taliesin, yo comparto tus buenas intenciones para con los habitantes de todo el mundo, en serio. Y tengo las mismas ganas de que los países que aún viven encerrados en sociedades atrasadas y radicalismos abran sus ojos y permitan a sus ciudadanos una mayor libertad de acción. En eso no vamos a discutir, pero el problema es que, como dice el refrán:
De buenas intenciones está empedrado el camino al Infierno
porque muchas veces, por culpa de querer cambiar las cosas, aunque sea con toda la buena voluntad del mundo, lo que hacemos es cagarla más (como les está pasando a los norteamericanos en este caso) y claro, está muy bien preocuparse por el futuro de los irakíes y de los iraníes, etc., pero yo lo único que digo (y es lo que te discuto a ti y a los que defendéis la acción de los USA) es que eso está muy bien si lo avala la comunidad internacional, pero no está bien hacerlo "porque yo lo valgo", como tienen costumbre de hacer los yankees. Es lo único que digo. Y lo que también digo es que no se puede hablar de defender la democracia y luego, cuando casi toda la Asamblea General de la ONU, en la que están representadas todas las naciones, se opone a una invasión (ahora no recuerdo pero creo que excepto USA, UK y dos o tres países más de poca monta todos estuvieron en contra, tendría que encontrar datos sobre aquella votación) llevarla a cabo igualmente es plenamente antidemocrático. Y eso tiene un nombre y es doble moral: por un lado defiendo la democracia, pero cuando el resultado de la voluntad general no me conviene, me la salto a la torera. Sí señor, con un par. Así nos luce el pelo.
Hay un ejemplo que me resulta interesante. Dices que
Juzgar la lucha de los derechos de la minoría negra en los cincuenta y sesenta con los ojos de los hombres del siglo XXI es muy injusto. Y sobretodo porque fue la propia población de EE.UU. la que alcanzo la integración que te permite ver las calles norteamericanas plagadas de razas que conviven, y a personas de diferentes etnias y religiones dirigiendo las empresas y el gobierno.
En primer lugar decirte que no he puesto el ejemplo desde la perspectiva del siglo XXI, sino de la del XX, puesto que lo que yo he dicho es que ya que te parece tan adecuada la declaración de guerra de Inglaterra y Francia contra Alemania en aquellos años por luchar por la libertad (aunque habría que ver las causas que les movieron realmente), ¿cómo verías tú una guerra de la URSS contra USA por la discriminación racial? Ambos ejemplos son de la misma década, o sea que no digas que la perspectiva es injusta. Si nos pusiéramos en ese plan también tendríamos que disculpar a los fascistas de entonces porque "la perspectiva ha cambiado", y no podríamos aceptar como buena la declaración de guerra de los aliados, ¿no te parece?
Pero ya que dices que son tan buenos en ese aspecto, permíteme que te ponga una anécdota de un personaje de esos años, aunque sea algo off-topic, porque creo que merece la pena: Jesse Owens, el famoso atleta negro. Cuentan que cuando compitió en las olimpiadas de Berlín, Hitler al principio sólo apludía las victorias de Alemania, y ante las presiones del comité olímpico, de que aplaudiera todas o ninguna decidió no aplaudir ninguna. Sin embargo Owens comenta que en cierta ocasión Hitler le saludó con la mano. Además, en Alemania podía viajar y alojarse igual que los blancos, mientras que al volver a Estados Unidos, como él mismo cuenta:
Cuando volví a mi país natal, después de todas las historias sobre Hitler, no pude viajar en la parte delantera del autobús. Volví a la puerta de atrás. No podía vivir donde quería. No fui invitado a estrechar la mano de Hitler, pero tampoco fui invitado a la Casa Blanca a dar la mano al Presidente.
puesto que Roosevelt no quiso recibirle para no perder los votos de los sureños. Eso es pensar en la democracia y lo demás son tonterías, ¿a que sí? Pero detalles como estos acaban olvidándose, y al final Roosvelt (por decir alguien, pero no el único, por supuesto) acaba siendo un tío de puta madre a los ojos de la historia, vamos, un luchador por la libertad que te cagas. Y pobre del que se le ocurra recordarle al mundo que en aquellos años un negro era más libre en Alemania que en USA. Calla, hombre, calla, que eso no interesa. En resumen: doble moral, doble moral y doble moral. Es el cuento de siempre.