Kemi Badenoch asegura que se empuja a los niños a «decisiones médicas irreversibles» de las que se arrepienten
Al parecer no sólo en España abundan los "conservadores" de ideas o actitudes no sé si decir socialdemócratas o simplemente "woke".Cada vez son más voces autorizadas las que se suman a la teoría del «contagio social» para explicar cómo las personas trans se han multiplicado en los últimos años en los países occidentales. La última en hacerlo de manera firme ha sido la secretaria de Estado de Igualdad británica, Kemi Badenoch, que aseveró este miércoles en la Cámara de los Comunes que Reino Unido sufre una «epidemia» de niños homosexuales a los que se dice que son transgénero. La política conservadora ha pedido que se prohíba la transición a los menores que cuestionen su género a menos que así lo prescriba un consejo médico.
La secretaria de Estado tildó de preocupante lo que está subiendo a los niños en una polémica intervención en la Cámara Baja británica, recogida por ABC, en la que afirmó que permitirle a un menor que realice una transición social de niño a niña, o viceversa, «no es un acto neutral», por cuanto puede tener «efectos formativos en su desarrollo futuro» . Además, advirtió a los diputados sobre una «nueva forma de terapia de conversión», en la que los niños son empujados a una vía médica -terapia de afirmación- que puede tener efectos graves, como la esterilización.
La ministra argumentó que a estos menores se les encamina hacia «decisiones médicas irreversibles» de las que luego se arrepienten, por lo que propuso la prohibición de la transición a menos que exista asesoramiento médico.
Esta intervención ha generado escándalo y debate en el seno del partido conservador. La ministra de Educación, Gillian Keegan, expresó que no se opone a requerir el asesoramiento clínico, pero arguyó que esta decisión debe recaer en el Ministerio de Sanidad. El choque entre ambas retrasará la publicación de la guía.
El diputado conservador Elliot Colburn, copresidente del grupo parlamentario transversal sobre derechos LGBT+, fue a más y criticó a Badenoch por su «retórica anti-LGBT+ desagradable», subrayando la importancia de mantener un tono respetuoso en el debate político. La divergencia de opiniones resalta la complejidad del tema y la falta de consenso hasta dentro del gobierno.
En todo caso, cuando las barbas de tu vecino veas cortar...