campamento al enemigo en la 1ª batalla de Nola, sin dejar de ser una elucubración, a bote pronto se me ocurre que temiera adelantarse demasiado y dejar espacio para la maniobra de la superior caballería púnica propiciando así un contraataque por la espalda romana. Sería necesario conocer más en detalle la ubicación del campamento cartaginés, de los muros de la ciudad, del espacio en que se desenvuelve el combate y de la disposición de los combatientes para poder responder con más precisión. Pero lo cierto es que Livio indica esa huida dando la espalda.


Nunca he dicho que Livio no lo indique. Digo que su fuente se lo inventó. Que no pasó y que nada en el posterior desarrollo de los hechos hace pensar que pasara.



En relación a una deserción por dinero de los 1.300 jinetes númidas en la 2ª batalla de Nola es algo de lo que no se nos dice absolutamente nada, pero pareciera más lógico en ese caso hacerlo antes de la batalla o pactar su retirada o cambio de bando durante ella. No me veo a los númidas con tarifas de retirada el día antes y otras para el día después. El hecho de que se produzca dos días después apunta en la misma dirección de una derrota suficientemente significativa.


Si no mal recuerdo Livio señala expresamente que pudo deberse a querer ser mejor pagados o a desavenencias. Si se hubiera producido como consecuencia de la derrota, lo habría dicho. Así que el silencio de Livio en cuanto a esa posible motivo parece más bien indicar que esa derrota no se produjo.



La recogida de muertos bajo una tregua tácita yo la entiendo como algo espontáneo, no pactado, realizado por pequeños contingentes en una tarea en la cual no se molestan. Aunque si que es posible que la ofrenda de Marcelo tenga algo de efectista pues su rival sigue estando enfrente de la ciudad con un importante contingente y persiga no solo el gesto de agradecimiento celestial sino elevar además la moral propia y afectar a la del rival, al tiempo que se le provoca para tomarse una revancha. No obstante es indicativa de haber tenido un resultado favorable en el encuentro aunque la victoria pudiese ser todo lo mínima que imaginemos.



La cuestión es que si el ejército cartaginés fue derrotado -tal y como supone la narración de Livio- no hay tregua que tenga que dar, lo que tiene que hacer es pedir permiso. El hecho de considerar los propios romanos que están recogiendo a sus muertos por una tregua tácita de su enemigo indique que no creían haberle derrotado. De pensarlo así, los recogerían por derecho del vencedor.




Respecto al concepto de persecución este tiene dos ámbitos. Uno durante la batalla hasta el bastión del rival y otro tras la batalla acosando al ejército derrotado que se retira en formación de marcha. En este caso de la 2ª Batalla de Nola, por la descripción de Livio, la persecución hasta las cercanías del campamento es muy probable que ocurriera (aunque quizás no llegara a las puertas), mientras que la posterior campo a través sabemos que no tuvo lugar y es la que yo comparo con otros ejemplos de combates donde esto no sucede y que sin embargo son victoriosos para un bando. Como por ejemplo se viera también en Baecula, un ejército ganador no siempre sale tras el derrotado.


Bueno, Esa es una de las cosas que hace pensar que la narración de la batalla de Baecula está también un tanto "adornada"



No obstante, hay que insistir que las derrotas que describe Livio son limitadas y no dejan al general africano sin capacidad ni muchísimo menos. No se pueden comparar con las que este consigue en Tresimeno, Cannas o incluso Silaro. Pero si son indicativas de que a partir de cierto momento Aníbal deja de ser el general arrollador capaz de llevarse por delante cualquier ejército que se le presente.


8.000 muertos -y el número de heridos que le corresponda- es algo muy serio para un ejército. Por otro lado, hay que resaltar que las derrotas que describe Livio son incosistentes con su propia narración y sabemos que están expresamente contradichas por Polibio. Blanco y en botella.


Y por el contrario, los romanos le empiezan a plantar cara en batalla llevando en muchos encuentros el lado favorable. Le van tomando la medida. Coincido en la apreciación de que el hecho de que sus ejércitos no sean aniquilados en las situaciones desfavorables se debe a su buen hacer y la profesionalidad que su ejército siempre muestra. No es casualidad. Cuando él llega a Italia ya lo hace con mucha mili hecha en Hispania.


Evidentemente, los romanos lo hacen cada vez mejor. Pero aún así son incapaces de derrotarlo en Italia. Y si su ejército no es aniquilado es, principalmente, porque no fue derrotado y sus tropas no dieron al espalda huyendo al enemigo. Porque una vez un ejercito da la espalda y huye es muy difícil que no sea aniquilado.




Marcelo en Numistro en 210 y Canusio en 209, Cayo Hostilio Túbulo en la campiña Larinate en 207 y Nerón en Grumento y Venusio también en 207, también le ganan en batalla con los ejércitos desplegados en campo (aunque en Grumento estaban muy cerca de la ciudad y era Aníbal quien más próximo a los muros de ella estaba teniendo sus espaldas limitadas para la maniobra enemiga) o Publio Licinio Craso y Sempronio Tuditano en Crotona en 204.



Y el más reputado historiador de la historia de Roma, que llegó al extremo de visitar personalmente los sitios más destacados de la guerra. Cabe recordar que ya cuando habla del cruce de los Alpes Polobio nos dice

Polibio III, 48, 12 escribió:"Hacemos estas afirmaciones con una seguridad total, por habernos documentado sobre las operaciones a través de personas que tomaron parte directamente en aquellos sucesos ..."


Así que, teniendo en cuenta que el historiador que entrevistó personalmente a supervivientes de todos estos hechos de armas llegó a la conclusión de que Marcelo nunca había derrotado a Anibal, y que éste nunca había sido derrotado en Italia, no me queda otro remedio que considerar que todas esas versiones de Livio son falsas. Ni más ni menos.



Respecto al combate del paso de Tarracina, Livio describe dicho paso como una estrechura que cuelga sobre el mar, y a la cual los romanos "bajan" para bloquearla. Sin conocer el sitio, parece que se trate de una ladera que acabe sobre un estrecho camino paralelo a un acantilado. Ahonda más al describir el enfrentamiento del día siguiente como realizado con los romanos al abrigo de su empalizada, lo que induce a pensar que estos llegan a montar un campamento junto al punto más estrecho del paso. En esas circunstancias parece que Aníbal dió el combate que podía ofrecer porque literalmente no tenía espacio para maniobrar. El púnico intenta romper el bloqueo con su caballería y tras desgastarla acumulando más bajas que sus oponentes se da cuenta del error de intentarlo por ese sitio y da media vuelta.


¿Intenta asaltar una empalizada con caballería? No parece una reconstrucción demasiado realista ¿No?
El empleo de la caballería muy probablemente trate de arrollar a las fuerzas que cierran el paso. Un empleo a modo de cuña para abrir camino. Lo que implicaría una orografía también complicada para el despliegue de los defensores.


¿La caballería numida empleda para arrollar a infantería pesada en un ataque frontal? Ni la Gala ni la Íbera. Anibal nunca hizo nada parecido

El resto del ejército que venía encolumnado por el sendero, por la descripción realizada del lugar, posiblemente no tenía ninguna capacidad de despliegue por lo que más que no querer es que no podía hacerlo. Un enfrentamiento condicionado por la topografía del lugar y en el cual Aníbal, que ocupa la peor posición, tras ver lo inútil de su esfuerzo desiste.


¿Y sin llegar a desplegar la infantería ligera? ¿Los arqueros? ¿Los honderos? Es una reconstrucción algo extraña de un intento real de tomar un paso de montaña fortificado.

Yo no comparto la tesis de que cuando Aníbal pierde pequeños envites, lo hace para confiar a su rival el día después. Porque precisamente en la relación que doy hay muchos días después sin revancha. Ese argumento no vale para 17 años de guerra.


Bueno, lo que yo no comparto que perdiera ninguna de las batallas que refiere.



Respecto a la táctica de toma de ciudades de Aníbal con la participación de la quinta columna, en muchos casos, la existencia de esta fue el elemento catalizador que le empujó a la acción. Pero la ejecución de sus planes fue en numerosos casos muy deficiente. No se puede pretender que cuando se produce un fracaso este sea por culpa de los quintacolumnistas y con Aníbal no vaya la cosa. Porque él es el jefe militar que debe urdir el plan conjuntamente con los conspiradores. Un militar asume riesgos con sus decisiones y él lo hace al aceptar acercarse a una ciudad. No son favores o concesiones que el cartaginés haga a sus partidarios en dichas ciudades. Él es el primer interesado en que la ciudad caiga y restar así un aliado a sus enemigos.


Si la ejecución de los planes de los "quintacolumnitas" es deficiente, no es ni culpa ni responsabilidad ni nada de Anibal. Pretender que Anibal es derrotado porque la facción antiromana de una ciudad no consigue actuar es absurdo.

Por otro lado, desde el momento en que la mayor parte del sur de Italia y una buena de la Galia están en sus manos, el concepto de guerra debería haber variado notablemente. Ya no vale seguir presentándolo como ese general que acaba de entrar por los Alpes y debe recorrer el territorio sin capacidad de dominarlo y que debe saquear para sobrevivir. Y ese es uno de los fracasos estratégicos de Aníbal. No llega a destruir totalmente la capacidad bélica de los romanos (aunque en Cannas se queda cerca todo hay que decirlo) y en la guerra de dominio territorial tras Cannas termina perdiendo sus plazas poco a poco, con escasas conquistas de alguna nueva, y mostrándose incapaz de socorrer y evitar en la mayoría de los casos los asedios romanos a sus aliados. Aliados que excepto los galos y brucios, le aportan más bien poco a su esfuerzo bélico, a diferencia de los romanos que constituyen aproximadamente la mitad de los contingentes bélicos que ponen en juego.



Así es la vida. Para obtener defecciones Anibal debe conceder a las ciudades un trato que le impide emplearlas como los romanos usan a sus aliados. Evidentemente, pese a ello es necesario aceptarlas, ya que aunque no fortalezcan significativamente tu capacidad bélica debilitan la del enemigo... y cabe esperar que sean capaces de activarse militarmente cuando los romanos se muevan a por ellos. Por desgracia para Anibal -pero sobre todo para ellos mismos- no lo fueron.

En relación a las bajas, si sumamos los muertos que da Livio para el bando cartaginés en estas batallas y tenemos presente que los púnicos, aunque a un ritmo menor que los romanos, también incorporan gente nueva a sus filas, ya sea desde la propia Cartago con la expedición de Bomílcar en el 215, de sus aliados galos, de los brucios e incluso de los campanos, la cosa no da ningún balance disparatado. Entre Trebia y Cannas, en apenas año y medio, Aníbal incorpora del orden de entre 15 y 20.000 hombres. Si vemos el goteo de bajas que le atribuye Livio año a año, este balance es aún más sencillo de ir reponiendo y mantener la operatividad de un ejército o dos. Sus bajas en los mismos oscilarían de acuerdo al historiador romano desde unos pocos centenares hasta un máximo de 8.000.


Entre Trbia Y canas Anibal incorpora un gran número de Galos, pero los galos se acaban ahí. A partir de Canas -6.000 muertos- y si tomamos las cifras que ha dado, tenemos más de cuarenta mil bajas -sin tener en cuenta esas batallas con "muchas bajas" y las que tuvo en las batallas que ganó, y en las guarniciones que perdió y los heridos etc, etc...- decir que reponer más de cincuenta mil hombres para un ejercito es una cosa sencilla parece más una broma que otra cosa.




En relación a la persecución de Marcelo del año 210 tras la 2ª batalla de Herdonea saldada con el destrozo del ejército del procónsul Cneo Fulvio Centúmalo y su continuación en 209 hasta el encuentro de Canusio, esta es bastante agobiante y absorbente para Aníbal pues no puede llevar a cabo ninguna otra acción militar mientras es perseguido. Y pese a su bien ganada reputación como general, no es capaz de derrotar a Marcelo en estas batallas excepto el combate favorable del segundo día de la batalla de Canusio.

Esta batalla, por la duración dada por Livio de tres días seguidos combatiendo, y la retirada del púnico a su feudo del Brucio y la parada de Marcelo a reponer a sus tropas del desgaste de la batalla, debió suponer una merma importante para ambos. El retroceso de los púnicos hacia el Brucio provoca según Livio nuevas rendiciones a los romanos de localidades rebeldes en el territorio de los Hirpinos, Lucania y entorno de Volcei e incluso ofrecimientos en el propio Brucio. Cosa poco probable de haber sido Aníbal el ganador del combate.


Evidentemente, a pesar de derrotar a Marcelo el ejercito de Anibal debió sufrir las consecuencias de una dura batalla. Pero las que sufre un ejercito victorioso, no la absoluta falta de operatividad para el resto de la campaña que acompañan a un ejercito no solo derrotado, sino evidentemente descalabrado.

Como ya he comentado, Polibio nos dice que se entrevistó personalmente con personas que participaron en los hechos y también nos dice que Marcelo nunca derrotó a Anibal. A Marcelo le echaban en cara en Roma haber sido -una vez más- derrotado por Anibal. El ejército de Marcelo quedó incapacitado para la acción ¿Qué más hace falta?

Por otra parte, lo que no es lógico en absoluto es que si Aníbal ha llegado a Canusio para apoyar una revuelta contra los romanos de la ciudad, se produzca una serie de combates durante tres días en los alrededores de esta, resulte ganador, y no solo que la gente no se rebele pese a verle triunfante, sino que el que se retire sea el ganador que había venido a tomar la ciudad. Y encima el perdedor retenga la posesión de la misma. La verdad es que eso no tiene sentido. Otro tema es que si combaten tres días seguidos es porque ninguno de los dos ejércitos ha conseguido hasta el último día una superioridad manifiesta y conservan una alta capacidad combativa. Y que esa victoria se logre con grandes bajas (al menos los 5.000 hombres en el 2º y 3er día que cita Livio, lo que equivale a algo más de una legión de las 4 de las que consta un ejército análogo a uno consular. O sea, rondando el 25% de tropa combatiente muerta. Si añadimos heridos, el panorama no debió ser muy boyante). Durante el verano Marcelo se mueve dentro de Apulia de Canusio a Venusio acercándose a Lucania. Tras Canusio y liberado de la persecución de Marcelo, una vez en el Brucio a Aníbal se le conoce su participación victoriosa en la batalla en torno a Caulonia (al este de Locri), donde un contingente de 8.000 mercenarios venidos de Sicilia a reforzar la guarnición de Regio, estaba cercando esta ciudad del Brucio. Pero no ningún otro movimiento a sus anchas por otras zonas de Italia. Aníbal se queda en el Brucio.


