“Caso Plame": Bush acusado de mentiroso
Según ex asesor de prensa de la Casa Blanca, fue el propio Presidente quien filtró a la prensa el nombre de una espía.
Washington. EFE.
Foto: AP.
George W. Bush afronta una prueba más de sus mentiras para justificar la invasión a Irak.
En una confesión que ya comenzó a causar una gran polémica en Estados Unidos, el ex portavoz de la Casa Blanca Scott McClellan acusó al presidente George W. Bush y a sus principales asesores de engañarlo y proporcionarle información falsa para que él mintiera a la prensa sobre la filtración del nombre de la ex espía de la CIA, Valerie Plame.
El ex portavoz de la residencia oficial aseguró, durante una rueda de prensa en el 2003, que los altos funcionarios de la Casa Blanca Karl Rove y Lewis "Scooter" Libby no estaban involucrados en la filtración de la identidad de la agente secreta Valerie Plame.
McClellan dice ahora que había un problema: "No era cierto".
"Distribuí sin saberlo información falsa y 5 de los más altos funcionarios de la administración estuvieron involucrados: Rove, Libby, el vicepresidente (Dick Cheney), el jefe de gabinete (Andrew Card) y el propio Presidente", afirma.
El "caso Plame" desencadenó un escándalo de alto vuelo y un largo proceso judicial que culminó con la condena de Libby, quien fue sentenciado a dos años de cárcel por mentir y obstruir la justicia.
Bush lo eximió posteriormente de la pena de prisión, aunque mantuvo la multa de 250.000 dólares que le impuso el juez.
"Es una traición"
Las declaraciones de McClellan han vuelto a colocar en primera página de la actualidad un caso que parecía haber dado sus últimos coletazos.
La actual portavoz de la residencia oficial, Dana Perino, salió al paso de las acusaciones, al señalar que "el Presidente no ha pedido y no pediría a nadie que distribuya información falsa".
Distinta fue la reacción de Valerie Plame, quien confesó en un comunicado estar "indignada" con las revelación de que McClellan mintió a la prensa.
"Y lo que resulta todavía más asombroso es que McClellan confirma que no solo Rove y Libby le pidieron mentir, sino también el vicepresidente, el jefe de gabinete Andrew Card y el presidente Bush le dieron la orden de que divulgara información engañosa".
Wilson afirmó que el libro de McClellan confirma que los más altos funcionarios de la Casa Blanca "abusaron de la confianza que el público depositó en ellos".
"Es una traición a la seguridad nacional del país", indicó el esposo de Plame.
Claves
DELITO. Algunos legisladores demócratas ya han prometido seguir las investigaciones. Es así que la historia del caso Valerie Plame puede continuar y podría causar estragos en la Casa Blanca: revelar el nombre de un espía es delito en EEUU.
POLÉMICA. Las declaraciones de MacClellan ya comenzaron a ocasionar polémica, en medio de la campaña electoral para lo comicios de 2008. Los republicanos temen que afectará la escasa popularidad de Bush.
"Vendetta" de la Casa Blanca
Tanto la ex espía como su marido, el embajador Joseph Wilson, sostienen que el que su identidad saliera a la luz fue resultado de una "vendetta" de la Casa Blanca para castigar al ex embajador por su actitud crítica con la guerra de Irak.
Wilson acusó a Estados Unidos de utilizar argumentos falsos para justificar la invasión del país árabe en marzo del 2003.El ex diplomático concluyó, tras un viaje a Níger, que no existían pruebas para afirmar que Sadam Husein había intentado comprar uranio en el país africano.
El presidente George W. Bush aseguró en su discurso sobre el estado de la Unión, en enero de 2003, que Irak había intentado adquirir material nuclear en África, una afirmación que la Casa Blanca se vio forzada posteriormente a retirar.
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Sencillamente lamentable se den estos hechos.
Saludos