Para los soldados alemanes acantonados al Eeste de Amberes el comienzo de Market Garden debió resultar un espectáculo asombroso y aterrador: Durante la noche una primera oleada de 200 Lancaster y varios escuadrones de Mosquitos ablandaron los aeródromos holandeses. Le siguieron otras dos oleadas menores sobre las baterías FlaK en el área holandesa y al clarear el día la RAF cedió paso a una armada de más de 800 B-17 y casi 400 cazas, que machacaron concienzudamente cualquier punto donde se hubiera reseñado artillería antiaérea. Antes de que se posara el polvo el cielo se oscureció con la llegada de más de 1500 transportes C-47 y casi medio millar de planeadores. La Luftwaffe no hubiera podido desplegar semejante muestra de poderío ni en sus años de gloria, y ese día apenas media docena de cazas alemanes hicieron acto de presencia. La sorpresa fue absoluta; las bajas, reducidísimas.

El plan aliado (cortesía de wikipedia): una vez asegurados los puentes el XXX Ejército, apoyado por un nuevo desembarco paracaidista, debía proseguir hacia el corazón de Alemania
Arhem
A las 13'00 empezó el descenso en el punto más alejado del asalto. La I Brigada Paracaidista británica al mando del general Urquhart aterrízó con casi 300 planeadores en el área de Wolfheze, unos 5 km al norte del RIn y a unos 12 km de su objetivo principal, el puente de Arhem. El descenso fue un éxito pero casi a partir de ese momento las cosas empezaron a torcerse.

área de Arhem. LZ, zona de aterrizaje (planeadores). DZ, zona de lanzamiento (paracas). SDZ, zona de lanzamiento de suministros
Apenas media hora después de la llegada del primer planeador, Bittrich (el comandante del II SS PzKorp) dio sus primera órdenes sin esperar instrucciones superiores: ordenó a los Hohenstaufen que pararan de inmediato su traslado y se concentraran en torno a Arhem para asegurar el puente, mientras los Frundsberg se dirigían al suroeste, reforzados por el batallón de reconocimiento de la 9ª para hacer frente a la amenaza que previsiblemente vendría por Nijmegen. Es decir, sobre las 14'00 el efecto de la sorpresa había cesado y los Waffen estaban en marcha.
Bittrich no fue el único en actuar de inmediato: las unidades de adiestramiento en el área se pusieron de inmediato en movimiento y por todas partes empezaron a improvisarse grupos de combate. Por su parte Model confirmó las órdenes de Bittrich a las 15'00 y tras recopilar informes de las otras zonas de aterrizaje y el asalto del XXX Ejército organizó de inmediato la defensa y solicitó el envío de las reservas disponibles, incluyendo la 107 PzBri y la compañía de carros pesados Hummel, estacionada en Alemania.
EL área de Arhem quedó bajo la responsabilidad de Bittrich y a las 17'30 éste ya se había hecho una razonable imagen de la situación y había distribuido sus fuerzas. Sus principales preocupaciones eran la carretera de Nijmegen y el puente de Arhem. Si podía bloquear la acometida terrestre aliada con las fuerzas que tenía en ese momento el desembarco paracaidista en Arhem quedaría aislado y neutralizarlo sería una mera cuestión de tiempo. Sin embargo para poder al XXX Ejército sería necesario sostener el puente, ya que los refuerzos tendrían que fluir por él, así que su voladura quedaba descartada. Si los ingleses se hacían con la vía habría que reconquistarla a cualquier precio.
Ignorantes de toda la frenética actividad que había a su alrededor los paras ingleses se tomaron su tiempo en Wolfheze. En vez de partir de inmediato hacia Arhem con todas las fuerzas disponibles, se asignó esa tarea a un escuadrón de reconocimiento mientras un batallón se hacía con un puente ferroviario y uno de pontones en Oesterbeck, para pasar a la orilla sur del RIn; un segundo batallón seguiría al escuadrón de reconocimiento para relevarles en Arhem y un tercero (al mando de Urquhart) iría igualmente hacia Arhem por su ruta norte para cubrir el flanco septentrional de la ciudad. El resto de las fuerzas asegurarían el área de aterrizaje.
Cuando el escuadrón se acercaba a la ciudad con sus jeeps se dio de bruces con un bloqueo establecido en Oosterbeck por un batallón SSPzGr de instricción (KG Krafft) que, sin esperar siquiera a que Bittrich les diera órdenes, se había desplegado para proteger el acceso a la ciudad en la hora que siguió al desembarco. Esta unidad frenó el avance del escuadrón y el batallón que le seguía hasta las 21'00 y con la caída de la noche se retiró en buen orden. En vez de aprovechar la ocasión para lanzarse hacia el casco de la ciudad Urquhart ordenó a los paracaidistas que vivaquearan ahí mismo, a 4 km del puente.
A lo largo de la tarde y la noche los Hohenstaufen se desplegaron formando una línea defensiva al Este del KG Krafft, cerrando el acceso norte de la ciudad y el paso por la margen del río. La defensa se reforzó con pequeños grupos de tropas de diversa procedencia, incluyendo personal administrativo, tropas navales, policía… y un más que bienvenido refuerzo de dos JagdPanzer IV. El batallón británico que debía rodear el norte del perímetro se encontró que la ruta estaba firmemente defendida y al caer la tarde aun no había logrado avanzar más de 5 km. Dada la situación, su comandante decidió desviarse y avanzar hacia el puente de Arhem.
El tercer batallón inglés atravesó Oosterbeek pero no se dio suficiente prisa y el puente ferroviario voló por los aires en sus mismas narices. Al igual que sus compañeros al norte de la ciudad, los paracaidistas optaron por dirigirse hacia el puente de carretara, avanazando por la orilla del río. A mitad de camino su avance quedó interrumpido por el fuego de los soldados que habían guarnecido el puente ferroviario y se habían retirado hacia el este tras la voladura (KG Moller, formado por panzerpioneer de la 9ª SS PzDiv)
Un nuevo empujón de los británicos permitió flanquear las defensas alemanas sobre las 19'30 y los paras lograron alcanzar una hora después el lado norte del puente. Para entonces el batallón de reconocimiento de la 9ª SS PzDiv ya había atravesado el río y se dirigía a Nijmegen.
El puente era el principal objetivo así que la jornada, pese a todo, parecía fructífera, pero la realidad era bastante negativa: la 1ª Brigada estaba dispersa y desorganizada, su flanco norte estaba al descubierto, las defensas alemanas resistían y, tras una dura lucha, la vanguardia fracasó en los primeros intentos de alcanzar la orilla sur del río.
Dado que el puente de Arhem era el principal objetivo de Urquhart la jornada, pese a todo parecía fructífera, pero la realidad era bastante negativa: su brigada estaba dispersa y desorganizada, las defensas alemanas resistían y, tras una dura lucha, su vanguardia fracasó en los primeros intentos de alcanzar el lado sur del puente.
Y, como podemos ver, ni un sólo panzer había intervenido todavía.