Que Las bajas debieron ser importantes, no creo que pueda discutirse; que las romanas muy superiores incapacintando para la acción es reconocido por el propio Livio; que el ejercito de Anibal aún era capaz de entrar en combate y vencer de forma casi inmediata tras las batallas contra Marcelo los dicen los hechos. Creo que es evidente cual ejercito fue el derrotado.



No olvidemos que la acusación a Marcelo del tribuno de la plebe Cayo Poblicio, también cuenta Livio que se dirige contra todos los nobles que tras diez años de guerra son incapaces de derrotar a Aníbal, añadiendo que este ha vivido más en Italia que en Cartago, o que Marcelo está de veraneo en Venusio y finalmente se salda con la reelección de Marcelo como cónsul tras su defensa, no lo olvidemos.



El caso es que el propio Livio nos dice que le achacan haber sido derrotado -en esas batallas que Livio dice que ganó- y Marcelo no consta que dijese "pero si he vencido a Anibal". Supongo que, de haberlo hecho, es lo menos que podría haber dicho. Y la referencia al "veraneo" de Marcelo es debida al hecho de haber tenido que retirar un ejercito del campo en pleno verano. Un ejercito, obviamente, derrotado, cabría decir.




Y de segundo cónsul su lugarteniente en el asedio de Siracusa, Quinctio Crispino. No termino de imaginar un cónsul elegido como premio a una derrota importante en batalla. Y si ha demostrado incapacidad frente a Aníbal, ¿por qué lo mantienen en Venusio en el ejército consular que se encuentra más cercano a Aníbal que además es el mismo al que se supone ha llevado a la destrucción en Canusio? Evidentemente estos hechos lo que refrendan es la fé total en Marcelo como el hombre que puede derrotar definitivamente a Aníbal. Y le ponen de colega de Consulado a alguien de su confianza. Y dicha adhesión casa mal con un Marcelo derrotado ampliamente.


Es elegido por toda su trayectoria, no por una inexistente victoria que él no reclama. Eso es lo que dice Livio. En cuanto al comportamiento de los votantes en unas elecciones ante un héroe nacional vapuleado que narra su amplia carrera de servicios a Roma y su impresionante lista de logros... pues vete a saber.

Su muerte en la posterior emboscada de Venusio impidió que se llegase a producir otro encuentro comandado por él contra el general cartaginés. A mi juicio, lo que describe Livio del problema con el tribuno de la plebe, es que a Marcelo lo acusa un demagogo. Porque supongo que estaremos de acuerdo en que Marcelo lo último de lo que se le puede acusar es de estar en la guerra de veraneo.


Pues hombre, cuando ha tenido que retirarse en plena campaña -en pleno verano- porque su ejército no podía seguir operando la acusación, por mucha mala baba que tenga -y que será de lo que se valió Marcelo para dar la vuelta a la tortilla- no es totalmente gratuita. En todo caso, no olvidemos que se acusa a Marcelo de haber sido derrotado dos veces más por Anibal, y que nadie dice que eso no sea cierto. Ni tan siquiera el propio Marcelo.


Those heroes that shed their blood and lost their lives... You are now lying in the soil of a friendly country. Therefore rest in peace. There is no difference between the Johnnies and the Mehmets to us where they lie side by side now here in this country of ours...
Isocrates
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Mensaje por Isocrates »

capricornio escribió:¿En qué reside la superioridad de Escipión?
En la selección de objetivos estratégicos. En Hispania lo primero que hace nada más llegar es privar a sus enemigos de la fidelidad de sus aliados y de parte de su tesoro tomando la capital Carthago Nova y liberando a los rehenes. Sólo con ese golpe consigue ganarse la fidelidad de todo el Levante, el norte del Ebro en pleno y parte de la Oretania volviendo a situar el frente de guerra en la actual provincia de Jaén, tal cual lo dejaran dos años antes su padre y su tío.


Por mucha consideración que se quiera tener a la iniciativa estratégica de Escipión, decir que su ataque a Cartago Nova demuestra una selección de objetivos estratégicos superior a la elección de Anibal de llevar la guerra a Italia no tienen demasiado sentido. Escipión traza un plan para lograr ventaja en un escenario de la guerra, Anibal toma la decisión que configura la auténtica esencia de la contienda y que la convierte en en un enfrentamiento épico. Por otro lado, mal que pese lo que hace Escipión es tomar un riesgo muy grande con unas posibilidades de triunfo muy pequeñas. Si consigue tomar Cartago Nova es únicamente por un extraordinario conjunto de circunstancias favorables ¿Puede alguien considerar normal que en pleno día se pueda acercar un contingente enemigo a las murallas de una ciudad sitiada y escalarlas sin que nadie les vea y se lo intente impedir? No se me ocurren muchos ejemplos en la historia.





En los asaltos y sitios a ciudades. Escipión utiliza la información antes de dar un golpe y consigue tomar al asalto todas las ciudades que ataca.


Supongo que será más exacto decir que no tiene ningún interés en señalar y reconocer los intentos infructuosos. La verdad es que resulta curiosa la forma de interpretar las fuentes. Al contar únicamente con fuentes de un bando, una mínima prudencia nos debiera llevar a no tomar como hechos ciertos todas las glorias que ese bando se atribuye, y a considerar que, con toda probabilidad, incluso la versión más "favorable" al enemigo está sesgada en su contra. Sin embargo, parece que preferimos estimar inmediatamente como ciertas las glorias que los romanos se tribuyen y, entre las distintas versiones romanas, elegimos todavía la que deja a los romanos en mejor lugar. No deja de parecerme curioso.


Tan solo Útica se le resiste y debe sitiarla durante cerca de dos años, pero finalmente cae. Y no sólo eso, sino que su sitio no le impide proseguir sus operaciones en el teatro de guerra. Ciudad que atacaba, ciudad que caía (Carthago Nova, Orongis, Carmo, Iliturgis, Locri, Útica). Sin duda el golpe de Carthago Nova, aunque no muy fuertemente defendida, es espectacular.


Bueno, lo normal es que Cartago Nova estuviera en condiciones de resistir un sitio tan bien o mejor que Útica. Que sus murallas se escalaran PORQUE NO HABIA NADIE VIGILANDO es algo absolutamente extraordinario. Lo que no está claro es que arriesgar el ejército cuando las posibilidades reales de victoria dependen de algo así sea una decisión estratégica correcta.


Aníbal sin embargo tiene un porcentaje de éxito muchísimo menor, predominando los fracasos y sobre todo cosechando éxitos basados primordialmente en la traición. Esta inferioridad púnica en la técnica del asalto queda de manifiesto de manera patente y muy probablemente fue la causa de no atacar Roma.


Lo que no sé muy bien es cual es la "técnica de asalto" que se emplea en Cartago Nova. Por lo demás, comprobamos todos los fuertes y ciudades tomados de un modo u otro por Anibal su número no sería inferior en nada a los ganados por Escipión.


Aníbal tras la experiencia saguntina y el fracaso ante Placentia debió de reflexionar acerca de sus carencias en esta materia. Es significativo en la relación anterior, la cantidad de veces que los romanos sorprendían a las tropas de Aníbal que asaltaban los muros, con salidas por las puertas de la ciudad que desbarataban su maquinaria de asalto y le diezmaban sus hombres.



Sí. Una vez. Sorprendente, en efecto.


La rapidez en el desplazamiento. Escipión, independientemente de que se le de crédito o no a lo escrito por diversos historiadores sobre las distancias recorridas en el tiempo que citan, es capaz de moverse con la velocidad necesaria para sorprender a sus enemigos, lo que se ve en Carthago Nova, Baecula o el refuerzo de Locri. Aníbal sin embargo llega tarde a Nola, Neápolis, Salapia, y la propia Roma, dando tiempo a los defensores a que reaccionen.



Nada hace pensar que el ejército de Escipión se desplazara más rápidamente que el de Anibal. Eso de "la velocidad necesaria" resulta realmente pintoresco. O es más rápido, o no lo es, o no se sabe ni puede saberse. Si no lo es, pues no es superior en "velocidad en el desplazamiento" y si no se sabe, pues no se sabe y ya está.




Saber vencer y saber aprovechar sus victorias. Parafraseando a Maharbal, Aníbal es capaz de cosechar tres años de éxitos continuos destruyendo ejércitos consulares uno detrás de otro y llevando a los supervivientes por las cimas de las colinas. No sólo eso, tras Cannas logra rebelar al 75% del sur de Italia y dejar a los romanos sin ejército en la Galia tras el desastre de Rávena en la selva litana y la pérdida del cónsul Lucio Postumio y todo su ejército. Y pese a ello no es capaz de dar el golpe de gracia. Escipión en dos años desde que desembarca en África, es capaz de conseguir la victoria definitiva que pone a Carthago a sus pies pidiendo la paz.


Escipion marcha África al final de la guerra, realizando una operación que nunca hubiera sido posible sin la labor previa de Fabio, Marcelo, Neron y tantos otros. Sin la pérdida de Hispania, de Sicilia y el abandono de Italia, la batalla de Zama hubiera sido simplemente una más. El mérito de la situación no es solo de Escipión. Muy al contrario, en el caso cartaginés es casi únicamente Anibal quien lleva al borde de su resistencia a la alianza romana.





Otro aspecto interesante es el rendimiento de la infantería púnica. Los romanos hacían levas todos los años para completar sus ejércitos o renovarlos cuando eran destruidos. Sin embargo y pese a la bisoñez de parte de sus tropas, la infantería púnica no se mostró superior en toda la guerra y fueron sus victorias cimentadas principalmente en la caballería. En Zama se alude a que tuvo mucho peso en la derrota el aproximadamente tercio de tropas recién reclutadas en Carthago bajo mando de Aníbal, aunque inicialmente tenía superioridad numérica en infantería. Cabe contraponer ante eso como la infantería romana en Trebia, pese a ser reclutada ese año, fue capaz de combatir tras cruzar un río con agua casi helada y romper la linea enemiga y escapar de la aniquilación total cuando estaban cercados. Y no se puede olvidar que el resto de tropas de Aníbal en Zama eran veteranas (tanto las de Magón como las suyas propias). Es reseñable que pese a los 17 años de guerra con los romanos, los cartagineses en general y Aníbal en particular, no consiguiese alcanzar el nivel combativo de la infantería romana.


Cabe recordar que en, por ejemplo, uno de los episodios que das a los romanos por "vencido" -la primera batalla de Nola- la infantería cartaginesa frena la salida de la infantería romana sin grandes problemas. En la segunda batalla de Nola -incluso según su versión- la infantería púnica no es en absoluto inferior a la romana. En la segunda batalla de Nola unas cohortes hispanas rompen las líneas romanas y llegan hasta el campamento; en Numistro -incluso, una vez más, según su interpretación- la infantería romana no es capaz de imponerse a la cartaginesa, así que no parece que exista ningún motivo para decir que su nivel combativo sea menor. En el primer día de la batalla de Canusio la infantería cartaginesa rechaza a la romana ... y todo eso a vuelapluma y dando por buenas las convenientes versiones "pro-romamas"



Ya queda menos ...


Those heroes that shed their blood and lost their lives... You are now lying in the soil of a friendly country. Therefore rest in peace. There is no difference between the Johnnies and the Mehmets to us where they lie side by side now here in this country of ours...
capricornio
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Mensaje por capricornio »

En primer término me gustaría hacer una reseña sobre las fuentes historiográficas que poseemos. Ninguna de las que hablamos vivió los hechos directamente.

Plutarco, bastante posterior, en sus Vidas paralelas cita a sus fuentes sobre Marcelo: Polibio, Livio, César, Nepote y el rey Juba.
Más adelante entraré en detalle con Plutarco, pero pasemos a Polibio:

Su llegada a Roma como rehén es en el 166 a.C., pasando 17 años en la ciudad del Tíber. En ellos sirve a los Emilios Paulos como instructor de sus hijos, los futuros Fabio Máximo Emiliano y Publio Cornelio Escipión Emiliano. De este último obtiene permiso para regresar a su hogar en 150 a.C., pero en lugar de hacerlo le acompaña a África a la tercera guerra púnica, tras lo que se desplaza a Hispania a las guerras celtibéricas, de donde da el salto a Grecia con responsabilidades políticas, tras lo cual regresa a Roma centrándose en el estudio historiográfico y a viajar por el Mediterráneo para ver e investigar escenarios históricos, accediendo a archivos. Tras la muerte de Escipión Emiliano, se marcha a Grecia donde fallece.

Teniendo en cuenta que los soldados más jóvenes del ejército romano se reclutaban con 17 años (y es de suponer que en los ejércitos rivales anduviera por una edad parecida por una cuestión de desarrollo físico elemental), y que llega a Roma en el 166, suponiendo que en ese momento comienza a investigar la segunda guerra púnica, el soldado más joven al que pudo entrevistar sería uno enrolado en el 202 con 17 años. Este tendría pues 53 años. Los más jóvenes que vieron iniciado el conflicto (218) tendrían 69 años. No voy a entrar en consideraciones sobre si su investigación historiográfica empieza en el 166 o después, pues sería gratuito. Lo que si que es digno de reseña es que dada la esperanza de vida de los adultos de la época, y el desgaste que se le supone a los esforzados soldados de la época, el mejor de los casos de 53 años ya debía superar la existente en aquellos años. El caso de Canusio que discutimos data de 209. Para este, el veterano más joven que pudiera entrevistar tendría 60 años, lo que empeora la cosa. No es imposible que encontrara alguno vivo, pues el propio Polibio vivió 82 años y conocemos el caso de Fabio Máximo que también llegó a los 77. Pero le estaría contando unos hechos ocurridos la friolera de 43 años antes cuando encima era un adolescente. Y eso sin saber si en este episodio concreto de la guerra llegó a encontrarlo. Pudo localizar a alguno menos mozo. Pero a mi no me consta que así lo describa. Es un autor bien documentado y que sabemos que tuvo acceso a veteranos de guerra de modo genérico y en algún pasaje concreto del conflicto que discutimos. Pero la lógica indica que de la segunda guerra púnica, por una cuestión de edad, debió de coincidir únicamente con soldados que eran muy jóvenes en el momento de ocurrir los hechos, que por su escasa edad ocuparían puestos de relevancia menor en las legiones, y por tanto la información que pudieran aportar sería muy limitada, y además desconocemos los combates en que pudieron tomar parte dichos entrevistados. Tampoco sabemos lo incisivo o no que pudiera ser en sus interrogatorios a dichos supervivientes y el recuerdo vivo que estos pudieran conservar tantos años después.

