Vae Victis
-
- General
- Mensajes: 27234
- Registrado: 17 Nov 2009, 02:53
- Ubicación: Usuario excluído
Vae Victis
Batalla de Drepano
249
Entran en funciones los cónsules Publio Claudio Pulcro y Lucio Junio Pullo.
Al estar Lilibeo bloqueada quedaba inservible como base principal púnica. Recordemos que Aníbal, el que había transportado 10.000 hombres a la ciudad, aprovechó el ataque de Imilcón para volver a romper el cerco romano y llevar las naves a Drepano. Allí se encontraba el nuevo comandante cartaginés, Adherbal.
Publio Claudio y Lucio Junio decidieron atacar Drepano. Para este cometido se procede a una leva de marinería de 10.000 hombres que se unen a la flota que ya estaba en Sicilia. Los cónsules contaban con que Adherbal supusiese que tras las pérdidas romanas en el asedio de Lilibeo, estos no fueran capaces de poner inmediatamente en condiciones una armada capaz de atacarle.
Publio Claudio Pulcro, designado para realizar la operación, une los 10.000 hombres de refuerzo a los remeros que estaban en la isla, eligiendo por otro lado a los soldados más capaces y que estuvieran dispuestos a presentarse voluntariamente. Realizado esto, se hace a la vela a medianoche, sin que los enemigos se aperciban. Primeramente navegó con toda la escuadra unida, manteniendo la tierra a la derecha (salía desde el bloqueo de Lilibeo hacia Drepano). Al amanecer deja a la vista la vanguardia a la altura de Drepano. Adherbal, sorprendido en un principio, reacciona rápidamente y ordena preparar sus naves y reunir a todas la tropas. No iba a dejar que le pusieran bajo asedio por lo que zarpando rápidamente se sitúa bajo unas rocas al lado opuesto del puerto, por donde estaban penetrando los romanos.
Claudio, no esperando que Adherbal le ofreciera un combate naval y temiendo que su escuadra pudiera verse partida en dos, ordena que retrocedan todos las naves provocando confusión en las tripulaciones, no sólo por chocar los navíos que estaban dentro del puerto con los que iban a entrar, sino también por hacerse unos a otros pedazos los remos con el mutuo empuje.
A medida que la flota romana retrocede, los trierarcos (capitanes de las naves) ponen la proa frente al enemigo alineándose en la costa; Claudio se posiciona en el ala izquierda. Simultáneamente, Adherbal rebasa el ala derecha romana con su nave acompañada por otros cinco navíos y se coloca frente al ala izquierda romana, ordenando al resto de la flota que ejecute la misma maniobra. Y una vez que todos los buques se alinearon dio la orden de ataque mientras los romanos aun estaban a la espera de algunos rezagados que estaban saliendo del puerto.
249
Entran en funciones los cónsules Publio Claudio Pulcro y Lucio Junio Pullo.
Al estar Lilibeo bloqueada quedaba inservible como base principal púnica. Recordemos que Aníbal, el que había transportado 10.000 hombres a la ciudad, aprovechó el ataque de Imilcón para volver a romper el cerco romano y llevar las naves a Drepano. Allí se encontraba el nuevo comandante cartaginés, Adherbal.
Publio Claudio y Lucio Junio decidieron atacar Drepano. Para este cometido se procede a una leva de marinería de 10.000 hombres que se unen a la flota que ya estaba en Sicilia. Los cónsules contaban con que Adherbal supusiese que tras las pérdidas romanas en el asedio de Lilibeo, estos no fueran capaces de poner inmediatamente en condiciones una armada capaz de atacarle.
Publio Claudio Pulcro, designado para realizar la operación, une los 10.000 hombres de refuerzo a los remeros que estaban en la isla, eligiendo por otro lado a los soldados más capaces y que estuvieran dispuestos a presentarse voluntariamente. Realizado esto, se hace a la vela a medianoche, sin que los enemigos se aperciban. Primeramente navegó con toda la escuadra unida, manteniendo la tierra a la derecha (salía desde el bloqueo de Lilibeo hacia Drepano). Al amanecer deja a la vista la vanguardia a la altura de Drepano. Adherbal, sorprendido en un principio, reacciona rápidamente y ordena preparar sus naves y reunir a todas la tropas. No iba a dejar que le pusieran bajo asedio por lo que zarpando rápidamente se sitúa bajo unas rocas al lado opuesto del puerto, por donde estaban penetrando los romanos.
Claudio, no esperando que Adherbal le ofreciera un combate naval y temiendo que su escuadra pudiera verse partida en dos, ordena que retrocedan todos las naves provocando confusión en las tripulaciones, no sólo por chocar los navíos que estaban dentro del puerto con los que iban a entrar, sino también por hacerse unos a otros pedazos los remos con el mutuo empuje.
A medida que la flota romana retrocede, los trierarcos (capitanes de las naves) ponen la proa frente al enemigo alineándose en la costa; Claudio se posiciona en el ala izquierda. Simultáneamente, Adherbal rebasa el ala derecha romana con su nave acompañada por otros cinco navíos y se coloca frente al ala izquierda romana, ordenando al resto de la flota que ejecute la misma maniobra. Y una vez que todos los buques se alinearon dio la orden de ataque mientras los romanos aun estaban a la espera de algunos rezagados que estaban saliendo del puerto.
-
- General
- Mensajes: 27234
- Registrado: 17 Nov 2009, 02:53
- Ubicación: Usuario excluído
Vae Victis
Los cartagineses inician la lucha con superioridad táctica. A la mayor velocidad de sus naves y mejor experiencia naval había que sumarle la posición que ocupaban en el mar, mientras que los romanos estaban con las popas cercanas a la costa.
En un principio el combate es igualado pero poco a poco se van imponiendo los cartagineses. Si los romanos cercaban un buque, la mayor rápidez le permitía retroceder y cubrirse en mar abierto tras las otras naves cartaginesas; si los romanos se aventuraban a atacar eran golpeados en los flancos y en las popas.
