Me temo que los ejemplos son solo eso, ejemplos. Como dicen, una golondrina no hace verano. Ahora bien, este ha sido un suceso tan infrecuente como para citarlo. La inmensa mayoría de los fraudes se producen por la búsqueda de notoriedad.Luis M. García escribió: ↑10 Jun 2024, 16:14 Velarde no hace suponer nada al lector, solo le da dos ejemplos, uno muy importante por aquello que investigaba, por su duración temporal y por la cantidad de dinero empleada -mal empleada, en realidad-, ya que hasta que se ha concluido su falsedad han pasado unos cuantos años durante los cuales al parecer se creía que era una buena línea de investigación. Y hasta donde yo entiendo este caso no fue destapado por la competencia, en el sentido de competencia científica, sino por intereses crematísticos (bursátiles) de dos neurocientíficos a quienes les venía bien que a determinada farmacéutica le fuera mal.
Ahora bien, lo que sí que es cierto es que hay una manera menos fraudulenta, pero torcida, de publicar. Una queja de las farmacéuticas es que no consiguen reproducir algunas observaciones. Bien, esa la han investigado, y han encontrado un pufo, pero quedan muchas otras, y se deben a deficiencias del sistema de difusión, el «sesgo de publicación» (solo se informa de resultados positivos), aunque se han establecido algunos controles. Uno, el registro de la UE de ensayos científicos, donde deben registrarse los estudios, aunque no lleven a nada. Otro, que se estimula a repetir los experimentos. Aunque queda muy bonito ser pionero, se le está dando valor a la confirmación independiente.
Por otra parte, existen valoraciones independientes. En Climatología no lo sé, porque no es lo mío, pero en Medicina existe la Colaboración Cochrane. Es altruista, cualquiera puede colaborar, no depende de subvenciones ni de publicidad (sí de subscripciones; aunque la Cochrane no puede tener beneficios, necesita dinero para subsistir. La Cochrane hace revisiones independientes de estudios publicados, los pone a caldo si es preciso, y hace metanálisis (en los que se comparan diversos estudios), en las que se dice si los estudios tienen buena o baja calidad, y si los resultados parecen fiables.
Obviamente, cuando no se consiguen reproducir los hallazgos de un autor, cuando sus resultados son dudosos, este queda en entredicho, que la comunidad científica no es tan grande, en su mayoría está compuesta de gente honesta y que busca el conocimiento, y a la que le ofende mucho los fraudes.
No exactamente. Dice que «a menudo se lleva a cabo por amigos y colegas de los autores de la investigación». Puede que «a menudo» sea un término vago, pero que la RAE describe como «Muchas veces, frecuentemente y con continuación.». Pues se siente, pero lo que dice es FALSO. Al menos, en las revistas prestigiosas, las que realmente tienen influencia.No es una crítica global, es más dice de ella que es muy positiva pero que no garantiza la integridad y validez de todos los estudios científicos. O sea, algo que hoy en día es de común conocimiento, dados los casos en que dicha revisión se ha visto puesta en tela de juicio. A lo anterior añade que a menudo se lleva a cabo por amigos y colegas de los autores de la investigación. A menudo es un término vago y que no generaliza, sólo dice que se da en más ocasiones de las deseables y aunque no tengo ninguna prueba, dada la endogamia y el carácter sectario que se ha instalado en los últimos tiempos en las labores de investigación más proclives a la propaganda política, pues tampoco albergo dudas de que tal cosa sucede.Es más, me hace gracia la crítica que hace del proceso por revisión por pares.
Respecto a la endogamia, será en las universidades españolas. Hay otras que establecen medios para impedir la endogamia. Por ejemplo, la Universidad de Chicago, una de las que más Premios Nobel tienen en su haber, no permite la contratación de recién egresados de su centro, sino que solo puede hacerse tras haber adquirido experiencia en otros lugares (durante bastantes años, ocho o diez, creo recordar). Es un sistema que complica mucho la endogamia y contratar al sobrino del amiguete.
De nuevo, hablamos de cuestiones de prestigio. El ITM, GeorgiaTech, Chicago, la UCLA, aunque también puedan tener sus esqueletos en los armarios (depender de donaciones es un riesgo), tienen un capital que se llama prestigio. Un ejemplo fue la rivalidad entre Chicago y GeorgiaTech en la posguerra. Chicago había sido el alma máter de la NACA (además del Proyecto Manhattan, pero en la posguerra se endiosaron, y la mucho menos histórica GeorgiaTech les adelantó y pasó a ser la fuente de científicos para la NASA. Eso, sin pufos, que de haberlos habido… Se juegan demasiado.
Conflicto de intereses se produce cuando hay intereses económicos. Si se tienen, y si se informa, el lector ya sabe a qué atenerse. Solo faltaría que los investigadores de Lilly no puedan hacer descubrimientos.¿Conflicto como cual, como el de los dos neurocientíficos que destapan lo de la investigación de Lesné por el afán de enriquecimiento personal que les producirá el demostrar el fraude de una compañía farmacéutica? Esto me recuerda a aquel dicho tan querido del invicto caudillo, el de "no hay bien que por mal no venga".
¿No tienen conflicto quienes investigan subvencionados por fundaciones o instituciones cuyo apoyo financiero sólo se mantendrá si las conclusiones de la investigación van por determinados derroteros? Claro, si lo hacen empresas de determinado sector se da por sentado el interés, pero cuando son instituciones públicas o fundaciones cuyos intereses no son evidentes es mucho más difícil demostrarlo, verdad.
El problema es cuando alguien «olvida» que tiene relaciones (crematísticas) con multinacionales de la energía, pues se está saltando a la torera un aspecto clave. Es como si el cuidador de una guardería «olvida» decir que le gusta la pedofilia. La famosa decadencia de occidente se produce cuando nos creemos lo que dicen esos «olvidadizos».
Todo esto no quita que el ambiente actual favorezca que se publique lo que va a favor del cambio climático de origen antrópico, pero si un autor presenta datos en contra de suficiente peso, no te preocupes, que ese artículo conseguirá publicidad. Lo malo es cuando se presentan observaciones fragmentarias, en revistas poco prestigiosas ¿Por qué no en Science? y luego a esos «estudios» se les da bombo en la prensa generalista, que no es el medio más ecuánime.
Saludos