Supongo que algunas palabras cercanas a resumir la impresión que produce el informe son abandono por lo que significa que no se reponen válvulas o que haya fechas vencidas de revisión o sustitución, desidia en la no reposición de cosas tan sencillas como orinales, botiquines o salvavidas o dejadez de responsabilidades al no prever una revisión de las baterías o de antenas en tiempo y forma...
Y, como persona cercana al mundo naval, con amigos metidos en diversos tipos de buques a causa de mi vecindad, lo primero que se me ocurre es pensar en esos marinos submarinistas que todos los días acuden a un puesto de trabajo que les puede matar...
Y, avanzando en las responsabilidades de oficiales del buque que, sabiendo lo que ocurre, no se niegan a salir hasta que se arreglen los desperfectos. Un oficial, lo primero que debe mirar es por sus subordinados, sus condiciones de trabajo.
Y parece claro que los oficiales de éste submarino no lo hacen. Es ésta actitud, que de nuevo muestra dejadez de responsabilidades lo que puede explicar el ocultismo de la ARA respecto a la desaparición del San Juán. Si la ARA, sabiendo lo que pasaba, permitió que ese buque saliera a navegar, cualquier persona en el escalafón militar conocedora de los desperfectos y que, a pesar de su reponsabilidad no hubiese hecho nada para mitigar o arreglar los fallos es al menos cómplice de lo que les sucedió a los marinos del San Juan y de lo que le pueda suceder a los que trabajan en el Salta.
Y, por extensión, nos lleva a pensar en el estado de funcionamiento de todos los sistemas de la ARA y de, en general, las Fuerzas Armadas argentinas.
Y, dentro de la discusión del foro, me lleva a deducir lo lejos que están las discusiones en él, que se habla de portaaviones o submarinos nucleares de la tozuda realidad en la que faltan orinales...
Todo muy triste, la verdad. Ahora mismo sólo se me ocurre darles el reconocimiento que se merecen a los pobres trabajadores que desempeñan el servicio a su país en esas condiciones míseras dentro de las fuerzas armadas argentinas, y lo poco que parece que valen sus vidas para sus oficiales.
Trsites saludos.