Bueno, esa es precisamente la cuestión que planteo: que si no se confía en conseguir el apoyo del 50% de los ciudadanos no es procedente iniciar nada.Bomber@ escribió:Es una reflexión pertinente. El tema es que entiendo que cuando se repiten unas elecciones tras poco tiempo lo normal es obtener unos resultados muy parecidos a los de la primera votación. O sea: que estoy convencido de que el resultado de unas elecciones en marzo sería de mayoría absoluta de escaños "presuntamente independentistas" pero no de votos.Isocrates escribió:En realidad, y sin ánimo de molestar, para los partidarios de la Independencia una segunda ronda con la posibilidad de llegar esta vez al 50% de los votos tendría que ser una buena noticia/posibilidad. Y si dudan de poder hacerlo, entonces lo procedente es no iniciar nada, por muy frustrante que pueda resultar.
O sea: para mí unas nuevas elecciones sólo aportan "el morbo" de ver cómo se reparte el voto "independentista" entre los diferentes partidos que dicen quererla (pero que no lo acaban de demostrar)... pero esa mayoría absoluta, al estar repartida entre diferentes opciones, puede que no lleve a ninguna investidura (si no fueran capaces de pactar, como está pasando ahora).
NOTA: está por ver también el grado de cabreo del personal ante el ridículo espectáculo que ofrecen algunos de "nuestros representantes". Probablemente las próximas elecciones baje bastante la participación.
Cualquier cosa que se inicie, aún con un apoyo mayor, será ilegal. pero es que cualquier cosa que se haga con un apoyo menor carecerá de la única posible fuente de legitimación del proceso: la aplicación del principio democrático. Tengo que resaltar que incluso la aplicación del principio es complicada en contra de la legalidad, pero si hablasemos de un apoyo (por ejemplo) del 70% a la independencia podría justificarse no tanto el desafío frontal a la legalidad como la exigencia de su cambio. Con un 48% entiendo que no puede hacerse ninguna de las dos cosas.
Un saludo