endrass escribió:Es innegable la deriva revolucionaria de Caballero y de parte de las bases del PSOE, incluidas sus juventudes. Sin embargo, hay que destacar que la escasa presencia del PCE (con 17 de 263 diputados del frente popular), la importancia de IR (con 87 escaños frrente a los 99 del PSOE)y la presencia en el PSOE de las corrientes de Prieto y Besteiro impedían una acción revolucionaria con posibilidades de éxito.
Las experiencia frentepopulistas en Francia y Chile demostraron que no se tendía a un proceso revolucionario por mucho que fantasearan en el Komitern. El mismo Caballero perdería su puesto de presidente de la república por enfrentarse a Stalin al negarse a perseguir al POUM tras los sucesos en Barcelona de la primavera del 37 y al parecer por echar al embajador soviético a patadas de su despacho.
Como ya he comentado, no veo, ni en las actuaciones reales del PSOE, ni en las medidas políticas o económicas del gobierno republicano ningún signo de esa revolución que la sublevación supuestamente impidió.
Un saludo
Besteiro ya antes de Octubre de 1934 estaba aislado y no tenia apenas ninguna influencia en el partido, debido a su moderación que tanto Prieto como Largo repudiaban. Prieto, que no era precisamente un moderado, en el 36 sólo dirigía un sector minoritario dentro del partido y aunque en el 34 apoyo estusiasticamente la vía de la revolución, siendo uno de sus principales artifices, después de su fracaso y de la victoria fraudulenta de las izquierdas en el Abril del 36, optó por el camino de la colaboración con las instituciones republicanas.
El control de la masa socialista lo ejercía Largo Caballero, através no sólo de las Juventudes Socialistas, sino también através del sindicato del partido, la UGT. Además contaba con el predominio en varias de las más importantes federaciones, como la Madrileña.
De modo que dentro del PSOE la corriente predominante era la revolucionaria, es decir, la de Largo Caballero. No exisita ningún elemento equilibrador o moderador influyente o de importancia.
Hay que destacar también que dentro del Frente Popular el único partido que tenía un control real sobre las masas eran los Caballeristas del PSOE, através de la UGT. Así que el número de escaños de unos y otros, puede inducir erroneamente a pensar que la Izquierda Repúblicana (falsamente moderada) poseía un poder equiparable al PSOE, cuando en realidad no era así.
El control real de las masas y en consecuencia de la calle, lo ejercían los sindicatos (los más importantes la UGT de Caballero y la CNT-FAI) através de sus milicias y pistoleros, que a parte de organizar grandes desfiles paramilitares al más puro estilo Hitleriano y de tirotearse y asesinarse entre ellos y de quemar iglesias y sedes de la derecha, también asaltaban las prisiones, abriendo las puertas no sólo a los alzados del 34, sino también a los delicuentes comunes.
El talante revolucionario y antidemocrático del PSOE y de su sindicato la UGT, en el 36 casi era legendaria, y ya se remontaba a la revolución del 17. La llegada de la República, después de la dictadura de Primo (con el cual tanto colaboró el PSOE), no hizo que los socialistas moderasen su discurso o sus planteamientos revolucionarios.
El periódico El Socialista, aparato de propaganda del partido, ya en Junio del 31 decía:
"Por ineficaz, y no por otro motivo, renunciamos a la pretensión de imponer nuestra política violentamente y sin dilaciones". Pretensión que recuperarian Prieto y Largo Caballero en el 34.
A mí modo de ver, no es equiparable el caso Francés o el Chileno con el caso Español, porque a diferencia de esos dos Frentes Populares, que eran moderados, en España las izquierdas habian abandonado hacia muchas décadas el camino de la moderación (si es que habian estado alguna vez en ese camino) para pasar directamente a la violencia. En el 36 existian demasiados precedentes históricos que demostraban la naturaleza revolucionaria y golpista de las izquierdas, como para que una derecha arriconada como la del 36, pudiera ignorarlo.
