Ucronia España vs EE.UU., Duelo de aguilas
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Encima el barco que hundimos era nuestro
A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.
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VARIAS LOCALIZACIONES, finales de noviembre
Bilbao
El Cometa era un arrastrero de 350 toneladas con motor a vapor, y una velocidad de entre 8 y 9 nudos y gran autonomía, una buena embarcación que la convertían en candidata para la conversión en una corbeta. Uno de las numerosos buques cazasubmarinos encargados de proteger las amplias costas españolas por medio del tendido de campos minados y sobre todo, la búsqueda de submarinos enemigos.
En la naval de Sestao, Julio Aparicio era el ingeniero encargado de supervisar y dirigir la conversión de tres buques para realizar esta labor, dos arrastreros y uno de los nuevos buques de casco de acero dedicados a la pesca del bacalao. No lejos de allí otros 7 buques similares esperaban su turno para la reconversión, y en otras gradas había otros 5 buques en construcción que serían finalizados como cazasubmarinos.
El trabajo por supuesto empezaría retirando los aparejos de pesca y limpiando sus sentinas a fondo con el fin ganar espacio y eliminar olores. Esa labor llevaría sin duda entre 1 y 2 semanas, y solo entonces podrían pasar el buque al dique seco en el que se limpiaría y trataría el casco a fondo antes de pintarlo, mientras tanto en su interior se instalaban los equipos de comunicación y de detección, así como las bases en las que se encajaría el armamento. También serían necesarios nuevos alojamientos para sus los tripulantes encargados del armamento del buque, y una santabárbara para su munición. Por último, una vez a flote de nuevo se instalarían el cañón de 57mm Nordenfelt y una ametralladora Maxím de 37mm, así como los carriles para lanzar las cargas de profundidad o fondear minas.
En unas semanas las escuadras antisubmarinas tendrían 3 nuevas unidades.
Cerca de Finisterre
Los 3 cazasubmarinos al mando del capitán de fragata Cifuentes regresaban a Ferrol en aquellos momentos, tras haber pasado el día anterior fondeando un pequeño campo de minas frente a Vigo. Con este eran ya 3 los campos de minas situados en los últimos 5 días, una tarea que en aquellos momentos requería todos los esfuerzos de las unidades sutiles españolas, y que se estaba realizando a marchas forzadas por lo que tras llegar a puerto y descansar unas horas sus hombres y él volverían a hacerse a la mar con una nueva carga de minas.
Y Cifuentes sabía que, pese a los urgentes requerimientos y el esfuerzo de las industrias españolas, las minas se estaban agotando…
Gibraltar
Su Majestad el Rey Alfonso XIII paseaba lentamente por la cima del peñón de Gibraltar bajo la mortecina luz del atardecer. Cinco días atrás, las últimas tropas británicas rendían por fin su posición tras dos meses de bombardeos. Las bajas habían sido grandes por ambos bandos, con más de 2.000 hombres muertos y heridos en cada bando, sin embargo las fuerzas españolas, apoyadas en su amplia superioridad de artillería habían acabado por destrozar a los defensores.
Por fin, tras 200 años de ocupación británica, el peñón estaba de nuevo en manos españolas.
Talleres Devis e Hijos, Marchalenes, Valencia
Miguel Devis observaba la plataforma ferroviaria que se estaba construyendo en su taller en esos momentos. Los trabajos avanzaban a buen ritmo, apoyados por ingenieros de la Compañía de Tranvías y Ferrocarriles de Valencia, que aportaban su experiencia en un campo en el que los talleres Devis carecían de experiencia antes de la guerra. La entrada de la empresa familiar en el mundo de ferrocarril había sido bastante traumática a causa de la guerra. Los talleres que Miguel Devis fundara dos décadas atrás junto a José Noguera fueron requeridos para fabricar materiales para el ejército, en este caso y debido a la cercanía de estos a las vías del ferrocarril, y siguiendo un plan de optimización de recursos, se le encomendó la reparación de material ferroviario, pasando a fabricar los primeros elementos poco después.
Una voz le saco de sus pensamientos abruptamente. Un transportista esperaba en la entrada del taller con un carro tirado por un mulo, posiblemente tan entrado en años como el propio carretero, pues la mayoría de animales de tiro habían sido movilizados por el ejército. Sin duda los bujes que esperaba y que habían fabricado dos torneros fresadores de la zona, acababan de llegar.
Saipan
El general Shirahama contemplaba el lento desembarco de las fuerzas de su división en las playas cercanas a la aldea de Puerto Rico. Afortunadamente la operación se estaba realizando sin oposición española, despejando así uno de sus mayores miedos, las ametralladoras. En la playa pudo divisar como un soldado empezaba a ondear una bandera, verde… a la que siguieron otras dos banderas de igual color en otros puntos de la playa. La playa era segura, y las primeras tropas empezaron a adentrarse en la isla para aumentar la zona controlada por sus fuerzas. Era hora de sumarse al desembarco, pero antes enviaría el mensaje que informaba al emperador de la conquista de la isla, un mensaje que se sumaría al procedente del resto de islas españolas de la zona, Rota, Tinia, y por supuesto las islas menores.
Desde un promontorio en el interior de la isla, el Tte Valero observaba el desembarco con sus prismáticos, pronto sus guerrilleros entrarían en acción.
Bilbao
El Cometa era un arrastrero de 350 toneladas con motor a vapor, y una velocidad de entre 8 y 9 nudos y gran autonomía, una buena embarcación que la convertían en candidata para la conversión en una corbeta. Uno de las numerosos buques cazasubmarinos encargados de proteger las amplias costas españolas por medio del tendido de campos minados y sobre todo, la búsqueda de submarinos enemigos.
En la naval de Sestao, Julio Aparicio era el ingeniero encargado de supervisar y dirigir la conversión de tres buques para realizar esta labor, dos arrastreros y uno de los nuevos buques de casco de acero dedicados a la pesca del bacalao. No lejos de allí otros 7 buques similares esperaban su turno para la reconversión, y en otras gradas había otros 5 buques en construcción que serían finalizados como cazasubmarinos.
El trabajo por supuesto empezaría retirando los aparejos de pesca y limpiando sus sentinas a fondo con el fin ganar espacio y eliminar olores. Esa labor llevaría sin duda entre 1 y 2 semanas, y solo entonces podrían pasar el buque al dique seco en el que se limpiaría y trataría el casco a fondo antes de pintarlo, mientras tanto en su interior se instalaban los equipos de comunicación y de detección, así como las bases en las que se encajaría el armamento. También serían necesarios nuevos alojamientos para sus los tripulantes encargados del armamento del buque, y una santabárbara para su munición. Por último, una vez a flote de nuevo se instalarían el cañón de 57mm Nordenfelt y una ametralladora Maxím de 37mm, así como los carriles para lanzar las cargas de profundidad o fondear minas.
En unas semanas las escuadras antisubmarinas tendrían 3 nuevas unidades.
Cerca de Finisterre
Los 3 cazasubmarinos al mando del capitán de fragata Cifuentes regresaban a Ferrol en aquellos momentos, tras haber pasado el día anterior fondeando un pequeño campo de minas frente a Vigo. Con este eran ya 3 los campos de minas situados en los últimos 5 días, una tarea que en aquellos momentos requería todos los esfuerzos de las unidades sutiles españolas, y que se estaba realizando a marchas forzadas por lo que tras llegar a puerto y descansar unas horas sus hombres y él volverían a hacerse a la mar con una nueva carga de minas.
Y Cifuentes sabía que, pese a los urgentes requerimientos y el esfuerzo de las industrias españolas, las minas se estaban agotando…
Gibraltar
Su Majestad el Rey Alfonso XIII paseaba lentamente por la cima del peñón de Gibraltar bajo la mortecina luz del atardecer. Cinco días atrás, las últimas tropas británicas rendían por fin su posición tras dos meses de bombardeos. Las bajas habían sido grandes por ambos bandos, con más de 2.000 hombres muertos y heridos en cada bando, sin embargo las fuerzas españolas, apoyadas en su amplia superioridad de artillería habían acabado por destrozar a los defensores.
Por fin, tras 200 años de ocupación británica, el peñón estaba de nuevo en manos españolas.
Talleres Devis e Hijos, Marchalenes, Valencia
Miguel Devis observaba la plataforma ferroviaria que se estaba construyendo en su taller en esos momentos. Los trabajos avanzaban a buen ritmo, apoyados por ingenieros de la Compañía de Tranvías y Ferrocarriles de Valencia, que aportaban su experiencia en un campo en el que los talleres Devis carecían de experiencia antes de la guerra. La entrada de la empresa familiar en el mundo de ferrocarril había sido bastante traumática a causa de la guerra. Los talleres que Miguel Devis fundara dos décadas atrás junto a José Noguera fueron requeridos para fabricar materiales para el ejército, en este caso y debido a la cercanía de estos a las vías del ferrocarril, y siguiendo un plan de optimización de recursos, se le encomendó la reparación de material ferroviario, pasando a fabricar los primeros elementos poco después.
Una voz le saco de sus pensamientos abruptamente. Un transportista esperaba en la entrada del taller con un carro tirado por un mulo, posiblemente tan entrado en años como el propio carretero, pues la mayoría de animales de tiro habían sido movilizados por el ejército. Sin duda los bujes que esperaba y que habían fabricado dos torneros fresadores de la zona, acababan de llegar.
Saipan
El general Shirahama contemplaba el lento desembarco de las fuerzas de su división en las playas cercanas a la aldea de Puerto Rico. Afortunadamente la operación se estaba realizando sin oposición española, despejando así uno de sus mayores miedos, las ametralladoras. En la playa pudo divisar como un soldado empezaba a ondear una bandera, verde… a la que siguieron otras dos banderas de igual color en otros puntos de la playa. La playa era segura, y las primeras tropas empezaron a adentrarse en la isla para aumentar la zona controlada por sus fuerzas. Era hora de sumarse al desembarco, pero antes enviaría el mensaje que informaba al emperador de la conquista de la isla, un mensaje que se sumaría al procedente del resto de islas españolas de la zona, Rota, Tinia, y por supuesto las islas menores.
