USD 80 millones para vigilar el norteLos gastos de defensa se elevarán sustancialmente en el 2008 para vigilar la frontera. En tanto, el Ejército cumple su operativo más grande de los últimos años.
Redacción Judicial
En 1998 la frontera sur se apaciguó. Ese año el conflicto con Perú se cerró con la firma del Tratado de Paz; entonces, el Ministerio de Defensa envió una directriz para que se refuerce, paulatinamente, el control en el norte del país.
Los análisis de escenarios de los militares explicaban que la ausencia de tropas colombianas impulsó la presencia de grupos armados irregulares en zona limítrofe.
Antes de 1998, grupos de 80 a 100 soldados iban a la frontera con Colombia. Nueve años después, 7 000 hombres están ubicados en esa zona. Actualmente, las FF.A: tienen unos 45 000 miembros activos (oficiales y tropa).
En la frontera, los soldados se encuentran en ocho batallones y 15 destacamentos, con el objetivo de mantener la soberanía y proteger a la ciudadanía, según explicó el ministro de Defensa, Wellington Sandoval, la semana pasada.
Este reforzamiento también representa un gasto adicional para las Fuerzas Armadas. En el presupuesto para el próximo año se destinará un rubro para la “repotenciación de la vigilancia” en la frontera. Según el Ministro, la cifra llegaría de USD 80 millones para cumplir con esa misión.
“La vigilancia conlleva un gasto de dinero significativo por el vuelo de aeronaves, mantenimiento de aviones, helicópteros y vehículos. Además, para la adecuación de viviendas para los soldados y la mantención de equipos, que se dañan más por el clima”, aseguró el titular de Defensa.
El Ministerio de Defensa no quiso divulgar cuánto se gasta en total en la vigilancia de los 600 km de frontera. “Es asunto de seguridad nacional”, explicó uno de los funcionarios de esa Cartera.Pero, una cifra referencial del gasto es el dinero destinado a la alimentación de cada militar: USD 3,50 diarios. Eso significa un gasto mensual de USD 735 000 y anual de 8 820 000.
Mientras que la hora de vuelo de un avión C-130, para el traslado de personal, cuesta USD 2 700.
En el mismo tema, Sandoval sostuvo que a corto plazo no se crearán más puestos militares en el límite con Colombia. Estas declaraciones la realizó luego de un recorrido que cumplió por los puestos militares de Carchi y Sucumbíos.
Esta visita la hizo después de la supuesta incursión de aeronaves colombianas en la zona de Yanamaru, en Sucumbíos, y que activó una reunión de la Comisión Binacional de Frontera (Combifron).
En cada uno de los ocho batallones que las Fuerzas Armadas desplegó en la línea fronteriza hay 300 uniformados: tres puestos están ubicados en Esmeraldas, uno en Carchi y cuatro en Sucumbíos.
Los batallones tienen bajo su mando a los destacamentos, que son unidades de reacción inmediata y son las encargadas de patrullar la frontera. Las FF.AA. han montado 15 destacamentos en las provincias de Esmeraldas, Carchi y Sucumbíos.
Desde el lado civil, Guillermo Navarro, especialista en temas militares, sostuvo que nuestro país debe exigir que se repongan los gastos que acarrea el traslado de efectivos militares y la manutención de equipos. “Nosotros no estamos obligados a proteger una frontera que no está vigilada por Colombia. Lo que dijo el ministro Sandoval es correcto, porque no colindamos con Colombia sino con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia”.
Para Navarro, actualmente se rompió un equilibrio de hecho, para que no existan combates en la frontera: “Nos están acercando a un involucramiento en el conflicto interno de Colombia”. Además, sostuvo que se debería exigir una compensación por parte de Colombia, que estaba establecida en el Plan Colombia, que no se ha cumplido. “Nos entregaron unos jeeps humer y uniformes viejos”.
Control colombiano
Las Fuerzas Armadas colombianas tiene un solo puesto fijo en la frontera con Ecuador. Es el Grupo Cabal destinadoa la vigilancia en toda la zona.
La principal zona de custodia de los militares colombianos es el puente sobre el río San Miguel, en Sucumbíos. En ese lugar, realiza un control, apoyada por equipos informáticos y cámaras de video.
En el resto del territorio limítrofe no tiene un resguardo permanente, sino solo patrullajes esporádicos