Los navíos romanos, como peleaban junto a tierra, no tenían acción para retroceder cuando eran oprimidos. Siempre que un navío era atacado de frente acababa encallando o estrellándose contra los escollos de la costa.
"Navegar por medio de los navíos enemigos, y atacar por la retaguardia a los que ya una vez han venido a las manos, ventaja utilísima en las acciones navales, les estaba prohibido por la pesadez de los buques y poca práctica de los remeros. Socorrer por la popa al necesitado no les era posible, por estar encerrados contra la tierra, y haber dejado poco espacio para prestar el debido auxilio". Pol. I, 51
A la vista de esto, Publio Claudio huye por la izquierda junto a otros 30 navíos; 93 cayeron en manos cartaginesas con sus respectivas tripulaciones, exceptuando algunos que lograron escapar por tierra.
Después de la batalla
En Roma se consideró como imprudente y temerario el ataque a Drepano. Publio Claudio Pulcro fue llevado ante los tribunales por los tribunos de la plebe Rullo y Fundanio, siendo condenado al pago de una multa que ascendía a 120.000 ases (40 kg de cobre acuñado).
Los pollos sagrados
Los pollos sagrados eran consultados por los augures antes de las batallas. Se les ofrecía una especie de torta (offa sacra) para que comieran y, dependiendo de como lo hicieran (si comían trozos grandes o pequeños, el tamaño de los mismos al caer, la rapidez con la que lo hacían...), los augures daban su interpretación sobre si la batalla iba a ser favorable o no.
Cuenta la tradición que Publio Claudio Pulcro, antes del ataque a Drepano, consultó a los pollos sagrados. Al ver que rehusaban las tortas los tiró por la borda diciendo:
"Si no quieren comer, pues que beban"
En un principio el combate es igualado pero poco a poco se van imponiendo los cartagineses. Si los romanos cercaban un buque, la mayor rápidez le permitía retroceder y cubrirse en mar abierto tras las otras naves cartaginesas; si los romanos se aventuraban a atacar eran golpeados en los flancos y en las popas.
Los navíos romanos, como peleaban junto a tierra, no tenían acción para retroceder cuando eran oprimidos. Siempre que un navío era atacado de frente acababa encallando o estrellándose contra los escollos de la costa.
"Navegar por medio de los navíos enemigos, y atacar por la retaguardia a los que ya una vez han venido a las manos, ventaja utilísima en las acciones navales, les estaba prohibido por la pesadez de los buques y poca práctica de los remeros. Socorrer por la popa al necesitado no les era posible, por estar encerrados contra la tierra, y haber dejado poco espacio para prestar el debido auxilio". Pol. I, 51
A la vista de esto, Publio Claudio huye por la izquierda junto a otros 30 navíos; 93 cayeron en manos cartaginesas con sus respectivas tripulaciones, exceptuando algunos que lograron escapar por tierra.
Después de la batalla
En Roma se consideró como imprudente y temerario el ataque a Drepano. Publio Claudio Pulcro fue llevado ante los tribunales por los tribunos de la plebe Rullo y Fundanio, siendo condenado al pago de una multa que ascendía a 120.000 ases (40 kg de cobre acuñado).
Los pollos sagrados
Los pollos sagrados eran consultados por los augures antes de las batallas. Se les ofrecía una especie de torta (offa sacra) para que comieran y, dependiendo de como lo hicieran (si comían trozos grandes o pequeños, el tamaño de los mismos al caer, la rapidez con la que lo hacían...), los augures daban su interpretación sobre si la batalla iba a ser favorable o no.
Cuenta la tradición que Publio Claudio Pulcro, antes del ataque a Drepano, consultó a los pollos sagrados. Al ver que rehusaban las tortas los tiró por la borda diciendo:
"Si no quieren comer, pues que beban"
-
- General de Brigada
- Mensajes: 5092
- Registrado: 07 Abr 2005, 22:09
Vae Victis
Sobre lo que comentáis de las tripulaciones y el desastre naval de las 284 naves con 100.000 muertos, creo que hay que pensar que la cifra es redonda (lo que posiblemente significa que los reales fueron o algo más o algo menos) y que quizás sólo se incluyen los muertos romanos, pues se está describiendo la debacle sufrida por estos. Y adicionalmente que (al igual que en Ben Hur el cónsul Quinto Arrio y el propio Charlton Heston ), es probable que un porcentaje de las tripulaciones se salvase y fuesen rescatadas por los barcos supervivientes al desastre. Si aplicamos los 420 hombres por nave que cuenta Polibio, y tomamos en consideración que los muertos fuesen solo romanos y correspondiesen a 270 barcos, el porcentaje de supervivencia por nave romana naufragada sería del 12%. Que implicaría que cada nave superviviente recogió unos 167 náufragos. Algo que hace más verosímil la cifra de integrantes por nave del autor griego (300+120).
Buen ejemplo el de Valerio, sobre el nombre de los adoptados en la antigua Roma.
Un saludo
Buen ejemplo el de Valerio, sobre el nombre de los adoptados en la antigua Roma.
Un saludo
-
- General
- Mensajes: 27234
- Registrado: 17 Nov 2009, 02:53
- Ubicación: Usuario excluído
Vae Victis
el nombre de los adoptados en la antigua Roma
Precisamente estaba ahora escribiendo un ejemplo similar, estimado capricornio.
Un caso que tiene relación con los nombres romanos y la denuncia hecha por los tribunos de la plebe a Publio Claudio Pulcro.
Si miramos los Fasti Capitolini para el 249, leemos:
dictator: M. Claudius C.f. Glicia (who was a scribe) , without a magister equitum - he was forced to resign
http://www.attalus.org/translate/fasti2.html
Verás que Marco Claudio Glicia tiene el mismo nombre de gens que Publio Claudio Pulcro.
Al ser acusado Publio Claudio, el senado le deja que elija un dictador para que lo defienda y, no se sabe el porqué, escoge a Marco Claudio, el cual había sido esclavo suyo.
Los esclavos, al ser liberados pasaban a la condición de hombres libres (libertos) y adoptaban el nombre de la gens del que había sido su dueño.