Desde un promontorio en el interior de la isla, el Tte Valero observaba el desembarco con sus prismáticos, pronto sus guerrilleros entrarían en acción.
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En breve dos desembarcos nipones, en Filipinas y Guahán...
tratare de colgar el primero mañana.
tratare de colgar el primero mañana.
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- Urbano Calleja
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Madrid, Aeródromo de Cuatro Vientos, 4 de Diciembre
Joaquín Loriga se abrigó con su abrigo tres cuartos. Pese a ser una mañana soleada y encontrarse a mediodía, los cuatro grados escasos en el aeródromo de Cuatro Vientos se sentían hasta la médula.
En cualquier caso no era más terrible que los dos inviernos que tuvo que pasar en Segovia mientras estuvo destinado a la Academia de Artillería, y desde luego, pese al frío, aún era mas llevadero sin la espesa humedad de su Lalín natal.
Mientras realizaba la inspección de prevuelo en su Lohner B.II, miró a su alrededor y sonrió disfrutando de la vista sobre la hierba. Una fila de 8 alumnos se afanaban como él en la preparación de sus máquinas para el primer vuelo de suelta controlada. Hoy sería la primera vez que tomara el mando por sí mismo quedando su instructor dedicado a hacerle comentarios durante el vuelo y ayudarse después a corregir fallos una vez en tierra.
Sin duda Joaquín era afortunado por haber conseguido una plaza en la Academia del Aire. La guerra había acelerado las necesidades de formar pilotos y el incremento de plazas disponibles había ayudado a que sus recién cumplidos 19 años no hubieran sido un problema. Sin duda las recomendaciones de sus superiores a cerca de su aptitudes para la mecánica habñian ayudado, pero siendo honesto, sin la guerra de por medio, no habría podido plantearse un acceso tan rápido en Cuatro Vientos.
- Cadete Loriga, cómo va la inspección, ¿listo para volar?
- Sí capitán Barrón, me falta solo asegurar las riostras y podré comenzar cno los procedimientos de arranque
- Estupendo. Vaya adelantando, que debo tener unas palabras con el capitán Kindelán. ¿Sabe que está visitando la Academia, verdad?
- Sí, señor. Me lo dijo el cadete Gutierrez. Señor... ¿permiso para hablar?
- Hable cadete.
- ¿Cree que sería posible que nos expusiera detalles técnicos de los combates aéreos en el sur de Francia? Podría ser interesante, al menos para los cadetes sin experiencia en combate como yo... señor
- Veo que no pierde la oportunidad, cadete. De hecho el capitán Kindelán y el sargento Vinuesa se encuentran aquí durante una semana para colaborar a la formación de su promoción. Creo que tendrá tiempo de preguntar...si se atreve, claro.
- Sí, capitán Barrón... me gustaría señor.
- Vaya avanzando cadete. Espero no tener que señalarle nada antes de vuelo
- ¡A sus órdenes capitán!
Mientras el cadete Loriga se afanaba con las riostras, el capitán Eduardo Barrón y Ramos se alejó unos trescientos metros para acercarse al capitán Kindelán y charlar un rato con él.
Estaba observando los preparativos al débil sol de Diciembre con un aire fingidamente distraído, mientras identificaba los modos y maneras de los cadetes. Una sonrisa franca se abrió en su rostro al ver acercarse al capitán Barrón y se acercó a su encuentro.
- ¡Eduardo!, un placer verte compañero. ¿Qué tal estás?
- Muy bien, como siempre Alfredo. Me alegra verte. ¿Qué tal el viaje?
- Estupendo, un vuelo muy cómodo tanto para mí como para el resto de pilotos. Les vendrá bien dejar el frente un rato acercarse a ver a familia y amigos en Madrid... y de paso, podemos ayudar con la formación de los nuevos de mimbres. ¿Qué me cuentas? ¿Cómo los ves?
- Pues sorprendentemente bien Alfredo. No me esperaba sacar tantos pilotos con aptitudes en tan poco tiempo, aunque lo cierto es que tal vez los tiempos de promociones de 4 pilotos al año están pasando a mejor vida. ¿No te resulta curioso cómo las cosas han cambiado de forma tan rápida? Quién nos lo iba a decir hace solo tres años...
- Tienes razón Eduardo. Las cosas se han acelerado de forma increíble en los últimos cuatro meses... ya te escribí sobre los avances en proyectiles de bombardeo y la incorporación de ametralladoras de forma generalizada en los BCD-1. La forma de volar está cambiando...y eso va a hacer la vida de los pilotos más peligrosa. No sólo necesitaremos más para volar más máquinas, sino para reemplazar pérdidas. Las habrá... es cuestión de tiempo que nos encontremos con más aviones enemigos, y que ellos se armen también.
- Sí, estoy al tanto. Yo mismo volé las pruebas de los BCD-1 modificados con ametralladoras y se me hizo evidente la necesidad de aprender a volar de forma diferente. Ya no es sólo cuestión de volar de forma precisa y limpia, ahora además se va a llevar al avión a los límites de forma más frecuente, y el piloto que mejor conozca sacar el mejor partido de su aparato marcará diferencias.
- Exacto Eduardo. Por eso es que estamos aquí mis chicos y yo. De acuerdo con el Coronel Vives, las rotaciones en el frente, sobre todo cuando las cosas se mantengan calmadas no solo elevan la moral sino que nos ofrecen una ocasión única de ensayar las tácticas más novedosas con vosotros, de forma que mejoremos la formación de nuestros futuros pilotos. Uno de los motivos principales de traer a gente como Vinuesa es que den clases teóricas e incluso vuelen con alumnos y profesores, de forma que sirva de una especie de transferencia de experiencia. La idea es que estas rotaciones se hagan tan frecuentemente como sea posible, y poder identificar a los pilotos más hábiles para que tengan un despliegue de instrucción en el frente de forma limitada antes de finalizar su instrucción.
- Es desde luego un cambio radical, pero creo que va en la dirección correcta. Los nuevos tiempos precisan nuevas actitudes y cierta... creatividad. Bueno Alfredo, te dejo. Tengo un vuelo de suelta.
- Sí, te he visto hablando con él antes de venir. ¿Joven, verdad?
- Sí, 19 años. Joaquín Loriga. De Lalín.
- Para su edad se le va una seguridad en la forma de desenvolverse con la máquina que no concuerda son su cara de crío.
- Es listo. Y muy hábil. No habría entrado sin la recomendación de su oficial en la Escuela de Artillería de Segovia. Al principio creía que era pura influencia de su familia, militar de tradición, pero me demostró estar equivocado. Es un mecánico extremadamente competente y con una gran facilidad para comprender conceptos teóricos. Y tiene intuición a la hora de volar. “Siente” los mandos, si entiendes a lo que me refiere. Tiene potencial, sin duda.
- Viniendo de ti, significa mucho. Veamos qué tal lo hace hoy. Hablaré con Vinuesa para se le acerque esta tarde y charle con él. Seguro que le motivará.
- No me cabe duda Alfredo. En fin, Te dejo. ¿Nos vemos después?
- Sin duda. Esta vez la comida la pago yo. Buen vuelo Eduardo.
Joaquín Loriga se abrigó con su abrigo tres cuartos. Pese a ser una mañana soleada y encontrarse a mediodía, los cuatro grados escasos en el aeródromo de Cuatro Vientos se sentían hasta la médula.
En cualquier caso no era más terrible que los dos inviernos que tuvo que pasar en Segovia mientras estuvo destinado a la Academia de Artillería, y desde luego, pese al frío, aún era mas llevadero sin la espesa humedad de su Lalín natal.
Mientras realizaba la inspección de prevuelo en su Lohner B.II, miró a su alrededor y sonrió disfrutando de la vista sobre la hierba. Una fila de 8 alumnos se afanaban como él en la preparación de sus máquinas para el primer vuelo de suelta controlada. Hoy sería la primera vez que tomara el mando por sí mismo quedando su instructor dedicado a hacerle comentarios durante el vuelo y ayudarse después a corregir fallos una vez en tierra.
Sin duda Joaquín era afortunado por haber conseguido una plaza en la Academia del Aire. La guerra había acelerado las necesidades de formar pilotos y el incremento de plazas disponibles había ayudado a que sus recién cumplidos 19 años no hubieran sido un problema. Sin duda las recomendaciones de sus superiores a cerca de su aptitudes para la mecánica habñian ayudado, pero siendo honesto, sin la guerra de por medio, no habría podido plantearse un acceso tan rápido en Cuatro Vientos.
- Cadete Loriga, cómo va la inspección, ¿listo para volar?
- Sí capitán Barrón, me falta solo asegurar las riostras y podré comenzar cno los procedimientos de arranque
- Estupendo. Vaya adelantando, que debo tener unas palabras con el capitán Kindelán. ¿Sabe que está visitando la Academia, verdad?
- Sí, señor. Me lo dijo el cadete Gutierrez. Señor... ¿permiso para hablar?
- Hable cadete.
- ¿Cree que sería posible que nos expusiera detalles técnicos de los combates aéreos en el sur de Francia? Podría ser interesante, al menos para los cadetes sin experiencia en combate como yo... señor
- Veo que no pierde la oportunidad, cadete. De hecho el capitán Kindelán y el sargento Vinuesa se encuentran aquí durante una semana para colaborar a la formación de su promoción. Creo que tendrá tiempo de preguntar...si se atreve, claro.
- Sí, capitán Barrón... me gustaría señor.
- Vaya avanzando cadete. Espero no tener que señalarle nada antes de vuelo
- ¡A sus órdenes capitán!
Mientras el cadete Loriga se afanaba con las riostras, el capitán Eduardo Barrón y Ramos se alejó unos trescientos metros para acercarse al capitán Kindelán y charlar un rato con él.
