agualongo escribió:...
La Guerra es siempre Total, el enemigo emplea lo máximo que puede y debemos responder CON LO MÁXIMO QUE TENGAMOS, LA MÁXIMA CAPACIDAD DE MATAR Y DESTRUIR que este en nuestro poder. Eso es la guerra, cuando empleas POTENCIA MÁXIMA, la guerra es corta (10 años duraron el conjunto de las guerras mundiales entre potencias), cuando no empleas POTENCIA MÁXIMA, las guerras se empantanan en pequeñas escarmuzas de pitiminí (verbigracia la fiesta cachonda de Iraq)..
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Podemos buscar en las hemerotecas....¿Os IMAGINAÍS al Times digamos en su edición de 8 de diciembre de 1917 con una noticia tan ridícula y patética como "dos soldados británicos han muerto en el frente de Flandes"... ¿Os imaginaís a la Gazeta de San Petersburgo indicando tamaña noticia sobre la Ofensiva Kerensky en julio del 17? ¿Pensaís que podéis encontrar en el Diario de Praga una noticia de esa índole? ¡Extra, extra, extra, no se lo pierdan, dos soldados austrohúngaros han caído en los Cárpatos! ¡Extra, Extra"...
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Estimados todos:
Los tiempos cambian, pero no os confundáis, los objetivos que definía aqualongo no han cambiado tanto: a la guerra se sigue llendo CON LO MÁXIMO QUE TENGAMOS, LA MÁXIMA CAPACIDAD DE MATAR Y DESTRUIR . Sólo que ahora el sumando prescindible es MATAR. El imprescindible es DESTRUIR.
Si un pueblo (o un general) moderno sigue pensando que ambos sumandos son imprescindibles, entonces hablamos de un pueblo enfermo y un general estúpido.
Es cierto que "nadie" protestó por los centenares de miles de vidas perdidas en las trincheras de la I GM en cada una de las batallas. Era una época en la que los combatientes no imaginaban una guerra sin derramamientos masivos de sangre.
Sin embargo, no olvideis que eso no significaba que la opinión pública estaba dispuesta a tragar toda la sangre del frente. Los rusos y los alemanes derribaron a sus gobiernos cuando se dieron cuenta de que esas carnicerías son servían de nada. No olvideis los miles de muertos del último día de la guerra (en especial a los debidos al imbécil de Pershing y al animal de Summerall, que continuó la ofensiva de Meuse). No olvideis las consecuencias para nuestro gobierno que tuvo el desastre de Annual (ese general Silvestre, qué cruz) de 1921.
Los ejércitos modernos están diseñados para provocar el máximo daño, pero sin necesidad de ocasionar la máxima mortandad (bombas de destrucción masiva aparte). Otra cosa es que la dirección política sepa manejar estos instrumentos.
Hoy no sé si la gente en EE.UU protesta más por los 5.000 muertos o por el desastre de la dirección de la guerra (que no estaba tan accomplished como pensaba Bush) y por un presidente que negó las dificultades hasta ayer mismo. En España la oposición a la guerra probablemente era más por no asumir los motivos de la misma que por participar. No hubo protestas masivas por nuestra intervención en Yugoslavia, ni por nuestra presencia en El Líbano o Afganistán o el Índico. Sin haber sido una potencia especialmente activa en las operaciones de paz y antiterroristas, desde 1989 hasta hoy hemos perdido a 148 militares en el extranjero. Todos han merecido nuestro reconocimiento y sólo ha habido protestas en el caso del accidente del Yak (más que nada por lo absurdo de su muerte y lo evitable del accidente).
Un último ejemplo: ni la parte más bucólico-pastoril de nuestros políticos han protestado por enviar una expedición al Índico. Me da en la nariz que muy pocos protestarán el día que le demos en los morros a algún que otro pirata. Quizá es que la sociedad admite el uso de la fuerza en causas bien justificadas.
O sea: ¿no será que la gente en realidad lo que no soporta son los errores?
De todas maneras, si el problema es evitar a sangre y destruir al enemigo, repasemos la historia. Lo mismo tendríamos que resucitar la devotio celtibérica. Si retabas al jefe enemigo y te lo cargabas, la tropa se rendía a tus pies y, además juraban fidelidad. Hace más de 2000 años, había tácticas militares más perfectas que las de cualquier ejército moderno.
Saludos.