Otra cosa es el acceso a archivos, bajo mi punto de vista algo más fiable. Pero esto es extensible a otros autores, no sólo a él. Mi experiencia personal entrevistando a veteranos de guerra vivos, es que sus testimonios suelen contener muchísimas imprecisiones y errores, y si bien la guerra moderna no se parece demasiado a la antigua, el elemento común del caos y el estrés de combate perdura a lo largo del tiempo.

Por otro lado Livio se basa también en Polibio y otros autores que en algunos casos son contemporáneos del propio Polibio: Quinto Claudio Cuadrigario, Valerio Antias, Antípatro, Catón el Viejo y Posidonio. Su técnica cruza datos de unos y de otros, aunque a veces superpone sucesos históricos y se producen duplicidades, como en su relato de las operaciones en el Brucio de 215 y 214. Respecto a la credibilidad de Livio y Polibio, es algo que va en gustos. Para mi no hay ningún autor perfecto, pero no me atrevería a hacer juicios temerarios desconociendo como lo hacemos cuales fueron la totalidad de sus fuentes de información y la fiabilidad de estas. Para mi, Livio, aunque incurra en alguna contradicción temporal al narrar algunos episodios, es un autor con un relato bastante coherente y ordenado de los hechos.

En relación a la batalla de Canusio con Marcelo hay varias consideraciones sobre lo que dice Plutarco en sus vidas paralelas. T O M O II de Pelópidas y Marcelo:

.....pero Marcelo ni una sola vez venció a Aníbal, según dice Polibio; sino que éste parece haberse conservado invencible hasta Escipión. Sin embargo, nosotros damos más crédito a Livio, César y Nepote, y de los Griegos al rey Juba, que refieren haber Marcelo derrotado y puesto en fuga algunas veces a las tropas de Aníbal, bien que estos descalabros no tuvieron nunca gran consecuencia, pareciendo que era una falsa caída la que experimentó el africano en estos encuentros. Fue ciertamente admirable, más de lo que alcanza a imaginarse, aquel que después de tantas derrotas de ejércitos, de tantas muertes de generales, y de haber estado vacilante todo el poder de Roma, infundió ánimo en los soldados para hacer frente. Y éste, que al antiguo miedo y terror sustituyó en el ejército el valor y la emulación, hasta no ceder fácilmente sin la victoria, y antes disputarla y sostenerse con aliento y con brío, no fue otro que Marcelo; porque acostumbrados antes a fuerza de desgracias a darse por bien librados si con la fuga escapaban de Aníbal, los enseñó a tenerse por afrentados si sobrevivían al vencimiento, a avergonzarse si un punto se movían de su puesto, y a apesadumbrarse si no salían vencedores.

Que deja claro cuales son sus fuentes y la credibilidad que le merecen. Lo que no se puede es entresacar frases que hacen pensar algo diferente de lo que el autor en realidad defiende. Ahondamos en la Vida de Marcelo del propio Plutarco:

XXVI.- .....................Trabáronse con esto las haces, y como de hombres a hombres se pelease de una y otra parte con igualdad, dio orden Aníbal para que, colocando en la primera fila los elefantes, los opusieran a la infantería romana. Produjo al punto esta medida gran turbación y desordenen los que iban los primeros, y entonces, tomando la insignia uno de los tribunos, llamado Fabio, se puso delante e hiriendo con el hierro de la lanza al primero de los elefantes le hizo retroceder. Pegó éste con el que tenía a la espalda y le ahuyentó con todos los demás que le seguían. Apenas lo observó Marcelo, dio orden a la caballería para que con violencia cargara a los que estaban ya en desorden y acabara de desconcertar y poner en huída a los enemigos. Acometieron aquellos con denuedo, y siguieron acuchillando a los Cartagineses hasta su mismo campamento; también los elefantes, tanto los que morían como los heridos, causaron gran daño, porque se dice que los muertos fueron más de ocho mil. De los Romanos murieron unos tres mil; pero heridos lo fueron casi todos; y esto dio a Aníbal la facilidad de levantar cómodamente el campo y retirarse lejos de Marcelo; porque no estaba en estado de perseguirle por los muchos heridos, sino que con reposo se encaminó a la Campania y pasó el verano en Sinuesa, para que se repusieran los soldados.

XXVII.- Aníbal, luego que respiró de Marcelo, considerando su ejército como libre de toda atadura, corrió toda la Italia, poniéndola en combustión; de resultas de lo cual era en Roma desacreditado Marcelo. Sus enemigos, pues, excitaron para que le acusase a Publicio Bíbulo, uno de los tribunos de la plebe, hombre violento y que poseía el arte de la palabra: el cual, congregando muchas veces al pueblo, consiguió persuadirle que diera el mando a otro general, porque Marcelo- dijo-, habiéndose ejercitado un poco en la guerra, se ha retirado ya como de la palestra a los baños calientes, para cuidar de su persona. Llegolo a entender Marcelo, y dejando encargado el ejército a los legados, marchó a Roma a vindicarse de aquellas calumnias, encontrándose con que ya se le había formado causa sobre ellas. Señalose día, y reunido el pueblo en el Circo Flaminio, se levantó Bíbulo a hacer su acusación; defendióse Marcelo, diciendo por sí mismo pocas y muy sencillas razones; pero de los primeros y más señalados ciudadanos tomaron varios con intrepidez y energía su causa, advirtiendo a los demás que no se mostrasen menos rectos jueces que el mismo enemigo, condenando por cobardía a Marcelo, cuando era el único general de quien aquel huía, teniendo tan resuelto no pelear con éste como pelear con los demás. Oídos estos discursos, quedó el acusador tan frustrado en sus esperanzas, que, no solamente fue Marcelo absuelto de los cargos, sino que se le nombró por quinta vez cónsul.


La lectura completa de nuevo muestra que no se puede entresacar una frase omitiendo otras para tratar de pervertir el sentido de lo que en realidad el historiador quiere decir, que no es otra cosa que el tribuno del pueblo enfrentado a Marcelo era un demagogo. Y además, describe el combate de Canusio como una victoria de Marcelo (3.000 muertos frente a 8.000), siendo este el que llega a las puertas del campamento enemigo acuchillando rivales que estaban puestos en huida. Usted está defendiendo cosas con un sentido totalmente diferente al que en realidad le da el autor. Pero bueno, para quien quiera leerlo por su cuenta y sacar sus propias conclusiones:
http://www.imperivm.org/cont/textos/txt ... rcelo.html
http://www.imperivm.org/cont/textos/txt ... l-mar.html

La operatividad que usted ve en el ejército de Aníbal tras la batalla imagino que es porque puede levantar su propio campamento y retirarse lejos. Algo que para cualquier estándar militar dista mucho de ser operativo. Plutarco, como Livio, menciona que las denuncias que le hacían a Marcelo se basan en esos movimientos "libres" de Aníbal por Italia que ahora paso a analizar. El general cartaginés retorna a su feudo del Brucio donde posiblemnte recompone sus filas. Y es posible que desde Apulia donde tiene lugar la batalla, hasta el Brucio, pasase por territorio enemigo en la propia Apulia, Campania y Lucania realizando saqueos. Las menciones que he encontrado a acciones de Aníbal ese mismo año son el combate de Caulonia contra 8.000 mercenarios acaecido en el propio Brucio y el intento de auxilio de Tarento desde el Brucio, al que llega tarde y tras el cual, de regreso al Brucio, trata de tender una emboscada a Fabio Máximo en Metaponto mediante engaño, no consumándose finalmente y siendo descubierto. Reitero que muy lejos de las afirmaciones del tribuno de la plebe en el sentido de "andar por toda Italia tras la batalla" y las cuales no se corresponden con ningún otro hecho conocido aparte de lo que he dicho.

Por otro lado, retraido Aníbal al Brucio, los ejércitos romanos se dedicaron a asediar ciudades aliadas de los púnicos en Lucania y Apulia, además de tomar en el Salentino las poblaciones de Manduria y Tarento. Incluso Apiano coloca los combates en una Aulonia (¿Caulonia?) después de la campaña de saqueo del 210 en Apulia, posterior a la 2ª batalla de Herdonea (y antes del combate de Canusio por tanto), aunque su cronología de hechos difiere bastante.

Por supuesto, en Zama fue derrotado y sobre eso no hay ninguna duda.

Menos mal, porque ya empezaba a pensar que le daría una interpretación diferente.

En relación a los asedios, en Siracusa hay que distinguir la toma de la meseta de Epipolae y la fortaleza de Eurialo, de la de Achradina y la fortaleza de la isla Ostigya. En la primera Livio atribuye el mérito a una acción militar. Detecta una parte más baja de la muralla y espera a la celebración de tres días de fiesta en el interior de la urbe para asaltarla por esa zona aprovechando la relajación de los defensores. Tras ocupar los barrios de Tyche y Neápolis y toda la meseta de Epipolae, aisla la fortaleza de Eurialo que termina rindiéndose. La toma de la parte sur de la ciudad, fortalezas de Achradina e isla Ostygia sí se hace facilitada por traición del hispano Merico.

Respecto a Cartago Nova la toma se ve facilitada por la existencia de una guarnición no muy numerosa (hasta 3.000 hombres según las fuentes), pero implica una labor de inteligencia previa, una estratagema para desgastar a la guarnición y una coordinación en el asalto brillante atrayendo a la zona de las murallas que quiere a los asediados mientras un grupo de sus legionarios vadean la laguna y penetran por la zona amurallada que mira a esta. Golpe magistral realizado de manera relámpago. Tanto en la aproximación desde su base de operaciones a marchas forzadas, como en la propia toma, de modo que evita la posible llegada de un ejército de socorro cartaginés.

Sagunto es muy famoso por ser el desencadenante de la guerra y la tenaz resistencia mostrada por los defensores, además de los 9 meses que le llevó a Aníbal tomarla y la supuesta herida sufrida durante las operaciones, pero objetivamente sabemos que los romanos la recuperan varios años después sin demasiada alaraca. Ignoramos el dispositivo defensivo cartaginés comparado con el de sus pobladores originales, pero es de justicia reseñar que lo que a Aníbal costó 9 meses y un ejército muy numeroso, a los hermanos Escipión parece que costó menos y con menos hombres.

A partir de mediados de 215 bajo mi punto de vista Aníbal ya tiene un abundante terreno propio y como participante en una guerra territorial debiera haber actuado. Es cierto que algunos de sus aliados dentro del pacto de adhesión contemplaron no aportarle contingentes militares, pero también hubo colonias latinas que dejaron de aportarle a los romanos durante varios años, lo cual es narrado por Livio. Pero sin duda mantenerse en Italia 16 años enfrentado a Roma es algo meritorio. Y no derrumbarse tras los reveses y prolongar su declinar 12 largos años también.

Respecto al material que sus aliados le podían suministrar evidentemente me refería a la materia prima. Las máquinas de asedio debiera hacérselas él, que para eso era el militar, o hacérselas traer de Cartago en su defecto.

Claro, porque los pocos romanos que se atrevían a enfrentarse a Anibal en campo abierto lo hacían en inferioridad numérica.

Si hoy en día se discute la estimación de los asistentes a una manifestación en una calle, una formación que avanza por un terreno que puede no ser uniforme y no siempre con una disposición regular, es perfectamente posible que se aprecie mal su número. Por otra parte hay que ver en cada caso como se desencadena el combate y si Aníbal exhibe toda su hueste o por el contrario embosca u oculta una parte de ella a los ojos de su enemigo. En la 1ª batalla de Herdonea, Livio nos cuenta que efectivamente Aníbal oculta a parte de sus hombres, por lo que los romanos infraestiman los enemigos reales que tienen y la disposición real de la totalidad de sus tropas. Aparte de la impulsividad de una tropa deseosa del encuentro. En Silaro el comandante romano es un antiguo centurión, Marco Centenio Pénula, que se habría destacado en combate, y que gracias al apoyo de Publio Cornelio Sila en el Senado consigue el mando sobre un ejército para hacer la guerra "al estilo cartaginés". Al parecer habría recibido 8.000 hombres, reclutando él otros 8.000. Su inexperiencia en el mando y deseo de actuar probablemente le llevaron a aceptar un combate nefasto con una parte de sus tropas además recién reclutadas. Por último en la 2ª batalla de Herdonea es Livio quien dice que eran inferiores en número. De acuerdo a su relato, el encuentro lo decide la maniobra de la caballería púnica que ataca simultáneamente el campamento y la retaguardia de la infantería romana. Del ejército caído en Silaro da una cifra de efectivos de 16.000 y a los dos derrotados en Herdonea se les supone un tamaño similar a uno consular, con dos legiones romanas y dos aliadas. En total unos 18.000 hombres. Aunque no especifica el tamaño del ejército de Aníbal, sí dice que estaba compuesto por fuerzas ligeras y que era superior al del procónsul, por lo que estaríamos hablando como mínimo de unos 20.000 hombres. Por la actuación decisiva de su caballería cabe imaginar un importante contingente de la misma, pues no solo no son molestados por los 1.200 jinetes teóricos de un ejército romano, sino que además se permiten dividirse en dos grupos atacando uno el campamento y otro la retaguardia romana (caballería cartaginesa atacando un campamento de modo victorioso, ¿le suena?).

Sobre los 1.300 jinetes númidas e hispanos desertados el comentario de Livio sobre la posible causa de su deserción dice "supongo que como consecuencia de algún conflicto o con la esperanza de un servicio más ventajoso", palabras estas últimas que se prestan a la interpretación que se le quiera dar. Pero en definitiva la frase indica que ni siquiera Livio tiene certeza del motivo, con lo cual cada uno que saque las conclusiones que quiera. En relación al espacio en el que sucede esta segunda batalla de Nola, encontré que Livio da la distancia del equivalente a una milla entre el campamento púnico y la ciudad. Y en lo de los muertos, cuando el otro ejército sigue estando en disposición de dar batalla, evidentemente no hay derecho de vencedor que valga. Los romanos le han ganado un round, pero no han liquidado su ejército. Ejército al cual se supone que deben haberse reintegrado los soldados que Aníbal había mandado a saquear y cuya salida aprovecha Marcelo para atacar. La costumbre de Aníbal según menciona Livio en otros pasajes de su obra, era que a labores de saqueo y forrajeo destinara según las circunstancias entre uno y dos tercios de su ejército.

