Hola a todos,
tras la leve incursión en las fuentes historiográficas de dudoso valor, me gustaría volver a la discusión tan interesante que mantenemos a cuenta del Combate de Iquique, gracias a la cuál personalmente he podido conocer detalles hasta ahora desconocidos de la Historia el Perú y de Chile.
Las Opciones de Don Arturo Prat y Chacón.
Antes que nada, debo ser franco, y mi aproximación a la figura del Capitán de la Esmeralda es muy crítrica. Y con el conocimiento que poseo, el cuál seguro no es completo, me atarevería a considerarlo de torpe, sin restyar ni un ápice a su valor, y ni muchísimo menos al de la dotación de la Esmeralda.
Ya ha sido comentada la reunión del 16 de mayo de 1879, y la idea de Prat de abordar el monitor peruano. Del mismo modo, ya han aparecido las dificultades materiales para proteger de la embestida del Huascar mediante minas o torpedos, y como no la practicamente imposibilidad de movimiento de la fragata Esmeralda.
Teniendo en mente un encuentro con la División de Grau, cuanto menos con el Monitor Huáscar, toma una decisión acertada en principio, como la de acercarse a la población de Iquique para comprometer a la artillería del Huáscar. Ahora bien, acercarse a la orilla, pone en franquicia a la Esmeralda frente a la artillería de campaña del Ejército del Perú. Pocas opciones tiene, sin levantar el bloqueo de Iquique.
Pero hay otras dos disposiciones que deben ser interpretadas como errores de mando, y son a mi entender:
·Concentrar el fuego sobre el Monitor Huáscar, completamente protegido, a sabiendas que la artillería de la Esmeralda y de la Covadonga son inefectivas frente a la coraza del peruano. Conocida la aparición de la División de Grau, debería haber ordenado concentrar el fuego sobre la Independencia, pues su cubierta se encuentra desprotegida, incluido su puesto de mando. Si desconoce las características de las naves enemigas, o no ha sido informado de éstas, debe ser achacado a su mando. Podemos observarlo en esta litografía,
No encontré más información acerca de ésta, pero me imagino el puesto de mando como el del Almirante Tegetthoff en Lissa, en el buque Erzherzog Ferdinand Max. Observemos que está al descubierto:
Esta “ventaja” por contra sería aprovechada por Don Carlos Condell, al ser perseguido por la Independencia, ya que ordenó disparar con todas las armas contra la cubierta de la fragata peruana, y según fuentes con tal fortuna que alcanzó a los tres timoneles de la dotación.
·Obligar a Condell a permanecer a su lado, a sabiendas que Condell y la Covadonga tenían una posibilidad frente al enemigo de retirarse, situación imposible para la Esmeralda. Condell, con toda lógica, tomó rumbo a Punta Gruesa.
Solo faltaba recibir el espolonazo de alguno de los blindados peruanos... y llevar a cabo su decisión de abordarlo. Todos conocemos el resultado. Por contra, y todo que privados de su Comandante, la dotación de la Esmeralda permaneció en sus puestos de combate, todo y la inutilidad de su sacrificio.
Epílogo
Sólo la decisión de Condell de la Haza, aliado de la Fortuna, quiso que la victoria peruana fuera pírrica. Por que no olvidemos, que Don Miguel Grau y Seminario alcanzó su objetivo principal, levantar el bloqueo de Iquique; de acuerdo con las ordenes expresas del presidente Prado.
Seguramente, si las ordenes a Miguel Grau hubieran partido del contraalmirante Antonio De La Haza, tío de Carlos Condell, estas hubieron sido más adecuadas a las necesidades militares del Perú, como estrangular el tráfico naval chileno.
Apostilla sobre Carlos Condell de la Haza.
En uno de mis primeros mensajes comenté cierto resquemor hacia Carlos Condell por parte de la superioridad naval chilena, y ciertos medios chilenos. A medida que me he sumergido en esta Historia, he sabido que el tío carnal de Carlos, Antonio, era el Jefe Supremo de la Marina de Guerra del Perú, y que dos primos carnales del primero, eran oficiales a bordo de la fragata Independencia.
Todos los comentarios y valoraciones sobre este tema, los realizo de manera particular, y con la distancia, desde España, y 129 años después del Combate de Iquique.
Un saludo.