Amigo, no se exaspere, es más, todavía no se ha perdido nada, incluso esto puede hacer que la aplicación del fallo de 2012 nunca prospere, es decir, nunca se llegue a aplicar y así lo recomiendan los expertos internacionalistas como forma de combatir éste intento nicaragüense...
Los caminos que tiene Colombia ante nueva demanda de Nicaragua
Expertos opinan que hay que esperar o, por el contrario, rechazar plenamente el fallo del 2012.
Para Carlos Arévalo, profesor de Derecho Internacional de la Universidad de La Sabana y Presidente de la Academia Colombia de Derecho Internacional, el hecho de que Nicaragua haya demandado de nuevo a Colombia ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) no es sorpresivo.
Lo que pide el país centroamericano a la CIJ es declarar el "rumbo exacto" de la frontera marítima entre ambos países en el Caribe, "más allá" de los límites definidos en la sentencia de noviembre pasado.
El profesor Arévalo señala que es algo que ese país estaba planeando desde hace mucho tiempo y se convierte en una estrategia de ese gobierno para darle largas al proceso, fortalecer sus argumentos ante la Corte y evitar así que el caso pierda vigencia.
“Ellos piensan que, como el informe va a llegar hasta enero a la comisión que estudiará la aplicación del fallo, el caso ya no tenga ninguna vigencia para Colombia después de noviembre de este año, entonces por eso se afanan”, afirma Arévalo.
Para Vicente Torrijos, doctor en relaciones internacionales e investigador de la Universidad del Rosario, es una jugada muy hábil de los sandinistas, porque muy inteligentemente esperaron hasta el último momento que el gobierno colombiano diera a conocer su respuesta definitiva ante el fallo y, mientras tanto, recolectaron la información que hacía falta en materia de plataforma continental en Naciones Unidas. “Y justo antes de que se venciera el plazo que cobija a Colombia ante la Corte Internacional presentan la demanda, con lo cual el país vuelve a verse sometido a los mismos jueces y, por lo tanto, a un resultado presumiblemente adverso”, añade.
Las opciones para Colombia –según los expertos- son pocas para reaccionar. Arévalo dice que se debe esperar cuál es el nuevo pronunciamiento de la Corte frente al nuevo comunicado de Nicaragua, que, según él, parece que no prosperará, porque con este Nicaragua lo único que está haciendo es sumando argumentos para poder estar en una mejor posición a la hora de negociar.
“Con lo que sí tiene que ser cuidadosa la Cancillería es en evitar alimentar la posibilidad de convertir en una demanda efectiva, porque en este momento lo que están alegando es una plataforma continental y el hecho de que Colombia no ha querido cumplir con lo mencionado en el Pacto de Bogotá. Lo que tiene que hacer Colombia es demostrar que en el Pacto en ningún momento se han vulnerado los derechos de los nicaragüenses y demostrarle a la Corte que también se equivocó al dejar la puerta abierta en el caso”.
Ante este panorama, Torrijos considera que Colombia no tiene otra posibilidad más que rechazar plenamente el fallo del 19 de noviembre del año pasado y no recurrir a argucias técnico-jurídicas, tales como decir que ‘se acata pero no se cumple’.
“Colombia tiene que definirse por la diplomacia de las grandes ligas, es decir, que el caso sea llevado ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en donde lo importante no son los artículos ni las cláusulas ni los incisos, sino el juego puro de la diplomacia en donde lo que cuenta son realmente los aliados de uno y del otro bando, para que finalmente el Consejo de Seguridad termine sin definir la situación, y Colombia pueda permanecer tranquila, confiando en que los derechos que siempre ha tenido en el área, sean absolutamente respetados mediante una posición firme e indeclinable”.
Torrijos explica que Colombia puede perfectamente rechazar el fallo del año pasado y declarar que es jurídicamente inconsistente porque altera la estabilidad, afecta los tratados con los terceros países y, además, altera el equilibrio ecológico y los derechos de los habitantes del área. “Con todos estos argumentos, sencillamente, el fallo no puede ser acatado, es decir, que se rechaza plenamente”.
En este escenario, de rechazar el fallo del año pasado, sucedería que Nicaragua pueda llevar el caso ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y así Colombia podría someterlo a la consideración de los miembros de ese consejo. Ahí entrarían a valer las alianzas con las que cuentan los dos países, sacando de lado el tema político y dejando el diplomático en primer lugar.
http://www.eltiempo.com/politica/los-ca ... 13066045-4Así que a enfrentar lo que toque enfrentar y sacar a relucir la experiencia y las "alianzas " que se tienen en el Consejo de Seguridad, del cual Colombia ha sido Presidenta en varias ocasiones...
"En momentos de crisis, el pueblo clama a Dios y pide ayuda al soldado. En tiempos de paz, Dios es olvidado y el soldado despreciado».