Hola a todos,
Comenta ANdrés acerca de la adquisición de protección ocular... por mi trabajo se muy bien de la importancia de ésta. Hasta la introducción de la normativa europea sobre protección laboral, y el desarrollo de los Equipos de Protección Individual, acompañados de inspecciones de Higiene Laboral, la primera causa de urgencia oftalmológica eran, siempre en el ambito civil, los daños en globo ocular o sus organos anexos por trauma mecánico debido a impactos en el puesto de trabajo, y a cierta distancia los truamas químicos.... hoy por hoy los traumas por accidente doméstico ocupoan el primer lugar.
En más de una ocasión, con motivo de la Guerra del Golfo entre Iraq e Irán, se señaló en los medios especializados, la ingente cantidad de actuaciones médicas en cierta clínica de Barcelona, por traumas de soldados iraníes debido a causas del combate... más allá de las de origen químico, se hacia referencia al elevado número de casos de trauma mecánico, y se achacaba entre otras consideraciones, y evidentemente a la ausencia de protección ocular, de la falta de protección de la tropa iraní mediante casco balístico... lamentablemente, no puedo incluir documentación que avale estos argumentos, pero lo recuerdo bien, entre otros factores por ser la Protección Ocular uno de mis campos profesionales.
Me gustaría en este sentido le dierais un vistazo a la página 12 de este pdf, de la Sociación de Optiometristas de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos de América:
http://www.afos2020.org/Files/Admin/New ... ll2011.pdfY para quien tenga cierto interés, un página no exenta de publicidad, pero las imágenes son claras:
http://www.revisionmilitary.com/product ... timonials/Me llama la atención esta fotografía:
Fijense bien en la serie de heridas en el rostro del soldado, en su hemisferio derecho varios impactos de metralla/esquirlas, mientras que la zona ocular y de sus anexos, las heridas presentadas son contusiones más extensas, pero no de caracter perforante, como en rostro, labios y nariz; que a buen seguro, como mal menor hubieran ocasionado daños corneales de consideración, cuando no fatales, requiriendo el herido una queratoplastia; salvo mejor opinión
