Carlos Lugo Sosvilla
La Yihad Islámica. La obsesión de Marruecos por conquistar Canarias (II)
LA ZARPA de dos ambiciones de conquista se cierne sobre Canarias: la territorial de Marruecos y la religiosa del Islam. Como la primera no hace al tema de la "Yihad en España" abordado por Gustavo de Arístegui, me referiré a glosar la segunda, entresacando de sus páginas cuanto de obsesión por reconquistar Al-Ándalus refiere, particularmente en lo que con Canarias pueda relacionarse, sea a su pertenencia en Al-Ándalus, que a la total península Ibérica con islas adyacentes comprende, o concretamente al fenómeno de la inmigración que se experimenta en Canarias.
Al decir de Arístegui "la expansión y conquista fueron elementos del Islam desde sus comienzos. Conquista y Yihad, Yihad y Conquista fueron términos que en muchas ocasiones se justifican mutuamente". "Los bereberes, que eran mayoría de los musulmanes que habitaban Al-Ándalus, resultaron fundamentales para que las tropas árabes tuvieran éxito en la conquista de España". Precisamente los mismos que de Berbería llegan a Canarias.
En capítulo siguiente se dice, en definición de la Yihad como concepto esencial en el Islam, que representa uno de los elementos centrales sobre los que se asientan las ideas de expansión y conquista, que derivada de la raíz árabe "yahd", significa "esfuerzo" en general, "pero especialmente en el sentido guerrero y bélico". En este último concepto ha sido empleada para legitimar la dominación de territorios que consideran tierra islámica ilegal o ilegítimamente usurpada, es decir, Occidente cristiano. Así que la Yihad tenga dos naturalezas, la mayor y la menor, que trata de liderar Bin Laden con su Al-Qaeda, cuyos ideólogos están convencidos de que ellos son los sucesores del Profeta. La "mayor" es más importante en el siglo XX, al tener un sentido "extraordinariamente agresivo y de confrontación con las sociedades democráticas de acogida", siendo la "menor" totalmente bélica, la que desencadenaría cuando la sociedad de acogida pueda hacer peligrar la integridad de los creyentes musulmanes. Para ellos, la Yihad contra España no terminó con la toma de Granada, o con la expulsión de los moriscos, sino que una nueva etapa, aunque sea a largo plazo, se inició desde entonces, que no sería terminada hasta la derrota y/o sometimiento del "enemigo". Y donde dice Al-Ándalus-España digo Berbería-Canaria.
Lo que resulta revelador para Canarias es cuando se refiere Arístegui a la inmigración como el caballo de Troya para la penetración en Europa del islamismo radical, que si por el "bajo vientre" de Europa, que dijera Churchill, no encuentran la condescendencia de Gobiernos apaciguadores, por la extremidad canaria, tan complaciente en su acogida, ancho es el camino. Se dedica totalmente un capítulo del importante libro a la "Estrategia yihadista de penetrar e instrumentalizar la inmigración", del que sin interferir comentario alguno sólo paso a transcribir textualmente los párrafos más significativos: "En las democracias avanzadas se deben diseñar políticas de inmigración integrales que tengan en cuenta una serie de pilares. El primero es un control serio y eficaz de las fronteras exteriores, no sólo porque nos lo imponen como obligación los tratados de los que somos signatarios; sino que, además, una irresponsable política de puertas abiertas...". "El tercer factor es un elemento de la más acuciante actualidad, como lo es la perentoria necesidad de perseguir y reprimir a las mafias que trafican con seres humanos. Estas mafias [...] están relacionadas [...] con el yihadismo. La lucha eficaz con estos abyectos esclavistas del siglo XXI es, en primer lugar, un imperativo moral". El control e influencia del islamismo radical en el tráfico de inmigrantes es otro importante capítulo que conviene conocer en Canarias, y dice así el glosado estudio del profesor y diplomático Gustavo de Arístegui: "En los últimos años ha habido una proliferación de organizaciones que se han dedicado al tráfico de seres humanos. Controlan el flujo de inmigrantes ilegales de cualquier procedencia. El yihadismo favorece el paso de inmigrantes musulmanes por creer que pueden acabar convirtiéndose en reclutas potenciales del extremismo, si bien trafican con inmigrantes de todas las procedencias para hacer dinero y financiar sus redes terroristas. Desde hace ya algunos años se sabe que una patera llena de inmigrantes reparte muchos más beneficios que una carga de hachís en el mismo barco. Los teóricos del islamismo radican han emprendido una carrera por tratar de consolidar lo que ellos llaman la "conquista silenciosa", que consiste en aprovechar sus índices de natalidad, muy superiores a los de las sociedades donde se instalan". "Los teóricos del islamismo han dado una prioridad absoluta a España en su estrategia, pues la reconquista de Al-Ándalus es una obsesión y un símbolo". "Las organizaciones religiosas islamistas han empezado a reclutar inmigrantes magrebíes (Magreb comprende Túnez, Argelia, Marruecos, Libia y Mauritania) justo antes de salir de sus países. El método es tan sencillo como eficaz: los oteadores-reclutadores se pasean por puertos en busca de candidatos, se aproximan y les ofrecen toda clase de ayudas a la llegada [...], se dedican a fomentar matrimonios entre chicas con bajo nivel de estudios, que se unen a militantes recalcitrantes, para quienes tales bodas constituyen, a la vez, una obligación y un premio para los activistas más leales. Se trata de convertir a sus mujeres al islamismo".
http://www.eldia.es/2006-11-25/canarias ... as8prn.htm