La guerra civil inglesa se va a producir igual. El problema es que Cromwell es demasiado buen organizador (junto a Fairfax) creando su ejército profesional lo que le dará la victoria total y a la larga ser el Lord Protector de una poderosa Gran Bretaña.Gaspacher escribió:¿Por qué? Su actuación en una previsible guerra civil inglesa puede redundar en un afianzamiento de la causa española.
Mejor evitamos el riesgo, es mejor un dirigente menos competente.
Por humanidad acaso.Gaspacher escribió:De nuevo ¿Por qué? Mejor hacer un seguimiento de sus actividades, publicitarlas adecuadamente magnificadas, y utilizarlas en la guerra propagandística que se viene realizando
Hay bastante caza de brujas (60.000 en toda Europa, más decenas de miles más fallecidos en las prisiones y linchados) por la situación política, el pánico moral, la guerra de los 30 años,... en una serie de persecuciones difusas. Aunque España, Portugal y otros países del sur se han contenido más al haber una estructura de represión (la Inquisición) que consideraba el asunto desde otra perspectiva (incluso lo de Zugarramundi generó contradicciones, informes como los de Alonso de Salazar que criticaban el asunto).
Eliminar a ese grupo de sociópatas criminales no impedirá a España hacer propaganda (no hace falta que sea verdad) pero si quitar a algunos de los grupos más activos en la tortura y muerte (en algo más de un año mataron más que en los 150 años anteriores), y sus libros darían alas a la caza en otras partes de Europa (y en la LTR en América).
¿Queremos una guerra larga? Ya estamos metidos en una contra Turquía y otra en Alemania. Necesitamos victorias decisivas que vayan cerrando frentes.Gaspacher escribió:No estoy de acuerdo. En condiciones ideales sería lo ideal, pero para la España de esos momentos, lo preferible es una guerra larga que agote a su enemigo, no una corta que aun con la derrota, les permita rehacerse y volver a las andadas en un lustro.
Además en 1638 empiezan las guerras civiles inglesas con la Guerra de los Obispos, lo que va a drenar de las filas suecas a muchos de sus mercenarios escoceses (Leslie entre ellos), y con la rebelión de Irlanda a la vuelta de la esquina. Es una oportunidad excelente para fragmentar Gran Bretaña y dejarla fuera de juego.