Volviendo al combate del paso de Tarracina yo no he dicho que asaltase una empalizada con la caballería. Lo que deja entrever Livio es que los romanos montan un campamento junto al paso, que no es lo mismo. La descripción del ataque, habla de una carga y retirada con caballería ligera, un ataque irregular, que se ajusta al modo de empleo de la caballería númida. Resulta evidente que en ese escenario sólo la cabeza de la columna cartaginesa puede combatir, y esta es la que ocupa la caballería empleada. Caballería que para poder actuar necesita cierto espacio para poder hacer la carga y retirada descrita por Livio. Espacio que brinda el único sitio llano que es el propio camino por el que vienen, pues a un lado del mismo se supone que hay un acantilado y por el otro una ladera en cuesta, lo que necesariamente aleja a su propia infantería de vanguardia para poder darles a los jinetes ese hueco en el que lanzarse a la carrera y poder replegar.

Si la ejecución de los planes de los "quintacolumnitas" es deficiente, no es ni culpa ni responsabilidad ni nada de Anibal. Pretender que Anibal es derrotado porque la facción antiromana de una ciudad no consigue actuar es absurdo.

En relación a que los intentos de toma de ciudades son planeados por los traidores y Aníbal sólo llega allí a hacer lo que le dicen, es algo que no se lo cree nadie. Es evidente que cuando Aníbal se acerca a una ciudad previendo una traición lo hace bajo un plan preestablecido junto a los traidores (lo contrario sería pensar que Aníbal es un pésimo planificador que sólo improvisa y que se acerca a ver lo que pasa sin tener un curso de acción, poniendo a sus hombres en riesgo, cosa que sabemos que no es). Si una vez que llega, acepta el combate contra el dispositivo defensivo romano, lo hace bajo su entera responsabilidad. Y si este le rechaza y se termina yendo sin la plaza cobrada y con más pérdidas que su rival, se llama fracaso. De la magnitud que queramos, pues las cifras siempre están abiertas a discusión, combates pírricos si se prefiere, pero saldados a favor de los romanos. Pero bueno, allá usted con sus interpretaciones.

En relación al reclutamiento en la península itálica, se trata de reponer entre batallas principales y menores no 40, sino probablemente 60.000 bajas. Si sumamos las de sus aliados actuando por su cuenta, guarniciones, deserciones y las de su subordinado Hannón, probablemente la cifra se acerca a las 100.000 en 16 años nos da un promedio de 6.250 bajas al año. Si nos vamos a los años en los que en enfrentamientos menores o mayores más debió acumular, estamos hablando de unas 30.000 como pico durante el año 214 (que incluye la abultada derrota en Benevento de Hannón, la 3ª batalla de Nola, la toma de Casilino, la campaña del Samnio caudino de Fabio, las tomas de Blanda en Lucania y Aecae y Accua en Apulia). Teniendo presente que entre el Ager Falernus y Cannas en menos de un año reclutó del orden de 15.000 hombres, y que tras Cannas su prestigio y adhesiones subieron como la espuma, no estamos hablando de ninguna cifra descabellada para reponer. Pensemos que en 216 los romanos perdieron entre 80 y 90.000 hombres y la deserción de una buena parte del sur de Italia, con lo que supone de pérdida de aliados donde reclutar. Y para rematar la jugada a comienzos del 215 pierden otros 20.000 de un ejército consular completo en la selva litana de la Galia. Y pese a esa sucesión de desastres consiguen realizar levas extraordinarias y volver a poner en pie de guerra cuatro ejércitos, más otro disminuido en Piceno y aparte destierran a Sicilia a las legiones supervivientes de Cannas. Si con una buena parte del sur de Italia bajo su poder y con aliados en la Galia no fuese capaz de reponer una media de 6.250 bajas al año evidentemente no hubise podido soportar los 16 años. Habría años en los que las bajas superaran a las nuevas incorporaciones, y con el tiempo y pérdida del poder territorial disminuiría su capacidad, pero las cifras de las que hablamos reitero que encajan perfectamente en el desarrollo de las campañas que conocemos.

Aunque es algo discutido por diversos autores, es de notar que en Zama Livio menciona que una parte de los veteranos que Aníbal trae de Italia eran brucios, lo que ayuda a entender esa renovación de su ejército con elementos locales durante su estancia en la península itálica. Algo lógico por otra parte pues si ya de la península ibérica pasó a Italia con un ejército "veterano", para los más jóvenes con 20 años, se puede entender que estén luchando aún con 37. Pero para los que pasasen de 30 difícilmente seguirían siendo soldados operativos con 47. Sin entrar en la cuestión del relevo de las bajas de combate. El mismo Escipión hace una selección entre los veteranos de Cannas y Herdonea antes del cruce a África.


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Mensaje por Shrike »

capricornio escribió: Pero la lógica indica que de la segunda guerra púnica, por una cuestión de edad, debió de coincidir únicamente con soldados que eran muy jóvenes en el momento de ocurrir los hechos, que por su escasa edad ocuparían puestos de relevancia menor en las legiones, y por tanto la información que pudieran aportar sería muy limitada, y además desconocemos los combates en que pudieron tomar parte dichos entrevistados. Tampoco sabemos lo incisivo o no que pudiera ser en sus interrogatorios a dichos supervivientes y el recuerdo vivo que estos pudieran conservar tantos años después.


Hombre, el mismo Polibio nos habla de Cayo Lelio quién, por ejemplo, comandó a la caballería romana en el ala izquierda del ejército de Escipión en Zama (Polibio XV. IX. 8); anteriormente, Lelio ya había tenido encomendado mandos relevantes en Hispania (ver Polibio XI. XXXII. 2) y en África (Polibio XIV. IV. 2) bajo las órdenes de Escipión. Vale la pena reproducir aquí que se explica en su obra sobre Lelio:

Polibio X. III. 2 (trad. M. Balasch, BCG) escribió:Uno de sus más allegados fue Cayo Lelio, que, desde su juventud hasta el fin de sus días [el traductor nos acalara en nota que se está refieriendo "hasta el fin de los días de Escipión"], participó en lo que Cornelio Escipión razonó y realizó. Él es quién nos ha imbuido esta opinión referente a Publio Cornelio: sus palabras son sensatas y consuenan con los hechos de referencia.


A continuación (Polibio X. III. 3-7), Polibio se refiere a un testimonio de Lelio que data del 218 a.C., cuando el que sería el célebre Escipión Africano mandaba una unidad de caballería con 17 años de edad (detalle precisado en X. III. 4).

Mi experiencia personal entrevistando a veteranos de guerra vivos, es que sus testimonios suelen contener muchísimas imprecisiones y errores, y si bien la guerra moderna no se parece demasiado a la antigua, el elemento común del caos y el estrés de combate perdura a lo largo del tiempo.


Polibio, como se puede constatar al leer su obra completa, demuestra generalmente - la excepción se encuentra, especialmente pero no únicamente, en todo aquello relacionado con sus patrones, como buen cliente que era :mrgreen: - tener un criterio bastante formado a la hora de trabajar sobre sus fuentes disponibles, tanto orales como escritas. Y, viniendo de quién viene, su juicio sus palabras son sensatas y consuenan con los hechos de referencia creo que debe tenerse muy presente, a no ser que se disponga de evidencia muy sólida que refute lo referido por Polibio.

Por otro lado, tal y como explica Polibio, no se basaría en el testimonio de entonces legionarios imberbes; al contrario, emplea el de testimonios cualificados, por ejemplo quiénes ejercían mando de tropas durante la Segunda Guerra Púnica y a la vez participaban, de primera mano, de la toma de decisiones por parte de Escipión el Africano.

Por otro lado Livio se basa también en Polibio y otros autores que en algunos casos son contemporáneos del propio Polibio: Quinto Claudio Cuadrigario, Valerio Antias, Antípatro, Catón el Viejo y Posidonio. Su técnica cruza datos de unos y de otros, aunque a veces superpone sucesos históricos y se producen duplicidades, como en su relato de las operaciones en el Brucio de 215 y 214. Respecto a la credibilidad de Livio y Polibio, es algo que va en gustos. Para mi no hay ningún autor perfecto, pero no me atrevería a hacer juicios temerarios desconociendo como lo hacemos cuales fueron la totalidad de sus fuentes de información y la fiabilidad de estas. Para mi, Livio, aunque incurra en alguna contradicción temporal al narrar algunos episodios, es un autor con un relato bastante coherente y ordenado de los hechos.


Pero Polibio sería superior. Antes y hoy, los fragmentos de la obra de Polibio que nos han llegado se considera, por parte de la historiografía moderna - como serían Lazenby o Walbank-, la referencia al estudiar la Segunda Guerra Púnica.

siendo este el que llega a las puertas del campamento enemigo acuchillando rivales que estaban puestos en huida. Usted está defendiendo cosas con un sentido totalmente diferente al que en realidad le da el autor.


Le he hecho caso y he leído con atención la biografía de Plutarco sobre Marcelo, según la traducción de Aurelio Pérez Jiménez y Paloma Ortiz en Gredos :D

La operatividad que usted ve en el ejército de Aníbal tras la batalla imagino que es porque puede levantar su propio campamento y retirarse lejos. Algo que para cualquier estándar militar dista mucho de ser operativo.


Me resulta un tanto extraña su interpretación de los hechos - por cierto ¿podría aportar las citas detalladas en las fuentes literarias sobre las que se basa en su reconstrucción de los hechos en el 209 a.C.? Plutarco es taxativo al respecto, separando entre "hechos":

Plutarco, Marcelo. XXVII. 1 (trad. A. Pérez Jiménez y P. Ortiz, BG) escribió:Cuando Aníbal logró escapar de Marcelo y pudo usar su ejército libremente, prendió fuego a Italia entera recorriéndola todo alrededor tranquilamente.


Y luego, inmediatamente a continuación, pasa a tratar sobre "lo que se decía en Roma": Y en Roma se hablaba mal de Marcelo (Plutarco, Marcelo, XXVII. 1).

Coincido en la extrañeza expresada por Isócrates, no resulta verosímil que el ejército "derrotado" luego se dedique a campar a sus anchas y saqueando y abasteciéndose sin ser molestado en territorio romano, en contraste con un ejército "victorioso" que se retira hasta la Campania y permanece inactivo allá durante todo el verano (Plutarco, Marcelo, XXVI. 8), es decir, durante la estación ideal para conducir las operaciones militares.

La explicación más convincente es concluir que Marcelo sabía que Aníbal, en la realidad, había logrado la superioridad táctica - es decir, le había derrotado claramente ocasionándole gran número de bajas- en Canusio, optando el procónsul por abstenerse a exponer de nuevo a su ejército a un descalabro que pudiese resultar definitivo - muestra, por cierto, de que las reservas humanas de Roma empezaban a estar muy menguadas a estas alturas de la guerra.


Sagunto es muy famoso por ser el desencadenante de la guerra y la tenaz resistencia mostrada por los defensores, además de los 9 meses que le llevó a Aníbal tomarla y la supuesta herida sufrida durante las operaciones, pero objetivamente sabemos que los romanos la recuperan varios años después sin demasiada alaraca. Ignoramos el dispositivo defensivo cartaginés comparado con el de sus pobladores originales, pero es de justicia reseñar que lo que a Aníbal costó 9 meses y un ejército muy numeroso, a los hermanos Escipión parece que costó menos y con menos hombres.


Puestos a exponer hipótesis verosímiles, mientras Aníbal hubo de tomar al asalto la plaza, a los romanos se les pudo rendir fruto de la traición, lo que explicaría que esta cayese con suma facilidad.

Un saludo,


Shrike
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Mensaje por Shrike »

Isócrates escribió:Si consigue tomar Cartago Nova es únicamente por un extraordinario conjunto de circunstancias favorables ¿Puede alguien considerar normal que en pleno día se pueda acercar un contingente enemigo a las murallas de una ciudad sitiada y escalarlas sin que nadie les vea y se lo intente impedir? No se me ocurren muchos ejemplos en la historia.


No coincido del todo con tu valoración de la toma de Cartago Nova :wink:

El futuro Escipión Africano toma ventaja, como bien dices, gracias a las informaciones que había recogido, sobre la relativa debilidad de las defensas de Cartago Nova. Pero esto se debía, en gran medida, a que en ese entonces el ejército romano estaba acampado al norte del Ebro, entendiendo los cartagineses que podrían saber de cualquier movimiento de los romanos y entonces proceder, ya sea retrasando su avance o bien reforzando la guarnición.

El hecho fué que los cartagineses se vieron completamente sorprendidos por la rápida marcha de Escipión, quién logró trasladar su ejército y bagajes más rápido de lo que los cartagineses habían supuesto posible. El hecho que el ejército romano ejecutase con éxito dicha rápida marcha se debería, fundamentalmente, a que éste marchó sin sus bagajes a cuestas. Aquí, aviso, ya empezamos a caminar por el terreno de la hipótesis - que no es mía, si no de un amigo que hoy anda escribiendo su tesis al respecto :wink:

Desarrollando esta hipótesis, se desprende de modo verosímil una planificación bastante detallada de la operación, ya que para abastecerse se dispondría de depósitos con abastecimientos preparados con antelación a lo largo de su ruta, tanto para evitar alentecer su avance al no marchar ya al paso de un pesado tren de suministros, como también evitarse los retrasos que conlleva el haber de abastecerse sobre el terreno - ya que no estás llevando las vituallas contigo. Y preparativos de este tipo están documentados a lo largo de la Historia - Napoleón, por ejemplo; o incluso Aníbal, en su épica marcha hasta Italia del 218 a.C. :wink:

Semejantes preparativos, finalmente, conducirían a concluir que Escipión Africano y su entorno demostraron una excelente capacidad organizativa, además de una intensa labor diplomática previa para que los pueblos que habitaban a lo largo de su ruta se ofreciesen - más o menos voluntariamente- a suministrarle reuniendo previamente, en un punto preacordado, los abastecimientos requerido por los romanos.

