Un huaorani llegó a Michigan con un sueño en la maleta: ser piloto
Se trata de Menewa Nenquimo Enquieri, quien acaba de obtener el título de mecánico de aviación y pronto comenzará las clases prácticas de vuelo.
Los huaoranis tendrán su propio piloto. El sueño tiene nombre: Menewa Nenquimo Enqueri, un joven de su tribu que estudia aviación en Michigan en Estados Unidos.
Acaba de obtener el título de mecánico de aviación y pronto comenzará las clases prácticas de vuelo. Una vez que reúna 250 horas de pilotear un avión obtendrá la licencia de piloto y volverá a la selva a servir a los suyos.
“Esta es la historia de un joven inteligente como hay muchos en la selva”, dice Tim Paulson, un misionero que trajo a Nenquimo a estudiar para ser piloto por un pedido de los padres de los joven. “No quieren depender de nadie cuando tienen emergencias como la de sacar desde la a un enfermo para llevarlo a un hospital”.
A Nenquimo le llegó a través de la tradición oral la historia de los aucas, ahora huaoranis, que por desconfianza y miedo mataron a cinco misioneros estadounidenses que en una avioneta aterrizaron en las orillas del río Curaray, en el año 1956. Paulson era un niño y leyó esas noticias como un relato de ficción y se le quedó grabado en su memoria el horror de aquellas muertes.
Con los años el misionero y el adolescente se encontraron en la selva, superados los desentendimientos del pasado juntos buscan hacer realidad el puente aéreo que le gustaría tener a esa comunidad, el primer paso es tener un piloto y Nenquimo está a punto de hacerlo.
Cuando regrese a la selva se llevará el recuerdo que los gringos que ha conocido no han sido tan malos como creyeron sus antepasados. “Donde voy me reciben muy cariñosos y son muy amables”, dice el joven amazónico, cuyos estudios y subsistencia por ahora lo pagan voluntarios y algunas iglesias del área. Quien tenga interés en hacer alguna donación para cumplir con este sueño de la selva puede ponerse en contacto a la siguiente dirección electrónica:
[email protected]
Jim y Julie Mckay son parte de este proceso. Varios fines de semana que pasa con ellos e incluso el señor McKay es profesor en la escuela de aviación donde estudia Nenquimo. Lo deja volar en su avión como copiloto y lo destaca como uno de los mejores estudiantes, pese a que llegó con apenas dos años de secundaria y sin conocimiento de inglés. Tan significativos son los avances del estudiante que él es el encargado de inspeccionar el trabajo de sus compañeros.
Fuente:
http://www.elcomercio.com/noticiaEC.asp?id_noticia=300994&id_seccion=8