Exclusivo
Carta desde el frente
Dolorosa Verdad
Un alto oficial, en actividad, relata las increíbles condiciones en las que se tuvo que combatir en el Alto Cenepa y rechaza las calumnias que se vertieron durante la guerra.
La tarde del martes 4, un general del Ejército en situación de retiro se contactó con un periodista de CARETAS. El encuentro ocurrió a las once de la noche. En la reunión, el militar explicó que luego de meditarlo y de realizar una serie de consultas con otros miembros de su institución, había decidido, contra todos los riesgos, que constituía un deber patriótico hacer público un documento privado determinante para desentrañar la verdad de los sucesos de la Cordillera del Cóndor.
El general mostró a CARETAS el original de una carta que un alto oficial del Ejército en actividad, destacado en la zona del conflicto, le había dirigido: un manuscrito de 4 páginas en letra corrida incluyendo un croquis. El nombre del destinatario y la firma del remitente se leen claramente. CARETAS reserva su identidad para evitar las represalias disciplinarias y políticas que ambos sufrirían.
El texto revela la verdadera dimensión de la aventura a la que fueron expuestos nuestros combatientes. Describe sentimientos encontrados con la impotencia y la jerarquía. Corrige la versión oficial y encauza la razón. Pero nos enfrenta con una realidad descarnada que envuelve a todos. La misiva llegó a nuestras manos al filo del cierre de edición por lo que no pudimos destacarla en la portada. Sin embargo, su trascendental contenido se impondrá solo. Por primera vez, desde que se inició el conflicto, nos acercamos por boca de un o de sus más destacados protagonistas, a la verdad de una guerra que conmovió al país y confundió a los peruanos.
(Cecilia Valenzuela)
El militar resalta la fortaleza de los trejos soldados peruanoes que combatieron con hambre y con las balas contadas, a un ejército mejor equipado.
El Milagro, 27 de marzo de 1995
Sr. Gral. ***
Lima
Mi General
Mis primeras palabras para expresar a Ud., a ***, y a la familia en general mis respetuoso saludo, de *** y de mis hijos. Con un poco más de tranquilidad, también le expreso mi profundo agradecimiento por su generosa intervención cuando un mezquino mercenario, me agrede, me insulta sin mayor fundamento.
Dios, el Comando del Ejército, nuestros hombres, saben en las condiciones increíbles en que tuvimos que combatir, ante una fuerza armada preparada, instruida, entrenada y equipada con armas y tecnología de punta; parece mentira, nuestros hombres, de todas las armas tuvimos que valernos de los viejos fusiles FAL que tuvieron problemas cuando por los años 75 se compraron a los argentinos; con estas armas y unos cuantos RPG, sin base de fuegos de morteros, sin artillería, sin apoyo aéreo, sin inteligencia, nos enfrentamos a una fuerza moderna, que contaba con todo a su favor (artillería, morteros de 81, 120 y 160, helicópteros que roqueteaban a su entera discreción, aviones de combate, minas, fusilería moderna, ejército bien alimentado, con terreno organizado, etc., etc.) es decir, todo a su favor.
En estas condiciones, recuperamos Cueva de los Tayos, Base Sur, llegamos a Tiwinza pero ya desgastados por una terrible y larga línea de abastecimientos pero no pudimos mantenerla; es verdad nuestros hombres sufrieron hambre, porque no tuvieron raciones oportunamente, porque los cargadores eran emboscados, porque nos infiltrábamos en terreno ocupado por el enemigo y nuestras tropas quedaban aisladas, en fin, porque no teníamos helicópteros para llevar estas raciones; el Presidente y sus periodistas utilizaron, en varias ocasiones, 3 de estos escasos helicópteros, cada vez que venía a hacer su show; de estas escasas raciones se alimentaron muchos o algunos granujas como *** y su reportero que nos ataca; la escasa ropa seca era repartida a estos ayayeros que quitaban la vestimenta a nuestros hombres. Siempre me dediqué a mis hombres, es de lo más injusto e irresponsable que hablen así de uno.
Habla de un helicóptero que fue vacío cuando había carga que llevar, es cierto, no fue uno, fueron tres ayayeros que porque tenían que recoger al Presidente y su corte no quisieron llevar alimentos; uno sale del monte adonde fui cumpliendo una misión del Comando y tengo que responsabilizarme de muchas cosas.
Mucho hay que decir, pero por seguridad y porque realmente estamos hasta el cien en operatividad tuve que callarme para no comprometer a nuestra Institución y las FFAA que dieron lo mejor en mística, patriotismo y entrega.
Es la hora de resguardar la intangibilidad del territorio, es cierto nuestro sacrificio sirve para intereses personales, somos utilizados en aras de personalismos y es hora que el pueblo se dé cuenta que a un personaje le interesa un pepino un pedazo de tierra que según él no produce nada al país, este absurdo cese de fuego ha beneficiado solamente a "E" que ha avanzado aún más en nuestro territorio; hay silencios cómplices que todos deben conocer.
No se puede conducir una operación militar maniatado, impedido de desarrollar la situación; realmente es increíble lo que han hecho nuestros hombres; frentes por todos los lados.
Lamentablemente no puedo viajar aún a Lima para conversar con más detalle; pero tengo la gratitud de siempre al superior, al amigo leal que ha mantenido permanentemente una línea límpida y ejemplar; como siempre Ud. cuenta con nuestro profundo agradecimiento y nuestra modesta amistad.
Le deseo la mejor de las suertes y que Dios oriente a nuestro pueblo a la consecución de mejores destinos.
Su amigo
http://www.caretas.com.pe/1357/dolorosa/Dolorosa.html