Como dice mi amigo, sólo es una hipótesis plausible :wink:

Un saludo,
Última edición por Shrike el 10 Feb 2011, 22:53, editado 1 vez en total.


capricornio
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Mensaje por capricornio »

Aníbal toma la decisión de iniciar la guerra en Italia, pero cuando menciono la mejor elección de objetivos estratégicos de Escipión, me refiero a una vez en el territorio decidir que puntos debe atacar y que logros espera conseguir con ellos. Escipión con la toma de una sola ciudad consigue poner a una cantidad de tribus muy importante bajo su órbita, alejándolos de la de los del enemigo, privar a los cartagineses de uno de sus dos puertos principales para la recepción de refuerzos desde África, incautar parte del tesoro con el que financian la guerra, y ocupar las minas argentíferas de las comarca en torno a Cartagena (La Unión y Mazarrón), además de contar con una base adelantada de operaciones que le va a ahorrar bastante camino en las posteriores operaciones militares. El atribuirle al factor suerte el éxito lo considero bastante cicatero. En una operación militar la suerte influye, pero la información y planificación hace mucho. Y la ejecución también. El riesgo lo minimiza con el movimiento de su flota, que le hubiese permitido una evacuación en caso de apuro.

Especular con hipotéticas derrotas de Escipión ante los muros de alguna ciudad, ocultadas para la Historia es gratuito. Conocemos las dificultades que sufre en algunas, y que algunos autores, con más o menos base, discuten como probablemente más fáciles de lo descrito. Evidentemente las fuentes históricas que nos han llegado son mayoritariamente prorromanas, pero a estas no les duelen prendas en describir derrotas de las legiones e incompetencia de muchos de sus mandos o incluso pugnas políticas dentro del Senado. Igual que nos narran fracasos romanos ante ciudades como en la primera batalla de Capua, o asaltos fallidos a Locri o Caulonia. ¿Por qué las mismas fuentes nos iban a esconder otros?

Respecto a las salidas de los defensores que sorprenden a los hombres de Aníbal según Livio nos constan la de la 1ª batalla de Nola en 216 (Marcelo), la de Cumas en 215 (Sempronio Graco), la de Locri en 205 (por Escipión Africano), Casilino en 216 (salida exitosa de la guarnición de prenestrinos y perusinos durante la primera tentativa por los gérulos comandados por Isalca que lanza Aníbal. Posible segunda salida tras una segunda tentativa por Maharbal que también es rechazado. Una tercera salida tras cercar la ciudad es repelida con éxito por Aníbal con bajas de los defensores. Realización de minas por Aníbal y contraminas de los defensores que las contrarrestan. Fracasados los distintos intentos Aníbal recurre a prolongar el sitio desistiendo del asalto. Rendición por hambruna en la primavera de 215 tras ofrecer Aníbal una capitulación por la que a cambio de dinero se les permitía salir de la población y dirigirse a Cumas. Otoño 216 - primavera 215).

Pregunta usted que técnica aplican los romanos para tener éxito mientras que los cartagineses no lo tienen. Yo creo que más que el empleo de artilugios sorprendentes (conocemos las torres de asalto sobre barco, que son desbaratadas en Siracusa), es un problema de la ejecución de los asaltos: Coordinación de los asaltantes, apoyo durante el tendido de escalas, inteligencia sobre el objetivo (guardias, altura muros,...), protección de las tropas durante la aproximación a los muros, cobertura de puertas de la ciudad para evitar salidas,... Lo cierto es que al final fuere por estas o por otras causas, los romanos eran bastante más eficientes en la toma de ciudades que los púnicos.

En relación a la velocidad no es cuestión de que se mueva más o menos veloz que su rival, sino de planificar los golpes sabiendo como darlos sin dar ocasión a que los enemigos se te echen encima. Y llegado el caso saber sostener la marcha forzada que te permita cumplir con tu objetivo o te permita llegar al socorro de tus aliados. En Cartago Nova o en la propia Baecula, Escipión es lo suficientemente rápido como para ejecutar la acción y que los ejércitos púnicos no le lleguen a dar alcance. A Aníbal le vemos en las campañas de 210 y 209 con el ejército de Marcelo como una lapa impidiéndole ejecutar un solo golpe mientras lo tiene detrás, o en la de otoño de 217 con Fabio Máximo de sombra. O como llega después que Marcelo a Nola debiendo por ello enfrentarlo en la 3ª Batalla, o a Salapia cuando se presenta con una tropa latina para simular que vienen por orden del recién muerto cónsul Marcelo. O incluso en su excursión a Roma del 211 en la que da tiempo a que uno de los dos ejércitos que sitian Capua que ha salido después que él, le adelante por el camino y llegue a Roma a la vez que él. O en Locri dando ocasión a que Escipión la refuerce antes de que llegue él. Seguramente el récord de velocidad de la guerra lo bate Cayo Claudio Nerón con su excursión al Metauro desde Venusio.

Escipión se presenta en África al final de la guerra con el equivalente a un ejército consular reforzado, tras haber expulsado a los cartagineses de Hispania. Con un ejército púnico en Liguria y otro en el Brucio aún en Italia. Desembarca en territorio enemigo con el criterio en contra de buena parte del Senado, pero con un objetivo estratégico claro. Se enfrenta a los ejércitos de su viejo conocido Asdrúbal Giscón y Sífax muy superiores inicialmente en número, dejándolos finalmente aniquilados. Con esa aniquilación consigue sacar a los dos ejércitos cartagineses de Italia al ser llamados a socorrer a la madre patria, cumpliendo uno de sus objetivos al pasar a África. No olvidemos que Aníbal lleva desde el 207 concentrado en el Brucio aguantando el tipo y sin que se consiga expulsarlo pese a algún éxito menor. Y de ese modo se juega el final de la guerra en territorio enemigo y en una sola batalla. Pero la comparativa no es ni siquiera con Aníbal. También se puede hacer con su tío y su padre. Estos obtienen numerosos éxitos en Hispania en el periodo entre el 218 al 214. Y sus victorias no tienen el grado de decisivas de las que consigue su hijo y sobrino. En cuatro batallas principales, de las que una es el asalto a Cartago Nova y las otras Baecula, el ataque en la Celtiberia de Silano e Ilipa, consigue la victoria total que le da el territorio. Aunque es cierto que mientras en el bando romano hay varios generales que realizan una buena labor (Claudio Nerón, Marcelo, Fabio, Graco, Cneo Escipión) y merecen ser destacados, el bando púnico Aníbal está un poco huérfano, pues ninguno de sus hermanos, Hannón (el que le acompaña en Italia) o Asdrúbal Giscón, tienen una participación equiparable a la de los generales romanos destacados.
Respecto a la infantería púnica, hay combates en que se comporta espléndidamente (Cannas sin ir más lejos donde resisten el empuje de las muy superiores en número legiones romanas, evitando la ruptura del centro de su dispositivo como ocurriera en Trebia o Dertosa), pero las victorias de Aníbal se cimentan en la mayor parte de casos gracias a su caballería.


Isocrates
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Mensaje por Isocrates »

capricornio escribió:En primer término me gustaría hacer una reseña sobre las fuentes historiográficas que poseemos. Ninguna de las que hablamos vivió los hechos directamente.

Plutarco, bastante posterior, en sus Vidas paralelas cita a sus fuentes sobre Marcelo: Polibio, Livio, César, Nepote y el rey Juba.
Más adelante entraré en detalle con Plutarco, pero pasemos a Polibio:

Su llegada a Roma como rehén es en el 166 a.C., pasando 17 años en la ciudad del Tíber. En ellos sirve a los Emilios Paulos como instructor de sus hijos, los futuros Fabio Máximo Emiliano y Publio Cornelio Escipión Emiliano. De este último obtiene permiso para regresar a su hogar en 150 a.C., pero en lugar de hacerlo le acompaña a África a la tercera guerra púnica, tras lo que se desplaza a Hispania a las guerras celtibéricas, de donde da el salto a Grecia con responsabilidades políticas, tras lo cual regresa a Roma centrándose en el estudio historiográfico y a viajar por el Mediterráneo para ver e investigar escenarios históricos, accediendo a archivos. Tras la muerte de Escipión Emiliano, se marcha a Grecia donde fallece.

Teniendo en cuenta que los soldados más jóvenes del ejército romano se reclutaban con 17 años (y es de suponer que en los ejércitos rivales anduviera por una edad parecida por una cuestión de desarrollo físico elemental), y que llega a Roma en el 166, suponiendo que en ese momento comienza a investigar la segunda guerra púnica, el soldado más joven al que pudo entrevistar sería uno enrolado en el 202 con 17 años.


Primero cabría recordar que Polibio forma parte de una importante familia de la aristocracia ligada al gobierno y a asuntos militares. Su contacto con los romanos, y por lo tanto la aristocracia romana -los mandos que participaron en la guerra- tuvo que ser muy anterior a su forzada marcha a Roma.



Este tendría pues 53 años. Los más jóvenes que vieron iniciado el conflicto (218) tendrían 69 años. No voy a entrar en consideraciones sobre si su investigación historiográfica empieza en el 166 o después, pues sería gratuito. Lo que si que es digno de reseña es que dada la esperanza de vida de los adultos de la época, y el desgaste que se le supone a los esforzados soldados de la época, el mejor de los casos de 53 años ya debía superar la existente en aquellos años. El caso de Canusio que discutimos data de 209. Para este, el veterano más joven que pudiera entrevistar tendría 60 años, lo que empeora la cosa. No es imposible que encontrara alguno vivo, pues el propio Polibio vivió 82 años y conocemos el caso de Fabio Máximo que también llegó a los 77.


Y Ciceron fue asesinado a los 63, César a los 56, Pompeyo a los 58, Cayo Mario muere a los 71 y Sila a los 60; Anibal se suicida a los 64. Excepto en el caso de Mario, todos ellos, por lo que sabemos, en perfectas condiciones mentales. En todo caso, sabemos que Polibio entrevista personalmente a personas que participaron en los hechos y sabemos que la conclusión que él saca de esas entrevistas es que ha conseguido averiguar lo que realmente sucedió.


Pero le estaría contando unos hechos ocurridos la friolera de 43 años antes cuando encima era un adolescente. Y eso sin saber si en este episodio concreto de la guerra llegó a encontrarlo. Pudo localizar a alguno menos mozo. Pero a mi no me consta que así lo describa. Es un autor bien documentado y que sabemos que tuvo acceso a veteranos de guerra de modo genérico y en algún pasaje concreto del conflicto que discutimos. Pero la lógica indica que de la segunda guerra púnica, por una cuestión de edad, debió de coincidir únicamente con soldados que eran muy jóvenes en el momento de ocurrir los hechos, que por su escasa edad ocuparían puestos de relevancia menor en las legiones, y por tanto la información que pudieran aportar sería muy limitada, y además desconocemos los combates en que pudieron tomar parte dichos entrevistados.



Que es más de lo que sabemos de cualquier otro. Ni Livio, ni Nepote (que vivió 75 años, ya que estamos en ello) entrevistaron a nadie que participara en la guerra. De hecho, no conocieron a nadie que interviniera en ella. Por poder, es posible que Polibio se entrevistase con docenas de tribunos militares. En todo caso, sin duda estaba en mejor posición que cualquier otro de los historiadores para determinar el auténtico resultado de las batallas.

Tampoco sabemos lo incisivo o no que pudiera ser en sus interrogatorios a dichos supervivientes y el recuerdo vivo que estos pudieran conservar tantos años después.



¿Y qué sabes sobre la fiabilidad de las personas que realizaron los archivos en los que se basa Livio?


Otra cosa es el acceso a archivos, bajo mi punto de vista algo más fiable.



¿Por qué? Cabe suponer que no sabes ni a qué edad, ni en qué circunstancias, ni tan siquiera con qué intención se realizó la narración del archivo.


Pero esto es extensible a otros autores, no sólo a él. Mi experiencia personal entrevistando a veteranos de guerra vivos, es que sus testimonios suelen contener muchísimas imprecisiones y errores, y si bien la guerra moderna no se parece demasiado a la antigua, el elemento común del caos y el estrés de combate perdura a lo largo del tiempo.



¿Y por qué eso no afecta a quien realiza los archivos y sí a quien se lo cuenta a Polibio? Por otro lado, en realidad es indiferente. La cuestión básica en cuanto a la forma de aproximarse a las fuentes es la que señalaba en el mensaje anterior: solo tenemos fuentes de un lado -el romano-, y además elegimos como buenas y fiables las que son más favorables a los romanos. Es un auténtico despropósito.


Por otro lado Livio se basa también en Polibio y otros autores que en algunos casos son contemporáneos del propio Polibio: Quinto Claudio Cuadrigario, Valerio Antias, Antípatro, Catón el Viejo y Posidonio. Su técnica cruza datos de unos y de otros, aunque a veces superpone sucesos históricos y se producen duplicidades, como en su relato de las operaciones en el Brucio de 215 y 214. Respecto a la credibilidad de Livio y Polibio, es algo que va en gustos. Para mi no hay ningún autor perfecto, pero no me atrevería a hacer juicios temerarios desconociendo como lo hacemos cuales fueron la totalidad de sus fuentes de información y la fiabilidad de estas. Para mi, Livio, aunque incurra en alguna contradicción temporal al narrar algunos episodios, es un autor con un relato bastante coherente y ordenado de los hechos.



No se trata de "juicios temerarios". Existiendo una contradicción insalvable entre Polibio y Livio decir que uno de los dos se equivoca sin ninguna duda no es "hacer juicios temerarios". Es algo seguro, cierto más allá de toda duda. Además, he señalado los elementos que me llevan a desconfiar de la narración de Livio, a los que luego he añadido la discordancia con Polibio.



En relación a la batalla de Canusio con Marcelo hay varias consideraciones sobre lo que dice Plutarco en sus vidas paralelas. T O M O II de Pelópidas y Marcelo:

.....pero Marcelo ni una sola vez venció a Aníbal, según dice Polibio; sino que éste parece haberse conservado invencible hasta Escipión. Sin embargo, nosotros damos más crédito a Livio, César y Nepote, y de los Griegos al rey Juba, que refieren haber Marcelo derrotado y puesto en fuga algunas veces a las tropas de Aníbal, bien que estos descalabros no tuvieron nunca gran consecuencia, pareciendo que era una falsa caída la que experimentó el africano en estos encuentros. Fue ciertamente admirable, más de lo que alcanza a imaginarse, aquel que después de tantas derrotas de ejércitos, de tantas muertes de generales, y de haber estado vacilante todo el poder de Roma, infundió ánimo en los soldados para hacer frente. Y éste, que al antiguo miedo y terror sustituyó en el ejército el valor y la emulación, hasta no ceder fácilmente sin la victoria, y antes disputarla y sostenerse con aliento y con brío, no fue otro que Marcelo; porque acostumbrados antes a fuerza de desgracias a darse por bien librados si con la fuga escapaban de Aníbal, los enseñó a tenerse por afrentados si sobrevivían al vencimiento, a avergonzarse si un punto se movían de su puesto, y a apesadumbrarse si no salían vencedores.

