Plancenoit, Plancenoit…si se deja de lado, es que no se comprende lo que realmente está pasando en la batalla de Waterloo. Lo cual, por otra parte, es exactamente lo que le pasaba a Wellington. Que, en el momento en que los prusianos avanzaban sobre el pueblo, desconocía por completo cual era la situación global del enfrentamiento. Empezó a darse cuenta de ello al menos dos horas más tarde, cuando aparecieron en La Papelotte…por cierto, con bastantes episodios de fuego amigo entre británicos y prusianos. La cortina de humo de las artillerías propias y enemigas, le impedían ver las columnas de humo del combate por Plancenoit.
Aunque, en realidad, una de las cosas que más me llaman la atención es que, mientras que Blücher y su estado mayor eran conscientes de la situación de Arthur, y de su estado, digamos, de extrema necesidad, la comunicación entre Bonaparte y Grouchy es mucho más dificultosa. No me extraña nada que Napo se preguntase ¿¿ dónde está Grouchy??, más que nada, porque durante la lectura de los diversos relatos de la batalla, yo también me lo pregunto. Mientras los prusianos, durante la noche del 17, son capaces de enviarle a Wellington comunicados advirtiéndole de que se unirán a él en el transcurso de la defensa que el Duque haga de Mont Saint Jean, y no sólo eso, sino que, en el caso de que el corso no ataque, ¡Blücher le dice que atacarán ellos!...de Grouchy, nasti de plasti. A piñón fijo hacia Wavre. Y eso que, en realidad, al amanecer del 18, el grueso del ala de Gruchy está ¡ al sureste!. Su línea de avance ese día es Gembloux, Sart-à- Walhain, Walhain (a eso de la una, momento del despacho de Soult, y aquí debería haber virado al NO. Justo en aquel momento, los tiradores de Von Bülow estaban comenzando a entrar en el bosque de Frischermont), y recto hacia Wavre. Cuando llega el despacho de Soult, horas más tarde, si Grouchy quiere girar para interceptar a los alemanes, tiene que hacerlo cruzando ya el Dyle y el Lasne, que bajan crecidos y turbulentos.
Y, en realidad, llaman la atención más cosas. Por ejemplo, lo bien que planificaron los prusianos, dentro de lo que cabe, su marcha sobre la derecha y la retaguardia francesa. A decir verdad, independientemente de lo dicho por York, los prusianos eran los únicos que tenían en realidad una visión global coherente con lo que en verdad estaba pasando en el escenario de batalla. Porque las patrullas de exploradores de Von Bülow estaban detrás de los franceses…ya a mediodía. Aunque en los dos días previos a Waterloo, Blücher contaba con unos 95000! hombres de infantería,13000 caballos y 300 cañones, en Ligny y la retirada consecuente se había perdido nada menos que la cuarta parte. A Von Bülow en particular, esto le dejaba con unos 25000 mosquetones, 3000 sables de caballería y 88 cañones ( cifras que divergen algo de las de York, supongo que manejamos bibliografías diferentes, estas mías vienen del trabajo de Alessandro Barbero), servidos por hasta 2000 hombres de artillería.
Y algunas precisiones sobre su IV Cuerpo: como el propio Müffling le había puesto de manifiesto a Wellington “ Nuestra infantería no posee la misma fuerza física y capacidad de resistencia que la vuestra. La mayor parte de nuestras tropas son demasiado jóvenes e inexpertas”. Esto se debía a que el Cuerpo de Bülow tenía en proporción, un número más pequeño de tiradores adiestrados que los demás cuerpos prusianos, aunque hay que aclarar que , después del desastre de 1806, los prusianos estaban reorganizando sus regimientos de infantería con líneas de tiradores más densas y numerosas que el resto de ejércitos europeos del momento. De cualquier forma, la organización teórica de los regimientos prusianos, debido a las condiciones en que se estaba desarrollando la marcha, sirvió para bien poco. Y, de hecho, los regimientos se iban fundiendo a medida que desembocaban sobre Plancenoit, que en primera instancia, se les resistió a los prusianos y les costó un enorme montón de bajas.
York no ha podido contar todavía la llegada de todos los sucesivos regimientos de línea prusianos que según iban asomando, eran enviados a la
picadora de Plancenoit: El 15º, un regimiento de reserva reclutado en las nueve provincias de Westfalia y Silesia, del que formaba parte la 16ª brigada del coronel Von Hiller. Tras enfrentarse a Mouton en el exterior de Plancenoit, pudo avanzar hasta la plaza, donde se dio de bruces con la JG. De nuevo, retroceso hacia el exterior, intento de defender las casas tomadas en el extrarradio del pueblo…y de nuevo al campo abierto. En un primer momento Von Bülow _ y Blücher_ se estaban encontrando con que la maniobra envolvente estaba fracasando. De hecho, Blücher tuvo que cabalgar entre los hombres de la 16ª brigada para explicarle en persona a Von Hiller que el éxito de la batalla dependía de tomar rápidamente Plancenoit, porque , en cualquier momento, Grouchy podría despertar y cortarles la retirada hacia Von Thielermann, que se había quedado con la reserva en Wavre, como ha contado ya Yorktown. Los tirelleurs que salieron en persecución de los prusianos en retirada fueron interceptados por el 6º de Húsares, y la 14º y la 16º volvieron al ataque…esta vez con Duhesme agonizando, y la JG acorralada en el cementerio.
