ElCiD escribió:El problema surje cuando se quieren separar.Pero por q eso?no es mejor una unidad?porq empeñarse en dividirse y formar pequeños paises.....Por lo menos nosotros salimos del bache y avanzamos,ellos estan en proceso de avanzar.Al final tb prosperaran,pero claro...creo q juntos habriamos sido mas fuertes en todos los sentidos.O eso creo,puede q me equivoque y q hasta España le viniese bien esa independencia
......Seguro que les vino bien..... sencillamente eran territorios que ya no podían mantener: no había en España ni la capacidad militar para someter a los independentistas, ni tampoco la capacidad económica para sostener a dichas fuerzas...... La decadencia del imperio español era más que evidente....
jabeque escribió:No podemos considerar a los territorios españoles de América como colonias, sino como, empleando términos actuales, provincias o regiones.....
Lo cierto es que en la práctica siempre fuimos colonias..... Aquí pasa lo mismo que con las bienintencionadas Leyes de Indias: rara vez se cumplían...... Los virreyes que enviaban desde España, sobre todo los últimos, eran unas auténticas “joyas”. Tan pronto desembarcaban en Veracruz se pasaban las leyes por el cu#%&%...... y cometían todo tipo de atropellos y abusos. Unos cuantos ejemplos....
-Blanca de Velasco, esposa del virrey Villa Manrique, además de tener fama de soberbia y antipática, para hacer notar su influencia hablaba abiertamente de que era ella quien designaba y promovía a los funcionarios públicos. Tanto fue el escándalo que a la pareja de virreyes se les ordenó regresar a España. Inclusive el obispo de Tlaxcala, Pedro Romano, revisó las pertenencias del matrimonio para verificar que no se llevaran nada indebido del palacio virreinal....
- Doña María Antonieta de Godoy y Álvarez era hermana del favorito de Carlos IV y aprovechó la oportunidad para obtener sobornos en cuanto negocio se cerraba en el gobierno para enriquecerse escandalosamente.
-De la esposa del virrey de Iturrigaray, Inés de Jáuregui, se supo que estaba asociada con una comadre, en casa de la cual se compraban y vendían abiertamente todo tipo de favores oficiales. Por supuesto, su esposo estaba totalmente enterado.
-El virrey Manuel de la Grúa Talamanca, protegido de Manuel Godoy, causó escándalo vendiendo descaradamente por cuenta propia los empleos burocráticos y no perdía oportunidad para sobornar y extorsionar. Al enterarse de que se enviaban a Madrid muchas acusaciones en su contra, quiso hacer méritos ante el monarca y le mandó construir la célebre estatua “El Caballito” (aún se encuentra en la Ciudad de México). Al regresar a España se llevó del erario cinco millones de pesos: tres para el rey y dos para él y Godoy, de manera que pasó sus últimos días en la opulencia a costa del dinero de los habitantes de la Nueva España....
-Félix Berenguer de Marquina, se hizo famoso por que su única aportación notable (aparte de su enorme corrupción) fue el construir en la Ciudad de México una enorme y majestuosa fuente...... a la que no llegaba el agua. La dichosa fuente, que tardó casi tres años en construirse, terminó siendo un mingitorio público....
jabeque escribió:Ya en la Constitución de Cádiz de 1812 se dice en su artículo 1 que España está formada por los españoles de ambos hemisferios; y esta constitución está firmada por representantes de todas las provincias (peninsulares y americanas). Por lo tanto, tan español era uno nacido, por ejemplo, en Lima, como uno nacido en Madrid.
Lástima que dicha constitución llegó tan tarde..... dos años después de haber empezado el movimiento independentista en la Nueva España (México) y muchos años después del inicio de movimientos similares en Sudamérica.... Demasiado tarde para dar marcha atrás al proceso independentista. Por lo tanto, si la constitución fue firmada por “representantes de todas las provincias” solo fue una farsa. Quienes firmaron entonces, fueron los “gachupines”, españoles avecindados en México que ocupaban los más altos puestos y que por supuesto, deseaban seguir manejando el virreinato a su antojo (ya vimos anteriormente como lo hacían). Los gachupines venían a ser algo así como el 1 o 2 por ciento de la población, así que cualquier enviado por ellos no representaba realmente a los habitantes de la Nueva España y sí en cambio a sus propios intereses....
Continuando con lo de los movimientos independentistas....