Que deja claro cuales son sus fuentes y la credibilidad que le merecen. Lo que no se puede es entresacar frases que hacen pensar algo diferente de lo que el autor en realidad defiende. Ahondamos en la Vida de Marcelo del propio Plutarco:



Pues no lo haga usted. De hecho, acaba de atribuirme algo que no he dicho omitiendo citar nada de mi mensaje Eso hace pensar que defiendo algo diferente de lo que dije. ¿Lo recordamos?

lo que dije escribió:Y en segundo lugar porque, aunque a través de fuente indirecta, sabemos que Polibio señalaba expresamente en su narración que Anibal no fue derrotado nunca en batalla campal en Italia. Y, expresa y claramente, que nunca fue derrotado por Marcelo.
Cita:

--- pero Marcelo ni una sola vez venció a
Aníbal, según dice Polibio; sino que éste parece haberse
conservado invencible hasta Escipión


Yo atribuí esa conclusión a Polibio, no a Plutarco. Señalando que lo sabíamos por fuentes indirectas. Que Plutarco "prefiera creer" a Livio no tiene nada que ver con el hecho de que, a través de él, sabemos que Polibio mantenía expresamente que Marcelo nunca había derrotado a Anibal y que el primero en hacerlo había sido Escipión. Ni dije ni insinué nada sobre lo que opinaba Plutarco.


XXVI.- .....................Trabáronse con esto las haces, y como de hombres a hombres se pelease de una y otra parte con igualdad, dio orden Aníbal para que, colocando en la primera fila los elefantes, los opusieran a la infantería romana. Produjo al punto esta medida gran turbación y desordenen los que iban los primeros, y entonces, tomando la insignia uno de los tribunos, llamado Fabio, se puso delante e hiriendo con el hierro de la lanza al primero de los elefantes le hizo retroceder. Pegó éste con el que tenía a la espalda y le ahuyentó con todos los demás que le seguían. Apenas lo observó Marcelo, dio orden a la caballería para que con violencia cargara a los que estaban ya en desorden y acabara de desconcertar y poner en huída a los enemigos. Acometieron aquellos con denuedo, y siguieron acuchillando a los Cartagineses hasta su mismo campamento; también los elefantes, tanto los que morían como los heridos, causaron gran daño, porque se dice que los muertos fueron más de ocho mil. De los Romanos murieron unos tres mil; pero heridos lo fueron casi todos; y esto dio a Aníbal la facilidad de levantar cómodamente el campo y retirarse lejos de Marcelo; porque no estaba en estado de perseguirle por los muchos heridos, sino que con reposo se encaminó a la Campania y pasó el verano en Sinuesa, para que se repusieran los soldados.

XXVII.- Aníbal, luego que respiró de Marcelo, considerando su ejército como libre de toda atadura, corrió toda la Italia, poniéndola en combustión; de resultas de lo cual era en Roma desacreditado Marcelo. Sus enemigos, pues, excitaron para que le acusase a Publicio Bíbulo, uno de los tribunos de la plebe, hombre violento y que poseía el arte de la palabra: el cual, congregando muchas veces al pueblo, consiguió persuadirle que diera el mando a otro general, porque Marcelo- dijo-, habiéndose ejercitado un poco en la guerra, se ha retirado ya como de la palestra a los baños calientes, para cuidar de su persona. Llegolo a entender Marcelo, y dejando encargado el ejército a los legados, marchó a Roma a vindicarse de aquellas calumnias, encontrándose con que ya se le había formado causa sobre ellas. Señalose día, y reunido el pueblo en el Circo Flaminio, se levantó Bíbulo a hacer su acusación; defendióse Marcelo, diciendo por sí mismo pocas y muy sencillas razones; pero de los primeros y más señalados ciudadanos tomaron varios con intrepidez y energía su causa, advirtiendo a los demás que no se mostrasen menos rectos jueces que el mismo enemigo, condenando por cobardía a Marcelo, cuando era el único general de quien aquel huía, teniendo tan resuelto no pelear con éste como pelear con los demás. Oídos estos discursos, quedó el acusador tan frustrado en sus esperanzas, que, no solamente fue Marcelo absuelto de los cargos, sino que se le nombró por quinta vez cónsul.


La lectura completa de nuevo muestra que no se puede entresacar una frase omitiendo otras para tratar de pervertir el sentido de lo que en realidad el historiador quiere decir, que no es otra cosa que el tribuno del pueblo enfrentado a Marcelo era un demagogo. Y además, describe el combate de Canusio como una victoria de Marcelo (3.000 muertos frente a 8.000), siendo este el que llega a las puertas del campamento enemigo acuchillando rivales que estaban puestos en huida. Usted está defendiendo cosas con un sentido totalmente diferente al que en realidad le da el autor.


No diga disparates.
En mi mensaje ya señalé que la narración de la batalla de Plutarco era igual a la de Polibio. Daba por hecho que eso permitiría al lector avezado concluir que la narración de la batalla de Plutarco era igual a la de Polibio. Al parecer me equivoque y para algunos lectores quedaron planteadas serias dudas al respecto

Por cierto, Plutarco no solo dice que el acusador de Marcelo era un demagogo, también dice que como consecuencia de la retirad del ejercito de Marcelo, Anibal recorrió Italia poniéndola en combustión. Y dice que los ataques contra Marcelo son consecuencia de ese hecho cierto.

Y es Livio quien dice claramente que acusaban a Marcelo de haber sido derrotado dos veces más por Anibal, y quien nos muestra que Marcelo no niega el hecho de sus derrotas en ningún momento.

Y los dos señalan como hecho cierto que Marcelo se retiró y su ejercito no volvió a operar en toda la campaña... porque no podía.

Pero bueno, para quien quiera leerlo por su cuenta y sacar sus propias conclusiones:
http://www.imperivm.org/cont/textos/txt ... rcelo.html
http://www.imperivm.org/cont/textos/txt ... l-mar.html

La operatividad que usted ve en el ejército de Aníbal tras la batalla imagino que es porque puede levantar su propio campamento y retirarse lejos. Algo que para cualquier estándar militar dista mucho de ser operativo. Plutarco, como Livio, menciona que las denuncias que le hacían a Marcelo se basan en esos movimientos "libres" de Aníbal por Italia que ahora paso a analizar.


Plutarco dice -él, no ninguno de los personajes sobre los que trata-
Aníbal, luego que respiró de Marcelo, considerando
su ejército como libre de toda atadura, corrió toda
la Italia, poniéndola en combustión


El general cartaginés retorna a su feudo del Brucio donde posiblemnte recompone sus filas. Y es posible que desde Apulia donde tiene lugar la batalla, hasta el Brucio, pasase por territorio enemigo en la propia Apulia, Campania y Lucania realizando saqueos. Las menciones que he encontrado a acciones de Aníbal ese mismo año son el combate de Caulonia contra 8.000 mercenarios acaecido en el propio Brucio y el intento de auxilio de Tarento desde el Brucio, al que llega tarde y tras el cual, de regreso al Brucio, trata de tender una emboscada a Fabio Máximo en Metaponto mediante engaño, no consumándose finalmente y siendo descubierto. Reitero que muy lejos de las afirmaciones del tribuno de la plebe en el sentido de "andar por toda Italia tras la batalla" y las cuales no se corresponden con ningún otro hecho conocido aparte de lo que he dicho.


Apulia, Campania, Lucania, el Brucio. ¡Máldito demagogo! ¡¡Eso apenas es media Italia!!
Así que marcha por Apulia, Campania y Lucania saqueando a su paso y luego combate contra una fuerza de 8.000 mercenarios, y luego realiza unas marchas forzadas -día y noche creo recordar que decía Livio- aunque aún así no llega a tiempo a Tarento. Todo eso sin que ningún otro ejercito romano vuelva a intentar interceptarle. Diría que es una enumeración bastante completa de las cosas que hace un ejército en estado operativo.

Por otro lado, retraido Aníbal al Brucio, los ejércitos romanos se dedicaron a asediar ciudades aliadas de los púnicos en Lucania y Apulia, además de tomar en el Salentino las poblaciones de Manduria y Tarento. Incluso Apiano coloca los combates en una Aulonia (¿Caulonia?) después de la campaña de saqueo del 210 en Apulia, posterior a la 2ª batalla de Herdonea (y antes del combate de Canusio por tanto), aunque su cronología de hechos difiere bastante.


¿Y cómo es que ningún ejercito romano se decidió a dar el "golpe de gracia" a un Anibal derrotado y que debía estar en unas condiciones desesperadas? Quizá porque no había sido derrotado y quien quedó en esas condiciones fue Marcelo.

Por supuesto, en Zama fue derrotado y sobre eso no hay ninguna duda.

Menos mal, porque ya empezaba a pensar que le daría una interpretación diferente.


No me provoque... :D




Respecto a Cartago Nova la toma se ve facilitada por la existencia de una guarnición no muy numerosa (hasta 3.000 hombres según las fuentes), pero implica una labor de inteligencia previa, una estratagema para desgastar a la guarnición y una coordinación en el asalto brillante atrayendo a la zona de las murallas que quiere a los asediados mientras un grupo de sus legionarios vadean la laguna y penetran por la zona amurallada que mira a esta. Golpe magistral realizado de manera relámpago. Tanto en la aproximación desde su base de operaciones a marchas forzadas, como en la propia toma, de modo que evita la posible llegada de un ejército de socorro cartaginés.


No pongo en cuestión la brillantez y rápidez de la marcha hasta Cartago Nova. Pero no se puede olvidar que en condiciones normales es inconcebible que todo un sector de muralla quedase SIN NI TAN SIQUIERA UN VIGIA. No estamos hablando de una ciudad que ya lleva meses asediada y el cansancio y las privaciones llevan a errores. Estamos hablando de una ciudad medianamente populoso y bien amurallada que en ningún caso debió caer tan rápidamente.

Sagunto es muy famoso por ser el desencadenante de la guerra y la tenaz resistencia mostrada por los defensores, además de los 9 meses que le llevó a Aníbal tomarla y la supuesta herida sufrida durante las operaciones, pero objetivamente sabemos que los romanos la recuperan varios años después sin demasiada alaraca. Ignoramos el dispositivo defensivo cartaginés comparado con el de sus pobladores originales, pero es de justicia reseñar que lo que a Aníbal costó 9 meses y un ejército muy numeroso, a los hermanos Escipión parece que costó menos y con menos hombres.


Ignoramos tantas cosas que la comparación no tiene demasiado sentido. Así que voy a hacer yo otra. La comparación entre el sitio de Sagunto y el de Numancia. Si menospreciamos la capacidad poliorcética de quienes tardaron nueve meses en tomar sagunto ¿Que habría que decir de quienes se demoraron tanto ante Numancia?




A partir de mediados de 215 bajo mi punto de vista Aníbal ya tiene un abundante terreno propio y como participante en una guerra territorial debiera haber actuado. Es cierto que algunos de sus aliados dentro del pacto de adhesión contemplaron no aportarle contingentes militares, pero también hubo colonias latinas que dejaron de aportarle a los romanos durante varios años, lo cual es narrado por Livio. Pero sin duda mantenerse en Italia 16 años enfrentado a Roma es algo meritorio. Y no derrumbarse tras los reveses y prolongar su declinar 12 largos años también.


12 de las 30 dejaron de suministrar hombres porque alegaban que ya no podían más. Es un logro impresionante del púnico.


Claro, porque los pocos romanos que se atrevían a enfrentarse a Anibal en campo abierto lo hacían en inferioridad numérica.

Si hoy en día se discute la estimación de los asistentes a una manifestación en una calle, una formación que avanza por un terreno que puede no ser uniforme y no siempre con una disposición regular, es perfectamente posible que se aprecie mal su número.



Eso no tiene sentido. Los romanos debían saber el número aproximado de las tropas de Anibal sin necesidad de contarlas en el propio campo de batalla.

Por otra parte hay que ver en cada caso como se desencadena el combate y si Aníbal exhibe toda su hueste o por el contrario embosca u oculta una parte de ella a los ojos de su enemigo.



Estamos en las mismas. Un general romano con una ejercito que sabe inferior en número al de Anibal no puede salir a campo abierto "porque ahora que lo piensa le parecen pocos"


Continuara...


Those heroes that shed their blood and lost their lives... You are now lying in the soil of a friendly country. Therefore rest in peace. There is no difference between the Johnnies and the Mehmets to us where they lie side by side now here in this country of ours...
Isocrates
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Mensaje por Isocrates »

Shrike escribió:
Isócrates escribió:Si consigue tomar Cartago Nova es únicamente por un extraordinario conjunto de circunstancias favorables ¿Puede alguien considerar normal que en pleno día se pueda acercar un contingente enemigo a las murallas de una ciudad sitiada y escalarlas sin que nadie les vea y se lo intente impedir? No se me ocurren muchos ejemplos en la historia.


No coincido del todo con tu valoración de la toma de Cartago Nova :wink:

El futuro Escipión Africano toma ventaja, como bien dices, gracias a las informaciones que había recogido, sobre la relativa debilidad de las defensas de Cartago Nova. Pero esto se debía, en gran medida, a que en ese entonces el ejército romano estaba acampado al norte del Ebro, entendiendo los cartagineses que podrían saber de cualquier movimiento de los romanos y entonces proceder, ya sea retrasando su avance o bien reforzando la guarnición.