Estaba observando los preparativos al débil sol de Diciembre con un aire fingidamente distraído, mientras identificaba los modos y maneras de los cadetes. Una sonrisa franca se abrió en su rostro al ver acercarse al capitán Barrón y se acercó a su encuentro.
- ¡Eduardo!, un placer verte compañero. ¿Qué tal estás?
- Muy bien, como siempre Alfredo. Me alegra verte. ¿Qué tal el viaje?
- Estupendo, un vuelo muy cómodo tanto para mí como para el resto de pilotos. Les vendrá bien dejar el frente un rato acercarse a ver a familia y amigos en Madrid... y de paso, podemos ayudar con la formación de los nuevos de mimbres. ¿Qué me cuentas? ¿Cómo los ves?
- Pues sorprendentemente bien Alfredo. No me esperaba sacar tantos pilotos con aptitudes en tan poco tiempo, aunque lo cierto es que tal vez los tiempos de promociones de 4 pilotos al año están pasando a mejor vida. ¿No te resulta curioso cómo las cosas han cambiado de forma tan rápida? Quién nos lo iba a decir hace solo tres años...
- Tienes razón Eduardo. Las cosas se han acelerado de forma increíble en los últimos cuatro meses... ya te escribí sobre los avances en proyectiles de bombardeo y la incorporación de ametralladoras de forma generalizada en los BCD-1. La forma de volar está cambiando...y eso va a hacer la vida de los pilotos más peligrosa. No sólo necesitaremos más para volar más máquinas, sino para reemplazar pérdidas. Las habrá... es cuestión de tiempo que nos encontremos con más aviones enemigos, y que ellos se armen también.
- Sí, estoy al tanto. Yo mismo volé las pruebas de los BCD-1 modificados con ametralladoras y se me hizo evidente la necesidad de aprender a volar de forma diferente. Ya no es sólo cuestión de volar de forma precisa y limpia, ahora además se va a llevar al avión a los límites de forma más frecuente, y el piloto que mejor conozca sacar el mejor partido de su aparato marcará diferencias.
- Exacto Eduardo. Por eso es que estamos aquí mis chicos y yo. De acuerdo con el Coronel Vives, las rotaciones en el frente, sobre todo cuando las cosas se mantengan calmadas no solo elevan la moral sino que nos ofrecen una ocasión única de ensayar las tácticas más novedosas con vosotros, de forma que mejoremos la formación de nuestros futuros pilotos. Uno de los motivos principales de traer a gente como Vinuesa es que den clases teóricas e incluso vuelen con alumnos y profesores, de forma que sirva de una especie de transferencia de experiencia. La idea es que estas rotaciones se hagan tan frecuentemente como sea posible, y poder identificar a los pilotos más hábiles para que tengan un despliegue de instrucción en el frente de forma limitada antes de finalizar su instrucción.
- Es desde luego un cambio radical, pero creo que va en la dirección correcta. Los nuevos tiempos precisan nuevas actitudes y cierta... creatividad. Bueno Alfredo, te dejo. Tengo un vuelo de suelta.
- Sí, te he visto hablando con él antes de venir. ¿Joven, verdad?
- Sí, 19 años. Joaquín Loriga. De Lalín.
- Para su edad se le va una seguridad en la forma de desenvolverse con la máquina que no concuerda son su cara de crío.
- Es listo. Y muy hábil. No habría entrado sin la recomendación de su oficial en la Escuela de Artillería de Segovia. Al principio creía que era pura influencia de su familia, militar de tradición, pero me demostró estar equivocado. Es un mecánico extremadamente competente y con una gran facilidad para comprender conceptos teóricos. Y tiene intuición a la hora de volar. “Siente” los mandos, si entiendes a lo que me refiere. Tiene potencial, sin duda.
- Viniendo de ti, significa mucho. Veamos qué tal lo hace hoy. Hablaré con Vinuesa para se le acerque esta tarde y charle con él. Seguro que le motivará.
- No me cabe duda Alfredo. En fin, Te dejo. ¿Nos vemos después?
- Sin duda. Esta vez la comida la pago yo. Buen vuelo Eduardo.
Última edición por Urbano Calleja el 22 Sep 2013, 08:57, editado 2 veces en total.
"Qué miedo me dais algunos, rediós. En serio. Cuánto más peligro tiene un imbécil que un malvado". Arturo Pérez-Reverte
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Gaspacher escribió:Con esa premisa dejaremos la flota alemana en su función original, aunque para justificar una mayor implicación dejaremos los buques de las escuadras de ultramar de forma más coordinada, dejando que empleen puertos españoles. Principalmente eso se reflejara en el Karlsruhe (ya se ha mencionado como repostaba y hacia mantenimiento en Puerto Rico), la escuadra de Spee, y por supuesto los cruceros auxiliares
Spee está apunto de cruzar el Atlántico, tiene órdenes de abrirse paso hacia su Patria...
El estrecho ha sido declarado zona de guerra, con todas las garantías, al efecto de bloquear las costas francesas, y ha sido debidamente notificado y a todos los interesados...
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Ningún plan sobrevive al contacto con el enemigo
A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.
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Hola:
La verdad es que me había emocionado en exceso con el desarrollo de los acontecimientos y casi me veía organizando el desfile de la victoria presidido por el Kaiser y Alfonso XIII en el palacio de Buckingham. Menos mal que los autores tienen claro el objetivo y no caen en el mismo vértigo que el que escribe. No se trata de ganar la guerra sino de que la Entente considere que es mejor perder un aliado como Japón que tener un enemigo como España. A ver si esta vez no se me olvida. En este contexto está claro que a España casi le conviene más hacer su guerra particular dentro de esta Gran Guerra, a ver si los acontecimientos lo permiten.
Y a ver si nos dejan las manos libres cuanto antes porque como esto se alargue y los japos empiecen a conquistar territorios nos va a costar más que sangre, sudor y lágrimas el volverlos a echar al mar.
Espero con impaciencia los post "pacíficos", con impaciencia y temor por lo que pueden suponer para nuestros intereses.
Un saludo
urquhart escribió:La psoción española creo que es clara, tener las manos libres en Filipinas para enfrentarse al Japón. De ahí el Ultimatum de septiembre a Francia y Gran Bretaña. Respecto a Alemania y Austria Hungría, nada de pactos, menos por escrito. La psoción oficiosa española es la de que casualidad, compartimos enemigos. Si podemos echarnos una mano, bien.
La verdad es que me había emocionado en exceso con el desarrollo de los acontecimientos y casi me veía organizando el desfile de la victoria presidido por el Kaiser y Alfonso XIII en el palacio de Buckingham. Menos mal que los autores tienen claro el objetivo y no caen en el mismo vértigo que el que escribe. No se trata de ganar la guerra sino de que la Entente considere que es mejor perder un aliado como Japón que tener un enemigo como España. A ver si esta vez no se me olvida. En este contexto está claro que a España casi le conviene más hacer su guerra particular dentro de esta Gran Guerra, a ver si los acontecimientos lo permiten.
Gaspacher escribió:En breve dos desembarcos nipones, en Filipinas y Guahán...
tratare de colgar el primero mañana.
Y a ver si nos dejan las manos libres cuanto antes porque como esto se alargue y los japos empiecen a conquistar territorios nos va a costar más que sangre, sudor y lágrimas el volverlos a echar al mar.
Espero con impaciencia los post "pacíficos", con impaciencia y temor por lo que pueden suponer para nuestros intereses.
Un saludo
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CERCA DE GONZAGA, norte de Filipinas, 4 de diciembre de 1914 (I)
El capitán Francisco Franco observaba la maniobra japonesa de desembarco desde un pequeño promontorio cerca de las playas de Tallag. En el mar podían contemplarse varios buques de pasajeros protegidos por 3 acorazados, una decena de cruceros y numerosos destructores y buques de apoyo. Frente a ellos y dirigiéndose a las playas podían verse con claridad decenas de botes, tal vez incluso centenares pues desde su posición no podía contemplar todo el despliegue nipón. La guerra por fin había llegado a Filipinas, y por lo que parecía los japoneses habían decidido dar un golpe demoledor. Sin duda habían aprovechado los dos meses que tuvieron que esperar al fin de la época de tifones. Sí, se dijo Francisco, dos meses que los japoneses aprovecharon para prepararse, pero también dos meses que habían sido aprovechados por las fuerzas españolas.
Durante esos dos meses la media brigada de la que formaba parte su batallón no había permanecido ociosa, y habían preparado defensas en la zona norte. El comandante de su media brigada, el tte coronel López, se había enfrentado a una dura decisión. Disponía de menos de 5.000 hombres, y solo 14 cañones antiguos para proteger una zona de 50km de costa, entre Buguey y Santa Ana. La tarea se antojaba imposible, pues los defensores se verían seguramente superados, por lo que no hubo más remedio que actuar con iniciativa y cierto grado de improvisación. Así cada grupo construyo una serie de blocaos semienterrados, reforzados con la madera de árboles de la zona, y ante la falta de alambre de espino (1), dedico su tiempo a clavar afiladas estacas en ángulo a lo largo y ancho de las playas. Finalmente y por si las estacas no fuesen suficiente, enterraron trampas con estacas para sorprender a los desafortunados soldados japoneses.
El desembarco se realizó con los botes de los propios buques, un procedimiento lento y engorroso que facilito la tarea de los defensores.
Las fuerzas disponibles se dividieron en grupos de un centenar de hombres, encargados de defender un frente de hasta 1.000 metros de largo. Cada uno de esos grupos empleo el tiempo disponible en preparar trincheras, y puestos de tiro desde los que defender su sector, además se prepararon campos de tiro superpuestos para facilitar la defensa de cada sector por las fuerzas de los sectores vecinos. Con todo a nadie escapaba que las defensas no podrían sostenerse a menos que lograsen concentrar en el lugar elegido para el desembarco fuerzas mucho mayores que el grupo encargado de la defensa de zona, sin embargo había tan pocas reservas que debían fiar el éxito de la defensa en los dirigibles de observación. Tan solo si ellos lograsen localizar a los invasores con la suficiente antelación y adivinar su ruta, podrían movilizar las defensas con suficiente tiempo.