Y ya puestos con los Claudio, cuento algo de la hermana de Publio Claudio que tiene relación con los pollos.
Unos años después, cuando Claudia salía de ver unos juegos que se celebraron, fue agobiada por la multitud y, comparando a ésta con los pollos u otra clase de pájaros, dijo:
"Ojalá estuviera mi hermano vivo y mandara una flota"
PD: Le pusieron una multa.
Un saludo.
- Luis M. García
- Almirante General
- Mensajes: 10966
- Registrado: 23 Jul 2009, 18:04
- Ubicación: Al bressol d'Espanya. Puxa Asturies!!
Vae Victis
Valerio escribió:En Roma se consideró como imprudente y temerario el ataque a Drepano. Publio Claudio Pulcro fue llevado ante los tribunales por los tribunos de la plebe Rullo y Fundanio, siendo condenado al pago de una multa que ascendía a 120.000 ases (40 kg de cobre acuñado).
Hay que reconocer que estos romanos tenían su punto, no como ahora nosotros, que nos malgastan los impuestos desastrosamente y les dejamos irse de rositas...
Cuenta la tradición que Publio Claudio Pulcro, antes del ataque a Drepano, consultó a los pollos sagrados. Al ver que rehusaban las tortas los tiró por la borda diciendo:
"Si no quieren comer, pues que beban"
Claro, así como diablos iba a ganar la batalla
Bueno, en lo de los 100 mil del naufragio, a mí lo que más me echa p'atrás es la pura demografía; si Roma llega a perder semejante cifra de hombres creo que no se recupera por lo menos en 50 años.
Saludos.
Qué gran vasallo, si hubiese buen señor...
-
- General de Brigada
- Mensajes: 5092
- Registrado: 07 Abr 2005, 22:09
Vae Victis
Luis, Roma era una sociedad tremendamente moderna, pero de hace 2000 años. Pero al final, al igual que hoy día, los poderosos no solían caer de la roca Tarpeya y acababan en un cómodo exilio, por grave que fuera la que hubiesen hecho. Uno de los casos más apasionantes que ya he comentado alguna vez, es el de Quinto Servilio Cepión, el oro de Tolosa y el desastre de Arausio.
http://es.wikipedia.org/wiki/Quinto_Ser ... n_el_Viejo
Pero lo de las 100.000 bajas, también le pasó a Roma durante la segunda guerra púnica entre Trasimeno y Cannas (de los que unos 65.000 fueron muertos y el resto prisioneros), en un periodo de unos 14 meses. Y aunque fuese reclutando esclavos, delincuentes y adolescentes, lo superaron. Pero sí es cierto que da que pensar en si los remeros no podrían tener otra procedencia, e incluso si una parte no eran hombres libres (mira que si al final Ben Hur no estaba tan errada....). Porque como ha descrito Valerio, la sucesión de desastres navales (255 a.C. y 253 a.C.), y sus correspondientes bajas, da vértigo. De hecho, sería el mayor desastre militar de Roma, por encima de Arausio, Adrianópolis o Cannas. Y no parece que las fuentes a lo largo del tiempo aludan a él como la mayor sangría de Roma (aunque fuese causado por los elementos).
Un saludo
http://es.wikipedia.org/wiki/Quinto_Ser ... n_el_Viejo
Pero lo de las 100.000 bajas, también le pasó a Roma durante la segunda guerra púnica entre Trasimeno y Cannas (de los que unos 65.000 fueron muertos y el resto prisioneros), en un periodo de unos 14 meses. Y aunque fuese reclutando esclavos, delincuentes y adolescentes, lo superaron. Pero sí es cierto que da que pensar en si los remeros no podrían tener otra procedencia, e incluso si una parte no eran hombres libres (mira que si al final Ben Hur no estaba tan errada....). Porque como ha descrito Valerio, la sucesión de desastres navales (255 a.C. y 253 a.C.), y sus correspondientes bajas, da vértigo. De hecho, sería el mayor desastre militar de Roma, por encima de Arausio, Adrianópolis o Cannas. Y no parece que las fuentes a lo largo del tiempo aludan a él como la mayor sangría de Roma (aunque fuese causado por los elementos).
Un saludo
-
- General
- Mensajes: 27234
- Registrado: 17 Nov 2009, 02:53
- Ubicación: Usuario excluído
Vae Victis
Van unas cifras en cuatro líneas así me ahorro todo el rollo posterior.
Polibio la llama "la guerra más sangrienta de la historia". De Livio no se conserva esta parte de la historia por lo que nunca (si no aparece algún pergamino o similar en una abadía perdida en las montañas) se sabrá lo que opinaba al respecto.
He mirado por la tan manida y he encontrado esto:
• Guerras púnicas
-Primera guerra púnica (264 a. C.-241 a. C.): 400.000 muertos, mayoría romanos.
-Segunda guerra púnica (218 a. C.-202 a. C.): 300.000 muertos, un tercio en Italia y otro en Hispania, el resto se reparte en los demás frentes de batalla.
-Tercera guerra púnica (149 a. C.-146 a. C.): De los 500.000 habitantes de Cartago solo 55.000 sobreviven a la guerra, los sobrevivientes son esclavizados (445.000 muertos).
http://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Guer ... de_muertos
Toman como fuente Atrocity statistics from the Roman Era:
http://necrometrics.com/romestat.htm
Aquí repiten lo que comenté de Polibio:
• First Punic War (264 to 241 BCE) 400,000
Richard A. Gabriel, The Culture of War: Invention and Early Development, (1990) pp.110-111. “Polybius called this war the bloodiest in history, and it is probable that the loss of life on both sides, most of it Roman, approached four hundred thousand men.”
-Es probable que la cifra de muertos fuera de 400.000, en su mayoría romanos.
Como estudios más recientes, he estado mirando por encima "Peasants, Citizens and Soldiers. Studies in the Demographic History of Roman Italy 225 BC-AD 100, Cambridge". Luuk de Ligt:
http://www.hum.leiden.edu/history/staff/ligt.html
Éste me lo ahorro.
