Señores, buenas noches a todos, como lo prometido es deuda y aun son las 23:45 pues ahí va mi crónica de los actos de Jura de Bandera y entrega de Reales Despachos en el día de ayer en la Escuela Naval Militar.
El día empieza con algo de nervios por mi parte como siempre, que si nos falta algo de última hora (los que me sufren ya saben como soy, jajaja) que si pinchamos, que si tal, que si pascual y bla bla bla bla. Bueno, pues no pasó nada y llegamos a Marín a eso de las 9:10 horas, con tiempo de sobra para tomar un café y esperar a la persona que nos tenía que dar los pases. Primer contratiempo, la persona no llega a tiempo debido a unos temas familiares y nos perdemos la misa. Bueno no pasa nada, no es que sea yo el más religioso pero bueno, a la misa el día en que tu hijo jura pues como que iba sin problema, pero bueno, que le vamos hacer, no todo puede salir siempre bien. El caso es que acabada la misa ya nos dejan pasar y nos acomodamos cada uno en su tribuna (no se el motivo pero nos repartieron por 3 gradas distintas y éramos 5 personas nada más). A los 5 minutos de estar acomodados ya suena el cornetín llamando a formar, entran todos los alumnos al tropel como si el último pagara las copas, forman todas las brigadas y da comienzo el acto de Jura Bandera y entrega de los Reales Despachos. He de decir que el acto está presidido por el Ministro de Defensa en funciones.
Comienza el acto rindiendo honores a los que dieron su vida por España y empiezan a aflorar las primeras lágrimas, es super super emocionante escuchar “la muerte no es el final” cantada por todo el batallón de alumnos, pone la piel de gallina a cualquiera, y te empiezas a acordar de la gente que ya no está y que no le cabría el corazón en el pecho de ver a su nieto jurando bandera en la ENM, pero bueno, que se le va a hacer, seguro que en donde esté lo está viendo y protegiendo.
A continuación dio comienzo el acto de Jura de bandera y solo puedo decir, IMPRESIONANTE. Lo tienen todo perfectamente ensayado, todo sale a la perfección, no hay un titubeo ni nada parecido, comienzan a desfilar de uno en uno para besar la bandera mientras por la megafonía van anunciando los nombre de los que juran y claro, cuando llega el turno de alpese pues ya empiezan los lagrimales a jugarme otra vez malas pasadas, verle prestar juramento es otro de los momentos emocionantes de verdad, sabiendo lo que se que significa para el. Todo sale según lo ensayado osea que no hay problema. A continuación desfilan de “a tres” (antes se llamaba así, ahora no lo se) pasando por debajo de la bandera de España.
A continuación comienza el acto de la entrega de los Reales Despachos a los alféreces de navío que han acabado sus estudios en la ENM, imponiéndole el ministro de defensa las medallas al mérito naval a los números uno de CGA e IM. Para mi personalmente es mucho más emotivo el acto de jura que la entrega de despachos, aunque me imagino que el día que le entreguen el despacho a alpese pensaré todo lo contrario.
Una vez finalizado el acto de entrega de despachos, el director de la ENM les da una última lección tanto a los nuevos oficiales como a los alumnos. Acabada esta, se canta el himno de la armada y se van las brigadas a paso ligero para prepararse para el desfile. Y claro, cuando ves venir a los gastadores, banda de música y las brigadas desfilando pues otra visita del lagrimeo, no por nada, simplemente de emoción, de ver a tu hijo ahí en el medio, que no lo hace ni mejor ni peor, lo hace igual que el resto pero que a ti te hace hinchar el pecho de una manera que no se puedes describir.
Acabados los actos pues reencuentro, abrazos, más lágrimas, fotos, más abrazos y a comer.
Y ahí, en el medio de la comida alpese me enseña un whatssapp que le acaba de mandar un miembro de este foro (gracias ahumada) y venga, otra descarga de lágrimas, no nos conocemos personalmente pero hay cosas que te llegan a lo más profundo, gracias de nuevo.
Y con esto y con lo otro pues nos ponemos en la cena/baile de la ENM, era la primera vez en mi vida que me ponía un smoking, pero la ocasión lo merecía, aparte de que era obligado, jajajaja. La cena transcurrió sin más novedad, nos pusieron en una mesa con la familia de una compañera de alpese (super super agradables todos, que lo sepas Carmen si lees esto). Y cuando nos pareció bien pues nos retiramos a descansar dejando a los alumnos/as de la Escuela Naval Militar de Marín que cerraran el día, su día, como mejor pudieran y quisieran.
Y sin más que contaros pues desearle suerte a todos , a los que juraron, a los que recibieron despacho, a los que acabaron ya el curso en la AGM y en la AGA a los que estáis a punto de iros a Madrid a los reconocimientos, a todo el mundo muuuuuuucha muuuucha suerte.