Lo habían logrado solo en parte. Pese a la intensa labor de los submarinos y de los 2 dirigibles con los que se contaba, la escuadra nipona no fue localizada hasta la noche anterior, a pocas millas de la costa norte filipina. Inmediatamente se dio órdenes a las 3 medias brigadas recientemente formadas con armas adquiridas en China, al mando del general Castejon para concentrarse en la costa, desgraciadamente no había tiempo de trasladar más fuerzas. La primera batalla deberían librarla exclusivamente las tropas emplazadas meses atrás en el norte. En esa situación lo único que aliviaba el pesar de los comandantes españoles, era que los japoneses habían elegido atacar en el punto más previsible. Un puerto que aunaba ser el más cercano a sus puertos de Formosa y a la vez, el único puerto de gran capacidad de Luzón sin defensa costera (2), el puerto comercial de Irene (3) a escasos kilómetros de Santa Ana.
-Mi capitán. –Llamo el sargento Beloso. –Los botes enemigos están a 100 metros de la costa y acercándose.
-Gracias, sargento. –Respondió. –Muchachos, llego la hora. Démosles la bienvenida a los japoneses de la forma que merecen y devolvámoslos al mar. Apuntad a los botes, no desperdicies municiones, y dejad a los que caigan en el agua o lleguen a la orilla en paz, de esos se ocuparan los tiradores (4).
Listossss… ¡Fuego! –Bramó la orden que fue respondida por el furioso repiqueteo de las ametralladoras y fusiles, al tiempo que lamentaba disponer solo de 2 ametralladoras.
El teniente Sakeda gritaba a sus hombres para que avanzasen como pudiesen. Menos de un minuto antes la quietud de la mañana fue interrumpida por el furioso repiqueteo de las armas españolas, que concentraron su fuego en los botes que transportaban a la infantería nipona. No tardó en darse cuenta que permanecer en los botes era el peor error que podían cometer, por lo que ordeno a sus hombres saltar al agua y avanzar las ultimas decenas de metros a nado. De esa forma se encontró con el agua al pecho y se tuvo que emplear a fondo para avanzar luchando contra la resistencia del agua, sumada al peso de su equipo. A su alrededor decenas de hombres gritaban pidiendo ayuda al tiempo que otros muchos hacían como él, y trataban de salir del agua como podían, algunos incluso disparaban sus fusiles de forma precaria.
-¡Avanzaddd! ¡Rápido, salid del agua! -Gritaba sus órdenes tratando de llegar a tierra, donde sus hombres podrían emplear sus armas para defenderse. Tras ellos los estampidos de los cañones de los destructores abrieron fuego en un intento de acallar las armas que les hostigaban.
En tierra, desde el blocao semienterrado y camuflado por la vegetación plantada como cobertura sobre él, el capitán Franco contemplaba los efectos de los disparos de sus hombres. Una docena de botes flotaban a la deriva, con todos sus hombres muertos, alguno incluso se estaba hundiendo lentamente por los agujeros abiertos por las ametralladoras. Alrededor de los botes cientos de hombres bregaban por salir del agua, los más próximos, con el agua por la cintura avanzando ya a buena velocidad. Según calculaba le quedaban escasos minutos antes de que el combate le obligase a defenderse de los hombres desembarcados, debía aprovecharlos para causar el mayor efecto en los desprotegidos hombres de los botes.
-Cabo Nuñez, un bote enemigo 15 a la derecha, destrócelo. –Ordenó al tiempo que tendía una mano hacia el teléfono de campaña para comunicarse con el Tte coronel López, observando como la ametralladora centraba el bote repleto de japoneses en su mira.
-Azor, aquí Conejo, el enemigo está en la playa. –Informo al Tcol mientras contemplaba como decenas de infantes llegaban salían del agua y se arrojaban en la arena disparando sus fusiles.
El capitán Francisco Franco observaba la maniobra japonesa de desembarco desde un pequeño promontorio cerca de las playas de Tallag. En el mar podían contemplarse varios buques de pasajeros protegidos por 3 acorazados, una decena de cruceros y numerosos destructores y buques de apoyo. Frente a ellos y dirigiéndose a las playas podían verse con claridad decenas de botes, tal vez incluso centenares pues desde su posición no podía contemplar todo el despliegue nipón. La guerra por fin había llegado a Filipinas, y por lo que parecía los japoneses habían decidido dar un golpe demoledor. Sin duda habían aprovechado los dos meses que tuvieron que esperar al fin de la época de tifones. Sí, se dijo Francisco, dos meses que los japoneses aprovecharon para prepararse, pero también dos meses que habían sido aprovechados por las fuerzas españolas.
Durante esos dos meses la media brigada de la que formaba parte su batallón no había permanecido ociosa, y habían preparado defensas en la zona norte. El comandante de su media brigada, el tte coronel López, se había enfrentado a una dura decisión. Disponía de menos de 5.000 hombres, y solo 14 cañones antiguos para proteger una zona de 50km de costa, entre Buguey y Santa Ana. La tarea se antojaba imposible, pues los defensores se verían seguramente superados, por lo que no hubo más remedio que actuar con iniciativa y cierto grado de improvisación. Así cada grupo construyo una serie de blocaos semienterrados, reforzados con la madera de árboles de la zona, y ante la falta de alambre de espino (1), dedico su tiempo a clavar afiladas estacas en ángulo a lo largo y ancho de las playas. Finalmente y por si las estacas no fuesen suficiente, enterraron trampas con estacas para sorprender a los desafortunados soldados japoneses.
El desembarco se realizó con los botes de los propios buques, un procedimiento lento y engorroso que facilito la tarea de los defensores.
Las fuerzas disponibles se dividieron en grupos de un centenar de hombres, encargados de defender un frente de hasta 1.000 metros de largo. Cada uno de esos grupos empleo el tiempo disponible en preparar trincheras, y puestos de tiro desde los que defender su sector, además se prepararon campos de tiro superpuestos para facilitar la defensa de cada sector por las fuerzas de los sectores vecinos. Con todo a nadie escapaba que las defensas no podrían sostenerse a menos que lograsen concentrar en el lugar elegido para el desembarco fuerzas mucho mayores que el grupo encargado de la defensa de zona, sin embargo había tan pocas reservas que debían fiar el éxito de la defensa en los dirigibles de observación. Tan solo si ellos lograsen localizar a los invasores con la suficiente antelación y adivinar su ruta, podrían movilizar las defensas con suficiente tiempo.
Lo habían logrado solo en parte. Pese a la intensa labor de los submarinos y de los 2 dirigibles con los que se contaba, la escuadra nipona no fue localizada hasta la noche anterior, a pocas millas de la costa norte filipina. Inmediatamente se dio órdenes a las 3 medias brigadas recientemente formadas con armas adquiridas en China, al mando del general Castejon para concentrarse en la costa, desgraciadamente no había tiempo de trasladar más fuerzas. La primera batalla deberían librarla exclusivamente las tropas emplazadas meses atrás en el norte. En esa situación lo único que aliviaba el pesar de los comandantes españoles, era que los japoneses habían elegido atacar en el punto más previsible. Un puerto que aunaba ser el más cercano a sus puertos de Formosa y a la vez, el único puerto de gran capacidad de Luzón sin defensa costera (2), el puerto comercial de Irene (3) a escasos kilómetros de Santa Ana.
-Mi capitán. –Llamo el sargento Beloso. –Los botes enemigos están a 100 metros de la costa y acercándose.
-Gracias, sargento. –Respondió. –Muchachos, llego la hora. Démosles la bienvenida a los japoneses de la forma que merecen y devolvámoslos al mar. Apuntad a los botes, no desperdicies municiones, y dejad a los que caigan en el agua o lleguen a la orilla en paz, de esos se ocuparan los tiradores (4).
Listossss… ¡Fuego! –Bramó la orden que fue respondida por el furioso repiqueteo de las ametralladoras y fusiles, al tiempo que lamentaba disponer solo de 2 ametralladoras.
El teniente Sakeda gritaba a sus hombres para que avanzasen como pudiesen. Menos de un minuto antes la quietud de la mañana fue interrumpida por el furioso repiqueteo de las armas españolas, que concentraron su fuego en los botes que transportaban a la infantería nipona. No tardó en darse cuenta que permanecer en los botes era el peor error que podían cometer, por lo que ordeno a sus hombres saltar al agua y avanzar las ultimas decenas de metros a nado. De esa forma se encontró con el agua al pecho y se tuvo que emplear a fondo para avanzar luchando contra la resistencia del agua, sumada al peso de su equipo. A su alrededor decenas de hombres gritaban pidiendo ayuda al tiempo que otros muchos hacían como él, y trataban de salir del agua como podían, algunos incluso disparaban sus fusiles de forma precaria.
-¡Avanzaddd! ¡Rápido, salid del agua! -Gritaba sus órdenes tratando de llegar a tierra, donde sus hombres podrían emplear sus armas para defenderse. Tras ellos los estampidos de los cañones de los destructores abrieron fuego en un intento de acallar las armas que les hostigaban.
En tierra, desde el blocao semienterrado y camuflado por la vegetación plantada como cobertura sobre él, el capitán Franco contemplaba los efectos de los disparos de sus hombres. Una docena de botes flotaban a la deriva, con todos sus hombres muertos, alguno incluso se estaba hundiendo lentamente por los agujeros abiertos por las ametralladoras. Alrededor de los botes cientos de hombres bregaban por salir del agua, los más próximos, con el agua por la cintura avanzando ya a buena velocidad. Según calculaba le quedaban escasos minutos antes de que el combate le obligase a defenderse de los hombres desembarcados, debía aprovecharlos para causar el mayor efecto en los desprotegidos hombres de los botes.
