Gaspacher escribió:Isocrates escribió: Bueno, en tal caso en número que debemos tomar en consideración es el de Farsalia, no el del cruce desde Brindisi. Si es tal como dices el 50% real de bajas se ha producido para Farsalia, tras añadir la campaña de Grecia a las anteriores de Hispania y Massilia.
El caso es que no sabemos cuantas bajas se produjeron durante la campaña Griega, pero si que embarco con sus legiones en cuadro hacia ella.
Yo diría que sabemos que sus legiones estaban completas y preparadas al iniciar la guerra civil y a 1/3 de sus efectivos tras Farsalia... las que mejor se encontraban.
Pero la actuación de Pompeyo no era ilegal, ya que lo hizo siguiendo una autorización legal.
Ninguna autorización del gobierno puede contradecir una ley, ni ahora ni entonces.
Curioso, porque desde el principio vienes diciendo que una autorización podía contradecir la lay que impedía la presentación in absentia. En todo caso, te equivocas. El mando de Pompeyo fue totalmente legal y otorgado a través de senado consulto.
Por supuesto, aunque "atacar" no parece la palabra adecuada. Es la ley romana, no me lo invento.
Los signos que un cónsul podía leer, el otro los podía leer de forma contraria y en todo caso no estaba obligado a hacer caso de dichos designios, mas en este caso cuando César aparte de cónsul era pontines maximus y Pompeyo augur.
Por supuesto que estaba obligado. Por eso los romanos nombraban dos Cónsules. Es absolutamente indiferente que César fuera pontifice y Pompeyo augur. Se trataba de un derecho del Cónsul, que Bíbulo ejerció legalmente.
La cuestión de la duración del mandato de César no es especialmente sencilla, pero cabe recordar que ni tan siquiera él insiste en que aún le quede un año de mandato.
Lo cierto es que no existe seguridad sobre la fijación o no de una día de expiación de su mandato ni la Lex Vatinia ni en la Lex Licinia Pompeia. A través de Cicerón sabemos que consideraba que el envío de un sucesor a César a partir del 1 de Marzo del 54 cumplía los términos de la Lex Vatinia. Si esto fuera así, el envío de un sucesor a partir del 1 de Marzo del 49 cumpliría sin duda la lex Licinia Pomeia. Por otro lado no puede descartarse que la propia Lex Licinia Pompeia estipulara el final del mandato el 1 de Marzo del 49, no hay que olvidar que Pompeyo había declarado en el Senado el año anterior que no trataría la cuestión del relevo de César hasta la llegada de esa fecha. En todo caso, es la lex de Provinciis la que hace variar un punto clave de la situación. Si la provincia debía entregarse a un Cónsul al finalizar su mandato -como era norma antes de la lex de Proviciis- lo normal hubiera sido que aunque el mandato expirase el 1 de Marzo del 49 se entregase a un Cónsul saliente el año 49 que no ocuparía el cargo hasta el 48; al variar la ley no se podía nombrar a un Cónsul saliente y por lo tanto podía nombrarse a cualquiera para que tomase posesión de forma inmediata el mismo año 49. Por eso te decía que la lex de Provinciis era una de las herramientas legales que socavaban la posición de César y que él, sin ninguna duda y como hábil jurista que era, debió darse cuenta de ello de forma inmediata. En todo caso, el nuevo nombramiento era legal en virtud de la lex de Provinciis. No es algo absolutamente seguro, pero parece la interpretación más ajustada a lo que conocemos.
Lo cierto es que las provincias de Iliria y la Galia Transalpina le habían sido otorgadas por votación popular y no por el senado, por lo que este no podía arrebatárselos tan fácilmente como la de Cisalpina.
Si te fijas me he referido a la lex Vatinia. Esa es la fecha que puede dar lugar a dudas y es la que he comentado.
En cuanto al envió del sucesor que mencionas, creo que se refiere a designación, al igual que César había sido designado par gobernar dichas provincias a mediados de su consulado, no al relevo propiamente dicho, que como bien has dicho sería meses después.
