LOS RECORTES PRESUPUESTARIOS LLEVAN AL DERROTISMO DE LOS ALIADOS.
«Ya nadie vislumbra una victoria militar», reconoce un alto cargo del Gobierno británico«Tenemos un problema de recursos humanos», asegura el jefe de la Armada francesa.
Lo advirtió el jefe del Pentágono, Robert Gates, el pasado viernes en Bruselas: «Muchos aliados se están quedando sin munición en Libia». Y una cascada de voces autorizadas, sobre todo en Francia y Reino Unido, han salido a la palestra a confirmar los oscuros presagios de EE.UU. sobre la incapacidad europea de derrotar a Gadafi sin la ayuda de Washington. «Ya nadie vislumbra una victoria militar», aseguraba ayer un alto cargo del Gobierno británico al diario «The Guardian».
El lunes, el jefe de la Armada británica, el almirante Sir Mark Stanhope, presentaba la campaña libia como insostenible. El 1 de junio, la OTAN decidió ampliar la misión 90 días, hasta septiembre, un objetivo «confortable» para el Reino Unido, según el militar. «Pero, más allá, es probable que debamos solicitar al Gobierno que tome decisiones controvertidas sobre las prioridades», declaró, generando un indisimulado enfado en el Ejecutivo de David Cameron.
En el fondo de sus declaraciones subyace el malestar en el estamento militar por los fuertes recortes impuestos por el gobierno, que ordenó el año pasado prescindir de 5.000 marineros y la retirada del legendario portaviones Ark Royal, un portaaeronaves equipado con aviones Harrier cuyo primer ancestro derrotó a la Armada Invencible española. «Si hubiéramos tenido el Ark Royak y los Harrier, estoy seguro de que los habríamos desplegado en Libia», declaró el almirante, supurando por la herida de los recortes. «Es más barato enviar aviones desde un portaaviones que desde la costa», aseguró: «Estarían desplegados en 20 minutos y no en hora y media».
El alto mando disparaba a la línea de flotación del gobierno, que defiende la eficacia de que las unidades desplegadas despeguen de bases italianas. Su homólogo francés, el almirante Pierre-François Forissier, se ha referido también a un problema de «recursos humanos», y ha reconocido la humillante necesidad que tiene Francia de hacer descansar a su portaaviones. «Si el Charles de Gaulle opera en Libia hasta finales de 2011, ya no podrá realizar misiones en todo 2012, por razones de mantenimiento», reconoce.
Desde que la misión comenzara el pasado 19 de marzo y, sobre todo, desde que Obama retirara a las fuerzas de EE.UU. de las operaciones de combate, el cansancio ha hecho mella en los ocho aliados —de 28 miembros que tiene la OTAN— que participan en los bombardeos: EE.UU. Canadá, Reino Unido, Francia, Bélgica, Dinamarca, Italia y Noruega. Este último país ya ha anunciado, por ejemplo, que sus seis F-16 vuelven a casa el 1 de agosto. Otros, como España, Holanda, Alemania y Turquía, se niegan a participar en misiones de ataque.
Según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS) de Londres, la OTAN tiene desplegados frente a Libia una fuerza de cuatro submarinos (uno español), 39 buques (incluida la fragata Méndez Nuñez) y unos 200 aviones desplegados en 11 bases. Pero de las 10.000 salidas realizadas por aviones OTAN desde marzo, solo un tercio han sido misiones de ataque. «El ratio es un tercio del alcanzado en 1999 en Kosovo y Serbia», según el IISS. Gates recordó por su parte que se producen 150 salidas diarias desde unas instalaciones preparadas para 300 vuelos diarios. El problema, según parece, es que no hay dinero para bombas ni gasolina.
http://www.abc.es/20110616/internaciona ... 10616.html