También me ahorro "The dynamics of life: demography and the history of Roman Italy (201 BC - AD 14)" otro de Leiden University Institute for History Humanities, como el anterior.
Y así bastantes consultas que he hecho. Tampoco es para poner aquí un listado de bibliografías, cosa que en la mayoría de los casos sólo vale para que uno quede bien en artículos y libros sin tan siquiera haberlas consultado.
Son bibliografías de "copia y pega".
Dejo estos pocos datos y así, como ya he dicho, me ahorro el rollo final.
Estimado Luis, aun no he acabado el año 249 pero para el siguiente si que me toca comentar algo al respecto sobre las bajas romanas hasta el momento, además de algunos datos demográficos.
-Que ya queda poco para que salga Amílcar Barca.
Por otro lado veo que no se llega a entender este periodo en varios aspectos. Se que es difícil meterse en la mentalidad de la época.
PD: Este último naufragio, por poner un ejemplo de un caso comentado recientemente, un romano de la época lo veía como mal menor ante una pérdida de 4.000 hombres en batalla. No es lo mismo una trágica derrota ante el enemigo que una desgracia de la Fortuna (entiéndase Fortuna como divinidad abstracta).
Retomando:
Esimado capricornio, si entiendes lo de la Fortuna verás el porqué.
Un saludo.
Polibio la llama "la guerra más sangrienta de la historia". De Livio no se conserva esta parte de la historia por lo que nunca (si no aparece algún pergamino o similar en una abadía perdida en las montañas) se sabrá lo que opinaba al respecto.
He mirado por la tan manida y he encontrado esto:
• Guerras púnicas
-Primera guerra púnica (264 a. C.-241 a. C.): 400.000 muertos, mayoría romanos.
-Segunda guerra púnica (218 a. C.-202 a. C.): 300.000 muertos, un tercio en Italia y otro en Hispania, el resto se reparte en los demás frentes de batalla.
-Tercera guerra púnica (149 a. C.-146 a. C.): De los 500.000 habitantes de Cartago solo 55.000 sobreviven a la guerra, los sobrevivientes son esclavizados (445.000 muertos).
http://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Guer ... de_muertos
Toman como fuente Atrocity statistics from the Roman Era:
http://necrometrics.com/romestat.htm
Aquí repiten lo que comenté de Polibio:
• First Punic War (264 to 241 BCE) 400,000
Richard A. Gabriel, The Culture of War: Invention and Early Development, (1990) pp.110-111. “Polybius called this war the bloodiest in history, and it is probable that the loss of life on both sides, most of it Roman, approached four hundred thousand men.”
-Es probable que la cifra de muertos fuera de 400.000, en su mayoría romanos.
Como estudios más recientes, he estado mirando por encima "Peasants, Citizens and Soldiers. Studies in the Demographic History of Roman Italy 225 BC-AD 100, Cambridge". Luuk de Ligt:
http://www.hum.leiden.edu/history/staff/ligt.html
Éste me lo ahorro.
También me ahorro "The dynamics of life: demography and the history of Roman Italy (201 BC - AD 14)" otro de Leiden University Institute for History Humanities, como el anterior.
Y así bastantes consultas que he hecho. Tampoco es para poner aquí un listado de bibliografías, cosa que en la mayoría de los casos sólo vale para que uno quede bien en artículos y libros sin tan siquiera haberlas consultado.
Son bibliografías de "copia y pega".
Dejo estos pocos datos y así, como ya he dicho, me ahorro el rollo final.
Luis M. García escribió:Bueno, en lo de los 100 mil del naufragio, a mí lo que más me echa p'atrás es la pura demografía
Estimado Luis, aun no he acabado el año 249 pero para el siguiente si que me toca comentar algo al respecto sobre las bajas romanas hasta el momento, además de algunos datos demográficos.
-Que ya queda poco para que salga Amílcar Barca.
Por otro lado veo que no se llega a entender este periodo en varios aspectos. Se que es difícil meterse en la mentalidad de la época.
PD: Este último naufragio, por poner un ejemplo de un caso comentado recientemente, un romano de la época lo veía como mal menor ante una pérdida de 4.000 hombres en batalla. No es lo mismo una trágica derrota ante el enemigo que una desgracia de la Fortuna (entiéndase Fortuna como divinidad abstracta).
Retomando:
capricornio escribió:Y no parece que las fuentes a lo largo del tiempo aludan a él como la mayor sangría de Roma (aunque fuese causado por los elementos)
Esimado capricornio, si entiendes lo de la Fortuna verás el porqué.
Un saludo.
-
- General
- Mensajes: 27234
- Registrado: 17 Nov 2009, 02:53
- Ubicación: Usuario excluído
Vae Victis
Derrota romana en Lilibeo y posterior desastre naval
El año 249 no iba a concluir con la derrota de Publio Claudio Pulcro en Drepano. Su colega, Lucio Junio Pullo, equipa a toda prisa 60 navíos para proveer de trigo, víveres y demás provisiones al ejército que sitiaba Lilibeo.
Junio llega a Messana en donde se le incorporan las naves que se han podido reunir en toda Sicilia. Sin dilación se dirige a Siracusa con 120 navíos de guerra y cerca de 800 de transporte. En Siracusa dispone la mitad de la flota con orden de hacer llegar todo lo necesario al ejército de Lilibeo mientras el permanecería a la espera de las embarcaciones que no habían podido seguirle desde Messana y recibir los granos con que contribuían los aliados de esa zona de la isla.
Al mismo tiempo Adherbal remitía a Cartago los prisioneros que había hecho en la batalla naval y los navíos apresados. Después entrega a Cartalo, comandante cartaginés que acababa de llegar con 60 naves de refuerzo (70 según Diodoro más un número similar de transportes), otras 30 y le destaca con orden de que caiga de improviso sobre la escuadra romana fondeada en Lilibeo.
Al amanecer, Cartalo parte con las 90 embarcaciones (Diodoro menciona los 120 mejores navíos de la flota gartaginesa) y ataca el cerco naval de Lilibeo. Quema algunos navíos romanos y captura al resto, mientras que Imilcón hace una salida de la ciudad y ataca a las tropas terrestres.