El movimiento de Túpac Amaru en Perú, tubo mucha resonancia en la Nueva España. Los ilustrados novohispanos empezaron temer que la experiencia peruana se repitiera aquí, y pensaron que la mejor manera de prevenir las sublevaciones era suavizar la situación que pesaba sobre las castas, y sobre todo, en los indios. De esta forma, en 1799, los jerarcas del cabildo eclesiástico de Nueva Valladolid, alertaron al rey con una carta, en la cual se decía:
“....La población de la Nueva España se compone, a saber, de tres clases de hombres: blancos o españoles, de indios y de castas. Los españoles y sus descendientes directos componen menos del 10 por ciento de la masa total de la población. Casi todas las propiedades y riquezas del reino están en sus manos. Los indios y las castas en cambio, cultivan la tierra, sirven a la gente acomodada y solo viven del trabajo de sus brazos. De ello resulta esta gran oposición de intereses, este odio recíproco que tan fácilmente nace entre los que poseen todo y los que no tienen nada, entre los que son amos y entre los que son esclavos.....”Como remedio proponían lo siguiente:
“....Quítese el odioso impuesto del tributo personal; cese la infamia de derecho con que han marcado nuestras leyes injustas a las personas de color; decláreseles capaces de ocupar todos los puestos civiles que no exijan algún título especial de nobleza; distribúyanse todos los bienes comunales e indivisos entre los indios; concédaseles una porción de tierras realengas, que por lo común están ociosas y sin cultivar, a los indios y a las castas; hágase para México una ley agraria semejante a las de Asturias y Galicia, según las cuales puede un labrador pobre, bajo ciertas condiciones, roturar las tierras que los grandes propietarios tienen ociosas; concédaseles a los indios, a las castas y a los blancos plena libertad para establecerse en las ciudades y pueblos que ahora pertenecen a una de estas clases; señálense sueldos fijos a todos los jueces y magistrados del distrito (para combatir la corrupción). He aquí señor, seis puntos capitales de los que dependen la felicidad del pueblo mexicano...” Solo que los gobernantes españoles no sabían de sutilezas y lo único que parecen haber hecho fue pensar, que en caso de presentarse una emergencia, siempre podrían hacer lo que hicieron en Perú, donde Túpac Amaru fue sometido a tormentos, y ya moribundo le clavaron once coronas de espinas de hierro “para coronarlo rey”; un collar de puntas de hierro “para condecorarlo” y tres clavos que le fueron introducidos por la nuca “para que le salieran por la boca como salieron sus arengas libertarias”. Enseguida le cortaron la lengua y ataron sus extremidades a cuatro caballos para que lo descuartizaran. Finalmente le cortaron la cabeza y fue puesta en exhibición como advertencia de lo que les esperaba a los revoltosos..... Esta medida, si bien tuvo efectos que atemorizaron a los posibles “revoltosos” que surgieran después en Perú, los “revoltosos” de otros virreinatos terminaron por seguir el ejemplo de Túpac....
¿Qué hubiera pasado si se hubiera hecho caso a las recomendaciones que los jerarcas católicos enviaron al rey?...... Se hubiera eliminado virtualmente el riesgo de un levantamiento similar al que encabezaría Hidalgo años después. Pero no, en lugar de conceder esos pocos derechos a las clases oprimidas, cuando llegó a México un grupo de representantes de la junta de Sevilla que se hacían llamar “Suprema Junta de Gobierno de España e Indias” a pedir dinero para financiar los gastos de guerra, los criollos se opusieron argumentando que México tenía tanto derecho como cualquier otra ciudad de la península para formar su propia junta de gobierno y gobernar en nombre de Fernando VII, pues como parte del territorio conquistado a los moros, Sevilla no tenía por que considerarse superior a México en ningún aspecto. La Audiencia, junto a los comerciantes de la ciudad y los gachupines, rechazaron esta tesis. Al respecto se cuenta que un oidor dijo:
“Mientras quede en España una mula tuerta, ella será quien gobierne este país”. Otro ejemplo:
En 1783, año en que los norteamericanos obtuvieron el reconocimiento de su independencia frente a Inglaterra, el embajador de España en Francia, Pedro Pablo Abarca de Olea, escribió una carta al rey en la que detallaba que el ejemplo del norte contagiase a toda Hispanoamérica (como posteriormente sucedió), y sobre todo si se creaba una incómoda situación, si como parecía probable, los Estados Unidos se convertían en una poderosa nación.
“Engrandecida dicha potencia americana...” apuntó proféticamente,
“....debemos creer que sus miras primeras estarán en las Floridas para dominar totalmente el seno mexicano (Golfo de México). Dado este paso, no solo nos interrumpirá el comercio siempre que quiera, sino que aspirará a la conquista del vasto imperio de la Nueva España, el cual no podremos defender desde Europa....” Para evitar el desastre proponía
“crear tres reinos independientes en la América Española: uno en la Nueva España, otro en Perú, y un tercero para América del Sur.” Los reyes que fueran puestos el frente de estos territorios deberían abocarse a robustecer la situación económica, política y militar de estos países; pero reconocerían al rey de España como emperador y jefe de todos ellos, asegurando así el predominio español.
Como era de esperarse en una monarquía absorta en sí misma, el conde de Abarca fue tachado de escandaloso y alarmista y su proyecto fue desechado.