-Cabo Nuñez, un bote enemigo 15 a la derecha, destrócelo. –Ordenó al tiempo que tendía una mano hacia el teléfono de campaña para comunicarse con el Tte coronel López, observando como la ametralladora centraba el bote repleto de japoneses en su mira.
-Azor, aquí Conejo, el enemigo está en la playa. –Informo al Tcol mientras contemplaba como decenas de infantes llegaban salían del agua y se arrojaban en la arena disparando sus fusiles.
- Todo el alambre de espino fue empleado en la defensa de Manila y Subic, las dos plazas fuertes de la isla.
- Los otros dos puertos de capacidad suficiente para descargar grandes cantidades de suministros eran Subic y por supuesto Manila.
- El puerto de Irene era un moderno puerto comercial que daba servicio a las plantaciones y minas del norte de la isla.
- 8 de sus hombres estaban equipados con fusiles Mondragón equipados con mira telescópica, y serían los encargados de contener a los soldados que llegasen a las playas al principio.
Última edición por Gaspacher el 21 Sep 2013, 18:34, editado 1 vez en total.
A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.
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Ucronia España vs EE.UU., Duelo de aguilas
Muy buenas,
Esos buques japoneses que están apoyando en desembarco lo van a pasar mal... Hay que recordar que tenemos 6 submarinos en las Filipinas y esos buques no se van a mover de la zona para en caso de contra-ataque español poder dotar de artilleria y capacidad de defensa a sus tropas. Y contando los medios ASW de la época, ¡vaya tiro al plato! para nuestras unidades.
Desembarcar, desembarcaran, simplemente por numero y por la artilleria de apoyo de que disponen, pero que mal lo van a pasar los japos.
Que ganas de ver la respuesta española.
Un saludo
Esos buques japoneses que están apoyando en desembarco lo van a pasar mal... Hay que recordar que tenemos 6 submarinos en las Filipinas y esos buques no se van a mover de la zona para en caso de contra-ataque español poder dotar de artilleria y capacidad de defensa a sus tropas. Y contando los medios ASW de la época, ¡vaya tiro al plato! para nuestras unidades.
Desembarcar, desembarcaran, simplemente por numero y por la artilleria de apoyo de que disponen, pero que mal lo van a pasar los japos.
Que ganas de ver la respuesta española.
Un saludo
"Pienso que se presenta una importante crisis. Jamás hubo cosa tan valiente, tan generosa, tan noble, como la conducta de los asturianos"
Cámara de los comunes el 15 de julio de 1808
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ASTUR escribió:Muy buenas,
Esos buques japoneses que están apoyando en desembarco lo van a pasar mal... Hay que recordar que tenemos 6 submarinos en las Filipinas y esos buques no se van a mover de la zona para en caso de contra-ataque español poder dotar de artilleria y capacidad de defensa a sus tropas. Y contando los medios ASW de la época, ¡vaya tiro al plato! para nuestras unidades.
Desembarcar, desembarcaran, simplemente por numero y por la artilleria de apoyo de que disponen, pero que mal lo van a pasar los japos.
Que ganas de ver la respuesta española.
Un saludo
Pues la verdad que si , pero desviamos andar muy mal de minas y torpedos fijos para no fijar alguno en el lugar que mas probabilidades tenían desembarcar o lo mismo todavía nos tiene reservada alguna sorpresa el Sumo Hacedor
yo también espero la respuesta de los nuestros .
Un saludo .
Año de Rojos , año de hambre , peste y piojos
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CERCA DE GONZAGA, norte de Filipinas, 4 de diciembre de 1914 (II)
El teniente Sakeda estaba tendido en el suelo tras los cadáveres de dos de sus soldados que utilizaba como parapeto. A su alrededor los soldados se habían semienterrado en la arena, en ocasiones utilizando las bayonetas o incluso sus propias manos para cavar los huecos en los que se ocultaban precariamente. El sol estaba ya alto en el cielo, y según calculaba debían llevar alrededor de media hora atascados en la playa, sin poder salir a causa de los disparos españoles. Media hora que se le había hecho eterna.
Al llegar a la playa, extrañamente tranquila por estar concentrado el fuego enemigo en los botes, había tratado de dirigir a sus hombres hacia la espesura. Sin embargo no tardo en sufrir las primeras bajas, varios de sus hombres cayeron abatidos por lo que parecían ser francotiradores, y algunos más resultaron heridos al pisar trampas de pinchos, abrojos que atravesaron sus pies perforando el calzado sin problemas. Aun peor, toda la playa estaba rodeada de afiladas estacas que impedían el avance, facilitando la tarea de los tiradores españoles.
A decir verdad la situación era desesperada. Al principio los españoles habían tirado sobre las embarcaciones, permitiendo a los hombres que habían desembarcado un breve respiro que les facilito la tarea de atrincherarse, recoger a los heridos, y tratar de despejar un paso hacia la jungla. Sin embrago desde unos minutos atrás las tronas se habían invertido, el comandante español sin duda había esperado a que los hombres desembarcados representasen una verdadera amenaza para concentrar sus disparos en la playa. Una playa que ahora estaba siendo batida por los disparos de dos ametralladoras y de decenas de fusiles.
¡Sargento Kimura! –Clamo el teniente llamando a uno de los sargentos que habían logrado alcanzar la playa en su sector, un sector en el que de momento no había logrado encontrar a ni un solo oficial superior al que pasarle el mando.
-Reúna a los hombres que pueda, y dentro de 5 minutos trataremos de salir de la playa pro ese pequeño barranco de la derecha. –Indico al tiempo que señalaba una pequeña depresión por la que podían tratar de salir. Poco después los soldados empezaron a adentrarse en el barranco.
………………
En las posiciones españolas el ataque japonés fue divisado por el capitán Franco. Afortunadamente semanas atrás, y ante la necesidad de reforzar sus defensas, había acudido a las minas y canteras del norte de la isla para hacer acopio de herramientas y explosivos. Ahora casi 80 kg de TNT estaban enterrados en ese barranco, conectados a un disparador eléctrico situado en su puesto de mando.
La tremenda cadena de explosiones que se desato poco después destrozó completamente el ataque enemigo, en unos minutos por fin llegaría el resto de su batallón para sumarse a las defensas. Entonces las cosas se volvieron verdaderamente caóticas.
………………
A bordo del acorazado Settsu, el general Mitsuomi Kamio observaba las dificultades de sus hombres, atascados en las playas desde tres horas antes. La defensa española estaba resultando más dura de lo esperado, y pese a los disparos de la artillería naval los defensores parecían resistir sin problemas, sin duda el tiempo pasado a la espera del fin de la época de tifones había permitido a los españoles preparar unas solidas defensas.
Con todo, según sus cálculos a esas horas debía tener ya unos 3.000 hombres sólidamente establecidos en las playas, y aunque estaban atascados en ellas, su fuego estaba facilitando la tarea a los botes que se encargaban de llevar refuerzos y suministros, y a evacuar heridos.
-¡Mi general! Los informes de reconocimiento. –Le llamo un joven alférez tendiéndole los informes de los hidroaviones de reconocimiento.
Mientras leía los informes pudo percibir como un buen número de botes con más tropas se dirigía a las playas, especialmente a la playa conocida como de Tallag, en la que estaba teniendo lugar el principal esfuerzo. Si los españoles no recibían refuerzos, el coronel Uchiga y los dos regimientos que avanzaban junto a él, romperían de una vez por todas las defensas españolas y saldría de las playas.
………………
A mediodía la situación entre los defensores empezaba a ser tremendamente complicada. Pese a los resistentes blocaos construidos en los meses anteriores, el bombardeo naval empezaba a causar estragos en ellos. Los más peligrosos resultaban ser los 5 de destructores japoneses que se habían acercado a unos cientos de metros de la playa, y ahora empleaban sus cañones en tiro tenso para destruir uno a uno los blocaos conforme los localizaban.
Aun peor, la llegada de nuevas fuerzas japonesas, hacía intuir al capitán Franco que el final estaba próximo.
……………………
A las 2 de la tarde, tras más de 6 horas de combates en la playa, el coronel Uchiga pudo por fin hacerse cargo de la situación y prepararse para el ataque. Tras reunir sus tropas con los más de 2.000 hombres que quedaban en disposición de combatir del asalto inicial, estaba seguro de poder superar a los defensores españoles, que según calculaba no pasarían de unos cientos, aunque las dos ametralladoras que disparaban contra ellos suponían un serio problema.
Continuara, aunque mañana nos trasladaremos a Guahán...
El teniente Sakeda estaba tendido en el suelo tras los cadáveres de dos de sus soldados que utilizaba como parapeto. A su alrededor los soldados se habían semienterrado en la arena, en ocasiones utilizando las bayonetas o incluso sus propias manos para cavar los huecos en los que se ocultaban precariamente. El sol estaba ya alto en el cielo, y según calculaba debían llevar alrededor de media hora atascados en la playa, sin poder salir a causa de los disparos españoles. Media hora que se le había hecho eterna.
Al llegar a la playa, extrañamente tranquila por estar concentrado el fuego enemigo en los botes, había tratado de dirigir a sus hombres hacia la espesura. Sin embargo no tardo en sufrir las primeras bajas, varios de sus hombres cayeron abatidos por lo que parecían ser francotiradores, y algunos más resultaron heridos al pisar trampas de pinchos, abrojos que atravesaron sus pies perforando el calzado sin problemas. Aun peor, toda la playa estaba rodeada de afiladas estacas que impedían el avance, facilitando la tarea de los tiradores españoles.
A decir verdad la situación era desesperada. Al principio los españoles habían tirado sobre las embarcaciones, permitiendo a los hombres que habían desembarcado un breve respiro que les facilito la tarea de atrincherarse, recoger a los heridos, y tratar de despejar un paso hacia la jungla. Sin embrago desde unos minutos atrás las tronas se habían invertido, el comandante español sin duda había esperado a que los hombres desembarcados representasen una verdadera amenaza para concentrar sus disparos en la playa. Una playa que ahora estaba siendo batida por los disparos de dos ametralladoras y de decenas de fusiles.