El hecho fué que los cartagineses se vieron completamente sorprendidos por la rápida marcha de Escipión, quién logró trasladar su ejército y bagajes más rápido de lo que los cartagineses habían supuesto posible. El hecho que el ejército romano ejecutase con éxito dicha rápida marcha se debería, fundamentalmente, a que éste marchó sin sus bagajes a cuestas. Aquí, aviso, ya empezamos a caminar por el terreno de la hipótesis - que no es mía, si no de un amigo que hoy anda escribiendo su tesis al respecto :wink:

Desarrollando esta hipótesis, se desprende de modo verosímil una planificación bastante detallada de la operación, ya que para abastecerse se dispondría de depósitos con abastecimientos preparados con antelación a lo largo de su ruta, tanto para evitar alentecer su avance al no marchar ya al paso de un pesado tren de suministros, como también evitarse los retrasos que conlleva el haber de abastecerse sobre el terreno - ya que no estás llevando las vituallas contigo. Y preparativos de este tipo están documentados a lo largo de la Historia - Napoleón, por ejemplo; o incluso Aníbal, en su épica marcha hasta Italia del 218 a.C. :wink:

Semejantes preparativos, finalmente, conducirían a concluir que Escipión Africano y su entorno demostraron una excelente capacidad organizativa, además de una intensa labor diplomática previa para que los pueblos que habitaban a lo largo de su ruta se ofreciesen - más o menos voluntariamente- a suministrarle reuniendo previamente, en un punto preacordado, los abastecimientos requerido por los romanos.

Como dice mi amigo, sólo es una hipótesis plausible :wink:

Un saludo,


No lo dudo, pero no es en ese aspecto en donde se centra mi perplejidad.

El caso es que, por mucho que corriese Escipión para llegar a Cartago Nova, era absurdo suponer que la ciudad iba ser tomada porque nadie iba a estar vigilando la laguna. ¿Cómo es posible que los cartagineses y los pescadores locales no supieran sobre la laguna adyacente a la ciudad mil veces más que los pescadores de Tarraco? Per, imaginemos que no lo sabían ¿Cómo es posible que no hubiera nadie vigilando que no se acercase nadie en barco, lancha o cualquier otra cosa flotante?

De hecho, cuanto más elaborado resulta el plan necesario para llevar el ejercito a Cartago Nova, más absurdo es que Escipión confiara en tomar la ciudad de esa manera. O bien es una movimiento estratégico desastroso salvado por una suerte milagrosa, o hay algo que no sabemos.

¿Mi opinión personal? Pues, admitiéndolo más en el campo de la especulación que el de la hipótesis, que la ciudad fue entrega a traición por alguien que se encargaba de la custodia de las murallas, el día que le toco ese sector. Por el motivo que sea -bien porque Escipión decide que Roma no paga a traidores, bien porque resulta mutuamente beneficioso que no se sepa la identidad del traidor- se inventa un historia para cubrir las apariencias.

Eso explicaría una tan complicada y difícil expedición que habría puesto en grave riesgo al ejército romano de haberse seguido la consecuencia normal -que la plaza hubiera resistido dando tiempo a regresar a los ejércitos cartagineses-. En definitiva ¿Por qué realiza Escipión un movimiento tan osado? No porque confíe "en que nadie esté mirando", sino por tener alguna clase garantía de que la ciudad se le iba a entregar. Quiero señalar que en el segundo caso la capacidad estratégica de Escipión sube muchos enteros, ya que habría fiado su suerte a un plan previamente elaborado y con altas posibilidades de éxito en caso de no ser descubierto y no a la pura suerte loca.

Un saludo


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Shrike
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Mensaje por Shrike »

Isocrates escribió:
El caso es que, por mucho que corriese Escipión para llegar a Cartago Nova, era absurdo suponer que la ciudad iba ser tomada porque nadie iba a estar vigilando la laguna. ¿Cómo es posible que los cartagineses y los pescadores locales no supieran sobre la laguna adyacente a la ciudad mil veces más que los pescadores de Tarraco? Per, imaginemos que no lo sabían ¿Cómo es posible que no hubiera nadie vigilando que no se acercase nadie en barco, lancha o cualquier otra cosa flotante?


En su día también me planteé estas dudas al leer el relato que hace Polibio de la toma de la ciudad (en X. VI. 8- XV). Incluso me planteé la explicación que bien expones a continuación :D

De hecho, cuanto más elaborado resulta el plan necesario para llevar el ejercito a Cartago Nova, más absurdo es que Escipión confiara en tomar la ciudad de esa manera. O bien es una movimiento estratégico desastroso salvado por una suerte milagrosa, o hay algo que no sabemos.

¿Mi opinión personal? Pues, admitiéndolo más en el campo de la especulación que el de la hipótesis, que la ciudad fue entrega a traición por alguien que se encargaba de la custodia de las murallas, el día que le toco ese sector. Por el motivo que sea -bien porque Escipión decide que Roma no paga a traidores, bien porque resulta mutuamente beneficioso que no se sepa la identidad del traidor- se inventa un historia para cubrir las apariencias.


Como observas, el problema puede residir en la fuente que parece que Polibio dice emplear, una carta de Publio Cornelio Escipión a Filipo V de Macedonia (Polibio X. IX. 3) donde el romano relataría al macedonio como tomó la ciudad.

Eso explicaría una tan complicada y difícil expedición que habría puesto en grave riesgo al ejército romano de haberse seguido la consecuencia normal -que la plaza hubiera resistido dando tiempo a regresar a los ejércitos cartagineses-. En definitiva ¿Por qué realiza Escipión un movimiento tan osado? No porque confíe "en que nadie esté mirando", sino por tener alguna clase garantía de que la ciudad se le iba a entregar. Quiero señalar que en el segundo caso la capacidad estratégica de Escipión sube muchos enteros, ya que habría fiado su suerte a un plan previamente elaborado y con altas posibilidades de éxito en caso de no ser descubierto y no a la pura suerte loca.


Resulta claro que Escipión disponía de informaciones tremendamente precisas tanto sobre la disposición de los tres ejércitos púnicos - según Polibio, todos a una distancia de entre tres y diez días de marcha hasta la ciudad (Polibio X. VII. 5)- como las condiciones defensivas de la plaza. Eso parece indicarnos la confidencia de un desertor - ya fuese púnico o íbero- pero que no sería referido - por algún motivo que hoy desconocemos totalmente- por Escipión al rey macedónico.

Pero creo que resulta más verosímil - y algo menos novelesco :wink:- concluir que el romano, en base a la información de la que disponía, ejecutó un complejo y elaborado plan con un éxito asombroso, presentándose de forma totalmente inesperada ante las murallas. La plaza habría caído inmediatamente, fruto de la sorpresa y al no disponer esta de una guarnición capaz de guardar las murallas. El resto de detalles referidos en la carta que cita Polibio serían detalles para impresionar al rey de Macedonia - "soy la hostia y m... colonia", como se diría vulgarmente :wink:

Un saludo,


capricornio
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Mensaje por capricornio »

Hola Shrike:
La cuestión es que yo no descalifico a Polibio. En lo que conozco de él me parece un magnífico autor, aparte del reproche que se le hace siempre sobre su "patrocinio". Que no es poco, porque no es lo mismo que el abuelo adoptivo de su mecenas sea el único ganador del invicto Aníbal y además "jugando fuera de casa", que sea solo el que le causó la derrota definitiva cuando estaba en declive. Y es cierto que es el referente más seguido de la segunda guerra púnica. Lo que yo no comparto es que lo que él no diga es que no pasó. O que en caso de discrepancia la razón la lleve él por ser Polibio de Megalópolis. Habrá que ver en cada caso lo que defiende y tras analizarlo emitir el juicio que le merezca a cada uno. Sobre sus fuentes, evidentemente Cayo Lelio es de mucha calidad (si no tenía alzheimer :D ) en especial para seguir las operaciones de Escipión el Africano. Y lo que diga en relación con ese personaje tendrá un crédito muy importante.Y pudo tener otras muchas que fuesen útiles. El problema es que no conocemos todas las fuentes que él maneja para narrar todo lo que dice, y por lo tanto no podemos tener la seguridad de que se ajuste en todo fidedignamente a la realidad. Aparte de la consideración que hago sobre la disponibilidad y calidad del recuerdo de los testigos que hago por una cuestión elemental de edad.

¿Sobre qué hechos concretos de 209 a.C. me pide las citas? Es que como he mencionado varios en diversos post no estoy seguro a cual se refiere.
Si es sobre el resto de combates en los que podría haber participado Aníbal ese año sería en Livio y Apiano.
Caulonia: Livio XXVII, 12 y Apiano en su libro La guerra de Aníbal, 8,49
Caulonia, Tarento y Metaponto: Livio XXVII,16 y Apiano La guerra de Aníbal, 8,50

Apiano menciona tras la 2ª Batalla de Herdonea (210) una campaña de saqueo de los romanos en Apulia y una de Aníbal en Campania, con un realojo de los habitantes de Atella, su última plaza en dicha región camapana, llevándolos a Thurii en el Brucio (Livio cuenta que son mandados a Calatia en la misma Campania y lo sería por los romanos -a modo de castigo-). Ambos coinciden en señalar que los habitantes de Nuceria se alojan en la recién abandonada Atella. Pero Livio sitúa estos hechos en 211 junto a la entrega de Calatia tras la rendición de Capua.
Continua Apiano con su relato afirmando que la guerra se desenvuelve en Brucio, Lucania y Apulia (coincide con las rendiciones citadas por Livio de Hirpinos, Volcentes y Lucanos con sus guarniciones púnicas, al cónsul Quinto Fulvio Flaco, lo que implica que ocurre en 209). Y pasa a relatar el saqueo del territorio brucio y la toma de Caulonia por los romanos (Livio menciona el saqueo y la operación de asedio, pero la da como finalizada en una victoria carataginesa tras el regreso de Aníbal de combatir con Marcelo en Canusio y enfrentarse a los 8.000 mercenarios sicilianos).
Tras esto Apiano entra a narrar la toma de Tarento y como tras esta Aníbal se dirige a Venusio, donde ocurrirá la emboscada contra los dos cónsules Crispino y Marcelo (208).
Apiano no menciona los combates de Marcelo de 210 y 209 (Numistro, escaramuzas de Venusio y Canusio).

La narración de Plutarco desliga lo que ocurre en la batalla de lo que pasa después de esta, pero básicamente es una copia de lo que dice Livio. Creo que el relato de la batalla es claro sobre como se desarrolla. Otra cosa es como se interpreta esa campaña incendiaria por toda Italia.
Livio por otra parte conecta las operaciones de Caulonia y Canusio con la petición de Fabio Máximo al cónsul Quinto Fulvio Flaco y a Marcelo de que entretengan a Aníbal mientras él recupera Tarento. Serían operaciones más o menos paralelas la caza del ejército de Aníbal por Marcelo que acaba en la batalla de Canusio y el saqueo de la comarca y el asedio de Caulonia ordenado por Fulvio a los mercenarios sicilianos.
El retorno de Aníbal al Brucio tras la batalla de Canusio y su combate con los que cercan Caulonia sería pues muy seguido en el tiempo, no dejando posibilidad de operaciones "sosegadas" en el resto de Italia, excepto las de saqueo del territorio que atraviesa por el que retorna al Brucio desde Caulonia. El hecho de que las mencionen como incendiarias, encaja con dichas operaciones de saqueo. Tras el combate de Caulonia iría a Tarento a intentar socorrer la plaza que ya habría caído.
Esa sería groso modo la secuencia de los hechos.
La cuestión es que tanto el relato de Livio como el de Plutarco son muy claros sobre el resultado de la batalla. El que retorne al Brucio saqueando por donde pasa es lo normal si no le siguen y no se puede interpretar como un signo de victoria. Otra cuestión es como interpretar la frase de las "dos derrotas" que le achaca el tribuno de la plebe. Este individuo le está diciendo que ha perdido el combate del segundo día y el del tercer día. Eso es lo más sólido para dudar del resultado, no el que Aníbal vuelva saqueando. Pero ambos historiadores muestran al que vierte esas acusaciones como un demagogo. Y los hechos muestran que tras la batalla se rinden a los romanos poblaciones de Lucania y los Hirpinos. ¿Es lógico rendirse a los romanos tras otra nueva victoria de Aníbal? ¿Por qué no socorre a estas poblaciones si ha salido victorioso y le caen de camino hacia el Brucio? ¿Qué hace la legión bajo mando de Tito Quinctio Crispino en Capua? ¿Y el ejército de Quinto Fulvio Flaco en Lucania? Si ha salido victorioso, ¿por qué no va a por ellos? Y si él asola el territorio, ¿por qué estos generales no salen a interceptarlo?
Tras retornar a su base de operaciones del Brucio, aunque su ejército pueda estar muy debilitado por las presuntas 8.000 bajas (que pueden ser más o menos verídicas), sigue siendo muy superior al contingente de mercenarios que asedian Caulonia. Además de poder incorporar tropas suyas que se encuentren en el territorio o en alguna guarnición o alistar soldados nuevos de sus aliados. Con este ejército "reconstruido", sería con el que se dirigiría a Tarento a intentar el socorro de la población, habiendo caido ya cuando él llega. De regreso al Brucio intenta realizar una celada a Fabio Máximo en Metaponto, que resulta descubierta. Mientras Aníbal ha estado "entretenido" con Marcelo, Fabio ha tomado sucesivamente las poblaciones de Manduria y Tarento, ambas en el Salentino.

Otro tema importante a considerar es el clima político en el Senado romano. La condena a muerte del entonces pretor Cneo Fulvio Flaco por su derrota en Herdonea en 212, salvada in extremis por un destierro gracias a su hermano el ahora cónsul Quinto Fulvio Flaco. O la acusación al propio Quinto Fulvio, ahora cónsul en 209, sobre su actuación en Capua. Sin duda en Roma había una fuerte pugna política que trataba de ensombrecer a los generales más victoriosos. Marcelo es un personaje que debía despertar grandes "pasiones" de sus enemigos políticos en Roma. No olvidemos que por su actuación en Sicilia también hubo de dar explicaciones al Senado a raíz de denuncias de brutalidad por parte de una comisión de siracusanos. Personalmente veo como la mejor explicación a lo ocurrido, que el elevado nivel de bajas que tiene en la batalla es aprovechado por sus rivales políticos para acusarle de haber perdido. Una victoria pírrica quizás.

Y por último, y no menos poderoso motivo para creer en la victoria de Marcelo, está su reelección como cónsul y de un allegado de él como segundo cónsul. No se nombra cónsul a un derrotado y menos se le mantiene al frente del ejército que ha sido derrotado para volver a enfrentar al mismo que supuestamente le ha derrotado.

En 208 los romanos tienen 21 legiones y creo que en 209 y 210 es igual el número. En 211 me parece que eran 23. Aunque los romanos en los últimos años de la guerra, en especial tras la batalla del Metauro, comienzan a disminuir su ejército pues la situación en la guerra lo permite y además se debe volver a poner en producción el campo.