Cartalo sale poco después de Lilibeo en dirección a Heraclea a la espera de la flota enviada por Lucio Junio. Avistada la escuadra enemiga, compuesta por todo tipo de buques, marcha a su encuentro pero es detectada su presencia y la flota romana se guarece en una ensenada sin puerto en la que había una pequeña ciudad (¿Phintias, actual Licata?). Aquí desembarcan y sitúan catapultas y otras máquinas que sacan de la ciudad a la espera de los cartagineses a los que logran repeler desde tierra. A pesar de esto, Cartalo apresa 50 transportes, hunde 17 naves de guerra e inutiliza otras 13.
Lucio Junio parte desde Siracusa con 36 navíos y un considerable número de naves de carga en dirección a Lilibeo. Cartalo, avisado de este movimiento, se hace a la vela con la intención de presentarle batalla antes que se uniera con las tropas que se habían refugiado en la ensenada. Junio dirige sus naves a lugar poco seguro para la navegación (en las costas de Camarina) prefiriendo correr cualquier riesgo antes de entregar sus transportes al enemigo. Cartalo no se arriesga y ancla su escuadra en un cabo que quedaba en una zona intermedia desde donde podía vigilar los movimientos de las dos armadas romanas.
Se aproximaba una tempestad, cuando los pilotos cartagineses, conocedores de aquellas costas, se dan cuenta del peligro y persuaden a Cartalo que se podía evitar el temporal doblando el cabo Pachynus. El comandante cartaginés acepta la sugerencia y consigue doblar el cabo Pachynus y poner a su armada a cubierto.
Las dos escuadras romanas, carentes de todo abrigo, fueron completamente destrozadas contra la costa. Únicamente se salvaron 2 navíos, uno de ellos el de Junio.
Cartago volvía a ser dueña del mar.
El año 249 no iba a concluir con la derrota de Publio Claudio Pulcro en Drepano. Su colega, Lucio Junio Pullo, equipa a toda prisa 60 navíos para proveer de trigo, víveres y demás provisiones al ejército que sitiaba Lilibeo.
Junio llega a Messana en donde se le incorporan las naves que se han podido reunir en toda Sicilia. Sin dilación se dirige a Siracusa con 120 navíos de guerra y cerca de 800 de transporte. En Siracusa dispone la mitad de la flota con orden de hacer llegar todo lo necesario al ejército de Lilibeo mientras el permanecería a la espera de las embarcaciones que no habían podido seguirle desde Messana y recibir los granos con que contribuían los aliados de esa zona de la isla.
Al mismo tiempo Adherbal remitía a Cartago los prisioneros que había hecho en la batalla naval y los navíos apresados. Después entrega a Cartalo, comandante cartaginés que acababa de llegar con 60 naves de refuerzo (70 según Diodoro más un número similar de transportes), otras 30 y le destaca con orden de que caiga de improviso sobre la escuadra romana fondeada en Lilibeo.
Al amanecer, Cartalo parte con las 90 embarcaciones (Diodoro menciona los 120 mejores navíos de la flota gartaginesa) y ataca el cerco naval de Lilibeo. Quema algunos navíos romanos y captura al resto, mientras que Imilcón hace una salida de la ciudad y ataca a las tropas terrestres.
Cartalo sale poco después de Lilibeo en dirección a Heraclea a la espera de la flota enviada por Lucio Junio. Avistada la escuadra enemiga, compuesta por todo tipo de buques, marcha a su encuentro pero es detectada su presencia y la flota romana se guarece en una ensenada sin puerto en la que había una pequeña ciudad (¿Phintias, actual Licata?). Aquí desembarcan y sitúan catapultas y otras máquinas que sacan de la ciudad a la espera de los cartagineses a los que logran repeler desde tierra. A pesar de esto, Cartalo apresa 50 transportes, hunde 17 naves de guerra e inutiliza otras 13.
Lucio Junio parte desde Siracusa con 36 navíos y un considerable número de naves de carga en dirección a Lilibeo. Cartalo, avisado de este movimiento, se hace a la vela con la intención de presentarle batalla antes que se uniera con las tropas que se habían refugiado en la ensenada. Junio dirige sus naves a lugar poco seguro para la navegación (en las costas de Camarina) prefiriendo correr cualquier riesgo antes de entregar sus transportes al enemigo. Cartalo no se arriesga y ancla su escuadra en un cabo que quedaba en una zona intermedia desde donde podía vigilar los movimientos de las dos armadas romanas.
Se aproximaba una tempestad, cuando los pilotos cartagineses, conocedores de aquellas costas, se dan cuenta del peligro y persuaden a Cartalo que se podía evitar el temporal doblando el cabo Pachynus. El comandante cartaginés acepta la sugerencia y consigue doblar el cabo Pachynus y poner a su armada a cubierto.
Las dos escuadras romanas, carentes de todo abrigo, fueron completamente destrozadas contra la costa. Únicamente se salvaron 2 navíos, uno de ellos el de Junio.
Cartago volvía a ser dueña del mar.
- Luis M. García
- Almirante General
- Mensajes: 10966
- Registrado: 23 Jul 2009, 18:04
- Ubicación: Al bressol d'Espanya. Puxa Asturies!!
Vae Victis
capricornio escribió:Luis, Roma era una sociedad tremendamente moderna, pero de hace 2000 años. Pero al final, al igual que hoy día, los poderosos no solían caer de la roca Tarpeya y acababan en un cómodo exilio, por grave que fuera la que hubiesen hecho. Uno de los casos más apasionantes que ya he comentado alguna vez, es el de Quinto Servilio Cepión, el oro de Tolosa y el desastre de Arausio.
http://es.wikipedia.org/wiki/Quinto_Ser ... n_el_Viejo
Bueno, tal vez no los ajusticiaran, pero para un patricio -que es casi lo mismo que decir un noble- eso de que le impusieran un multazo y le extrañaran creo que ya era un castigo de narices. De lo que no me cabe ninguna duda es de que Roma era una sociedad muy moderna, pues fue capaz de poner en pie un auténtico Estado de Derecho -el primero-, con un armazón jurídico de gran solidez.