¡Sargento Kimura! –Clamo el teniente llamando a uno de los sargentos que habían logrado alcanzar la playa en su sector, un sector en el que de momento no había logrado encontrar a ni un solo oficial superior al que pasarle el mando.
-Reúna a los hombres que pueda, y dentro de 5 minutos trataremos de salir de la playa pro ese pequeño barranco de la derecha. –Indico al tiempo que señalaba una pequeña depresión por la que podían tratar de salir. Poco después los soldados empezaron a adentrarse en el barranco.
………………
En las posiciones españolas el ataque japonés fue divisado por el capitán Franco. Afortunadamente semanas atrás, y ante la necesidad de reforzar sus defensas, había acudido a las minas y canteras del norte de la isla para hacer acopio de herramientas y explosivos. Ahora casi 80 kg de TNT estaban enterrados en ese barranco, conectados a un disparador eléctrico situado en su puesto de mando.
La tremenda cadena de explosiones que se desato poco después destrozó completamente el ataque enemigo, en unos minutos por fin llegaría el resto de su batallón para sumarse a las defensas. Entonces las cosas se volvieron verdaderamente caóticas.
………………
A bordo del acorazado Settsu, el general Mitsuomi Kamio observaba las dificultades de sus hombres, atascados en las playas desde tres horas antes. La defensa española estaba resultando más dura de lo esperado, y pese a los disparos de la artillería naval los defensores parecían resistir sin problemas, sin duda el tiempo pasado a la espera del fin de la época de tifones había permitido a los españoles preparar unas solidas defensas.
Con todo, según sus cálculos a esas horas debía tener ya unos 3.000 hombres sólidamente establecidos en las playas, y aunque estaban atascados en ellas, su fuego estaba facilitando la tarea a los botes que se encargaban de llevar refuerzos y suministros, y a evacuar heridos.
-¡Mi general! Los informes de reconocimiento. –Le llamo un joven alférez tendiéndole los informes de los hidroaviones de reconocimiento.
Mientras leía los informes pudo percibir como un buen número de botes con más tropas se dirigía a las playas, especialmente a la playa conocida como de Tallag, en la que estaba teniendo lugar el principal esfuerzo. Si los españoles no recibían refuerzos, el coronel Uchiga y los dos regimientos que avanzaban junto a él, romperían de una vez por todas las defensas españolas y saldría de las playas.
………………
A mediodía la situación entre los defensores empezaba a ser tremendamente complicada. Pese a los resistentes blocaos construidos en los meses anteriores, el bombardeo naval empezaba a causar estragos en ellos. Los más peligrosos resultaban ser los 5 de destructores japoneses que se habían acercado a unos cientos de metros de la playa, y ahora empleaban sus cañones en tiro tenso para destruir uno a uno los blocaos conforme los localizaban.
Aun peor, la llegada de nuevas fuerzas japonesas, hacía intuir al capitán Franco que el final estaba próximo.
……………………
A las 2 de la tarde, tras más de 6 horas de combates en la playa, el coronel Uchiga pudo por fin hacerse cargo de la situación y prepararse para el ataque. Tras reunir sus tropas con los más de 2.000 hombres que quedaban en disposición de combatir del asalto inicial, estaba seguro de poder superar a los defensores españoles, que según calculaba no pasarían de unos cientos, aunque las dos ametralladoras que disparaban contra ellos suponían un serio problema.
Continuara, aunque mañana nos trasladaremos a Guahán...
A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.
- Llanero
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Ucronia España vs EE.UU., Duelo de aguilas
Con permiso de Vuecencia mi General
Cordiales saludos,
Cordiales saludos,
ספרד תמיד עם ישראל
- Llanero
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Ucronia España vs EE.UU., Duelo de aguilas
Hola a todos !!
(Desde el smartphone)
No nos deje con la miel en los labios !!. El destino que haya podido correr el Capitán F. Franco me corroe (risa maligna).
Cordiales saludos,
(Desde el smartphone)
No nos deje con la miel en los labios !!. El destino que haya podido correr el Capitán F. Franco me corroe (risa maligna).
Cordiales saludos,
ספרד תמיד עם ישראל
- urquhart
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Ucronia España vs EE.UU., Duelo de aguilas
PALACIO DE LOS REYES DE MALLORCA, PERPIÑÁN, DEPARTAMENTO MILITAR DEL ROSELLÓN, 6 de DICIEMBRE de 1914
Da Vuecencia su permiso
Pase, pase Maciá... un placer saludarle. Permitame que acabe con estos documentos y enseguida estoy con Usted. Pero sientese hombre... tal vez desee un refrigerio... Cárdenas, sirva al Coronel Maciá una bebida...
Muchísimas gracias General del Villar, pero permitame rehusar.
Espero que no venga a visitarme con aire de negarse a todo lo que le proponga; y entiendalo bien, proponer que no ordenar. Antes de que me diga nada, sé de sus preocupaciones políticas; no las comparto, bien lo sabe conociendo mi trayectoria como Capitán General de Cataluña; pero no es el momento de discutir de política. Sé que Usted está al mando de los batallones de voluntarios catalanes por la decisión de contentar a Prat de la Riba y a la Mancomunidad.
Le seré franco, al principio dude de la utilidad de estos batallones de voluntarios, catalanes, aragoneses o valencianos; pero todo hay que decirlo, me han sorprendido; y especialmente Usted y su campaña por el Valle del Garona. Cuando desde Tolosa vieron que su Brigada llegaba a los arrabales de la ciudad desde Carbonne, los defensores comprendieron que estaban definitivamente aislados; y declararon abierta la ciudad. Debo felicitarle.
Gracias General. Pero no creo que me cite para felicitarme dos meses después.
Pues ciertamente Maciá, no le he convocado para felicitarle; o sí. Con fecha 12 de septiembre está reintegrado en el Ejército, con paga completa desde la fecha; y desde el 1 de diciembre asciende a General de Brigada del Arma de Ingenieros; por méritos de Guerra. Estos son los documentos acreditativos. Mi más cordial enhorabuena, General Maciá.
Gracias General del Villar.
Y a lo que nos preocupa, y nos ocupa. Como bien sabrá los italianos han tomado Tánger. Nuestros informes hablan de un incremento de la presencia Italiana frente a Ceuta y Melilla. En las actuales circustancias, no disponemos de unidades del Ejército Regular para reforzar las ciudades. El General Echagüe, Ministro de Guerra, y el General Ochando, Comandante en Jefe de los Ejércitos han pensado en los batallones de voluntarios que hice regresar a España tras la destrucción de Bacares.
General, los voluntarios se alistaron para luchar contra Francia....
Lo sé, lo sé. Suficiente disgusto fue para muchos de ellos tener que cruzar la frontera de vuelta a la Patria para simplemente realizar instrucción y obras de fortificación. Pero no podemos sostener tal número de fuerzas, muchas de ellas ociosas en este lado de los Pirineos.
Melilla es una posibilidad de acción. Quiero que reuna los batallones de voluntarios catalanes en una Brigada, 4 batallones de infantería, 1 Grupo de Artillería, 1 Batallón Mixto de Ingenieros y demás tropas auxiliares. Dispone de los batallones Sant Narcís, Verge de la Cinta, Mare de Déu de Núria, Sant Anastasi, Sant Isidre y Santa Tecla.
General del Villar, habla de artillería e ingenieros... los hombres se han instruido como infantería, y esencialmente en tareas defensivas ¿que artillería? ¿qué ingenieros?
Usted mismo. Reorganice los batallones a su entender. Como artillería dispone de 2 cañones de 75 mm. y 4 cañones de 65 mm. capturados a los franceses, poco, pero es lo que hay. Como material de ingenieros, hable con el Coronel Santiesteban y el Capitán Fabra, encargados de las que podemos llamar adquisiciones y requisas... telegrafiaré a Melilla para saber con que cuentan en sus depósitos.
Pero los hombres Mi General, se negarán.... querían combatir a Francia.
Ya me lo ha dicho Maciá, no insista. Los voluntarios son hombres de orden, muchos de ellos miembros del Somatén. Se han alistado para combatir por España, o por el Rey, o por el aburrimiento en sus hogares, o por la necesidad de aventura, o por huír de una familia insoportable, o por escapar a la acción de la Justicia, o por deudas, o por luchar contra el liberalismo y el laicismo... da igual. Los reuniremos, y seremos francos con ellos... Si Usted y yo, los dos extremos de la cuerda política de la Barcelona de los últimos años, se lo pedimos, no solo no mostrarán desafección, mostrarán entusiasmo...
A las ordenes de Vuecencia. O sus propuestas son ordenes, quiero decir
No sea sarcástico hombre. Por cierto, busquele un nombre a su nueva Brigada, algo así como Jaime I...
Almogávares Mi General, Almogávares...
Sea pues. Embarcan en 15 días en Málaga y Almería, siempre y cuando la navegación sea segura. Los primeros trenes hacia Andalucía pueden partir en 3 ó 4 días... lo sé, Navidades en África.... tal vez no sean las únicas... los alemanes están empantanados en Flandes y en Polonia... los austriacos no avanzan en Serbia, si bien han podido socorrer a Przmysl, pero a que precio... y los franceses de enfrente acumulan hombres y materiales.
Mi General, preferiría seguir con mis hombres en Tolosa, en lugar de en África. Tal vez allí no pase nada, y en marzo, mes de Marte, aquí empezará el baile...
General, General, un cable de Madrid si cifra!!!!!!!
Venga hombre, que dice... solo pueden ser malas o peores noticias
Solo esto: se combate en Luzón.
En fin Maciá, ανερριφθω κυβος, que los dados vuelen alto... Reuna a sus hombres. Nos vemos en Gerona en 48 horas.
