Drusso2 escribió:Una cosa buena hizo el coronel Bolognesi y fue precisamente haberle ganado a Colo-Colo 2x1 este martes por la Copa Sudamericana...
Saludos
Que comentario tan tonto.
Endemoniado escribió:Cuando aun no se apagaban los fuegos del Morro, el coronel Lagos ordenó al subteniente Ricardo Walker, que concurriera hasta el hospital “San Juan de Dios” con el fin de descubrir y desconectar las baterías eléctricas y el sistema eléctrico destinado a hacer detonar las minas de la ciudad y de los fuertes desde ese recinto que era amparado por la Cruz Roja.
Al llegar al hospital el piquete del subteniente Walker es recibido por el fuego de fusil y pistola que le hacen un grupo de individuos vestidos de civil desde unas tapias que separaban el recinto principal del lazareto, en esos momentos llega una patrulla del 3º de Línea que se une a la patrulla enviada por el coronel Lagos, la patrulla del 3º de Línea era encabezada por el capitán Leandro Frédes, el oficial ordena al cabo 1º Emiliano Palma concurrir con tres soldados al recinto del lazareto y desactivar todo el sistema, misión que cumple el cabo Palma sacando las piezas vitales del sistema, los individuos que habían disparado sobre los chilenos huyeron dejando en los jardines interiores del establecimiento hospitalario sus uniformes, encontrándose entre ellos el de un oficial, estos individuos no fueron apresados por ser la primera preocupación de las patrullas chilenas la desactivación del sistema de minas.
El comandante del “Manco Cápac” al ver el izamiento de la bandera Chilena en la cima del Morro y percibir la perdida de los fuertes del norte, sale de su fondeadero separando la cadena de botes torpedos que le protegía enfilando en dirección a la flota chilena a media marcha se detiene, los tripulantes abandonan el buque, previamente habían abierto las válvulas y provocan la explosión de la santabárbara, con lo que la nave se hunde en breves minutos, la tripulación buscó asilo en los buques de naciones neutrales no consiguiéndolo, fueron recogido y hechos prisioneros por los buques chilenos, en tanto ocurría esto la lancha torpedera “Alianza”, logra romper el bloqueo escapando al norte, siendo perseguida por el “Cochrane” y el “Loa”, a la cuadra del Cabo Picata los tripulantes de esta embarcación deciden vararla, y escapar por tierra, objetivo que logran a medias, la lancha fue destruida pero la tripulación logro ser arrestada horas más tarde por la tripulación del “Loa”, el destacamento de la 1ª División de Torpedista fue hecho prisionero en su base sin ninguna resistencia, esta división no tomó parte en las acciones del 7 de junio.
GRUMO escribió:Estimado "endemoniado", ¿Tendrias la amabiliad de citarme otras fuentes para poder indagar la veracidad de la version que las tropas peruanas llamaban a las chilenas como endemoniados"?...Aparte de Molinari obviamente
Bajo el mando del coronel Cornelio Saavedra, comandaría partidas de soldados que exterminaron en poco tiempo a los maltrechos soldados peruanos que –bajo la forma de guerrillas- aun se resistían a la ocupación de su territorio nacional por parte de "los endiablados” soldados chilenos, que era como se los denominaba en Perú por su reconocida afición a la “chupilca del diablo” (aguardiente con pólvora) a la hora de presentarse a los combates. Huelga destacar que diversos cronistas, de uno y otro bando, consignan esta campaña irregular comandada por Saavedra como una de las más brutales y sanguinarias de toda la contienda bélica.
La chupilca del diablo, fue una bebida preparada por los combatientes chilenos durante la Guerra del Pacífico, a la que se le atribuían poderes mágicos y hacían al soldado entrar en un trance que aumentaba su agresividad, ésta se preparaba como una mezcla de aguardiente y pólvora. Los combatientes peruanos llamaban "los endiablados" a los soldados chilenos, por la agresividad que daba esta bebida al que la consumía.
Estudios modernos aseguran que la bebida sólo es parte del mito, debido en parte a la afición de los soldados por el aguardiente y a la gran temeridad con la que avanzaban las tropas, incluso entregando su propia vida con tal de alcanzar la victoria, un ejemplo notable de esto fue la toma del Morro de Arica.
" Palmo a palmo, y con empeñozo afán, fueron defendidas nuestras posiciones hasta el Morro, donde nos encerró y nos redujo a unos cuantos el dominante y nutrido fuego del enemigo de más de una hora.
Eran las 08:59 a.m. cuando todo estaba perdido; muertos casi todos los jefes, prisioneros los únicos que quedaban, y arriada por la mano del vencedor nuestra bandera. En tan supremos momentos volaron casi todos los polvorines y pudo inutilizarse algunos cañones del Morro, mientras que las baterías del Norte, atacadas ya por el regimiento Lautaro y algunos escuadrones a quienes habían tenido alejados, volaron también sus polvorines e inutilizaron todos sus cañones.
Perdida toda esperanza, el Manco Capac que, con las baterías del Norte había protegido nuestra izquierda, hizo proa al Cochrane y desengañado de no poder hacer su postrer tiro al enemigo, su comandante, con serenidad y acierto, le echó a pique para no dar ese nuevo elemento de poder a las fuerzas marítimas de Chile.
Han Sucumbido en la lucha los coroneles Francisco Bolognesi, don Juan Guillermo More, don Alfonso Ugarte, don José I. Inclán, don Justo Arias y Aragüez, don Mariano E. Bustamante; los teniente coroneles don Ricardo O’Donovan , don Ramón Zavala, don Francisco Cornejo y don Benigno Cornejo; los sargentos mayores don Armando Blondel, don Felipe A. Zela y don Fermín Nacarino, y muchos señores oficiales. Quedan heridos algunos y prisioneros los demás, de todo lo cual encontrará V.S. adjunta una relación detallada.