Y también hay que hacer notar que , justo en el momento en que las cosas se ponían del peor color para los franceses en Plancenoit, Bonaparte estaba intentando sacar tropas de donde fuese para lanzar su ataque de ruptura tras la toma de La Haye Sainte. Y se encontró con que tenía que dividir sus reservas, y
quien mucho abarca, poco aprieta: La Guardia tenía que irrumpir en el maltrecho centro de Wellington, y también recuperar Plancenoit. Napo tiene 13 batallones de la Media y Vieja Guardia, y envía a dos de los mejores, el 1/ 2º de Granaderos, y el 1/ 2º de Cazadores a retomar el pueblo. Los dos batallones, a las órdenes de Morand, sumaban unos mil hombres…y echaron, de nuevo, de Plancenoit a los prusianos, muy superiores en número. Lo cierto es que su fama les precedía, y el pánico se desató en los regimientos prusianos que , en aquel momento, comenzaban ya a desbordar por completo Plancenoit. Eran ya las siete y media de la tarde ( las seis y media para Wellington), y el hecho es que la tenaza prusiana no acababa de cerrarse.
Pero, justo en aquel momento, el resto de la Guardia fracasaba en su ofensiva sobre la colina en el eje Hougoumont- La Haye Sainte, frente a Adam, Maitland y Halkett. Y, además, los prusianos empezaban a poder emplazar su artillería en condiciones, con lo que el “Voilá Grouchy” se transformó en que el grueso del ejército francés se hizo absolutamente consciente, vía cañonazos desde la derecha y la retaguardia, de que quien llegaba eran los prusianos, y no el ala derecha francesa; algo de lo que sólo estaba al tanto hasta ese instante Napo, Ney, el Estado Mayor , y desde luego la JG y los dos batallones de veteranos de Morand, comprometidos en la lucha urbana. En un intento de ponerle puertas al campo, Ney prohibió a los oficiales desplazar a sus propios observadores a verificar lo que pasaba en la retaguardia y a derecha de la línea francesa. En tanto, la otra punta prusiana terminaba de emerger por La Papelotte; y las reservas de Pierch , con el 25º de Infantería de Von Wietzleben atravesando el bosque al sur de la aldea, e irrumpiendo por la espalda de la Guardia Imperial, desbordándola, clavándola y permitiendo al grueso prusiano seguir hacia la Belle Aliance, hacia donde se dirigía ya el contraataque de Wellington y donde éste se encontraría con Blücher y acordaría que de la siempre lucrativa persecución se encargarían los kraut. Todo ello, en muy poco tiempo. En una hora, de las siete y media a las ocho y media de la tarde, hora continental, seis y media-siete y media hora de Wellington, lo que había sido una situación prácticamente desesperada para los aliados, se transformaba en una derrota francesa en toda regla.
Del despliegue del II Cuerpo, que se encargue York.
Todo esto me lleva a reflexionar sobre el comentado “cambio” que experimenta Napo desde las brillantes maniobras de Austerlitz, a los “golpes de púgil glotón”, como dice Arthur, que se dedica a propinar en Waterloo… ¿¿ Por qué?? Las cargas de coraceros franceses contra los cuadros de Wellesley, en lugar de el desperdicio de hombres, caballos, esfuerzos y tiempo que supuso, podrían haber sido letales si en ese momento , y no después, se hubiesen puesto en marcha, coordinadamente, las reservas de Bonaparte, y la Guardia hubiese subido la colina al asalto, sobrepasando Hougoumont y La Haye Sainte, con la artillería aliada fuera de juego, y la infantería comprometida en la resistencia a las cargas. De acuerdo en que el Corso no sabía exactamente qué diantres había tras la cresta de Mont Saint Jean, pero…eso fue hasta la primera carga de coraceros.
Y sin embargo, N. se había vuelto tan, tan, conservador…que al final lo perdió todo. ¿ Qué hay detrás de esa actitud reservona, tan lejana de Austerlitz, y no digamos de Marengo, donde apostó tan fuerte que casi pierde? Es un caso que merece un estudio detallado, esa …transformación. Y me gustaría que alguien lo estudiase con detenimiento. Me parece ver incluso…un
algo de actitud autodestructiva. Con los genios pasa, no es infrecuente.
Saludos!