tercioidiaquez escribió:Napoleón cayó en el gran error de juzgar toda España con el mismo rasero que a sus gobernantes y ahí estuvo su error. También intentó mandar a distancia, sobre todo la campaña naval. No podía pretender dar órdenes a Villeneuve desde París (o más lejos como Austerlitz) y que fueran efectivas.
Napoleón tenía motivos más que suficientes para pensar que los gobernantes españoles, tanto los que estaban en el poder como los que estaban en la oposicón eran unos ineptos y unos corruptos, y estaba al cabo de la calle de los tejemanejes del Príncipe de Asturias contra su padre, el rey Carlos IV. Y también sabía que había una parte de los sectores liberales que estaban decididos a poyarle. Y actuó de acuerdo con su experiencia: eliminado el gobierno, España estaba en su poder. Lo que no tuvo en cuenta, tal vez porque nunca le había ocurrido, es que los españolitos no estaban por la labor de aceptar la invasión. Y a partir de ahí las cosas se le complicaron hasta el infinito, porque se metió en una guerra en la que para poder alimentar a un regimiento el convoy de aprovisonamientos tenía que ir escoltado por un batallón. Eso se escapaba a su lógica militar. Y daba igual cuantas batallas ganara, porque, en realidad, el ejército francés solo podía actuar con "normalidad" en el terreno que pisaba. Y esto no quiere decir que sobrevalore el papel de los guerrilleros.
Y tampoco contaba, porque tampoco había ocurrido nunca, que una vez el monarca y el gobierno hubieran acatado su autoridad, una parte de las autoridades locales se alzaran en armas y armaran o reforzaran ejércitos, pues no se puede olvidar, por ejemplo, que las fuerzas que ganan la batalla de Bailén son las fuerzas regulares, reforzadas, de Andalucía.