Pero lo de las 100.000 bajas, también le pasó a Roma durante la segunda guerra púnica entre Trasimeno y Cannas (de los que unos 65.000 fueron muertos y el resto prisioneros), en un periodo de unos 14 meses. Y aunque fuese reclutando esclavos, delincuentes y adolescentes, lo superaron.
Pues, efectivamente, así fue, pero como tú bien dices fueron bajas sufridas en algo más de un año, no en un solo desastre naval. No sé, la verdad es que me estoy planteando si no andaré bastante errado en cuanto a la demografía de la época, sobre todo tras los datos posteados por el Ilustre Huesped de este hilo...
Pero habrá que esperar y ver...
Que ya queda poco para que salga Amílcar Barca.
Saludos.
Qué gran vasallo, si hubiese buen señor...
-
- General
- Mensajes: 27234
- Registrado: 17 Nov 2009, 02:53
- Ubicación: Usuario excluído
Vae Victis
A ver si finiquitamos lo del dichoso naufragio.
Para la demografía romana en general (República e Imperio) muchos autores parten del texto de Polibio referido al año 225.
Ya nombré de pasada "Peasants, Citizens and Soldiers. Studies in the Demographic History of Roman Italy 225 BC-AD 100, Cambridge", Luuk de Ligt
El texto de Polibio es éste:
Con el fin de que los mismos hechos nos den a conocer la gran república que osó atacar más adelante Aníbal, y el formidable imperio contra quien hizo frente su arrojo, bien que llegó a tal punto su dicha que sumió a los romanos en los mayores infortunios, será conveniente exponer los pertrechos de guerra y número de fuerzas que ya entonces éstos poseían. Salieron con los cónsules cuatro legiones romanas, compuestas cada una de cinco mil doscientos infantes y trescientos caballos. Acompañaban asimismo a uno y otro cónsul treinta mil hombres de a pie y dos mil caballos de tropas aliadas. De sabinos y etruscos, que al tiempo preciso vinieron al socorro de Roma, se reunieron cuatro mil caballos y más de cincuenta mil infantes, de los cuales, formando un cuerpo, fue enviado a las órdenes un pretor para cubrir la Etruria. De umbríos y sarsinatos, moradores del Apenino, se congregaron hasta veinte mil. De vénetos y cenomanos otros tantos, que fueron situados en el límite de la Galia para invadir la provincia de los boios y reprimir sus salidas. Éstos eran los ejércitos que defendían las fronteras del país. En Roma no estaban desprevenidos contra la probabilidad de una guerra. Tenían un ejército, que hacía veces de cuerpo de reserva, de veinte mil infantes y mil quinientos jinetes romanos, y treinta mil infantes y dos mil caballos de tropas aliadas. En los padrones enviados al Senado constaban ochenta mil hombres de a pie y cinco mil de a caballo, entre los latinos; setenta mil de a pie y siete mil de a caballo, entre los samnitas; cincuenta mil infantes y dieciséis mil caballos, entre los japiges y mesapiges unidos treinta mil infantes y tres mil caballos, entre los lucanos, y veinte mil infantes y cuatro mil caballos, entre los marsos, maruquinos, ferentanos y vestinos. Además de esto, guarnecían la Sicilia y Tarento dos legiones, compuestos cada una de cuatro mil doscientos infantes y doscientos caballos. El número de romanos y campanios inscritos ascendía a doscientos cincuenta mil infantes y veintitrés mil caballos. Con lo que el total de tropas acampadas delante de Roma sobrepasaba de ciento cuenta mil hombres de a pie y seis mil de a caballo; y el todo de las que podían llevar las armas, tanto romanas como aliadas, ascendía a setecientos mil infantes y setenta mil caballos. Y a la vista de esto, ¿se atreverá Aníbal a invadir Italia con veinte mil hombres escasos?
http://www.imperivm.org/cont/textos/txt ... i_lii.html
En la traducción que yo tengo es Pol. II, 24. Bueno, aquí delante tengo dos; hablo de la que más miro al ser la más exacta, la cual coincide en la cifra total de 700.000 infantes y 70.000 jinetes.
Volviendo al autor mencionado arriba, Luuk De Ligt (no es por nada en especial, sino porque es el último que consulté):
http://bmcr.brynmawr.edu/2013/2013-01-40.html
Esto lo pongo como ejemplo para que se vea que hay dos vertientes o posturas enfrentadas: "Low count Vs High count".
Para la época en la que estamos no hay problema. Luuk De Ligt da una cifra para la población de la Italia romana para el 225 ac de 4.200.0000, de la cual no suelen diferir mucho los autores actuales.
Ejemplo de la llamada "Low count":
Esto para el año 225.
Ahora nos toca retroceder un poco, al inicio de la guerra.
Ya comenté algo sobre el censo:
vae-victis-t36356-255.html
Resumiendo:
• 265/264 son censados 382.234 ciudadanos
• 252 son censados 297.797 ciudadanos
Ahora voy a adelantarme dos años con respecto a la fecha por la que va el tema:
• 247 son censados 241.212 ciudadanos
En 17/18 años de guerra el censo de ciudadanos romanos se ha reducido en 141.022.
Como no me gusta hacer números, ahí están los datos. Solo hay que coger el texto de Polibio para hacer la proporción de combatientes romanos y aliados, retroceder al año 264 y volver a hacer la proporción.
Luego, desde el inicio de la guerra hay que tener en cuenta el crecimiento demográfico durante 18 años (no pongo otros factores para no embrollar más), tomar esa reducción de 141.022 y aplicárselo a los aliados.
PD: Polibio da la cifra de 100.000 para ese naufragio. Vuelvo a reiterar que yo doy los datos que hay, no hago interpretaciones de los mismos.
Vamos, que me callo mis conclusiones y así no discuto.
Un saludo.
