No tanto por la electrónica, porque parte de esta va adosada en el interior de las paredes de la estructura cilíndrica, con una sección para los componentes principales como la guía. En el caso de los antibuque como el KH-22, KH-32, P-500, P-700, P-800 o 3M22 si. Son mastodontes porque están enfocados a la fuerza naval de la OTAN que está encabezada por portaaviones nucleares de más de 300mts de eslora, pero los que no están diseñados para batir buques también son mayores que las contrapartes occidentales y se debe a factores que en su dia adoptaron los soviéticos.sergiopl escribió: ↑22 Sep 2024, 19:03Esto también se debía a que el objetivo principal para el que diseñaron sus misiles antibuque los soviéticos era un portaviones de 80-100.000 toneladas al que tenían que disparar desde cientos de millas de distancia para no ser derribados antes, y los propios misiles debían ser muy rápidos para evadir las defensas porque no eran rozaolas.
Todo eso llevaba a: carga explosiva grande, mucho combustible y un motor grande misil grande. Si añadimos que su electrónica estaba rezagada en miniaturización, llegamos a esos misiles mastodónticos.
Rusia (antes la URSS) ha enfrentado históricamente la amenaza de invasiones a gran escala debido a su vasto territorio y a sus fronteras expuestas. Los soviéticos llegaron a la práctica de crear armas que podrían cubrir grandes distancias, debiendo ser a la vez extremadamente rápidas para encajar en su doctrina defensiva. Además, durante la Guerra Fría, la Unión Soviética desarrolló armas nucleares de gran capacidad para contrarrestar la ventaja tecnológica y militar de EE.UU. y la OTAN, y los misiles grandes y rápidos fueron considerados una parte esencial para asegurar una disuasión creíble. Se intentaba que las armas no solo fueran potentes sino que debían ser muy rápidas para recorrer todo ese territorio y alcanzar objetivos casi de inmediato y no dar cabida a una represalia. Al no estar limitados por el tamaño de sus TEL (MAZ fabrica cualquier tipo de camión erecto lanzador polivalente) se montaban el propulsor que quisieran.
En consonancia con esa mentalidad soviética, los rusos han seguido haciendo uso de esta práctica nutriéndose del conocimiento que dejó la URSS sobre misilística en las oficinas que hoy están en Rusia, ya que fue está la que comandaba este campo en tiempos de la Unión Soviética, y continuaron diseñando y desarrollando sistemas para penetrar la defensa antimisiles occidental que se habían desarrollado para interceptar en primera instancia misiles balísticos convencionales. Y han invertido una cantidad significativa de fondos en tecnología de motores y propulsión. La electrónica antigua hacía que el misil creciera significativamente al no poder miniaturizarla, pero eran grandes más que nada por el propulsor, tanques de combustible y carga explosiva.
Es una filosofía bastante distinta a la nuestra.