GRUMO escribió:Jorge Inostroza, en su libro que asumes el nombre, manifiesta que el litoal boliviano era rico por el esfuerzo del trabajador chileno. ¿Existió una masiva inmigracion chilena entonces? ¿Fueron los chilenos salvajamente explotados por peruanos y bolivianos?. No excuso la explotacion , venga d edonde venga, pero esto explicaría en mucho la violencia del combate...Nadie es santo ni nadie es demonio...hay matices
Ciertamente la inmigración masiva existió, al inicio de la GdP los chilenos eran mayoría en esa zona (Antofagasta).
Respecto al trato dado a los trabajadores chilenos, hasta donde sé no era mejor o peor que el que le daban los dueños de las empresas a sus obreros en ese tiempo, independiente de su nacionalidad. Además que no hay que olvidar que muchas de esas empresas eran propiedad de capitales chilenos.
El resentimiento entre los pobladores chilenos y las autoridades bolivianas era el normal que siempre se da cuando una mayoría nacional es gobernada por autoridades de otra nación que tiene presencia minoritaria.
Para concluir
Es cierto que Bolivia aumento los impuestos, pero ¿Esto es un causas belli?....¿No pudo Chile denunciar el Tratado y nada mas? Obviamente que estamos hablando de 1879, no habia Convencion de Viena ni corte de la Haya.
El alza de impuesto sólo fue el detonante o la chispa final de un largo conflicto que se había venido gestando durante muchos años. Por si sólo no habría sido suficiente para provocar una guerra, menos considerandos los problemas económicos que tenía Chile entonces. Voy a intentar darte una visión general de dicho proceso:
Como es sabido, en esa época Chile (y casi toda Sudamérica) tenía múltiples problemas limítrofes. Uno de ellos era con Bolivia. Luego de negociaciones varias y amenazas de guerra se llegó a un acuerdo en 1874 en que se fijaba el paralelo 24 como límite definitivo, con lo cual Chile renunció a parte del territorio que pretendía a cambio de ciertas garantías para las empresas chilenas que operaban en esa zona (entre ellas no subirles los impuestos por una cierta cantidad de años). Obviamente estas garantías fueron incluidas en el tratado por presiones de los empresarios chilenos que también eran parte de la dirigencia política de nuestro país (Chile). Hasta aquí Chile había solucionado el problema con Bolivia, aunque hay que considerar que a muchos les pareció que se había actuado en forma débil con los bolivianos (hay que recordar este sentimiento para el futuro).
Solucionado el problema con Bolivia resurgió otro que había estado latente y que era potencialmente mucho más serio con Argentina. Tanto Argentina como Chile disputaban la posesión del Estrecho de Magallanes y la Patagonia. Los títulos que ambos países exhibían eran dudosos y la zona en cuestión se podía considerar como disponible para el primero que la tomara (que incluso pudo ser un país europeo). La tensión subió a límites altísimos, ante lo cual Chile mandó a construir urgentemente (1) dos blindados (El Cochrane y el Blanco) y se comenzó a pensar que la guerra era inevitable. Después de muchas vicisitudes en Chile se impuso el bando pacifista que propugnaba que no valía la pena ir a una guerra por la Patagonia(2). Hasta este punto Chile había solucionado, o por lo menos eso creía, todos sus problemas limítrofes y podía dedicarse a resolver sus problemas económicos (3). Eso si, el gobierno de Pinto sufrió un grave costo político por que al igual que con el caso boliviano, muchos en el país lo acusaron de actuar en forma blanda e incluso cobarde con Argentina.
Y esa era la situación cuando a fines de 1878 el dictador boliviano de turno (Daza) tuvo la pésima ocurrencia de desconocer el tratado de 1874. Vio el tratado de 1878 con Argentina como una muestra de debilidad por parte de Chile y calculó, erróneamente que no habría respuesta (4). También hay que considerar que parte de este error de cálculo estuvo influido por el tratado secreto que Bolivia firmó con el Perú, ciertamente contó con el potencial bélico de Perú (sin duda sobrestimado por Daza y por los propios peruanos) para neutralizar a Chile (5).
Ante la violación del tratado, los empresarios chilenos afectados por el alza de impuesto y posterior expropiación, iniciaron una estridente campaña de prensa abogando por el empleo de la fuerza para hacer valer los acuerdos de 1874. Esto, sumado al descontento aun existente por el problema de la Patagonia dejó a Pinto y su gobierno sin margen de maniobra e hizo inevitable la guerra con Bolivia. Por otra parte el tratado secreto entre Bolivia y Perú y la ambigua posición de este último país forzó a Chile a declararle también la guerra, el resto es conocido…
El expansionismo era una corriente geopolitica muy en boga. La influencia de Portales es gravitante. Chile ganó una guerra, como tambien pudo perderla. Peru y Bolivia perdieron una guerra, como también pudieron ganarla.
Portales está sobre valorado, el personaje que conocemos es en gran parte un mito que fue construido y empleado a su favor por el partido conservador chileno de entonces, que aprovechó el impacto que causó su muerte violenta para transformarlo en una especie de semidiós (no hay muerto malo y si muere violentamente puede ser convertido en un “santo”, recordar por ejemplo los casos de Julio Cesar, Jesús, Che Guevara, etc.).
Lo curioso del asunto es que no sólo muchos chilenos fueron subyugados por este mito sino también muchos peruanos. Para quienes se transformó en una especie de demonio icónico responsable de todas sus desventuras con Chile, una forma cómoda de eludir responsabilidades propias.
Portales como político fue un hombre complicado y contradictorio, más cercano a un dictador que a un demócrata, más un creador de personalismos que de instituciones (6).
Como persona no me merece mayores simpatías. La forma como trató a Constanza de Nordenflycht, por ejemplo, es digna de repudio.
Bueno, espero no haber escrito muchas tonteras…
Atte.
GMSA.
(1) La situación era tan grave que uno de los blindados llegó a medio terminar. Cuando la tensión diplomática bajo, se reenvió a Inglaterra para su terminación definitiva.
(2) Con los antecedentes que se tenía en la época de la Patagonia y considerando los problemas
económicos (agravados por periodos alternados de sequías y exceso de lluvias en el periodo 1876 a 1878) por los que atravesaba el país, esa posición no era tan ilógica como puede parecernos ahora.
(3) Para reducir los gastos del gobierno y considerando que se habían neutralizado todas las posibilidades de guerra, se intentó vender los dos blindados recientemente adquiridos. Afortunadamente no hubo interesados.
(4) Daza escribió: “Chile no intervendrá en este asunto empleando la fuerza, su conducta con la Argentina revela de una manera inequívoca su debilidad e impotencia”.
(5) Me imagino que al enterarse los chilenos de ese tratado debieron haberse sentido profundamente traicionados por Perú. Hasta ese momento Chile había sido su mejor aliado: Había contribuido a la independencia del Perú, le sirvió de aval para conseguir recursos económicos, tropas chilenas ayudaron decisivamente a derrotar al dictador boliviano (Santa Cruz) que había anexado al Perú (suena increíble, ¿Verdad?, ¡Bolivia anexando al Perú!) y que por último, en la reciente guerra con España, los había apoyado a un alto costo (el bombardeo de Valparaíso).
(6) Para “el bronce” es su frase: “La Constitución es una señora que hay que violar si las circunstancias lo ameritan”.