Más de setenta heridos en otra oleada de ataques a los cristianos de Egipto
Sacerdotes coptos acusan al gobierno militar de complicidad en los disturbios.
Al menos setenta y ocho personas han resultado heridas en los últimos ataques sufridos por los cristianos coptos de Egipto en la noche del pasado sábado al domingo, según el ministerio de Salud egipcio. En un primer momento se informó también de dos muertos por arma de fuego, si bien parece que ambas se encuentran finalmente hospitalizadas, aunque en estado crítico.
Los heridos se produjeron cuando varios centenares de hombres atacaron a los manifestantes —en su mayoría cristianos, pero también algunos musulmanes— que, desde hace una semana, mantienen una acampada frente a la radiotelevisión egipcia en El Cairo, en la zona de Maspero, para protestar contra la indefensión que sufre la comunidad copta. Los motivos de los atacantes no están claros, si bien podría ser una represalia por un altercado sucedido un rato antes, cuando un motorista intentó atravesar de manera agresiva el cordón de seguridad establecido por los manifestantes, llegando a dispararles con una escopeta de perdigón. De acuerdo con algunos testimonios, el motorista habría sido atrapado por los jóvenes a cargo de la seguridad del campamento, y apaleado.
Ataques inducidos por fieles a Mubarak
Horas más tarde, cientos de personas rodearon la zona y la atacaron con cócteles molotov, piedras y armas de fuego. Los manifestantes se defendieron con sus propios proyectiles y bombas de gasolina. Algunos testigos informaron también de la presencia de un vehículo en el puente «26 de julio», situado en las cercanías del lugar, desde el que se habría disparado contra la acampada, produciendo cinco heridos. El ejército trató de establecer un área de seguridad entre los manifestantes y sus atacantes, y cincuenta personas han sido detenidas. El líder espiritual de los coptos, Shenuda III, ha pedido a sus seguidores que pongan fin a la acampada, para evitar nuevos problemas.
Sin embargo, son muchos los que piensan que los ataques contra los cristianospodrían estar siendo inducidos por elementos del antiguo régimen del derrocado presidente Hosni Mubarak, para crear una situación de desestabilización que justifique la necesidad de un poder fuerte y facilite la rehabilitación de las figuras de la dictadura. Días antes de abandonar el poder, el presidente Mubarak advirtió que «el país se hundiría en el caos» si él dejaba la presidencia. Analistas del Centro Al Ahram de Estudios Políticos y Estratégicos (el «think tank» más prestigioso de Egipto, y uno de los treinta más influyentes del mundo) aseguran que militantes salafistas están siendo enviados con este propósito desde Arabia Saudí, cuya monarquía tiene importantes motivos para oponerse al establecimiento de una democracia en Egipto, ante el temor a un posible contagio revolucionario.
La estrategia, de hecho, podría haber sido puesta en práctica anteriormente por el régimen. El ex primer ministro de Mubarak, Habib El Adli, está formalmente acusado por la fiscalía de orquestar el atentado de Nochevieja contra una iglesia en Alejandría, que dejó una veintena de muertos y ochenta heridos, con el propósito de «culpar a los islamistas, incrementar la represión contra estos, y recabar apoyo occidental».
La Agencia Asiria de Noticias cita el testimonio del padre Botros, de la iglesia de Moqattam (el barrio de mayoría cristiana que fue atacado el pasado marzo), quien asegura que los atacantes «son criminales contratados por las fuerzas de seguridad y el ejército para quebrar la acampada copta». Otro sacerdote, el padre Flipatir Gamil, afirma haber recibido un aviso de que algunos musulmanes iban a atacar a los manifestantes, y que inmediatamente informó a las autoridades civiles, que le dijeron que no podían hacer nada y que debía avisar al ejército. «El ministro (del Interior) El Essawi es responsable por lo ocurrido, por no cumplir con su deber. El ministro dijo en televisión que esta acampada debía terminar, y por tanto dio luz verde a los musulmanes para llevar a cabo su ataque», asegura Gamil.
http://www.abc.es/20110515/internaciona ... 51913.html
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