Ya me estoy cansando un poco de exabruptos. Este mensaje no va dirigido ni a Colombia ni a los colombianos, que supongo bastante más razonables que algunos de los que por aquí escriben.
Primero, las cuestiones legales. Colombia es firmante del Convenio Internacional de 1989 sobre Salvamento Marítimo. Allí se indica:
Artículo 4
Buques de propiedad del Estado.
1. Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 5, el presente Convenio no será aplicable a los buques de guerra ni a otros buques de propiedad del Estado, o utilizados por éste, que gocen de inmunidad soberana en el momento de las operaciones de salvamento, de conformidad con los principios generalmente reconocidos de derecho internacional, a menos que ese Estado decida otra cosa.
Según el derecho internacional, los buques de guerra siguen perteneciendo al estado que los abanderó, y no establece ninguna limitación temporal. Pero el convenio también indica una excepción:
Artículo 30
Reservas
1 Todo Estado, en el momento en que se produzcan la firma, la ratificación, la aceptación, la aprobación o la adhesión, podrá hacer reserva de su derecho a no aplicar las disposiciones del presente Convenio:
…
d) cuando se trate de un bien marítimo de carácter cultural que presente un interés prehistórico, arqueológico o histórico y que se encuentre en el fondo del mar.
Diecinueve países hicieron reservas en este sentido, pero ni Colombia ni España las hicieron. En cualquier caso no sería fácil defender en un tribunal que se va a aplicar estar reserva porque se pretende expoliar el pecio para su venta al mejor postor.
¿Qué Colombia no quiere aplicar un tratado que ha firmado? No quedaría en posición muy airosa, pero como ya he dicho, España no va a enviar un portaaviones. Supongo que España se reservará la apelación a los tribunales internacionales. Y tal vez Colombia no los reconozca (con el peregrino argumento de que no le gustan los jueces y solo admite jurados favorables) pero tal vez si los reconozcan Estados Unidos o Inglaterra, donde se hayan las casas de subastas en las que suelen acabar esos restos. Desde luego nada impediría a Colombia expoliar los restos, fundirlos y venderlos como lingotes de vil metal. Nada salvo el honor.
Pero se podría relativizar el valor del dichoso galeón: si es, como se ha dicho, de 5.000 millones de dólares (que ya será menos, porque luego hay que extraer los restos, venderlos, etcétera), supondría 25.000 dólares por cada inmigrante colombiano en España. Eso no cubre ni los gastos de asistencia sanitaria de un par de años. Asistencia sanitaria que, no está de más recordar, es la mejor del mundo (como se puede comprobar atendiendo a los indicadores de salud), hasta tal punto que los médicos españoles (que conocen el percal) que sufren un accidente o una enfermedad en Estados Unidos, si pueden, vienen a España para ser tratados.
Puestos a recordar cosas, un último detalle: por cada español que emigró a la República de Colombia han llegado veinte colombianos a España. No digo con esto que se les vaya a retirar la asistencia, ni que se les vaya a impedir enviar fondos, ni nada de eso: son cosas que no se hacen en España. Simplemente quiero indicar el valor de las buenas relaciones.
Insisto en que el mensaje no va dirigido ni a Colombia ni al pueblo colombiano, unido a España con lazos de amistad. Solo a esos que aun creen estar en la guerra de independencia.
Saludos