Beevor, al que no se puede acusar precisamente de sectario fascista, en su libro sobre la guerra civil, dice lo siguiente, en referencia a la revolución de Octubre organizada por el PSOE:
"Se constituyó un comite revolucionario dispuesto a que la insurrección contra el Gobierno tuviese todos los caracteres de una Guerra civil, y cuyo éxito dependiera de la extensión que alcance y la violencia con que se produzca"
Es decir, la revolución de Octubre no buscaba un golpe rápido y fulminante para derrocar al Gobierno de la República, sino un conflicto armado prolongado, un choque fraticida entre izquierdas y derechas, con la intención de poder eliminar a estos últimos en el proceso y así poder instaurar la dictadura del Proletariado. De modo que no estamos ante una fantasia o una útopia fruto de la demagogia de la Comintern y de los partidos Marxistas, sino frente a una estrategia revolucionaria muy estudiada y que Largo Caballero intentó llevar de la retórica demagogica a la práctica, en Octubre de 1934.
Ante este currículum fraticida y golpista que tenian las izquierdas y ante el ambiente revolucionario y de la radicalización creciente que se respiraba, y que contaba con la pasividad y la complacencia de Azaña y los suyos (falsamente moderados), es lógico comprender que las derechas se temieran lo peor.
Buena prueba de esta complacencia y complicidad ante la violencia revolucionaria de los "moderados" como Azaña, son sus declaraciones en el Parlamento el 15 de Abril de 1936, en respuesta a una intervención anterior de Calvo Sotelo, en la cual éste denunciaba el acoso y los atropellos sufridos por la derecha:
"¿No queríais violencia? ¿No os molestaban las instituciones sociales de la República? ¡Pues tomad violencia!. Ateneos a las consecuencias"
¿Existe una prueba más clara de la legitimación del terror revolucionario por parte de la izquierda mal llamada moderada?
Las pruebas que demuestran que en España en el 36 se estaba viviendo un proceso revolucionario son muchas y a mí me parece muy evidentes. Tampoco exisitia ya en el 36 una fuerza moderadora y centrista que pudiera equilibrar el natural antagonismo entre izquierdas y derechas y que en cierta manera paliara la radicalización de las izquierdas. La única fuerza que se amoldaba a esos parametros era el Partido Radical de Lerroux, que Prieto y Azaña (con la complicidad de Alcalá-Zamora) se encargaron de laminar de la escena política, con aquella sucia artimaña propagandistica del caso del estraperlo.
La fuerza dominante en el Frente Popular y con un poder real entre las masas era el ala radical del PSOE de Caballero, en alianza con PCE, que ya se habia infiltrado en las Juventudes Socialistas y la UGT. Con el fín último, de hacer realidad aquello que ya habia anunciado Dimitrov en el VII Congreso de la Comintern en 1935.
Para terminar, creo que no hay nada mejor que leer a los mismos protagonistas, días antes del alzamiento, para comprobar el poco futuro que tenia la república y lo avanzado del proceso revolucionario y Guerracivilista:
Prieto, el moderador, decía:
"Será una batalla a muerte, porque cada uno de los bandos sabe que el adversario, si triunfa no le dará cuartel. Aun habiendo de ocurrir así, sería preferible un combate decisivo que esta continua sangría"
En el diario Claridad del PSOE, pocos dias antes del alzamiento, Largo Caballero anunciaba:
"La lógica histórica aconseja soluciones drasticas. Si el estado de alarma no puede someter a las derechas, venga antes la dictadura del Frente Popular. Es la consecuencia lógica e histórica del discurso de Gil-Robles. Dictadura por Dictadura, la de izquierdas. ¿No quiere la paz civil?. Pues sea la guerra civl a fondo"
Gil-Robles en un intento desesperado en busca de un gesto de apaciguamiento y moderación por parte de Azaña y la Horda, expuso el día 15 de Julio en el Parlamento las cifras de muertos que se habian producido en menos de un mes: (61 nuevos muertos, 224 heridos, 74 atentados con bomba, más las habituales arrasamientos de fincas e Iglesias y centros derechistas), y terminó advirtiendo:
"Cuando la vida de los ciudadanos esta a merced del primer pistolero, cuando el Gobierno es incapaz de poner fín a este estado de cosas, no pretendaís que las gentes crean ni en la libertad ni en la democracia. Tened seguridad de que derivarán cada vez más por los caminos de la violencia, y los hombres que no somos capaces de predicar la violencia seremos letamente desplazados por otros más audaces o más violentos que vendrán a recoger el hondo sentir nacional"
Estas palabras, desoídas por las "moderadas" izquierdas iban a resultar proféticas.
saludos.