OliverBR escribió:Creo que el problema es el tono con que son pasados: ejemplos como el Grifo o el KC, desgastes que podrían ser evitados con cartas y declaraciones a la prensa. No deberia ser dificil de estimar que habría dificuldades por la procedencia de partes.
Saludos.
Ahí está, has dado en el clavo. La situación de las FFAA argentinas es cómica no por su pésimo estado (porque hay que ver a las de sus vecinos Paraguay, Bolivia o Uruguay), sino porque ahí se vive en un estado continuo de anuncio de adquisiciones que luego nunca se adquieren. Nunca. Ninguna. Si bajasen el tono de las declaraciones, si no diesen por cerradas cosas que no lo están, si negociasen con más discreción... no se llegaría al ridículo actual.
Como uno ya tiene sus años, recuerdo cuando a principios de los 80 en España se hablaba del reemplazo de los F-5 y los F-4 (que, aunque eran aviones competitivos aún, no dejaban de ser aparatos con cierta edad). Y es cierto que la prensa de la época, los corrillos y los pasillos hablaban continuamente del F-16, el F-14, el Mirage 2000, el F-15, el F-5E y hasta el Tornado. Y se negociaba mucho con el gobierno USA, con McDonnell, con Northrop, con Lockheed, con Grumman, con los fransuás, con Dassault... sin que cada semana apareciese un chalado afirmando: "se viene el Tornado". O un funcionario casposo anunciando que se está trabajando para incorporar al Ejército del Aire 140 Tomcats (porque ésa era la cifra inicial que se pretendía). Para evitar el bochorno se decidió convocar un concurso, con luz y taquígrafos, y se anunció qué empresas y modelos presentaban sus aviones. Y cuando, después de evaluar mucho, se eligió al Hornet y se firmó el contrato, se anunció a la prensa.
Pero en Argentina parece que se prefiere ese tono voluntarista que da por hecho lo que en realidad aún no es nada. De ahí las decepciones. Y también parece que, en lugar de hacer un concurso transparente en el que los candidatos presenten sus modelos para evaluarlos (Kfir, Gripen, F-16 MLU, JF-17, J-10, Sukhois varios...) se prefiere montar un circo de supuestas negociaciones simultáneas que se solapan y se contradicen, pero que a la gente le transmiten la sensación de que todas se están llevando a cado. Porque lo que se dice por ahí en algunas cloacas forísticas es que, en vista a las últimas noticias, para 2025 habrá J-10 en Tandil y Gripen NG en Reynolds, mientras que los Kfir block.60 cubrirían el vacío de deltas entre 2015 y 2025. O sea, todo. Los tres aviones.
Y claro, luego pasa lo que pasa. La cruda realidad se impone, las supuestas adquisiciones se caen, y hay que echar mano de los masones de Kensington Market, los reptilianos de Covent Garden, los illuminati de la City y los rosacruces de Westminster para justificar que, por su inquina anglosajona, todo se vaya al garete. Porque si a alguien hay que echarle la culpa es mucho más cómodo cargarla a no sé qué conspiración británica, antes que a la tradición nacional de no rascarse el bolsillo.
Así que, como dice Oliver, un poquito de prudencia en la política de comunicados oficiales, unida a una pizca de sentido común en el aburrido y deprimido ciudadano (que está dispuesto a creer hasta que se viene el Horten Ho.229) harían que esto fuese un poco menos esperpéntico.