Para la demografía romana en general (República e Imperio) muchos autores parten del texto de Polibio referido al año 225.
Ya nombré de pasada "Peasants, Citizens and Soldiers. Studies in the Demographic History of Roman Italy 225 BC-AD 100, Cambridge", Luuk de Ligt
El texto de Polibio es éste:
Con el fin de que los mismos hechos nos den a conocer la gran república que osó atacar más adelante Aníbal, y el formidable imperio contra quien hizo frente su arrojo, bien que llegó a tal punto su dicha que sumió a los romanos en los mayores infortunios, será conveniente exponer los pertrechos de guerra y número de fuerzas que ya entonces éstos poseían. Salieron con los cónsules cuatro legiones romanas, compuestas cada una de cinco mil doscientos infantes y trescientos caballos. Acompañaban asimismo a uno y otro cónsul treinta mil hombres de a pie y dos mil caballos de tropas aliadas. De sabinos y etruscos, que al tiempo preciso vinieron al socorro de Roma, se reunieron cuatro mil caballos y más de cincuenta mil infantes, de los cuales, formando un cuerpo, fue enviado a las órdenes un pretor para cubrir la Etruria. De umbríos y sarsinatos, moradores del Apenino, se congregaron hasta veinte mil. De vénetos y cenomanos otros tantos, que fueron situados en el límite de la Galia para invadir la provincia de los boios y reprimir sus salidas. Éstos eran los ejércitos que defendían las fronteras del país. En Roma no estaban desprevenidos contra la probabilidad de una guerra. Tenían un ejército, que hacía veces de cuerpo de reserva, de veinte mil infantes y mil quinientos jinetes romanos, y treinta mil infantes y dos mil caballos de tropas aliadas. En los padrones enviados al Senado constaban ochenta mil hombres de a pie y cinco mil de a caballo, entre los latinos; setenta mil de a pie y siete mil de a caballo, entre los samnitas; cincuenta mil infantes y dieciséis mil caballos, entre los japiges y mesapiges unidos treinta mil infantes y tres mil caballos, entre los lucanos, y veinte mil infantes y cuatro mil caballos, entre los marsos, maruquinos, ferentanos y vestinos. Además de esto, guarnecían la Sicilia y Tarento dos legiones, compuestos cada una de cuatro mil doscientos infantes y doscientos caballos. El número de romanos y campanios inscritos ascendía a doscientos cincuenta mil infantes y veintitrés mil caballos. Con lo que el total de tropas acampadas delante de Roma sobrepasaba de ciento cuenta mil hombres de a pie y seis mil de a caballo; y el todo de las que podían llevar las armas, tanto romanas como aliadas, ascendía a setecientos mil infantes y setenta mil caballos. Y a la vista de esto, ¿se atreverá Aníbal a invadir Italia con veinte mil hombres escasos?
http://www.imperivm.org/cont/textos/txt ... i_lii.html
En la traducción que yo tengo es Pol. II, 24. Bueno, aquí delante tengo dos; hablo de la que más miro al ser la más exacta, la cual coincide en la cifra total de 700.000 infantes y 70.000 jinetes.
Volviendo al autor mencionado arriba, Luuk De Ligt (no es por nada en especial, sino porque es el último que consulté):
http://bmcr.brynmawr.edu/2013/2013-01-40.html
Esto lo pongo como ejemplo para que se vea que hay dos vertientes o posturas enfrentadas: "Low count Vs High count".
Para la época en la que estamos no hay problema. Luuk De Ligt da una cifra para la población de la Italia romana para el 225 ac de 4.200.0000, de la cual no suelen diferir mucho los autores actuales.
Ejemplo de la llamada "Low count":
Esto para el año 225.
Ahora nos toca retroceder un poco, al inicio de la guerra.
Ya comenté algo sobre el censo:
vae-victis-t36356-255.html
Resumiendo:
• 265/264 son censados 382.234 ciudadanos
• 252 son censados 297.797 ciudadanos
Ahora voy a adelantarme dos años con respecto a la fecha por la que va el tema:
• 247 son censados 241.212 ciudadanos
En 17/18 años de guerra el censo de ciudadanos romanos se ha reducido en 141.022.
Como no me gusta hacer números, ahí están los datos. Solo hay que coger el texto de Polibio para hacer la proporción de combatientes romanos y aliados, retroceder al año 264 y volver a hacer la proporción.
Luego, desde el inicio de la guerra hay que tener en cuenta el crecimiento demográfico durante 18 años (no pongo otros factores para no embrollar más), tomar esa reducción de 141.022 y aplicárselo a los aliados.
PD: Polibio da la cifra de 100.000 para ese naufragio. Vuelvo a reiterar que yo doy los datos que hay, no hago interpretaciones de los mismos.
Vamos, que me callo mis conclusiones y así no discuto.
Un saludo.
-
- General
- Mensajes: 27234
- Registrado: 17 Nov 2009, 02:53
- Ubicación: Usuario excluído
Vae Victis
Olvidándonos de números, autores, estadísticas y demás.
Poneros en la mente de un samnita que lo han sacado de un pueblo perdido en la montaña para servir en el ejército romano. Le pilla el naufragio y consigue llegar nadando a la costa. Se pone a andar y llega a una pequeña aldea. Le dan de comer, buen vino, conoce a una moza siciliana con buenos cánones al uso de la época, cuyo padre es el jefe de la aldea, y se para a pensar "a mi abuelo y a mi padre les cortaron el cuello los romanos, los mismos que me han metido en este berenjenal. Y no veas como está la moza..."
¿Qué hace ese samnita?.
No se si me explico.
Un saludo.
Poneros en la mente de un samnita que lo han sacado de un pueblo perdido en la montaña para servir en el ejército romano. Le pilla el naufragio y consigue llegar nadando a la costa. Se pone a andar y llega a una pequeña aldea. Le dan de comer, buen vino, conoce a una moza siciliana con buenos cánones al uso de la época, cuyo padre es el jefe de la aldea, y se para a pensar "a mi abuelo y a mi padre les cortaron el cuello los romanos, los mismos que me han metido en este berenjenal. Y no veas como está la moza..."