Atacaron por la parte del Este los regimientos de línea 3° y 4°, fuertes de 1,200 plazas cada uno; y el batallón Bulnes, sirviendo de reserva el Buín; y por el Norte el regimiento Lautaro, toda la artillería y caballería: más de 7 mil hombres.
Numerosa es la mortalidad por nuestra parte, que se calcula en las dos terceras partes de las fuerzas defensoras. No es mucho menos la del enemigo. Adjunto encontrará también V.S. los partes que han pasado algunos jefes de cuerpos y batería, que elevo originales."
"Al amanecer del día siguiente las infanterías chilenas que habían ganado posiciones durante la noche rompieron el fuego al pie de las trincheras: el Coronel Bolognesi se destacaba a caballo sobre las alturas del Morro, sirviendo de blanco a las punterías y haciendo esfuerzos heroicos por detener el ataque recio y formidable de los regimientos chilenos que avanzaban sobre un mar de sangre y un hacinamiento de cadáveres.
Por fin el fuego cesa dentro de la plaza porque el que no estaba herido estaba muerto, y Bolognesi sale ileso del combate; fue en aquella situación indecisa que un grupo de soldados trepa sobre parapetos, haciendo una descarga vigorosa con punterías fijas y precisas permitidas por la proximidad de la distancia.
Allí cayó More como tantos otros, atravesado por multitud de proyectiles, y el Coronel Bolognesi el viejo amigo, el anciano venerable, inclina su frente y cae con el alma serena y el rostro plácido y sonriente...una bala le había atravesado el corazón."
luigi escribió:Drusso2 escribió:Una cosa buena hizo el coronel Bolognesi y fue precisamente haberle ganado a Colo-Colo 2x1 este martes por la Copa Sudamericana...
Saludos
Que comentario tan tonto.
31 RQR Townsville escribió:Y no queda ahi, el Coronel Bologensi es ahora lider del Torneo Clausura 2006.
Parachute escribió:Sobre la muerte del coronel Alfonso Ugarte veamos lo que escriben algunos historiadores extranjeros.
Jorge Inostroza C. chileno, en su conocida obra “Adiós al Séptimo de Línea” (Santiago de Chile, 1957, tomo 3 p. 279) escribe:
Saludos.
Drusso2 escribió:luigi escribió:Drusso2 escribió:Una cosa buena hizo el coronel Bolognesi y fue precisamente haberle ganado a Colo-Colo 2x1 este martes por la Copa Sudamericana...
Saludos
Que comentario tan tonto.
Estimado Luigi, no puedes ser tan serio y trágico para tus cosas. Era una broma, no un comentario, una broma. Y las bromas son regularmente tontas...
Saludos
GRUMO escribió:31 RQR Townsville escribió:Y no queda ahi, el Coronel Bologensi es ahora lider del Torneo Clausura 2006.
Y le ganó a la "U"
Parachute escribió:Sobre la muerte del coronel Alfonso Ugarte veamos lo que escriben algunos historiadores extranjeros.
Jorge Inostroza C. chileno, en su conocida obra “Adiós al Séptimo de Línea” (Santiago de Chile, 1957, tomo 3 p. 279) escribe:
Relato del Capitán del 4º de Línea don Ricardo Silva Arriagada
Partimos oblicuando sobre la izquierda, con esta en cabeza, en movimiento envolvente; el ataque fue rapidísimo; no hicimos fuego sino cuando ya estábamos encima; todo el 2.º batallón, ciego y con rapidez asombrosa, tomamos todos los fuertes de la playa y llegamos al recinto mismo del Morro; sentimos el toque de «¡Alto el fuego!»
Nos detuvimos un momento, y como hubieran muchas bajas, de acuerdo todos seguimos el asalto y penetramos a la gran plazuela, y me dirigí a un fuerte cuadrado y con rieles que había en el medio.
Cuando llegué al mástil, que enarbolaba la insignia peruana con varios de sus soldados, nadie, de nuestro ejército, se había adelantado a mí.
Más tarde pude ver los cadáveres de Bolognesi, Moore y Ugarte. Todos decían que después de haberse rendido vulgarmente, la tropa los había ultimado a culatazos, porque, con felonía, estando rendida la plaza, le dieron fuego a los cañones, reventándolos.
El cadáver de Alfonso Ugarte se encontraba en una casucha ubicada cerca del mástil, al lado del mar, mirando hacia el pueblo; en ese lugar, las rabonas del Morro cocinaban el rancho; y ahí, esas pobres mujeres, tenían oculto el cadáver de Alfonso Ugarte; era un hombre chico, moreno, el rostro picado de viruelas, los dientes muy orificados, de bigote negro.
Aquellas mujeres tenían profundo cariño por Ugarte, y para guardar su cadáver, lo habían vestido con un uniforme quitado a un muerto chileno.
Pude saber que era el coronel Ugarte, porque el doctor boliviano Quint cuando lo vio, exclamó:
-¡Pobre coronel Ugarte; no hace mucho, lo he visto vivo!
Más tarde se dio la orden de arrojar al mar todos los cadáveres; sin duda que botaron también el de Alfonso Ugarte, porque no se pudo encontrar.
En ese mismo día, ofreció su familia 5.000 soles plata por los restos del coronel; se buscaron mucho; di noticias, detallé lo ocurrido, pero nada se descubrió.
Esto ocurrió largo rato después de rendida la plaza.
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