De hecho, César fue designado para cuidar los caminos de Italia antes de su consulado -el procedimiento habitual-; luego él consiguió que el pueblo cambiase esa atribución. La cuestión es que antes de la ley de Pompeyo del 52 el relevo debía esperar a que el designado acabase su propio consulado, al prohibirse que el cónsul fuera destinado a una provincia al acabar su año, el designado podía reemplazar a César de forma inmediata.
Pero afectan mucho menos, como la propia campaña de invierno de Alejandro demostró. No solo no existe riesgo de perder el ejército completo por el mal tiempo, sino que las provisiones pueden transportarse directamente en animales de carga. Por no mencionar que una zona altamente urbanizada y con buenas vías de comunicación reduciría en mucho los problemas de transporte en invierno.
En otros sentidos afectan mucho mas, pues las epidemias, y las dificultades relacionadas con el barro y la nieve se acentúan mucho mas, incluyendo la dificultad de transportar suministros en esas condiciones.
¿Las epidemias?
Por lo demás hablamos de una zona con buenas comunicaciones desde tiempos que ya entonces eran inmemoriales. Las campañas terrestres en invierno son algo común desde que existen ejércitos profesionales, las campañas navales en invierno no serán algo común todavía durante más de 1.500 años.
Pero eso no te ha llevado a decir que no puedes confiar en los números que César proporciona sobre sus campañas al no existir ninguna narración de los helvecios, o de los belgas.
Repasa los datos que di de las batallas y veras que siempre puse
Pero nunca dudaste de la gran inferioridad numérica de César.
Tras la derrota quizá se fiaba aún menos de los propios romanos. En todo caso, es evidente que no la tenía y que marchar a Egipto fue un error.
La visión retrospectiva siempre es la mas sabia, pero evidentemente a él no se lo pareció en aquel momento y sus motivos tendría.
Es el único jefe republicano que se refugia en Egipto. También por algo sería. En todo caso lo que demuestran los hechos es que no puedes fiarte de los "vasallos".
En el caso de los compañeros servían habitualmente como infantería en los sitios. Estaban preparados para ello, sin embargo no consta nada parecido de la caballería ligera numida. El caso de la infantería ligera asaltando una fortificación es similar al de un enfrentamiento en un lugar angosto: da igual la superioridad numérica si no pueden atacar a distancia y deben centrase en un frente estrecho. Desde luego no son buenas tropas para el asalto frontal a un campamento -como no lo era la infantería Gala para asaltar las defensas de Alesia- y menos aún sin capacidad poliorcética.
Ya, y la caballería ligera de cualquier otra nación no servia para ello, pues tenían algún extraño defecto genético que les impedía asaltar un campamento en el que únicamente estaban los restos de 3 legiones derrotadas por ellos anteriormente.
La caballería ligera, desmontada es infantería ligera. Y la infantería ligera no es la major tropa para asaltar una fortificación. César partió de Sicilia con seis legiones, dejo guarniciones y recibió algunas tropas antes de Ruspina. Por otro lado, evidentemente no había dejado el campamento vacío cuando salió con treinta cohortes. Aún sufriendo grandes pérdidas es fácil que contara con treinta cohortes o más para defender el campamento, fuerza más que de sobra para hacerlo.
Por mucho que quieras hacer ver lo contrario, ni para el escritor de la antigüedad ni para mi se trata de ningún tipo de intervención divina. Es como si me dices que cada vez que hablo de "guerra" o "batalla" estoy mencionado a Ares o Atenea, o que cuando digo que "venció" en una batalla estoy haciendo una referencia a la diosa Nike.
Si Plutarco menciona "acompañado por la buena fortuna" es para relacionarlo con la relación de la diosa fortuna con Pompeyo, pues la suerte como tal no existía para los romanos.
No, es para relacionarlo con el hecho de haber culminado un empresa arriesgada sin daño.