A las ordenes de Vuecencia Mi General.
El Actor Abel Folk, en el papel del Coronel de ingenieros Francesc Maciá. Étse abandonaría el Ejército en 1907 al ser elegido diputado.
Da Vuecencia su permiso
Pase, pase Maciá... un placer saludarle. Permitame que acabe con estos documentos y enseguida estoy con Usted. Pero sientese hombre... tal vez desee un refrigerio... Cárdenas, sirva al Coronel Maciá una bebida...
Muchísimas gracias General del Villar, pero permitame rehusar.
Espero que no venga a visitarme con aire de negarse a todo lo que le proponga; y entiendalo bien, proponer que no ordenar. Antes de que me diga nada, sé de sus preocupaciones políticas; no las comparto, bien lo sabe conociendo mi trayectoria como Capitán General de Cataluña; pero no es el momento de discutir de política. Sé que Usted está al mando de los batallones de voluntarios catalanes por la decisión de contentar a Prat de la Riba y a la Mancomunidad.
Le seré franco, al principio dude de la utilidad de estos batallones de voluntarios, catalanes, aragoneses o valencianos; pero todo hay que decirlo, me han sorprendido; y especialmente Usted y su campaña por el Valle del Garona. Cuando desde Tolosa vieron que su Brigada llegaba a los arrabales de la ciudad desde Carbonne, los defensores comprendieron que estaban definitivamente aislados; y declararon abierta la ciudad. Debo felicitarle.
Gracias General. Pero no creo que me cite para felicitarme dos meses después.
Pues ciertamente Maciá, no le he convocado para felicitarle; o sí. Con fecha 12 de septiembre está reintegrado en el Ejército, con paga completa desde la fecha; y desde el 1 de diciembre asciende a General de Brigada del Arma de Ingenieros; por méritos de Guerra. Estos son los documentos acreditativos. Mi más cordial enhorabuena, General Maciá.
Gracias General del Villar.
Y a lo que nos preocupa, y nos ocupa. Como bien sabrá los italianos han tomado Tánger. Nuestros informes hablan de un incremento de la presencia Italiana frente a Ceuta y Melilla. En las actuales circustancias, no disponemos de unidades del Ejército Regular para reforzar las ciudades. El General Echagüe, Ministro de Guerra, y el General Ochando, Comandante en Jefe de los Ejércitos han pensado en los batallones de voluntarios que hice regresar a España tras la destrucción de Bacares.
General, los voluntarios se alistaron para luchar contra Francia....
Lo sé, lo sé. Suficiente disgusto fue para muchos de ellos tener que cruzar la frontera de vuelta a la Patria para simplemente realizar instrucción y obras de fortificación. Pero no podemos sostener tal número de fuerzas, muchas de ellas ociosas en este lado de los Pirineos.
Melilla es una posibilidad de acción. Quiero que reuna los batallones de voluntarios catalanes en una Brigada, 4 batallones de infantería, 1 Grupo de Artillería, 1 Batallón Mixto de Ingenieros y demás tropas auxiliares. Dispone de los batallones Sant Narcís, Verge de la Cinta, Mare de Déu de Núria, Sant Anastasi, Sant Isidre y Santa Tecla.
General del Villar, habla de artillería e ingenieros... los hombres se han instruido como infantería, y esencialmente en tareas defensivas ¿que artillería? ¿qué ingenieros?
Usted mismo. Reorganice los batallones a su entender. Como artillería dispone de 2 cañones de 75 mm. y 4 cañones de 65 mm. capturados a los franceses, poco, pero es lo que hay. Como material de ingenieros, hable con el Coronel Santiesteban y el Capitán Fabra, encargados de las que podemos llamar adquisiciones y requisas... telegrafiaré a Melilla para saber con que cuentan en sus depósitos.
Pero los hombres Mi General, se negarán.... querían combatir a Francia.
Ya me lo ha dicho Maciá, no insista. Los voluntarios son hombres de orden, muchos de ellos miembros del Somatén. Se han alistado para combatir por España, o por el Rey, o por el aburrimiento en sus hogares, o por la necesidad de aventura, o por huír de una familia insoportable, o por escapar a la acción de la Justicia, o por deudas, o por luchar contra el liberalismo y el laicismo... da igual. Los reuniremos, y seremos francos con ellos... Si Usted y yo, los dos extremos de la cuerda política de la Barcelona de los últimos años, se lo pedimos, no solo no mostrarán desafección, mostrarán entusiasmo...
A las ordenes de Vuecencia. O sus propuestas son ordenes, quiero decir
No sea sarcástico hombre. Por cierto, busquele un nombre a su nueva Brigada, algo así como Jaime I...
Almogávares Mi General, Almogávares...
Sea pues. Embarcan en 15 días en Málaga y Almería, siempre y cuando la navegación sea segura. Los primeros trenes hacia Andalucía pueden partir en 3 ó 4 días... lo sé, Navidades en África.... tal vez no sean las únicas... los alemanes están empantanados en Flandes y en Polonia... los austriacos no avanzan en Serbia, si bien han podido socorrer a Przmysl, pero a que precio... y los franceses de enfrente acumulan hombres y materiales.
Mi General, preferiría seguir con mis hombres en Tolosa, en lugar de en África. Tal vez allí no pase nada, y en marzo, mes de Marte, aquí empezará el baile...
General, General, un cable de Madrid si cifra!!!!!!!
Venga hombre, que dice... solo pueden ser malas o peores noticias
Solo esto: se combate en Luzón.
En fin Maciá, ανερριφθω κυβος, que los dados vuelen alto... Reuna a sus hombres. Nos vemos en Gerona en 48 horas.
A las ordenes de Vuecencia Mi General.
El Actor Abel Folk, en el papel del Coronel de ingenieros Francesc Maciá. Étse abandonaría el Ejército en 1907 al ser elegido diputado.
Tempus Fugit
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Ucronia España vs EE.UU., Duelo de aguilas
GUAHÁN, 4 de diciembre
El almirante Sadakichi Kato se había levantado 2 horas antes del amanecer para prepararse para la batalla que estaba a punto de acaecer. Tras 2 meses de espera por fin se había considerado que el peligro de tifones había pasado, permitiendo a las escuadras japonesas iniciar las operaciones de ataque. Poco después se daría inicio a una de las mayores operaciones navales de la historia, la invasión simultanea de las Filipinas y la micronesia española. Para ello se requerirían las dos flotas niponas al completo, la 1ª se encargaría de apoyar el desembarco del general Mitsuomi en Filipinas, mientras la segunda flota al mando del almirante Sadakichi se encargaría de atacar las Marianas y la perla del sistema ofensivo español, Guahán.
Poco después el almirante estaba en el puente del crucero de batalla Kongo rodeado de los comandantes del resto de buques que habían acudido a una ultima conferencia a bordo. Desde allí con los primeros rayos de sol, pudo observar la poderosa flota puesta bajo sus órdenes (1), 2 sentai (2) y 2 divisiones de escoltas. Una flota reforzada para la ocasión con 7 buques de suministros, y sobre todo, los 15 transportes de infantería en los que viajaban los 19.000 soldados encargados del ataque terrestre, protegidos estos por sus propios 4 destructores. Una fuerza de invasión nada desdeñable, encargada de derrotar a los 5.000 españoles de la isla, con todo la operación no era sencilla y se esperaba una férrea defensa.
Poco después se reunió con el resto de comandantes en la sala de conferencias del crucero de batalla, dispuesto a ultimar los detalles de la invasión.
-Capitán Harukichi. –Llamo al enlace con el ejército, un oficial que empezaba a descollar en tareas de inteligencia. –¿Podría repetirme a que nos enfrentamos? –
-¡Sí, almirante! Los españoles disponen de una brigada de fortaleza. Eso indica que se trata de una brigada mixta, reforzada. Básicamente 3 batallones de infantería, 3 baterías de artillería, varias unidades de apoyos como zapadores y comunicaciones, y sobre todo un poderoso grupo de artillería de costa que cubre la mayor parte de la isla. Sus defensas se completan con un grupo de policía colonial de entre 350 y 400 chamorros, esos son los nativos de la isla. En cuanto a fuerzas navales, disponen de 3 viejos cañoneros de menos de 300tn, pero no debemos olvidar que los submarinos españoles suelen operar desde la isla.
También cabe indicar que los últimos informes indican que los españoles evacuaron su base en Hawái, y es posible que se hayan trasladado a esta isla. Eso supondría de 1.500 a 2.000 defensores de refuerzo.
El Kongo, nave insignia del almirante Sadakichi Kato
-Una fuerza nada desdeñable, capitán, gracias por su breve exposición. –Esa fuerza le preocupaba, tal vez incluso fuese suficiente para rechazar la invasión pensó mientras observaba el oceano en dirección a la isla, donde les esperaba un erizo de cañones pesados y arrecifes que lastrarían terriblemente las operaciones de desembarco.
-Caballeros, como pueden ver por fin nos toca lidiar con Guahán, y esa isla es una verdadera fortaleza erizada de cañones. Si queremos que el general Saeba logre conquistarla, debemos destruir esos cañones, de lo contrario nos arriesgamos al desastre. Capitán Jo, por favor. –Dijo indicando a su oficial de estado mayor para que prosiguiese.
-Almirante, con su permiso. –Respondió prontamente el oficial poniéndose en pie. –Caballeros, como bien saben el lugar elegido para el desembarco es Asan, en la costa noroccidental de la isla, cerca de la capital. Según inteligencia debemos esperar enfrentarnos a entre 8 y 12 cañones de 203mm, yo diría que si los españoles han continuado con su costumbre de agrupar la artillería de costa en baterías de 3 piezas, serán 9 cañones.
-¿Qué tipo de montaje? –Quiso saber el capitán Yoshikawa.