¿Qué hace ese samnita?.
No se si me explico.
Un saludo.
-
- General
- Mensajes: 27234
- Registrado: 17 Nov 2009, 02:53
- Ubicación: Usuario excluído
Vae Victis
Antes de que se me olvide, unas imágenes de los diques secos del puerto militar de Cartago:
Digo lo de que se me olvide porque estoy dejando pasar mucho material gráfico al seguir el hilo de los acontecimientos.
Nunca está de más.
Digo lo de que se me olvide porque estoy dejando pasar mucho material gráfico al seguir el hilo de los acontecimientos.
Nunca está de más.
-
- General
- Mensajes: 27234
- Registrado: 17 Nov 2009, 02:53
- Ubicación: Usuario excluído
Vae Victis
Punto sin retorno
Por este tiempo es cuando los autores narran el hecho de la embajada de Marco Atilio Régulo y su vuelta a Cartago para ser torturado y ejecutado.
Sin entrar en la tradición, es muy probable que Cartago deseara pactar el fin de la guerra ya que era la que más ponía en juego. Roma estaba al límite de sus fuerzas. No tenía flota ni posibilidades de construir una nueva a corto plazo. Autores modernos dan un cálculo que ronda entre el 16 y el 18% de pérdidas en vidas humanas (aquí sólo cuenta la población adulta con ciudadanía romana).
La guerra se desarrollaba en Sicilia y no afectaba ni ponía en peligro la península Itálica. Habían otros factores determinantes que iban a influir en si se debía continuar o no el conflicto.
La guerra había llegado a un punto sin retorno en el que Roma no se podía echar atrás ni ceder lo más mínimo, no ya por la posesión de Sicilia sino por la cohesión política peninsular que había creado. La hegemonía de Roma era el puntal básico de esa confederación de pueblos; si cedía ante los cartagineses el sistema político establecido a lo largo de los años con sus aliados se vería gravemente afectado. Por el contrario, la victoria sobre Cartago reafirmaría la autoridad de Roma.
A pesar de haber tocado fondo, Roma sólo tenía una opción y era la de expulsar a los cartagineses de Sicilia a toda costa.
Por este tiempo es cuando los autores narran el hecho de la embajada de Marco Atilio Régulo y su vuelta a Cartago para ser torturado y ejecutado.
Sin entrar en la tradición, es muy probable que Cartago deseara pactar el fin de la guerra ya que era la que más ponía en juego. Roma estaba al límite de sus fuerzas. No tenía flota ni posibilidades de construir una nueva a corto plazo. Autores modernos dan un cálculo que ronda entre el 16 y el 18% de pérdidas en vidas humanas (aquí sólo cuenta la población adulta con ciudadanía romana).
La guerra se desarrollaba en Sicilia y no afectaba ni ponía en peligro la península Itálica. Habían otros factores determinantes que iban a influir en si se debía continuar o no el conflicto.
La guerra había llegado a un punto sin retorno en el que Roma no se podía echar atrás ni ceder lo más mínimo, no ya por la posesión de Sicilia sino por la cohesión política peninsular que había creado. La hegemonía de Roma era el puntal básico de esa confederación de pueblos; si cedía ante los cartagineses el sistema político establecido a lo largo de los años con sus aliados se vería gravemente afectado. Por el contrario, la victoria sobre Cartago reafirmaría la autoridad de Roma.
A pesar de haber tocado fondo, Roma sólo tenía una opción y era la de expulsar a los cartagineses de Sicilia a toda costa.
- Luis M. García
- Almirante General
- Mensajes: 10966
- Registrado: 23 Jul 2009, 18:04
- Ubicación: Al bressol d'Espanya. Puxa Asturies!!
Vae Victis
Valerio escribió:No se si me explico.
Un saludo.
Como libro abierto, estimado...
Como temía, mis nociones acerca de la demografía romana y aliada no eran muy acertadas. Ese texto de Polibio es muy esclarecedor.
Saludos.
Qué gran vasallo, si hubiese buen señor...
-
- General
- Mensajes: 27234
- Registrado: 17 Nov 2009, 02:53
- Ubicación: Usuario excluído
Vae Victis
248
Entran en funciones los cónsules Caio Aurelio Cota y Publio Servilio Gémino, ambos ejercen el cargo por segunda vez.
Los romanos este año se dedicaron únicamente a mantener el cerco a los enclaves púnicos.
Entre este año y el anterior las fuentes cuentan que Lucio Junio Pullo, después del desastre naval, quiso reparar el golpe de su pasada desgracia y con algunas tropas de tierra tomó la ciudad de Erice (Eryx). Parece que esto no le valió de mucho para aliviar su conciencia pues Cicerón, en su obra "De divinatione", disertando sobre la observación de los ritos religiosos (en este caso los pollos sagrados), menciona que acabó suicidándose.
El hecho más importante fue que se renovó el tratado de alianza con Hierón de Siracusa. De esta manera se mantenía en Sicilia un aliado que hasta el momento había demostrado ser de vital importancia.
Entran en funciones los cónsules Caio Aurelio Cota y Publio Servilio Gémino, ambos ejercen el cargo por segunda vez.
Los romanos este año se dedicaron únicamente a mantener el cerco a los enclaves púnicos.
Entre este año y el anterior las fuentes cuentan que Lucio Junio Pullo, después del desastre naval, quiso reparar el golpe de su pasada desgracia y con algunas tropas de tierra tomó la ciudad de Erice (Eryx). Parece que esto no le valió de mucho para aliviar su conciencia pues Cicerón, en su obra "De divinatione", disertando sobre la observación de los ritos religiosos (en este caso los pollos sagrados), menciona que acabó suicidándose.
El hecho más importante fue que se renovó el tratado de alianza con Hierón de Siracusa. De esta manera se mantenía en Sicilia un aliado que hasta el momento había demostrado ser de vital importancia.
¿Quién está conectado?
Usuarios navegando por este Foro: No hay usuarios registrados visitando el Foro y 3 invitados