Si tan solo los últimos monarcas españoles (aquellos que gobernaron cuando los levantamientos ya empezaban a parecer algo inminentes) hubiesen tenido un poco de seso y hubiesen tomado en cuanta las alertas y recomendaciones que se les enviaban desde América, las colonias hispanoamericanas habrían permanecido leales a la metrópoli durante muchos años más. Recordar que en aquel tiempo, las colonias seguían siendo leales a España (aún y con todo los atropellos cometidos por los monarcas españoles contra ellas). En la ciudad de México por ejemplo, se recuerda mucho que cuando Napoleón impuso a José Bonaparte en el trono de España, miles de gentes en toda la ciudad, sacaron sus pinturas y estampas del monarca cautivo para desplegarlas en las fachadas de sus casas, al tiempo que los muros de toda la ciudad y pueblos aledaños, se llenaron de letreros en los que se vituperaba a Napoleón y a los franceses por lo que los novohispanos consideraban una traición. Y cuando se anunció que el pueblo de Madrid se había levantado en armas contra los invasores y los hicieron retroceder, de nuevo, los habitantes del virreinato se lanzaron a las calles para celebrar el acontecimiento: indios, españoles, criollos, y mestizos brindaban todos juntos con vino y aguardiente por el triunfo español, como si de pronto hubieran olvidado los profundos odios que los dividían. En Querétaro se ideó una obra de teatro en la que los franceses fugitivos se bajaban los pantalones y se acuclillaban en acción de defecar por el miedo. La innovación cundió por todo el virreinato donde el público aullaba de felicidad al verla. (Nuestra aversión por los franceses, parece que viene desde ahí....)
Pero poco después llegó a México la noticia de que los patriotas españoles habían sido masacrados y que los invasores habían recuperado los territorios perdidos. Surgieron temores de que Napoleón enviara a sus ejércitos a las colonias y la historia se repitiera aquí.... Se consideró indispensable tomar medidas, y de tal propósito se derivaría la independencia de la Nueva España.
Como conclusión de todo lo anteriormente expuesto, vuelo a llegar a lo mismo: las colonias no solo se separaron por la acción de los franceses y de unos cuantos criollos como dicen por ahí.... sino también y principalmente, por la ineptitud de los monarcas españoles que no supieron gobernarnos.... a los americanos y también a los propios españoles.
jabeque escribió:A finales del año 2004 se celebró en Madrid el IX Congreso de las Academias Iberoamericanas de Historia. Se trataba de un simposio bajo el título "La América hispana en los albores de la emancipación". En el día de su inauguración hubo un total de 37 ponencias. En las mismas se dijeron cosas tales como: "las mal denominadas colonias" (Luis Suárez, de la Real Academia de Historia); "nunca fueron colonias" (Feliciano Barrios, coordinador de la Asamblea)....
......jajajajaja... las cosas que hay que leer...... Reto a que cualquiera que haya visitado México se atreva a sostener que lo que dicen estos dos individuos es cierto....
jabeque escribió:"la historia de América y España es una sola" (Eduardo Martiré, de la Academia Nacional de la Historia de Argentina)....
Esto solo fue hasta que la América hispana se independizó.... por lo tanto es parcialmente cierto.
jabeque escribió:"Fernando VII era tan Deseado en España como en América, pues lo que ocurría aquí también ocurría allí. De hecho, a pesar de las tentadoras ofertas que se recibieron de Francia, América se mantuvo fiel a la nación española hasta que la creyó desaparecida"
Muy cierto. De hecho, a nosotros siempre nos ha parecido que esa fidelidad contrasta enormemente con las ingratitudes que nos infligieron la mayoría de los monarcas españoles....
jabeque escribió:"las últimas demarcaciones territoriales americanas alcanzaron un grado de desarrollo tan elevado que decidieron romper vínculos con la metrópoli para acelerar su crecimiento" (Gonzalo Anés, director de la Real Academia de Historia)...
Exacto. Esto concuerda perfectamente con lo que dije anteriormente acerca de que los criollos que visitaban España, se sentían invariablemente avergonzados de que la Madre Patria, al lado de otras potencias europeas, parecía más bien un país subdesarrollado cualquiera. Su asombro era mayúsculo si tomamos en cuenta que dichos individuos habían sido criados con una educación por demás estupidizante, en la que por ejemplo, se les enseñaba la idea de que España no solo era un enorme imperio, sino que era por ende el país más valiente y poderoso de la tierra. Aunque parezca increíble, esa era la opinión generalizada entre los mal informados habitantes del virreinato.
jabeque escribió:Como ven, nada que ver con lo que se suele decir.
Si, muchos dogmas y mentiras de por medio.... empezando por esa tontería de que “nunca fuimos colonias”.
Saludos