La explicación que da de Sagunto es posible, pero en principio le veo un punto débil. Los historiadores cuentan como tras su captura se produce un ajuste de cuentas con los turboletas que eran los habitantes que tenía la ciudad desde que Aníbal la toma en 219. Estos son supuestamente la causa de la discordia que utilizan los púnicos para atacarla. Ese ajuste de cuentas documentado hace difícil que esos habitantes del pueblo vecino rival de los saguntinos y beneficiados con la conquista púnica, se llegasen a vender a los romanos cuando sabemos que no recibieron perdón. Descartado el elemento "local" sólo quedaría una traición de la propia guarnición cartaginesa, lo que a priori resulta más difícil. Por otro lado las traiciones a favor de los romanos para tomar ciudades son contadas por los historiadores romanos, por lo que no hay ningún motivo para ocultarlo (salvo que quieran dejar bien a los Escipiones). Mi impresión personal sobre la campaña de ese año 214 es que tras combatir en Castrum Album con el ejército de Asdrúbal Giscón, Publio Escipión se quedó atacando Sagunto mientras Cneo se dirigió a la Oretania. Publio no aparece en los relatos de batallas de ese año en la Bética ni siquiera cuando se describe cuando es herido Cneo en Munda. De haber estado Publio, este habría continuado la batalla. Debido a la herida se nos dice que los romanos se retiran. Pero bueno, esto es una impresión mía.

Un saludo


Isocrates
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Mensaje por Isocrates »

Shrike escribió:
Resulta claro que Escipión disponía de informaciones tremendamente precisas tanto sobre la disposición de los tres ejércitos púnicos - según Polibio, todos a una distancia de entre tres y diez días de marcha hasta la ciudad (Polibio X. VII. 5)- como las condiciones defensivas de la plaza. Eso parece indicarnos la confidencia de un desertor - ya fuese púnico o íbero- pero que no sería referido - por algún motivo que hoy desconocemos totalmente- por Escipión al rey macedónico.


Bueno, una de las cosas a considerar es que la "información totalmente precisa" es algo inexistente. Sea cual sea la información que tenga Escipión, ha tardado en llegarle poco menos de lo que tardaría el ejercito en moverse hasta su posición. Al salir de Tarraco su mejor aproximación tenía que ser de entre cinco y diez días (es decir, sabía donde había estado un ejercito púnico cinco o diez días antes, pero no tenía forma de saber donde estaba en el momento de iniciar la marcha. Algo más parecido a la física cuántica que al billar :lol:) Lo que quiero señalar es que el riesgo de la expedición era mucho mayor de lo que pueda parecer si pensamos que Escipión conocía realmente donde estaban los ejércitos enemigos. No lo sabía, solo sabía donde habían estado.





Pero creo que resulta más verosímil - y algo menos novelesco :wink:-


:lol::lol:

Piénsalo bien. ¿Un traidor es menos novelesco que esa bella historia de los pescadores y la laguna? ¡No hay comparación!


concluir que el romano, en base a la información de la que disponía, ejecutó un complejo y elaborado plan con un éxito asombroso, presentándose de forma totalmente inesperada ante las murallas. La plaza habría caído inmediatamente, fruto de la sorpresa y al no disponer esta de una guarnición capaz de guardar las murallas.


Hubo un tiempo -en el que respetaba más las fuentes :wink" - en el que también pensé eso. Pero en Cartago Nova debía haber una guarnición de varios miles de hombres, y algunos más en edad militar -y no tan militar, para defender murallas no hace falta estar en la flor de la vida- entre la población. Es casi inconcebible que no pudieran defender la ciudad durante un par de semanas... sabiendo además que la defensa sería breve ya que los ejércitos de socorro llegarían con cierta rapidez.

El resto de detalles referidos en la carta que cita Polibio serían detalles para impresionar al rey de Macedonia - "soy la hostia y m... colonia", como se diría vulgarmente :wink:

Un saludo,


El problema es que, en esa versión, la historia real es más impresionante que la inventada. Menos poética si quieres, pero más impresionante. :wink"


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Shrike
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Mensaje por Shrike »

Isocrates escribió:Bueno, una de las cosas a considerar es que la "información totalmente precisa" es algo inexistente. Sea cual sea la información que tenga Escipión, ha tardado en llegarle poco menos de lo que tardaría el ejercito en moverse hasta su posición. Al salir de Tarraco su mejor aproximación tenía que ser de entre cinco y diez días (es decir, sabía donde había estado un ejercito púnico cinco o diez días antes, pero no tenía forma de saber donde estaba en el momento de iniciar la marcha. Algo más parecido a la física cuántica que al billar :lol:) Lo que quiero señalar es que el riesgo de la expedición era mucho mayor de lo que pueda parecer si pensamos que Escipión conocía realmente donde estaban los ejércitos enemigos. No lo sabía, solo sabía donde habían estado.


Antes que nada, una autocorrección :D En la obra de Polibio se nos dice que los tres [ejércitos] se encontraban a más de diez días de marcha de Cartagena, no que su disposición fuese entre tres y diez días de marcha de Cartago Nova, como yo había afirmado erróneamente en mi post anterior - un error en mis notas me ha jugado una pequeña mala pasada :oops:

Pero, según el relato de Polibio, de dos de los ejércitos, uno estaba en campaña en Lusitania y el otro en las proximidades del actual Gibraltar, mientras el comandado por Asdrúbal hijo de Amílcar - y hermano de Aníbal- estaba asediando una ciudad de los carpetanos. Éste último se puede considerar prácticamente inmovilizado, mientras que respecto a los otros dos en el relato de Polibio se da a entender que estaban de campaña cada uno contra una tribu hostil, es decir, previsiblemente con sus tropas más o menos dispersas dedicándose a asolar el territorio de sus enemigos. No resulta aventurado concluir que Escipión calculase, a su vez y con acierto, que en las siguientes semanas dichos ejércitos fuesen a desplazarse de modo apreciable.



Piénsalo bien. ¿Un traidor es menos novelesco que esa bella historia de los pescadores y la laguna? ¡No hay comparación!


Quizás no lo he dejado suficientemente claro :wink: No doy crédito alguno al cuento del reflujo de la laguna :lol:


concluir que el romano, en base a la información de la que disponía, ejecutó un complejo y elaborado plan con un éxito asombroso, presentándose de forma totalmente inesperada ante las murallas. La plaza habría caído inmediatamente, fruto de la sorpresa y al no disponer esta de una guarnición capaz de guardar las murallas.


Hubo un tiempo -en el que respetaba más las fuentes :wink: - en el que también pensé eso. Pero en Cartago Nova debía haber una guarnición de varios miles de hombres, y algunos más en edad militar -y no tan militar, para defender murallas no hace falta estar en la flor de la vida- entre la población. Es casi inconcebible que no pudieran defender la ciudad durante un par de semanas... sabiendo además que la defensa sería breve ya que los ejércitos de socorro llegarían con cierta rapidez.


Eso nos cuenta Polibio, que Cartago Nova fué defendida con decisión. Pero piénsalo: ¿qué luce más a la hora de explicar a un rey extranjero, tomar una ciudad casi sin guarnición y/o que no ofrece prácticamente resistencia, o lo que dice en la obra de Polibio que relataría Escipión Africano en su carta a Filipo V de Macedonia? :wink:

Todo el relato de Polibio - especialmente en X. VI. 11: en esta dedicación dejó a un lado los planes vulgares, que le podían venir a la mente a cualquiera, y pensó y se propuso hacer lo que [ni amigos] ni enemigos podían sospechar da a entender que la clave en todo el plan era obtener la sorpresa absoluta. Y resulta claro que la obtuvo, pues observando la disposición de los ejércitos púnicos en Hispania: todos lejos de su principal base de operaciones e, incluso, alejados incluso del vector que seguiría una hipotética ofensiva romana desde la ribera baja del Ebro - pues uno estaba en la desembocadura del Tajo, otro en las proximidades de Gibraltar y el otro asediando una ciudad sita en lo que sería la actual provincia de Toledo- indica claramente que no esperaban, de modo bastante negligente, que los romanos pudiesen emprender nada de envergadura; estoy al tanto de la versión de Livio - vía Lazenby (1978: 134)-, que da una disposición distinta, con el ejército de Asdrúbal Barca en Sagunto, cosa que el mismo Lazenby estima inverosímil porque entonces hubiese estado en una posición ideal para interceptar a Escipión en su marcha hasta Cartago Nova, y resulta claro en el mismo relato de Livio que esto no sucedió.Así, no resultaría aventurado concluir que, además, dejasen una mera guarnición simbólica en Cartago Nova, totalmente incapaz de defender la plaza.

Un paralelismo histórico lo encontraríamos en el "Plan Amarillo" ejecutado por los alemanes en Mayo de 1940, que también alcanzó una sorpresa absoluta sobre las previsiones de sus enemigos, fruto de una negligencia - en perspectiva- cometida por personas con experiencia e inteligentes :D

Por otra parte, considero que tu hipótesis también tiene muchos visos de verosimilitud, aunque adolece de recurrir a una especie de deux ex machina, el supuesto traidor que, no sólo acuerda con Escipión Africano a través de cientos de kilómetros un plan de lo más complejo, para luego situarse en el lugar y momento exacto para poder rendir una sección de la muralla a los asaltantes, conllevando la caída de Cartago Nova. Reconocerás que resulta bastante novelesco :wink:

Un saludo,

PD: Ya olvidaba la referencia bibliográfica a la obra de Lazenby:

:arrow: LAZENBY, John Francis (1978). Hannibal's War. A military history of the Second Punic War, Aris and Phillips, Warminster. XIV y 340 páginas.


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Mensaje por Isocrates »

Shrike escribió:Por otra parte, considero que tu hipótesis también tiene muchos visos de verosimilitud, aunque adolece de recurrir a una especie de deux ex machina, el supuesto traidor que, no sólo acuerda con Escipión Africano a través de cientos de kilómetros un plan de lo más complejo, para luego situarse en el lugar y momento exacto para poder rendir una sección de la muralla a los asaltantes, conllevando la caída de Cartago Nova. Reconocerás que resulta bastante novelesco :wink:


En realidad la otra hipótesis también necesita diosecillos dentro de la maquinaria, quizá menos evidentes pero capaces de dejar casi totalmente desprotegido el más importante centro urbano de la Hispania púnica y de descuidar por completo la vigilancia sobre los romanos. Dos cosas que no son ninguna tontería.

Al hilo de lo que comentabas más arriba en tu mensaje, nunca he entendido porque se considera normalmente que llevar los tres ejércitos de campaña tiene como consecuencia lógica dejar una debilitada guarnición en Cartago Nova. En mi opinión, es precisamente al contrario, los ejércitos pueden salir de campaña "despreocupadamente" si se deja una fuerte guarnición en Cartago Nova. De ser tal el caso, no sería necesario admitir las dos casi increibles negligencias del mando cartagines:

1.- Dejar la ciudad sin protección
2.- Despreocuparse totalmente de los romanos.

La ciudad habría quedado suficientemente defendida y, fruto de ello, los cartagineses no habrían necesitado reaccionar inmediatamente aunque tuvieran noticias del movimiento del ejercito romano. . Porque, algo que también hay que considerar, es casi imposible que el traslado de ese ejército pasara desapercibido para todos los aliados de los cartagineses en la zona -por no mencionar a los espías que, sin duda, lo había-

En cuanto a los problemas de "entendimiento", hay que señalar que los traidores llevaban ya mucho tiempo poniéndose en contacto con el enemigo para entregarle ciudades antes de esta ocasión. ;)

Por cierto, no creo que el plan pudiera ser improvisado, supongo que una oferta de traición debía estar en manos del padre y tío de nuestro africanus, y que los detalles logísticos de la expedición estaban estudiados

Un saludo


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Mensaje por Gaspacher »

Y en lugar de pensar en laboriosas teorías de conspiración con traidores velados, no es más fácil buscar una explicación más simple?

Asumiendo que la historia de los cambios de marea sea cierta, es evidente que los cartagineses sí los conocerían, pero es muy probable que creyesen que los romanos no lo harían.

Escipión, conociendo la situación relativa de los ejércitos cartagineses se lanzo a una rápida marcha que lo condujo frente a la ciudad de Cartago Nova en pocos días, preparándose de inmediato para un ataque frontal que obligo a los cartagineses a concentrar todas sus fuerzas en ese sector.

Cuando esto ocurrió Escipión por fin pudo aprovechar el conocimiento del punto vulnerable y atacar desde una posición inesperada tomando la ciudad.


Añagazas similares se han dado numerosas veces en la historia, sin ir más lejos se me ocurre la toma de Ostia por el Gran Capitán, y sin necesidad de lagunas que ofecían una seguridad adicional, sino por tierra y a plena luz del día.


A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.
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Mensaje por Isocrates »

Gaspacher escribió:Y en lugar de pensar en laboriosas teorías de conspiración con traidores velados, no es más fácil buscar una explicación más simple?

Asumiendo que la historia de los cambios de marea sea cierta, es evidente que los cartagineses sí los conocerían, pero es muy probable que creyesen que los romanos no lo harían.

Escipión, conociendo la situación relativa de los ejércitos cartagineses se lanzo a una rápida marcha que lo condujo frente a la ciudad de Cartago Nova en pocos días, preparándose de inmediato para un ataque frontal que obligo a los cartagineses a concentrar todas sus fuerzas en ese sector.

Cuando esto ocurrió Escipión por fin pudo aprovechar el conocimiento del punto vulnerable y atacar desde una posición inesperada tomando la ciudad.


Añagazas similares se han dado numerosas veces en la historia, sin ir más lejos se me ocurre la toma de Ostia por el Gran Capitán, y sin necesidad de lagunas que ofecían una seguridad adicional, sino por tierra y a plena luz del día.


¿Añagaza? ¿El Gran Capitán no derribó parte de la muralla a cañonazos?

Pero la cuestión es que no hace falta ningún cambio de marea para que una tropa armada cruce un curso de agua. Con almadías, sobre pellejos hinchados, incluso a nado armados a la ligera si me apuras. No digo que sea imposible, pero parece extraordinario que no quedase ni tan siquiera un reten de vigilancia. Y casi diría que la entrega de plazas mediante traición era más frecuente -mucho más frecuente- que su toma al asalto.

Un saludo


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