mma escribió:Pueden obtener el porcentaje que quieran, el respeto no se gana por números y los delincuentes no se merecen ninguno.
Creo que se están confundiendo dos cosas, y pongo como ejemplo al forista Autentic.
Por una parte, las opiniones son libres. Pueden no gustarme, pero mientras respeten a los demás, hay que tolerarlas. Por mi, como si alguien decide que es nacionalista, independentista, aficionado al heavy metal o miembro del club ciclista de Palafrugell. Es más, no se puede ignorar que una parte importante de los catalanes tenga ese sentimiento.
Otra cuestión es cuando pretende imponerse. Ya hemos visto lo que querían hacer Puigdemont y sus acólitos: primero provocar una situación de tensión en la que no había posibilidad de acuerdo (o conmigo o contra mí). Luego, imponer la independencia a los catalanes lo quisiesen o no, despreciando a los que se consideran españoles que, como hemos visto en las elecciones, son más de la mitad del electorado. Esos señores además se han saltado un montón de leyes, por lo que no solo me repugnan, sino que creo que deben pagar por sus crímenes, mucho más serios que atracar un banco.
Si además incluimos la violencia… Va a ser difícil que se me olvide lo que hicieron asesinos como Otegui, ni tampoco la frasecita de Arzallus («unos sacuden el árbol, otros recogen las nueces»). Ya he dicho por aquí que mi familia ha visto el terrorismo de cerca. Voy a concretar: asesinaron al padre de un amigo y atentaron contra el coche en el que iba mi hermana ¿alguien cree que puedo disculpar a esos hijos de p***? Lo siento por el vocabulario, pero esas ratas fueron educadas por madres que no merecen ni que se les llame perras. Lo siento pero habiendo vivido el terrorismo tan de cerca, lecciones sobre respeto a ideas pocas, por favor.
Volviendo: lo que me parece lamentable es que se está llegando a un punto en el que no hay posibilidad de una «tercera vía», un acuerdo que satisfaga a una amplia mayoría de catalanes (y de vascos, de paso, que los fascistas del PNV no pierden ojo; como curiosidad, pueden encontrarse imágenes antiguas del PNV con esvásticas). Desde luego, una cosa es que sea partidario de una negociación y otra que sea tonto: cualquier acuerdo debiera incluir un compromiso de respetarlo (nada de luego torcer la educación de los niños, etcétera) y debiera ser vigente durante un periodo muy largo. Negociar para al año siguiente volver a las andadas, no.
Es más, yo incluiría en esa negociación una reforma constitucional… pero de varios aspectos. Uno, la transformación del sistema electoral en otro mayoritario de doble vuelta (tipo el francés) lo que arrebataría el poder a esos «partidos bisagra» que han sido el cáncer de nuestra democracia.
Para acabar, la negociación tiene que ser una vía de doble dirección. Es decir, si un bando no desea negociar y quiere imponer su tesis siendo minoría (o aunque fuese mayoría, porque el estado tiene obligación de proteger a los españoles), pues el lado constitucional juega a lo mismo. Tú impones, yo impongo. Por ejemplo, realizando inspecciones detalladas en colegios y abriendo los correspondientes expedientes (que incluyan expulsión si las faltas son muy graves) de los que adoctrinen a los niños. Lo dicho, una cosa es negociar, otra ser tonto.
Saludos