-Montajes abiertos con cureñas de tipo español, lo que denominan de marco alto, un montaje que deja la mayor parte de la pieza a resguardo tras la barbeta para proteger a sus artilleros. –Respondió antes de continuar. –En cuanto a artillería de campaña pueden tener entre 12 y 16 piezas de 75mm Schneider o Krupp, una artillería eficaz y moderna que defiende los principales puntos en los que es posible desembarcar.
La isla en si está casi completamente rodeada de arrecifes, y las escasas zonas en las que no hay arrecifes predominan los acantilados, los bosques que acaban en la misma línea de la playa. Por lo demás, la isla se eleva hasta unos 300 metros en algunos puntos, y está cubierta por densos bosques que dificultan los movimientos de las tropas.
-Gracias capitán Jo. –Dijo el almirante. -Capitán Fujiwara, su turno. –Indico a continuación al coordinador del desembarco.
-Almirante, caballeros, como bien saben el desembarco será una maniobra tremendamente complicada. La distancia que deberán recorrer nuestros botes será muy larga, y antes de llegar a las playas, deberán sobrepasar los arrecifes que rodean la isla, y luego recorrer otro tramo de agua hasta las playas.
Si los españoles cuentan con defensores en la orilla vamos a sufrir graves daños a menos que nuestros buques logren acallar los cañones españoles. –Explico mientras el resto de oficiales asentían.
Poco después tomaría la palabra el propio almirante Sadakichi. –Señores, el plan permanecerá como esta con ligeras variaciones.
Desconocemos la posición de la escuadra española. Son únicamente 5 cruceros protegidos, 6 si contamos el buque austro-húngaro, y no deberían suponer ningún peligro, al menos para nuestros buques de guerra. –Afirmo mientras sus comandantes asentían.
–Los transportes sin embargo son otra cosa, un ataque de los buques españoles sobre los transportes mientras estamos empleándonos contra la isla podría suponer un serio problema. Por ello dividiremos la 2ª Sentou en 2 divisiones, la primera con los acorazados Kashima, Katori, Iki, e Iwami –Nombro los buques mientras los comandantes de estos asentían dando su conformidad. – participara en el bombardeo de la isla.
Mientras tanto el resto de la Sentou permanecerá en reserva, dispuesta a acudir tanto en apoyo de estos como de la 4ª sentou de cruceros, que permanecerá escoltando a los transportes. Las divisiones de escoltas protegerán mientras tanto nuestro despliegue y trataran de localizar a cualquier submarino español que permanezca en esta zona. Para ello la 2ª división escoltara a las unidades que participen en el ataque mientras la 4ª división permanecerá con los transportes y sus escoltas.
Eso es todo, caballeros, en menos de dos horas estaremos inmersos en la batalla. Buena suerte a todos.
El almirante Sadakichi Kato se había levantado 2 horas antes del amanecer para prepararse para la batalla que estaba a punto de acaecer. Tras 2 meses de espera por fin se había considerado que el peligro de tifones había pasado, permitiendo a las escuadras japonesas iniciar las operaciones de ataque. Poco después se daría inicio a una de las mayores operaciones navales de la historia, la invasión simultanea de las Filipinas y la micronesia española. Para ello se requerirían las dos flotas niponas al completo, la 1ª se encargaría de apoyar el desembarco del general Mitsuomi en Filipinas, mientras la segunda flota al mando del almirante Sadakichi se encargaría de atacar las Marianas y la perla del sistema ofensivo español, Guahán.
Poco después el almirante estaba en el puente del crucero de batalla Kongo rodeado de los comandantes del resto de buques que habían acudido a una ultima conferencia a bordo. Desde allí con los primeros rayos de sol, pudo observar la poderosa flota puesta bajo sus órdenes (1), 2 sentai (2) y 2 divisiones de escoltas. Una flota reforzada para la ocasión con 7 buques de suministros, y sobre todo, los 15 transportes de infantería en los que viajaban los 19.000 soldados encargados del ataque terrestre, protegidos estos por sus propios 4 destructores. Una fuerza de invasión nada desdeñable, encargada de derrotar a los 5.000 españoles de la isla, con todo la operación no era sencilla y se esperaba una férrea defensa.
Poco después se reunió con el resto de comandantes en la sala de conferencias del crucero de batalla, dispuesto a ultimar los detalles de la invasión.
-Capitán Harukichi. –Llamo al enlace con el ejército, un oficial que empezaba a descollar en tareas de inteligencia. –¿Podría repetirme a que nos enfrentamos? –
-¡Sí, almirante! Los españoles disponen de una brigada de fortaleza. Eso indica que se trata de una brigada mixta, reforzada. Básicamente 3 batallones de infantería, 3 baterías de artillería, varias unidades de apoyos como zapadores y comunicaciones, y sobre todo un poderoso grupo de artillería de costa que cubre la mayor parte de la isla. Sus defensas se completan con un grupo de policía colonial de entre 350 y 400 chamorros, esos son los nativos de la isla. En cuanto a fuerzas navales, disponen de 3 viejos cañoneros de menos de 300tn, pero no debemos olvidar que los submarinos españoles suelen operar desde la isla.
También cabe indicar que los últimos informes indican que los españoles evacuaron su base en Hawái, y es posible que se hayan trasladado a esta isla. Eso supondría de 1.500 a 2.000 defensores de refuerzo.
El Kongo, nave insignia del almirante Sadakichi Kato
-Una fuerza nada desdeñable, capitán, gracias por su breve exposición. –Esa fuerza le preocupaba, tal vez incluso fuese suficiente para rechazar la invasión pensó mientras observaba el oceano en dirección a la isla, donde les esperaba un erizo de cañones pesados y arrecifes que lastrarían terriblemente las operaciones de desembarco.
-Caballeros, como pueden ver por fin nos toca lidiar con Guahán, y esa isla es una verdadera fortaleza erizada de cañones. Si queremos que el general Saeba logre conquistarla, debemos destruir esos cañones, de lo contrario nos arriesgamos al desastre. Capitán Jo, por favor. –Dijo indicando a su oficial de estado mayor para que prosiguiese.
-Almirante, con su permiso. –Respondió prontamente el oficial poniéndose en pie. –Caballeros, como bien saben el lugar elegido para el desembarco es Asan, en la costa noroccidental de la isla, cerca de la capital. Según inteligencia debemos esperar enfrentarnos a entre 8 y 12 cañones de 203mm, yo diría que si los españoles han continuado con su costumbre de agrupar la artillería de costa en baterías de 3 piezas, serán 9 cañones.
-¿Qué tipo de montaje? –Quiso saber el capitán Yoshikawa.
-Montajes abiertos con cureñas de tipo español, lo que denominan de marco alto, un montaje que deja la mayor parte de la pieza a resguardo tras la barbeta para proteger a sus artilleros. –Respondió antes de continuar. –En cuanto a artillería de campaña pueden tener entre 12 y 16 piezas de 75mm Schneider o Krupp, una artillería eficaz y moderna que defiende los principales puntos en los que es posible desembarcar.
La isla en si está casi completamente rodeada de arrecifes, y las escasas zonas en las que no hay arrecifes predominan los acantilados, los bosques que acaban en la misma línea de la playa. Por lo demás, la isla se eleva hasta unos 300 metros en algunos puntos, y está cubierta por densos bosques que dificultan los movimientos de las tropas.
-Gracias capitán Jo. –Dijo el almirante. -Capitán Fujiwara, su turno. –Indico a continuación al coordinador del desembarco.
-Almirante, caballeros, como bien saben el desembarco será una maniobra tremendamente complicada. La distancia que deberán recorrer nuestros botes será muy larga, y antes de llegar a las playas, deberán sobrepasar los arrecifes que rodean la isla, y luego recorrer otro tramo de agua hasta las playas.
Si los españoles cuentan con defensores en la orilla vamos a sufrir graves daños a menos que nuestros buques logren acallar los cañones españoles. –Explico mientras el resto de oficiales asentían.
Poco después tomaría la palabra el propio almirante Sadakichi. –Señores, el plan permanecerá como esta con ligeras variaciones.
Desconocemos la posición de la escuadra española. Son únicamente 5 cruceros protegidos, 6 si contamos el buque austro-húngaro, y no deberían suponer ningún peligro, al menos para nuestros buques de guerra. –Afirmo mientras sus comandantes asentían.
–Los transportes sin embargo son otra cosa, un ataque de los buques españoles sobre los transportes mientras estamos empleándonos contra la isla podría suponer un serio problema. Por ello dividiremos la 2ª Sentou en 2 divisiones, la primera con los acorazados Kashima, Katori, Iki, e Iwami –Nombro los buques mientras los comandantes de estos asentían dando su conformidad. – participara en el bombardeo de la isla.
Mientras tanto el resto de la Sentou permanecerá en reserva, dispuesta a acudir tanto en apoyo de estos como de la 4ª sentou de cruceros, que permanecerá escoltando a los transportes. Las divisiones de escoltas protegerán mientras tanto nuestro despliegue y trataran de localizar a cualquier submarino español que permanezca en esta zona. Para ello la 2ª división escoltara a las unidades que participen en el ataque mientras la 4ª división permanecerá con los transportes y sus escoltas.
Eso es todo, caballeros, en menos de dos horas estaremos inmersos en la batalla. Buena suerte a todos.
- 2ª Sentai (8 acorazados); Kongo, Ikoma y Tsukuma, Kashima, Katori, Iki, Iwami, y Sagami.
4ª Sentai (4 cruceros); Asama, Tokiwa, Idzumo, e Iwate.
Desron 2 (1 crucero ligero y 4 divisiones de 4 destructores cada una); crucero Yodo,
Desron 4 (1 crucero ligero y 4 divisiones de 4 destructores cada una); crucero Mogami - División o escuadrón.
Última edición por Gaspacher el 20 Sep 2013, 22:04, editado 1 vez en total.
A todo hombre tarde o temprano le llega la muerte ¿Y cómo puede morir mejor un hombre que afrontando temibles opciones, defendiendo las cenizas de sus padres y los templos de sus dioses?" T. M.
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